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El Mito de Prometeo (Y Pandora) - Introduccion - A - La - Mitologia - Griega Gual-41-45

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5. El mito de Prometeo ‘Como losantropdlogoshan subrayado, los mitostienen una funcidn significativa en la vida de una sociedad primitiva © arcaica: explican el mundo, justifican los habitos ylos ritos, oftecen kis causis dela pautas de comportamiento yreletan por qué las cosas son de un modo ceterminado. Ese valor etioldgico y paradigmatico de los mitos es algo demasiado conocido para que lo comentemos ahora, Tan sélo lo recor- ddamos pata resaltar como en algtin mito resulta evidente la carga etiolégica subyacente ala narracién. Fste esl caso del ito de Prometeo, que expone el origen de tres instituciones (6, mejor dicho, cle tres acontecimientos faundamentales para lacultura humana: el sacrificio,la posesidn del fuego y la in- troduceidn dela mujer como companera del hombre”. Prometeo, hijo del Titin Jépeto yde la Ocednide Ciimene, seguin la version de la Teogonifa (o bien wn Titan, hijo de la ‘Tietra misma, y, en ese supuesto, un dios mds antiguo que Zeus, segtin la versién recogida por Esquilo), es una divi nidad de singular astucia y benevolencia hacia los huma~ nos, Es, como Crono, ankylornétes, ade mente retorcidas, y su mismo nombre parece aludir a esa «previsidn», pro- ‘metheia, o sabidurfa divina, un tanto ambigua en su e aa S tkumo vePaovem 4s frentamiento con el omnipotente Zeus, el providente, metie~ ta Zeus. Bsquilo lo califica como «amigo de los humanos», phildnshropos. nla batalla que enfrents a Zeus con os Titanes, Prome teo se puso de parte del Crénida frente alos violentos Hijos dela Tierray del Cielo, yasiescapé luego al castigo que apri- siondasushermanos Menecio y Atlante, En efecto, el gigan tesco Atlante quedé condenado a un eterno esfuetzo en los confines aceidentales del mundo, condenado a soportar so- bresushombros y su cabeza un extremo dela cipulaceleste, inmévil prisionero erguido en el margen de Occidente, como Prometeo Jo sera en Oriente, en el Cauucaso. En con- taste con la ciega fuerza de los Titanes, Prometeo se distin= ‘guid por su inteligencia y poreello se puso al lado de Zeusen larefriega porel dominio celeste, Pero también él ya a enfrentarse con el soberano de los ioses. Slo que con un pretexto singular: por protegery be neficiaralos humanos, Flastuto Prometeo intenta fayorecer ‘estas efimeras criaturas masallé cle lo que Zeus habia dis- puesto en su providente designio, Hubo tal vez una etapaen «quel convivencia delos dioses ylos hombres fie mas estre- chayyconfiada, pero legadovel momento enque unosy otras se distanieiaron, Prometeo asumio un papel de érbitro ene conflicto, con uns intencién filantrépica yen menoscabo de los dioses, es decis,en contra de Zeus, Paraasegurarmediante un rito solemnelas rlacionesen- tre Jos digses y los humanos, Prometeo instituy6 el primer sacrificio, de una res bovina a la manera de un pacto de amistad por el que diosesy hombres compactian el festin delas carnes de la victima, inmolada en honor de los olimpicos porlos terrestres moriales, Fueen el llano de Mekone, en la Manura de Argos, donde se celebr6 ese primer sacrificio. Prostieteo maté un espléndido buey, y lo descuariizé hibil ‘mente. Luego repartié en doslotes las carnes dela res sacri ficada, En uno de ellos dispuso la earne y las entraias del a 1 Heunasy woes nal, yen otrolos huesos y la grasa, bien reeubiertos por {a piel lustrosa, formando un montén masaparente. Yledio aclegira Zeusla parte destinada alos dioses. Padre de los dioses y los hombres, acaso por seguir e} juego a Prometco, eseogié el montén més grueso, es decir, el que contenta los huesos y la grasa, Con esa eleccidn que- aba establecido que, desde entonces, asf se cumpliera el sa- crtificio. Desde entonces los humanos, en sus sacrificios de animales, queman en honor de os Inmortalessobre los alta- res los huesos y la grasa de las victimas, y los dioses reciben su parte del sacrificio por medio de lshumareda que asciende hastalos ielos, Pero Zeus se encoleriz6 terriblemente al des- cubrirel engatio yl tramposa intencisn. «Ah, hijo de [apeto, ti: que sobre todos destacas por tu astucia, bien veo que no has olvidado ain tus mafias tram- jposas», elaméel