Metodologías de Investigación Jurídica
Metodologías de Investigación Jurídica
DE INVESTIGACIÓN
JURÍDICA Y FENÓMENOS
DE RELEVANCIA JURÍDICA
maría marván laborde
Coordinadora
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
Opiniones Técnicas sobre Temas de Relevancia Nacional, núm. 60
COORDINACIÓN EDITORIAL
Isidro Saucedo
Roberto Zavaleta Cornejo
Cuidado de la edición
Hecho en México
7 pág
Prólogo
9 Introducción
13 Método y objeto de la ciencia jurídica
Prólogo
Esta reflexión colectiva fue idea de la doctora María Marván Laborde, en el contexto
de un seminario interno entre las personas académicas del Instituto de Investigaciones Jurídi-
/ 60
cas sobre los temas y métodos de investigación que realizamos. María propuso y convocó a la
edición de esta breve obra, pero sustanciosa, de la serie “Opiniones técnicas sobre temas de
* Investigador titular C de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM. SNI nivel III.
Introducción
El conjunto de trabajos reunidos en esta opinión técnica tiene su origen en una vívida
y rica discusión en el interior del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Convoca-
/ 60
dos por el Consejo Interno, el 23 de mayo de 2022 nos reunimos como claustro académico
Con la finalidad de dejar constancia del trabajo realizado se invitó a toda la comuni-
dad para que, quienes lo desearan, enviaran pequeños textos, dando cuenta de sus reflexio-
nes sobre el tema. Respondieron al llamado dieciséis colegas, cuyos textos son puestos aquí
a su disposición. Vaya para ellos un agradecimiento especial por el esfuerzo realizado en dejar
por escrito líneas que preservarán la discusión que nos convocó. Vale la pena recordar que
después de más de dos años de pandemia y confinamiento, recién estábamos regresando
físicamente a los espacios del Instituto cuando nos juntamos para dar curso a estas reflexio-
nes. Además del estímulo intelectual de oír a las y los colegas, fue especialmente entrañable
encontrarnos y saludarnos en persona, aún con las precauciones del uso obligatorio del cu-
brebocas y el saludo sin abrazos.
Los textos aquí reunidos son originales, diversos, con muchas coincidencias e im-
portantes divergencias. Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que todos ellos invitan a
la reflexión, y de todos podemos aprender algo, aun de aquellos con los que tengamos des-
acuerdos. Esta breve introducción no pretende hacer un resumen de cada uno de ellos; en el
mejor de los casos, es una provocación para que quien lee estas palabras se anime a realizar
una lectura cuidadosa de todos y cada uno de los trabajos aquí reunidos. De antemano, con-
fío en la generosa indulgencia de nuestros autores y autoras si por cualquier razón no se ven
reflejados en lo que aquí retomo de su muy valioso esfuerzo.
Como era de esperarse, los niveles de abstracción son diversos en cada escrito.
/ 60
Algunos hablan más de la experiencia como investigador o investigadora y los retos a los que
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
se han enfrentado; otros hacen recuentos históricos y/o filosóficos de la evolución de la ciencia
jurídica y las definiciones metodológicas; algunos otros tienen un enfoque más político sobre
los retos y vicisitudes a los que hemos de enfrentarnos en el proceso de creación del derecho
como ciencia, y los significados que puede tener la investigación jurídica en el siglo XXI.
10
También, nos encontraremos con importantes reflexiones sobre lo que, a través del
tiempo, ha hecho el claustro académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas en diferentes
momentos de su historia. A manera de ejemplos podemos ver cómo Macías Vázquez habla de
la importancia que tuvo para ella el hecho de que Witker Velásquez la introdujera en la reflexión
metodológica cuando ella era estudiante de posgrado.
En varios trabajos vamos a encontrar preguntas fundamentales que van desde ¿qué
es el derecho?, ¿para qué sirve?, y por supuesto, ¿por qué, cómo y para qué debemos es-
tudiarlo? En su texto, González Galván reconoce la fuerza del derecho como organizador de
la vida social. Mientras que Mañón Garibay nos advierte que quien investiga no debe, quizá ni
siquiera puede, tomar una posición neutral frente a su objeto de estudio, pero sí debe advertir
los puntos de partida para quienes leerán los resultados de las indagatorias y, sobre todo,
hacia dónde miramos cuando investigamos.
En su trabajo, Gutiérrez Rivas considera que, hacer investigación jurídica cobra sen-
tido desde la investigación activa, con lo que reconoce su fuerza transformadora sobre la
/ 60
realidad. En su ámbito, Vázquez Valencia comparte una visión del investigador como sujeto
la comunidad. Desde luego, en todos estos textos los autores también dedicaron importantes
reflexiones para hablar de la centralidad de la hermenéutica en el avance de la ciencia jurídica,
distinguiéndola así de otras ciencias sociales, a la par de encontrar en ellos sugerentes agen-
das de investigación para el claustro.
12 Vale la pena advertir a nuestro público potencial que el orden en el que presentamos
los textos es estrictamente alfabético. Hemos respetado los textos en las versiones íntegras
que las personas participantes enviaron; y en un ánimo quisquillosamente respetuoso no se
pidieron correcciones ni se solicitó recortar algunas reflexiones que resultaron más largas de lo
solicitado. Antes de cerrar, queremos reiterar nuestro agradecimiento a las y los integrantes de
la comunidad quienes estuvimos presentes en las discusiones, las cuales resultaron tan ricas
como sugerentes, así como a las dieciséis personas que nos regalaron estos textos. Espe-
ramos haberles picado la curiosidad para que hagan una detenida lectura de lo que aquí nos
presentan las y los colegas estudiosos del derecho y sus reflexiones metodológicas. ¡Disfruten!
* Investigadora titular B y secretaria académica en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. SNI nivel I;
ORCID: 0000-0001-9706-8017.
/ 60
Introducción
Objeto material
Son los actos humanos personales y libres, pero no todos, sino solo aquellos que
constituyen las relaciones de carácter patrimonial contraídas libremente por las personas o
aquellos imperados por las leyes.
Los juristas han logrado un conocimiento general y abstracto de los actos humanos
libres mediante su observación, los cuales son objeto de la ciencia jurídica, y han podido
formar un amplio conjunto de conceptos, por ejemplo, “acto jurídico”, “contrato”, “derecho de
propiedad”, “sucesión hereditaria”, “delito” (y sus diversos tipos), “acto administrativo”, “ley”,
/ 60
“conflictos de leyes”, “patrimonio”, “domicilio”, y muchos otros más. Todos estos conceptos
debidamente ordenados y clasificados constituyen lo que solemos llamar la “doctrina jurídica”.
14 El objeto formal
La ciencia jurídica no se agota en esa conceptualización teórica de los actos huma-
nos jurídicamente relevantes, pues es una ciencia práctica que tiende a determinar cuál es
el acto justo o debido en una determinada relación o situación imperada por la ley. Su objeto
formal es el juicio acerca de la justicia de los actos jurídicos.
En una relación de derecho público la persona debe practicar el acto imperado por
la ley, como pagar impuestos, respetar y cumplir los reglamentos de construcciones, ejecutar
los actos preventivos y prescritos por las leyes para evitar o mitigar la contaminación ambien-
tal, respetar los bienes públicos, solicitar los permisos necesarios para desarrollar actividades
empresariales, y todos los demás que están prescritos por todo tipo de leyes u ordenamientos
imperativos. Si alguien no practica el acto justo imperado por las leyes causa un daño a la
comunidad que debe reparar, de modo que se restablezca la justicia, que es la colaboración
entre la persona y la comunidad.
/ 60
La ciencia jurídica juzga cuáles son los actos humanos justos o debidos en una
determinada relación. Los criterios para determinar cuáles son los actos justos son, en tér-
El juicio de los actos justos en una determinada relación se puede hacer de modo
general, por ejemplo, cuando se juzga que es justo que el comprador pague el precio conve-
nido, o que el funcionario público otorgue un permiso o concesión a quien ha cumplido todos
los requisitos legales; cuando se afirma cuáles son los derechos y obligaciones de las partes
en una determinada relación. La doctrina jurídica está llena de estos juicios generales. Pero
la ciencia jurídica no se agota en ellos, pues tiende finalmente al juicio de casos concretos y
particulares, por ejemplo, si en esta compraventa en que el vendedor ha entregado mercancía
defectuosa, ¿debe el comprador pagar el precio completo?, ¿o si esta persona indigente está
obligada a solicitar el permiso que las leyes prescriben para poder vender su mercancía en
la vía pública? Por esa vocación al juicio concreto, la ciencia jurídica debe complementar la
doctrina con colecciones de casos concretos y sus respectivas soluciones, es decir, con una
casuística, que suele hacerse por medio de la colección de las sentencias judiciales.
un juez, se puede proponer ahora cuáles son los métodos adecuados de esta ciencia para
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
alcanzar su objeto.
Los métodos
16
El conocimiento de los actos humanos se hace por observación de los actos de
las personas en la vida social y por introspección de los propios actos. A partir de ello, se van
formando los conceptos, reglas y juicios generales que la conforman; por otra parte, se
van recopilando los casos concretos que se presentan al juicio de los juristas, así como sus
respuestas.
La doctrina que originalmente se transmite por tradición oral, luego se pone por
escrito y se transmite por medio de libros. La tradición jurídica occidental, de la cual forma
parte la ciencia jurídica mexicana, se pone por escrito con cierta madurez en el siglo primero
antes de Cristo, con la publicación del libro del jurista Quinto Mucio Escévola, Ius civile. Desde
entonces, el conocimiento de la doctrina jurídica se transmite, se desarrolla y se adquiere por
medio de libros. En consecuencia, el método de estudio de la ciencia jurídica es el método
El método hermenéutico
El método de interpretación de textos es común en todas las ciencias humanas o
Humanidades, como, además del derecho, la historia, la filosofía, la filología y la política, enten-
/ 60
dida esta última como el arte del buen gobierno.
El método prudencial
Es el método propio de todas las ciencias prácticas que tienen como objeto el juicio
(o decisión) de los actos humanos libres que deben practicarse desde un punto de vista de-
terminado: la ética juzga desde el punto de vista del perfeccionamiento de la persona, es decir,
18 del bien personal; la política (entendida, no como sociología del poder, sino en sentido clásico
como prudencia del gobernante o arte del buen gobierno) los juzga desde el punto de vista del
perfeccionamiento de la comunidad, es decir, del bien común, y el derecho o jurisprudencia
los juzga desde el punto de vista de su ajuste o conveniencia respecto a las relaciones con
otras personas y con la comunidad.
ii) El juicio consiste en observar los hechos del caso desde la perspectiva de la
norma aplicable para concluir si hay algún acto que una parte deba practicar res-
pecto de la otra. Esta operación comprende tres etapas, la primera, y más impor-
/ 60
tante, es el planteamiento de la cuestión, es decir, la determinación de la cuestión
iii) La tercera etapa es la decisión, es decir, el juicio acerca del acto que debe prac-
ticarse para restablecer la justicia en el caso, que puede ser el pago de una can-
tidad de dinero, la entrega de una cosa, la declaración de invalidez de algún acto
jurídico, la imposición de una multa, etcétera.
El progreso de la ciencia jurídica, desde este punto de vista práctico, consiste prin-
cipalmente en que los jueces tengan el hábito intelectual de la jurisprudencia, que les permite
juzgar no solo con independencia de los intereses económicos y políticos predominantes, sino
de acuerdo con lo que objetivamente prescriben las leyes, convienen las partes, o declara la
Lo que no es derecho
/ 60
Para evitar equívocos acerca de la ciencia jurídica, hago notar sumariamente sus
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
El derecho no es sociología
20 La cuestión acerca de si los preceptos jurídicos se cumplen o no en un determinado
territorio y tiempo no es un problema jurídico. Es un asunto de comportamiento colectivo y, por
lo tanto, materia de la sociología (no del derecho), la cual se ocupa de la responsabilidad de
los actos personales y libres. Es una cuestión que debe interesar al jurista porque le demuestra
el grado de desarrollo práctico de la ciencia jurídica, pero se responde con estudios que se
hacen con métodos sociológicos: encuestas, mediciones, cuantificaciones y análisis de los
resultados estadísticos, muy distintos de los métodos propios de la ciencia jurídica. Evidente-
mente debe haber un diálogo entre sociólogos y juristas, de modo que se ayuden recíproca-
mente, sin que ninguno tenga necesidad de renunciar a sus puntos de vista y métodos para
asumir los del otro.
contratos, por qué las personas no suelen hacer testamento, por qué hay tantos inmuebles
cuyo propietario de hecho no es el que aparece como tal en el registro de la propiedad, por
qué no se cumplen las leyes que regulan los establecimientos mercantiles en muchas zonas
de las ciudades, etcétera.
/ 60
respetada o no, y todas las leyes contienen alguna parte en la que precisan cuáles son los de-
La ciencia jurídica no pretende ser la que juzgue y decida el contenido de las leyes.
La conveniencia de una ley reside, en términos generales, en que prescriba conductas ade-
cuadas al bien de la comunidad. El juicio acerca de lo que es adecuado al bien común es, por
una parte, un juicio técnico que corresponde a la ciencia o ciencias involucradas en el conte-
nido de la ley, por ejemplo, si los requisitos que prevé una ley para la construcción de edificios
son realmente los que corresponden a las exigencias de la ingeniería civil, y, por otra parte, el
juicio político, si esa ley, en las condiciones actuales, resulta benéfica para la población.
22
/ 60
Dedicado a las víctimas que con su lucha
* Elaborado por María Teresa Ambrosio Morales. Licenciada y doctora en Derecho por la UNAM; maestra en Cien-
cias Penales con especialización en Criminología, en Victimología, ambas por el Instituto Nacional de Ciencias
Penales. Licenciada en Psicología por la Universidad del Valle de México. Técnica académica en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas y docente en la Facultad de Derecho, en la División de Estudios de Posgrado en Dere-
cho, y en la Escuela Nacional de Trabajo Social, en la UNAM. SNI nivel I. ORCID: 0000-0002-8346-0437.
