0% encontró este documento útil (0 votos)
214 vistas14 páginas

1 La Ciudad de Los Promotores - Hall

Este libro trata sobre la historia del urbanismo en el siglo XX. Contiene 13 capítulos que analizan diferentes visiones y enfoques del diseño urbano desde 1880 hasta 2010, incluyendo temas como las ciudades industriales, los barrios para automóviles, y las comunidades autónomas. El autor agradece a varias bibliotecas y personas que lo ayudaron durante la investigación y redacción del libro.

Cargado por

Antonella Borda
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
214 vistas14 páginas

1 La Ciudad de Los Promotores - Hall

Este libro trata sobre la historia del urbanismo en el siglo XX. Contiene 13 capítulos que analizan diferentes visiones y enfoques del diseño urbano desde 1880 hasta 2010, incluyendo temas como las ciudades industriales, los barrios para automóviles, y las comunidades autónomas. El autor agradece a varias bibliotecas y personas que lo ayudaron durante la investigación y redacción del libro.

Cargado por

Antonella Borda
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 14

Peter Hall
-.
,
~lU a es
-
e anana
Historia del urbanismo
en el siglo XX

Ediciones del Serbal


Peter Hall

-
CIUDADES DEL MANANA
Historia del urbanismo en el siglo XX

Traducción de Consol Freixa

Ediciones , del Serbal



SUMARIO

PRÓLOGO 7

AGRADECIMIENTOS :................................................ 9

1. LAS CIUDADES DE LA IMAGINACIÓN


VISiones alternativas a la dudad de Dios, 1880-1987 11

2. LA CIUDAD DE LA NOCHE ESPANTOSA


LA rtru:ci6n anu los barrics pobres Ik la ciudad del siglo XIX:
ÚJfIdrtS, PaTÚ, Berlín, N~ York, 1880-1900 24

3. LA CIUDAD DE lAS VÍAS DE CIRCUNVALACIÓN


ABARROTADAS
Uu áTtas suburbanas tk tránsito masivo: Lotrt/res, París, &rlín,
Nueva York, 1900-1940 57

4. LA CIUDAD EN EL JARDÍN
lA sollldórl de la ciudad ;ardln: Londres, PIlJ'Ú, &rlln,
Nun'a York, 1900-1940............................................................................... 97

5. LA CIUDAD EN LA REGiÓN
El nacimiento de la planificación regional: Edimburgo, Nueva York, Lotufrr5,
1900-1940 147

6. LA CIUDAD DE LOS MONUMENTOS


• El movimiento tk la Ciudad Btlla: Chicago, Nueva Delhi, Most'Ú,
1900-1945 ..............................................•.................................................. 185

Primera edIct6n 1996 7. LA CIUDAD DE LAS TORRES


e 1988 Y 1996 Pete! Hall La dudad radiante de ú Corbusier: París, ClJandisarh, Brasilia, Lotulrts,
PubUcado por Blackwell PubLishers, Oxford 51 Louis, 1920-1970 215
e 1996, edictón espat\ola. Edlciones del Serbal
Francesc Totrrega, 32-304 - 08027 Barcelona
Impreso en Espall.a 8. LA CIUDAD DE LA DIFÍCIL EQUIDAD •
D. L: 8.32246-96 Las comunidades autónomas: EdimbUfJO, lndore, Lima, &rlceley,
DlsetIo gráfico: Marina Vilagellu Maccln(ield, 1890-1987 253
Impresión: Grafos, S.A. - Arte sobre papel
ISBN 84-76280190-0
6 CIUDADES DEL MAÑANA

9. LA CIUDAD EN LA AUTOPISTA
Los barrios suburbanos del automóvil: Long Island, Wiscosin, Los Ángeles,
Prólogo
París, 1920-1987 .. 285

10. LA CIUDAD DE LA TEORÍA


El urbanismo y la academia: Filadelfia, Manchester, California, París,
1955-1987 . 331 Todo el que escribe una historia del urbanismo debería hacer un prólogo para de-
fenderse: los urbanistas deberían planificar, no retirarse a meditar. La verdad es
11. LA CIUDAD DE LOS PROMOTORES que la escribí porque el tema me intrigaba. Como sucede con otras cosas de la
La práctica urbanística cuestionada: Baltimore, Hong Kong, Londres, vida, muchas veces nos damos cuenta de que lo que hemos pensado y hecho ha
1975-1987 . 353 sido pensado y hecho por otros antes que nosotros; hay que conocer las raíces. Este
es el motivo.
12. LA CIUDAD DE LA ETERNA POBREZA A diferencia de lo que sería de esperar no he tenido ninguna ayuda económi-
Los sempiternos barrios bajos: Chicago, St Louis, Londres, 1920-1987 ........ 373 ca, de modo que no tengo que dar gracias a nadie; ni ayudante, o sea que soy el
único responsable. Y como también lo he pasado a máquina, doy las gracias a los
13. LA CIUDAD A LO BELLE EPOQUE anónimos autores de WordStar y WordPerfect; a Chuck Pedle por su legendario Sirius
Las infociudades y los ghettos sin información: 1; y a los desconocidos fabricantes de su hermano de Taiwan que -siguiendo las le-
Nueva York, Londres, Tokio, 1985-2010 . 413 yes de hierro del Fordismo periférico- lo sustituyó. Rosa Husain pasó a máquina
la bibliografía y luego elaboró las notas con sumo cuidado, iniciándose con ello en
los placeres y horrores del macros del WordPerfect.
BIBLIOGRAFÍA 431 Pero, como siempre, quiero agradecer a los bibliotecarios y bibliotecarias por
su colaboración. Los que piden que se reduzca el número de funcionarios públi-
cos, a los que a veces todos nos hemos sentido tentados a apoyar, no deben haber
LISTA DE ILUSTRACIONES .. 479 trabajado nunca en las grandes bibliotecas del mundo. Yo he tenido la suerte de
pasar muy buenos ratos en tres de ellas mientras trabajé en este libro: la British Ubrary
Reference Division (o dicho de otra manera la Biblioteca del Museo Británico), la
ÍNDICE 483 British Ubrary of Political and Economic Science (la biblioteca LSE) y la Biblioteca
de la Universidad de California en Berkeley. Doy las gracias de todo corazón al
personal de todas ellas. Y en especial, aun a riesgo de crear resquemores, a Elizabeth
Byrne por haber convertido la Environmental Design Library de Berkeley en el
magnífico lugar que es hoy.
Algunos fragmentos de este libro han aparecido anteriormente: el comienzo
del capítulo cuarto apareció en forma de artículo en New Society (publicado de
nuevo en Town and Country Planning, y más tarde en una antología Founders ofThe
Welfare State (Los fundadores del estado del bienestar) (publicada por Paul Barker);
algunos fragmentos se utilizaron en Metropolis 1890-1940 de Tony Sutcliffe; una par-
te del capítulo noveno se inclu~ó hace años en Man in the City ofthe Future, publicado
por Richard Eells y Clarence Walton. Creo que lo que escribí sigue siendo correc-
to y es por ello que no me disculpo por el plagio que me hago. El capítulo décimo
segundo contiene una breve autobiografía que he considerado necesaria para po-
der explicar bien la historia, de ahí la aparente inmodestia.
Mi editor, ]ohn Davey, fue siempre muy comprensivo. Espero que le guste el
trabajo realizado. Elizabeth Lake cuidó muy bien el tema de las ilustraciones. Estoy
muy agradecido a dos colegas y buenos amigos que me sirvieron de conejillos de
!

