Eneagrama Nivel 1
Eneagrama Nivel 1
EL ENEAGRAMA NIVEL 1
La compulsión típica de una personalidad se experimenta como una fuerza básica que nos conduce
a reaccionar de una manera irresistible y habitual, especialmente cuando permanece inconsciente y
sin ser reconocida por nosotros mismos. Todo ello se debe a ciertas pautas o mandatos asimilados e
introyectados en nuestra infancia: "Nunca confíes en nadie". “Si no tomas el poder, lo perdiste."
“Lo mas importante es ocultar los sentimientos”. "Tienes que ser perfecto". "Yo no valgo si no soy
especial", etc. Estos mandatos y creencias dificultan y empañan nuestra posibilidad de ser lo que
somos auténticamente.
Nadie tiene una personalidad pura perteneciente a una única tipología. Cada persona tiene un
conjunto original e irrepetible de características relacionadas con las 9 personalidades. Sin embargo
un individuo funciona prioritariamente desde alguno de los 9 tipos. El estudio de los tipos no
pretende etiquetar a las personas, sino comprenderlas mejor. Es importante señalar, que ningún tipo
de personalidad es mejor o peor que otro, simplemente son diferentes. Es importante, también,
señalar que dentro de nuestro pertenecer a un grupo determinado de personas, seguimos siendo
únicos e irrepetibles. Cada tipo de personalidad tiene sus aspectos positivos y negativos, ventajas y
desventajas, puntos fuertes y débiles.
Tipo 1: Idealista
Es idealista en el sentido de perseguir ideales. Profesan valores elevados como integridad, rectitud,
justicia, verdad. Estilo disciplinado, metódico y organizado. Intentan mejorar la realidad y a ellos
mismos. Son personas activas y con iniciativa. Atentos a los detalles, a los procedimientos y a la
ejecución cuidadosa de los compromisos. Crítico consigo mismo y con los demás. Está convencido
que hay un modo correcto de hacer las cosas y es el suyo. Vacila a la hora de actuar, por miedo a
equivocarse. Utiliza con frecuencia la palabra “debería” o “tengo que”. Tiende a ser más bien
tímido e introvertido. Es "el perfeccionista". Su compulsión es el resentimiento. Tiene una rabia
profunda que le nace de percibir el mundo en desorden, pero evita exteriorizarla, pues si refleja su
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rabia él mismo pierde su "ser ordenado". Su estrategia defensiva le lleva a controlar su rabia y por
ello procura la perfección para sí mismo y para el mundo "imperfecto" que le rodea. Se destacan
en profesiones donde es importante la ética de la acción y se privilegia la preparación del trabajo.
En su mejor aspecto, el Uno sano es sabio, perspectivo, realista y noble, a la vez que moralmente
heroico.
Tipo 2: Ayudador
La relación de amor y amistad es lo más importante. Saben intuir las necesidades del prójimo. Son
atractivos para personas que necesitan comprensión y apoyo. Se dedican a causas solidarias o
benéficas. Desarrollaron la empatía, la cordialidad y la diplomacia. Ha sido criado con la idea: “los
adultos me quieren cuando les ayudo”. En el fondo exige aprobación y afecto aunque no sea
conciente de ello, e inclusive lo niegue. Busca ser amado y apreciado volviéndose indispensable
para la otra persona. Se entrega a satisfacer las necesidades de los demás y a reprimir las propias.
Tiende a manipular a los demás y a quedar resentido si no lo quieren. Tiene muchos yoes y muestra
uno distinto con cada amigo. Es el típico "sentimental". Su compulsión es la adulación. A través
de agradar y servir a los demás, intenta ganarse la aprobación de los que lo rodean. Evita fijarse en
sus propias necesidades, y esto es, en el fondo, su estrategia defensiva, pues mientras más adula o
está al servicio de las necesidades de los demás, más busca que lo quieran o le den afecto. Puede
llegar a ser un gran manipulador afectivo. Los “dos” evolucionados son personas genuinamente
atentas y solícitas.
Tipo 3: Organizador
Orientados a emplear su tiempo y energías en la realización de objetivos y proyectos. Son actores
natos, cuidan su imagen y saben ganarse admiración. Se distinguen por la confianza en sí mismos,
por su motivación, practicidad y ambición. Se sintieron valorados si obtenían éxito y ofrecían de sí
mismos una imagen convincente. Buscan ser queridos por su rendimiento y logros. Son
competitivos. Se obsesionan con la imagen de ganador y con el estatus comparativo. Maestro de las
apariencias. Confunde el sí mismo real con la identidad del trabajo. Puede aparecer como más
productivo de lo que en realidad es. Es "el eficiente", en todo lo que hace, busca siempre el éxito.
Pero esta forma de ser, no es más que una estrategia defensiva, para evitar que los demás se
percaten de su fuerza básica: su compulsión es la vanidad. El quererse tanto a sí mismo
(exageradamente) lo impulsa a ser activo y proponerse proyectos ambiciosos, sin embargo, su
activismo le alejan de un compromiso real y de la propia autenticidad, y esto lo lleva al fracaso
(aspecto que evitan rotundamente). Los “tres” evolucionados pueden ser líderes eficaces, buenos
presentadores, promotores competentes, capitanes de equipos vencedores. Son extrovertidas y con
un ritmo rápido de vida.
Tipo 4: Artista
No significa que sea artista, sino en cuanto a su manera diferente y creativa de ver la vida. Se ven
atraídas por la belleza, valoran lo estético. Tienen riqueza emotiva y son sensibles a las vivencias
interiores. Tienen intensas pasiones y necesidad de intimidad. Se sienten diferentes y tratan de
entender porque se sienten así. Dialogan consigo mismos asumiendo distintos papeles. Tienen
tendencia al diálogo interior y dificultad para comunicarse al exterior. Atraídos por lo inaccesible, el
ideal nunca está aquí y ahora. Trágico, triste, artístico, sensible, concentrado en el amante ausente,
en la pérdida de un amigo. Sienten que no son comprendidos por los demás. Ser comprendidos y
que los hagan sentir especiales es la clave para que se abran. Creen que no fueron amados lo
suficiente en su infancia y adolescencia. Es afectuoso, romántico y fiel a la amistad. Son
introvertidos y reflexivos. Es el diferente o "el especial", pareciera que no encaja en ningún grupo
social. Vive nostálgico, y justamente su compulsión es la melancolía, lo que le da la fuerza para ser
lo que es. Tiene un mundo interno de sentimientos y emociones que no exterioriza fácilmente, pero
que más bien sublima artísticamente a través de poesías, pinturas, etc. Los “cuatro” evolucionados
son creativos en su modo de vivir y capaces de aliviar el dolor ajeno. Están comprometidos con la
belleza y la vida apasionada.
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Tipo 5: Observador.
Tiene tendencia a observar la realidad para obtener conocimiento y crecer en sabiduría. No le gusta
ser protagonista, prefiere observar y acumular información que le ayude afrontar la vida. Aman la
libertad e independencia. Detestan sentirse controlados y depender de otros. Ambicionan
conocimiento e información y les estimula todo aquello que acreciente su saber. Su energía se
expresa en la sistematicidad y originalidad del pensamiento. Les anima una curiosidad innata que
les lleva a ensanchar sus horizontes y explorar lo nuevo y lo desconocido: les gusta viajar, conocer
culturas diferentes, estudiar idiomas, participar en cursos y conferencias y conseguir toda clase de
títulos. Mantienen distancia emocional respecto a los demás. Protegen su vida privada, no
participan. Les agobian los compromisos y las necesidades de los demás. Se aíslan de las personas,
de los sentimientos y de los objetos. Es "el intelectual", aquél que se siente sabio, que siempre
está dando explicaciones o metido en los libros. Tiende a tener un mundo interno de ideas que le
impiden ser normalmente sociable. Sin embargo esto es sólo una estrategia defensiva que parte de
su verdadera compulsión: la mezquindad. En el fondo, es una persona que le gusta acumular (cosas,
libros, ideas, etc.), y por no compartir lo suyo, se mete en su propio mundo interior. Los “cinco”
evolucionados pueden ser muy buenos a la hora de tomar decisiones y ser grandes intelectuales.
Tipo 6: El Colaborador
El término colaborador refleja la actitud de fondo de esta personalidad de promover la colaboración
y responder a la necesidad de la inclusión y la pertenencia. Se caracterizan por un fuerte sentido de
fidelidad (a las personas) y responsabilidad (cumplimiento de compromisos contraídos). Son fiables
en cuanto a la realización de cualquier trabajo. Una de sus necesidades fundamentales es conocer
las expectativas de que son objeto y las normas de actuación, y con esta claridad proceden con
confianza, de lo contrario, son asaltados por sus dudas y miedos. La actividad les da el resguardo
necesario para evitar pensar y hacer frente a sus miedos e inseguridades. La fidelidad y lealtad a
personas y normas suele enmascarar inseguridades de fondo, dependen de la seguridad que les
proporciona “lo exterior”, y ocultan así las propias dudas, el miedo a equivocarse y ser juzgados.
Carecen de confianza en sí mismas y la buscan en otra parte. Es "el leal", el fiel a las autoridades, a
los principios, a las normas; es el obediente, el sumiso. Sin embargo, esta es su estrategia defensiva,
pues siendo leal y obediente, evita que asome su verdadero ser, su compulsión: la cobardía. Por
miedo es que en realidad actúa sumisamente, por miedo es que no se desvía de las normas.
Tipo 7: El Optimista
Tiene una actitud positiva en su modo de ser y de relacionarse. Son personas que contagian su
exuberancia, su vitalidad y su alegría a los ambientes en los que viven y trabajan. Creen en las
posibilidades ilimitadas de la vida y viven con pasión. Les encantan los viajes y la buena comida,
son aficionados a cantar, a contar chistes, a hacer proyectos y a tener experiencias gratificantes. Les
gusta la variedad y no quieren perderse nada gratificante que pueda ofrecerles la vida. Su mente no
para de conjeturar nuevas ideas o iniciativas que puedan hacerle la vida cotidiana más interesante.
La energía del optimista se canaliza hacia el futuro. Lo que lo guía es la necesidad de sensaciones y
experiencias nuevas. Les gusta jugar y les apasiona lo que hay de interesante en las personas y
situaciones. Es un eterno joven. Su enfoque de la vida es superficial y aventurero. Le cuesta
comprometerse, le gusta mantener abiertas las opciones y permanecer excitado emocionalmente. Es
alegre y su compañía es estimulante. Empieza muchas cosas pero termina pocas. Es "el alegre",
siempre haciendo bromas, siempre con un grupo de amigos, tomando las cosas a la ligera. Nunca se
mete en líos, ni se preocupa demasiado por los problemas, pues ello podría llevarle a sufrir, a sentir
dolor (lo que evita al máximo). Su compulsión es este "proyectar" las cosas hacia fuera, evitar
reflexionar mucho; en pocas palabras, vive un mundo irreal y superficial por evitar el dolor. Los
“siete” evolucionados son buenos a la hora de sintetizar y teorizar, son renacentistas.
Tipo 8: El Jefe
El término jefe no significa que estas personas desempeñen necesariamente funciones de autoridad.