1 UNESCO, The University Teaching of Social Sciences, Criminology, París, UNESCO-The International Society of
Criminology, 1957.
traordinario avance con tratadistas como Hans von Hentig, y con las investigaciones de Ben-
jamín Mendelsohn en la década de 1940, así como en los simposios internacionales de
victimología.5 Ante todo, el avance en la participación de las víctimas en materia penal, dere-
chos humanos y ámbitos psicosociales, que permiten tener un análisis interdisciplinario de las
mismas y de confrontar la teoría con realidad en un aspecto empírico, con un especial énfasis
/ 60
2 “Interdisciplina, se da cuando se combinan dos o más disciplinas para generar un nuevo nivel de integración
donde las fronteras disciplinares empiezan a desdibujarse. La interdisciplina no es la simple adición de partes,
sino el reconocimiento que la incidencia de una disciplina y sus lógicas de indagación afectan el resultado de la
investigación de la(s) otra(s) disciplina(s)”. Artículo 2o., fracción, XXVII, Reglamento del Sistema Nacional de Inves-
24 tigadores, publicado el 21 de septiembre de 2020 en el Diario Oficial de la Federación.
3 Naciones Unidas México, Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible de Méxi-
co 2020-2025, México, ONU México, 2020; Naciones Unidas, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo,
Informe regional de desarrollo humano 2013-2014. Seguridad ciudadana con rostro humano: diagnóstico y
propuestas para América Latina, Nueva York, ONU, 2013; Naciones Unidas México, Trabajando juntos para
recuperarnos de la pandemia sin dejar a nadie atrás. Informe de resultados 2021, México, ONU México, 2022.
4 Silva Sánchez, Jesús, María, La expansión del derecho penal, aspectos de la política criminal en las sociedades
postindustriales, 2a. ed., Madrid, Civitas, 2001; Gimbernart Ordeig, Enrique, Concepto y método de la ciencia
del derecho penal, Madrid, Tecnos, 2009.
5 17º Simposium Internacional de la Sociedad Mundial de Victimología, con el tema de Victimización en un mundo
digital: “Respondiendo y conectando con las víctimas en Donostia / San Sebastián” en el País Vasco, España,
del 5 al 9 de junio de 2022.
6 Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder,
adoptada por la Asamblea General de la ONU, Resolución 40/34, el 29 de noviembre de 1985; Van Groningen,
Karin, “De la criminología a la sociología de la vulnerabilidad”, Utopía y Praxis Latinoamericana. Revista Interna-
cional de Filosofía y Teoría Social CESA-FCES-Universidad del Zulia, Maracaibo, año 24, núm. extra 2, 2019;
Cuadro 1
Niveles de interpretación de la victimología
Nivel
Victimología Utilidad
de interpretación
/ 60
Victimización: fenómeno por el cual una persona se
Conductual Proceso
convierte en víctima
Fuente: Elaboración propia a partir de Rodríguez Manzanera Luis, Victimología, 9a. ed., México, Porrúa, 2005.
100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad, actualización
aprobada por la Asamblea Plenaria de la XIX Edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana, abril de 2018, Quito,
Ecuador.
7 “Hecho victimizante: Actos u omisiones que dañan, menoscaban o ponen en peligro los bienes jurídicos o dere-
chos de una persona convirtiéndola en víctima. Estos pueden estar tipificados como delitos o constituir una vio-
lación a los derechos humanos reconocidos por la Constitución y los Tratados Internacionales de los que México
forme parte”. Artículo 6o., fracción IX, Ley General de Víctimas, publicada el 9 de enero de 2013 en el Diario Oficial
de la Federación.
8 Young, Jock, La imaginación criminológica, Madrid, Marcial Pons, 2015.
9 Reyes Calderón, José Adolfo, Victimología, 2a. ed., México, Cárdenas Editores, 1998, p. 260. Lawrence, Paul,
“Historical Criminology and the Explanatory Power of the Past”, Criminology & Criminal Justice, vol. 19, núm. 4,
septiembre de 2019.
Esquema
Causas de victimización
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
27
Fuente: Reyes Calderón, José Adolfo, Victimología, 2a. ed., México, Cárdenas Editores, 1998, p. 260.
Las diversas hipótesis en las cuales se puede encontrar una persona o grupo en
situación de víctima guardan especial importancia para tener un efecto directo en el plantea-
miento del problema, así como los objetivos que desea conseguir la persona que investiga.
Con relación a los derechos humanos lo encontramos en la interseccionalidad, con un enfo-
que diferencial y especializado.
40/34, del 29 de noviembre de 1985, considera que las víctimas de delitos y abuso del poder
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
cobran gran relevancia en materia de derechos humanos, de igual manera, pone énfasis en los
Estados no democráticos que utilizan al derecho penal como instrumento de control.
/ 60
Fenómenos de relevancia jurídica en materia
para el rastro del crimen y focalizando las actuaciones hacia determinadas áreas o
personas. Dicho perfil se elabora mediante el análisis de la escena del crimen (evi-
dencias forenses), modus operandi (comportamientos realizados por el victimario
que revelan su motivación), geografía (lugar de los hechos) y victimología (perfil de
la víctima), de lo cual se ofrece información sobre las características del criminal,
30 posibilidades de que vuelva a actuar, probables lugares de futura actuación y pro-
bable lugar de residencia o zona donde suele moverse. Adicionalmente, se debe
tener presente la necesidad de elaborar un contraperfil durante la averiguación. En
efecto, una vez que se cuenta con un sospechoso principal, es recomendable que
se elabore un contraperfil, esto es, una comparación entre el perfil criminal que se
rindió y el perfil del sospechoso en cuestión. Para la elaboración del mismo, el dic-
14 Lima Malvido, María de la Luz, Derecho victimal, México, Porrúa, 2019; Naciones Unidas México, Trabajando
juntos para recuperarnos de la pandemia sin dejar a nadie atrás, Informe de resultados 2021, México, ONU Méxi-
co, 2022; Rivera Llano, Abelardo, La victimología ¿Un problema criminológico?, Colombia, Jurídica Radar, 2017;
Jonathan, Simon, Gobernar a través del delito, Barcelona, Gedisa, 2011.
15 Protocolos y práctica, México, Forensic Press / The Forensic Criminology Institute, 2016. Turvey, Brent E. y Crow-
der, Stan, Forensic investigations. An introduction, Amsterdam, Elsevier, 2017; Turvey, Brent, Perfilación criminal.
Una introducción al análisis de la evidencia conductual, México, SmartColor, 2016; Petherick, Wayne A. et al.,
Forensic Criminology, San Diego, Elsevier, 2009.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
En este sentido, destacamos en el ámbito del derecho penal, en el sistema acusa-
torio, que el Código Nacional de Procedimientos Penales es compatible con la investigación
interdisciplinaria desde la victimología y también es de carácter colegiada en los peritajes es-
peciales, así lo dice en su título V “Actos de investigación”, capítulo II “Actos de investigación”,
artículo 275 “Peritajes especiales”:
31
Cuando deban realizarse diferentes peritajes a personas agredidas sexualmente
o cuando la naturaleza del hecho delictivo lo amerite, deberá integrarse un equipo
interdisciplinario con profesionales capacitados en atención a víctimas, con el fin de
concentrar en una misma sesión las entrevistas que ésta requiera, para la elabora-
ción del dictamen respectivo.
16 Tesis 1a. CCXCIX/2013 (10a.), Primera Sala, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro XXV, tomo 2, octubre de 2013, p. 1053, tesis aislada en materia penal, disponible en: https://sjf2.scjn.gob.
mx/detalle/tesis/2004741 (fecha de consulta: 6 de junio de 2022).
y experiencia práctica con víctimas, cumplir, además, con lo que dice la ley penal para aplicar
victimología forense,17 con los protocolos específicos, con las sentencias de la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos, esto depende de la causa que se va a peritar, aquí participan
profesiones como derecho, psicología, trabajo social, sociología, medicina, antropología, so-
ciología, por mencionar algunas.
Otros de los temas a desarrollar tienen como eje la Agenda 2030; es la problemática
delictiva que surgió, o aumentó, a partir de la aparición del coronavirus (SARS-CoV-2) y sus
variantes; el abuso de poder de los gobiernos, y de la guerra de Rusia contra Ucrania, la victi-
mización a los migrantes.18
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
32 17 Turvey, Brent, Forensic Victimology. Examining Violent Crime Victims in Investigative and Legal Contexts, 2a. ed.,
Oxford, Elsevier, 2014.
18 Naciones Unidas México, Marco de cooperación de las Naciones Unidas para el desarrollo sostenible de México
2020-2025, cit. Naciones Unidas, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe regional de desarrollo
humano 2013-2014. Seguridad ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina, cit.
19 Véase Derecho fundamental a una reparación integral o justa indemnización. Su concepto y alcance. Tesis: 1a./J.
31/2017 (10a.), Primera Sala, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro 41, abril de
2017, p.752, jurisprudencia en materia constitucional, penal, registro digital: 2114098, disponible en: https://sjf2.
scjn.gob.mx/detalle/tesis/2014098; Reparación integral del daño por violaciones a derechos humanos. Origen de su
incorporación al texto constitucional en la reforma de 10 de junio de 2011. Tesis 1a. CCCXXXVII/2018 (10a.), Pri-
mera Sala, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro 61, diciembre de 2018, p. 400,
tesis aislada en materia constitucional, registro digital: 2018805, disponible en: https://sjf2.scjn.gob.mx/detalle/
tesis/2018805; Derecho a una justa indemnización por violaciones a derechos humanos. Su relación con el derecho
de daños. Tesis: 1a. CLXXXIX/2018 (10a.), Primera Sala, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Déci-
ma Época, libro 61, tomo I, diciembre de 2018, p. 293, tesis aislada en materia constitucional, registro digital:
2018646, disponible en: https://sjf2.scjn.gob.mx/detalle/tesis/2018646.
Propuestas
1. Integrar a la victimología en el proceso de consolidación del sistema acusatorio
en México.
2. Para el acceso a la justicia de las víctimas hay que integrar a la victimología fo-
rense con estándares periciales, con interseccionalidad, con enfoque diferencial
y especializado.
/ 60
4. Aplicar los conocimientos de la victimología en la prevención social de la violencia
33
/ 60
Introducción
Aquí quiero subrayar que el derecho internacional público es una construcción lógi-
ca, que crea un sistema de normas con sus propias reglas y categorías.
* Elaborado por Manuel Becerra Ramírez. Investigador titular C de tiempo completo en el Instituto de Investigacio-
nes Jurídicas, UNAM. Enlace de la línea de investigación institucional “Hacia un Estado de derecho internacional”.
Director del Anuario Mexicano de Derecho Internacional. SNI, investigador nacional emérito. ORCID: 0000-0003-
3957-9446.
sas, políticas, morales1 y jurídicas. Hay que tener claro que hay diferentes normas que actúan
en el SRI, pues su confusión puede causar falsas interpretaciones del fenómeno jurídico.
1 Cuadra, Héctor, Reflexiones sobre ética y política internacional, México, Universidad Iberoamericana, 2008.
/ 60
jurídicas, como las convenciones internacionales, la costumbre internacional, o los principios
Por otra parte, la subjetividad tiene también diferencias importantes en relación con el
derecho interno, mientras que en este sistema jurídico existen las personas físicas y morales, a
nivel internacional hay una mayor complejidad, puesto que los sujetos de derecho internacio- 37
nal son los que el mismo derecho internacional determina, que no siempre coinciden con los
sujetos del sistema de relaciones internacionales.
En efecto, los sujetos que son reconocidos por el derecho internacional están pro-
vistos, con diferencias entre uno y otro, de una serie de facultades: realizar tratados internacio-
nales, crear otros sujetos de derecho internacional (por ejemplo, organizaciones internaciona-
les), tener una representación a nivel internacional, ser sujetos de responsabilidad internacional
y también sujetos de la normatividad en materia de sucesión. Evidentemente, no todos los
sujetos de las relaciones internacionales reúnen estas características; sin embargo, hay que
2 Becerra Ramírez, Manuel, Las fuentes contemporáneas de derecho internacional, México, UNAM, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, 2017.
anotar que el derecho internacional se aplica a todo el SRI directamente a los sujetos de de-
recho internacional e indirectamente a los no sujetos del derecho internacional, a través de los
primeros.3
o jurídicos, en algún momento la ciencia ha tenido que dividirlos para su mayor profundidad y
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
certeza. En esa división, para cada disciplina se han creado construcciones teóricas con su
particular sistema de interpretación y aplicación. Los historiadores, los politólogos, los econo-
mistas, entre otros, tienen sus propias categorías y metodologías que solo tienen un denomi-
nador común: el factor social.
Lo mismo sucede con los economistas que hacen investigación sobre la economía
internacional, tienen categorías propias y singulares que no son fáciles de comprender por un
jurista. Al respecto, un colega jurista que formó parte del equipo que tradujo al español el texto
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), me comentó sobre las dificulta-
3 Tunkin, G. I., El derecho y la fuerza en el sistema internacional, trad. de Manuel Becerra Ramírez, México, UNAM,
1989, pp. 211.
4 Álvarez, José E., International Organizations as Law-makers, Oxford, Nueva York, 2006, pp. 29-33.
des que encontraron para cumplir con su objetivo. En efecto, el hecho de que el tratado haya
sido negociado en inglés por economistas y tomando como perspectiva el derecho estadou-
nidense, trajo una verdadera complejidad que tenía que ser resuelta por el equipo de juristas
traductores en el momento de plasmar el texto del tratado en su versión en español. Simple-
mente, hay que decir que el lenguaje técnico de los economistas no coincide frecuentemente
con el de los juristas. El idioma inglés puede no ser un obstáculo mayor, pero sí la traducción
de instituciones estadounidenses al derecho mexicano, que como sabemos pertenece a una
familia jurídica (la romana germánica) diferente a la anglosajona. Por ejemplo, cómo traducir in-
junction, término que contiene el texto en inglés, el cual es de una típica institución del derecho
/ 60
estadounidense que proviene del equitable remedy, originado en las cortes inglesas.