.'
"
LA OUOAO Of: LOS P'IOlolOTOW

mas urbMústica convmdonales lodaVÚI recibían el ilpoyo poUtko popular. Pero,


Capítulo 11
en ampllu zonas de:I país, ya no.se: pedIa que.se: controlan y pra el crKimicn.
La ciudad de los promotores to, sino que se genenra, fuera como fuera.
En los Estados Unidos SU«d1ó Jo mismo. Lu regiones IndustrWes trmkkxtil-
les -Nuevil Inglaterra, La zona atl1ntlca central pero prtndpalment~el medio ces-
La práctica urbanística cuestionada: le-- se vi~ron afectada:¡; por la competenda de las empresas d~1 otro lado del ada·
Baltimore, Hong Kong, Londres, no, la caída de: los benefldos y la necesidad de reestructuraci6n_ El dntut6n fabril
de la nad6n mlpe:z6 a ucibir un nuevo nombre: el Rustbowl (el cuenco oxidado).
1975-1987 En un libro que dramáticamente titularon The DesindustrlalizatiOll o{Amerial, Barry
Bluestone y Dennen Harrison estimaron qu~ durante los anos setenta ~I ~fecto
combinado deltraslildo de empresas, los derres y las permanentes reducciones de
empleo prCJb¡blement~ habían costado al pais alrededor de 38 millones d~ pues-
tos de trabajo. Y de los 35 millones de trabajos perdidos que se estlmatNi hubo en·
En los IDos setenta, el urbanismo cambió lotalment~ y en los ochenta pattáa MJl> tre 1969 Y 1976, mlsde la mitad OCWTIeron en el Frostbtlt(clntuIón helado): es de-
cado a IJ¡ .autodestruedón. O...ba l.lI sen501Idón de que 1.1 pW1lf\Qd6n convmcion.a1 dI en el corazón de: la ZOIlil lndustrWJ •
yel uso de pLan~ y normas pan ~meltar el uso del sudo hablan caído en tI> Esto cogió por sorpresiI. tanto a los urbanistas; como a kK lideres poIiticos uro
tal desa+dito. En lugu de rquW el cndmlenro urmno, el ~ta se habia de- banos. Hilbim otvklado la histortil. Como hemos upUado en el capitulo quinto,
diado a fommtarlo con todos los r«unos que tmía a su alc:J.l1tt. La ide.. que prt-- <Jarence Stdn, el vbkJnario fundador de la Asodad6n para la Jl!ar1iftad6o RtgIonaI
dominaba ~ que !.J. dudad en una miquin.ll de creu riqueza y que la fundón de Am&ia. que proyectó Radbum, pronosticó la deadenda de la economía urbaniI
prindpa1 del urbanismo en mgrasar la maquinaria. El urbanista se Identificó cada en un notable artículo que publicó en mayo de: 1925 Y que tituló DinosaurCitin
vez. más ron el promotor, su tradldon.J1 adversMio: el guardabosq~ se habla con· (Las Q'ldades dinosaurio)4. En 1940, Cofut 0iIrk,. un K'OrlOr1li$t.iI tam1:Ji&l muy pers-
vertido en cazador furtivo. piaz, predljo correctamente la dlsmlnud6n general del emplto fabril en su libro
Gran Bretana fue ellugu donde el cambio se hizo más palpable; quizás era jus- Tht COIIditum$ ofEconomlc Pr03JtSS (las condldones del progreso econ6mico)J. Sin
to que la tierra donde habla nacido tutr¡ también la esce:n.a de su agania. Sin em- embargo, no se prest6 atendón a ninguno de los dos. Tuvieron la mala suerte de
bargo. el cambio se Inició en los Estados Urudos donde las normas reguladoras ver más l~jos que sus contemporántoS.
RWlGl habWl sido muy fuertes y los hJbtt05 mtpresarWes y ti espíritu emprendedor Pero ilUn habla mis. Durante los anos set~nu, tanto en Gran Breta/\a como en
hablan sido siempre muy potentes. Esudos Unidos, los cerebros neoconservadore5 -el Centro Brit1nico de: Estudios
LiJ aUY fue «:on6I1lia. La planlfl.cadórl convencional del uso del suelo tul. PoUtlcos y la ~erlan Heriuge Foundatlon- m1pezi1ron a poner en dudl. el ro-
bi.a florft:ido durante el gran «boom. de los anos dncumll. y sesmta, que quizás modo consenso que habiiI aeiIdo 11. poIltica econ6miGII keynes.iana YLa política 50-
hilbia sido el pmodo de CRdmlento mis laflO que la economía capitaJist¡ habla ciaJ del emdo de:I bienestar. Siguiendo Lu directrlces de kK primeros cüsicos, que
tenido. La pIm1fIadón.se: utillz6 porque fue una manen de dlrlpr Ycontrolar est~ ilhono se hablan convertido en textos Silgrados -como por ejemp&o RDad tD Snfdom
crtdmiento fislco uploslvo. La gran rKUi6n d~ los anos .setenta y ochenti am- (fJ omino a la e:sd..iIvitud) de Ha~k que se tW>íil publicado trdnu a.nos antes-,
bi6 la manen de: percibir el problema con el que.se: entrmtiba y, de: esto modo, su el urbiInismo se convirti6 en uno de los objettYO:s a atKar. Sqún ded.1la derechiI
propia legitimidad quedó amenazada. La recesión golpt6 con gran duttta la «O- radical, la planlfladón hilblil dbtonlonado e lnhibIdo el funcionamiento de las
nomía britmlca y mostró sus profundas debUldades estructurales.: una gran part~ leyes del merado, obIlgmdo a los emp~rios a elegir lugares que no enon los óp-
de las fabricas del pais desaparecieron, l1~indose consigo, sólo entre 1971 y 1981, timos ~ lnduso habfilllhogado el espíritu empresarial. Consideraban que era en par-
dos millones d~ puestos d~ trabajo·. La geografla tuvo que estudiar ~I contmt~ en- te responsable d~ qu~ las dudades y reglones hubieran sido Incapaces de generar
tr~ los decadentes cascos urbanos -qu~ ahora no sólo Inc1ulan los conocidos casos nuevas industrias que pudieran substituir las que habían qu~o obsoletas. Estaban
de Glasgow y Uverpool sino dudades que antes habían sido centros fabriles im· convenddos de qu~ lo peor había sido la planlficadón regional. Y, iI pesar de que
portantes como Londres y Birmlngham- y lugare5 d~ alta tecnologla qu~ todavíll el propio Hayek tenía sus reservas en CUilnto a liI amplitud de sus ataques, umblén
se iban desarrollando en el sur de Inglaterra z. En estas mas mis selectas las nor· criticaron la planificación del uso del suelo.
5ln emtNirgo, los primeros avisos lIegilron mtes que esta critica, d~ htcho se
hablan empezado a oil a final~ de los ilnos sesenu. En Esudos UnJdos, La ild-
mlnistrad6n JohlUOn dobl6 el núm~ de prognmas contra la pobrtta urbana
356 CIUDADES Dl'l. MAJ"lANA

a causa de los motines de 1964 y 1967. De ahí salieron el Programa de Ciudades


Modelo y el de Desarrollo Comunitario (capitulo octavo). En Gran Btetana, una
serie de informes ~I MUner Holland de 1965 sobre la vivienda en Londres, el
Plowden de 1967 sobre las ~cuelas primarias, el 5eebohm de 1968 sobre los ser-
vidos sociales- senalaron el redescubrimiento oficial de la pobreza por parte del
sistema. Académicos con sensibilidad sodal como David Everseley -que había
salido del mundo universitario para dirigir un proyecto de planificación para
Londres- empezaron a señalar el grave de<:live en el que se había sumido la base
económica de la c1udad 6 • Finalmente el tristemente famoso discurso de abril de
1968 de Enoch Powell sobre el problema de las tensiones radales en las dudades,
en el que hablaba del Tiber tenido de sangre, provocó pánico en el gobierno la-
borista de Wilson: se preparó un programa urbano que ofrecerla ayuda especial
a las áreas con alta concentradón de inmigrantes -o como eufemlstlcamente las
calificaba el lenguaje oficial, áreas de necesidad especiar. Los Programas de
Desarrollo Comunitario de 1969, que no eran más que una copla del proyecto nor·
teamerlcano, Intentaban concienciar a las comunidades mtis desfavorecidas.
Algunos de los equipos encargados de los programas, formados por jóvenes lle·
nos de jerga marxista, se pusieron a trabajar con tanto entusiasmo que pronto cho-
caron con las burocradas locales, y a finales de 1976 el experimento concluyó
abruptamente'.
Pero sucedió algo que ¡xxletTIOS calificar de curiosa 1I0nia histórica. La rondusl6n
a la que llegaron los equilX'S de los Programas de Desarrollo Comunitario fue que
el problema -de lugares como Saltley en BlrmIngham, o Benwell en Newcastie-upon-
Tyne_ era _estructural,.; nombre de moda que, procedente de la academia, se ha·
bia Introducido en el lenguaje del urbanismo. 5egún ellos las grandes fuerzas del
capitalismo tardlo -en concreto, la concentración de capital en unos pocos mo-
nopolios.-- habia hecho que el control de sociedades y empresas que antes estaba
en cada zona ahora hubiera pasado a los departamentos de multinacionales cada
vez más lejanas. Esta conclusión, que significaba que la solución no se hallaba
dentro de los límites del sistema capitalista, no fue admitida ni por los líderes po-
"ticos de las ciudades ni por el Ministerio de Gobernactón británico. La primera
de las Ironlas fue que diez anos más tarde, la nueva generación de políticos que lIe·
gó a los ayuntamientos ya estaba dispuesta a aceptarla. La segunda es que antes de
que esto sucediera, la Idea de declive estructural ya había empezado a formar par·
te de la fllosofla del sistema.
El modo como esta Idea de declive estnlcturalllegó a ser aceptada no deja de
ser curioso. En 1972, Pete Walker, secretario de Estado para el Medio Ambiente de
la entonces adminlstradón Tory, organizó tres comisiones para que estudiaran la
amplitud del problema en las zonas más desfavorecidas de los cascos urbanos. Los
informes finales, que se publicaron simultáneamente durante el verano de 1977,
llegaron a la misma conclusión: la pobreza ya no era un problema provocado por
la Incapacidad de los propios Individuos o de las familias sino que era debido al fra-
caso de la economia urbana 9. El gobierno de aquel momento, que ya era socialis-
ta, comprendió el mensaje: en el WhUe Paper de 1977 y en la Ley de Áreas Urbanas Flg. 11.1. Uw:rpool. 8Joqun de pisos en los ¡IIOS sesenta; l'ruiH·lll~ llega I la Gran 8~tal'la.
CIUDADES DEL MAJiJANA