Son “jefes” en su forma de ser y de relacionarse. Son personas que trasmiten fuerza, decisión y
realismo en lo que hacen. Son capaces de luchar por lo que creen sin dejarse manipular por los
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demás. Se guían por convicciones internas y por un fuerte sentido de justicia. Su energía desemboca
en la acción, en el trabajo. Le estimulan las situaciones difíciles, especialmente donde hay
injusticias. Luchan en las causas que promueven los derechos de los pobres y de los débiles. Tienen
un instinto protector. Se esfuerzan en mejorar su calidad de vida y la de su entorno: casa, familia,
comunidad, medio ambiente, etc. La claridad de sus ideas e intenciones y la autenticidad de sus
convicciones lo hacen capaces de transmitir a los demás la motivación para que se impliquen en sus
causas. Es protector, combativo, da la cara, le encanta discutir. Tiene que tener el control hace
demostraciones de fuerza e ira. Tiene respeto por las personas fuertes. Vive excesivamente, hace
demasiadas cosas. Es el típico "líder" natural siempre al mando. Buscan el poder como una forma
de sentirse importantes a los ojos de los demás. A veces parece estar en contra de los demás
principalmente de los que tienen poder o autoridad. En el fondo, con esta máscara de poder, evita
reconocer sus propias debilidades. Los “ocho” evolucionados son excelentes líderes,
especialmente como opositores. Intentan proteger a sus amistades.
Tipo 9: El Mediador
El término mediador refleja la tendencia de estas personas a actuar como intermediarios y
conciliadores en las situaciones de tensión. Son los portadores de los valores de paz y armonía. Su
objetivo es lograr la reconciliación donde haya tensiones, sea en el ámbito familiar, laboral o
comunitario. De carácter ecuánime, tranquilo, afable y equilibrado. Se caracterizan por su bondad,
sencillez y amabilidad. Su presencia serena, agradable y no absorbente resulta atractiva. Saben
escuchar a los demás, no son críticos, ni formulan juicios contra su prójimo. Son tolerantes con los
que piensan distinto. Trata de limar las diferencias y ser receptivo a todos. Se distinguen en el
trabajo por su estilo conciliador, presencia serena y paciente. Tratan de conciliar todos los
conflictos, se vuelven ambivalentes. Conocen mejor las necesidades de los demás que las propias,
se vuelven inseguros de sí mismos. Se acomoda a los demás y expresa su ira de forma indirecta a
través de conductas como la obstinación, la pasividad, el hacer las cosas lentamente, etc. Tiende a
compensar sus necesidades afectivas insatisfechas a través de la comida, bebida, televisión, etc. Es
"el pacífico", el tranquilo, el que siempre está en paz. Evita el conflicto puesto éste le hace
intranquilizarse, o, peor aún, comprometerse. Su compulsión es la indolencia, la flojera. Si bien
crean una atmósfera de paz y armonía a su alrededor, tienen el vicio de la pasividad. Tiene
demasiada complicación con el sólo hecho de vivir, para qué complicarse más.
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Reafirmamos aquí, que somos seres únicos e irrepetibles, que tenemos una personalidad diferente
a la de los demás, pero que a la vez, tenemos características que nos hacen parecernos a unos o a
otros, y por lo tanto nos hacen pertenecer a un tipo u otro de personalidad. Este es el camino y el
fin del eneagrama: conocernos para transformarnos. Y para ello, debemos darnos cuenta de cómo
nos comportamos a nivel social, para reconocer y aceptar nuestra compulsión. Muchas veces, para
llegar a nuestra esencia debemos primero "desenmascarar" nuestro ser social, nuestra estrategia
defensiva. Si tomamos conciencia tanto de nuestra compulsión como de nuestra estrategia
defensiva, logramos mayor libertad personal.
Entender nuestros resentimientos para poder perfeccionar el mundo, reconocernos con necesidades
para poder atender las necesidades de los demás, aceptarnos con fracasos para poder triunfar,
expresar nuestros sentimientos para poder ser especiales, entender a los demás para poder ser
reflexivos, aceptarnos cobardes para poder ser valientes, permitirnos sentir dolor para poder
compartir, reconocernos débiles para sentirnos fuertes, sabernos pasivos para poder empezar a
comprometernos. De eso se trata, de superarnos desde nuestra esencia, desde nuestro verdadero yo,
un yo que nos impulsa a ser lo que nosotros, al final de cuentas, nos propongamos ser.
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TIPO 1: IDEALISTA
Aspectos positivos:
El término idealista no debe entenderse como que viva en un mundo imaginario sino como una
tendencia constante a perseguir ideales. El tipo idealista es de sólidos principios como la integridad,
la rectitud, la justicia, la verdad, etc. Las personas tipo Uno son éticas y poseen un fuerte sentido del
bien y del mal, de lo correcto y de lo incorrecto. Valoran la honradez y la imparcialidad, y tienden a
ser objetivos y equilibrados en sus juicios. Se esfuerzan con mucha energía en mejorar la realidad
para que triunfe la verdad y la justicia. Se distinguen por su estilo disciplinado, metódico,
organizado y detallista. Son personas activas, capaces de tomar la iniciativa y dar vida a proyectos
nuevos. Muchos tienen cualidades de líder y son capaces de guiar a otros. Se distinguen por su
atención a los detalles, por la conformidad con los procedimientos, por el cumplimiento cuidadoso
de los compromisos y por la capacidad de llevarlos a cabo. Unos son hábiles manejando ideales,
procedimientos, reglas, códigos de ética y responsabilidades. Son buenos para el pensamiento
convergente.
En su mejor aspecto, el Uno sano es sabio, perspectivo, realista y noble, a la vez que moralmente
heroico. Los “unos” evolucionados pueden ser héroes morales con excelente capacidad crítica. Los
Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en él mismo y los demás. Bajo estrés, Los Unos... sienten que cada cosa necesita ser
organizada y cada quien meterse a la fila, y están impacientes y enfadados con quienes parecen
demasiado informales con respecto a hacer "lo correcto.
Pueden resultar críticos, moralistas, perfeccionistas y obsesivos por el orden. Normalmente tienen
problemas de rabia e impaciencia reprimidas. El tipo "uno" siente ira (cólera), entendida en todas
sus variantes y matices: irritación, frustración, insatisfacción, resentimiento, impaciencia, desdén,
intolerancia, rencor.
El elevado rigor ético y de comportamiento del “1” con las exigentes expectativas que abriga
respecto de sí mismo y de los demás, le hace percibir enseguida y sufrir la diferencia existente entre
el ideal y la realidad. A pesar de todos sus esfuerzos y de su incansable trabajo, la realidad y las
relaciones siguen siendo muy imperfectas y dejan mucho que desear. El 1 aprieta los dientes para
disimular su insatisfacción y enmascarar su ira, que le produce malestar y disgusto, porque le hace
dar una imagen demasiado humana e imperfecta de sí. Está convencido de que las personas
educadas no tienen que enojarse jamás y su insatisfacción se manifiesta en la tensión de su rostro y
en el tono de su voz.
Es crítico de sí mismo y de los demás. Convencido de que existe una sola forma correcta de hacer
las cosas. Se siente éticamente superior. Con frecuencia utiliza palabras como "debo" o "tengo que".
Trabajadores rectos, independientes y perfectos. Perfeccionistas, están en contra de las cosas como
están. Ellos creen que luchan por mejorar algo. Ponen empeño en hacer bien su trabajo y viven con
disgusto las intromisiones de otros, porque disminuyen la calidad de su trabajo. No delegan tareas
en otros convencidos que no lo harían tan bien como ellos. Parecen personas muy justas y de gran
moralidad. Tienen muy poca aceptación de los otros. Intentan acomodar su pareja a sus
expectativas. Son amas de casa "perfectas y pulcras". Puritanos: son más papistas que el Papa.
Tienen voz firme y pronunciado mentón. Corrigen lo que está mal, se fijan en la mancha, no en el
traje. Se dedican a causas benéficas. Exigentes y estrictos. Exigen respeto. Piden justicia. Tienen
miedo a dejarse llevar, miedo a la pasión, miedo de cometer errores. La palabra control es
importante para ellos. Es una no aceptación de la naturaleza, de lo que es. Tiene fuertes
convicciones, suele ser prejuicioso y rígido. El deber está por encima del placer. Interés por los
reglamentos y las normas. Tienen la compulsión de decir "cómo debería de hacerse". Echan mano
de la razón, abogacía innata.
Elaboran listas de lo que tienen que hacer como forma de control y estructuración de su vida. Su
frustración proviene del convencimiento de que hay un modo correcto de hacer las cosas y que es el
suyo, y no aceptan ninguno más: “las cosas hay que hacerlas así, y punto”. Su obsesión por las
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minucias no le permite tener una visión más amplia de las cosas. Las cosas son blancas o negras, no
hay grises, y pretenden tener siempre la razón. Los demás pueden sentirse irritados con ellos por su
inflexibilidad y espíritu crítico.
Historia Infantil: Provienen de familias educadas en la disciplina y el deber, en las que era
importante comportarse correctamente para merecer aprobación de los padres. El idealista asumió
esas expectativas de los padres y ha tratado de hacer lo mejor posible para ser aceptado. Los Uno
fueron niños buenos, aprendieron a portarse bien, a ser responsables y a hacer lo correcto.
Aprendieron a controlarse con severidad. En cuanto a su carácter el idealista es más bien tímido e
introvertido.
Su deseo básico: Ser bueno, virtuoso, equilibrado, íntegro. Desean mejorarlo todo. Ser perfecto.
Deseo de perfección y virtud que degenera en perfeccionismo obsesivo e intensa autocrítica.
Su miedo básico: Ser "malo", imperfecto, defectuoso, perverso, corrupto. Miedo a explotar de ira.
El mandato de los padres: "Sólo vales si haces lo correcto". Estarás bien solo si sos perfecto. "No
está bien cometer errores". El mensaje que hubiera necesitado oír: “Eres bueno”. “Está bien
como sos”.
La ilusión con la que se autoengañan: Los Sufis dicen que si se sobre-valora las cualidades
positivas de la personalidad, identificándose excesivamente en lo que saben hacer bien, se cae en
una imagen idealizada de sí mismos. De aquí surge el convencimiento de que la forma de ser o
actuar de uno es superior a los demás. Su ilusión o autoengaño es: “Si los demás se esforzaran en
mejorar y en parecerse a mí, el mundo sería mejor para todos”. Otra ilusión con la que se engaña
es: “Solo estaré bien si soy perfecto”. La idea de que indefectiblemente siempre existe una
solución precisa, correcta y perfecta para todos los problemas. Por nada del mundo se puede vivir
felizmente en un lugar de imperfecciones, sin cambiarlo. Peor, si cree que sabe cómo hacerlo. Así,
busca la seguridad, el control absoluto y la verdad perfecta, a través de no delegar nada.
Justificación del engaño: "¿Resentido y perfeccionista yo? ¡Nooooo! Lo que pasa es que a mí me
gustan las cosas bien hechas. Con esto justifica su autoengaño y por tanto sigue dentro de su propia
trampa.
Su trampa en las relaciones: Cuanto más incompleto se encuentre a sí mismo, más severamente
se tratará. Se esforzará en hacerlo mejor y más correctamente. Y más exigirá a los demás que sean
perfectos y correspondan a su ideal. Cuanto más se esfuerce (las voces críticas se hacen cada vez
más duras y despiadadas), más se alejará de su ideal de perfección y del cumplimiento de su anhelo
de terminar alguna vez y poder descansar. Se mete en el enredo cuando interpreta la conducta de
los demás como una crítica a su persona y se cuestiona, por ello, a sí mismo. Entonces surge la ira.
Cuanto peor acepte sus propios errores y fallas, más querrá corregir en el otro. Pero cuando se
vuelve muy crítico, ya no logra encontrar nada bueno en el otro. Si el autocuestionamiento se
convierte en odio hacia sí mismo, entrará en una crisis existencial que va unida a sentimientos
negativos muy fuertes. Entonces puede caer en una sensación melancólica y depresiva. Se encuentra
sin rumbo y ya no sabe lo que es correcto.
