FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA
Título del Proyecto de Investigación
AUTORA:
Córdova Barzola, Ruth Mabel (ORCID: org/0000-0003-1513-248)
ASESORA:
Dra. Valderrama Ríos, Olga Giovanna (ORCID: org/0000-0003-1906-7101)
LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN:
Políticas y Gestión en Salud
LIMA – PERÚ
2021
INDICE
Carátula
Índice de contenido
Índice de tablas
Índice de figuras
I. INTRODUCCIÓN
II. MARCO TEORICO
III. METODOLOGIA
III.1. Tipo y diseño de investigación
III.2. Categorías, subcategorías y matriz de categorización
III.3. Escenario de estudio
III.4. Participantes
III.5. Técnicas e instrumentos de recolección de datos
III.6. Procedimiento
III.7. Rigor científico
III.8. Métodos de análisis de datos
III.9. Aspectos éticos
IV. ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
IV.1. Recursos y presupuestos
IV.2. Financiamiento
IV.3. Cronograma de ejecución
REFERENCIAS
ANEXOS
I. INTRODUCCIÓN
Los riesgos laborales son aquellas situaciones que se encuentran en el sitio
del trabajo del individuo colocando al trabajador en mayor exposición. Los
profesionales de enfermería dentro del área laboral están expuestos a los
diferentes riesgos laborales; ya sea biológico, físico o químico. Estos peligros
afectan individual o colectivamente, y tienen la probabilidad de desencadenar
una alteración a la salud, distorsionando inevitablemente el proceso de trabajo.
La forma de evitarlos es conociendo y actuando frente a estos riesgos,
siguiendo correctamente las normas de bioseguridad.
A nivel mundial, las enfermedades profesionales causan 2.02 millones de
muertes por año, lo que representa el 86% de los fallecimientos relacionados
con el trabajo, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (1).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los trabajadores de salud
entre ellos los de enfermería, desarrollan sus actividades en un ambiente
propicio para la exposición a los múltiples y variados peligros ocupacionales
peculiares a su actividad, como los peligros biológicos, físicos, químicos,
psicosociales y condiciones no ergonómicas, por lo que, el profesional de
salud sufre alrededor de 2 millones de pinchazos con agujas anualmente, que
resultan en infecciones por hepatitis B y C, y VIH.
La OMS estima que la carga global de las enfermedades por exposición
ocupacional entre el personal de salud corresponde en un 40% a las
infecciones por hepatitis B y C y un 2.5% de las infecciones por VIH. Ahora
bien, la pandemia ha puesto de relieve hasta que punto la protección de los
trabajadores de la salud es clave para garantizar el correcto funcionamiento
del sistema de salud. La COVID-19 ha expuesto a los trabajadores de la salud
y a sus familias a niveles de riesgo sin precedentes. Aunque no son
representativos, los datos de muchos países de todas las regiones de la OMS
indican que el número de infecciones por el virus de la COVID-19 entre los
trabajadores de la salud es mucho mayor que entre la población general.
Aunque los trabajadores de la salud representan menos del 3% de la
población en la gran mayoría de los países y menos del 2% en casi todos los
países de ingresos bajos y medios, alrededor del 14% de los casos de COVID-
19 notificados a la OMS corresponden a trabajadores de la salud (2).
En los países industrializados los accidentes por pinchazos con agujas son las
lesiones principales relacionadas con objetos punzocortantes. Las
trabajadoras y trabajadores de salud de Estados Unidos sufren de 800.000 a 1
millón de pinchazos anualmente, sin incluir el vasto número de casos que no
se reportan. En los hospitales de Reino Unido se producen más de 100.000
pinchazos cada año, mientras que, en los países en desarrollo, estos casos
prácticamente no se registran, aunque probablemente se den en la misma
proporción o aún más que en los países industrializados. Las enfermeras y los
enfermeros cuentan con la mayor tasa de pinchazos con agujas entre los
trabajadores de la salud. El riesgo de infección de un(a) trabajador(a) de la
salud por pinchazos con agujas depende del patógeno involucrado, el estado
inmunológico del trabajador y la severidad del pinchazo.
