Lectura de imágenes y alfabetización visual:
el caso de la fotografía
Elke Köppen
Universidad Nacional Autónoma de México
La disminución de la capacidad lingüística no sólo se debe, ciertamente, al
auge del interés por la técnica. Factor de igual importancia es el continuo
flujo de estímulos visuales que satisfacen al niño en forma de cómics, tebeos,
movies e historietas ilustradas, y restringen el potencial de su experiencia
lingüística debilitando la fuerza de su imaginación. […] Si conseguimos
inducir sistemáticamente al niño a una experiencia lingüística positiva antes
que los cómics, las revistas ilustradas y toda la avalancha de imágenes que
presentan los medios de comunicación de masas se hayan posesionado de
su mente, le estaremos ayudando a desarrollarse como ser humano.
Richard Bamberger
V ivimos en un mundo inundado por imágenes difun-
didas por los medios impresos y electrónicos. Hoy en
día los teléfonos celulares, hasta recientemente sim-
ples aparatos de comunicación móvil, cuentan con cámaras
potentes para tomar fotografías y grabar videos de calidad
que se pueden subir a la red para compartirlos en las re-
des y potencialmente a nivel global. Este panorama que se
caracteriza por la sobreproducción de imágenes de muy di-
versa índole ha acarreado una amplia gama de problemas y
desafíos que ocupan la atención de especialistas de varias
disciplinas de conocimiento.
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Hacia la construcción de la imagen…
En el ya lejano año de 1975 la unesco publica un libro de
Richard Bamberg, un intelectual austriaco preocupado por
la pérdida de la capacidad lingüística y que los niños ya no
leen, y culpa en gran medida a la seducción por las imáge-
nes. Si en los años setenta del siglo pasado la situación fue
declarada ya crítica, en el momento actual, con la omnipre-
sencia y desmesura productora de imágenes por los medios
digitales, es aún más aguda.
Pareciera que este problema de la lectura y la disminu-
ción de la capacidad lingüística de los niños y adolescentes
concierne resolver sobre todo a los educadores y, por ex-
tensión, a los bibliotecarios, acompañado esto de una la-
bor enfocada en el entorno familiar. ¿Pero qué significa la
omnipresencia y la revaloración de las imágenes frente al
texto impreso para la bibliotecología y los estudios de la
información?
El lugar de lo visual en la bibliotecología era, y en cierta
medida sigue siendo, marginal y las imágenes son predomi-
nantemente concebidas como subordinadas al texto en ca-
lidad de ilustración al menos que se trate de libros de arte.
Guillermo Alfaro lo resumen de la siguiente manera:
El campo bibliotecológico cuya matriz constructiva está fundada
en el objeto información registrada, repito no en la teoría de tal
objeto, se aboca privilegiadamente a aquella que corresponde a
la multiforme palabra impresa, sin que sea considerado del todo
el vasto y vertiginoso universo de la información registrada en su
integridad. Por lo que otras manifestaciones de la información re-
gistrada quedan marginadas o se les da poca importancia dentro
del ámbito bibliotecario.1
1 Véase capítulo 1 de este mismo volumen: “Problemas en la construcción
de la imagen y la lectura de imagen como objetos de estudio en el campo
bibliotecológico”, de Héctor Guillermo Alfaro.
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
Para que en la bibliotecología y los estudios de la infor-
mación la imagen como portadora de información pueda
ocupar su lugar merecido, Alfaro argumenta que es necesa-
rio llevar a cabo un proceso de construcción epistemológi-
co tanto de la imagen como de su correspondiente lectura,
para configurarlos como objetos de estudio bibliotecológi-
cos. Pero Alfaro explica que para que se lleve a cabo tal
construcción epistemológica antes, como prolegómeno, se
tienen que exponer los problemas que tal empresa cognos-
citiva conlleva. Para ello el supuesto del que parte es que,
para fines bibliotecológicos, las imágenes son información
registrada; que de hecho la información registrada es el ob-
jeto central de estudio de esta ciencia.