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Forma de comunicarse: Tienden a juzgar y moralizar: “¿haz visto?”, “yo te lo había dicho?”, “Así
no se hace”, “te equivocaste”. Tienen expresiones como: “es preciso…”, “habría que…”, “todos
deberíamos…”. Su tono de voz es tajante y/o culpabilizante. Repiten sus instrucciones para
cerciorarse que han entendido y no cometerán errores.
Teoría del subtipo: Hay 3 instintos básicos: instinto sexual, instinto social e instinto de
autoconservación. Según Gurdjieff todas las personalidades tienden a canalizar y privilegiar el uso
de la propia energía en uno de los tres instintos:
Subtipo sexual: Celos, vehemencia. El 1 sexual teme perder a su pareja por la aparición de alguien
mejor, por lo que pone en marcha reacciones de celos protectivos. El Uno intenta controlar a la
persona amada con la que comparte una relación. La observa a cada paso y teme que otras perso nas
pudieran resultarle más atractivas. En su interior bullen a causa de los celos y del temor a perderla,
aunque son incapaces de permitirse y de exteriorizar ese sentimiento «imperfecto». Los celos nacen
del miedo a que otra persona pudiese ser «más perfecta» y, en consecuencia, más atractiva.
Subtipo social: Inadaptabilidad, puritano, rigidez. Asume una actitud moralista y rígida para
tratar de corregir lo que no va bien. Los Unos no están dispuestos a identificarse
incondicionalmente con un sistema social que sea imperfecto. Les daría la impresión de que están
tapando sus faltas. Antes bien, ven su misión en reformar continuamente el sistema y tienen
tendencia a moralizar. Al mismo tiempo tienen miedo de que los guardianes del sistema les echen
algo en cara. Es la posición de la «solidaridad crítica» y del «sí, pero...»
Subtipo de autoconservación: Ansiedad, temor, preocupación. Vive con temor a cometer algún
error que pudiera comprometer su imagen o resultarle fatal. Los Unos regidos por el instinto de
conservación sienten temor ante la cuestión de cómo saldrán de apuros. Una simple falta lo podría
estropear todo. Sea como sea, creen tener bien merecida su ruina a causa de su imperfección, pues
la imperfección es mala. Los Unos viven con la continua preocupación por la falta que, para su rui -
na, podrían cometer. Por este motivo, tienen tendencia a interrumpir y a corregir a su interlocutor
continuamente.
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda su falsa personalidad", son los
cimientos del ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión y por su fijación
cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es conocer la clave para romper la
coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra esencia, ser auténticos y lograr
verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el trasfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior.. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 1 es la Ira o Cólera, entendida en todas sus variantes y
matices: irritación, frustración, insatisfacción, resentimiento, impaciencia, desdén, intolerancia,
rencor.
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 1 es el
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Resentimiento. El resentimiento es alimentado por ideas negativas falsas, que exigen que las cosas
o las personas deberían haber sido distintas. Y de esta manera el resentimiento alimenta y mantiene
la ira.
Manifestación de sus aspectos negativos: El “1” es una olla a presión, cuya rabia contenida y
controlada, puede manifestarse bajo diversas formas, tales como:
La superioridad: La irritación ante las limitaciones de los demás puede traducirse en actitudes de
superioridad profesional, estética, intelectual, de comportamiento, etc.
La critica: Constante inclinación a detectar instintivamente los errores y los aspectos negativos de
las personas, así como a puntualizar sistemáticamente las cosas que no funcionan.
El perfeccionismo: Excesiva preocupación por los detalles, debida a su obediencia a normas y
autoridades abstractas, a su obsesión por evitar la mediocridad y a su impaciencia consigo mismo y
con los demás.
El moralismo: Tendencia a imponer los propios criterios y juicios, adoptando un tono de sermón y
de reprimenda en relación con los comportamientos considerados erróneos. El moralismo degenera
a menudo en actitudes culpabilizadoras.
El supercontrol: La tendencia a la rigidez y a la falta de espontaneidad. La tensión provocada
puede dificultar la distensión, perturbar el sueño, complicar la digestión y originar ulceras, gastritis,
etc.
La culpa: Están habitadas por un crítico interior que juzga (“ya te lo había dicho…”), culpa (“si
hubieras actuado de otra manera…”) y condena tanto a sí mismo como a los demás.
Pautas para armonizar los aspectos negativos: Los Unos pueden armonizarse si logran la
serenidad del corazón mediante la práctica de actitudes como las siguientes:
Educarse en la afirmación de lo que hay de bueno y positivo en uno mismo y en los demás, sin
atormentarse por lo que sigue siendo incompleto e imperfecto.
Relativizar los deber ser, darse cuenta que no hay una forma de ser válida para todos, y que todos
tienen derecho de ser cómo quieran ser.
Ser conscientes de que hay distintos modos de hacer las cosas, sin absolutizar el propio y
menospreciar los de los demás.
Transformar la cólera en energía positiva, sin necesidad de condenarla (enojarse con uno mismo
por haberse enojado) o de justificarla con razones que quieran validarla (“cómo no me voy a
enojar”?!), sino canalizándola al servicio de la justicia y de la verdad.
Comprender que el enojo surge cuando la realidad no es como uno cree que debería ser. Revisar
esos “deber ser” porque suelen ser rígidos. La fuente del enojo está en esos deber ser rígidos y no
en la realidad. Cuando el enojo es comprendido se disuelve.
Soltar las exigencias internas que alimentan los resentimientos con razones falsas. Cuestionar esas
razones. Ser más flexibles, relativizar las propias razones, ver las cosas de forma más amplia.
Ejercer menos control sobre sus reacciones y sentimientos, aceptarse a sí mismos.
Tener paciencia y apreciar los pequeños esfuerzos sin lamentarse por los errores cometidos o las
oportunidades perdidas.
Valorar lo que está bien, y no centrar la atención solo en lo que no está bien.
Desarrollar el optimismo, ver lo positivo, abandonar la crítica culpabilizadora y destructiva.
Aprender a reírse de uno mismo, desdramatizando los propios desaciertos y relativisando las
angustias.
Implicarse en actividades artísticas, recreativas, dejarse tiempo para el ocio y los hobbis.
Valorar la importancia de las cosas objetivamente, sin hacer una montaña de un grano de arena.
Consolarse con la idea de que la salvación del mundo no depende de los propios esfuerzos y
confiar en la providencia.
Convivir creativamente con las propias limitaciones e imperfecciones.
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Comprender y aceptar todos sus sentimientos, darse permiso para sentir y expresar sin culpa.
Eticos Juzgadores
Gente en la que se puede confiar Condenadores
Productivos Inflexibles
Idealistas Obsesivo-compulsivos
Honestos Superserios
Ordenados Controladores
Autodisciplinados Ansiosos
2. Relativiza más tus razones y argumentos, los otros pueden también tener su razón.
3. Ten más paciencia cuando las cosas no son como tú crees que deben ser y disfrutarás de la
bienaventuranza de "dejar que las cosas sean".
4. Sé más tolerante contigo mismo y así serás más tolerante con los demás y disfrutarás de la
bienaventuranza de ser como eres y dejar que los demás sean como son.
5. Cuando casi todo lo has hecho bien, no te castigues por lo único que has hecho menos bien.
6. Nadie exige de ti la perfección que tú te exiges a ti mismo ¡Eres tú, no los demás!
8. Tú, como todos, eres una persona que está en camino, en marcha hacia un ideal, y por tanto con
fallos o facetas todavía por mejorar.
10. Vive y disfruta: diviértete y juega, ríete y pasea, canta y baila, descubrirás que la vida tiene su
propia perfección.
El centro dominante del 1 es el instintivo (el de la acción), el centro auxiliar el afectivo (corazón),
y el centro menos integrado es el intelectual (cabeza). Para armonizarse tiene que desarrollar el
centro intelectual y el centro emocional.
Afirmaciones positivas para armonizar la personalidad: Marque con una cruz aquellas ideas que
usted crea, que son más necesarias de incorporar en su vida. Medite serenamente en esas ideas, lo
más frecuentemente posible.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
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TIPO 2: EL AYUDADOR
Aspectos positivos:
Para estas personas la relación, el amor y la amistad son lo más importante. El ayudador siente
necesidad de responder a las necesidades de los demás. Son personas de gran corazón que saben
intuir las necesidades del prójimo. Son personas disponibles, generosas, sacrificadas, caritativas,
capaces de grandes gestos de amor y altruismo. Les gusta dedicarse a causas donde es más
necesario el calor humano y la solidaridad: hogar de ancianos, de niños, hospitales, etc. Se dejan
guiar más por las vibraciones del corazón, que por el razonamiento. Resultan atractivas para las
personas necesitadas de comprensión y apoyo. Transforman un encuentro casual en una relación de
ayuda. El desconocido se abre a él casi sin darse cuenta y confía en ser escuchado y aconsejado. Los
ayudadores dan lo mejor de sí cuando los demás se encuentran en situación de crisis, seguros de que
cualquier problema tiene solución.
Los Dos son expertos para manejar las necesidades y los sentimientos de otros y se auto-adaptan
para administrar las necesidades de los demás. En su mejor aspecto, el Dos sano es un amigo
especial, generoso, altruista y siente un amor incondicional por sí mismos y por los demás. Los
“dos” evolucionados son personas genuinamente consideradas y solícitas.
Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en sí mismo y los demás. Bajo estrés, los Dos pueden ponerse bastante mandones y
manipuladores, aunque ellos no quieran ver esto sobre ellos mismos. Y son expertos en hacer sentir
culpables a los demás.
Pueden caer también fácilmente en la preocupación y en buscar la complacencia de los demás, en
crearse compromisos que luego no quieran cumplir y en un permisivismo obsequioso. También
pueden ser sentimentales y aduladores. Desean intimar con los demás y suelen hacer cosas por ellos
para sentirse necesitados. Por lo general tienen problemas para cuidar de sí mismos y reconocer sus
propias necesidades. Se ven impulsados a dar a los demás lo que ellos mismos esperan recibir.
Algunas veces luego de haber atendido durante todo el día las necesidades de los demás y haber
reprimido las propias, al volver a su casa se compran una prenda de vestir, unos chocolates u otras
cosas para recompensarse a sí mismos y compensarse por lo que hicieron.
El 2 está orgulloso de sí mismo porque cree estar animado en su servicio, por los más altos motivos
y hacerlo todo sin segundas intenciones. En la práctica, le resulta bastante difícil observarse a sí
mismo interiormente, ya que teme descubrir sus inconscientes intenciones. El aparente altruismo de
esta personalidad puede ser la manera legítima que tiene de vivir su propio egoísmo. En el fondo su
altruismo puede no ser tan gratuito: detrás de su disponibilidad se enmascara la necesidad de ser
amados, aprobados y recibir afecto. Pero reconocer esto lo haría sentir incómodos, empobrecería
sus hipotéticas genuinas motivaciones de servicio, les haría sentirse avergonzados, confusos frente a
una vulnerabilidad difícil de aceptar ya que están orgullosos de ser así, y quedaría al descubierto de
su tendencia manipuladora. En cierto sentido están convencidos de no tener necesidad de los demás
y de que los demás en cambio sí tienen necesidad de ellos. Está convencido de que él no necesita a
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Dios, sino que Dios tiene necesidad de su ayuda para salvar al mundo. En el fondo exige aprobación
y afecto. Busca ser amado y apreciado volviéndose indispensable para otra persona.
