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Educación Cívica Tres Paradigmas Alternativos

La Educación para la Ciudadanía tiene como objetivo favorecer el desarrollo de personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la dignidad personal, la libertad y la responsabilidad y la formación de futuros ciudadanos con criterio propio, respetuosos, participativos y solidarios, que conozcan sus derechos, asuman sus deberes y desarrollen hábitos cívicos para que puedan ejercer la ciudadanía de forma eficaz y responsable.

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Educación Cívica Tres Paradigmas Alternativos

La Educación para la Ciudadanía tiene como objetivo favorecer el desarrollo de personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la dignidad personal, la libertad y la responsabilidad y la formación de futuros ciudadanos con criterio propio, respetuosos, participativos y solidarios, que conozcan sus derechos, asuman sus deberes y desarrollen hábitos cívicos para que puedan ejercer la ciudadanía de forma eficaz y responsable.

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EDUCACIÓN CÍVICA TRES PARADIGMAS ALTERNATIVOS.

La educación cívica, educación para la ciudadanía, formación cívica, formación


ciudadana, educación política es un tipo de educación dirigida a las relaciones
sociales que busca fortalecer los espacios de convivencia social entre las
personas.

La Educación para la Ciudadanía tiene como objetivo favorecer el desarrollo de


personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la
dignidad personal, la libertad y la responsabilidad y la formación de futuros
ciudadanos con criterio propio, respetuosos, participativos y solidarios, que
conozcan sus derechos, asuman sus deberes y desarrollen hábitos cívicos para
que puedan ejercer la ciudadanía de forma eficaz y responsable. Pero no todos los
que hablan de educación cívica, lo hacen de la misma forma.

Tres son los modelos en que podemos concebir la educación preparatoria para el
ejercicio de la ciudadanía, estos son:

- El Paradigma terapéutico

De acuerdo con este paradigma puede resumirse en una sola frase: “la calidad del
orden político depende de la calidad de las motivaciones que impulsan
cotidianamente el comportamiento individual”. En consecuencia, la visión de la
educación cívica que plantea se concentra en generar dos tipos de acciones.
Primero debe promoverse un esfuerzo de “regeneración moral” que permita
cambiar las motivaciones y principios morales de los individuos. Una vez lograda
esta transformación, y sólo entonces, se puede lograr la socialización de un nuevo
ethos democrático, un “hombre nuevo” con rasgos y modos de comportamiento
que velen por el bien común

La educación permite al hombre superar el sentido común, es decir, transitar de la


realidad sensible a la realidad inteligible. Dicho de otra manera, transitar de lo
aparente a lo verdadero, pues el verdadero conocimiento versa sobre lo inteligible,
no sobre lo sensible. La educación es un proceso de transformación interior que
busca la esencia de la persona, es decir, conocerse a sí mismo y se encuentra
íntimamente relacionada con la justicia, con la posibilidad de formar hombres
justos.

La verdadera educación consiste en crear humanos nuevos, pero para esto se


debe erradicar los prejuicios que habitan en el interior de cada uno: la ambición y
la codicia.

En este proceso tiene una función importante, ya que se convierte en la energía


capaz de llegar a la justicia.

Platón asume que el mejor gobierno es el de los buenos hombres: solo cambiando
a las personas podemos cambiar la convivencia. Esta idea aparece en el periodo
de la ilustración su teoría moral afirma que el interés individual es el motor
fundamental del comportamiento humano. Solo cambiando a las personas
cambiamos la convivencia.

Este paradigma se lleva mal con la política democrática debido a que: La práctica
política esta contaminadas y son un reflejo de la imperfección humana, además
que este paradigma anula toda posibilidad de control humano.

O sea, con este paradigma lo que se desea es cambiar al hombre ya que


cambiándolo a el podremos tener una mejor vida ciudadana.

Las tres funciones de la educación cívica para este paradigma son:

- Información cívica

Que es un tipo de educación dirigida a las relaciones sociales que busca fortalecer
los espacios de convivencia social entre las personas. La cual es el estudio de los
aspectos teóricos, políticos y prácticos de la ciudadanía, así como de sus
derechos y deberes; los deberes de los ciudadanos entre sí como miembros de un
cuerpo político y para el gobierno.
- Entrenamiento de competencias indispensable

Es un proceso de enseñanza y aprendizaje que está orientado a las personas con


el fin de adquirir habilidades, conocimientos y actitudes para un desempeño
idóneo.

- Transmisión de justificaciones normativa.

Eso implica saber relacionarse, saber y querer comprender a los “otros” y cooperar
con ellos, así como ser competentes para resolver de forma pacífica y democrática
las situaciones que generan las relaciones sociales y la convivencia. Tener
competencia social significa ser capaz de mantener adecuadas relaciones con
otras personas, es decir tener un funcionamiento eficaz dentro de los contextos
sociales de los que se forma parte.