Aunque el concepto de información registrada incluye
en la actualidad “[…] información registrada en cualquier
soporte”2 o, dicho de manera más explícita, corresponde a
un “[…] conjunto de datos registrados intencionalmente de
manera numérica, alfabética y gráfica”,3 el problema enton-
ces se enfocaría en la valoración de la información visual
registrada y la falta de su teorización adecuada en la biblio-
tecología. Apoyándose en conceptos de Bachelard como
son los de ruptura epistemológica y obstáculo epistemoló-
gico, Alfaro especifica que para remover los obstáculos que
han contribuido a que no se haya podido construir la ima-
gen y su lectura como objetos de estudio bibliotecológicos,
debido a la primacía de la información registrada fundada
en la palabra escrita, así como una concepción marcada-
2 Agustín Gutiérrez Chiñas, “Principales denominaciones que se utilizan para
nombrar los conceptos de la bibliotecología / documentación / ciencia de
la Información”, en Miguel Ángel Rendón Rojas (coord.), El problema del
lenguaje en la bibliotecología / ciencia de la información / documentación.
Un acercamiento filosófico-teórico, p. 39.
3 Valentino Morales López, “¿Una o varias ciencias encargadas del estudio de
la información registrada y organizada?”, en Documentación de las Ciencias
de la Información, p. 209.
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Hacia la construcción de la imagen…
mente empírica de tales objetos, es procedente llevar a cabo
una ruptura epistemológica que permita ampliar la concep-
ción de información registrada para que incluya los objetos
visuales, esto es, la especificidad diferencial de su informa-
ción. La ruptura epistemológica podrá dar la pauta para ha-
cer de la imagen y la lectura de la misma objetos integrados
en la bibliotecología en pie de igualdad e interaccionando
con aquellos objetos cuya información registrada se funda
en la palabra escrita.
Responder a este desafío exige entender a profundidad
el carácter y las especificidades de este tipo de información.
Veamos el caso de la fotografía, que ocupa un lugar prefe-
rencial entre las imágenes visuales por tratarse de imágenes
técnicas hechas por un aparato que conlleva cargas de ob-
jetividad y estatus de evidencia (ver para creer), mientras
que las pinturas y los dibujos son ampliamente reconocidos
como representaciones subjetivas de la realidad.
La complejidad de la imagen fotográfica
y su lectura
La fotografía no es el “lápiz de la naturaleza” como Talbott,
uno de los pioneros de la nueva técnica de representación,
la había definido. No es un autorretrato de los objetos re-
gistrados, sino una interpretación de la realidad. Existe un
fotógrafo que toma decisiones entre una gran variedad de
posibilidades técnicas, de accesorios y de momentos para
disparar la cámara.
A continuación algunas imágenes y aspectos específicos
que ejemplifican que mirar las imágenes no es suficiente
para entenderlas:
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
La técnica fotográfica
Figura 1: Boulevar du Temple.
Esta fotografía tomada por Daguerre en 1839 desde la ven-
tana de su casa capta una escena urbana donde las calles ya-
cen vacías. Sin embargo aparecen dos personas (un boleador
de zapatos y su cliente), lo que sugiere una hora de actividad
callejera. Para una interpretación correcta de esta imagen es
necesario tomar en cuenta aspectos técnicos de la fotografía,
ya que el tiempo de exposición requerido en aquella época
era tan largo que todos los objetos en movimiento, como las
carretas o los peatones, no salen en la foto.
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Hacia la construcción de la imagen…
El encuadre o lo que no se ve
Figura 2: Soldados en la guerra de Irak
Si analizamos estas imágenes podemos percibir que el
encuadre, o el recorte de la realidad, imponen la interpre-
tación de las imágenes. Mientras la fotografía de la dere-
cha muestra un gesto humanitario, la de la izquierda capta
un acto de amenaza. Solamente la fotografía al centro nos
muestra la dualidad de la situación. Este ejemplo exhibe
con claridad el potencial de los recortes y su posible uso
para finalidades muy distintas.
El embellecimiento de las fotografías
Figura 3: Embellecimiento material y digital
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
Estas tres fotografías nos muestran que la belleza de esta
modelo es perfeccionada, primero con maquillaje y después
digitalmente, para aparecer en la portada de una revista de
modas.
