CURSO: Derecho de Obligaciones
Practica calificada
Ensayo “Concurrencia de Acreedores de los Bienes Inmuebles”
Casación: N° 2760-2014 Lambayeque
DOCENTE:
Cesar Arturo Ayllon Valdivia
ESTUDIANTE:
Carmen Olivia García Guzmán
Perú
2004
1. Faltó mayor análisis jurídico utilizando doctrina, y/o legislación
comparada. Faltó citar todas sus fuentes de manera completa en formato
APA en cada párrafo y al final en la bibliografía. Observación del profesor
Concurrencia de Acreedores de los Bienes Inmuebles
Introducción:
La demandante, Santos Tapia Fernández, presentó una demanda contra Ana María
Lescano Lanos y Juan Alberto Polo Lescano, alegando ser la propietaria del inmueble
en disputa. La finalidad de la demanda es obtener la declaración a favor de la
demandante en cuatro aspectos: 1) el mejor derecho de propiedad del inmueble; 2) la
entrega del mencionado inmueble; 3) el pago de una indemnización por daños y
perjuicios; y 4) las costas y costos del proceso.
La sentencia de primera instancia declaró fundada en parte la demanda, estableciendo
que la demandante tiene un mejor derecho de propiedad sobre el lote de terreno en
disputa. Además, ordenó a los demandados entregar dicho lote a la demandante, bajo
apercibimiento de lanzamiento. La demanda de daños y perjuicios fue declarada
infundada por improbada, con imposición de costas y costos.
Sin embargo, tras la apelación, la sentencia de vista revocó la decisión de primera
instancia. Reformándola, declaró infundada la demanda en todos sus extremos.
Análisis:
Nuestro ordenamiento jurídico, a través de sus leyes, trata de delimitar y
reconocer de forma fáctica en los hechos donde se ciñen dos o más acreedores que
reclaman un mismo inmueble para que una de las partes pueda ser reconocida
ante la sociedad para que pueda disfrutar de sus bienes.
Cabe destacar que el principio establecido en el artículo 1135 del Código Civil aborda
la cuestión de bienes inmuebles y muebles. Este artículo establece que, cuando el
bien es inmueble y concurren diversos acreedores a quienes el deudor se ha
comprometido a entregarlo, se otorga preferencia al acreedor de buena fe cuyo título
ha sido primeramente inscrito. En ausencia de inscripción, se prefiere al acreedor cuyo
título sea de fecha anterior. En este último caso, se da prioridad al título que cuente
con un documento de fecha cierta más antigua.
La Sala Suprema concluye que la antigüedad del título no es el criterio primordial, sino
la inscripción en el Registro. En este sentido, los criterios señalados se orientan hacia
la preferencia del derecho de propiedad invocado por la demandante, quien registró de
manera oportuna la transferencia realizada por la anterior propietaria del bien.
El Artículo 1136º establece que, en caso de reclamaciones de diversos acreedores por
la entrega de un bien mueble, se dará preferencia al acreedor de buena fe a quien el
deudor realizó la tradición del bien, incluso si su título tiene fecha posterior. Si el
deudor no hizo entrega del bien, se favorecerá al acreedor cuyo título sea de fecha
anterior, priorizando el documento con fecha cierta más antigua.
Esta doctrina busca proteger a aquel que inscribe la propiedad en los Registros
Públicos, destacando la buena fe de dicho acto y buscando su reconocimiento en la
sociedad. De esta manera, el orden jurídico en el cual nos regimos, acoge el pedido de
la recurrente, al demostrar que a pesar que la fecha en la cual adquirió el bien
inmueble, tuvo la voluntad expresa de recurrir e inscribir la propiedad como acto de
buena fe, este acto ante nuestro ordenamiento jurídico prevalece ante solo la minuta
que los demandados pretender alegar que son propietarios a pesar que estos
adquirieron el bien inmueble en un tiempo anterior que la de la recurrente.
Lo que demuestra que la señora Santos Tapia Fernández (recurrente), se
encuentra en el ámbito de la RELACIÓN JURÍDICA REAL, donde nosotros
debemos de tomar acciones para proteger nuestros bienes inmuebles, actuando de
buena fe para que estos nos puedan ser transferidos, vendidos a terceros y se tutelen
los derechos de nuestros congéneres en los momentos que realizan actos jurídicos de
adquisición de bienes.
Es de esta manera, es muy importante el registro o publicidad de nuestros actos
jurídicos para que se puedan tutelar los actos de acuerdo de voluntades, por tal
motivo, nosotros ante la sociedad estamos reafirmando la adjudicación de nuestro
bien para poder hacer uso exclusivo de nuestro bien inmueble.
Definitivamente, existen muchos casos con respecto a la concurrencia de acreedores,
es por ello que mencionaré la CASACIÓN 3312-2013, JUNÍN, donde A”, propietario del
inmueble “X”, se lo vendió a “B” mediante minuta con firmas legalizadas del año 1991.