Interiores de 1978, cambl6 el rumbo de su política y traslad6 sus Inversiones de los


programas dedicados a los cascos urbanos a la promoción del crecimiento KOn6-
mico. De manera que a partir de entonen se fomentaría el desarrollo de nuevas In-
dustrias en los centros uroanos, mientras que los recursos que el gobierno habla em-
picado para crear nuevas dudades se Invertirían en las antiguas; los programas
urb,¡nos se ampliarían y se fomentarla la colaboración entre el gobierno central y
el local en las zonu mis desfa\l'OrKldas de las grandes dudades.
Al prindplo no se not6 el amblo. Las buroaadas empezaron a desempolvar
una serie de proyectos que tenian arrtnconados y que refleJaban los Intereses y
preocupadones tr~cionalC$.: un centro áYico ;¡¡quí, un parque aIlí_ Pfto cuando
a finales de los aflos ochenta se Vio que los cascos urbarlos continuaban Igual, la
política ambló. I...J admlnutndón fue creando oficinas de desarrollo económko
que r«tbleron diversos nombres y que contaron con un nuevo tipo de funciona-
rios 11. A ~ fueron los urbanistas quienes ocuparon estos puestos, pero pronto
se dieron cuenta de que debían olvidar su papel tndldonaI. I...J direcdÓfl Y control
del otdmIento que habla s.ido una de las preocupaciOnes tradidonalcs del SIste-
ma de p1an1flcad6n bril1nlco desde 1947, fue substituido por lo que se convlrti6
en una obscslón: fomentar el credmlento fueR como fuera. Ahora la cuesti6n era
saber de quf: manera se podía hace" mejor.

La • RolUiflcad6n • de Nortcamérica

Entonces fue cu;lndo los urbanlsw y politlcos britinicos miraron hada el otro
lado del Atlintko, puesto que, a finales de los aflos setenta, parKia que las duda-
des nooevnerícarw: hablan encontrado la formula migíca. En una típica mml6n
anglo-nortcamcricana de alto nlvd de aquel momento, el taciturno brttlnlco mos-
trarf¡ diapositivas de un desolado Uvcrpool mientras que los exuberantcs nortl'tl-
mmcanos lIegarlan con fotografias de un Boston lleno de vida, color y anlmacl6n
-por no hablar de las historias que contaban sobre el gran número de ventas y el
aumento de pucstos de traba}ou. I...J formula mágica de la revltallzad6n urbana-pa-
labr¡ que empezó a drcular en cstu reuniones-- parecta conslsllr en un nuevo llpo
de colaborad6n creulv¡, expresl6n utillzad¡ incE'Sil1Itemente por los norteameri-
canos, entre el ayuntamiento de la dudad y el sector privado. Colaborad6n que
estada sazonada con ¡yudas de Washington que -a dlferenda del gobierno brlti-
nlco-Imponla pocas condldoncs.

Ag. 11.2. Qulncy Martet, I\o$too.

Flg. 11.3. El puerto de 81lllmore.

Dos ejemplos de tqencracl6n deascos urbmO$ en Eslados Unidos gooas a la coIaborJd6n


del sector público yel privado. Ambos se hk:leron por medio de l~ Roust Corporatlon: d ron-
cqno de "rouslflcadón" entr~ a formar parte del vocabuLuio del urbanIsta.
360 QUOAOfS DEL MAJ\lANA ~ CIUDAD DE LOS PROMO'TOUS 361

Habla que ~r que los tlempos de la economía de las manufacturas urba· También comportaban una mayor particlpacl6n pública y ~eral: 180 millones de
nas habían puado y que la clave consistía en encontrar para la dudad un nuevo dólares d~ dlnw> público ~n Baltlmore, ml~ntras que la ciudad s6kJ lnvirtl6 58 mi-
~pd como ctntro de servidos. Pareda que los aburridos «suburmnitas- estaban llones y 22 el sector privado. Por tanlo los d~mentos importantes d~ la nueva fór-
dispu~tos a volver en milSa a una dudad restaurada que les ofreciera una calidad mula fueron, por un lado, el patrocinio ~ y La nueva manen de enfocar las
de vida que no podlan encontrar en el centro comercial de su zona. Los yuppid, inveniones que tuvo ~I sector privado y, por otro, la colaboradón del S«tOr pú_
(Youn,r lirban Pro(mionah) --p¡labra que empezó a circular a comienzos de los afias blico Y el pnvado u . Fu~ muy Signlficativo tambitn qu~, en ambas dudades los
ochenl.l- convertirfan las zonas vletoriMlas abandonadas que estaban Ctta de los proyectos fuenn dirigidos por alcaJdes democritlcos, u.g~ y bien Situados, que
centros m iros resldend.tles e inverdrian sus dóWes en restaurar boutiques, Ni· embao b6m rt!adonados con los diversos barrios: KevIn WhI~ en Boston, Wlllia.m
res y restaURntCS. Por último la d\KYd renovada at:raeria a los twUW y de eso ma· Donald Schaefer en Baltimore_
nera se convertlria en Un.lI nueva fuente de ingresoS. Las obras que se rul.l.uron tienen mucho en común con el Cavent Garden de
EsUI erala fórmula que habia dado n~ vida al frente maóttmode Boston y la Londres, qUf: dwant~ aqudla épooI también se estaba renovando (apítulo séptI_
que etaba t:rmsfornando el puerto interior de ~1:iInore -los dos gRndes ea.pa- mo)_ Su fiJWidad prtndpal en La atraed6n de turistas: BalI:i1nore ame Z2 millo-
r.IIles de m1ta1izadón urbana de LJ. primeR ~ Sin embtigo. si se~ el ~ nes de visitantes al MW, de los cuaJes 7 millones son turistas, cantkWt que puede
n6meno con mis ~ el proceso era más complejo. AIIlOO dudades, que rompuuse ron Disney1and. y ello nos ofrece una daw Import¡m~ de lo rnroIu-
habian empnado a expmmenw ti ded.i~ wbmo a pdndpiOS de 105 cincuenta. M- c:ionmo de esw obras:
bian estado tnba)mdo en dio desde ~ud mismo momento-veinte at\o5 antesque
El proceo <Ir aur lupa que tenpn b:tto es J6k) un lSpi l •• derltlO <Ir b prrwnod6n
las d'llbdM brttánk:as.. En los U'ios sesenta. h.abWt a~ por Uta fórmu1a de
<Ir obras. Escomo dirigir un teatro, donde hay que Ir camblando continuamente ms
desartoUo buida m la mad6n de barrios COIlvmdonales de ofidJw.: lOnnula que opttIkums paa atReJ a La 8M~ Ymanlellerla tntrdenlda. No es sorprendente que
pu1I dIas habU reultado mis fidJ. que para las d'viadc$ inglesas puesto que las dos uno <Ir ms que tierlom mis blto, ms 2&OOOacres dd Walt Disoey Y'tbdd tn Florida,
povún desde: antiguO vIejOS centros comcrt::Wcs y Boston tení.J una fuerte tradI· sea difl3Ido por una cornpallla que tiene dqMnamentos d«tiardo:s a clmaginad6n...
ción 8nanden.. Ambas tW:Jian dccldJdo lnkia.r grmdcs ~ en kls fJmtes y~. Noaeoque d tfomkn yd urbanba tm.pn las cualidades ~
rrwitimOS de sus obsokW wrw portuMW. com1:linMKIo b entonces novedosa re- paa aur grandes teatros, awx¡ue putdtn ser útiles como actores yesaitOl't$I'.
tawad6n de l1mK'mes y mercados, convtrti&ldoW en tiendas, twes. restaurantes,
hotdes y, al mismo tiempo 1.1 n:cu~ de las vieju mas rt:Skko<:Wes. La cRousiflcaclón... de Boston y Billtimoft -p1'OCeSO que se está repitiendo m
Y, en ambas dudades, habia estado tra~jando la misma ~a: James Reuse un gran número de viqas dudades industriales norte.ammcanas-- suponia La deli-
promotor de Billdmore, ya famoso a ftnaIes d~ 105 anos sesenta. Rouse habia con.s- berada CI1!adón d~ la dudad como escenario. Como pasa en e! teatro, pam:e qu~
truldo Columbia que habia sido uno de los planes de 0Ndón de nueva dudad, rea· sea de vmIad,. pero no es vkla urbana como la que siempre: henos: conoddo: el mo-
liZada por una empres.a privada, más ambidosos del mom~nto. Debido a su Im- delo es b CaUe..Mayor de Améria que rtd~ a los visitantes que lkgan al Dlsneyland
portant~ papel ~n la ComIsl6n del Gran Baltimore, grupo formado por hombres de Callfomia, está -sanHizada. pan su mayor squrldad (como dice la frase), es s.a.
d~ ntgodos d~ ~it~ que se fundó m, 1956, también estuvo reladonado, desd~ el h,Jdable, no pre:senta ningún peligro, y su medida es siete octavos del tamafto na-
prim~ momento, con la ~tallz.acl6n d~l centro d~ Baltimort: e! centro Charles tural. A su ahededor, las calles restauradas de mal16a mcantadora -todas cyupl8-
de 33 acres, un compl~lo d~ oficinas, tiendas, hotel y apartamentos qu~ se lnlcl6 cadas. gradas a la gran Inyecd6n de fondos d~1 departamento pan ~I Desarrollo
a finales d~ los anos clncum,ta. Curiosamente, est~ proyecto se acogió a la legisla. Urbano y d~ la Vlvlendr tienen 1.1 mIsma cualidad: parecen un espado urbano ima-