Los “Dos” poseen una tremenda necesidad de afecto y aprobación. "¿Les pareceré simpático?"
Desean ser amados, protegidos y sentirse importantes en la vida de los demás. Se siente tan
maravillosa/o que no necesita exhibirse, pero su máxima necesidad es la atención para lo cual
seduce: a cada uno le da lo que quiere. Promete más de lo que cumple. Le atraen las emociones y
las caricias, necesita gente para abrazar y contactar. Es un dar para recibir, un estar en el otro para
que le hagan caso. Seduce con total inocencia "Ya sé que soy maravillosa/o, pero no lo hago a
propósito".
Historia infantil: Durante la infancia estas personas obtuvieron amor y seguridad complaciendo
las necesidades de los demás. Se les premiaba y se les daba aprobación si respondían a las
necesidades de los demás y se olvidaban de sí mismos. Por ello son muy intuitivos para captar la
necesidad ajena. “Los adultos me quieren cuando los ayudo”. A veces han tenido que atender a una
madre enferma, abuelo senil o hermanos menores. Algunos han sufrido la falta de afecto y
compensan este vacío interior dando a los demás lo que ellos no recibieron y quisieran recibir.
Otros crecieron en familias donde los padres eran altruistas y tienden a imitar su ejemplo.
Su deseo básico: Sentirse amada/o. Deseo de ser amado que degenera en sentimentalismo y
generosidad compulsiva.
Su miedo básico: No ser amado ni deseado. Miedo a necesitar y no le den. Miedo a ser indigno de
amor.
Mensaje de los padres: "Vales si eres amado por los demás, si eres amigos de ellos. Solo estarás
bien si ayudas a los demás”. "No está bien tener necesidades". El mensaje que hubiera necesitado
oír: “Eres deseado tal cual sos”.
La ilusión con las que se autoengaña: Los Sufis dicen que si se sobre-valora las cualidades
positivas de la personalidad, identificándose excesivamente en lo que saben hacer bien, se cae en
una imagen idealizada de sí mismos. De aquí surge el convencimiento de que la forma de ser o
actuar de ellos es superior a la de los demás. Su ilusión o autoengaño es: “Afortunadamente, hay en
el mundo gente como yo. Si también los demás pensaran más en el prójimo, viviríamos en un
mundo más altruista y solidario”. La idea de que siempre debe preocuparse por los problemas de
los demás, ya que los propios son sencillos e insignificantes. Se engaña creyendo que esa entrega y
deber hacia los demás le asegura un lugar especial, o mejor, ¡el primer lugar!, en el corazón de los
otros. Lo importante es ser la adoración de los demás. Justificación del engaño: "¿Llamando la
atención y buscando Halago yo? ¡Nooooo! Lo que pasa es que yo practico el servicio". Con esto
justifica su autoengaño y por tanto sigue dentro de su propia trampa.
Su trampa en las relaciones: Cuanto más necesitado está de afecto, más se vuelca en los demás
mostrando lo útil que les puede ser. De esta forma pretende comprar su aprecio. Pero cuanto más se
acerque a los otros exigiendo amor, más se olvidará de sí mismo y más dejará de tener en cuenta sus
propias necesidades. Además los otros se sentirán mal con él y él se sentirá herido e ignorado.
Cuando interpreta la conducta de los otros como rechazo y falta de aprecio, entra en su propio
autoenredo y pierde su autoestima. Cuando se siente herido, se vuelca con mayor énfasis en el otro
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para conseguir una valoración de sí mismo pero lo que provoca es más rechazo. Al final se siente
exhausto y utilizado por todo el mundo.
Relación con el tiempo: Viven el tiempo como una oportunidad para relacionarse con los demás.
Afinidades profesionales: Les gusta las profesiones relacionadas con la atención del prójimo y la
solidaridad., como son las relacionadas con la salud, enfermeros, médicos, asistentes sociales,
psicólogos, voluntariado, apostolado, consejeros, jueces de paz, mediadores, trabajos con niños y
ancianos, etc.
Teoría del subtipo: Hay 3 instintos básicos: instinto sexual, instinto social e instinto de
autoconservación. Según Gurdjieff todas las personalidades tienden a canalizar y privilegiar el uso
de la propia energía en uno de los tres instintos:
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira la su falsa personalidad", son los cimientos
de nuestro ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión dominante y por su
fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es conocer la clave para
romper la coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra esencia, ser auténticos y
lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el transfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 2 es el orgullo. Se reconoce inmediatamente en una
expresión tal como "yo soy el mejor…", pero el Orgullo también aparece como "yo soy el peor…",
disimulado como la virtud de la modestia. En ambos casos, la aserción está en ser "superlativo." El
orgullo siempre exige "cosa grande" y no la cantidad adecuada y específica que debería demanda.
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La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 2 es el halago o
adulación. Piensan y actúan en función del halago, para mantener orgullosamente su imagen ideal
de ayudadores.
La hiper-valoración: Tiende a sobre-valorar los propios méritos y a creer que puede afrontar
cualquier problema contando con las propias fuerzas y capacidades para afrontar las crisis y salvar
prójimo. Tiene una gran necesidad de sentirse necesario y/o indispensable en la vida de los demás.
La hipersensibilidad emotiva: Excesiva sensibilidad y ansiedad frente a las criticas o los indicios
de ser rechazado. Cuando se siente herido, se cierra en sí mismo y se hace agresivo. De vez en
cuando aparece la envidia como expresión de su necesidad de mantener dependientes a las personas
de su entorno.
El hedonismo: Búsqueda del placer y de toda clase de gratificaciones, incluidas las culinarias, para
compensar la falta de afecto y de ternura. A veces mantienen alguna adicción como expresión de su
dependencia y apego a recibir placer.
La seducción: Empleo de técnicas verbales o no verbales para atraer sobre sí la atención de las
personas que despiertan su interés o admiración.
La proyección: Método recurrente de atribuir a los demás los propios sentimientos y necesidades,
como forma de encontrar caminos de servicio y disponibilidad. Creen saber lo que sienten o piensan
los demás, cuando en realidad es una proyección de sí mismos.
Comparación: Se comparan con los demás volviéndose envidiosos.
Se aíslan y deprimen: Se sienten heridas si los demás no se dejan ayudar por ella. Son sensibles y
no toleran que estén enojados con ella. Dicen: “no se que le hice para que esté enojada/o conmigo”.
Sienten que todo lo que hicieron no fue suficiente, y no saben qué más hacer, se sienten culpables
aunque no encuentren motivo. Tratan de controlarlo todo y a todos. Todos deberían amarlo, sin que
quede ninguno afuera.
Resentimiento: Con las personas que han sido ingratas con ella. Culpan y critican a quienes han
mostrado ingratitud. Cuando entran en crisis pasan la factura de lo que hacen por los demás, y
ponen un poco en evidencia que han estado esperando una retribución o reciprocidad. Dejan su
amabilidad y pueden volverse vengativos. Pueden volverse violentos física o verbalmente. Odian
con la misma intensidad con la que aman. Cortan definitivamente con quienes sienten que les han
traicionado.
Pautas para armonizar los aspectos negativos de su personalidad: La salida positiva del
"orgulloso" consiste en practicar la humildad que no es otra cosa que un orgullo sanado. Es como
verse desnudo delante de un espejo sintiendo gratitud por lo que este refleja, sin exagerar
orgullosamente los propios sentimientos, imaginándolos mayores de lo que son y sin
minusvalorarse negándose a aceptar lo que hay. La humildad se practica a través de actitudes como
las siguientes:
Afectuosos Dominantes
Cuidadores Indirectos.
Adaptables Posesivos
Iluminadores Manipuladores
Generosos Egoístas
Cuando están bien se mueven al cuatro Cuándo están mal se mueven al ocho (el
(el artista) y admiten que tiene jefe). Se convierten en controladores de
sentimientos dolorosos (rabia, tristeza y todo y de todos. Echan culpas y se ponen
soledad). Se expresan más artísticamente, exigentes. Dejan de ser amorosos y se
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El centro dominante del 2 es el centro afectivo (corazón), el centro auxiliar es el centro instintivo
(de la acción) y el centro menos integrado es el intelectual (cabeza). Para armonizarse tiene que
desarrollar el centro intelectual y el centro instintivo.
Afirmaciones positivas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: Marque con
una cruz aquellas ideas que usted crea, que son más necesarias de incorporar en su vida. Medite
serenamente en esas ideas, lo más frecuentemente posible.
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Puedo ser siempre yo misma/o, aunque me critiquen.
Si me critican me ayudan a ejercitarme en el ser yo mismo y mantenerme firme.
Dejo definitivamente de compararme con los demás. Soy incomparable.
El valor de una persona no depende de que tenga o no tenga ciertas capacidades.
Soy valioso/a si ayudo o no ayudo, si doy o no doy. Hago lo que quiero y yo me apruebo.
En este mundo hay lugar para todos.
Dejo de dar explicaciones o pedir permiso a otroa para hacer lo que quiero.
Yo me hago responsable de lo que hago, digo, pienso y siento.
Yo me doy el derecho y el permiso de ser yo misma/o.
Yo tengo una identidad y personalidad que es valiosa, porque es mía.
Yo puedo pensar y sentir distinto de los demás y esto está bien para mí.
Lo importante es lo que YO pienso de mí, mas que lo que dicen otros.
Yo no estoy en este mundo para llenar las expectativas de los demás.
Los demás no están en este mundo para llenar mis expectativas.
Está bien que a veces diga que NO. Esto es respetarme y darme amor a mi misma/o.
Tengo derecho a decir que “no” aunque al otro se enoje. Ya no temo el rechazo.
Yo me permito mostrarme tal cual me siento y esto es bueno para mí.
Yo me permito recrearme, divertirme, jugar y disfrutar.
Yo no tengo nada de qué avergonzarme. Dejo de avergonzarme a mi misma/o.
Se apreciarme y valorarme en todas las circunstancias.
Abandono todo “deber ser” y me permito simplemente “ser”, sin juzgarme.
Yo soy totalmente digna/o y valiosa/o.
No importa lo que yo sea, lo importante es ser quien soy.
No necesito halagos de los demás para sentirme bien conmigo misma/o.
Yo me acepto completamente aunque haya cosas de mí que no me gustan.
Yo tengo buenas razones para ser como soy.
Siembre busco comprenderme en vez de condenarme.
Yo me doy cosas buenas. Yo merezco cosas buenas.
Ahora practico el ser bueno conmigo misma/o.
Está bien que yo haga a veces lo que más me conviene a mí y me despreocupe de los demás.
Muchas veces es más importante complacerme a mí que complacer a los demás.
Yo me elijo y priorizo aunque esto frustre y defraude a los demás.
Puedo pedir lo que necesito y deseo, sabiendo que el otro tiene derecho a decirme que no.
Nadie mejor que yo sabe lo que necesito por eso soy responsable de procurármelo.
Dejo de reprochar a los demás que no me dan lo que necesito, y me responsabilizo de dármelo.
Yo me dejo ayudar y recibir la colaboración de otros.
Yo delego trabajo en los demás para no sobrecargarme.
Yo me amo realmente con toda el alma.
Yo soy amable conmigo mismo en presencia de los demás, priorizándome.
Yo no dependo de la aprobación de los demás para mi propia autoestima.
Si los demás me desaprueban yo mismo me doy aprobación.
El único que sabe quien soy y cuanto valgo soy yo misma/o.
Yo doy lo que quiero y si quiero, no doy nada por compromiso.
Yo recibo todo el amor que me dan porque me lo merezco.
Yo soy mi mejor amiga/o.
Yo provoco naturalmente sincero amor hacia mí. No tengo que agrandar mi imagen.