En el Perú, el Ministerio de Trabajo promueve una cultura de prevención de
riesgos laborales, se trata del punto de partida para comenzar a realizar la
implementación del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo
(3).
Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), existen alrededor de 4,7
millones de jóvenes trabajadores de 15 a 29 años, quienes representan más
del 27 % de la fuerza laboral. Asimismo, 4 de cada 10 jóvenes sufren
accidentes laborales no mortales y 3 de cada 10, accidentes mortales. En el
mes de Julio de 2021 se registraron en Lima Metropolitana 1976 notificaciones
de accidentes de trabajo, lo que representa el 71.4% respecto al número de
notificaciones a nivel nacional. Lima es considerada la ciudad con más
accidentes laborales registrados con mas de 114 mil casos. Durante el 2019
se incrementaron en 73% los casos de accidentes de trabajo, con respecto al
2018 (4).
Por otro lado, durante mis prácticas pre profesionales observé que las
enfermeras sufren accidentes laborales ya sea con objetos punzocortantes o
por exposición a fluidos “salpicaduras”. En su mayoría el tipo de dispositivo
asociado a los accidentes ocupacionales por exposición a objetos
punzocortantes son las agujas huecas (jeringas descartables) y estas se dan
al momento de canalizar una vía o re encapuchar. También se observó que al
momento de administrar tratamiento por vía parenteral, según el departamento
de epidemiología del Hospital Nacional Dos De Mayo la enfermera sufre
lesiones en la mano derecha/izquierda ya que no se daba el correcto uso de
los equipos de protección personal. Cuando se le preguntó a la enfermera el
por qué no usa los guantes y las medidas de protección personal, la mayoría
contesta que “usar los guantes les incomoda y ya están acostumbradas a
trabajar así porque es más fácil y rápido”. Otro grupo de enfermeras
manifiestan que “no utilizo los guantes por querer sustituirlo por la ligadura. Sin
embargo, existe un grupo en el que la enfermera no usa el equipo de
protección personal porque no se abastecen de recursos. En este contexto,
nos hacemos la siguiente interrogativa, ¿Cuál es la relación que existe entre la
adherencia a las normas de bioseguridad y la prevención de riesgos laborales
del personal de enfermería? Cabe destacar que lo que se pretende lograr con
este estudio es disponer de una guía de recomendaciones para optimizar la
seguridad del personal enfermero y del paciente. Esto con la finalidad de
prevenir los accidentes laborales usando correctamente el equipo de
protección personal y siguiendo correctamente el manual de bioseguridad.
Asimismo, esta investigación beneficiará al profesional de enfermería ya que
nos ofrecerá pautas para la correcta actuación frente a un accidente laboral o
exposición involuntaria, garantizando así la realización del trabajo de manera
segura. El objetivo general de la presente investigación es determinar la
relación que existe entre la adherencia a las normas de bioseguridad y la
prevención de riesgos laborales del personal de enfermería. Como objetivos
específicos se pretende identificar la relación que existe entre la adherencia a
las normas de bioseguridad y la prevención de riesgos biológicos, físicos y
químicos del personal de enfermería.