“B” tomó posesión del bien. Al año siguiente, “A” vendió nuevamente el mismo bien,
pero esta vez a favor de “C”, mediante escritura pública de 1992. “C” demandó a “B”
para que se le reconozca su mejor derecho de propiedad sobre el bien “X” y así poder
usar y disfrutar del mismo. mediante el cual la Corte Suprema resolvió el caso:
un caso resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la República para poder
comparar las situaciones y así poder dilucidar y cerrar las brechas para que este tipo
de eventos no sean cotidianas.
La casación 1988-2018 SAN MARTÍN implica el recurso interpuesto por el
demandante Hilder Pérez Tenorio contra el BBVA Banco Continental – Sucursal de
Moyobamba y Leonor Peña Domínguez. La Sala Civil permanente de Lima Este se
enfrenta al caso de concurrencia de acreedores por el terreno Lote N° 01 Manzana A
en la asociación San Hidebrando. Los recurrentes, Yuri Joel Ccora Chacón y Dina Alva
Guerrero, buscan ser titulares del predio. Los demandados, Marcelino Mendoza Apaza
e Isidiro Angélica Chávez Zevallos, alegan haber adquirido el predio en un acuerdo de
voluntades con la Asociación San Hidebrando.
Aunque el presidente de la asociación vendió el predio a los demandados en 1990, es
importante señalar que el predio estaba en litigio, ya que Marcelino Mendoza Apaza e
Isidiro Angélica Chávez Zevallos se presentaban como propietarios en ambas partes.
Esto genera una inseguridad jurídica donde se atribuye el "mejor derecho a la
propiedad" según nuestro ordenamiento, respaldado por la acción declarativa de
dominio establecida en el artículo 245 de nuestro Código Civil. Así, se favorece al
recurrente al atribuirle la fecha cierta, protegiendo sus derechos al registrarlos.
Se destaca la importancia de la publicidad de los bienes inmuebles ante los registros
públicos para garantizar el goce de derechos sobre los mismos. En ambos casos, la
casación utilizó recursos como la fecha cierta y el artículo 1135 de nuestro Código Civil
para salvaguardar los derechos sobre los bienes inmuebles de los ciudadanos.
Conclusiones
Luego de presentar las dos casaciones que mencioné, es evidente que, según nuestro
Código Civil, siempre existirá una parte que, a pesar de haber depositado su confianza
en un tercero para celebrar un contrato, será perjudicada por las acciones de
individuos sin escrúpulos. Considero que es crucial proteger de manera más efectiva
los intereses de todos nuestros congéneres. En la legislación, no solo debemos
salvaguardar el derecho de una persona basándonos en una fecha específica o en el
registro previo del bien en los Registros Públicos. Esto sería injusto con aquellos que
actuaron de buena fe, ignorando que deben proceder de cierta manera al adquirir un
bien inmueble para evitar pérdidas.
Por ende, propongo una revisión exhaustiva de la legislación para abordar todos los
aspectos relacionados con la adquisición de bienes, garantizando una transacción sin
problemas a futuro. Reconozco que el desconocimiento de la ley no exime de
obligaciones y responsabilidades, pero considero injusto que personas con intereses
ajenos y que perciben la vulnerabilidad de algunos individuos terminen siendo
perjudicadas por la normativa vigente. El derecho no es estático y evoluciona con el
tiempo para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad.
Por lo tanto, el hecho de que el Art. 1135 haga referencia a quién tutelará el derecho
de gozar de un bien inmueble no es suficiente, dado que estos casos son recurrentes.
Como sugerencia, podríamos clasificar los bienes en registrados y no registrados. Al
celebrar contratos de compra-venta, estos deberían registrarse automáticamente para
evitar la enajenación por parte de terceros de mala fe. Desde mi perspectiva, este tipo
de cambio en nuestro ordenamiento jurídico resultaría necesario.
En respuesta a la pregunta inicial, creo que la tutela debe otorgarse a quien ha inscrito
su adquisición en los Registros Públicos para proteger su inmueble. Sin embargo,
también creo que las personas que actúan de buena fe al adquirir un bien deben
comprometerse a verificar positivamente si el inmueble tiene un dueño registrado,
evitando así situaciones adversas.
Referencias Bibliográficas:
1. Hernández Gazzo, J. L. (1993). Reflexiones para una propuesta en materia
de concurrencia de acreedores. IUS ET VERITAS, 4(7), 185-193.
Recuperado a partir de
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/iusetveritas/article/view/15409
2. Solís Córdova , M. (2020) concurrencia de acreedores en la transferencia
de bienes https://content.lpderecho.pe/wp-content/uploads/2020/09/PPT-
concurrencia-de-acreedores-por-Mario-Solis-C%C3%B3rdova-1.pdf
3. Código Civil. (1984). La concurrencia de acreedores de bien inmueble.
Artículo
1135 -1136
4. Corte suprema de la justicia de la republica sala civil transitoria . Casación N°
3312 –2312- 2014 Junín.
https://static.legis.pe/wp-content/uploads/2018/09/Casacion-3312-2013-Junin-
legis.pe_.pdf
5. Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República.
Casación N° 2760 – 2014 Lambayeque.
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/
22fc09804e95a607a2ccf2f7407ecb92/Resolucion_2760-2014.pdf?
MOD=AJPERES&CACHEID=22fc09804e95a607a2ccf2f7407ecb92