Acepto a la gente que no quiere quererme y la respeto.
Yo estoy lleno de amor por mi misma/o, por lo que soy y no por lo que hago por los demás.
Los demás no están obligados a amarme.
Yo siempre me doy reconocimiento y elogios verbales, sobre todo cuando me priorizo.
Yo amo mi cuerpo y admiro su belleza, sin imponerme ninguna idea de cuerpo ideal.
Yo me permito recibir amor, afecto, cariño porque me lo merezco.
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Yo me amo, luego otros me aman (no al revés).
Cuanto más me amo yo mismo, más me aman los demás.
Acepto que yo le caiga mal a muchas personas, esto es normal.
Yo siempre me perdono y disculpo a mi misma/o.
Yo cambio todo pensamiento negativo acerca de mí por otro positivo.
Me permito recibir con alegría lo que me dan, sin sentir que debo algo.
Siento tolerancia, compasión, y amor hacia toda la gente.
Cuanto más amo a alguien menos dependiente soy de ella/el.
Yo necesito a los demás porque los amo, y no los amo porque los necesito.
La soledad es una oportunidad para desarrollar mi autoestima.
Cuanto mejor manejo mi soledad mejor manejo mis relaciones.
La soledad es una oportunidad para conocerme y aprender a amarme.
Gracias a que en mi soledad surgen todas mis fantasías desvalorizantes puedo cuestionarlas.
Si en mi soledad pienso negativamente de mi, lo transformo en positivo.
Si en mi soledad siento autorechazo, es una oportunidad para darme aceptación y valoración.
No tengo que cambiar, ni ser mejor de lo que soy para empezar a amarme.
Yo me amo tal cual soy sin ponerme ninguna condición para amarme.
Me libero cada vez más del deseo posesivo de cosas y personas de mi ego.
El rechazo de alguien me libera de la dependencia, me anima a afirmarme, me hace madurar.
Dejo de temerle a mi vacío, ya que es lo que me permite llenarme de toda la riqueza de la vida.
Soy una persona completa y feliz con o sin pareja (con o sin esta amistad).
Estoy dispuesta/o a soltar cualquier relación en cualquier momento.
Me siento libre de ser yo misma/o en cada relación, y dejo en libertada al otro.
Puedo decirle NO al otro y eso es adecuado para mí.
Puedo respetarme y priorizarme en mis relaciones.
Si cedo mucho al otro me pierdo a mi misma/o y me descentro de mi ser.
Si cedo mucho al otro después me resiento si el otro no me da lo que espero.
Los demás me tratan como yo misma/o me trato, por eso pienso tratarme maravillosamente.
Suelto mi exigencia de que los demás me amen y se cae mi resentimiento.
Acepto a los demás así tal cual son conmigo, ya no les exijo cambios.
Los demás no están obligados a amarme como yo quiero.
La verdadera solución es amarme yo a mi misma/o. Esa es la deuda que tengo conmigo.
Yo soy responsable de mi vida emocional y no los demás.
Me hago cargo de mi vida y dejo de culpar a los demás.
El rechazo de alguien me libera de la dependencia de su aprobación.
Yo soy auténtico, honesto y directo con los demás.
Nadie puede avergonzarme si yo no me avergüenzo de mi mismo, si yo me doy aprobación.
Los celos no son amor. El verdadero amor no es celoso.
El amor no es necesidad, dependencia, posesión, prohibición.
Mi pareja es libre para decidir estar conmigo o no.
Si me quedo sola/o no es una catástrofe, puedo sobrevivir.
Mi pareja no está obligada a amarme y yo no puedo obligarla a que me ame.
Si mi pareja hace cosas por mí por compromiso o por temor a que me enoje no me sirve.
Ya no exijo nada a mi pareja que no quiera dármelo libremente.
Cuanta más libertad doy a mi pareja más me ama.
Cuanto mayor es mi amor por mi mismo, menos celos tengo.
Si me encuentro con el otro desde la libertad de cada uno es hermoso, sino no hay nada que
hacer.
Mis celos tienen que ver con mi temor a la soledad y creencia falsa de que no puedo estar solo.
Mi soledad es dolorosa porque evito sentirla y porque no aprendí a amarme en lo profundo.
Yo puedo afrontar lo peor que pueda pasar y sobrevivir.
Muchos de mis miedos no son peligros reales, son fantasías.
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Muchos de mis miedos no son catástrofes dramáticas, son dificultades sobrellevables.
Mi resentimiento hacia vos se basa en mi exigencia de que seas distinto, suelto mi exigencia y
se cae mi resentimiento.
El aceptarte tal cual sos me trae paz a mi misma/o.
Acepto que seas como sos, tenés derecho de ser como quieras ser.
Ya no te exijo que me ames, ahora me amo yo y descubro que eso es lo más importante.
La comprensión, aceptación y amor que no me dieron me la voy a dar yo misma/o.
Ya no necesito discutir con vos porque ya no quiero convencerte de nada.
Sos libre para decirme lo que quieras, yo soy libre para hacer lo que yo quiera.
Ya no espero que me des nada y esto te quita poder para influirme o frustrarme.
Si culpo a los demás estoy esquivando la responsabilidad por mi vida.
Te perdono completa y amorosamente.
Dejo de alimentar mi herida y dolor con más dolor pensando negativamente de vos.
Con la queja continua me pongo en el lugar de víctima y así me siento superior.
Me salgo del lugar victima y me hago responsable de mi vida.
El que me hirió era inconsciente y no quería hacerme daño.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
TIPO 3: EL ORGANIZADOR
Aspectos positivos:
El organizador utiliza su tiempo y energías en la realización de objetivos y proyectos. Tienen
capacidad organizativa, creativa y la competencia para lleva adelante proyectos y tener éxito. Se
distinguen por la claridad de los objetivos, por el alto nivel de energía que les anima, por la
confianza con que miran el futuro y por la intensidad con la que trabajan. Consideran el trabajo
como un antidepresivo natural y llevan adelante muchas cosas simultáneamente, demostrando
excepcionales aptitudes para pasar rápidamente de la idea a la acción. Motivador, modelo,
comunicador, buscador de status, "el mejor". El tipo adaptable y orientado al éxito. Las personas
tipo Tres son seguras de sí mismas, atractivas y encantadoras. Ambiciosas, competentes y
enérgicas, también pueden ser conscientes de su posición y estar muy motivadas por el progreso
personal. En el ejercicio de la profesión prefieren la variedad más que el cuidado de los detalles, la
productividad más que la elaboración teórica, el recurso a la imaginación y la creatividad más que a
la seguridad vinculada a fórmulas conocidas. Viven la vida con pasión, y su entusiasmo y
optimismo son contagiosos. Basándose en sus capacidades comunicativas, implican a los demás en
el logro de sus objetivos.
Saben presentarse de manera eficaz y atractiva, empleando sus óptimas capacidades personales para
la interacción social. Toman al vuelo las oportunidades, pueden darse cuenta de las nuevas
posibilidades y tienen una habilidad innata para descubrir estrategias que permitan el logro de
objetivos. Son actores natos: cuidan mucho la imagen y saben valerse de instrumentos adecuados
para ganarse la aprobación y la admiración. También son animadores y estimuladores del potencial
de los demás, afianzando y promocionando sus talentos.
Son personas extrovertidas, enérgicas, vibrantes y con un ritmo de vida de alta velocidad. Son
habilidosos para las tareas administrativas, establecer prioridades, fijar metas y diseñar estrategias.
En su mejor aspecto, el Tres sano se acepta a sí mismo, es auténtico, es todo lo que aparenta ser, un
modelo que inspira a otras personas. Lo “tres” evolucionados pueden ser líderes efectivos, buenos
presentadores, capitanes de los equipos vencedores.
Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en sí mismo y los demás. Bajo estrés, los Tres compiten más duro, incluso con los
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amigos y la familia... Ellos pueden también cometer mezquinas pequeñeces para hacer parecer a
otros... “menos exitosos”. Suelen preocuparse por su imagen y por lo que los demás piensan de
ellas. Normalmente tienen problemas de adicción al trabajo y de competitividad. Busca ser querido
por su rendimiento y logros. Se vuelve competitivo, desarrollando pasión por el éxito. Se obsesiona
con la imagen de triunfador y con el status comparativo. Se vuelve un maestro de las apariencias.
Pueden aparentar ser más productivos de lo que son en realidad. Confunden su ser real con la
identidad del trabajo.
Aparentan optimismo y bienestar, abandonando sus emociones auténticas y trabajando para obtener
recompensas externas. Puede volverse trepador, aspirar y convertirse en un ejecutivo importante,
considerarse la "superwoman" que a todo lo logra.
Son muy activos y evitan el tiempo libre si no les hace escalar u obtener buenos resultados. Su
autoestima depende de su rendimiento. Su vida familiar es de anuncio de TV: "Viajamos juntos,
hablamos mucho con los chicos, jugamos al tenis". Interpreta la imagen personal y profesional
requerida, según lo que socialmente cree que es valorado. Sienten que son sólo lo que aparentan,
una mujer puede identificarse con su bonita forma, su modo de vestir (su máscara). Muy perfecto
pero alienado. "No sé quien soy, pero lograré lo que me proponga", "Debo ser el mejor para que me
tengan en cuenta". Arrogantes, ambiciosos, entusiastas, enérgicos, dominantes, tipo neutro,
controlado, frío en las emociones, gestos estudiados. Se encuentra mal en soledad, necesita ser
admirada/o. No pierde las formas, solo muestra su tristeza en la intimidad.
Los “3” evitan el fracaso. Consideran que el valor personal no depende de lo que son, sino de lo que
hacen, y se esfuerzan con toda su alma en parecer competentes y ganarse la admiración.
Aceptan aquellas propuestas en las que están seguros que van a triunfar, de lo contrario ni siquiera
las consideran. El dragón que les infunde pánico es el fracaso: fracasar significa perder la propia
imagen e identidad. Su vida se transforma a menudo en un combate: un paseo se puede convertir en
una competición contra el tiempo; una reunión de amigos en un certamen de ingenio y agudeza; una
invitación a cenar, en una oportunidad para presumir de casa y de familia.
El organizador busca sentirse digno de confianza a través de su eficacia y el éxito. Su incesante
actividad se convierte en un modo de evadirse del propio mundo afectivo, en el que se sienten más
inseguros.
La imagen personal está relacionada con la productividad, con el grado de aprobación que obtienen
y con los aplausos que reciben, y en general saben qué teclas tocar para conseguirlo. Tienen mucha
necesidad de admiración y reconocimiento que logran asumiendo actitudes calculadoras,
oportunistas o de protagonismo, al precio de perder contacto con su mundo interior y su
autenticidad.
Sacrifican sus sentimientos reales y su autenticidad interior para salvaguardar la imagen de prestigio
o el papel que desempeñan. Aprendieron a ser buenos actores, desempeñando el papel requerido,
sin embargo, si no obtienen lo que buscan se sienten confundidos y vacíos, ya que se habían
identificado tanto con ese personaje, que al no darles resultado entran en una crisis de identidad. Por
estar actuando continuamente un personaje han perdido contacto con su verdadero ser y ya no saben
quienes son, se les confunde lo verdadero y auténtico con el personaje y lo falso. El haber optado
por el engaño hacia los demás para dar una buena imagen, luego hace estragos en su vida llevándolo
a no saber reconocer en si mismo su verdad. Tienen dificultad para aceptar la crítica acerca de su
trabajo. Para alcanzar sus metas a veces llegan a componendas en el plano de los valores éticos,
siempre encuentran una razón para hacerlo y para justificar lo que han hecho. Son propensos a
utilizar a las personas para conseguir sus metas y así enmascaran sus verdaderas intenciones.
