Ordenes
Griego
Orden Dorico
El orden dórico es el más antiguo y robusto de los tres órdenes griegos. Su columna tiene una
altura de cuatro a seis veces y media el diámetro del fuste en su extremo inferior y sostiene un
entablamento (sistema estilizado de vigas y cabezas de viga) cuya altura es una cuarta parte la
de la columna.
El fuste de la columna dórica descansa directamente, sin basa, sobre el estilóbato, y está
surcado por 20 estrías o acanaladuras verticales, separadas por aristas vivas o filos agudos. El
capitel, que carece de astrágalo, consiste simplemente en uno o varios filetes o anillos
horizontales, un equino, más ancho por su terminación que por su arranque, y un ábaco
cuadrado. Cada orden tiene su propio entablamento distintivo, el cual, en todo caso, consta de
tres partes.
El orden dórico surgió en el continente griego durante el transcurso de finales del siglo VII a.C.E.
y siguió siendo el orden predominante para la construcción de templos griegos hasta principios
del siglo V a.C.E., aunque edificios notables del período Clásico, especialmente el Partenón
canónico en Atenas, todavía emplean ello. Para el 575 a.C.E el orden puede estar debidamente
identificado, siendo algunos de los primeros elementos supervivientes las placas metópicas del
Templo de Apolo en Thermon. Otros ejemplos tempranos, pero fragmentarios, incluyen el
santuario de Hera en Argos, capitales votivos de la isla de Egina, así como los primeros capitales
dóricos que formaban parte del Templo de Atenea Pronaia en Delfos, en el centro de Grecia. El
orden dórico encuentra quizás su expresión más completa en el Partenón (c. 447-432 a.C.E.) en
Atenas diseñado por Iktinos y Kallikrates.
Orden Jonico
El orden jónico, más esbelto que el anterior, tiene una basa de la que arranca la columna, cuya altura (basa y
capitel incluidos) equivale por lo común a unas nueve veces su diámetro inferior.
Tal como lo indica su nombre, el orden jónico se originó en la región costera de Jonia, situada al centro de Anatolia
(Turquía). Allí se establecieron varios asentamientos griegos antiguos, al igual que en las islas Cícladas al sureste
de Grecia, en el mar Egeo.
El desarrollo del orden jónico tuvo lugar a mediados del siglo VI a. C., y ya para el siglo V a. C. se había extendido
a la Grecia continental. Tanto el orden dórico como el jónico se originaron casi de manera simultánea, pero en las
costas opuestas del mar Egeo. Los órdenes griegos comenzaron siendo aplicados en la construcción de templos de
madera.
A medida que el orden jónico se fue desarrollando, se caracterizó por la incorporación de columnas más esbeltas y
elegantes, con capiteles en forma de volutas y una base en forma de plataforma. Estas características le confieren
un aspecto más refinado en comparación con el orden dórico, que es más sobrio y macizo.
El orden jónico se distingue por varios rasgos distintivos. En primer lugar, sus columnas son más esbeltas y altas que
las del orden dórico, con una proporción de aproximadamente 9 a 1. Además, los capiteles de las columnas
presentan dos volutas en forma de espiral, lo que les confiere un aspecto más decorativo y elegante.
Otra característica importante del orden jónico es su entablamento, que se divide en tres partes: el arquitrabe, la
frieze y el cornisamento. El arquitrabe es una banda lisa que descansa sobre las columnas, mientras que la frieze
está decorada con relieves y esculturas. Por último, el cornisamento es un elemento decorativo en forma de
moldura que remata el entablamento.
Existen varios ejemplos del orden jónico en el interior de la entrada de la Acrópolis (Propylaia) construida hacia el
437-432 a. C. En este templo también se utilizan las columnas jónicas. También se aprecia en la construcción del
Erecteón (421–405 a. C.), en la Acrópolis de Atenas.
Orden Corintia
El orden corintio es a la vez el último y el más elaborado de los órdenes clásicos de la arquitectura. El orden
se empleó tanto en la arquitectura griega como en la romana, con variaciones menores, y dio origen, a su
vez, al orden Compuesto. Como su nombre indica, los orígenes del orden estuvieron conectados en la
antigüedad con la ciudad-estado griega de Corinto donde, según el escritor arquitectónico Vitruvio, el
escultor Callimachus dibujó un conjunto de hojas de acanto rodeando una canasta votiva.
Parece ser que la primera vez que se utilizó fue en el templo de Apolo en Basas (420-400 a.C.), enmarcado
al fondo de la cella. En el templo de Zeus Olímpico (iniciado en 170 a.C.), un gran templo construido en
Atenas en la época helenística, sólo está presente en el exterior. El uso del estilo corintio permaneció con
intermitencias hasta la era de Augusto, en la que se convirtió en sinónimo del joven imperio.
En el orden corintio griego, las columnas eran delgadas y estriadas, lo que significa que tenían una serie
de líneas verticales cortadas en la superficie. El estilo tendió a ser esbelto y elegante. El elemento más
llamativo del orden corintio griego fue su capitel muy decorativo con un diseño de rollos y hojas
desplegadas de acanto.
El motivo de la hoja de acanto se basaba en una planta duradera con hojas con picos en todo el
Mediterráneo. En el entablamento corintio, el friso estaba generalmente decorado con continuos relieves
escultóricos, donde las figuras se levantaban de la superficie, pero no eran completamente independientes.
Alumna: Tania Vanessa Pineda Zamorano
Materia: Ergonomia y Antropometria
Profesor: Manuel Ignacio Panigua