Por ejemplo, hay una polémica entre expertos en derecho penal y los que lo son en
derecho penal internacional sobre la existencia o no de la costumbre internacional como fuente
del derecho penal internacional. Los expertos en derecho penal interno niegan la posibilidad de
/ 60
la existencia de la costumbre en virtud del principio general del derecho penal: nullum crimen,
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
nulla poena sine praevia lege. Esta línea de pensamiento niega la existencia de la costumbre
como fuente del derecho penal internacional, pues es un derecho no escrito. Por supuesto,
tal afirmación es muy polémica. Los jueces de la Corte Internacional de Núremberg (1945-
1946) se toparon con una contundente realidad: no existía un andamiaje jurídico convencional
40 suficiente para juzgar a los criminales nazis, por lo que tuvieron que acudir al derecho consue-
tudinario; sin embargo, aún ahora, con un desarrollo notable, con la Convención de Roma, es
permanente esta discusión. Con este ejemplo quiero subrayar la complejidad del fenómeno
jurídico que exige una preparación y experiencia singular para emprender una investigación
sobre el tema.
pias reglas, sus tipos de conocimiento, su índice de veracidad desde el ángulo abarcado, su
identidad, a su régimen de verdad en términos faucaultianos”.5
/ 60
social o política.
Entonces, tendría que ver con una serie de normas de derecho internacional que
establecen la regulación de la utilización de la fuerza en las relaciones internacionales; es una
construcción normativa que tiene que ver con el orden creado después de la Segunda Guerra
Mundial y su evolución hasta la fecha. Además, para el análisis se debe de recurrir a las fuen-
tes convencionales, a la costumbre internacional, a las decisiones jurisprudenciales y a las
categorías fundamentales del derecho internacional (soberanía de los Estados; los principios
de derecho internacional contenidos en la Carta de San Francisco, que también están reco-
nocidos por el derecho consuetudinario; el principio pacta sunt servanda, etcétera), al derecho
humanitario internacional, con eso, desde la perspectiva jurídica, sería suficiente.
Sin embargo, se puede hacer otro tipo de investigación mucho más amplia, quizás
recurriendo a la historia, a las relaciones internacionales y/o a la política internacional. Este es
un terreno para el jurista no muy sólido, así que se tendría que recurrir a las investigaciones que
/ 60
han hecho los historiadores y los expertos en relaciones internacionales o en política interna-
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
cional; este es un conocimiento básico, el cual el jurista internacionalista no está creando, sino
simplemente toma el conocimiento creado por los expertos y lo aplica o completa.
Por supuesto, con el paso del tiempo, y la experiencia que uno adquiere, se utilizan
42 esos conocimientos adyacentes para la mejor explicación posible del fenómeno jurídico, sin
nunca perder a éste como nuestro objetivo fundamental.
/ 60
La línea institucional de metodología de la investigación
Gracias al valioso apoyo del IIJ, la colaboración de distintas entidades como la Coor-
dinación de Posgrado en Derecho, la División de Estudios de Posgrado, las facultades de
estudios superiores de Acatlán y de Aragón de la UNAM, el Tribunal Superior de Justicia de la
Ciudad de México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), así como de distin-
tos colegas académicos y la entusiasta colaboración de asistentes de investigación, becarios y
prestadores de servicio social, hemos tenido importantes avances que han logrado posicionar
a nuestra universidad como un referente internacional en la materia.
* Elaborado por Enrique Cáceres Nieto. Investigador C de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurí-
dicas, UNAM. Enlace de la línea de investigación institucional “El posgrado en derecho en México”. SNI nivel III.
Contacto: [email protected]. ORCID: 0000-0001-7196-7970.
publicados.
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
/ 60
Investigación Jurídica, en el que participan entidades académicas como las uni-
para ser coach hasta servir para llegar a alcanzar el grado de excelencia de gente como Eins-
tein mediante su modelado.
Otro caso es lo que sucede con la actual moda derivada de las neurociencias que ha
dado lugar a un sin número de “neurocosas”, entre las que se encuentra, por ejemplo, la “neuro
oratoria”, pasando por quienes sostienen que el derecho va a desaparecer como lo conocemos
debido a los avances de la genética conductual que cada vez nos revela más sobre cómo fun-
ciona la “bola de carne que tenemos dentro de la cabeza” (pareciendo quererse referir al cere-
bro que en realidad es grasa); o quienes creen que encargarle a un físico que levante un modelo
de redes sobre escándalos corresponde a hacer complejidad y derecho, sin ningún desarrollo
/ 60
teórico jurídico de base; o quienes desconocen que la parte central de la inteligencia artificial y
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
Otro error ha consistido en eclipsar la división temática de las áreas del derecho
para sustituirlas por líneas de investigación. Una más ha estribado en confundir a un área de la
/ 60
La idea de que la investigación inter y transdisciplinaria constituyen la investigación
nizativa, y sin ser el producto de una estrategia concertada por un arquitecto, el derecho se
ha ido estructurando en áreas específicas a lo largo de la historia en todo el mundo. Tan es
así que distinguimos el derecho constitucional del civil, o del mercantil, o del fiscal, etcétera.
Esta división temática se ha cristalizado en planes de estudio, en facultades, en institutos, en
48 tribunales especializados, entre otras cosas más, que independientemente de las diferencias
entre sistemas jurídicos distintos, como el romano germánico y el common law, siempre tienen
un correspondiente en cualquier otro Estado.
Como es bien sabido, la división epistémica del derecho en áreas del conocimiento
no se limita al derecho positivo e incluye como elemento fundamental a las distintas disciplinas
dogmáticas encargadas de sistematizar, interpretar, dar coherencia, evaluar, y conceptualizar
el derecho positivo.
Con respecto a estas ideas, uno de los retos de la investigación jurídica contempo-
ránea consiste en realizar una profunda revisión de los supuestos epistémicos de sus ontolo-
gías, muchas de las cuales se encuentran ancladas en el esencialismo platónico o en alguna
versión de idealismo metafísico.
Ante esta situación aparece una nueva confusión: al asumir que la dogmática clásica
está en crisis se debe abandonar o se debe sustituir por la investigación empírica. El fallo en
este razonamiento nuevamente es sorprendentemente elemental ya que parece ignorar que la
dogmática jurídica no pretende ser una disciplina social, sino que es hermenéutica. En otras
palabras, sus enunciados no son aseverativos y sujetos a verificación, sino evaluativos, deón-
ticos, reconstructivos y frecuentemente prospectivos.
/ 60
en inter ni transdisciplinaria
Con todo el respeto que sin duda merecen colegas de otras disciplinas, cuya cali-
49
dad académica puede, o no, estar en discusión, el hecho es que no se puede sacrificar la re-
novación de la planta de investigadores cuando existe una notoria carencia de especialistas en
distintas áreas del derecho para incorporarlos. Esto es especialmente relevante en una época
en la que la investigación interdisciplinaria es interinstitucional y en la que las redes académicas
juegan un papel fundamental.
Por otra parte, la fallida estrategia referida presenta serias dificultades para justificar
cuáles son las áreas ajenas al derecho susceptibles de ser incorporadas a la institución. De la
misma manera en que toda disciplina científica tiene que ver con otra desde algún punto de
vista, lo mismo sucede en el derecho, pues está relacionado con las más diversas disciplinas:
¿hay que incorporar ingenieros civiles si el derecho regula la obra pública?, ¿contadores pú-
blicos por la contabilidad de las empresas que son reguladas por el derecho mercantil?, ¿ve-
terinarios o zootecnistas debido a que también tiene que ver con la protección de animales?
Como se señaló al inicio de este escrito, uno de los errores más grandes que se
pueden cometer en un centro de investigación jurídica es poner en manos de colegas de
disciplinas ajenas al derecho la formación de los jóvenes, futuros investigadores. Una de las
confusiones más graves es la de pretender sustituir la enseñanza de la metodología de la in-
50 vestigación jurídica con la de métodos y técnicas propias de la investigación aplicada.
Kelsen revisitado
Si tuviera que resumir en un simple mensaje el elemento fundamental que se pasa
por alto en erróneas estrategias para la supuesta institucionalización de la renovación meto-
dológica en el derecho, vale la pena parafrasear al profesor Hans Kelsen, quien al debatir con
las posturas realistas señalaba que en el mundo de los hechos existen muchas conductas
sociales susceptibles de ser percibidas directamente; sin embargo ¿qué es lo que nos hace
distinguir un hecho jurídico, de uno no que no lo es? La respuesta no está en los hechos bru-
tos, sino en la manera en que éstos son recortados a partir de lo que él llamaba sustratos de
sentido, es decir, las normas jurídicas. En otras palabras, no es posible hablar de ningún tipo
de investigación jurídica inter, transdisciplinaria o empírica que no haya presupuesto necesa-
riamente a la mente del jurista.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
51
/ 60
Algunos modelos de ciencia jurídica
La dogmática jurídica es típica de los países en los que predomina el derecho legis-
lado, y comenzó a tener un desarrollo notable en el siglo XIX con escuelas como la histórica
del derecho, la de jurisprudencia de conceptos y principalmente con la escuela de la exégesis,
que estuvo vigente durante todo el siglo XIX hasta aproximadamente 1880. Esta última tuvo
como objeto de estudio del derecho la labor del legislador, y sus principales características
* Elaborado por Jaime Cárdenas Gracia. Investigador titular C de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones
Jurídicas, UNAM. SNI nivel III. ORCID: 0000-0001-7566-2429.
1 Nino, Carlos Santiago, Introducción al análisis del derecho, Buenos Aires, Astrea, 1988, pp. 321 y 322.
XX y de principios del XXI, con la advertencia que hay otros fundamentales, como los deriva-
dos del marxismo, la escuela del uso alternativo del derecho, y la escuela de los critical legal
studies.
54
La noción kelseniana
Kelsen precisa que la ciencia jurídica no se ocupa de hechos, sino de normas, es,
por tanto, una ciencia normativa diferente a las ciencias sobre los hechos o ciencias empíri-
cas. Además, es una ciencia que debe distinguirse de la moral, aunque el derecho y la moral
tengan relación con el deber ser de las conductas, pues el derecho lo hace coactivamente.2
Según Kelsen, los enunciados jurídicos son de la forma “si es A, entonces debe ser
B”, y los de las ciencias empíricas son de la forma “si es A entonces es B”. En los enunciados
2 Véase Kelsen, Hans, Teoría pura del derecho, 2a. ed., trad. de Roberto J. Vernengo, México, UNAM, 1981;
Kelsen, Hans, ¿Qué es la teoría pura del derecho?, México, Fontamara, 1992; Kelsen, Hans, Contribuciones a
la teoría pura del derecho, México, Fontamara, 1991.
normativos el conector “entonces debe ser” no se rige por el principio de causalidad (cau-
sa-efecto) como en las ciencias empíricas, sino por el principio de imputación (a determinada
conducta debe ser determinada consecuencia). La diferencia entre las relaciones de causali-
dad y de imputación constituye una base para distinguir entre los dos géneros de ciencias. La
relación de causalidad entraña que el efecto B se sigue necesariamente de la causa A, como
cuando se calienta un metal —la causa—, el efecto necesario será la dilatación. La relación de
imputación implica que la consecuencia B, por ejemplo, una sanción, puede o no (de hecho)
seguir a A —los elementos de un tipo penal—, pues B no es efecto necesario de A, sino su
consecuencia jurídica, esto es, la norma que establece el tipo penal sigue siendo válida aun-
/ 60
que una persona que se encuadre en un ilícito no haya recibido una sanción.
En Kelsen se distingue entre los enunciados que constituyen las normas jurídicas
que son: el objeto de estudio de la ciencia jurídica y los enunciados de ésta que describe a
las normas. Las normas son prescripciones, mientras que los enunciados de la ciencia jurídica
son proposiciones normativas, es decir, descripciones de normas. De esta manera, la ciencia
jurídica se constriñe a describir el material normativo de un sistema jurídico. En el modelo kel-
seniano, la ciencia jurídica es normativa, pero no en el sentido de que “prescriba” normas, sino
en el sentido que las describe.
Es importante indicar que hay otras ciencias que estudian el derecho, pero lo hacen
utilizando el principio de causalidad y no el de imputación, tal es el caso de la sociología del
derecho, que estudia el derecho desde un punto de vista puramente causal y no normativo, es
decir, no elabora enunciados basados en la imputación: “Si es A debe ser B”.
de la política jurídica que pretende prescribir, es decir, determinar cómo debería ser determina-
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
Las características de la ciencia jurídica, a la luz del modelo kelseniano son los si-
guientes: 1) ciencia normativa que describe normas y lo hace normativamente mediante juicios
imputativos de “deber ser”; 2) axiológicamente neutral, pues describe las normas sin valorarlas;
la valoración correspondería a otra disciplina no científica que es la filosofía del derecho, y
3) ciencia autónoma que se encuentra separada de las ciencias naturales y de las ciencias
causal-sociales (la sociología) y la ética.
Kelsen ha sido muy criticado por su concepción de ciencia jurídica. Nino dice que
Kelsen trata de construir una ciencia jurídica puramente descriptiva, pero su concepción es
una racionalización de la dogmática jurídica continental, que es una actividad no sólo descrip-
tiva, sino también prescriptiva. Zagrebelsky le cuestiona a Kelsen su pretensión de construir
una ciencia formal sin contenidos prescriptivos, lo que le parece que impide aprehender del
derecho su sentido valorativo, además de que la condena a la inutilidad porque divide y separa
el conocimiento de la praxis que entrañan las decisiones de autoridades y jueces.3
Una de las críticas más radicales a Kelsen radica en que su concepción de validez
jurídica es independiente de la eficacia y de la justicia. Para Kelsen la validez jurídica de las
normas significa que otra norma superior autoriza la creación de esa nueva norma, y que esa
creación se realice mediante los procedimientos que establezcan las normas superiores. Así,
una norma es válida si puede hacerse derivar de otras normas que se consideran a su vez
válidas. La cadena llega hasta la famosa norma fundamental que es una norma “supuesta” que
/ 60
prescribe el deber de respetar la primera Constitución como norma obligatoria, lo que implica
3 Zagrebelsky, Gustavo, El derecho dúctil. Ley, derechos, justicia, Madrid, Trotta, 1995, pp. 120 y ss.
4 Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, Madrid, Trotta, 1997, pp. 871-876.
normas superiores a normas inferiores y aceptar que la norma fundamental requiere al menos
de eficacia para que un sistema jurídico particular pueda construirse y ser considerado válido.
fenómenos psicológicos.
/ 60
distinta perspectiva y nivel de abstracción.
8 Principalmente en Ross, Alf, Sobre el derecho y la justicia, Buenos Aires, Eudeba, 1997, pp. 55-102; también
véase Ross, Alf, Hacia una ciencia realista del derecho. Crítica del dualismo en el derecho, Buenos Aires, Abele-
do-Perrot, 1961.
