Érase una vez en algún lugar del mundo nació un pequeño halcón en un pequeño
criadero de pollos al crecer con los demás pollitos de las demás gallinas creció
creyendo ser un pollito como los demás pollitos al ir creciendo con el tiempo su
cuerpo fue cambiando por más que le decían los demás pollos que él era diferente
y a pasar del paso del tiempo su cuerpo fue cambiando sin darse cuenta de que
su cuerpo era diferente el seguía pensando que era como los demás y a pesar de
que los demás pollitos lo discriminaban por ser diferente y no poder hacer algunas
cosas como las que ellos podían hacer provocando ser la burla de los demás.
Al paso del tiempo siguió creciendo y creyendo ser el mayor pollo del criadero su
madre estaba orgullosa de el, sin embargo a pesar de todo el seguía siendo la
burla de los demás pues a pesar de que se esforzaba el seguía sin poder hacer lo
mismo que ellos ocasionando ser la burla de los demás y así trascurrió el tiempo
hasta que un día inesperado un zopilote hambriento se presentó en el pequeño
criadero el halcón asustado al ver a la gran ave que era corrió asustado a
esconderse atrás de la gallina que lo había criado. Pero los ruidos de las demás
gallinas no cesaron y el zopilote se presentó ante sus propios ojos amenazando a
su madre con devorarla
¡Ayuda me va a comer el zopilote! -gritaba su madre
Fue entonces cuando el instinto de halcón surgió ferozmente persiguiendo al
zopilote con todas sus fuerzas volando y volando hasta al cansancio terminando el
zopilote acorralado en un lugar sin salida temeroso del halcón por ver sus grandes
garras y lo fuerte que era!
Entonces se dio cuenta que no era un simple y pequeño pollo de criadero y que no
era hijo de una gallina ¡soy hijo de un gran halcón! Pensó cuando siguió al
zopilote y protegió a las demás gallinas fue cuando reconoció su verdadera
naturaleza sin embargo siguió viviendo con los demás pollos convirtiéndose en el
héroe del criadero siendo feliz con lo que era para siempre