“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO
INSTITUTO SUPERIOR TECNOLOGICO
“SAN JUAN BAUTISTA LA SALLE”
CURSO: ANALISIS DE PROCESO BIOLOGICOS
Y QUIMICAS EN EL SER HUMANO
TEMA: RADICALES LIBRES Y NUTRIENTES
ANTIOXIDANTES.
DOCENTE: Q.F. KAREN VANESSA TORRES COAGUILA
ESTUDIANTES:
BLANCO PFUÑO NAYDA ALXIONE
MAMANI CCAHUANA ROSMERY OLIVIA
LIPA CASTRO YESENIA
TACCA CHAMBI SONIA MARYLUZ
CANAZA AYAMAMANI ROSMERY
SEMESTRE: FARMACIA 1° “c “
TURNO: NOCHE
AÑO: 2023
PAG.1
DEDICATORIA
Principalmente dedicamos este trabajo a Dios puesto que nos brinda sabiduría,
amor y paciencia, nos ayuda en los momentos mas difíciles brindándonos
valores que nos fortalezcan no solo como trabajo de grupo, sino como
personas. A la vez también dedicamos este trabajo al Instituto Superior
Tecnológico “SAN JUAN BAUTISTA LA SALLE” por encomendarnos la labor
de realizar el presente trabajo.
PAG.2
INDICE
DEDICATORIA………………………………………………………………………..2
INDICE………………………………………………………………………………….3
RADICALES LIBRES Y NUTRIENTES ANTIOXIDANTES ……….………….…4
INTRODUCCION …………………………………………………………………..…4
ESTRÉS OXIDATIVO……………………………..……………………………….…5
ERO………………………………………………… ………………………………….6
PEROXIDACION LIPIDICA………………………………………,,,,,………………7
SISTEMA DE DEFENSA ANTIOXIDANTE CELULAR……………………….…..7
COMPUESTOS FENOLICOS ………………….……………………………………7
COMPUESTOS FENOLICOS…..………………………………………………...…9
ANTIOXIDANTES PLASMATICOS…………………..…………………….……..10
ANTIOXIDANTES PLASMATICOS…………………..…………………….……..12
CONCLUSION………………………………………………………………………..13
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………13
PAG.3
RADICALES LIBRES Y NUTRIENTES ANTIOXIDANTES
INTRODUCCION
Los radicales libres son átomos o grupos de átomos que tienen un electrón
desapareado o libre por lo que son muy reactivos ya que tienden a captar un
electrón de moléculas estables con el fin de alcanzar su estabilidad
electroquímica. Una vez que el radical libre ha conseguido sustraer el electrón
que necesita, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un
radical libre por quedar con un electn desapareado, iniciándose así una
verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células. La vida media
biológica del radical libre es de microsegundos, pero tiene la capacidad de
reaccionar con todo lo que esté a su alrededor provocando un gran daño a
moléculas, membranas celulares y tejidos. Los radicales libres no son
intrínsecamente deletéreos; de hecho, nuestro propio cuerpo los produce en
cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus.
Estas acciones se dan constantemente en las células de nuestro cuerpo,
proceso que debe ser controlado con una adecuada protección antioxidante.
Un antioxidante es una sustancia capaz de neutralizar la acción oxidante de los
radicales libres mediante la liberación de electrones en nuestra sangre, los que
son captados por los radicales libres. El problema para la salud se produce
cuando nuestro organismo tiene que soportar un exceso de radicales libres
durante años, producidos mayormente por contaminantes externos, que
provienen principalmente de la contaminación atmosférica y el humo de
cigarrillos, los que producen distintos tipos de radicales libres en nuestro
organismo. El consumo de aceites vegetales hidrogenados tales como la
margarina y el consumo de ácidos grasos trans como los de las grasas de la
carne y de la leche también contribuyen al aumento de los radicales libres
(Finkel y Holbrook, 2000).
PAG.4
ESTRES OXIDATIVO
Especies reactivas del oxígeno (ERO) es el término que se aplica
colectivamente a las moléculas radicales y no radicales que son agentes
oxidantes y/o son fácilmente convertidos a radicales. En la última década se
han acumulado evidencias que permiten afirmar que los radicales libres y el
conjunto de especies reactivas que se les asocian juegan un papel central en
nuestro equilibrio homeostático, que es el normal funcionamiento de los
mecanismos de regulación que conservan el estado normal fisiológico de los
organismos. En mamíferos son muchos los procesos fisiopatológicos causados
por estas especies tales como los mecanismos patogénicos asociados a virus,
bacterias, parásitos y células anormales, constituyendo un mecanismo de
defensa del organismo frente a estos agresores. Cuando el aumento del
contenido intracelular de ERO sobrepasa las defensas antioxidantes de la
célula se produce el estrés oxidativo, a través del cual se induce daño a
moléculas biológicas como lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. El estrés
oxidativo se presenta en diversos estados patológicos en los cuales se altera la
funcionalidad celular, contribuyendo o retroalimentando el desarrollo de
enfermedades degenerativas como la aterosclerosis, cardiomiopatías,
enfermedades neurológicas y cáncer (Gutteridge y Halliwell, 1999).