Figura 4: Retoque
También los políticos necesitan una “ayuda” para escon-
der sus defectos en las fotografías. La canciller alemana
Angela Merkel suda como cualquier ser humano, pero la
mancha de sudor fue eliminada de la imagen publicada.
Con las técnicas de mejoramiento de las imágenes, las
revistas nos venden una perfección que no corresponde a
la realidad, pero que nos oprime por no ser tan perfectos,
esbeltos y bellos.
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Hacia la construcción de la imagen…
Imágenes posadas
Figura 5: “Manifestación”
Tenemos aquí una fotografía que “indudablemente” re-
presenta a una manifestación. Pero si observamos la ima-
gen con más detenimiento y leemos las consignas en las
pancartas, algo nos parece incoherente. Los tres personajes
en primer plano no son iguales en su outfit a las personas
en el fondo, lo que sugiere una puesta en escena de estas
figuras. Efectivamente, esta fotografía es una imagen publi-
citaria para promover una marca de ropa juvenil eligiendo
como escenificación la metáfora de una marcha.
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
Figura 6: Ejecución
Las dos imágenes muestran una escena previa a una eje-
cución. Sin embargo en la primera fotografía no se refleja
miedo en el rostro de la mujer joven y hay un transeúnte
que parece no inmutarse ante los hechos. Estos son indicios
que no se trata de una escena real sino una imagen posada.
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Hacia la construcción de la imagen…
En efecto, se trata de una propuesta “artística” que alude a
la famosa fotografía de la guerra de Vietnam que vemos a
la derecha.
Imágenes trucadas
Figura 7: Monstruo de Loch Ness
Gran sensación causó en 1934 la célebre foto tomada por
el cirujano Robert Wilson y publicada en el Daily Mail, que
parece mostrar una enorme criatura de cuello largo y cabe-
za de serpiente deslizándose por el agua: Nessi, el monstruo
de Loch Ness. Después se supo que todo fue un engaño,
pero la imagen quedó grabada en la memoria colectiva.
Figura 8: Manipulación creativa
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
No todas las fotografías trucadas son tan obvias como
ésta. Claramente es una broma que se sirve de las herra-
mientas computacionales de edición de imágenes. Una lec-
ción es que siempre hay que preguntarse si una imagen es
realmente viable. Sin embargo existen intervenciones más
profesionales que sugieren un realismo absoluto.
Figura 9: Gente en movimiento
En esta escena callejera se ve gente caminando en la ban-
queta y entrando y saliendo de un edificio. Aunque las som-
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Hacia la construcción de la imagen…
bras corresponden, hay algo raro que llama la atención: las
piernas se entrelazan en algunos puntos lo que posiblemen-
te llevaría a algunos tropiezos o, por lo menos, a una bofeta-
da de la mujer (segunda de la izquierda) por el acercamiento
atrevido del peatón a su espalda. En realidad, la imagen está
compuesta por varias fotografías tomadas en el mismo lugar
con diferencia de poco tiempo que permitió que no cambia-
ran las condiciones de luminosidad de la toma.
Mientras en la fotografía analógica era más fácil detectar
los cambios realizados a posteriori, en la fotografía digital no
queda rastro aparente. Por lo mismo, al analizar imágenes se
debe poner atención a las fuentes de iluminación de los obje-
tos (sombras y reflejos en los ojos) o repeticiones exactas de
diferentes áreas. Hoy en día existen programas de computa-
ción que realizan el análisis de imágenes digitales a nivel de
pixeles y que son capaces de detectar tanto áreas repetidas
como la distribución no coherente de pixeles.4 A nosotros
nos queda solamente entrenar el ojo crítico.
Conocimiento y acceso intelectual
a las imágenes fotográficas
Del Valle considera “[…] la fotografía como un documen-
to integrado por soporte e información transmisor de un
mensaje codificado que exige un esfuerzo descodificador
por parte del destinatario.”5 La lectura de una imagen abar-
ca dos niveles de análisis.6 A nivel objetivo o denotativo se
4 Véase Hany Farid, “Digital forensics: 5 ways to spot a fake photo”, en Scien-
tific American.
5 Félix del Valle Gastaminza, “La dimensión documental de la fotografía”, en
Félix del Valle Gastaminza (ed.), Manual de documentación fotográfica, p.