Mantienen una relación mientras les resulte útil. Prefieren relaciones basadas en el trabajo o el ocio,
antes que relaciones afectivamente exigentes. Si una relación se vuelve exigente prescinden de ella.
Son muy cautelosos y prudentes a la hora de revelar sus sentimientos, pues tienen miedo de que
hacerlo sea un signo de debilidad que pueda dañar su imagen y ser utilizado en su contra.
Los demás pueden sentirse irritados por la manipulación y la tendencia a privilegiar la actividad y
descuidar las relaciones de intimidad.
Historia Infantil: Muchos organizadores provienen de familias en las que se han sentido valorados
no en función de sus sentimientos, sino en la medida en que obtienen éxito y ofrecían de sí mismos
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una imagen convincente. Han crecido tratando de ganarse el reconocimiento y la atención mediante
la calidad de su estudio y su trabajo.
Los “Tres” fueron niños que recibían premios por sus logros y puesto que eran amados por sus
logros aprendieron a reprimir sus propias emociones y a adquirir el rasgo que les garantizara el
amor. La idea era esforzarse mucho para lograr el reconocimiento, asumir posiciones de liderazgo y
ganar, siendo muy importante evitar el fracaso.
Tratan de afirmarse de diferentes maneras: unos lo hacen en el plano académico, esforzándose por
conseguir un título; otros a nivel físico, formando parte de equipos campeones; otros a nivel
familiar, esforzándose en proyectar la imagen de una familia fantástica; otros a nivel profesional,
demostrando que saben hacer bien las cosas. Crean amistades más sobre la base de compartir
proyectos que dejándose guiar por los sentimientos.
Deseo básico: Sentirse valioso, aceptado, deseable, digno de confianza, de ser admirado. Tener
éxito. Deseo de ser exitoso que degenera en fingimiento y falsedad, en actividad frenética.
Miedo básico: No valer, no tener ningún valor aparte de sus logros. Miedo a fracasar. Miedo a no
ser valioso, a no ser "visto". Sienten que son valiosos, solo cuando son admirados, por lo tanto
tienen miedo a la soledad y al vacío.
Mensaje de los padres: "Vales o estarás bien si tenés éxito y si los demás piensan bien de ti". "No
está bien mostrar tus sentimientos auténticos, los pueden usar en tu contra". El mensaje que
hubiera necesitado oír: “Eres amado por ti mismo, por lo que eres auténticamente, y no por lo que
logras, y por la imagen de exitoso”.
La ilusión con las que se autoengaña: Los Sufis dicen que si se sobre-valora las cualidades
positivas de la personalidad, identificándose excesivamente en lo que saben hacer bien, se cae en
una imagen idealizada de sí mismos. De aquí surge el convencimiento de que la forma de ser o
actuar de ellos es superior a la de los demás. La ilusión o autoengaño del tipo “3” es: “Si la gente
tuviera la motivación que tengo yo y mi capacidad para el trabajo, muchos problemas se
resolverían”. Viven con la ilusión de que son aprobados en virtud de la imagen de eficacia que
transmiten. También se engaña creyendo que tiene que ser ADMIRADO y aprobado por cada
persona significativa que conozca. Y ojalá llegar a ser FAMOSO, además de bello y rico, claro. Por
lo tanto, para ser tan valiosamente estimado, DEBO ser muy competente, suficiente y capaz de
lograr lo mejor en todos los aspectos posibles, teniendo en cuenta QUÉ es lo que se Vende en el
entorno, y eso sí, con mucho cuidado de “no desfallecer internamente en la emoción”. Lo que
peor que me puede pasar es hacer el ridículo en un entorno de categoría (según mi escala de valores
culturales superficiales). "¿Desasosegado y ansioso yo? ¡Nooooo! Lo que pasa es que yo busco la
eficiencia". Con esto justifica su autoengaño y por tanto sigue dentro de su propia trampa.
Su trampa en las relaciones: Cuanto menor sea su autoestima, menos se valorará, más dependerá
del reconocimiento y el halago de los demás. Por ello se esfuerza en mostrar al exterior su mejor
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lado para obtener la máxima atención posible. Entonces sentirá que cada vez es mayor la
discrepancia entre la imagen y el ser verdadero. Pero cuanto más se esfuerce en quedar bien, más
falsa, exagerada y vacía parecerá su actuación. Así, cada vez tendrá más miedo a fracasar y a que el
autoengaño salga a la luz. Cuando no puede mantener su imagen ante sí mismo ni ante los demás,
pierde su optimismo, se deprime, y es incapaz de actuar. Al verse inactivo se deprime más ya que
está identificado (falsamente) con una imagen actor eficiente y multifacético.
Afinidades profesionales: Se realizan en profesiones que les permiten ejercer sus talentos
comunicativos, sus dotes organizativas y la atención a la imagen y el éxito. Por ejemplo carreras
relacionadas con los medios de comunicación, la publicidad y el espectáculo, en el comercio, la
política, la empresa, la enseñanza, la oratoria y la administración.
Forma de comunicación: Tienen capacidades de persuasión, son capaces de vender sus ideas. La
palabra es un arma para conquistar a los demás y alcanzar el éxito. Interpretan con facilidad el papel
de viajante a comisión que sabe vender sus propuestas, convencer a quienes le escuchan y seducir
con su carisma. Utilizan gestos adecuados para impresionar, ganarse la confianza y la simpatía, todo
ello en orden a conseguir sus objetivos.
Relación con el tiempo: El tiempo tiene valor cuando es usado en forma productiva. Es un medio
para conseguir resultados y es importante distribuirlo bien. Viven prácticamente en lucha contra el
reloj, porque hacen varias cosas a la vez. A veces en vacaciones se llevan trabajo para hacer su
tiempo más productivo. Temen los tiempos vacíos, solo es valioso lo productivo.
Subtipo sexual:: Virilidad / Feminidad. Trata de proyectar una imagen sexual ideal y se esfuerza
por conquistar a la persona que le atrae. Cada conquista es para él un éxito personal. Los Tres
sexuales intentan corresponder a la imagen sexual ideal de su tiempo y del grupo social con el que
se relacionan. A la perfección interpretan los papeles de hombre o de mujer que se premie en su
entorno social. Sus conquistas eróticas son importantes para edificar la confianza en su propia valía
como símbolo de su éxito.
Subtipo social: Prestigio. Quiere ser alguien a los ojos de los demás y asume las actitudes y roles
que garantizan el prestigio y el éxito. Los Tres sociales quieren llegar bien a la gente y obtener un
alto grado de prestigio social. Son creadores de nuevas tendencias y opiniones, y tienen un sentido
especial para aquello que «flota en el aire». Los Tres sociales pueden llegar a formular la opi nión
consensuada de un grupo antes de que en absoluto se haya discutido la cuestión. Como un camaleón
pueden cambiar a corto plazo sus papeles sociales y sus formas de comportamiento y, de este modo,
mantener viva una buena imagen pública. Su comportamiento está determinado por las posibles
actitudes que puedan garantizar los aplausos, que él cree (falsamente) que le son vitales.
Subtipo de autoconservación: Seguridad. Asocia su valor como persona a la riqueza material
(dinero, casas lujosas, viajes, vestidos de marca…) y para conseguir esta seguridad trabaja con
intensidad haciendo grades sacrificios. Los Tres regidos por esta subtipología intentan asegurar su
status, su éxito y su fama. Dinero y posesión le aseguran el futuro. A cambio de esta seguridad los
Tres son capaces de los mayores sacrificios. Trabajan duro para conservar o incrementar su status
social. El descenso social y el fracaso profesional o financiero son pesadillas terroríficas que tratan
de evitar a toda costa. De lo contrario se deprimen.
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda su falsa personalidad", son los
cimientos de nuestro ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión
dominante y por su fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es
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conocer la clave para romper la coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra
esencia, ser auténticos y lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el transfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 3 es el Engaño, Mentira o Vanidad. Es una
personalidad que busca el éxito en todo cuanto hace para lo cual trata de embellecer y manipular la
realidad. El 3 recurre a un montón de trucos para enmascarar la verdad o para vender sus propias
ideas o productos. Es un maestro del arte de la manipulación que emplea en lugar de la honestidad,
porque esta convencido de que las mentiras son un modo de lograr lo valioso y verdadero, que es
ser amado y admirado. Por lo tanto para él lo verdadero es todo lo que funciona para lograr ese fín.
Con el tiempo su autoengaño ya no es tan conciente y evidente para ellos mismos. Y como les
importa mucho lo que piensan los demás de él y dar una buena imagen social, les cuesta admitir
que se mienten a sí mismos y mienten a los demás; y por tanto niegan que pertenezcan a este
eneatipo. Su mentira se ha hecho carne y ellos mismos ya no distinguen la verdad. Se han
identificado tanto con el personaje que han actuado, que la verdad de su verdadero ser se les oculta
a ellos mismos. A la vez tienen la compulsión a aferrarse a su falsa personalidad, ya que tienen
miedo de no ser nadie y quedar vacíos. Luego se deprimen cuando su personalidad y actitud
equivocada ante la vida no les trae verdadera satisfacción. Los fracasos son terribles y los éxitos se
le desvanecen.
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 3 es el
desasosiego (por el éxito). Su intranquilidad y ansiedad por lograr el éxito lo lleva a la necesidad
del engaño, y el engaño alimenta su desasosiego ya que tiene miedo a que se descubran sus
maniobras y que quede socialmente mal parado.
Pautas para armonizar los aspectos negativos de su personalidad: La salida buena de los
organizadores consiste en integrar la virtud de la verdad, que se cultiva mediante la práctica de
actitudes como las siguientes:
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Ser transparente y jugar con las cartas boca arriba, sin esconderse detrás de la profesión, el cargo
o la imagen.
Volverse consciente de las mascaras y trucos que se emplean para manipular a los demás.
Prestar más atención a los sentimientos y las necesidades del corazón, sin proyectarse
compulsivamente a la acción o continuos proyectos nuevos.
Reconocer la discrepancia existente entre la imagen pública que se quiere dar y el mundo privado
que se quiere esconder.
No permitir que la eficacia sea el principal criterio para valorar las situaciones y a las personas.
Afrontar con humildad el misterio de la cruz y el fracaso como senderos hacia la verdad de las
cosas y aprender a decir "me he equivocado, discúlpame".
Volverse más colaboradores y menos competitivos.
Desprenderse de su máscara y su falsa imagen.
Emplear más tiempo en fomentar relaciones con la familia y amigos.
Estar más en contacto con sus sentimientos y vulnerabilidad.
Promover las capacidades de los demás.
Aflojar con el ritmo de actividad y tomarse tiempo para descansar y no hacer nada.
Volverse más receptivos a su mundo interior.
Optimistas Decepcionantes
Confiados Narcisistas
Industriosos Pretenciosos
Autopropulsados Superficiales
Energéticos Reivindicativos
Cómo les gusta que la gente les trate Les gusta de sí mismos
"No me asocies con emociones negativas"
"Dejarme sólo cuando hago mi trabajo" Ser competentes, motivadores,
"Dame orientación honesta" optimistas, estar al tanto de todo
"Ayúdame a tener mi entorno armonioso y
pacífico" Lo que nunca podrá hacer un tres ni en
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"Dime que disfrutas estando alrededor de
mí". sueños
1. Es muy peligroso el hecho de que estés tan contento con la imagen que das, pues no te plantearás
el cambio.