PAG.5
ERO
El oxígeno es una molécula básicamente oxidante, hasta el punto que en las
células que lo utilizan para su metabolismo es el principal responsable de la
producción de especies reactivas del oxígeno (ERO). Sin embargo, no todas
las especies oxidantes tienen un origen endógeno; la existencia de factores
exógenos, como la radiación solar, toxinas fúngicas, pesticidas o xenobióticos,
pueden incrementar su nivel. En condiciones normales, las células metabolizan
la mayor parte del oxígeno (O2) con la formación de agua sin formación de
intermediarios tóxicos, mientras que un pequeño porcentaje (en torno al 5%)
forman tres intermediarios altamente tóxicos, dos de los cuales son literalmente
radicales libres (el anión superóxido y el hidroxilo). En situaciones en las que
exista una mayor actividad metabólica (etapas del crecimiento, desarrollos
activos o procesos inflamatorios) ocurre una mayor demanda tisular de O2 y
parte de él se metaboliza, generándose un alto número de sustancias
oxidantes.
La segunda gran fuente de ERO también es endógena y está constituida por el
metabolismo de las células defensivas tales como los polimorfonu cleares, los
monocitos sensibilizados, los macrófagos y los eosinófilos. Para que éstas
puedan cumplir su misión, están dotadas de diversas proteínas así como de
vías metabólicas que generan varias especies químicamente agresivas como
peróxido de hidrógeno, radicales superóxido e hidroxilo, cuyo fin último es
lesionar y destruir elementos extraños. En condiciones normales estas
especies reactivas son producidas y utilizadas en compartimentos celulares
como los lisosomas que, aunque en el interior de los fagocitos, no tienen por
qué dañar a las células siempre y cuando los mecanismos antioxidantes de
éstas funcionen adecuadamente.
Los oxidantes pueden también proceder del exterior, bien sea directamente o
como consecuencia del metabolismo de ciertas sustancias. Algunos ejemplos
lo constituyen la contaminación ambiental, la luz solar, las radiaciones
ionizantes, una concentración de oxígeno demasiado elevada, los pesticidas,
metales pesados, la acción de ciertos xenobióticos (cloroformo, paracetamol,
etanol, tetracloruro de carbono, violeta de genciana) o el humo de tabaco. Sin
embargo el papel de los radicales libres no ha de ser abordado sólo desde una
perspectiva negativa o patológica. Estos compuestos cumplen también una
función fisiológica al participar, en condiciones normales, en la defensa frente a
las infecciones, en el metabolismo normal, en la fagocitosis e inflamación.
PAG.6
PEROXIDACION LIPIDICA
Todas las células están rodeadas por una membrana que las separa del medio
extracelular. La membrana celular contiene proteínas que juegan papeles
vitales en la interacción de la célula con otras células, hormonas y agentes
reguladores del líquido extracelular. La estructura básica de todas las
membranas biológicas es la bicapa lipídica, la que funciona como una barrera
de permeabilidad selectiva (Goodam, 1998). Éstas son ricas en ácidos grasos
poliinsaturados (PUFAs) y por lo tanto vulnerables al ataque de radicales libres
que traen como consecuencia la peroxidación lipídica. Esta es generalmente
inducida por un radical hidroxilo que sustrae un hidrógeno a la cadena lateral
de un ácido graso formando un radical carbonado, lo que genera una cadena
de reacciones oxidativas. Los antioxidantes, pueden formar complejos estables
impidiendo la acción catabólica de los radicales libres en la membrana celular
(Halliwell, 1990).
Los mecanismos homeostáticos con que el organismo enfrenta el daño
oxidativo que habitualmente causan estas especies son numerosos y diversos,
reflejando la multiplicidad de formas de radicales libres y especies reactivas,
como también los numerosos compartimientos donde actúan en el organismo y
las propiedades físicas de éstos (Kinsella et al., 1993).
SISTEMAS DE DEFENSA ANTIOXIDANTE CELULAR
La capacidad antioxidante celular está dada por mecanismos a través de los
cuales la célula anula la reactividad y/o inhibe la generación de radicales libres
(Thornalley y Vasak, 1985; Greenwald, 1990; Palamanda y Kehrer, 1992).