cl6n d~ 1949 Y 1954 de Renovacl6n Urbana, yen casi todo sigul6 ~I modelo que ginario de una pdicula de Dlsney, lo que pasa es que, por lncongruente que parezca,
Pittsburgh y Filadelfia (capitulo séptimo) habían utilizado: una nu~va y radical son de verdad.
tllt~ de empresarios se hizo cargo de la dudad, y organizó una coallci6n qu~, con
habilidad, obtuvo el apoyo público y supo comblnar la ayuda federal con ~I dln~·
ro privado para realllM proytctos comerciales a gran escalau. La batalla de los muelles
No había nada de nuevo ~n todo ~1I0; muchas ciudades estaban hacl~ndo lo
mismo o estaban tratando d~ hacerlo. Pero la particlpacl6n de Reuse en el puerto Todo estos el~mplos fueron muy Importantes ~n el debate brltfinico que, debido a
Interior de BaIUmore y ~n su equivalent~, ~I proyecto para el m~rcado Qulncy y el la escala y naturaleza del probl~ma, pronto se politizó. Durante los anos set~nta, •
frent~ marino de Baltlmore, los hada distintos. Estos proy«tos ~ran mú grandes en todas 115 grandes ciudades se dio un nu~vo probl~ma: lodas teníiln grandes ex-
-ZSO acres en BaIUmore- y ad~ Incorporaban una nueva combinacl6n de ac· tensiones de terreno vado o semlvado, ocupado por los m:tos d~ obsoletas fábri-
tlvldal:k'5: rec«o, cultura, centros comerciales y vlvlm,das de diversas cattgorias l4 • cas y almacenes. Normaln".~nt~ gran part~ d~ este suelo ~a público o semlpúbll-
362 CIUDADES DEL MAZ'lANA

co: perteneda a los munldpl05 locales, que lo habían comprado para construir vi-
viendas o carreteras pero que ahora no podían realizar estos proyectos debido a los

recortes en el presupuesto (o en el caso de las carreteras a causa de la oposld6n de
los propios habitante:s), o era propiedad de corporaciones como el ConsorciO de los
Muelles o de las Com~nías británicas del gas o del ferrocarrtl, que se habian tras-
ladado a otro zonas.
E! caso más ramoso fur: el de los Dot:k1lult4 (muelles) de Londm: un.¡ gran Me.JI
de ocho mUlas y media cuadrada5, qlK m:lpuabil justo al LJdo de la ramosa milla
cuadrada de 1.1 dudad de Londres y se extendia sigujendo el curso del río a limbos
lados del T1mesb. En tiempos había sido el puerto más gnnde del mundo pm> hA-
bii. entndo en decadenda por probletlWi laborales y por el traslado del com~o
a puertos rivaJes slt\wio$ en el sur de Inglaterra (Southampton, Fellutowd o m
el continente (Ronw:tam). u introducd6n del uso de contenedores fue el golpe
final. El ~o de Londres ~ casi tcx1as las opttadones que quedl.bul30 ml-
llu mis ojo, en TIlbury, y-m un corto pttíodo de tk:mpo, de 1967 a 1980- ce-
rró prkttammtt lodo. las c:orporildones públicas rdKiorUldu con el puC!'ltO
como la del ferrocMriI. y la Compa.tl.fa dd gIS que posda en Bt:ckton, cm::a cid ex-
tremo este, una planta que fundonabil con arb6n, también curaron. En 1981, el
nÚlnt:rO de puatos de: trabajo qUt: en su mejOr época, durante los anos dncuenta,
.se h~ elevado a 30.000 personas. ayó a 2.000.
El gobit:mo ~rde: los &dos 1970-74 presidido por EdwJ.rd Huth fut:
el que tuvo que abordal el problema. El Bobiem.o coruult6 a un gabtnt:te de l~
nleros que propuso un amplio a~co de: posibilldade:s que, m. bI fIUI}'OfÚI de: los
casos, suponían un cambio radial: viviendas de: lujo, zona flUlritima, KtIv1dades
de: reCIIN, servidos. Las comunidades que vivían m. la zona portuaria. que tndl·
donalmente siempre h.1b1an penent:ddo a la dase trabajadora y nuna hablan sa-
Udo de: su barrio, todavia abrumados por la p&dida de sus lugares de trabiljO, re-
accionaron con ve.hernenda al IBual que sus concejales que, en su mayorla,
perten«fan al partido laborista. Las elecciones de 1973 llevaron a los IaboristlS al
Consejo del Gran Londres, y las eie«Iones generales de: 1974 instalaron un gobIt:mo
laborista en Westmlnster, al otro lado del rio.
Fue prt:dsamente entonces cuando el problema empelÓ a ser comprendido
por la gente. Fuera lo que fuera lo que se hiciera en los muelles de Londres no era
• sólo una cuestión Importante en sí misma, sino que Iba a convertirse en un mo-
delo para otros casos parecidos. Elgobiemo de Wil50n no pudo hacer otra cosa que
tratar de Involucrar a las comunidades locales. Considero que era necesario tener
una dlrt:CC16n central fuerte que dirigiera y coordinara, y también se dio cuenta de
que el organismo mis adecuado era el Consejo del Gran Londres -el organismo de
planificación legalmente constituido. se Uegé a un compromiso, bueno o malo, se-