II. MARCO TEORICO
Adherencia, es un concepto que hace mención a la aglutinación o el pegamiento
físico de distintos elementos. La adherencia también es la propiedad de aquello
que es adherente (que se pega a otra cosa). Sin embargo, para este estudio
tomaremos la definición de adherencia como la conducta o comportamiento que
adopta el personal de salud frente al uso de los elementos de protección
individual. Además de todo lo indicado se encuentra el término de adherencia
terapéutica que es el término con el que se hace referencia a la responsabilidad
que tiene un paciente en lo que se respeta al cuidado de su salud. Es decir, seguir
todas las indicaciones y recomendaciones que le ha dado el médico, como
guardar reposo. En efecto la adherencia también puede ser la unión o un apego
simbólico. Por ejemplo, una persona debe seguir un determinado tratamiento
médico. La adherencia del paciente al tratamiento alude a si respeta o no las
indicaciones del médico. Cuando cumple con aquello que el profesional le dice, se
adhiere al tratamiento. En cambio, si no toma los remedios o no hace la dieta
indicada, el paciente no muestra adherencia al tratamiento. (5)
Las normas bioseguridad debe entenderse como una doctrina de comportamiento
encaminada a lograr actitudes y conductas que disminuyan el riesgo del
trabajador de la salud de adquirir infecciones en el medio laboral. Sin embargo
compromete también a todas aquellas otras personas que se encuentran en el
ambiente asistencial, ambiente éste que debe estar diseñado en el marco de una
estrategia de disminución de riesgos. Sin embargo, la existencia de normas y su
difusión no son suficientes para modificar conductas, poner en practica estas
normas significa conciencia que además de nuestra propia salud consideramos la
de los demás. (5)
En todas las unidades de salud existen zonas de alto riesgo, las que en donde por
la naturaleza de sus actividades y procedimientos en la atención directa al usuario
y manipulación de materiales, insumos y otros potencialmente contaminados con
fluidos corporales, existe un mayor riesgo de adquirir infecciones en usuarios y
trabajadores. El proceso de atención al paciente genera diariamente desechos de
diversa índole que ameritan un manejo correcto, pues de ello depende no solo la
prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sino también
la prevención de enfermedades en la población de usuarios y la comunidad en
general. Las normas de bioseguridad tienen como finalidad evitar que como
resultado de la actividad asistencial se produzcan accidentes. Se trata de medidas
que operativamente tienden a proteger tanto al paciente como al personal de
salud y su utilización tiene carácter obligatorio. Las normas de bioseguridad
disminuyen, pero no eliminan el riesgo. (5) La adherencia a las normas de
bioseguridad, son las actividades que incrementa el nivel de protección individual
y a su vez permite que la persona desarrolle medidas de autocuidado, ya que la
participación de cada uno frente a la toma de decisiones puede afectar o
promover la percepción y estimación del riesgo. Lo que pone de manifiesto que la
adherencia a las normas de bioseguridad va más allá de la disponibilidad de EPP
evidenciando la complejidad del tema de factores individuales, creencias y
relaciones de trabajo en la toma de decisiones para la protección y el auto
cuidado. Dicho de otro modo, la sobrecarga de trabajo compromete la adhesión a
los equipamientos de seguridad y provoca mayor susceptibilidad a los riesgos
ocupacionales. La adhesión a las normas de bioseguridad tiene relación directa
con la percepción que los profesionales de la salud tienen acerca de los riesgos a
los que están expuestos.
Adherencia a las normas de bioseguridad; a. El conocimiento en
bioseguridad hospitalaria disminuye la probabilidad de contagio de enfermedades
infectocontagiosas, por que minimiza el riesgo a exponerse, ofreciendo pautas
para la actuación correcta frente a un accidente laboral o exposición involuntaria y
garantizando la realización del trabajo de manera segura. Para ello a través de
medidas científicas organizativas define las condiciones y criterios bajo las cuales
el personal debe trabajar, considerándolas como precauciones universales,
correspondiendo a ellas: la universalidad, las barreras de protección y las
medidas de eliminación, siendo estas incluidas en el estudio junto con el lavado
de manos. Existen 3 principios importantes para las normas de bioseguridad;
Universalidad: Las medidas deben involucrar a todos los pacientes de todos los
servicios, independientemente de conocer o no su serología. Todo el personal
debe seguir las precauciones universales rutinariamente para prevenir la
exposición de la piel y de las membranas mucosas, en todas las situaciones que
puedan dar origen a accidentes, estando o no previsto el contacto con sangre o
cualquier otro fluido corporal del paciente. Estas precauciones, deben ser