El modelo hartiano
Herbert Hart no construyó ex profeso un modelo de ciencia jurídica porque en el
mundo anglosajón no existe la preocupación por establecer una dogmática jurídica como en
el mundo continental europeo. No obstante, a partir de sus obras9 se puede decir que el con-
cepto normativo de su teoría puede servir para construir un modelo hartiano de ciencia jurídica.
La norma en Hart no tiene las connotaciones que en Kelsen o en Ross. La norma jurídica en
Hart implica comportamientos regulares de las personas y autoridades que aceptan —cues-
tión de eficacia o acatamiento— para que dicho comportamiento sea jurídico, sin importar las
/ 60
razones específicas que tengan para ello, puede ser el miedo, convicciones éticas o el interés,
entre otras.
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
Hart distingue dos tipos de normas: primarias y secundarias. Las primarias regulan las
conductas de los ciudadanos, y las secundarias se dirigen a las autoridades para que puedan
hacer efectivas las normas primarias. Las normas secundarias son de tres tipos: a) de adjudica-
60 ción, que son las normas procesales que el juez y las autoridades aplican para decidir; b) las
de cambio, que sirven para modificar o reformar normas, y c) la más importante es la regla de
reconocimiento, que permite identificar si una norma pertenece o no al sistema normativo, es
decir, si es válida. La norma de reconocimiento hace las veces de la norma fundamental en la
teoría de Kelsen.
Además, existen dos niveles del lenguaje respecto a las normas: el lenguaje de las
normas (que es lo que las normas en sí mismas expresan) y el lenguaje sobre las normas (lo
9 Hart, H. L. A., “American Jurisprudente through English Eyes: The Nightmare and the Noble Dream”, Essays in
Jurisprudence and Philosophy, Oxford, Clarendon Press, 1983; Hart, H. L. A., El concepto de derecho, México,
Editora Nacional, 1980; Hart, H. L. A., Post scriptum al concepto de derecho, México, UNAM, Instituto de In-
vestigaciones Jurídicas, 2000; y también ver: Lacey, Nicola, A life of H. L. A. Hart. The Nightmare and the Noble
Dream, Oxford, Oxford University Press, 2004.
que decimos sobre las normas). De este último se desprende el “punto de vista interno”, que
es el de los abogados, jueces y autoridades, académicos, etcétera, es decir, de aquellos
que trabajan con las normas o hacen reflexión sobre ellas con herramientas jurídicas; y el
“punto de vista externo”, que son quienes observan desde fuera del ordenamiento. La ciencia
jurídica entraña un análisis de las normas desde un punto de vista interno, y la sociología del
derecho desde un punto de vista externo.
El objeto de la dogmática jurídica en Hart son las normas válidas, que son aquellas
que cumplen los requisitos de la norma o regla de reconocimiento. La eficacia se predica no de
las normas individuales, sino del ordenamiento jurídico en su conjunto; por otro lado, la existen-
/ 60
cia de la norma de reconocimiento es para Hart una cuestión de hecho, es decir, de carácter
Puede haber en la teoría hartiana otros tipos de indeterminación del lenguaje nor-
mativo, además de la indeterminación semántica y voluntaria, lo que Hart llama “ambigüedad”,
esto es, la existencia de más de una norma aplicable al caso concreto y la indeterminación
que puede originarse al tener en cuenta los propósitos o fines diversos que se persiguen con
las reglas. La indeterminación del lenguaje es inevitable y, además, útil, pues permite que el le-
gislador guíe hacia el futuro la conducta de los ciudadanos, sin engañarse sobre su capacidad
de prever todas las circunstancias.
criterio para medir la validez de las normas es de carácter sociológico, es decir, hay una identifi-
cación entre validez y eficacia; c) las reglas jurídicas son indeterminadas —el derecho tiene una
textura abierta—, y d) el juez tiene cierta discrecionalidad en los casos difíciles o poco claros.
y riguroso, así, la ciencia jurídica consistiría en el estudio de las normas, entendidas como
enunciados lingüísticos.10 En una segunda etapa, Bobbio consideró que el derecho podía ser
una ciencia normativa desde tres sentidos: 1) desde el objeto, el derecho sería una ciencia
normativa si se ocupa de normas; 2) desde el método, la ciencia jurídica sería normativa si se
analiza desde un punto de vista normativo y no desde un punto de vista causal-explicativo, y
3) desde la función, el derecho sería ciencia normativa si trata de establecer normas. Bobbio
considera en esta segunda etapa a la ciencia jurídica como normativa desde su objeto y su
método, pero no necesariamente desde su función.
/ 60
estimó que el objeto de la ciencia del derecho eran las normas, pero también los valores y
10 Bobbio, Norberto, “Ciencia del derecho y análisis del lenguaje”, Contribución a la teoría del derecho, Madrid,
Debate, 1990, pp. 171-196.
11 Este modelo debe verse en relación con modelos cercanos como el garantista, de Ferrajoli, que se caracteriza
por las siguientes razones: a) maximiza los derechos humanos y reduce el papel punitivo del Estado; b) su
teoría de la validez implica el respeto y garantía de los derechos humanos; c) las normas son inválidas cuando
se apartan de los derechos humanos. Su teoría busca deslegitimar el derecho vigente secundario cuando no se
ajusta a las normas constitucionales; d) los jueces y autoridades son los guardianes de los derechos humanos y
los primeros obligados a deslegitimar el derecho vigente opuesto al derecho válido de carácter constitucional;
e) condena la neutralidad y avaloratividad en el derecho; f) el garantismo es también una filosofía política que pre-
supone la separación del derecho y la moral; g) la democracia implica a los derechos humanos. La democracia
no consiste sólo en reglas electorales; h) el derecho es injusto si se aparta de los derechos humanos. La justifi-
cación del derecho vigente siempre es parcial, a posteriori y condicionada al respeto de los derechos humanos,
e i) la ciencia jurídica debe ser crítica con el derecho vigente en aras de que éste se oriente a la maximización de
los derechos fundamentales. Ferrajoli, Luigi, op. cit.
/ 60
Esa flexibilidad incrementa la exigencia de certeza jurídica, la flexibilidad no es para
námicos, el conocimiento y análisis de las decisiones, sean objeto de estudio formal. El modelo
argumentativo también brinda herramientas útiles no sólo para perfeccionar la sagacidad del
litigante o del juez, sino para cumplir los fines del derecho, además, epistemológicamente, por
abordar el objeto de conocimiento de una forma más completa, resulta indudablemente superior.
En este modelo no se adopta la separación tajante entre derecho y moral, sino que
se propone una conexión entre ellos, que no es total ni absoluta, pero que sí constituye una
pretensión de corrección de la moral al derecho para permitir la crítica jurídica, moral y política
al derecho vigente, para auxiliar en futuras reformas al ordenamiento, y para evaluar el ordena-
miento en términos de legitimidad.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
Este modelo: 1) distingue materiales jurídicos distintos a las reglas (los principios, di-
rectrices y valores); 2) rechaza las teorías semánticas de la interpretación de carácter puramente
lingüístico y propone un concepto, más que principalista, interpretativo del derecho; 3) admite
que el juez está precondicionado por elementos contextuales y valorativos; 4) tiene una visión
66 hermenéutica del derecho, por lo que los elementos de sentido y significado son fundamentales
—el ethos—; 5) conecta el derecho con la moral; 6) entiende el derecho no sólo como normas
de diverso género (reglas, principios, directrices y valores), sino también como procedimientos
para generar condiciones de argumentación en libertad, simetría e imparcialidad, y 7) dice que
la argumentación en el derecho pretende ser un procedimiento discursivo correcto.12
12 Dworkin, Ronald, A Matter of Principle, Cambridge, Harvard University Press, 1985, pp. 119-177; Dworkin, Ron-
ald, Justice in Robes, Cambridge, Harvard University Press, 2006, pp. 36-48.
/ 60
aceptante —del jurista u operador jurídico—, esto es, de alguien que considera a las normas
En cuanto a la teoría general del derecho, podemos decir que se ocupa de los
distintos materiales normativos (diferentes tipos de reglas, principios, valores, directrices, de-
finiciones, etcétera), de los problemas del ordenamiento jurídico (por ejemplo, las lagunas
y las antinomias) y del análisis de los conceptos jurídicos fundamentales, que son aquellos
comunes a los diversos sistemas jurídicos o a las diversas ramas del derecho (derecho, no
derecho, deber, responsabilidad, inmunidad, etcétera); se sitúa en un nivel de abstracción
superior al de la dogmática jurídica; su método busca configurar una teoría formal y abstracta
del derecho en la medida en que no se interesa por los contenidos de un derecho particular
o por la evolución histórica o comparada de los diversos sistemas jurídicos; su función es
conformar una visión del derecho abstracta, lógica y formal, que pueda permitir la compren-
sión de cualquier sistema jurídico particular, por tanto, sugiere una visión del derecho unitaria
y sintética que se edifica a partir de las dogmáticas particulares. Los antecedentes de la teoría
general del derecho son la teoría “Allgemeine Rechtslehre” alemana del siglo XIX y la jurispru-
/ 60
Respecto a la filosofía del derecho, su objeto es reflexionar sobre las dogmáticas ju-
rídicas, la teoría general del derecho, los diversos saberes jurídicos y las diversas prácticas jurí-
dicas. Analiza el derecho desde el nivel más alto de abstracción en sus elementos ontológicos
(lo que es el derecho, sus límites, si es posible hacer una pregunta así), epistemológicos (el
68 conocimiento del derecho), metodológicos (las maneras de comprenderlo y estudiarlo), axioló-
gicos (los valores que justifican y orientan el derecho) y funcionales del derecho: de control y de
cambio, por poner solo un ejemplo. Desde el método, las filosofías del derecho pretenden dar
una visión totalizadora del fenómeno jurídico; en cuanto a su función, ésta es esencialmente
crítica, de evaluación y de análisis sobre la legitimidad o justificación del derecho, pero también
de supervisión del uso de conceptos y métodos, y de orientación práctica, siempre desde una
visión externa al derecho. Para Norberto Bobbio, la finalidad más importante de la filosofía del
derecho es decirnos cómo debería ser el derecho desde una visión externa al mismo (teoría
de la justicia).13 En la actualidad, la función de los filósofos del derecho debería ser la de actuar
como intermediarios entre las disciplinas y prácticas jurídicas, por un lado, y el resto de las
prácticas y disciplinas sociales —incluida la filosofía—, por el otro, y en esto podría consistir
su mayor utilidad.
Se suelen mencionar cuatro sectores de la filosofía del derecho: 1) teoría del de-
recho, que es diferente a la teoría general del derecho; 2) la teoría de la ciencia jurídica; 3) la
teoría de la justicia, y 4) la historia de la filosofía del derecho. La teoría del derecho u ontología
jurídica se ocupa de los modos más generales de entender el derecho, esto es, los límites
de lo jurídico, pero no lo hace como la teoría general del derecho que no cuestiona el marco
jurídico con el que se opera (nivel interno), sino que lo hace cuestionando y criticando exter-
namente esos modos generales de entender el derecho (nivel externo); esta teoría analiza las
/ 60
relaciones entre derecho y moral, el poder, la ideología, las relaciones sociales o el conflicto.
Conclusiones
El análisis del derecho no puede quedar constreñido a sus elementos normativos,
ni siquiera a sus elementos fácticos y valorativos como lo hace la teoría tridimensional.14 El
estudio del derecho es pluridisciplinar y comprende elementos de teoría general del derecho,
14 Reale, Miguel, Teoría tridimensional del derecho, Madrid, Tecnos, 1997, pp. 79-87.
Las perspectivas o planos de análisis del derecho son diversos, desde la menor
abstracción de las ciencias jurídicas particulares, hasta la mayor, con pretensión totalizante de
/ 60
la reflexión filosófica, centrada principalmente en los fines del derecho desde una visión exter-
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
na, pasando por los análisis generales y formales de la teoría general del derecho, los cuales
intentan responder al fenómeno jurídico desde una visión omnicomprensiva, pero interna al
derecho. Dentro de las perspectivas también deben advertirse las diferencias que existen entre
estudiar el derecho desde un punto de vista interno, como lo hace el doctrinario del derecho,
70 el juez, el litigante, etcétera, y desde un punto de vista externo, como lo hace el sociólogo, el
historiador, el antropólogo y el filósofo, entre otros.
Desde el siglo XIX se vienen sucediendo distintas concepciones jurídicas, que pre-
tenden dar cuenta del derecho. Los positivistas, los realistas, los iusnaturalistas, los marxistas,
entre otros, suelen tener concepciones del derecho no exentas de elementos ideológicos.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
71
Introducción
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
Uno de los más grandes problemas de México en la actualidad es la debilidad del
Estado de derecho, entendido como aquel en donde la ley es el parámetro de comportamiento
de las personas y de las instituciones. Una de las causas de esta debilidad radica en el bajo
apego a la legalidad de las personas en el Estado mexicano.1
La cultura de la legalidad implica varios niveles: en primer lugar, es necesario el cono- 73
cimiento de la ley, comenzando por el marco constitucional; en segundo lugar, el respeto a la
ley debe formar parte de la cultura, es decir, del actuar cotidiano de las personas y, finalmente,
cuando se infringe una norma deben producirse las consecuencias previstas por ésta.
Muchas son las explicaciones que se han aventurado para aclarar la débil cultura de
la legalidad. Algunas se remontan a la historia de México, otras la vinculan con las condiciones
económicas y sociales, algunas más son políticas; sin embargo, lo que resulta claro es que
* Elaborado por Mónica González Contró. Investigadora titular A de tiempo completo en el Instituto de Investigacio-
nes Jurídicas, UNAM. SNI nivel II. ORCID: 0000-0002-0619-0349
1 Me refiero a personas, no ciudadanos y ciudadanas, porque el déficit de cultura de la legalidad está presente
también en personas que no son ciudadanas, es decir, personas extranjeras que por alguna razón están en el
país. Por otra parte, incluso empresas que en otras partes del mundo respetan la ley tienen prácticas irregulares
en México.
una pobre cultura de la legalidad, sumada a una cultura de la impunidad, ha tenido, y seguirá
teniendo, consecuencias graves para nuestro país. Por ello, resulta indispensable abordar el
tema desde un enfoque interdisciplinario que permita conocer algunas de las causas y propo-
ner respuestas concretas que construyan esta cultura. El Instituto de Investigaciones Jurídicas
(IIJ) de la UNAM es un espacio adecuado para poder realizar un esfuerzo de esta envergadura.