13.
6 Roberto Aparici y Agustín García-Matilla, Lectura de imágenes, p. 102.
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
busca identificar y describir los sujetos o elementos con-
tenidos en la imagen. Este nivel también incluye el análi-
sis formal; es decir, toma en cuenta las técnicas utilizadas
para producir la imagen y las formas de representación em-
pleadas. Un segundo nivel de lectura es el nivel subjetivo
o connotativo donde toda la atención se fija en detectar y
descifrar los mensajes codificados; o sea, su significado.
Para comprender en su plenitud una fotografía es nece-
sario, en primer lugar, tomar en cuenta el contexto específi-
co; es decir, todas las características relevantes del ambiente
en que encontramos una imagen. Dado que los conteni-
dos pueden tener múltiples significados, es precisamente el
contexto lo que limita la polisemia inherente de las fotogra-
fías y proporciona un horizonte interpretativo. En segundo
lugar debe considerarse la historia de la producción, ya que
ésta no se puede reducir a su contenido informativo y a
sus cualidades sensoriales. Concebidas como artefacto, las
fotografías tienen una historicidad dependiente de aspectos
tecnológicos y de materialidad que son importantes para
entenderlas como documento-objeto. Por último, hay que
insistir que una imagen no existe sin la mirada humana, por
lo que la recepción se vuelve parte íntegra de los factores
que hay que tomar en cuenta para hacer un análisis visual
completo; esto es, una lectura analítica que considere tam-
bién las subjetividades implicadas. Esto presenta un desafío
para los prestadores de servicios de información y la catalo-
gación, ya que una descripción básica con la que se puede
identificar un documento escrito, no es suficiente para tener
acceso a una imagen particular. Una fotografía de un mismo
evento defiere enormemente de otra tomada desde otro án-
gulo, con un encuadre diferente, con objetos o personas en
primer plano, etcétera. Ni siguiera la copia de un negativo
fotográfico es igual a otra copia.
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Hacia la construcción de la imagen…
Resumiendo: “leer” una imagen no es lo mismo que con-
sumirla pasivamente o analizarla superficialmente, sino que
requiere de un alto grado de alfabetización visual que es
la capacidad no sólo de ver y reconocer, sino también de
entender las imágenes al descifrar los mensajes codificados
gráficamente, una tarea muy compleja.
Alfabetización visual: una tarea
para las bibliotecas públicas
Según Félix del Valle,7 para hacer lectura de imágenes se
necesitan y se deben adquirir competencias amplias:
• La iconográfica, que permite identificar las formas y
asociarlas con el mundo real
• La narrativa, que permite establecer secuencias narrati-
vas entre los elementos que aparecen en la imagen
• La estética, que permite valorar la vertiente compositiva
de la imagen
• La enciclopédica, que permite identificar los elementos
contenidos en la imagen
• La lingüística-comunicativa, que permite describir me-
diante palabras el contenido de la imagen
• La modal, que permite interpretar el espacio y el tiempo.
Desarrollar o reforzar estas competencias es tarea princi-
pal de la promoción de la lectura de imágenes.
Promover la lectura de imágenes desde el ámbito de las
bibliotecas públicas es un reto que requiere de una capa-
citación previa del personal para que después pueda dise-
7 Véase Félix del Valle Gastaminza, “El análisis documental de la fotografía”,
pp. 11-12.
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
ñar propuestas concretas para grupos de usuarios, y ofrecer
talleres específicos que puedan abarcar temas concretos
como, por ejemplo, el análisis de imágenes de violencia, el
rol de las mujeres, imágenes publicitarias y sus mensajes
ocultos, imágenes de guerra, portadas de revistas, etcétera,
y su tratamiento en diferentes medios y desde diferentes
perspectivas ideológicas. Solamente la imaginación y los re-
cursos ponen un límite a las posibilidades de acción.