Estos mecanismos son adecuados a la muy corta vida media de los radicales
libres y comprenden moléculas pequeñas, endógenas y exógenas con
capacidad antioxidante. Los antioxidantes exógenos provienen de la dieta, y
dentro de este grupo se incluyen la vitamina E, la vitamina C y los
carotenoides. La vitamina C constituye el antioxidante hidrosoluble más
abundante en la sangre, mientras que la vitamina E es el antioxidante lipofílico
mayoritario. El selenio, el más tóxico de los minerales incluidos en nuestra
dieta, actúa junto con la vitamina E como antioxidante (Kinsella et al., 1993). La
vitamina E se encuentra presente en aceites vegetales, aceites de semilla,
germen de trigo, maní, carnes, pollo, pescados y algunas verduras y frutas, en
tanto la vitamina C se puede encontrar en frutas y verduras. Los carotenoides
PAG.7
son compuestos coloreados tales como los betacarotenos, presentes en
verduras y frutas amarillas y anaranjadas, y en verduras verdes oscuras, los
alfacarotenos en la zanahoria, los licopenos en el tomate, las luteínas y
xantinas en verduras de hojas verdes como el brócoli, y las beta criptoxantinas
en frutas cítricas.
Recientemente se han descubierto en algunos alimentos otros antioxidantes no
nutrientes, los compuestos fenólicos. Algunas fuentes son los frijoles
(isoflavonas), cítricos (flavonoides), cebolla (quercetina) y polifenoles
(aceitunas). También se han encontrado algunos antioxidantes fenólicos en el
café, vino tinto y té. Por esta razón, la forma de suplir los antioxidantes para
proteger al organismo del efecto oxidativo producido por los radicales libres es
el consumo de alimentos ricos en vitamina E, vitamina C, carotenoides y otras
sustancias que tienen función antioxidante, tales como los compuestos
fenólicos.
COMPUESTOS FENOLICOS
Se trata de un gran grupo de compuestos presentes en verduras y frutas, en
los que ejercen una potente acción antioxidante necesaria para el
funcionamiento de las células vegetales
PAG.8
PAG.9
PAG.10
Un producto con contenido importante en polifenoles es el vino, componente
esencial de la dieta mediterránea y que puede ser uno de los factores
responsables de la baja incidencia de enfermedad coronaria en las poblaciones
mediterráneas (Renaud & De Lorgeril, 1992; Renaud & Ruf, 1994). Varios
estudios han analizado las posibles explicaciones de la así llamada "paradoja
francesa" y el efecto de la dieta mediterránea (De Lorgeril & Salen, 1999;
Renaud & Ruf, 1994), los que demostraron que la correlación entre la
mortalidad coronaria y el consumo de diferentes alimentos, en un conjunto de
21 países, es mucho mayor en el vino que para otras fuentes, como verduras y
grasas vegetales. Por otra parte, la correlación positiva para grasas derivadas
de productos lácteos es alta, de modo que estos autores priorizan el papel del
vino sobre el de frutas y verduras (Renaud & Ruf, 1994). La capacidad
antioxidante del vino está directamente relacionada con su contenido en
polifenoles. El tipo de polifenoles determina en último término su capacidad
antioxidante y su concentración cambia según su variedad, área de producción,
técnicas agrarias, proceso de vinificación, vendimia, año y edad.
La contribución de cada compuesto en particular depende no sólo de su
concentración y de su calidad antioxidante sino que también de su interacción
con otros componentes. Estudios in vitro demuestran el efecto protector del
vino sobre la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), lo que
podría explicar su efecto in vivo. La LDL es un transportador de colesterol que
lo lleva desde el hígado hacia los tejidos, es el llamado colesterol malo. Los
estudios indican que la ingestión de vino tinto está asociada a un aumento de la
capacidad antioxidante del plasma, vale decir que en algún grado será
necesario determinar qué componentes antioxidantes del vino son absorbidos
en el tubo digestivo, alcanzando concentraciones plasmáticas suficientes para
proteger a las LDL de la oxidación, ya que al oxidarse el organismo las
encapsula, depositándose en las arterias, constituyendo la placa
aterosclerótica. Los estudios de intervención a largo plazo demuestran que el
consumo moderado y regular de vino eleva la capacidad antioxidante del
plasma, la resistencia de las LDL a la oxidación y el contenido total de
polifenoles plasmáticos. En otros estudios se ha observado que una dieta rica
en grasas induce daño oxidativo en el ADN, mientras que una dieta rica en
frutas y verduras lo protege. Claramente el consumo moderado y regular de
vino tinto previene el daño oxidativo al ADN, inducido por una dieta rica en
grasas, y confiere protección adicional una dieta rica en frutas y verduras.