aplicadas para todas las personas, independientemente de presentar o no
patologías. Uso de barreras: Comprende el concepto de evitar la exposición
directa a sangre y otros fluidos orgánicos potencialmente contaminantes,
mediante la utilización de materiales adecuados que se interpongan al contacto
de los mismos. Son procedimientos que implicas el uso de ciertos dispositivos de
protección personal como por ejemplo: gorros, anteojos de seguridad, guantes,
mandiles, botas, con el objeto de impedir la contaminación con microoganismos
eliminados por los enfermos y en otros casos que microrganismos del personal
sanitario sean transmitidos a los pacientes. Es necesario reconocer que tanto la
piel, mucosas o cavidades del cuerpo se encuentran siempre colonizadas por
microrganismos conociéndose estos como flora endógena: virus, bacteria,
hongos, a veces parásitos que no afectan al portador porque sus barreras
defensivas se encuentran intactas, pero pueden ser introducidos y transformarse
en patógenos en los tejidos de los mismos y otras personas sanas o enfermas
cuando tales defensas son dañadas. Medios de eliminación de material
contaminado: Comprende el conjunto de dispositivos y procedimientos
adecuados a través de los cuales los materiales utilizados en la atención de
pacientes, son depositados y eliminados sin riesgo. Los residuos sólidos que se
generan en los establecimientos de salud, producto de las actividades
asistenciales constituyen un peligro de daño para la salud de las personas si en
circunstancias no deseadas, la carga microbiana que contienen los residuos bio
contaminados ingresa al organismo humano ó en el caso de los residuos
especiales cuando ingresan mediante vía respiratoria, digestiva o dérmica. Los
residuos sólidos hospitalarios incluyen un componente importante de residuos
comunes y una pequeña proporción de residuos peligrosos (biocontaminados y
especiales). La naturaleza del peligro de estos residuos sólidos, está determinada
por las características de los mismos que se podrían agrupar básicamente en:
residuos que contienen agentes patógenos, residuos con agentes químicos
tóxicos, agentes genotóxicos, o farmacológicos, residuos radiactivos y residuos
punzo cortantes. Todos los individuos en un establecimiento de salud, están
potencialmente expuestos en grado variable a los residuos peligrosos, cuyo riesgo
varía según la permanencia en el establecimiento de salud, la característica de su
labor y su participación en el manejo de residuos. (5)
El personal asistencial de los establecimientos de salud (médicos, enfermeras,
técnicos, auxiliares, etc.) también están en riesgo de sufrir algún daño potencial
como consecuencia de la exposición o contacto a residuos peligrosos,
destacándose los residuos punzo cortantes como los principalmente implicados
en los “accidentes en trabajadores de salud”, aunque la gran mayoría de
accidentes por pinchazos con material punzo cortante ocurre durante la
realización de algún procedimiento asistencial y antes de ser desechado, donde el
“material médico implicado” aún no es considerado un residuo. El personal
asistencial de los establecimientos de salud (médicos, enfermeras, técnicos,
auxiliares, etc.) también están en riesgo de sufrir algún daño potencial como
consecuencia de la exposición o contacto a residuos peligrosos, destacándose los
residuos punzo cortantes como los principalmente implicados en los “accidentes
en trabajadores de salud”, aunque la gran mayoría de accidentes por pinchazos
con material punzo cortante ocurre durante la realización de algún procedimiento
asistencial y antes de ser desechado, donde el “material médico implicado” aún
no es considerado un residuo. Situaciones de emergencia, accesibilidad a los
equipos en el momento de la atención, sobrecarga laboral, exceso de confianza,
sin embargo, estos factores están determinados por un comportamiento individual
influenciados por valores y creencias. b. La Aplicación; La mayoría de conductas
de riesgo en la aplicación de las normas de bioseguridad identificadas son:
reenfundar agujas, no uso de EPP adecuadamente, falta de claridad en los
protocolos de atención a pacientes de alto riesgo, cumplimiento del protocolo
lavado de manos, no tener claro procedimiento a seguir en caso de accidente de
trabajo.
No obstante, en la actualidad la aplicación de las medidas de bioseguridad es un
requisito y obligación por todos los profesionales de la salud y las instituciones
prestadoras de servicios de salud, las mismas que están obligadas a disponer de
las condiciones necesarias para su cumplimiento. Es importante resaltar que la
Bioseguridad se concibe como un derecho de la población (que exige la
protección de las personas y del medio ambiente), como un derecho de los
pacientes o quienes son atendidos como tales y que concurren a establecimientos
sanitarios y por último como un derecho de todos aquellos que trabajan en ellos.