Fig. 11.4. YFIl. II.S.los tln¡l~ portuarios de Londres ant~ y despu&.. U tralUfonnactón
de los muelles londinenses durante los anos ochenta fue elllUl)'Of cuo de revltalludón uro
bOlna de Europa, y qulw del mundo. Fueron considerados por muchos como el ejemplo a
seguir aunque otros piensan todo lo contnrio.
aUDADES DEL WASlANA. I,A, aUPAD DE LOS PlOWOTOIlES
I
gún losdlsUntos puntos de vista: e! CorueJodd Gran Londr~ creó m 1973 un or- Sur Este, y tocW las comisiones simiJans que habíil en las ~es. U sesunda fue
g¡mismo, la Comisión Conjunta de los MuelJ~, con la upresa finalidlld de que se establecer una Corporación de Desarrollo Urbano que se haría argo de los MueUes
encargara de la \eStrategia. Este Incluirla un grupo ~pectal de planificación, el de Londres y de la tillJ'lbi~n obsoleta zona de Merseyslde.
Equipo de Obras de los Muell~, en el que trabajarlan funcionarios del Consejo pero Nos encontramos ilhora con unil deliciosa Ironia histórica. Exlstfa una
que no dependerlan directamente de ~1. Corporactón de Desarrollo (capítulo cuarto) que era un organismo burocrático,
En 1976, después de un duro tr¡bajo, el equipo hizo pública su propuesta. centralista y sin estructura democrática que e! gobierno laborista radical de Qement
Reflejaba las realidades polltlcas del momento. En la mayor parte de la zona se Attiee de 1945 habia utillz.ado para la construcción de las nuevas dudades brltá-
construlJún vlvimdlls de renta baja o industrias y almaa:nes, ilunque ya por en· olas. Odlildll por los sólidos votantes torles de los condados del sur de lnglIterra
tonces '05 remrtes en '05 presupuestos estaban diezmando '05 programas de vtvimdas donde las ocho nuevas dudades fueron construldn, prkticamente olvidadil du-
públicas y habiJ snndes espadOs de sudo Industrial IIb~ por toda la dudad. No fMlte casi toda la ~ de los atIos cincuenta por los gobiernOS torics, fue al n·
se tuvo en cuenta la posibilkUd de hacer o8dnas, a pcsu de que el área esta!». tan na! aceptadl como una desafommada neceskl ad Ahora la OApaadón de DesiIrroUo
cm::a del distrito flnandero de la atr. Como observó un acad&nico: se había convertido en la herramienta prdttIda del gobierno tory que la iba. a usar
pan la rege:neradórl de los a:ntros urbanos, pred.samente por las mismas rnones
Se apt'OXimil a La vutante (...) que UalNlmos ConservaciOn Urbanil -se insiste en que lS anos antes había tenido el Comlt~ Rellh para las nuevas dudades: porque
repetir o retener las aetlvldildes y estructuras p~tes, reforzando los modelos so-
les pennltia prescindir de las peculluidades democr.itlcas de los gobiernos locales
ctales y económicos asociados (...) es la cibica mezcla de viviendas obreras, tnbol·
los Industriales y comerciales, oon construcción de zonas de r«reo y de servicios y porque era una herramienta efectiva y sobre todo raplda.
aliado del rlo ( ) El proceso de urbanización esU condicionado por la consulta y En su nuevo contexto habla dos nuevos aspectos a tener en cuenta. El prime-
la pusuasión ( ) el puxeso debe tratilr de consegu.Ir un compromiso entre los gru. ro era que e! partido conservador, que tradldonalmente (y hasta hadil poco) ha·
pos que potmclillmente estln en conflicto (...) liI amplia partlc:ipaciOn y consulta bia sido e! partido de los derechos locales en contra de la burocrada de Whltehall,
lo hiICftl engorroso. Las dedsIcfles ~ nd:luIosas en el sentido de que estin muy
~IJ.
se hilbia convertido mora en un partido centralista. (IlIo se bufa todavilo m.is evI·
dente a lo Largo de los siguientes anos, a med.ldiI que Westmlnster tuVO que IIbru
No tuvo bueN prensa. 1M Tunrs dijo que «no impcesiOOilba. y llegó illa con- duras batall.as conto los ayuntamientos controlados por los laboristas sobre pun-
dusión de que la Comisión Conjunta de los Muelles estaba. .influldil por la idea tos como subvmd6n de ayuda a los lmpuutos, rest1kclón de impuestos y control
de q~ el Instinto y las grandes visiones no son compatibles con la democracia. I '. de las escueW locales). El segundo era algo que sólo se podla definir diciendo que
A los habitantes de la zona les gustó más pero se sentian decepcionadas por la fal- se: totaba. de planlftar para promocionar la propiedad. En este sentido,liI tarea de
ta de propuestas en firme. la planlflcación consistía en facilitar de la manera más rápida posible la renovación
Al final lo que si quedó daro es que habla una estrategia pero que no habla di- del suelo urbano Industrial o comercial abandonado para dedicarlo a mejores usos.
nero. El gasto público se habia recortado y no habla fondos para hacer más obras Esto, evIdentem~te, no era nuevo; no habla más que observar el «boom. de la gran
al estilo de liI ilMpllad6n de la línea de metro de! Jubileo. Lo peor de todo eril que propiedad en los centros de las dudades brItAnlcas durante los aI\os sesenta. Además
el plan exigfa que a los 900 ml1Iones de libras de dinero público se le a1\adleran 1.100 derivaba directamente de liI experiendil norteamericanL De todas maneras lo que
mlllon~ de! sector privado; sin embargo, durante el proceso de consulta a nadie no dejaba de ser notable, aqul como en otros sitios, era el estlJo: estntegiil de pla.
se: le habfJ. ocurrido hablar con las compillUas de pensiones Yseguros o con los ban- niflcación que nuna era iI largo pluo, plan~ que casi Dunca se publicaban; irru-
ros. El Consejo de PbnJflcad6n Económica'del Sur Este, un orgutismO consultor ponsabUl~ piratería; despm»cupadÓR total si -romo sua:dló con los mueUes-
independiente nombrado por eJ gobierno, consideró que la zona neceitaba. una las obras tenfan que ser demoUdas porque se presentaba algo mejor antes de que
comW6n de obras.1l estilo de las que gesdonaban la O'UIdón de nueva..s ctudades. se hubieran terminado; Interb en aprovechar las oportunidades a medkb que se
Pensabil. que sólo si estabil. rnonilblemente IIb~ de interferendas poUtlcas y podía Iban prcser1WJdo. No se trataba de pW1l.fl.car como se habia entendido durante los
actuar con libertad, darla confianza al inversor privado. El entonces .secntarlo de cuarenta anos anteriores. Como dilo el ejecutivo responsable de los mudles":
Estado para el Medio Ambiente, Peter Sho~, que era miembro del Parlamento y re-
presentaba a un gran número de electores de la zona de los muelles, no estuvo de La antidild de zona abandonada de la que la Corporadón de Desarrollo de los
Muelles de Londres tuvo que hKersc cargo, eril tan enorme que la única manera
acuerdo. de iIbordilr el problema sin depender de enormes antldades dedlnero públko (...)
En mayo de 1979, los C'ORsefViK1ores volvieron al poder de la mano de Margarn fue crear unil situación espeda1, de efecto .bola de nieve- que generuiI en segul·
lbatcher. Mlchilel Hesdtine fue nombrado Seaetarlo de Estado para el Medio da. una credibilidad ~ill hadillos mueUes entre los potmclilles promotom; co-
Ambiente y e! tema de los centros urbanos quedó dentro de su ministerio. Una de merdales y de viviendas. As! pues en neasario ser oportuniSU y aceptar las pro-
sus prlmens decisiones fue disolver el Conse:to de P1anlflac:lóo Económ1a del puestas de los promotores".
OUOAOO DEL MAFu.NA lA auOAO OE LOS PaOMO'TORES
36'

