Comentario de 2 Corintios 4:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
no fijando nosotros la vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las
que se ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas.
2 de corintio 4:18. este versículo nos enseña que pongamos nuestra mirada a las
cosas celestiales, a lo que nos enseña la palabra de Dios, a obedecer sus
mandamientos, hacer su voluntad. por mucho que el hombre se afane todo
perecerá, así como neblina aparece, luego, se desvanece...pero él que cree en
Jesucristo permanecerán para siempre, por lo tanto, debemos ocuparnos en
agradar a Dios, en cada día ponernos a cuenta con él, en servirle en su obra que
es predicara Jesucristo. porque él es justo y todo lo que hagamos para obedecerlo
él nos recompensará, él cuida de todo nuestro ser, no deja escapar ningún detalle,
sabe lo mejor para nosotros, sigamos lo pero con una actitud de amor, de
sumisión, de bendecir a otros, de perdonar las ofensas, de ayudar al que
podamos, en hacer el bien, en procurar no hacerle daño a nadie, en no buscar
nuestros propios beneficios sino mirando al prójimo. entender que Dios quiere una
iglesia limpia y sin mancha.. entender que nuestra ciudadanía está en los cielos, el
cual Jesucristo transformará al cuerpo de la humillación nuestra, para que sea
semejante al cuerpo de la gloria suya...nuestro amor y corazón deben estar sujeto
a la eternidad porque allí. filipenses 3:20,21 viviremos eternamente.
4:18 — “no mirando… no se ven”. Aquí “mirar” significa apreciar, o considerar
como fin en sí. Pablo no hacía caso de las tribulaciones, ni del desgaste del
cuerpo físico, cosas que se veían solamente con el ojo físico.
“sino las que no se ven”. Se veían las tribulaciones con el ojo físico, pero Pablo
“miraba” (apreciaba) más bien las cosas que con el ojo físico no se pueden ver.
“pues las cosas… son eternas”. Esta es la razón de por qué Pablo no miraba las
cosas que se ven. Las que se ven (como las tribulaciones, el decaimiento del
cuerpo físico, etc.) son de esta vida y pasan; son temporales. Tales cosas, pues,
no le detenían en su camino hacia las metas espirituales. Tenía siempre la mirada
en las cosas que no se ven, por ser éstas eternas.
Considérense Col 3:2-4; Heb 1:13, Heb 1:27.
Lo que uno sufre por Cristo en esta vida le prepara para las glorias eternas. Es
parte de la disciplina de Dios para sus hijos.
Recuerdes mis amados hermanos que en la biblia existen más de 1800 promesas
que son para ti y para mí, afiancemos nos y pongamos la mirada en el Señor así
como pablo puso su Fe, Confianza y esperanza en el Señor.