Desde luego que el tema no es nuevo en el IIJ, pues se ha abordado desde dis-
tintas perspectivas y con diversas metodologías. En la Tercera Encuesta Nacional de Cultura
Constitucional en México (2016),2 realizada por el Departamento de Investigación Aplicada y
Opinión de este Instituto, 38% de las personas manifiesta que respeta y obedece las leyes
/ 60
porque cumplir la ley nos beneficia a todos, 8.5% para no ser criticado por los demás, mientras
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
que 23% manifiesta que lo considera un deber moral. Sólo 16.6% lo hace para evitar castigos.
Cabe mencionar que la primera respuesta disminuyó respecto a encuestas realizadas en años
anteriores, mientras que la última aumentó, coincidiendo con una política de “mano dura” que
se expresa principalmente en un incremento en el catálogo de delitos y el aumento de las san-
74 ciones. Estos datos resultan muy reveladores para el tema que nos ocupa.
/ 60
1. Conjunto de experiencias históricas y tradicionales, conocimientos, creencias,
costumbres, artes, etc., de un pueblo o una comunidad, que se manifiesta en su
3 El Colegio de México, Diccionario del español de México, voz “cultura”, disponible en: https://dem.colmex.mx/
Ver/cultura.
4 Geertz, Clifford, La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa, 2006, p. 88.
el Estado de derecho, es decir, que (casi) no se cumple la ley. Ello deriva de la experiencia de
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
las personas en torno al cumplimiento de la ley y sus consecuencias, así como un conjunto
de actitudes, modos de vida y costumbres frente a esta creencia.
Así lo entiende Rodolfo Vázquez cuando define la cultura de la legalidad como “la
aceptación voluntaria por parte de los actores jurídicos y de la ciudadanía de un conjunto de
76 normas jurídicas generales, públicas y no retroactivas, que se consideran correctas para una
adecuada convivencia social”.6
De acuerdo con lo anterior, en un primer acercamiento, podemos definir la cultura
de la legalidad como un sistema que se transmite generacionalmente, en el cual el respeto a
la norma forma parte de los valores colectivos que suponen una forma de relacionarse y vivir
en comunidad. La cultura de la legalidad implica asumir el respeto a la ley como una forma de
actuar cotidiana. Es importante destacar que la cultura es parte de la experiencia de vida de las
personas, es decir, no es algo que pueda ser aprendido simplemente mediante un manual,
5 Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, “Conjunto de principios actualizado para la protección y la pro-
moción de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad”, E/CN.4/2005/102/Add.1, 8 de febre-
ro de 2005, disponible en: https://www.derechos.org/nizkor/impu/impuppos.html.
6 Vázquez, Rodolfo, Las fronteras morales del derecho, México, Fontamara, 2009, pp. 44 y 45.
sino que forma parte del conjunto de significados de las personas pertenecientes a la comuni-
dad y, como tal, se experimenta, se vive y se transmite.
Es claro, llegados a este punto, que la cultura se aprende desde el momento mis-
mo en que una persona pasa a formar parte de una comunidad, lo que generalmente ocurre
desde el nacimiento, aunque también hay que decir que puede aprenderse (sin h) cuando
una persona se incorpora a un nuevo grupo social y en él asume sus costumbres, valores y
prácticas frente a la legalidad. En este sentido, es interesante observar cómo personas que
nacieron en un contexto de cultura de la legalidad débil al mudarse a un país con una fuerte
cultura de la legalidad, rápidamente asumen conductas acordes con esa cultura. Lo mismo
/ 60
ocurre en sentido inverso, es decir, que personas —incluidas morales— que en su lugar de
sobre el tema. Como parece mostrar la Encuesta Nacional de Cultura Constitucional en Mé-
xico, la obediencia a las normas depende, en la mayoría de los casos, de actitudes internas
y no del miedo a la sanción. Es por ello que la apuesta a la “mano dura”, el aumento de tipos
penales, el endurecimiento de las penas y otras medidas de esta naturaleza no contribuyen a
la disminución de la incidencia delictiva, aunque por supuesto la no aplicación de las normas
—en contextos de impunidad— favorece la comisión de ilícitos.
legalidad no es una experiencia durante los primeros años de la vida. En este sentido resulta
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
78 Reflexiones finales
Algunas de las preguntas de investigación que se pueden plantear son las siguientes:
¿Cuáles son las principales causas del déficit de cultura de legalidad que hay en
México?
¿Qué diferencias se advierten con otros países con una cultura de la legalidad más
arraigada?
¿Cuáles son las acciones concretas que puede llevar a cabo el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM para promover la cultura de la legalidad?
/ 60
concepto de ciudadanía más amplio.
/ 60
Introducción
81
Definición de “investigación jurídica”
La investigación jurídica es una actividad de reflexión y observación que realizan los
abogados, es decir, quienes estudian y practican el derecho, la cual consiste en explicarlo de
manera organizada, clara, precisa y convincente, con elementos teóricos y/o empíricos, los
cuales explico a continuación.
Cada una de estas inteligencias están relacionadas y deben estar sanas y equili-
bradas para que podamos ser eficientes en nuestras actividades sentimentales, familiares,
vecinales, laborales, académicas y sociales.
del pensamiento, el entendimiento, el saber, la reflexión, la racionalidad, y con las cuales evito
las acciones negativas: imponer mi punto de vista, engañar, manipular, tergiversar, malinterpre-
tar y plagiar. Cuando realizo estas acciones intelectuales negativas no soy más inteligente que
los demás, simplemente me estoy dando a conocer como un delincuente intelectual, como un
82 irreflexivo, irracional, ilógico, como un inconsciente.
hechos jurídicos pueden utilizar tanto las analíticas (propias del derecho) como las empíricas:
la observación (propia de la etnología y antropología) y la encuesta (propia de la sociología,
entendida como sondeo, y la entrevista, propia del periodismo, y la historia de vida, propia
de la historia). Ninguna de estas disciplinas tiene el monopolio de su metodología de investi-
gación, ya que son herramientas que el profesionista de cualquier disciplina debe conocer y
aplicar para solucionar los conflictos que se le presenten, y así responder a las preguntas que
le hagan, y proponer acciones futuras. El profesionista del siglo XXI debe ser un especialista
que conoce y aplica la metodología de la investigación analítica y empírica, con lo cual asegu-
ramos que su formación y su desarrollo profesional serán necesariamente, en cuanto su forma
/ 60
de pensar y actuar, interdisciplinarios.
das con la teoría, la historia, la legislación, la jurisprudencia del tema, entonces se aplicarán
métodos iusnaturalistas e iuspositivistas. Si los objetivos (las preguntas) están relacionados
con la aplicación, consecuencias, efectos, impacto en la realidad, entonces se debe aplicar
el método realista. Los dos tipos de objetivos o preguntas se pueden combinar en una misma
investigación, es decir, fusionar los métodos y técnicas correspondientes.
Por “técnicas” entiendo los dos tipos de fuentes de información que se utilizarán para
realizar la investigación: documentales y empíricas. Las técnicas documentales se aplicarán
cuando se seleccionan objetivos (preguntas) de investigación: teóricos, históricos, legislativos,
jurisprudenciales; y las técnicas empíricas cuando los objetivos son redactados para analizar la
/ 60
aplicación, las consecuencias, los efectos, el impacto, del tema en la realidad. La combinación
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
/ 60
En cuanto a los oficios o ejercicios de la profesión jurídica, la investigación nos per-
/ 60
de defensa de la tierra y el territorio*
El origen del primer concepto se le debe a Kurt Lewin, quien lo acuñó en la década
de 1940 para definir una metodología alternativa de producción de conocimiento,1 la cual hi-
ciera posible aumentar la densidad científica, a la vez de incidir en las estructuras sociales para
poder transformarlas. Siendo médico, psicólogo y filósofo, Lewin es considerado fundador
* Elaborado por Rodrigo Gutiérrez Rivas. Investigador titular A de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones
Jurídicas, UNAM. Coordinador del Área de Derechos Humanos. Enlace de la línea de investigación institucional
“Conflictos sociales y política”. SNI nivel I. ORCID: 0000-0001-8373-1228.
1 La primera ocasión en la que aparece el concepto es en el artículo de Lewin, Kurt, “Action Research And Minority
Problems”, Journal of Social Issues, núm. 2, 1946.
de la psicología social, y las bases de su propuesta metodológica han sido retomadas por
investigadores/as en todas las latitudes del mundo y se han ampliado hacia los más variados
campos de las ciencias sociales, incluyendo al derecho.
Principios
En primer lugar, la investigación-acción participativa parte del principio de relación
con los acontecimientos sociales, según el cual sólo es posible profundizar en el conocimiento
de los fenómenos sociales y jurídicos cuando la labor científica se realiza en contacto directo
con el entorno y ambiente en el que éstos ocurren. Se trata de una metodología de investiga-
ción que busca ampliar la práctica tradicional de creación de conocimiento, ya que ésta sólo
se hace desde los cubículos o las aulas, en diálogo con la literatura especializada, y en el caso
del derecho sólo con las normas formales y las prácticas institucionales estatales. Es una pro-
/ 60
puesta que busca ir más allá de los saberes autogenerados, construidos desde la alta cultura,
acudiendo a la realidad de los hechos y las necesidades de los grupos y comunidades.
ción (de ahí su nombre) pretende incidir de manera directa en la realidad sobre la que se
reflexiona para transformarla. En este sentido, se trata de una forma de construir conocimiento
que parte de la incomodidad —incluso la indignación— frente a la estabilidad y dinámicas del
statu quo. La vocación de algunas de las aproximaciones metodológicas que se agrupan bajo
la investigación acción son transformadoras desde abajo; buscan remover las causas estruc-
turales que mantienen a ciertos sujetos sociales y comunidades en situación de explotación
o dominación cultural. Es un método que se compromete con el cambio de situaciones y
no sólo con la interpretación de los datos y la comprobación de las hipótesis.4 Como resulta
obvio, se trata de una perspectiva crítica que si bien busca la objetividad para poder com-
/ 60
prender con profundidad los fenómenos sociales y jurídicos, no parte de la neutralidad política
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
con base en la cual se busca identificar de manera participativa —junto con la comunidad o
el actor social— tanto el objeto principal de investigación (vinculado con las necesidades de
este último), como las principales hipótesis, así como los métodos para su comprobación para
que, a partir de las conclusiones, se pueda intervenir con bases científicas sólidas sobre las
estructuras sociales o institucionales, buscando la transformación y el cambio de la realidad
de las comunidades.
/ 60
y replanteamiento, se suceden consecutivamente para poder conocer-haciendo, y viceversa.
8 En palabras de Boaventura: “…el campo de la verdad es más amplio que el de la ciencia…”. De Sousa Santos,
Boaventura, De la mano de Alicia, Bogotá, Siglo del Hombre, 1998.
siones, estas aproximaciones suelen ser indispensables y de gran utilidad para poder hacer
planteamientos transformadores que sean capaces de dialogar con el ámbito formal. Además,
no debe olvidarse que los procesos de creación jurídica son de enorme complejidad, por lo
que muchas normas jurídicas estatales provienen de luchas históricas, encabezadas por ac-
tores/as sociales desaventajados/as que, en distintos momentos y coyunturas políticas, han
sido capaces de incorporar su necesidades e intereses en el ámbito formal estatal.9
/ 60
y facilitan el despojo de las tierras y los territorios de los pueblos indocampesinos; provocan
9 El derecho agrario, el derecho laboral y los derechos humanos son buenos ejemplos de amplios subcampos
normativos, cuya creación implicó intensas negociaciones entre sectores sociales con enormes desigualdades
de poder que en específicas coyunturas históricas permitieron incorporar intereses de los sectores tradicional-
mente desaventajados.
complejos que puedan ser puestas en práctica, con el objetivo de transformar la realidad de
los grupos que han sido colocados en situación de desigualdad y desventaja, mejorar sus
condiciones de vida y proteger sus derechos.
La/el investigador/a, al estar lejos de los cubículos y cerca de las necesidades de las perso-
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
Una segunda ventaja relacionada con la anterior es que la perspectiva crítica está
garantizada. Pensar el derecho “desde abajo” permite identificar problemas jurídicos relevantes
94 desde ángulos distintos a los de la academia formal, que suele pensar las normas e institu-
ciones partir de criterios de congruencia formal, eficacia y sustentabilidad presupuestal. Una
norma o una institución que puede parecer razonable y conveniente desde el derecho formal,
puede resultar muy inconveniente y problemática (incluso perjudicial) para las mayorías exclui-
das, y ello es difícil comprenderlo desde arriba.
Una tercera ventaja deriva del hecho de que el académico o la académica que se
inserta en el proceso de investigación-acción, queda obligado/a a vivir una doble o triple vida.
La de la universidad, la de la comunidad, la de la incidencia o defensa jurídica de los intere-
ses en juego. Este polifacético cambio de posiciones (un día se está en el cubículo o dando
un curso de doctorado, al siguiente se está en una asamblea comunitaria y esa misma tarde
en una conferencia de prensa o en un tribunal), permite construir una perspectiva más amplia
y profunda sobre los fenómenos jurídicos, los actores sociales y sus relaciones complejas y
/ 60
metodologías.
10 Rodríguez Garavito, César, Investigación anfibia, la investigación-acción en el mundo multimedia, Bogotá, Dejus-
ticia, 2013, p. 14.
11 Ibidem, p. 15.
12 Ibidem, p. 23.
13 Ibidem, p. 20.
14 Ibidem, p. 19.
/ 60
El problema: la calidad de la investigación jurídica en el Posgrado
mas que se pueden abordar en cada uno de ellos. Aunque la TMIJ asume que existe una
diversidad de tipos de investigación, sostiene que una misma investigación jurídica puede in-
corporar diferentes módulos de manera coherente.1 Esta teoría parte de la tesis antiesencialista
consistente en la aceptación de un pluralismo metodológico, que es una de las tesis centrales
del constructivismo jurídico complejo.2
1 Para más información, véase Cáceres Nieto, Enrique, “El modelo modular de investigación jurídica como guía
para la elaboración de un instrumento para la medición de calidad de investigaciones doctorales en derecho”,
documento elaborado en la línea de investigación del posgrado en derecho en México.