2. Recuerda que no existe una correspondencia en ese binomio que tú planteas: éxito en el trabajo =
éxito en la vida.
3. Piensa que lo más bonito de las tiendas es el escaparate. Pero... ¿Te imaginas una tienda sin
trastienda?... ¡Qué pobreza de tienda!.
4. El activismo no debe ser algo tan central y decisivo en tu vida pues descentra, te lleva a
convertirte en una especie de torbellino.
5. La gente te quiere por lo que eres, aunque tengas la capacidad para hacer muchas cosas. La
capacidad para ello es tan sólo una cualidad o parte pequeña de todo tu ser.
6. Date tiempo para sentir, descansar, disfrutar y ver lo que tu cuerpo necesita.
7. Sé tolerante; no juzgues; la lentitud e ineficacia del otro son semejantes a tu activismo y eficacia.
8. ¿Por qué te da miedo conectar con tu mundo interior?. Tienes una deuda contigo misma/o!!
Afirmaciones positivas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: Marque con
una cruz aquellas ideas que usted crea, que son más necesarias de incorporar en su vida. Medite
serenamente en esas ideas, lo más frecuentemente posible.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
TIPO 4: EL ARTISTA
Aspectos positivos:
Se los llama artistas por su manera diferente y creativa de ver la vida. Pertenecen a este tipo
personas profundamente atraídas por la idea de la belleza, y que la saben captar tanto en la
naturaleza como en las personas. Tienen una sensibilidad por todo lo estético y esto refleja el deseo
de perfeccionismo consigo mismos. Artista, romántico, melancólico, víctima trágica, especial,
introspectivo. Los tipo Cuatro son conscientes de sí mismos, sensibles y reservados. Pueden ser
demostrativos, sinceros y emocionalmente personales. Se caracterizan por una gran riqueza
emotiva, por una natural capacidad intuitiva de sus experiencias interiores y una profunda necesidad
de intimidad.
Su vida muchas veces se transforma en un dialogo consigo mismos, donde asumen diferentes
papeles. Compensan con este dialogo interior sus dificultades por comunicarse con el mundo
exterior. Suelen ser imaginativos, fantasear mucho, y volcarse a la actividad creativa. Ser
comprendido es la clave para abrirse a la vida.
Los Cuatro tienen un ojo estético entrenado para encontrar modelos y concordancias. Están
capacitados a través del manejo de sus propias fantasías y emociones. En su mejor aspecto, los tipos
Cuatro son inspirados y muy creativos, capaces de renovarse y transformar sus experiencias. Los
cuatro evolucionados pueden ayudar a mitigar el dolor en los demás; están comprometidos con la
belleza y la vida apasionada.
Aspectos negativos: El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos
negativos de la personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya
que generan sufrimiento en sí mismo y los demás. Bajo tensión, los Cuatro empiezan a sentir que
nadie entiende o los aprecia por sus cualidades únicas... Si el estrés aumenta, exigen el derecho para
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hacer únicamente lo que ellos quieren hacer, cuando a ellos les de la gana hacerlo. La convicción de
fondo que bloquea la libertad y la creatividad del tipo 4 se expresa en esta frase: “Solo estaré bien si
soy especial”. Están obsesionados y condicionados con aquello que los hace diferentes. Se sienten
diferentes e intentan encontrar la razón de ser de este sentimiento. Tienen una profunda sensación
de abandono, real o no. Se dedican excesivamente a buscar en el pasado las huellas de su
sufrimiento y se pierden en el laberinto de sus emociones, esto los hace demasiado sensibles a las
dificultades de la vida cotidiana, y repercute en su humor y estado de ánimo.
Los demás pueden sentirse irritados por su humor variable, expectativas irreales y su insistencia
excesiva en los sentimientos.
Se ocultan de los demás porque se sienten vulnerables o defectuosos, pero también pueden sentirse
desdeñosos y ajenos a las formas normales de vivir. Normalmente tienen problemas de
autocomplacencia y autocompasión.
Piensan en el sufrimiento, la muerte e incluso el suicidio. Y esta perdida en su vida emocional los
hace poco disciplinados y carentes de confianza para resolver cosas de la vida práctica.
Del pasado pasan a fantasear el futuro, de hecho lo que mas les cuesta es vivir y valorar el presente.
La necesidad de afecto los puede hacer celosos y posesivos frente a la posibilidad de la perdida.
Atraído por lo inaccesible; el ideal nunca está presente en el aquí y el ahora. Trágico, triste,
artístico, sensible, original; concentrado en el amante ausente, la pérdida de un amigo.
Se quedan concentrados en el amor perdido, en el amor imposible. Se deprimen con frecuencia.
Algunos lo aceptan de forma fatalista, permaneciendo en largos periodos de auto-aislamiento, otros
luchan contra la depresión a través de una frenética hiperactividad, si bien los hay que pueden
profundizar en sus lado mas oscuro a través del arte. La melancolía crea una atmósfera de dulce
lamento, haciendo que los cuatro se sientan intensamente vivos en estos cambios emocionales.
Se mantienen a una distancia segura, no muy lejos para que la nostalgia familiar no se convierta en
desesperación. Tiene miedo a ser nuevamente abandonado. Viven comparándose: "Aquel tiene
algo que a mi me falta". Buscan seres poderosos para emparejarse, gente protectora. Tienden a
despreciar a quien les ama ya que sienten: "Qué poco vale esa persona que me aprecia, siendo como
soy yo tan poco valiosa/o". “Si me quieren, no valen lo suficiente”.
Carencia, necesidad de ser llenado con algo de fuera. Están en la queja. Atraen el amor necesitando
más. "Se echa al suelo para que le levanten". "Intentos de suicidio para llamar la atención". Nunca
están conformes con su pareja. Intentan ampliar su cultura y conocimientos para imitar a los otros,
llegando a ser muy refinados o artísticos. No se conforman con ser como el otro, además quieren
cortarle la cabeza. Críticos y mordaces.
Historia Infantil: Su infancia suele estar marcada por la pérdida de alguno de sus padres o el
divorcio, por no haberse sentido amados o deseados, la percepción de que otros han sido más
queridos en su familia, y la sensación de no haber vivido plenamente la infancia o adolescencia. De
su infancia, los Cuatro recuerdan el abandono (real o fantaseado) y como resultado sufren de un
sentimiento de carencia y de pérdida. De este sufrimiento personal surge la sensibilidad y atención a
los sufrimientos ajenos, y de aquí que sean muy delicados y compasivos. Son afectuosos y
románticos y prefieren las relaciones de intimidad con una persona a estar en grupo sin esa
intimidad. Su carácter suele ser introvertido y reflexivo, lo cual los lleva a la adquisición de
conocimiento, a vivir la vida como un misterio y cultivar la dimensión espiritual.
Su deseo básico: Ser auténticos, tener una vida emocionalmente intensa, ser diferentes. Deseo de
tener una identidad propia y de ser él mismo. Este deseo degenera en necesidad obsesiva de sentirse
especial y diferente a los demás.
El mandato de los padres: "Vales o estarás bien si te destacas en algo". “Vales si sos especial”.
"No está bien ser demasiado practico ni demasiado Feliz". El mensaje que hubiera necesitado oír:
“Se te ve y valora por lo que eres”, “No importa lo que seas, lo importante es que seas lo que sos”.
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El mecanismo de defensa: El mecanismo de defensa predominante pretende evitar lo más temido y
así mantener la imagen idealizada de sí mismo. Los Cuatro usan la introyección para evitar la
ordinariez y mantener su autoimagen de seres auténticos, especiales y diferentes. La
introyección o dramatización, es tanto un esfuerzo por superar las deficiencias trayendo valores de
fuera de sí mismo, como el hábito de internalizar reproches por lo que sale mal. Detrás de la
tendencia compulsiva a hacer un uso excesivo de las propias cualidades, se enmascara el miedo a
ser uno más del montón. Los 4 son anticonformistas por naturaleza y no quieren ser iguales que los
demás. Conceden esa exagerada importancia a la originalidad porque el dragón al cual temen es la
vulgaridad. En esta búsqueda de autenticidad e intensidad emotiva, pierden naturalidad, no pueden
ser espontáneos, inmediatos, se vuelven melancólicos y deprimidos; y del dolor y la incomprensión
brota, muchas veces, su creatividad. También usa el mecanismo de defensa de sublimación que les
permite transferir al arte o la estética su intensidad emotiva.
La ilusión con la que se auto-engañan: Los Sufis dicen que si la persona sobre-valora las
cualidades positivas de su personalidad, identificándose excesivamente con lo que saben hacer bien,
caen en una imagen idealizada de si mismos. La ilusión o autoengaño de los tipo 4 es: “Si los
demás fueran tan sensibles como yo, el mundo seria mas humano y hermoso para todos.”. La idea
de que es MUY FEO y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino QUE YO ME
SUEÑO. Esto, cree, debe ser porque la desgracia humana se origina en las cosas externas y porque
la gente, como él, tiene poca o ninguna capacidad para controlar el desborde emocional. Sin
embargo, pierde validez y deja de pensarlo SI OTRO PIENSA LO MISMO, porque ante todo
uno tiene que ser Único, diferente y Original. Creen que para ser valiosos tienen que ser alguien
en especial, sobre todo parecido a fulano de tal, que es genial, bello, natural, original y auténtico.
Inconscientemente tienden a imitar a otros y pierden su espontaneidad y su verdadera originalidad.
Ya son originales y especiales, y no hay nadie en el mundo igual a él, pero no lo han descubierto
por mirar siempre para afuera. Por su propia desvalorización creen que hay otros mejores que él, he
intentan ser como ellos, pero de esta forma se pierden a sí mismos. "¿Raro yo? ¡Nooooo! Lo que
pasa es que yo soy auténtico". Con esto justifica su autoengaño y por tanto sigue dentro de su
propia trampa. Confunde el dar la nota con rarezas con el ser auténtico, solo actúa un papel para ser
apreciado por los demás.
Su trampa en las relaciones: Cuanto más perdido, infeliz e inseguro se sienta, mayor será el deseo
melancólico hacia oportunidades y relaciones perfectas que ofrece la vida. Entonces más se perderá
en sus fantasías y olvidará el contacto con lo que es en realidad y cómo se siente verdaderamente.
Se meterá en su propio enredo cuando se sienta incomprendido por la conducta de los demás. Con
todo ello aumentará la sensación interna de estar perdido y tendrá el peligro de caer en un abismo
interior. Para huir de ese abismo se hará dependiente de alguien, lo cual le llevará a distanciarse aún
más de sí mismo. El decir: El me hace sentir mal, él me hace sufrir es una mentira con la que se
engaña y evito la responsabilidad sobre su vida. Nadie le hace sentir nada a nadie. Cada uno es
responsable de lo que siente por la actitud interna que asume. Nadie tiene el poder de influir en otro
si ese otro no le da el poder de influirlo; uno le da el poder al otro cuando uno se hace dependiente
de esa persona. Por tanto uno es responsable de delegar la autoestima de uno mismo en manos de
otro; uno es responsable del sufrimiento que cree falsamente que se lo produce el otro. Si el otro es
culpable, yo no tengo que hacer nada ni cambiar nada en mi, por tanto continuo con mi actitud de
victimización que me sirve para mantener una buena autoimagen de mi misma/o. Soy el bueno de la
película. Que papelón!! ante los demás y ante mi misma/o si se descubre que yo sufro por mi propia
actitud equivocada. Mi tendencia perfeccionista no me permite ver esto y tengo que auto engañarme
reafirmando y buscando razones, para que todo el mundo sepa, de que otro es culpable y me hace
sufrir; pobre de mí, soy víctima de este mundo cruel; nadie me comprende ni me quiere (llora…).