Precisamente para que toda esta avalancha de imágenes
no se posesione de nuestra mente como alertó Bamber-
ger, que nos manipule y enajene, es necesario darles a las
imágenes en bibliotecología, el valor epistémico merecido
como objeto de estudio. Y ayudar a formar individuos alfa-
betizados en lo visual significa también formar ciudadanos
del mundo que miren sin prejuicios y que estén an atentos
a las intenciones ocultas y las cargas ideológicas encripta-
das en todo el bombardeo visual al cual están expuestos.
Sólo así, el postulado “ver para creer” podrá ser sustituido
por un “no creer para ver”.
Referencias bibliográficas
Aparici, Roberto y Agustín García-Matilla, (1989), Lectura de imáge-
nes, Madrid, De la Torre, 3ª. ed.
Bamberger, Richard (1975), La promoción de la lectura, Barcelona,
Promoción Cultural; París, unesco.
Farid, Hany (2008), “Digital forensics: 5 Ways to Spot a Fake Photo”,
en Scientific American, 2 de junio.
Fontcuberta, Joan (1998), El beso de Judas. Fotografía y verdad,
Barcelona, G. Gili, 2ª. Ed.
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Hacia la construcción de la imagen…
Gutiérrez Chiñas, Agustín (2004), “Principales denominaciones que
se utilizan para nombrar los conceptos de la bibliotecología /
documentación / ciencia de la Información”, en Miguel Angel
Rendón Rojas (coord.), El problema del lenguaje en la bibliote-
cología / ciencia de la información / documentación. Un acer-
camiento filosófico-teórico, México, iibi-unam, pp. 33-47.
Moles, Abraham A. (1991), La imagen. Comunicación funcional,
México, Trillas, Sigma (reimpr. 1999).
Morales López, Valentino (2005), “¿Una o varias ciencias encarga-
das del estudio de la información registrada y organizada?”,
en Documentación de las Ciencias de la Información, vol. 28,
pp. 197-210.
Valle Gastaminza, Félix del, “El análisis documental de la fotogra-
fía”, Madrid, Universidad Complutense, versión 2001, 28 pp.
(consultado en http://www.ucm.es/info/multidoc/prof/fvalle/
artfot.htm el 10 de diciembre de 2008).
Valle Gastaminza, Félix del (1999), “La dimensión documental de
la fotografía“, en Félix del Valle Gastaminza (ed.), Manual de
documentación fotográfica, Madrid, Síntesis, 1999, pp. 13-18.
Créditos de las figuras
Figura 1: Tomada de http://upload.wikimedia.org/wikipedia/
commons/d/d3/Boulevard_du_Temple_by_Daguerre.jpg
Figura 2: Fotografía de Úrsula Dahmen, tomada de https://-ge-
rinphotography.files.wordpress.com/2014/07/irak-krieg-ursu-
la-dahmen.jpg
Figura 3: Tomada de http://www.wdr.de/tv/applications/fernse-
hen/wissen/quarks/pdf/Q_Schoenheit.pdf
Figura 4: Tomada de http://img01.lachschon.de/images/loh-
1122402005.jpg
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Lectura de imágenes y alfabetización visual: el caso de la fotografía
Figura 5: Fotografía de Carl de Keyzer tomada del catálogo de la ex-
posición Wirklich wahr! Realitätsversprechen von Fotografien,
Ruhrlandmuseum, Essen, Ostfildern-Ruit: Hatje Hantz Verlag,
2004. p. 74.
Figura 6: Fotografías de Liu Jing (izquierda) y Eddie Adams (dere-
cha), tomadas del catálogo de la exposición Wirklich wahr!
Realitätsversprechen von Fotografien, Ruhrlandmuseum, Es-
sen, Ostfildern-Ruit: Hatje Hantz Verlag, 2004, pp. 72 y 73.
Figura 7: Tomada de http://i1.mirror.co.uk/incoming/arti-
cle1824116.ece/alternates/s2197/Slider-Lochness.jpg
Figura 8: Tomada de http://media.lelombrik.net/t/cebb12bcb0f409
ad84c02d295ce92a70/p/01.jpg
Figura 9: Fotografía de Bernd Timmermann, tomada del catálogo
de la exposición Wirklich wahr! Realitätsversprechen von Foto-
grafien, Ruhrlandmuseum, Essen, Ostfildern-Ruit: Hatje Hantz
Verlag, 2004, p. 149.
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