2 Enrique Cáceres denota por “constructivismo jurídico complejo”: “Enfoque epistémico cuyo objetivo es actualizar
nuestra comprensión de la manera en que la teoría jurídica y el derecho positivo inciden en los procesos de cons-
trucción social de la realidad mediante agentes e instituciones, así como identificar estrategias eficaces de inter-
vención en dichos procesos con el fin de inducir dinámicas emergentes deseadas. El constructivismo jurídico
parte de una perspectiva naturalizada que integra supuestos epistémicos, teorías y métodos provenientes de dos
disciplinas que están impactando profundamente y de manera transversal a muchas áreas del conocimiento: las
ciencias cognitivas y las ciencias de la complejidad”. Cáceres Nieto, Enrique, “Epistemología jurídica aplicada”,
en Fabra Zamora, Jorge Luis y Núñez Vaquero, Álvaro (coords.), Enciclopedia de filosofía y teoría del derecho,
México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2015, p. 2203.
c) Evaluación.
d) Orientación general de la investigación.
e) Observaciones generales acerca de la tesis.
La muestra inicial fue de 120 tesis de doctorado, provenientes de las cuatro enti-
dades que conforman el Posgrado en Derecho de nuestra Universidad (Facultad de Estudios
Superiores de Acatlán; Facultad de Estudios Superiores de Aragón; Facultad de Derecho e
/ 60
Instituto de Investigaciones Jurídicas). Éstas se seleccionaron del catálogo de tesis digitales
a) Dogmático o doctrinal
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
Las actividades mediante las que se promueve la enseñanza de esta teoría son las
siguientes:
a) En una primera fase se les pide a los alumnos intentar organizar la estructura de
sus investigaciones por módulos en función de los contenidos que buscan abor-
dar para responder las preguntas de investigación, la principal y las secundarias,
y así lograr los objetivos.
b) Posteriormente, se exponen y realizan ejercicios sobre algunas de las siguientes
herramientas: “…herramientas de análisis semántico (identificación de polisemias,
vaguedades, técnicas de definición, etc.); herramientas hermenéuticas o técnicas
/ 60
uno de sus módulos.
3 Cáceres Nieto, Enrique, “El modelo modular de investigación jurídica…”, cit. pp. 2 y 3.
102 d) Estudio a profundidad de las fuentes, para ello se sugiere la elaboración de ma-
pas mentales, cuadros sinópticos o resúmenes de las lecturas.
e) Elaboración de un mapa mental llave de la investigación, en donde se interco-
necten los distintos módulos a abordar, las fuentes y herramientas que serán
utilizadas para su desarrollo.
f) Resúmenes de la investigación. Consisten en la organización de los descriptores
o palabras clave, correspondientes a las ideas que habrán de ser desarrollados
durante la fase de redacción, organizados en bloques temáticos y con las referen-
cias a las fuentes, plasmadas de manera codificada.
g) Redacción. Se plantea para la fase final dado que es cuando el tesista tiene sufi-
cientemente madura la investigación, lo cual ayuda a que ésta resulte coherente
y sólida.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
El póster científico como estrategia para que los tesistas
logren visualizar cómo verían sus tesis concluidas
Se trata de una propuesta también inspirada en las aportaciones de Cáceres. Con-
siste en solicitar a los alumnos que elaboren un póster científico como trabajo final, en el
cual deben abordar sus proyectos de investigación y estructurarlo con base en los siguien- 103
tes requisitos: logo(s) del centro educativo, título del trabajo de investigación, nombre del
alumno, nombre del centro educativo, resumen, palabras clave, introducción, pregunta(s)
de investigación, objetivo, metodología (módulos y herramientas a abordar considerando la
TMIJ), resultados (se sugiere utilizar recursos gráficos para ilustrar), conclusiones, referencias
y agradecimientos.
Posteriormente, los alumnos deben exponer su póster ante el grupo con un discur-
so que simule como si ya hubieran concluido su investigación. Si bien el tesista apenas se
encuentra en la fase de elaboración de sus investigaciones, el objetivo es que logre visualizar
los resultados que podría alcanzar con la misma. El ejercicio también lo ayuda a identificar la
coherencia de su tesis y proyectar cómo se vería concluida, lo que resulta en cierto sentido,
motivacional.
comprensión.
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
/ 60
A manera de introducción
Como se sabe, nuestra UNAM tiene la misión fundamental de llevar a cabo tres
funciones primordiales: la investigación, la docencia y la difusión. Así, en nuestro Instituto, la
investigación que se desarrolla es la que se refiere al campo o disciplina jurídica, tarea que
además se colma conjuntamente con la docencia y la difusión.
106
Si bien, como he señalado, en muchos casos está ausente la formación y ense-
ñanza de lo que debería ser la investigación jurídica, entonces, por principio de cuentas, la
primera cuestión que surge consiste en determinar a qué tipo de investigación jurídica nos
referimos. La respuesta se encuentra en los postulados fundamentales de nuestra Universidad
Nacional, es decir, en estudiar las problemáticas de la vida nacional, incluso las internaciona-
les, que impactan el orden doméstico, y proponer sus posibles soluciones. Con inmejorable
uso prosaico, se refirió, con atinada precisión, nuestro querido doctor Fix-Zamudio, maestro y
mentor de muchos alumnos que pasaron a formar las nuevas generaciones de investigadores
y profesores, al expresarse sobre dicha actividad:
…se traduce en la actividad que pretende descubrir las soluciones más adecuadas
para los problemas que plantea la vida social de nuestra época, cada vez más diná-
En la actualidad existe una abundante literatura, tanto nacional como extranjera, de-
dicada a definir, explicar y desarrollar el tema sobre investigación jurídica. En este sentido, los
doctrinarios coinciden en que el término “investigar”, palabras más palabras menos, es una
actividad intelectual que se constriñe a la búsqueda de la verdad y a la obtención del conoci-
miento, ya en el enfoque de lo jurídico se pretende entender al derecho a través de su estudio.
/ 60
Puede ser que lo que se pretende es conocer al derecho en lo general, lo cual es muy válido,
Cabe hacer mención que, llevar a cabo la tarea de investigación jurídica requiere de
estudiar y analizar los temas de interés, pero también ayuda la experiencia, ya sea práctica
o de la vida profesional, de la persona que estudia. Así pues, satisfechas estas condiciones,
se está en la posibilidad de comprender la norma jurídica, el fenómeno jurídico, la institución
jurídica, etcétera.
Llegado a este punto de tratar sobre el método jurídico, que ha sido motivo de la
presente iniciativa para exponer sobre el tema, da la oportunidad de expresar, al menos desde
mi óptica, que en una investigación jurídica pueden utilizarse no solo un método, sino todos los
1 Fix-Zamudio, Héctor, Metodología, docencia e investigación jurídica, México, Porrúa, 1997, p. 240.
métodos planteados en el ámbito jurídico que nos sean de utilidad para alcanzar la profundidad
del conocimiento de lo analizado. Pero no se puede omitir que planteado el tema de estudio,
reflejado desde el propio título del trabajo, la problemática y descripción del fenómeno jurídico,
y establecida la hipótesis o respuesta a la problemática, se deberán exponer los objetivos (lo
que se quiere saber y su propuesta de solución), que además serán parte integrante de la
estructura del capitulado de dicho trabajo de investigación.
Es así que se pueden utilizar tantos métodos como objetivos se deseen alcanzar,
inclusive es común que en un mismo objetivo y capítulo correspondiente se apliquen varios
métodos. Por mencionar algunos casos, diremos que si se pretende analizar una figura jurídica
/ 60
2 Arellano García, Carlos, Métodos y técnicas de la investigación jurídica, México, Porrúa, 1999, p. 60.
del derecho; en cambio, para otros doctrinarios, la investigación jurídica no debe sujetarse con
una camisa de fuerza, por el contrario, frente a una multiplicidad de métodos, la acuciosidad
e inteligencia del investigador le permiten adoptar los métodos que le sean de utilidad para
cumplir con sus objetivos y allegarse del saber y conocimientos.
Nos queda claro que las ideas sobre la investigación jurídica y su método, que hasta
ahora se conocen, seguirán siendo motivo de análisis en los años venideros, sobre todo con-
siderando que el derecho está en constante cambio y, quizá, en esos cambios también esté
la forma de estudiarlo.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
109
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
La necesidad de instituir un método de investigación jurídica responde a la exigencia
filosófica moderna para cualquier disciplina que aspire a alcanzar la dignidad científica. Desde
el siglo XVI, cualquier actividad cognitiva tendrá que contar con un método porque, simple-
mente, sin método no hay ciencia. Arrancando de la duda respecto a las concepciones del
pasado, René Descartes, en su obra Discurso del método (1637), estableció un único método 111
para todas: el matemático, y con él, las reglas de su uso: a) no admitir nada como cierto allí
donde hay duda; b) dividir todo en sus elementos más simples; c) conocer lo complejo por lo
simple (lo oscuro por lo evidente), y d) revisar el proceso completo una y otra vez.
Sin embargo, en las postrimerías del siglo XVIII y albores del XIX, este discurso filosófico
de la modernidad se fracturó hasta constituir dos vertientes claras e independientes: la primera
continuará fiel a su preceptor y su idea de sujeto cognoscente como ser consciente e invariable-
mente racional (existir es pensar). Esta concepción se ufana hasta la fecha de haber depurado
el intelecto de toda concepción mítico-religiosa y de haber abierto la posibilidad de conocer la
realidad, gracias a las leyes inexorables que la rigen y a su comprensión a través de la razón.
* Elaborado por Guillermo José Mañón Garibay. Investigador titular en el Instituto de Investigaciones Jurídicas,
UNAM. ORCID: 0000-0001-5632-4416.
Cuenta aparte del reduccionismo resultante, que asume que todo lo real es racional
(y en caso contrario, o bien es inexistente o incognoscible), no puede negarse sus frutos para
el desarrollo científico. Dentro del pensamiento político-jurídico, el uso del método científico se
cristalizó en categorías como la de Estado de derecho, división de poderes, monopolio y uso
racional de la fuerza; asimismo la de democracia representativa y los derechos humanos, sin
excluir la clasificación del hombre y su mundo en razas y naciones.
La segunda vertiente, que paradójicamente abrevó también en la duda (pero contra
la razón ilustrada), tomó su impulso decisivo con K. Marx y auspició la nueva era del posmoder-
nismo, caracterizado desde sus inicios por el reconocimiento de que la investigación científica
/ 60
está condicionada por otros factores, además de los puramente racionales y metodológicos,
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
como son los intereses económicos y políticos, todos ellos ajenos al prurito racionalista de
conocer para entender. La postura de esta segunda vertiente dio pie a que se enjuiciara a la
razón cartesiana por ser una “razón instrumental”, o razón instrumentalizada, para establecer y
justificar relaciones de dominio y explotación: conocer para dominar.
112
Ahora, y debido a Marx, pero también a Nietzsche y Freud, será una exigencia sine
qua non para toda investigación (e investigador) hacer explícitos todos los presupuestos asu-
midos y que condicionan la investigación científica. La pregunta no sólo interrogará por las
condiciones del conocimiento (del método y verdad) sino, además, por la postura de clase
asumida al hablar de la realidad (natural o social). Todo estudio que aspire a la dignidad cien-
tífica tendrá hoy el deber tanto de crear un método de investigación como el de “supervisión”,
que ponga de relieve los presupuestos (no científicos) asumidos por la comunidad.
Gracias a esto quedará claro que no hay una sola razón, como no hay un solo mé-
todo de investigación y criterio de cientificidad, que cada disciplina establece el suyo propio
frente a su particular realidad y las exigencias de su entorno político y económico. En el caso del
método de la investigación jurídica, la dificultad es doble o triple porque —como bien observó
/ 60
del siglo XVIII, pero también de las espurias pretensiones de la Teoría pura del derecho (de H.
El derecho asume, por ejemplo, que sin orden no hay convivencia, que las leyes
procuran ese orden y que sin autoridad no hay respeto a las leyes, y cualquier otra cosa de-
berá ser relegada al baúl de las elucubraciones utópicas. La institucionalización del derecho,
es decir, el Estado de derecho, marca el tránsito de la subsistencia tribal primitiva al ordena- 113
miento urbano, a la polis, con sus autoridades legitimadas a través de las leyes universales y
la exigencia de respeto y obediencia de todos los ciudadanos. Para los antiguos helenos, la
regulación de la vida pública no se diferenciaba de la privada: tanto el derecho como la moral
estaban imbricados, por lo que las razones socráticas para acatar el fallo judicial en su contra
eran todas de linaje moral. Algo similar aconteció en la Edad Media, los dos posibles ámbitos
de coexistencia, la ciudad de Dios y la de los hombres (Aurelio Agustín) se distinguían exclusi-
vamente por el acierto y el error moral de sus habitantes: los de la ciudad divina acertaban al
acatar la voluntad de su creador (única ley justa), mientras que los habitantes de la ciudad de
los hombres erraban al entregarse a los impulsos del bajo vientre.
de un Estado laico regido por las leyes emanadas del contrato social y tolerante de la vida y
moral privada. Los presupuestos del Estado moderno son el estado natural del hombre, su
irrenunciable voluntad para suscribir un contrato social y la disposición a obedecerlo, so pena
de retroceder al estado de guerra previo (T. Hobbes). ¿Qué metodología guía el pensamiento
jurídico en cada caso? Para los griegos, la paideia responsable del desarrollo de aquello pri-
vativo de la naturaleza humana; para los cristianos medievales, los evangelios que procuran la
salvación del alma; para los juristas y politólogos de la era moderna, la concepción del hombre
libre que opta por la convivencia social con el fin de vivir en paz y tranquilidad.
En cada caso se anhela superar la simple supervivencia y conquistar la buena vida o
/ 60
vida con valor y dignidad. Y esto precisamente ha obligado a preguntarse por la metodología
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
para inculcar valores, porque los métodos de las ciencias naturales y sociales difieren. La dife-
rencia reside en que el entendimiento y explicación racional son insuficientes porque además
de comprender, es necesario actuar con convicción de los valores aprendidos. Si alguien en-
tiende el enunciado “1+1=2”, nadie esperará una conducta esmerada con el prójimo; pero en
114 el caso del enunciado “no matarás”, sí se anhela de quien lo entiende una conducta convenci-
da del respeto a la vida. ¿Qué es necesario para que alguien no sólo entienda, sino además se
convenza del deber ser? Se ha propuesto que cada cual se convence a sí mismo a partir de
su deseo personal de bien: “todo mundo desea su bien”; entonces, cada cual se convence
de hacer el bien para no recibir un mal. El convencimiento sería algo íntimo y personal debido
más a un sentimiento que a una razón. Ciertamente, el Marqués de Sade representa en la
historia del pensamiento occidental un mentís, porque él deseaba su mal en lugar del bien. El
verdadero sádico halla placer en el dolor, y ese sesgo moral trastocó los binomios bien-placer
/ mal-dolor. Hecha esta mención, queda en pie, y como condición de posibilidad del derecho
y la moral, el presupuesto de que todo hombre desea su bien; y respecto a la metodología
de la enseñanza, la íntima convicción de que vivir conforme a los valores y las leyes que los
enuncian, otorgan sentido a la vida.
