ORACIÓN COMUNITARIA
C A cada petición contestamos: “Perdónanos y escúchanos, Señor.”
• Para que la Iglesia sea a los ojos del mundo signo de esperanza,
acogiendo a todos, animando y consolando. Oremos.
• Para que los gobiernos de las naciones aprendan de Jesús a no
VerbumDei
juzgar y vivir en paz, buscando el perdón y la reconciliación entre
los pueblos. Oremos. Diócesis San Benito - Iglesia ICEC
• Para que quienes pasan hambre en el mundo. reciban, por justicia, 27 de marzo de 2022 4o. Dom. Cuaresma
el auxilio de quienes tienen la capacidad de compartir. Oremos.
• Para que nosotros, que hemos escuchado hoy la Palabra de Dios,
no nos creamos mejores que otros, ni nos convirtamos en jueces
de los demás, sino que aprendamos de Jesús a ser comprensivos
con todos. Oremos. M Este último domingo de Cuaresma insiste en
presentarnos a un Dios que siempre es capaz de
actuar de modo novedoso: abre ante el pueblo
exiliado en Babilonia un camino de libertad en medio
C Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus siervos, en quienes del desierto; cambia la suerte del salmista; empuja a
infundiste la sabiduría de la fe cristiana, quedar purificados, por la Pablo hacia una meta de perfección que le será dada
eficacia de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén tras la resurrección de los muertos; da una nueva
oportunidad a la mujer adúltera y le regala un futuro
de libertad y plenitud. Atentos escuchemos.
C Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos siempre entre ACTO PENITENCIAL
los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de comulgar. C Hermanos:
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.. R. Amén Con humildad entremos en conciencia de nuestros pecados y pensemos
en nuestra debilidad, acercándonos al Padre, diciendo:
R Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo ( ) y Espíritu
Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Amén
✝ lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
Dios se ha compadecido del hombre perdido y
contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces.
extraviado, y le ha manifestado en Jesucristo —muerto y resucitado—
Aparta de mi pecado tu vista, Borra en mí toda culpa.
su misericordia. También es feliz cuando de corazón nos arrepentimos “Salmo 50”
y pedimos su perdón, pero con verdadera actitud de cambio.
Señor, ten piedad//Cristo, ten piedad//Señor, ten piedad
Después de haber participado de esta Santa Misa y Dios todopoderoso derrame su espíritu de misericordia,
C
haber escuchado el mensaje de perdón y compasión, Que limpie y perdone nuestros pecados y nos conduzca a la vida futura.
vayamos a nuestros hogares a construir una sociedad diferente,
Entonces, oremos, perdonemos y amemos como El lo hace siempre. ORACIÓN
Oremos: COLECTA
C Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos
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[email protected] animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la
salvación del mundo, se entregó a la muerte. Él, que vive y reina contigo
Excmo. Mons. Miller Ramón García Perico - Arzobispo Primado y Prior - ICEC
ICEC
Iglesia ICEC Excmo. Mons. Franklin Minú Aldana - Obispo Diócesis San Benito
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos
Amén.
PRIMERA LECTURA
Convertíos a mí de todo corazón, porque soy
Del libro de Isaías (43, 16-21) compasivo y misericordioso.
Así dice el Señor, que abrió camino en el mar y senda en las aguas Proclamación del santo evangelio de Nuestro Señor Jesucristo
impetuosas; que sacó a batalla carros y caballos, tropa con sus valientes; según santo evangelista San Juan (8, 1-11)
caían para no levantarse, se apagaron como mecha que se extingue.
n aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer
«No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo
nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?
Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo.
Me glorificarán las bestias del campo, chacales y avestruces,
E se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y,
sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y,
porque ofreceré agua en el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed de colocándola en medio, le dijeron:
mi pueblo, de mi escogido, el pueblo que yo formé, para que proclamara mi —«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
alabanza.» Palabra de Dios. / Te alabamos, Señor. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?»
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
SALMO RESPONSORIAL Sal 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
R. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
• Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se . «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.»
nos llenaba de risas, la lengua de cantares. R. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron
• Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos.» El escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos.
Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R. Y quedó solo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía allí delante.
• Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Jesús se incorporó y le preguntó: —«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?;
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R. ¿ninguno te ha condenado?»
• Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, Ella contestó:
trayendo sus gavillas. R. —«Ninguno, Señor.»
Jesús dijo:
SEGUNDA LECTURA —«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.»
Del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 8-14
Hermanos:
Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor.
Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir
en él, no con una justicia mía, la de la Ley, sino con la que viene de la fe de
Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.
Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus
padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la
resurrección de entre los muertos.
No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo
corriendo a ver si lo obtengo, pues Cristo Jesús lo obtuvo para mí.
Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo busco una cosa:
olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por
delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba
llama en Cristo Jesús. Palabra de Dios. / Te alabamos, Señor.
Palabra del Señor. / Gloria a Ti, Señor, Jesús.