se hizo mucho. Como aurenta anos antes en Stcvcnage y Csawley, la corpo- que no lo estoy recomendando como solución para nuestros majes urbanos, Jo
rm6n de obras que trabajó en k»s mucUes corulguJ6 vencer la burocracia. Tuvo ~ que digo es que es una manl!'R, exbmu., di!' solucionar e! proI:>Iema..Zl.
dcres sin precedentes -mayores que los de las nuevas ciudades- que la mantuvie- En cierta manera, como se pudo observM a partir de anillsls pouertom mis
ron lelos dI!' las autoridades locales, y los utiUzó pan rl!'dblr a los promotores det1l1ados, d hecho de sacar Hong Kong a colación DO dejaba de ser curloso. Sl!'gUn
privados con las manos ablertu. Y Jo hizo en sólo cinco 01005, en 1986 había in- los documentos USAdos por Tumer en su ampana en contra de la política de vi.
vertido 279 millones de libras de dinl!'f'O público y obtuvo casi seis Vl!'tt$ mh esta viendas de las burocndas del tercer mundo, Hong Kong apareda como un elI-
cantidad en inversiones privadas; consiguió atraer 400 nuevu companias y CRÓ ro eJemplo de coruuvadurtsmo: a Jo largo de los ~os sesenta y setenta y a pe.
8.000 nuevos puestos de trabato; proporcion6 50Wes pan 4.000 nuevos hogares. sar de la mítica imagen qul!' daba aJ mundo exterior, la dudad había mantenido
y 10.000 bajo ronstrued6n o en fase de planificaci6n; y Lunbim l!'mpeW a traba- lo que en t~nninos relativos ~ e! programa de viviendas públias mh pande
1M en un nuevo sistema di!' fmocarrU IIgeroZO. Sin embargo los critla>s siguJmm del mundo no comunlstalJ• Jonathan SChlffer darla mis tarde una explicación
diciendo que estl!' proyecto no hada mis qul!' .. yuplf1~ e! last End, d baluartl!' que no dl!'laba dI!' ser Ingl!'nlosa: al garantizar los a>stes de las viviendas de la
tradicional di!' la dase trabaladora londinense. gran masa a unos mínImos, este programa disminuía las demandas dI!' aumen.
tos de salario y mantl!'nIa los costl!'S de la fuerta de trabajo de la dudad a uno de
los nlvtll!'S más bajos del mundo desarrolJadoJ t . Además, aunque dl!'Sde el pun-
La zona de negocios to de vista británico, Hong Kong no tuviera un slstl!'ma de planlftcactón de uso
del suelo que fuera restrictivo a la manera brit!nlca lS , sll!'n cambio lo tenIa en
Unos anos más tarde se lanZÓ una Idea que tuvo mayor Influencia de la que su au- relación a muchos paises en fase de desarrollo. De todas fonnas, Hall poclla se.
tor hubiera podido imaginar. En 1977, en una conferencia en el Instituto Real de gulr manteniendo su punto básico: aunque en este aspecto u otros pudll!'ra estar
Planificación de Oudades en Chester, Peter Hall-uno di!' los autores del Iconoclasta subvencionada Indirectamente, Hong Kong había demostrado qul!' era la ciudad
Manifiesto de 1970 sobre la no planificación (capítulo octavo)- hablando del na· que había tenido más txlto en adoptar con rapidez nucvas lineas empresariales
dente problema dd dedi~ urbano, dlto: ..Las mayores áreas urbanas han visto como como rl!'Spul!'SUI a la situación del mercado mundial, gracias sobre todo a la ca-
su aedmiento disminuía, se dcIetÚa y, posteriommente, inldaba un proceso de de- pacidad extraordinaria de adaptación de su sector de pequet\as empresas que era
dlve. Pierden gente y trabajos_o Re:v:lsando las posibll!'S maneras di!' rehacer sus bao mayoritarlo2'.
ses económicas, lIeg6 a la CODdusl6n de que, a pesar di!' todo, ..ninguna de l!'Stu SIn embargo, esw discusiones formaban parte de un rdativamente obscuro de-
recetas puede realizar el mllagro_. Y &firm6: bate acadénlco. Lo curio5O fue que, a pesar de! escepUdsmo de Hall en aunto a
las posiblUdades de acd6n. no tuvo que espt"IM demasiado. En 1980 ti DUl!"VO go-
lo mejol" puede ser mnnl&o di!' lo bumo. SI realmente quemDO$ ayudar a los cen-
b1emo ~ britinla:llntrodujO una disposición sobre Zorw di!' Negocios,
tros urbanos Y a las dudades en general, l!'S posit»e que tmpmos que uUUzar m~
todos poco ortodoxos (...) un poslbk remedio ftna] podria ser Jo que yo namarf.l ye! Ministro de Hacienda lo dtó espedalmente como autor de! pro~o_ A lo lar-
la soIudón del .pucrto Ubre-. Hatlria que escoger pequdW ZIOflU situadas en los go de 1980 y 19&1, se nombraron once zonas --l1N de ellas fue bkofDos:s, en el
curo.. urbanos y permlUr que en ellas pudIcnn desarroIWw:, con un conlJOl mi- C'ORZÓn de los muelles londinenses. El conjunto dd proy«to, y su pobre autor, fue..
Rimo, todo tipo de inldativas. En otras paYbns, dl!'bl!'riamos crur el. Han¡ Kolll ron debidamente criUcados por los acad~mlcos radicales de ambos lados del
de los anos ctncuenta y sesenta dentro di!' UVCIpOOl y de GIasgow'I. AtlintlcoV.
Sin embargo, lo que surgió fue algo muy dlsUnto: se establecieron un con-
Ello prl!'Suponía aceptar trl!'S puntos. Estas áreas quedarlan abiertas a la llega. jwuo de áreas que en la mayoria de los casos, pero no siempre, l!'Staban situadas
da de promotorl!'S y de capital, lo aul significarla que no habda control de Inml- en zonas abandonadas de los cascos wbanos, se 1l!'S concedl6 condlcionl!'S imposi-
gradón. se trataria de ..libre empresa pura y dura,.; la burocrada .seda mínima•. tivas l!'Spedall!'S y procedimientos de planifk:adón ftslca simpllficados 2l. El resto de
Además la resldenda se basada en la e1ea:i6n, puesto que la zona permaneccria fue- factores requeridos -la llegada libre dI!' fuerza de trabajo, la atracción de promoto-
ra de la legislación y los controles normall!'S del Reino Unido. Hall roncluIa: .este rl!'S, la libertad al margen de la leglslactón- no se dieron: ejemplo del mooa como,
tipo de zonas no se regldan según las modernas convendonl!'S brid.nlcas dell!'Sta- sobre todo en Gran Bretana, las ideas más radicall!'S son llevadas a cabo por el Sis-
do del bienestar. Pero en cambio, al seguir el modelo de Hong Kong. serian l!'C()o. tema, l!'S decir de manera totalmente Inocua. Lo que U1mbi~n se echaba en falta, a
n6mlcamente vigorosas. Como Iban a tratar de soludonar Jos problemas urbanos pesar de! titulo que se dio a la medida legWativa, era algún tipo de mecanismo que
de una manera extremadamente drástica, habla que ensayarlas a pequcfta escala•. fomentara la Innovadón, en e! sentido enundado por Joseph Schumpeter, que
Conduía di!' un modo que, dadas las drcunstandas, result6 tr6nlco: .No espeto que permitiera dar tradidonl!'S IndusbiaJes aJtcmatlvas a las zonas que habían perdido
el gobierno brtt!nico Imponga l!'Ste mttodo lrunedlatame:nte, y quiero dejar daro la base IndustriaJ tradk:lonaJZ'.