/ 60
bertad que, si bien restringe la preeminencia individual, resalta la solidaridad social porque para
Todo esto pone de relieve la importancia y dificultad de inculcar el valor del deber ser,
porque la moral como la justicia no son resultado del estudio de un repertorio de preceptos
prácticos, y por eso parece su enseñanza envuelta en vaguedades. La dificultad en la ense- 115
ñanza del valor del deber ser reside en que ha de promover una sapiencia, incipiente en el niño
como sentimiento de vergüenza y producto de la experiencia de situaciones concretas, que
además precisa apuntalarse en la ejemplaridad de las conductas ajenas (E. Nicol).
Sin embargo, por un lado, el prurito económico de la competencia lleva a los jóvenes
en las redes sociales a mostrarse lo más desvergonzadamente posible, con el fin de allegarse
el mayor número de likes o “me gusta”, sin importar que para ello sea imperioso desnudarse o
hacer todo tipo de desfiguros o defender las ideas más absurdas. Por otro lado, no hay plan
de estudios que considere obligatorio para la enseñanza de cualquier materia (por lo menos de
humanidades y ciencias sociales) complementarla con la ejemplaridad del maestro, hoy día
atrapado en el desorden de los egoísmos y conflictos de interés.
Finalmente, hay que concluir apostillando que en la era del crepúsculo el deber (G.
Lipovetsky), hay dos dificultades con el (los) método (s) a considerar: uno el de la investiga-
ción jurídica y, otro, el de la educación jurídica. Ambos con sus dificultades particulares; en el
primero, develar los condicionantes político-económicos de la investigación, y en el segundo,
despertar el sentido de vergüenza y ejemplaridad, aquí apenas esbozados.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
116
/ 60
cias, recuerdos o anécdotas vividas en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Recuerdo haber participado con un texto breve que, en todo caso, me pareció muy franco y
Empecé a tener claridad al respecto, según yo, cuando realicé mi tesis de licencia-
tura. Seguramente con una metodología muy pobre, si es que había alguna, y unos resulta-
dos que lo eran más. Pero esa claridad, o supuesta claridad, no era equivalente a certeza,
ni mucho menos. Al cabo de unos años, ya incorporado al claustro académico del Instituto
de Investigaciones Jurídicas, puedo decir que tengo una idea más clara de lo que significa la
investigación jurídica, por eso puedo afirmar, como ya lo hice en aquella breve participación,
que en el Instituto se trabaja, y mucho.
* Elaborado por Roberto A. Ochoa Romero. Investigador titular en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM.
SNI nivel I. ORCID: 0000-0002-9913-4142.
municar y mantener vigentes los temas que de forma conjunta o complementaria constituyen
la razón de ser de nuestra comunidad académica. Siempre sobre las bases de la igualdad, la
inclusión y la pertenencia.
/ 60
En cuanto a los resultados de la jornada de trabajo, de manera general puedo antici-
Las propuestas que surgieron en cada una de las mesas se enmarcaron dentro de 119
la agenda tradicional, pero también en la de vanguardia, que caracteriza a nuestro Instituto. Por
citar un ejemplo paradigmático, el de la cultura de la legalidad se mantiene como una constan-
te. Por lo demás, la trata de personas, la política de drogas, la migración, entre otras, se suman
ineludiblemente a la lista de interés.
En este escenario participa, con triste protagonismo, otro de los conceptos que sur-
gieron durante el debate: la impunidad. Y es que no se puede negar que la impunidad forma par-
te del conjunto de factores o elementos generadores de la crisis actual del Estado de derecho.
¿Acaso no es la impunidad uno de los componentes que incentivan, si no es que el principal, la
realización de conductas ilícitas? Para el infractor, por supuesto, nada podría ser más dulce que
la realización de una conducta ilícita sin la incómoda presión o angustia de un posible castigo.
/ 60
Durante los trabajos también se dijo que el derecho, como objeto de estudio, no
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
evoluciona sólo a partir de reformas legislativas de índole formal, y que la investigación jurídica
debe anticiparse a tales cambios con una vocación propositiva o evolutiva. De suerte que,
como es verdad, el derecho debe ser interpretado y aplicado conforme a su contexto, a su
espacio y a sus objetivos de tutela. En este sentido, merece la pena señalar como ejemplo
120 paradigmático la ya conocida interpretación conforme.
Así, el derecho como sistema normativo no exclusivamente formal requiere, cada vez
más, de un abordaje multidisciplinario e interdisciplinario. Debe abrirse y aceptar una metodolo-
gía que puede ser cambiante. Debe huir de la tentación de valorar y calificar ciertas propuestas
como superiores, o bien, como mejores que otras.
Sería una pena que los avances logrados en una rama del conocimiento jurídico, por
ejemplo, en el ámbito de la protección constitucional de las personas migrantes pertenecientes
a los pueblos indígenas, o bien en el de la protección penal de las niñas, niños y adolescentes,
no se vieran reflejados en las otras. O que los avances tecnológicos aplicados al derecho,
cada día más frecuentes, se conformaran con servir a un solo propósito. Se perdería la trans-
versalidad del análisis y la posibilidad de generar conocimiento de punta. Para ello, el saber no
jurídico resulta fundamental.
En este sentido, y lo cito sólo como ejemplo, tuve la oportunidad de acudir recien-
temente a la evaluación de una tesis doctoral que enfrentó a la responsabilidad penal con las
llamadas anomalías o alteraciones psíquicas. En la investigación se ponía de relieve, preci-
samente, la necesidad de conocer con claridad científica —no precisamente jurídica— los
síntomas y las consecuencias de las esquizofrenias, las psicopatías, las oligofrenias, entre
otras enfermedades, como presupuesto para valorar y, en su caso, aplicar sobre la base de
la inimputabilidad, absoluta o disminuida, una eximente de responsabilidad penal. Con esto
sólo quiero subrayar la necesidad y conveniencia de las investigaciones que conectan distintas
disciplinas; en este caso se trata de una vinculación real entre mi área de trabajo, el derecho
/ 60
penal, con la medicina y, especialmente, con la psiquiatría.
En ese orden, el futuro de la investigación jurídica, por así decir, y sus metodologías
bien podrían cifrarse en la necesidad de generar respuestas y soluciones (jurídicas) concretas
que beneficien al individuo y a la sociedad. Esto no parece nada nuevo, pero se puede y se
debe insistir en lograr un sistema de derecho que sirva. Un sistema que sea ágil, que sea útil
y que permita paliar las dificultades que generan los problemas cotidianos y los desequilibrios
que enfrenta nuestro entorno en lo general, y nuestro país en particular.
/ 60
del conocimiento en los diversos campos jurídicos,1 nosotros agregaríamos que también en
sus diferentes vertientes: enseñanza, creación, aplicación e investigación del derecho. En esta
* Elaborado por Margarita Palomino Guerrero. Doctora en derecho; directora del Seminario de Derecho Fiscal y
Finanzas Públicas; investigadora y profesora invitada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, todo lo anterior
en la UNAM. ORCID: 0000-0003-2877-1774
1 Cfr. López Duran, Rosalío, voz “metodológica jurídica”, en Contreras Bustamante, Raúl y Fuente Rodríguez, Jesús
de la (coords.), Diccionario Jurídico, México, Tirant lo Blanch, 2019, p. 1210.
2 Cfr. García Cuza, Juan Emigdio, “El carácter integrador del método transversal en las investigaciones sociales y
jurídicas. Especial referencia al constitucionalismo económico cubano”, en Cáceres Nieto, Enrique (coord.),
Ya que las normas que garantizan los derechos fundamentales tienen su lugar en el
nivel más alto del mismo sistema y, según la teoría de las reglas, son normas jurídicas (y como
tales son aplicables exactamente de la misma manera que todas las demás), su peculiaridad
consiste en que protegen frente al Estado determinadas posiciones del ciudadano descritas
en abstracto.3
ya que inciden diversos factores, razón por la que la sociología del derecho y la dinámica de
Estado-derecho-sociedad son determinantes.
Así, desde el ángulo de la sociología del derecho, la investigación implica ir más allá
124 del estudio doctrinal e identificar su origen en la propia sociedad, luego analizar las relaciones
y reglas del derecho, las instituciones y la participación de los gobernados.
Bajo este contexto coincidimos con Lorenzo Zolezzi, al señalar que la investigación
aplicada hace más fácil el desarrollo de la investigación pura, ya que toda investigación tiene
algo de aplicada desde que responde a la necesidad de enfrentar algún problema con impli-
cación para el derecho.4
Pasos hacia una revolución en la enseñanza del derecho en el sistema romano-germánico, t. 5, México, UNAM,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, p. 188, disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/li-
bros/13/6227/14a.pdf.
3 Cfr. Alexy, Robert, Derechos fundamentales, ponderación y racionalidad, Madrid, Centro de Estudios del Colegio
de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, 2004, p. 4.
4 Cfr. Zolezzi Ibárcena, Lorenzo, “Hacia una estrategia para legitimar la investigación jurídica”, en Kaplan, Marcos
(comp.), Estado, derecho y sociedad, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1981, p. 180.
Por lo que debemos replantearnos que el sistema normativo, para que responda
a las necesidades sociales, no puede investigarse como fenómeno aislado; por el contrario,
debe contemplar el cumplimiento de los valores, y jerarquizarlos, identificando la importancia del
cumplimiento efectivo del ordenamiento por la sociedad, por tanto, no es posible que se plan-
/ 60
teen soluciones a problemas con un enfoque legalista.
Esto nos permite afirmar que la investigación jurídica no implica descalificar a la in-
vestigación dogmática, que busca establecer la coherencia lógica de las normas entre sí y en
el propio sistema jurídico, pero la investigación no debe agotarse en esta vertiente, es decir,
en estudios estrictamente formalistas, ya que se corre el riesgo de presuponer o dar por con-
5 Fix-Zamudio, Héctor, Metodología, docencia e investigación jurídica, 5a. ed., México, Porrúa, 1996, p. 27.
firmadas variables fácticas que se relacionan con una institución, norma jurídica o estructura
legal, lo cual es grave porque entonces no se está captando esa realidad social en el conte-
nido de la norma o propuestos de solución, para que a partir del derecho y en él se corrijan
problemas que afectan a la sociedad y que poco a poco erosionan el Estado de derecho y
sus instituciones.
Por tanto, consideramos que el derecho implica ser estudiado como una ciencia
social que norma conductas con un fin, el bien común entendido como la mejora continua de
las relaciones sociales entre individuos y grupos, sin importar su color, ideología y preferencia,
por tanto, debemos ampliar la investigación empírica, no sólo a partir de la sociología jurídica,
/ 60
Por lo que concluimos que los controles, entonces, no sólo son los internos o na-
cionales, sino que se incorporan aquellos que sean razonables y necesarios para obtener
y conservar información sobre flujos de ingresos y activos. Pero, ¿cómo pretender analizar
el fenómeno jurídico sin considerar los estándares internacionales impuestos por presiones
económicas, que incluso en México han generado la necesidad de incorporar dichas disposi-
ciones a nuestra legislación nacional por transgredir derechos fundamentales? Así, la dinámica
internacional, sin duda fija estándares y promueve la implementación de medidas legales,
regulatorias y operativas, pero ¿cuáles son los valores que se persiguen y rigen su actuar?,
quizá la respuesta se explique debido a los bajos resultados en el combate a las prácticas de
evasión y lavado de dinero. Sin duda, la investigación debe partir de una metodología jurídica
transversal.
Por ello, se incorpora como obligación, entre otras, integrar a la contabilidad un pro-
cedimiento de control interno debidamente documentado, pero se establece que se integrará
por todo aquello que sea razonable y necesario para obtener y conservar la información sobre
/ 60
la identificación de los beneficiarios controladores, lo anterior con fundamento en la resolución
6 Reforma con rubro: “Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley del Impuesto
sobre la Renta, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios,
de la Ley Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos, del Código Fiscal de la Federación y otros ordenamientos”,
disponible en: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5635286&fecha=12/11/2021#gsc.tab=0.
7 Rubro: “Resolución Miscelánea Fiscal para 2022 y su anexo 19”, disponible en: https://www.dof.gob.mx/nota_
detalle.php?codigo=5639466&fecha=27/12/2021#gsc.tab=0.
territorio nacional, que en nuestra opinión puede lograrse a través de un registro nacional de
beneficiarios, lo que constituye un reto en materia de seguridad y protección de datos de los
gobernados. Esto obliga al Estado a garantizar la seguridad y protección de la información, que
está tutelada por nuestra carta magna.
el Grupo de Acción Financiera del Caribe ha fijado a los países miembros, entre ellos México,
éstos podrían ser sancionados hasta con una declaración pública que dificultaría, sin duda,
sus relaciones internacionales, especialmente en el plano financiero, o incluso pueden ser
expulsados del grupo.8
128
8 Grupo de Acción Financiera del Caribe, “¿Cuáles son las recomendaciones del GAFI y cómo afectan a nuestros
miembros?”, disponible en: https://www.cfatf-gafic.org/es/cuales-son-las-recomendaciones-del-gafi-y-como-
afectan-a-nuestros-miembros.
/ 60
jornadas de reflexión interna acerca de qué se investiga en este Instituto, cómo
se investiga, y cómo se organiza el trabajo de investigación en lo individual y en lo
* Elaborado por José Ma. Serna de la Garza. Investigador titular B de tiempo completo en el Instituto de Investiga-
ciones Jurídicas, UNAM. SNI nivel III. ORCID: 0000-0002-6308-7591.
respeta o no por los ciudadanos y ciudadanas, por los destinatarios de las nor-
mas jurídicas. O la existencia de otras normatividades distintas a la del Estado,
pero que también regulan las conductas de ciertas colectividades o grupos de
personas.
