Los Números
Un número puede aparecer en una carta de varias formas. Puede ser el número de
serie de una carta en los arcanos mayores (por ejemplo, la carta 4, el Emperador) o
en los arcanos menores (por ejemplo, el 6 de bastos). Puede ser el número de un
grupo de objetos o los detalles en la ilustración de una carta, como tres ventanas
en la carta de La Torre, dos copas en la carta de La Templanza, o siete estrellas en
la carta de La Estrella. Una carta puede también mostrar una figura geométrica que
expresa un número, como un triángulo representando el número tres o un cuadrado
representando el número cuatro.
En el sistema de Pitágoras los números pares se consideran femeninos, estables e
inclusivos, mientras que los números impares (excepto el número 1) se consideran
masculinos, que avanzan y activos. El número uno se considera la raíz de todos los
números, así que representa una unidad más allá de la oposición masculino y
femenino.
Los arcanos mayores del Tarot pueden también servir como fuente de numerología
porque para cada número podemos vincular el significado de la carta del arcano
mayor correspondiente. Por ejemplo, si nos preguntamos por el significado del
número tres, podemos pensar en la Emperatriz, que es el número tres en los arcanos
mayores.
Los números entre el uno y el diez se consideran los más significativos y los números
más altos se consideran, a menudo, una representación del número básico diez.
Varios autores del Tarot aceptan esta visión y consideran, por ejemplo, la carta del
Diablo (número quince) como un aspecto más complejo de la carta del Papa
(número 5).
Combinando elementos de varios sistemas de numerología, aquí tenemos una lista
de significados para los diez primeros números que pueden usarse en la lectura del
Tarot.
Uno: es la unidad básica, la raíz de todos los números. La figura asociada a él es el
punto, que representa concentración y enfoque.
En los arcanos mayores el número uno es el Mago, que abre los arcanos y también
expresa la individualidad de una sola persona.
Dos: oposición, dualidad, plenitud. Puede representar una asociación o una
relación romántica, un conflicto entre dos elementos o un dilema entre dos
opciones. La tensión entre los polos tiene el potencial de generar movimiento, pero
debido a la naturaleza estática de los números pares, no ocurre todavía. En la
tradición china, el número dos representa los elementos complementarios del yin y
el yang. En los arcanos mayores es la Papisa con una pantalla que divide el mundo
en dos partes, el revelado y el oculto.
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Tres: la tercera unidad rompe el estancamiento del número dos y agrega
movimiento y creación. El número tres representa el dinamismo, el flujo, la fertilidad
y las fuerzas de la naturaleza. Su correspondiente forma es el triángulo equilátero,
pero también puede estar representado por tres líneas horizontales paralelas, que
simbolizan el abismo, la tierra y el cielo. En los arcanos mayores es la Emperatriz, a
menudo asociada con la fertilidad y el crecimiento.
Cuatro: sólido, estable, seguro y conservador. Representa las cosas materiales,
terrenales y tangibles, las reflexiones prácticas y la estructura de los sistemas o
instituciones establecidas. También simboliza la materia de los cuatro elementos:
tierra, agua, aire y fuego y espacio físico (los cuatro puntos cardinales)
Su forma típica es un cuadrado, con una base estable firmemente apoyada en el
suelo. En los arcanos mayores el número cuatro es el Emperador, que expresa
dominio en el mundo físico. Cuatro objetos en una carta pueden representar una
realización práctica o el acto de alcanzar un objetivo tangible.
Cinco: la unidad impar rompe la estructura estable del número cuatro y le añade
algo de otro plano. Esto puede representar una ruptura de una estructura estable y
segura, pero también la apertura a una nueva dimensión. El cinco también está
representado por una pirámide cuadrada, con cuatro esquinas en el suelo y una
punta en el plano superior. En los arcanos mayores es el Papa, actuando dentro de
un establecimiento terrenal, pero apuntando a un nivel de espiritualidad superior. El
número cinco también simboliza la estructura de la baraja misma del Tarot, con un
arcano mayor y cuatro menores.
Seis: el número seis expresa armonía, como una unión de factores opuestos, o como
una combinación de factores complementarios. La forma que lo representa es la
estrella de David, que es una fusión de dos triángulos complementarios.
En los arcanos mayores es el Enamorado, representa una armonía entre las
elecciones humanas en la tierra y lo que el cielo decrete.
Siete: el número siete crea un nuevo movimiento fuera de la armonía del seis, sin
embargo, como 4+3 expresa una combinación de la estabilidad material y de la
energía del movimiento. Por lo tanto, tiene un carácter misterioso a veces confuso,
con una oposición interna no resuelta entre la abundancia y el éxito, por un lado, y
la perjudicial inestabilidad por otro. Semejante oposición se expresa en la carta del
Carro, con una estructura cuadrada que rodea la forma triangular de la cabeza y
los brazos del jinete. La tensión interna del número siete también puede tener un
aspecto productivo, abriendo todo un espectro de posibilidades, como los siete
colores del arco iris, los siete días de la semana, los siete metales en alquimia.
Ocho: este número puede representar construcciones racionales, sistemas bien
definidos de normas y leyes, discernimiento y profundidad, o un largo y paciente
trabajo necesario para construir una estructura estable. En los arcanos mayores es
la carta de la Justicia, cuya parte superior sugiere una lógica y austera
infraestructura con líneas rectas y ángulos rectos.
Nueve: una combinación de procesos dinámicos que expresan complejidad,
variedad de posibilidades, y movimiento que no sigue una dirección clara. El
número nueve también es casi diez, por lo que expresa un esfuerzo para llegar a la
perfección, pero asimismo una incapacidad para alcanzar ese objetivo en su
totalidad. En los arcanos mayores es la carta del Ermitaño, que expresa una
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búsqueda de espiritualidad y un examen de conciencia. Además, puede sugerir
una realidad más allá de la razón, que puede estar relacionada con la intuición y
el misticismo.
Diez: como base del sistema numérico, el diez representa una totalidad o
culminación. Como 5+5 puede representar una combinación de lo bueno y lo malo,
como un proceso cíclico que implica ascenso y declive. En los arcanos mayores es
la Rueda de la Fortuna, que representa la finalización de un ciclo y un retorno al
punto de partida.
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