. - . - -¡- _. _. - - . ., -
368 aUDAOES DEL MANANA LA CIUD....O DE LOS PROMOTORa

Era pues un pro)'«to modesto y poco r~ical. con resultados modestos: con un unidades de Inversión privada por cadl. una pública. Una comunldl.d podía pedir
coste público total de 132.9 millones de libras, se crearon unos 8.000 nuevos pues- una de estas subvmdones si se mcontraba en sltuadón de penuria o tenia bolsas
tos de trabajo, de los cuales las tres Cuartas partes también se hubieran establtct· de pobreza. Sin embargo, primero debla demostru que con ello at:racr1a por lo me-
do alllliUlto si se hubl~ considerado como ..rona_ como si noJO. Más de una ter- nos 2.5 más de capital privado que del público y que el proyKto no podía ser fl-
cera parte de los nuevos trab.ijos se h.lbían generado en sólo tres de las quince nandado de otra mmera.
ár~. entrf: lu cuales, curiosamente, se encontraba u/e o{Dop. Sin tmbargo, pre- A finales de 1983, 929 comunidades habi.an conseguido que se les acqmran
cisamente en aqud momento "eguon notldas InO't1'b1es: ap~ando las post- 1.900 proyectos, cosa que les habla supuesto tres mil millones de d61ues m ~
btlllbdes que ofreda la l.oNi de Negocios. un consordo norteammano habla pre- vm.dones del programa de Desuroüo Urbano, con una rdKi6n m~d capital pri_
smudo un plin pulI hKeJ un enorme complejo de ofidnas en el muelle Q,nuy, vado Yel p6b1k.o de 3.8; no es sorprendente que la parte del ~ se fuera a w pro.
en medio dd 1rea que controlaba la Corporación pan el DesuroUo de Jos MueUes blemáticas krandes dl.l<W:les del cinturón fabrtJ, ni que las dud.ades de NuevlI York
de Londres, plMt que suponf.l la CJ9dón de 46.000 puestos de tnbajO de ofidnas. Y 8aI~ tuvienn 50 proy«tos cada una. Se suponia que el programa tu.bía ge-
Despuh de una saie de difldles negociaciones y de I.J retinda Virtual de los pri- nerado UD totilI. de unos 411.000 nuevos puestos de trabato pmnanentes ~ muy
meros promotores. m lullode 1987, se llegó a un acuttdo de última han ron un significativo que el 56 por dento de ellos, fuerm en proyectos comerdales. y d 55
grupo canadiense. Por fin. sds MIos despub, un.J Zona de Empm.as llqó a ettIr por dento pan trabaJos con Ingr!:$O$ medios o ba~. No es de extranar que se
un.J upectatlva fUI de tralNijos. cons.ldenn que el progn.ma de Subvendón pan el Desarrollo Urbano habí.J. sido
A pesar de todo I.J ¡<kili fue a su vez ~opQda en los Estados Unidos por la ad· uno de los pocos éxitos de vm1ad de La polltka de regmerKl6n ~a; tampoco
m1n1stnd6n Rugan, donde, es interesante observar, fue a~ por los poUtkos s.orpceode que en 1983 d programa slmllar del gobialK) brttinko fdk:I:Qra a su be-
de la lzquIen:h liben.! de los centros ~os'l. Pero no se vio ~ m las le-- mónlmoeudounld-.
yes federales.. No obstante, algunos esQdos la introdujeron: mntls8s legislaturas Como en inevltabie, tamblm tuvo aftlas. Se dlto que se habla lnvt:rtJdo muo
la adopwon, atando mis de 1.400 l.Onl.5 de empresas locales m 680 klcllldades. cho dineo en hoteles (a lo cual se respondi6 dldmdo que los hoteles genenhan
fJ <kpuUmmto de OesmoUo Urbmo y de la Vlvimdl. de los Estados UnkS05, lnJ· muchos pJl5ta5 de trabaJo que pedlan px:a prepand6n y dio resultaba convmkn~
d6 m 1986 un estudio solm una. pequetUI muestra de diez C.I5OS que mostró que pan la gente sin empleo que vivía en los oscos urbanos). se hizo tambi&lla pn-
26J empte51.S tw:Mm Invertido unos 147 millones de dólues pan atU o mante- gunta que se solía fonnulu en estos OSOS' ¿culntos trabaJos hubten habido en la
ner unos 7.000 puestos de ttaba.JoD. zona si no se hubiera realludo el prograrm? Hubo taIIlbt&!. qulm diJo que los pro-
Sin emba.rgo, la I.dmlnJstnd6n Ragan puso m práctica uno de los puntos de gramas de SUbvmdón pu1I d Desarrollo Urbano nunca poddan ~ los pues-
la ldeI. original, aunque de otra mmen: la polida de la frontera con Mblco fie. tos de trabaJo fabriles que se hablan perdido, ni atu el mismo número de traba-
xjblllzó su vigIJulda con lo cual una morme cantidad de emIgrad6n Ilegal mtr6 los que habí.J.». hro este último tema (onnaba pane de un debate mis amplio
en 11.5 dudl.des del _Ontw6n del sol. como Houston y Los Ángdes. C1udl.des que sobre d paso de los divasas sectom a la «ClOOmia de sev1dOs. Muchos economistas,
-<amo a los fundonarlos de la administración les gustaba. dec1r en privado- se sIguIendo los análisis pioneros que A. G. B. Flsh~ YCoUn C1ark habl.an hecho me·
convirtieron m modelos del tipo de traba.lo preconizado por la Idea de Zonas de dio siglo mtes. dijeron que el declive del número de trabajOS en las manuf¡¡C't\lRS
empresas. Evidentemente los resultados fueron criticados por los analistas urbanos era inevitable dentro de la evolud6n de la economía capitalista Urdía y que la po-
de la lzqul6da radical». lítica más Inteligente era a«ptarlo y antidparse. Otros dlJ~n que la economía de
servidos sólo gt!Ileraba trabajos mal pagados y que -y utilizando las palabras de un
importante texto académico- _las manulaeturl.5 son Importantes_ l l.
Palanca del sector privado

La construcdón de los muelles siguió los modelos estadounidenses m un aspecto Critica al urbanismo
fundamental: utilizar un volumen relativamente modesto de dinero público para
generar -o, usando un verbo tfplcamente norteamericano, para l~ (hacer de fJ hecho era que, a ambos lados del Atlántico, el debate sobre d desarrollo eron6mico
palanca y mover)- una cantidad mucho mayor de capital privado. En Boston, por continuaba. Pero no obstante, durante los atl.os ochenta, en los sectores más tra·
elemplo, una subvendón federal de 2.7 millones de dólares del departamento de dldonales del wbanlsmo brltinlco, la historia se pareda cada vez más a una ¡>elf-
Desarrollo Urbano y de la Vivienda atraJo un volumen seis veces mayor de capital cula que va hada atrás. A partir de 1979 el gobierno de Thatcher fue desmontan-
prlvadQol4. En 1977, la administración Carter legisló esta práctica. fJ programa de do poco a poco el sistema estratégico de planlflcadón que con tanw dificultades
Suhvendón para el Desarrollo UrbI.llo postulaba la Idea de generar entre 4.5 y 6.5 habian organlzado los suaslvos gobiernos durante los anos sesenta y mantenido
370 CIUDADES DEL MAJilANA Ul CIUDAD DE LOS PROMOTORES