130
Una pregunta relevante es: ¿deben las y los investigadores de este Instituto dedicar-
se a analizar solamente alguno de estos fenómenos jurídicos y los problemas que plantean?
En relación con esta pregunta, en los tres grupos de trabajo la discusión se centró en
las siguientes palabras clave: metodología, complejidad, interdisciplina, multidisciplina, trans-
disciplina, y una frase clave adicional que formulo de la siguiente manera: investigación básica
versus investigación aplicada. A continuación, mencionaré algunas ideas, cabos sueltos, la
verdad, respecto a los que considero sería relevante seguir reflexionando y discutiendo en
otras oportunidades.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
7. Sobre metodología:
a) No hay, ni puede haber, una sola metodología para aproximarse al estudio y
análisis de los fenómenos jurídicos y los problemas que cada uno de ellos
plantea.
131
b) Cada problema exige ser abordado con una metodología adecuada y especí-
fica para el estudio y análisis del mismo.
c) Lo anterior lleva necesariamente a aceptar una premisa básica del trabajo que
se hace en el IIJ: el pluralismo metodológico.
d) Lo más relevante a cuidar en este contexto de pluralismo metodológico es que
cada metodología empleada tenga el rigor, la seriedad que las comunidades
científicas nacionales e internacionales se han dado a lo largo de siglos de dis-
cusión, y la generación de ciertos estándares de trabajo científico de calidad.
Es decir, que la metodología empleada por cada uno de nosotros se corres-
ponda con dichos estándares.
8. Sobre complejidad: los fenómenos jurídicos y los problemas que plantean suelen
ser complejos. Suele ser el caso de que no pueden ser estudiados y analizados
desde la perspectiva de una sola disciplina. Ello exige una aproximación inter-
disciplinaria al estudio de los problemas y los objetos de estudio. Ello es válido
incluso si adoptamos una perspectiva interna dentro del derecho: puede haber
interdisciplina, por ejemplo, entre el derecho constitucional, el derecho internacio-
nal público y el derecho administrativo.
10. Se planteó también en los tres grupos de trabajo la cuestión de que si en el IIJ
debe hacerse investigación básica o investigación aplicada. Mi impresión es que
estos dos enfoques no son excluyentes, sino complementarios y que, en ejercicio
de la libertad de investigación, cada investigador, en lo individual, puede cargarse
hacia un lado o hacia otro, dependiendo también del tipo de fenómeno jurídico
que estudia. Y lo mismo puede decirse de los proyectos de investigación colec-
tivos, si bien en este caso las autoridades del Instituto pueden inducir hacia un
lado o hacia otro, como política institucional para contribuir a resolver cierto tipo
de problemas.
Lo anterior, sin perder de vista el deber que como parte de la Universidad Nacional
tenemos de contribuir a resolver los problemas nacionales. Y tampoco sin perder de vista el
consejo que se deriva del título de un ensayo, escrito por una colega alemana, “No hay nada
más práctico que una buena teoría”.
11. Por último, menciono tres ideas más que percibo surgieron en la jornada de ayer
en torno a cómo mejorar la organización del trabajo de investigación en el IIJ:
a) Romper con el confinamiento académico y encontrar espacios y mecanismos
para compartir ideas, dialogar, y algo más básico: conocernos entre quienes
/ 60
formamos parte de este Instituto y conocer lo que cada uno investiga.
/ 60
A lo largo del texto argumentaré que el derecho se presenta de múltiples formas, por
Pero los DD HH son algo más que normas jurídicas positivas. Cuando miramos los
enfrentamientos políticos entre las organizaciones no gubernamentales (ONG) o los colecti-
vos de familiares de personas desaparecidas con los gobiernos, vemos que tales derechos
también son relaciones de poder; cuando esos conflictos escalan a la esfera internacional en
los sistemas interamericano o universal, los DD HH también son relaciones internacionales;
cuando miramos un proceso de apropiación de los DD HH por las y los distintos actores en
/ 60
políticos.
Como discursos políticos, los DD HH pueden ser tanto de izquierda como de de-
recha, tanto progresivos como conservadores. Por ejemplo, podemos construir un discurso
136 tanto para oponernos como para apoyar la interrupción legal del embarazo. En el primer caso
usarán el derecho a la vida, en el segundo los derechos de la mujer sobre su propio cuerpo,
sexuales y reproductivos, y el libre espaciamiento de sus hijos. Incluso, cuando los DD HH no
sólo son apropiados por los actores, sino que son constitutivos de su identidad, se convierten
en discursos performativos, como sucede con sus defensores, o con algunas comunidades
indígenas cuyos derechos se ven en peligro por megaproyectos de cualquier tipo, y no sólo
enarbolan discursos de DD HH para defenderlos, sino que se apropian y se constituyen con
esos discursos que representan sus usos y costumbres, vaya, su forma de vida.
2 Idem.
3 Vázquez, Daniel, Test de razonabilidad y derechos humanos: instrucciones para armar. Restricción, igualdad y no
discriminación, ponderación, contenido esencial de derechos, progresividad, prohibición de regresión y máximo
uso de recursos disponibles, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2016, p. 193, disponible en:
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=4254.
de los derechos humanos y el derecho constitucional para desarrollarlo. Pero cuando son
relaciones de poder, necesitamos de la sociología política y jurídica; cuando son discursos,
además de las dos anteriores, requeriremos de la lingüística. Cuando el discurso se torna
performativo, la antropología jurídica y la sociología de la identidad se tornarán relevantes.5 A la
par, los DD HH también pueden ser analizados desde las relaciones internacionales, desde las
políticas públicas y los presupuestos,6 o desde la historia.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
¿Cuándo estamos frente a un fenómeno jurídico?
Los DD HH son todas esas cosas que desarrollamos en el acápite anterior, pero no
todas esas expresiones se pueden considerar fenómenos jurídicos. ¿Cuándo estamos frente
a un fenómeno jurídico? Cuando analizamos las distintas implicaciones de una norma.
137
Un primer campo del derecho, el más reconocido y analizado desde el mundo jurí-
dico, será el de las normas positivas. La reforma constitucional en materia de DD HH de 2011
y todas sus implicaciones en el mundo del derecho positivo es el ejemplo de este campo.7
4 Vázquez, Daniel y Estévez, Ariadna (coords.), Los derechos humanos en las ciencias sociales. Una perspectiva
multidisciplinaria, 2a. ed., México, FLACSO, México, 2019, 304 pp.
5 Ansolabehere, Karina y Vázquez, Daniel, “Trayectorias identitarias de los defensores de derechos humanos en
México”, Estudios Sociológicos, México, vol. XXV, num. 105, 2017, pp. 517–545.
6 Vázquez, Daniel y Delaplace, Domitille, “Public Policies from a Human Rights Perspective. A Developing Field”,
Sur. International Journal on Human Rigths, núm. 14, enero-junio de 2011, pp. 33–62.
7 Salazar, Pedro (coord.), Caballero, José Luis y Vázquez, Daniel, La reforma constitucional sobre derechos huma-
nos. Una guía conceptual, México, Senado de la República, Instituto Belisario Domínguez, 2014; Serrano, San-
dra y Vázquez, Daniel, op. cit.
Primer ejemplo, todo lo relacionado con los usos y costumbres de las comunidades
indígenas. La forma de descubrir cómo se construye un determinado orden en una comuni-
dad requiere de un acercamiento propio de la antropología jurídica y es, sin duda, empírico.
/ 60
Pero podemos ir más allá y preguntarnos ¿cómo se construye el orden en una determinada
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
8 Vázquez, Daniel, Captura del Estado, macrocriminalidad y derechos humanos, México, FLACSO-México-UNAM,
Instituto de Investigaciones Jurídicas-Fundación Böll, 2019, pp. 245, disponible en: https://mx.boell.org/
es/2019/12/16/captura-del-estado-macrocriminalidad-y-derechos-humanos.
/ 60
ción de los derechos.9 También nos hemos preguntado el papel de la matriz de estatalidad en
9 Ansolabehere, Karina et al. (coords.), Entre el pesimismo y la esperanza: los derechos humanos en América
Latina. Metodología para su estudio y medición, México, FLACSO-México, 2015.
10 Idem; Serrano, Sandra y Vázquez, Daniel (coord.), Crisis de estatalidad y violaciones a derechos humanos, Mé-
xico, FLACSO-México, 2021, p. 254.
11 Vázquez, Daniel, Captura del Estado, macrocriminalidad y derechos humanos…, cit.
12 Vázquez, Daniel, Corrupción y derechos humanos. ¿Por dónde comenzar la estrategia anticorrupción?, Estados
Unidos, Peter Lang, 2018, p. 352.
13 Vázquez, Daniel, Impunidad y derechos humanos. ¿Por dónde comenzar la estrategia anti-impunidad?, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2021, p. 29, disponible en: https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/
detalle-libro/6447-impunidad-y-derechos-humanos.
14 Serrano, Sandra y Vázquez, Daniel, Los derechos en acción. Obligaciones y principios…, cit.
no es dueño de mí, de mi cuerpo y de los productos que genero con el trabajo de mi cuerpo,
nacen un conjunto de derechos a favor de las personas. Más aún, es el paso del súbdito al
ciudadano y la construcción del sujeto de derechos. El origen de los derechos subjetivos está
aquí (no es casualidad que los DD HH sean derechos subjetivos), y es tan potente como esa
resistencia frente al poder absoluto del rey.
Sin embargo, en pleno siglo XXI, en donde las monarquías absolutas claramente han
sido derrotadas y nadie disputa que todas las personas tenemos un conjunto de derechos,
el problema no está en la asignación de los derechos, sino en su ejercicio. Por ende, nuestra
(propuesta de Serrano y Vázquez)15 es comprender a la universalidad ya no como que todas
/ 60
las personas tenemos un conjunto de derechos, sino como que todas las personas debería-
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
El punto central de esta sección es dejarle claro al lector que el derecho, como
fenómeno jurídico, va más allá del derecho positivo. Que hay varios campos o fenómenos
jurídicos que son relevantes, y que la aproximación a ellos requiere tanto de ciencias como de
metodologías empíricas.
15 Idem.
16 Serrano, Sandra (coord.), Situar, vincular y enmarcar. Breviario de herramientas de análisis de contexto para la
búsqueda de personas desaparecidas y la investigación de desapariciones, México, DragonLab-Observatorio
sobre Desaparición e Impunidad en México-USAID, 2021, p. 92, disponible en: http://dragonlab.mx/toolkit/. An-
solabehere, Karina et al., Violaciones, derechos humanos y contexto: herramientas propuestas para documentar e
investigar, México, FLACSO-México-International Bar Association’s Human Rights Institute, 2017, p. 81, disponible
en: http://ru.juridicas.unam.mx/xmlui/handle/123456789/57168.
/ 60
Para elegir qué método debemos utilizar, la pregunta no es ¿cuál es el método del
No quiero cerrar esta reflexión sin hacer dos apuntes más sobre lo que considero
crucial cuando construimos ciencia en el derecho. Primer apunte, la existencia de métodos
nos dice que se requieren reglas para construir conocimiento que se considere científico o,
en este momento, en un México con amplias regiones del país con gobernanza criminal, con
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
400 mil personas asesinadas entre 2007 y el momento que escribo estas letras, con más de
100 mil personas desaparecidas reconocidas oficialmente (250 mil si sumamos a las personas
cuyos restos fueron localizados, muchas más si consideramos la cifra negra, en especial de
migrantes), en donde se practica la tortura y la desaparición de forma generalizada, con cientos
142 de miles de personas desplazadas, y con 97 millones de personas, de los 126 millones de
mexicanos que somos, en condiciones de pobreza o vulnerabilidad social, lo más importante
para nosotros debiera ser hacernos preguntas relevantes que nos ayuden a encontrar solu-
ciones a este tipo de calamidades. Porque la Universidad Nacional Autónoma de México es
la más grande e importante universidad pública de México, y debiéramos concentrarnos en lo
que es realmente importante, ¿cierto?
/ 60
El derecho como ciencia
/ 60
los conflictos y la violencia, que en la región se manifiestan en diversos sectores
1. Debe aceptarse que entre los lenguajes más importantes del ser humano está
el lenguaje jurídico, con el cual se construyen instituciones, sociedades, fami-
lias y, en general, toda organización de la vida comunitaria. En este sentido, las
normas jurídicas expresan conceptos que se interpretan o aplican a contextos o
146 contenidos socioculturales y políticos específicos. Como las normas jurídicas son
en general indeterminadas y abstractas, nos preguntamos si dichos conceptos
implican una fijeza invariable de los contenidos. Como vimos anteriormente, estos
contenidos se dan en el espacio político debido a que el derecho y el principio de
legalidad deben ser congelados al concepto normativo.
La interrogante epistémica al respecto es saber si el derecho y sus normas acep-
tarían, vía hermenéutica, una visión flexible, es decir, si el contexto admite apertu-
ras de interpretación, aplicación, o si la visión epistémica es de cierre conceptual.
En efecto, en una norma jurídica un concepto está expresado con lenguaje téc-
nico jurídico, concepto que envuelve un principio y del cual nos interrogamos
si dicho principio se mantiene siempre fijo frente a contenidos o contextos que
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
2. Al respecto, hay algunos ejemplos que pueden ilustrar estas reflexiones episté-
micas:
a) El contrato de compraventa de nuestros códigos civiles latinoamericanos sos-
tiene que éste es de carácter consensual, en el que un comprador y un ven-
dedor acuerdan, sobre una cosa determinada, entregar y un precio a pagar, 147
proyectando, en general, una idea presencial de ambos contratantes.
Con el Internet y otros avances digitales surge el comercio electrónico, en el
que los dos personajes de la norma jurídica se transforman en cuatro sujetos
actuantes, aunque se mantienen los derechos y obligaciones de los dos ori-
ginales. En este caso estaríamos ante una aplicación flexible de la norma con-
ceptual sin desvirtuar su esencia.
b) Otro ejemplo que pudiera abonar estas ideas lo encontramos en la rendición
de pruebas a distancia, en la validez de resoluciones arbitrales de tribunales de
miembros no presenciales, la firma electrónica, las licitaciones públicas virtua-
les y el intercambio de correos electrónicos como prueba de solicitud de com-
pras, etcétera.
/ 60
s e r i e opiniones técnicas sobre temas de relevancia nacional
149