El paradigma terapéutico esta fundamentado sobre una alternativa excluyente


entre los nuevos y viejos valore morales.

- Paradigma de las reglas

Kant defendía este paradigma en su obra la paz perpetua. Contrario al anterior


paradigma, éste se funda en la convicción de que lo importante no es transformar
al individuo, pues la calidad de un orden político determinado depende de que se
cuente con un sistema de reglas que asegure una convivencia satisfactoria entre
los seres humanos, independientemente de las motivaciones e intereses
individuales.

En congruencia, la visión de educación ciudadana que plantea pone el acento en


el conocimiento de la ley, de los derechos y obligaciones ciudadanas, así como en
el desarrollo de un conjunto de habilidades que permitan al individuo actuar de
manera eficiente en el contexto de un régimen específico y actúen en el desarrollo
de sus propios proyectos de vida en el marco de lo instituido. Es peligroso exigir la
perfección moral de cada individuo como requisito para la construcción del buen
orden social, la perfección moral es importante, pero debe buscarse por otro lado.

La educación preparatoria para la ciudadanía debe cumplir un papel como


transmisora de información cívica, se debe aprender cuales son los derechos y
deberes, la responsabilidad jurídica solo así podrá realizar su propio programa de
vida para estar acorde con la sociedad donde vive.

- Paradigma de las virtudes cívicas

Este paradigma reconoce la importancia de un sistema de reglas, pero asegura


que éste no es suficiente para garantizar la calidad de un orden político que
garantice la convivencia democrática, pues también requiere de sujetos dispuestos
a respetar y comprender el espíritu de la ley. Por eso la comprensión de educación
ciudadana que plantea retoma la importancia del conocimiento de las reglas y
añade la necesidad de fomentar virtudes y valores cívicos congruentes con el
modelo de sociedad al que se aspira.

Sostiene que si no podemos modificar las motivaciones que llevan a actuar a los
miembros de la especie humana si podemos crear los contextos institucionales
que conduzcan a los buenos resultados.

La revisión de estos tres paradigmas muestra la importancia de identificar los


supuestos teóricos que dan sustento a cualquier propuesta de educación
ciudadana ya que éstos determinan en gran medida sus finalidades, medios y
énfasis pedagógicos. El desarrollo de la autonomía es el núcleo central para la
formación ética y cívica en tanto favorece la asunción de la ciudadanía como una
identidad y como un estilo de vida que se proyecta en la capacidad de intervenir
en la realidad para mejorar las condiciones de vida en beneficio propio y de los
demás.

La educación cívica debe transmitir virtudes y valores que permitan que las
nuevas generaciones no solo se conviertan en ciudadanos sino en buenos
ciudadanos.
CONCLUSION

- Se distingue tres paradigmas que permiten pensar la educación cívico-


política: el «paradigma de las virtudes cívicas» contraponiendo y
describiendo el «paradigma terapéutico» característico del ideal
aristocrático de Platón, pero también de pretensiones más radicales de
reformar la conducta de los individuos para adaptarlos a la vida en la
comunidad, el «paradigma de las reglas» renuncia a cualquier pretensión
de lograr la virtud ciudadana y se conforma con el desarrollo de
instituciones justas.
- Es necesario el desarrollo de instituciones justas para lograr buenos
resultados sin necesidad de entrometerse en las motivaciones de los
individuos, y reflexiona sobre las consecuencias del desdoblamiento moral.
- La Educación Cívica es central para comunicar las responsabilidades y
derechos de los futuros ciudadanos: "pues los jóvenes alumnos de hoy
llegarán mañana a ser ciudadanos y tendrán derechos que ejercer y
deberes que cumplir para con la patria"
- La verdadera educación consiste en crear humanos nuevos, pero para esto
se debe erradicar los prejuicios que habitan en el interior de cada uno: la
ambición y la codicia.
- Si los educadores son capaces de utilizar estrategias que comprometan
activamente a los estudiantes en su aprendizaje sobre la democracia, el
futuro de las democracias descansará sobre fundamentos sólidos
RECOMENDACIONES

- Estimular la conciencia de los derechos y las responsabilidades, de las


normas y los valores, de las cuestiones éticas y morales que existen dentro
de la sociedad.
- Proveer a los alumnos del conocimiento, las habilidades y las competencias
necesarias para la participación activa dentro de una sociedad civil
democrática.
- Promover una comprensión de la libertad como posibilidad que es preciso
aprender, compartir y mejorar.
- Impulsar el pensamiento crítico y la reflexión e involucrar a los alumnos en
la adopción de una posición y defenderla (justificación de los valores).
- Crear un clima en la clase que induzca a aprender y a participar
activamente en cuestiones relacionadas con el civismo.

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