El elemento más importante de la bioseguridad es el estricto cumplimiento de las
prácticas y procedimientos apropiados y el uso eficiente de materiales y equipos,
los cuales constituyen la primera barrera a nivel de contención para el personal y
el medio. Garantizar la bioseguridad en un centro hospitalario no puede ser una
labor individual, espontánea o anárquica; es preciso que exista una organización
de seguridad que evalúe los riesgos y, junto con las recomendaciones del comité,
controle y garantice el cumplimiento de las medidas. c. La Actitud; las actitudes
frente a las normas de bioseguridad son en general positivas, proactivas y
orientadas al cumplimiento de las normas institucionales y a garantizar su
autoprotección. Sin embargo situaciones que se relacionan con la sobrecarga de
trabajo, el temor a ser observados o sancionados, la falta de tiempo o la
conciencia de la importancia de la aplicación de las medidas de bioseguridad,
condicionan las actitudes de los trabajadores frente a las mismas. Uno de los
objetivos de la bioseguridad es contribuir a la construcción de una cultura de
comportamiento dentro del ambiente hospitalario, por parte del equipo de salud,
con el objeto minimizar el riesgo potencial de accidentes laborales, evitar las
infecciones intrahospitalarias proteger al paciente, personal hospitalario y la
comunidad en general. También es necesario tener en cuenta los factores
culturales que afectan a cada individuo para poder impactar en la adhesión a las
normas de bioseguridad, lo cual es un trabajo continuo.
Prevención de riesgos laborales; la prevención se refiere a la preparación con
la que se busca evitar, de manera anticipada, un riesgo, un evento desfavorable o
un acontecimiento dañoso. Por ejemplo, pueden prevenirse enfermedades,
accidentes, etc. Por otro lado, riesgo laboral, es toda circunstancia capaz de
causar un peligro en el contexto del desarrollo de una actividad laboral. Es todo
aquello que puede producir un accidente o siniestro con resultado de heridas o
daños físicos y/o psicológicos. El efecto siempre será negativo sobre la persona
que lo sufre. Los factores de riesgo en los diversos tipos de trabajo son diferentes
y los daños causados son de diferente gravedad. Como hemos dicho, siempre
dependerá del lugar donde se desempeñe la tarea y de la naturaleza de esta. Por
lo tanto, prevención de riesgos laborales es el conjunto de actividades adoptadas
en todas las fases de actividades de las empresas con el fin de evitar o disminuir
derivados del trabajo. La prevención de riesgos laborales evalúa los riegos de
cada sector, cada empresa y cada tipo de trabajo, trata de fijar las medidas para
minimizar o evitar en cada caso los accidentes y enfermedades profesionales. En
algunos casos se actúa sobre la empresa (medidas de prevención que afectan al
centro de trabajo y a todos los trabajadores) y en otros, sobre el trabajador
(medidas de prevención individuales, como guantes, mascarilla, batas, etc.)
Riesgos Laborales: a. Biológico; se define el riesgo biológico como la posible
exposición a microorganismos que puedan dar lugar a enfermedades, motivada
por la actividad laboral. Su vía de transmisión puede ser por la vía respiratoria,
digestiva, sanguínea, piel y mucosas. Mientras los agentes biológicos con
capacidad infecciosa pueden ser virus, bacterias, parásitos, hongos o esporas,
toxinas, endotoxinas, cultivos celulares, etc. Para que este contacto se produzca
debe existir una vía de transmisión, que permita que el agente entre en contacto
con el órgano o sistema dónde el agente en cuestión puede causar daño.