Estos resultados concuerdan con evidencias epidemiológicas que muestran el
rol protector de frutas, verduras y vino en la reducción de ciertos tipos de
cáncer. Se puede agregar, además, que el consumo moderado y regular de
vino tinto protege la función endotelial. El endotelio es la capa celular arterial
PAG.11
que está en directo contacto con la sangre. Cada vez hay más evidencias que
asocian la disfunción endotelial con hipercolesterolemia, hipertensión,
tabaquismo, diabetes y otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Se ha postulado a la disfunción endotelial como el evento primordial en la
cadena de fenómenos que lleva a la formación de placas degeneradas
presentes en la aterosclerosis. La explicación causal probablemente está
relacionada con el aporte de antioxidantes que hace el vino tinto, los que
protegerían al oxido nítrico, principal regulador de la función endotelial y que es
producido por las células endoteliales. Los antioxidantes del vino tinto,
compuestos fenólicos, particularmente flavonoides, serían los responsables de
la mantención de la actividad vascular, especialmente en los individuos que
ingieren dieta grasa, la que induce estrés oxidativo.
ANTIOXIDANTES PLASMATICOS
Existen evidencias epidemiológicas que sustentan el papel patogénico de los
radicales libres en procesos biológicos (Maxwell, 1995). Los principales
antecedentes surgen de estudios que muestran la correlación entre la
incidencia de enfermedades inflamatorias y degenerativas y las bajas
concentraciones de antioxidantes en la sangre (Sohal y Weindruch, 1996). La
relación entre la presencia de algunas enfermedades, como las
cardiovasculares y cáncer entre otras, se puede establecer con la elevación de
marcadores de daño oxidativo y disminución de los niveles plasmáticos de
antioxidantes, los que pueden ser modificados al aumentar la ingesta de
antioxidantes (Meydani, 2001; Laurin et al., 2004). El plasma puede estabilizar
especies reactivas del oxígeno de vida media mayor, como el anión superóxido
o el peróxido de hidrógeno, previniendo reacciones con iones metálicos
catalíticos que pueden generar especies aún más nocivas (Halliwell y
Gutteridge, 1989). Debido a esto, el estatus antioxidante del plasma es el
resultado concomitante de muchos compuestos e interacciones metabólicas
sistémicas. La medición de esta capacidad antioxidante combinada puede ser
más relevante que la determinación individual de los antioxidantes presentes
en la sangre. A lo anterior se suma el hecho que la capacidad antioxidante
celular está principalmente determinada por sistemas enzimáticos, mientras
que las plasmáticas están asociadas a la concentración de antioxidantes de
bajo peso molecular suplementados por la dieta. Estos compuestos son
rápidamente consumidos y necesitan ser recambiados para mantener el
balance frente a las especies oxidantes. Generalmente se investiga su efecto
PAG.12
en el estatus antioxidante plasmático de voluntarios sanos sometidos a la
ingestión de éstos.
Es posible concluir que la complejidad de los productos naturales con
capacidad antioxidante constituye uno de los más grandes desafíos para los
fitoquímicos, tanto en el aislamiento y elucidación estructural de
principios activos como en el estudio de éstos en medios biológicos.
CONCLUSION:
1. LOS ANTIOXIDANTES SON COMPUESTOS QUIMICOS QUE
INTERACTUAN CON LOS RADICALES LIBRES Y LOS NEUTRALIZAN.
2. LOS ANTIOXIDANTES TIENEN EL TRABAJO DE NAUTRALIZAR
UNAS MOLESCULAS LLAMADAS RADICALES LIBRES PARA
MINIMIZAR EL DAÑO QUE PUEDEN CAUZAR EN NUESTRAS
CELULAS, PERO, SI NO TENEMOS UN CUERPO SANO Y UNA BASE
FUERTE DE ANTIOXIDANTES PODEMOS ACELERAR NUESTRO
PROCESO DE ENVEJECIMIENTO Y SER PROPENSOS A
DESARROLLAR ENFERMEDADES,
3. LO QUE HACEN LOS ANTIOXIDANTES ES FRENAR LAS
REACCIONES DE OXIDACION EN LAS CELULAR A PARTIR DE LAS
CUALES SE ORIGINAN LOS NOCIVOS RADICALES LIBRES,
PAG.13
BIBLIOGRAFIA
1. Gomberg M. An instance of trivalent carbon: Triphenylmethyl. J Am Chem Soc.
1900;22(11):757-71.
2. Stadie WC, Haugaard N. Oxygen poisoning; the effect of high oxygen pressure upon
enzymes; succinicdehydrogenase and cytochrome oxidase. J Biol Chem. 1945;161:153-73.
3. Gerschman R, Gilbert DL, Nye SW, Dwyer P, Fenn WO. Oxygen poisoning and X-radiation: A
mechanism in common. Science. 1954;119(3097):623-6.
4. Michaelis L. Fundamentals of oxidation and respiration. Am Sci. 1946;34(4):573-596
5. Harmand D. Aging: a theory based on free radical and radiation chemistry. J Gerontol.
1956;11(3):298-30
PAG.14