durante los setenta. En 1979, los Consejos de P1anificadón Económica Regional fue- entorno es lo que mi vecino considera malo. Así pues en las sociedades postln.
ron los primeros que cayeron. Al ano siguiente, cuando el gobierno tuvo que po- dustrlales avanzadas --como el sudeste de Inglaterra o el área de la Bahla de San
oer al día el Plan Estratégico de 1970 para el Sur Este -un proyecto que constaba Francisco-- las polltlcas que tienen en cuenta el urbanismo son cada vez más po-
de un Informe principal y dnco grandes volúmenes de recopiladón de elatos-Io pulares, más amplias, más debatldas 40.
hizo al'ladiendo dos páginas y media a máquina; en 1986, al hacer la misma ope- Esto se hizo evidente durante los ochenta. El primer gobierno Thatcher de
radón lo amplió a seis. La legisladón sobre planificadón de 1980 significó un tras- 1979 se había propuesto liberar al promotor de las garras del urbanista. En 1983,
paso de poderes de los condados a los distritos, haciendo que los planes estructu· Michael Heseltlne -que entonces era el Secretario de Estado para el Medio
rales de condado fueran menos efectivos; un Informe de 1986 sugirió que se Amblente-Impactó a los votantes torles del Berkshire central al modificar la es-
prescindiera de ellos, al tiempo que se suprimía la planlficadón a nlveJ de conda- tructura del plan del condado, permitiendo que se construyeran 4.000 casas más
do. Una ley de 1986 abolió el Consejo del Gran Londres y de seis condados me- en unos campos. Hubo una gran oposición. El consejo del distrito local se negó
tropolitanos, que había sido la única experiencia de gobierno metropolitano en a Incluir esta disposición dentro del plan de su propio distrito. Irónicamente, ha-
Inglaterra lfo • bla sido el propio Heseltlne quien, en una ley de 1980, había debilitado el po-
Todo ello significÓ un cambio en el estilo del urbanismo. El Ubro Blanco de der de los urbanistas para poder controlar los planes de distrito a un nivel más
1983, que presagiaba la aboliciÓn del gobierno metropolitano, deó.i con claridad bajo; tanto a 1:1 como, poco después, a su propio sucesor les Iba a salir el tiro por
que no existía la misma necesidad de planificación estratégica que habla existido la culata u .
en los anos sesenta; sugerla que lo único que se necesitaba era una planlflcaclón En la primavera de 1984, en el otro extremo de Londres, un gran consordo
del uso del suelo res.ldual, considerando que los casos se deblan plantear uno por de los promotores más Importantes del condado propusieron un plan para edl·
unol'. los gobiernos locales pronto comprendieron lo que habla que hacer. Berkshlre, ficar, balo Inldatlva privada, una serie de nuevas ciudades -modernas Columblas-
que era uno de los condados que creóa con mayor rapidez de toda Inglaterra, ce- y, un ano más tarde, anunciaron que la primera se situaría en una zona dentro
rr6 su departamento de Urbanismo, uniéndolo al de InspecciÓn. Dentro de la pro- del cinturón verde en T1l11ngham Hall, en E.ssex u . La Información pública se
pia profesiÓn, se debilitaron los lazos de uniÓn existentes con las Universidades y convirtió en una de esas causes célebres que tanto gustan a los Ingleses. Los pro-
las escuelas politécnicas. Hubo una menor demanda de urbanistas, que se vio agra- motores perdieron; evidentemente no se 10 esperaban porque una serie de do-
vada por la llegada masiva de los dentas que hablan quedado desplazados de los cumentos ofidales que hablan sido bien ventilados en la prensa, con titulas
condados y las zonas metropolitanas. Al mismo tiempo, las organizaciones patro- como Lifting the Hurden (Retirar la carga), les habla hecho creer (a ellos y a casi
cinadoras cortaron sus ayudas y ello ocasionÓ el derre de diversas escuelas. todo el mundo) que el gobierno les apoyaria tl • Mtis tarde en 1987 _durante unas
SI se mira dentro de una penpectiva histórica, puede que esto no sea más que elecciones generales, es Importante tenerlo en cuenta_ el gobierno tuvo que re-
una vuelta de la tuerca delica. En Inglaterra, el wbanlsmo ya había pasado por es- tractarse en un punto relativamente menor, que no tendna en cuenta conside-
tas situaciones en los primeros anos de marasmo de los cincuenta, cuando --bajo raciones agri~olas en casos de propuestas de obras en suelos de pobre calidad. El
un gobierno conservador- parecía que habla desaparecido; sin embargo, durante gobierno de derecha radical demostró aquf como en otros sitios que peno ladrador
los activos sesenta, surgió de nuevo para registrar uno de los perlodos más prósperos es poco mordedor.
de su corta vida. En derta manera, toda esta hlstoda no dela de confirmar el pun- No, el urbanismo no desaparecerá; tampoco llegará a despolitizarse, como muo
to de vista marxista: el urbanismo va cambiando según las necesidades. Lo que sí chos han creldo. Como el Abbé Sleyb de una temprana revolución, vive. Pero, no
era nuevo, como ya hemos dicho en el capítulo décimo, era la creciente separación hay duda de que, en el país de su nacimiento, la planificación tradicional del uso
de los académicos de este proceso. del suelo está recibiendo el peor ataque de sus ochenta aflos de existencia. se ha
¿Desaparecerá? No del todo. El urbanismo sobrevivirá, porque, en los países avan- convertido en algo artesano y antllntelectual que sólo actúa por reacción, rnJen·
zados tiene un Importante papel político -que se Irá Incrementando. Como dirí· tras que, por su parte, la academia se ha encerrado en su torre de marfil que cada
an los economistas, un buen entorno es un bien de consumo elástico: a medida que vez es más alta. En la actualidad los urbanistas se enfrentan a una nueva proble-
la gente, y la sociedad en general es más dca, exige mtis calidad. Y, excepto en el mática, para la que la escuela no los preparó (o por la que quizás no están Intere-
caso de las propiedades pdvadas que pueden aislarse construyendo muros a su al- sados): el declive económico estructural de las comunidades urbanas y la recons·
rededor, la única manera de mejorarlo es por medio de la acción pública. El hecho trucclón de una nueva economla a partir de la antigua. Además, el urbanismo
de que cada vez haya más gente dispuesta a ceder una mayor cantidad de su pre- debe enfrentarse a la pesadilla que .significa el retorno del más antiguo de los prae
doso tiempo libre para defender su entorno, que se haga miembro de todo tipo de blemas urbanos, y que de hecho fue el que le ayudó a nacer y le legitimó: la exls-
organizaciones voluntarias y quiera participar en las sesiones de Información púo tenda de la dase urbana más pobre, una masa resentida y desconfiada que les es·
blica, es testigo de este deseo ~unque a veces lo que yo puedo coruiderar un buen pera a las puertas de la dudad.

aUOAOES DEl MAl'lANA

Notas al capitulo 11

I Mane')' y Meq.. n. 1982; MUlI!}'. 1984; u ¡bid.


Hudson YWUllams. 1986; HiIlUSOCf, 1981. 1> Chol Y Oun, 1979, pi&. 187. La ciudad de la eterna pobreza
l lloddy.l.oYmn&Y 8mett, 1986; lUIl.euL. M Schifkr, 19M. pauim.
1981. ¡s 8ristow. 1984.
I 8luestooe y HJJTison, 1982, pipo 26, JO. M Sil. 1978, pis. 92.
• Sltin, t 925. v Hmison, 1982; ~.I982;GoIdsmlth. Por lo tanto el ej&dIO de reserva industrial ~ con 1I energfa potencial de la ri·
I C1ark. 1940. 1982- queza. Pero cuanto mlyor es el eJf'rdto de ~I en relación a1 dd tr'IbaJo 1Ctl-
• GtuilU London CoundJ. 1969; Donnison • Butlfi. 1981. ~ 95.12&. YO, mayor es la mnJI de poblacl6n excedente consoI.i~ cuya miseria está en pro.
Y Evenky. 1973. JI Hall. 1982b. pi¡. 419. pord6n inversa al trabaJo. F1nIlmente. cuanto mb amplio sea el número de pobra
• Edwuds., Balky, 1918, P4- 46. a TYm y l'MtneD, 1984. pip. 1", 148.
I M~ Y eox. 1979, pip.. 244, 245; Hall. JI Hall. 1982, pq. 419. dentro de la cWc traba~ra. y mis 6:tmso el ejército de reserv;lindust:rW, !WI-
1981, cap. S. " U.s. ~t oC Housin, MHl UrtlrUI yor scri el grado de pobreza ofld.1.l. EstJJ es la Iq ,nJrlul absolutu. .. ~ (:Q..
pitJJfbtJJ.
I G.a. Departmenl of tbe Envtronment, I)e1¡dopment. 1986.
1977, 1977b, 1917c, 197711. B Sota el:.aL, 198J.
le GA Seaftuy ior W InvIrorunmt, 1977. :lO tWt, 1983, pi¡. 20. Kad Marx
" YOUlII ., Muon. 1983. » Mut. 1983, pi¡. 2.5; Gltom 1 IttnUlll, Copitll1, f (1861)
u H&Il 1971. p6p. JJ. 34. 1984.p6ss- 116, 117, 124, 1)0..
1J LpJI, 1982. p6p. 28 • 36; Molknkop(. Jo Iún. 1983, pq. 26. 21.
1983, pis. 141, 169 .. 173; krtowlu, 11 C(lbrn ., Z)'SlDMI. 1987.
1984, pi¡. Z03. Me dirijo I Lt Montalla Nega. yo, mi ~vala y mi pl.st:oIa,
• Breheny y Hall. 1984; Ambfose, 1986;
,. Hut. 1983, ~ 19. RnIk,I987. Juez. me dirljo a la Mon~1 Negra. yo. mJ ~VlII
II LyaII. 1982, p6p. 51. SS; FaIk,. 1986, pip. • G.B. Dep.irtmftll al tM [nyironmC'nt, Y mi piStola;
145.147. 1983; a~yy fUU, 1984. Lo voy I .DlItaf si se queda quieto y lo voy a m.1taf si corte.
M lbkL. pie. ISO. • friC'den, 1979; ~ 1980: Hall. 1980.
"l...tdfeIWooc!, 1985. pi¡. 133. u Shott, l'km1n& y Wltt, 1986, pIi¡s.. 240 a
.. Ibid~ pq. 123.
l·· .)
247; H.aU C'I al, 1987, pq. 154.
., Wvd. 1956, pi¡. 118. a Sttoslae 7 Loee, 1984. pAss. 9 a 13;
albkl.., p6¡s. uSa 123. HIY un demonJo en mi alma, estoy lleno de mala bebld.1,
Consoftlum ~mC'n1S, 1985.
h Hall, 1977. plil. S. fJ G.B. Minlstn- without Ponf<Wlo, 19&5. HIY un demonio en mill1mI, estoy lleno de RWI bebid.1.
• He venido I buscar pelel. Tengo la tI1$teu de la Montaft.1o Negn.

Bes.s.ie Smlth
Blod MountJJin Blua (1930)

• •

También podría gustarte