Además, cada persona tiene una susceptibilidad individual, que explica por qué
algunas enferman cuando entran en contacto con determinado agente biológico,
mientras que otras no (en función de su inmunización previa de vacunaciones u
otras características personales). Los líquidos que se consideran como
potencialmente infectantes son, sangre, semen, secreción vaginal, leche materna,
líquido cefalorraquídeo, líquido sinovial, líquido pleural, líquido amniótico, líquido
peritoneal y líquido pericárdico. Cualquier otro líquido contaminado con sangre,
heces, orina, secreción nasal, esputo, vómito y saliva, no se consideran líquidos
potencialmente infectantes, excepto si están visiblemente contaminados con
sangre. Para que la transmisión del VIH pueda ser efectiva es necesario que el
virus viable, procedente de un individuo infectado, atraviese las barreras
naturales, la piel o las mucosas. Esto ocurre cuando las secreciones
contaminadas con una cantidad suficiente de partículas virales libres y de células
infectadas, entran en contacto con los tejidos de una persona a través de una
solución de continuidad de la piel cómo úlceras, dermatitis, escoriaciones y
traumatismos con elementos cortopunzantes o contacto directo con las mucosas.
De igual manera el Virus de la Hepatitis B posee una mayor capacidad de
infección que el VIH; se estima que un contacto con el virus a través de los
mecanismos de transmisión ocupacional, pinchazos con agujas contaminadas con
sangre de pacientes portadores, desarrollan la infección hasta un 30 - 40% de los
individuos expuestos, mientras que con el VIH es menor del 1% el riesgo
ocupacional. Sin embargo, el riesgo de adquirir accidentalmente y desarrollar la
enfermedad con el VIH y el VHB existe.
b. Químico; el riesgo químico puede ser producido por agentes corrosivos,
produciendo la alteración de los tejidos, como los que producen la exposición a la
lejía, ácido clorhídrico, entre otros. Tóxicos, que pueden causar sus efectos por
inhalación, ingestión o contacto directo con la piel y/o mucosas. Otra puede
producir efectos carcinogénicos, teratogénicos, o por inflamación o exposición.
Los riesgos químicos juegan un papel importante en los servicios hospitalarios, ya
que el personal puede absorber sustancias químicas durante su manejo o por
mantenerse cerca de ellas. Los gases anestésicos, antisépticos, manipulación de
drogas citostáticas, medicamentos y preparados farmacéuticos pueden provocar
efectos biológicos en el trabajador, dependiendo de la concentración,
manipulación, exposición, susceptibilidad del trabajador, el agente y la práctica de
protección adoptada por el personal. Igualmente, todos estos agentes químicos
pueden producir una diversidad de efectos irritantes alérgicos, tóxicos e incluso
cancerígenos. Los productos químicos tóxicos pueden provocar consecuencias
locales y sistémicas según la naturaleza del producto y la vía de exposición. Las
Vías de penetración de un producto químico al organismo puede ser por
inhalación, absorción cutánea o ingestión. Mientras que según su peligrosidad
pueden ser, corrosivos, irritantes, nocivos, radioactivos, etc. La forma del material
químico puede influir en como penetra en el organismo y en alguna medida en el
daño que provoca. Las principales formas materiales de los productos químicos
son sólidos, liquido, vapores y gases. c. Físico; son efectos traumáticos como
caídas, accidentes por cables sueltos, quemaduras por exposición a temperaturas
muy altas y/o muy bajas, cortaduras por vidrios resquebrajados de recipientes
dañados o tubos rotos o condiciones de trabajo como aparatos que producen
mucho ruido llevando a una disminución de la audición; mala iluminación de los
ambientes que pueden producir efectos sobre la visión y el uso de muebles de
trabajo inadecuados que hacen optar por posiciones inadecuadas y por
consiguiente defectos posturales y dolor de espalda. El factor de riesgo físico se
define como aquel factor ambiental que puede provocar efectos adversos a la
salud del trabajador, dependiendo de la intensidad, tiempo de exposición y
concentración del mismo, cuando se interactúan con formas de energía, como
ruido, vibraciones y presiones anormales que conforman esta primera división de
riesgos físicos.
Uno de los Factores de Riesgo Físico es el Ruido, considerado como cualquier
del sonido superior a un Límite Máximo Permisible; siendo éste el causante de
pérdidas auditivas de origen profesional (hipoacusia neurosensorial o sordera
ocupacional), Otro Factor de riesgo son las vibraciones, las cuales son
movimientos oscilatorios de un sistema mecánico, siendo éste el causante de
efectos sobre el hombre como el Síndrome de Raynaud.
III. METODOLOGIA
IV. ASPECTOS ADMINISTRATIVOS