MATERIAL CERÁMICO
Un material cerámico es aquel constituido por
sólidos inorgánicos metálicos o no metálicos que ha sido fabricado
mediante tratamiento térmico.
La pasta cerámica más básica es el barro común, o barro rojo que
está formado por silicatos de aluminio procedentes de la
descomposición de otras rocas primarias y puede tener diferentes
impurezas como óxido de hierro que le da el tono rojizo.
Para obtener objetos de cerámica a partir del barro es imprescindible
un horno que caliente el material a altas temperaturas.
PROPIEDADES
Los materiales cerámicos pueden tener una estructura cristalina o no
cristalina (amorfa), en ocasiones una mezcla de ambas.
Por ello las propiedades son diferentes dependiendo del tipo de
material.
En general se comportan como aislantes eléctricos y térmicos,
presentan gran dureza, elevado punto de fusión, gran resistencia a la
compresión al desgaste y a la corrosión.
CLASIFICACIÓN DE LAS CERÁMICAS TRADICIONALES
El ladrillo es uno de los productos cerámicos más antiguos utilizado
por el hombre
MATERIALES CERÁMICOS POROSOS
No han sufrido vitrificación, es decir, el material inicial no se llega a
fundir. Su fractura (al romperse) es terrosa, siendo totalmente
permeables a los gases, líquidos y grasas.
Los más importantes:
Arcilla cocida. De color rojizo debido al óxido de hierro de las arcillas
que la componen.
La temperatura de cocción es de entre 700 a 1000 °C. Si una vez
cocida se recubre con óxido de estaño (similar a esmalte blanco), se
denomina loza estannífera. El horneado de arcillas ha sido esencial
en la producción tradicional de baldosas, ladrillos, tejas, así como de
todo tipo de recipientes de barro.
Loza italiana. Se fabrica con arcilla entre amarillenta y rojiza
mezclada con arena, pudiendo recubrirse de barniz transparente. La
temperatura de cocción varía entre 1050 a 1070 °C.
Loza inglesa. Fabricada de arcilla arenosa de la que se elimina
mediante lavado el óxido de hierro y se le añade sílex (25-35 %),
yeso, feldespato (bajando el punto de fusión de la mezcla) y caolín
para mejorar la blancura de la pasta. La cocción se realiza en dos
fases:
Cocido entre 1200 y 1300 °C.
Se extrae del horno y se cubre de esmalte. El resultado es análogo a
las porcelanas, pero no es impermeable.
Refractarios. Se trata de arcillas cocidas porosas en cuyo interior hay
unas proporciones grandes de óxido de aluminio, torio, berilio y
circonio. La cocción se efectúa entre los 1300 y los 1600 °C. El
enfriamiento se debe realizar lenta y progresivamente para no
producir agrietamientos ni tensiones internas. Se obtienen
productos que pueden resistir temperaturas de hasta 3000 °C.
La norma europea DIN 51060/ISO/R 836, considera resistente al
calor aquel material que se reblandece a una temperatura inferior
de 1500 °C; y refractario, aquel material que se reblandece con un
mínimo de temperatura de 1500 °C y alta refractariedad para aquel
material que se reblandece a una temperatura mínima de 1800 °C.
La aplicación más usual son los Ladrillos refractarios, que deben
soportar altas temperaturas en el interior de hornos.
MATERIALES CERÁMICOS IMPERMEABLES Y SEMI-IMPERMEABLES
La porcelana se caracteriza por su finura y transparencia tras la
cocción
Se los ha sometido a temperaturas bastante altas en las que se
vitrifica completamente la arena de cuarzo. De esta manera se
obtienen productos impermeables y más duros. Los más destacados:
Gres cerámico común.- Se obtiene a partir de arcillas ordinarias,
sometidas a temperaturas de unos 1300 °C. Es muy empleado en
pavimentos.
Gres cerámico fino.- Obtenido a partir de arcillas refractarias
(conteniendo óxidos metálicos) a las que se le añade
un fundente (feldespato) con objeto de rebajar el punto de fusión.
Más tarde se introducen en un horno a unos 1300 °C. Cuando está a
punto de finalizar la cocción, se impregnan los objetos de sal marina.
La sal reacciona con la arcilla y forma una fina capa de
silicoaluminato alcalino vitrificado que confiere al gres su vidriado
característico.
PORCELANA.- Se obtiene a partir de una arcilla muy pura,
denominada caolín, a la que se le añade fundente (feldespato) y un
desengrasante (cuarzo o sílex). Son elementos muy duros soliendo
tener un espesor pequeño (de 2 a 4 mm), su color natural es blanco
o translúcido. Para que el producto se considere porcelana es
necesario que sufra dos cocciones: una a una temperatura de entre
1000 y 1300 °C y otra a más alta temperatura pudiendo llegar a los
1800 °C. Teniendo multitud de aplicaciones en el hogar (baterías de
cocina, vajillas, etc.) y en la industria (toberas de reactores, aislantes
en transformadores, etc.). Según la temperatura se distinguen dos
tipos:
Porcelanas blandas. Cocidas a unos 1000 °C, se sacan se les aplica
esmalte y se vuelven a introducir en el horno a una temperatura de
1250 °C o más.
Porcelanas duras. Se cuecen a 1000 °C, a continuación, se sacan, se
esmaltan, y se reintroducen en el horno a unos 1400 °C o más. Si se
decoran se realiza esta operación y luego se vuelven a introducir en
el horno a unos 800 °C.