furioso Crénida, ¥, tomando recuerdo ren- coroso del engaiio, decidié castigara los humanos, retiran- dolesla posesion del fuego, Comen#6 entonces para éstos una etapa penosa y som- bria,en la que, refugiados en cavernasy sin poder mejorarla ‘miseria de una existencia salvaje, ateridos ce frfo y sin fuego ‘para cocinar sus alimentos, los humanos se debatfan amena- ‘adosdeangustia y extineién, Pero Prometeo sintiG compa- sién por los humanos y de nuevo actué para socorrerlos Hurt6 unas chispas del fuego que los dioses guardal acaso del perenne fuego de Hefesto, o acaso del fogoso ca- to de Helios~ y, atesordndolo en una hueca caf, lo trans- porté desde el cielo la tierra y se lo ofrecié a los humanos, ‘Cuando Zeus desde lo alto vio brillar una hoguera sobre Jatierra, volvié a encolerizarse contra Prometeo y sus prote= gicos. De nuevo, segiin Hesfodo, profirié sus amenazas.cer- teras: Ah, hijo de Jépeto, ti que sobre todos destacasen as tucia, te olegras de haberme burlado con el robo del fuego! Pero habra una gran desgracia para ti y para los hombres del futuro. 4 ellos les proporcionaré un mal ya, a cambio 5 reso eae % del fuego, y eon dl se gozarén encarinéndose con su propia desgracian Echésea rejrentonces el Grénida y llam6a suhijo Hefes: to paraencargarlela fabricacion de una bella figura femeni- na, semejante alas diosasen su aspecto y atractivo. Y ord nn6.a Atenea que enseftara a esta tecién formada las labores caseras, a Afrodita que infundiera en ella gracia y sednc- ci6n, a Hermes quela dotara de un talante desvergonzado y tun énimo taimado y voluble. ¥ los dioses obedecieron sus mandatos. ¥ asi surgi¢, adornada por todos, Pandota, Ia primera mujer. Su nombre Pandora, Todo-regalo, aude a que recibié regalos de todos los dioses y que toda ella fue un regalo, ‘Una vez construiday bien dotada ladoncella, deirresist- bleencanto, Zeusencargéa Hermes que sela ofteciera a Epi- ‘meteo, el hermano gemelo de Prometeo -el hermano dis traido del Previsor, como sugiete su nombre-. En contra de lasadvertencias quele habia hecho éste, Epimeteo acepts el presente ofrecido por el dios y,eautivado por los en de Pandora, la acogié enst casa, desposincola, Perola bella Pandora llevaba adems consigo un don supleme ‘infra en la que los dioses habian escondido una serie de ‘males. Y cuando la joven, guiada por su curiosidad, abrié la jarra, 6t0s se espareieron volando por et mundo. Las enfer- ‘medades'y calamidsdes surgieton la haz levantar Pando: ra la tapa de la vasija y se derramaron sobre los humanos Cuando ella presurosa la cerré de nuevo, sélo quedaba en el fondo la Esperanza, Desde entonces diez mil penas vagan entre los humanos, y las enfermedades acosan a las gentes, ensilencio yalazar. Pandora, primera mujer; fuela introductora ce tales ma- les, y de un nuevo modo de reproduccisn, (Antes loshom- bres nacian dela tierra, seguramente,) Pue lapredecesoracde todo el linaje femenino, dle todas esas mujeres sedactoras y curiosas, de las que ya no pudieron prescindir los hombres. a 1 nouMasy Notes Fue ese «hermoso mal», esa ambigua ventura que Zeus ha- bia profetizado, Tambign a Prometeo le sobrevino un tremendo castigo. Zeusordend que lo apresaran y clavaran sobre una escarpa da cima del remoto Caucaso, donde Hefesto lo encadend. ¥ anadi¢.aesa tortura de la roca a vista cotidiana de unduila ue atacaba cada di al Titan inmovilizado para desgarrarle ‘con sus corvas unas ¥ pico el higado. No podia Prometeo ‘mori, por su indole inmortal, pero si sultir eternamente. Asi expiaba, en la atalaya desierta del confin oriental del mundo, st rebeldia frente a Zeus y suexcesivo amoralos hu manos, crucificado Prometeo. (Mas tarde Heracles abatirs al dguilay ibraré, con el beneplacito de Zeus, al Ttdn filin- ‘tropo yastuto,) ‘Tales, en sus lineasesenciales el mito de Prometeo divini- dad eivilizadora, no un olimpico, sino un adversario de Zeus enelterreno dela stucia, un rickster que aportaaloshuma- ‘nos tres elementos decisivos dela instalacién en el mundo: el sactificio que regula su relacién eon los dioses, el fuego que funda la civilizacion y el progtesoy lacreacién de la primera mujerycon ellae! matrimonio yla familia mediante elambi- ‘guo presente de los dioses. Del mito tenemos tres versiones

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