Formas de comunicarse:
Sufren porque son concientes de no poder expresar adecuadamente todo lo que sienten, manifiestan
una sensación de carencia por medio del lamento. Tienen la percepción de que la complejidad de su
mundo interior no encuentra expresión verbal satisfactoria. En cuanto a la comunicación no verbal
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los “4” se comunican con suspiros y miradas que dicen mas que mil palabras. Son más bien
reservados en lo referente a la expresión de la intimidad física.
Afinidades profesionales:
Tienen afinidad por aquellas actividades donde prevalece la dimensión estética, psicológica y
espiritual de la vida: Artistas, terapeutas, guías, psicólogos. También están presentes en
movimientos feministas, ecologistas, etc.
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda nuestra falsa personalidad", son los
cimientos de nuestro ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión
dominante y por su fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es
conocer la clave para romper la coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra
esencia, ser auténticos y lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el trasfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
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neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior.. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 4 es la Envidia. La envidia es un sentimiento provocado
por el deseo de tener lo que no esta a su alcance. Nace de la percepción de la carencia de algo o
alguien. Este sentimiento puede asumir una connotación sexual (el deseo de mantener relaciones
con alguna persona), social (la ambición de pertenecer a una clase privilegiada o de desempeñar un
papel importante), material (la codicia de bienes físicos, casas, vestidos, alimentos...), intelectual (la
atracción por personas cultas, eruditas y estimulantes). Tienen una tendencia natural a establecer
comparaciones. No puede haber envidia sin previa comparación. El envidiar los mete en una
trampa ya que quieren ser o tener lo que el otro tiene porque piensan que esto les daría buena
imagen, serían más amados por los demás y les daría un toque original y valioso. Se identifican con
esta imagen ideal y empiezan a actuarla ante los demás como si ellos fueran eso. El resultado es
alejarse de su propio ser verdadero, sentirse poco espontáneos y originales. No se animan a
descubrir que ellos “ya son originales”, prefieren mirar hacia afuera y desear y envidiar ser como el
otro, o tener algo que no está a su alcance. Les cuesta soltar este deseo porque creen falsamente que
su felicidad depende de ello.
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 4 es la Melancolía
(Gr. Melas: negro, kholé: bilis, temperamento bilioso: desabrido, poco sabor o sabor malo).
Añoranza, nostalgia, dolor por lo que se perdió, pensamientos negativos que llevan a la depresión
profunda y estimulan la envidia. El envidiar ser como el otro o tener lo que el otro tiene, fracasa en
el 99% de las veces por ser un enfoque inadecuado (engañoso), lo cual lo lleva nuevamente a la
melancolía.
La pobreza de la imagen personal: La envidia parte de la creencia de que carecen de algo. Está
insatisfecho con lo que se es o lo que tiene. Tiene dificultad para aceptarse y reconciliarse consigo
mismo.
La competición: El miedo a encontrarse con alguien que podría resultar mas atractivo e interesante
que él, lleva al 4 a entablar una competición para no perder la batalla. La pugna puede situarse en el
campo de la imagen, del vestido, del estilo de la vida, de las armas de seducción empleadas para
conquistar la atención de alguien.
La intensidad emotiva: Para sentirse vivo y especial, el 4 busca todo cuanto es profundo, hermoso
y doloroso, y rechaza la rutina y la vulgaridad.
El maridaje con el sufrimiento: El sufrimiento es un aliado porque crea intensidad de
sentimientos, riqueza de vida, sensibilidad exacerbada y mayor profundidad en el encuentro con los
demás. Encuentran belleza y dulzura en su sufrimiento. A veces el 4 se desposa con el sufrimiento
ensimismándose en el papel de victima o incomprendido. Reprimen sus necesidades y se deprimen.
La búsqueda de afecto: La superación del sentimiento de vacío, de soledad y de abandono se
produce mediante la búsqueda de alguien que le ame de verdad, para conseguir esa relación puede
hacerse dependiente del otro. Culpan a quienes no los aman y pueden llegar a odiarla. Buscan
seguridad a través de alguien que les amen.
Pautas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: La salida de los "cuatros"
consiste en descubrir el equilibrio y la armonía mediante la práctica de actitudes como las
siguientes:
Aceptar serenamente la insatisfacción de los propios deseos cuando no son posibles sin hacer un
drama de ello. La creencia que sin eso no serán felices es falsa.
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Sanar la tensión entre la repulsión por “lo que hay”, y la atracción por lo que “no hay”. Disfrutar
más de lo que tiene en vez de dolerse por lo que no tiene. Descubrir y valorar lo que se es, en ves de
dolerse y despreciarse por lo que uno no es.
Vivir el presente, sin dejarse llevar por la nostalgia del pasado ni buscar compensaciones
imaginarias soñando con un futuro maravilloso.
Centrarse más en el presente y en las cosas prácticas, más que el pasado y futuro. Dejar de
imaginar y experimentar más lo real.
No ceder a la autocomplacencia, sino encauzar las propias energías en acciones constructivas.
Desarrollar las propias capacidades sociales.
Implicarse en tareas sociales.
Valorar con serenidad y apertura lo que es único y exclusivo en uno mismo y los demás.
No apegarse tanto a la necesidad de sentirse únicos y especiales. Todos somos únicos y especiales,
distintos unos de otros, todos dignos y valiosos. Romper con el concepto que uno es mejor que otro
o mas valioso por ser distinto, y que si es igual en algo ya no vale nada.
Reconciliarse con lo que es normal y ordinario, tanto dentro como fuera de uno mismo.
Transformar las propias heridas en compasión y comprensión para con los sufrimientos de los
demás.
Recuperar el equilibrio de la propia vida sentimental.
Amarse y aceptarse, aprendiendo a ser buena compañía para uno mismo.
Pasar del ensimismamiento a la acción, de sentir a actuar.
No dejarse dominar por sus sentimientos y guiarse más por valores y principios.
Volverse más objetivos y disciplinados.
Abandonar la crítica, el auto-reproche, el moralismo y la culpa.
Preocuparse menos de sí mismos. Aprender a entregarse a los demás.
Cálidos Depresivos
Compasivos Moralistas
Introspectivos Autoabsortos
Creativos Se aíslan
No decirles que son muy sensibles. Echan de menos cosas que no tienen.
No decirles que reaccionan exageradamente. Esperan demasiado de sí mismos, de
Les encanta sentirse felicitados. los demás y de la vida.
Les encanta ser respetados por sus intuiciones.
Tienen miedo de ser abandonados.
Cosas a decir a por un 4
Tienen miedo de sentirse culpables
Me relajaré. cuando caen mal a la gente.
Me puedo tratar tan bien como a mi
mejor amigo. Experimentan emociones negras de
vacío y desesperación.
Cuando están bien se mueven al tipo 1 (el
idealista) son más autodisciplinados, más en A veces creen que no merecen ser
el presente, más prácticos, acentúan más lo amados.
positivo. Están menos controlados por sus
emociones, actúan más de acuerdo a ideales Sentimientos de odio y vergüenza
fuertes. Les dan más importancia a los hacia sí mismos.
detalles.
Cuando están mal se mueven al dos (el
Lo que nunca podrá hacer un 4 ni en ayudador). Se vuelven más manipuladores
sueños para conseguir que les amen para intentar
tapar su propio vacío y soledad. Intentan
Pasar un mes pensado sólo en cosas negar o reprimir sus propias necesidades.
positivas que les ha pasado en su vida. Pueden pedir atención a través de estar
Pensar que el color "champagne" es enfermos.
una tontería y pintar la casa de un
color solo.
1. Recuerda que estás bien corno eres sin necesidad de exagerar. Tus exageraciones te hacen sufrir.
2. Todos los seres humanos somos únicos e irrepetibles al igual que tú.
4. La realidad tal cual es, es lo más real y auténtico que existe. Valórala.
5. Cada momento es único, irrepetible. Sentir el momento presente es la mejor forma de vivir
creativamente.
Afirmaciones positivas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: Marque con
una cruz aquellas ideas que usted crea, que son más necesarias de incorporar en su vida. Medite
serenamente en esas ideas, lo más frecuentemente posible.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
TIPO 5: EL OBSERVADOR
Aspectos positivos:
Tiene tendencia a observar la realidad para obtener conocimiento y crecer en sabiduría. No le gusta
ser protagonista, prefiere observar y acumular información que le ayude afrontar la vida. Aman la
libertad y la independencia. Detestan sentirse controlados y depender de otros. Ambicionan
conocimiento e información y les estimula todo aquello que acreciente su saber. Su energía se
expresa en la sistematicidad y originalidad del pensamiento. Les anima una curiosidad innata que
les lleva a ensanchar sus horizontes y explorar lo nuevo y lo desconocido: les gusta viajar, conocer
culturas diferentes, estudiar idiomas, participar en cursos y conferencias y conseguir toda clase de
títulos.
Pensador, innovador, observador, especialista, radical, experto. El tipo vehemente y cerebral. Los
cinco son despabilados, perspicaces y curiosos. Son capaces de concentrarse y enfocar la atención
en desarrollar ideas y habilidades complejas. Independientes e innovadores, es posible que se
obsesionen con sus pensamientos y elaboraciones imaginarias.
En el trabajo prefieren programar la actividad y el tiempo por su cuenta, mejor que en equipo, y
saben hacer aportaciones originales e innovadoras a través de métodos lógicos y razonados.
Pertenecen a esta personalidad muchos genios, pioneros y filósofos que han contribuido al progreso
humano. Se distinguen por la capacidad de síntesis y de análisis. Saben catalogar conceptos,
establecer conexiones entre ideas diferentes y elaborar nuevos sistemas y teorías. La computadora,
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símbolo de riqueza y verdasatilidad de la mente humana, es un instrumento privilegiado de trabajo
para los observadores, que le dedican horas interminables sin aburrirse, pues para ellos siempre hay
algo nuevo que descubrir.
Poseen unas óptimas capacidades críticas y de valoración, y les gusta debatir los problemas, incluso
en abstracto, con tal que sean tratados con cierta lógica y objetividad, sin que las personas se dejen
llevar por su impulsividad o por sentimientos que originen confusión. Tienden a reprimir sus
sentimientos porque interfieren en la valoración objetiva de las situaciones y personas. Su estilo
relacional es generalmente calmado y amable: saben escuchar a quienes lo necesitan, darles la
posibilidad de expresarse y mantener secretos que les confíen. Necesitan que se respete su
privacidad y disponer de tiempo y espacio para sí mismos, y mantener cierta distancia emotiva de
las personas para privilegiar el conocimiento intelectual. Necesitan controlar lo que les sucede, para
prevenir posibles problemas: no les gustan las sorpresas ni correr el riesgo de parecer ridículos.
Los Cinco son hábiles para manejar ideas, conceptos y categorías. En su mejor aspecto, el Cinco
sano es pionero visionario, suele estar en la vanguardia y es capaz de ver el mundo de un modo
totalmente nuevo. Los cinco evolucionados pueden poseer excelente poder de decisión, pueden ser
grandes intelectuales.
Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en sí mismo y los demás. Bajo estrés, los Cinco bajan el ritmo, aplazando lo que
necesita ser hecho, hasta sentirse preparados para emprenderlo... Entre más dilatan la acción, más
crítica se les pone la situación. Eso los pone puntillosos, muy tensos, y aún más abrumados por el
tiempo.
Los “5” evitan la inadecuación y el vacío interior. Tienen la ilusión de que “conocer” la vida es lo
mismo que vivirla. Consideran que para ser objetivos se precisa reflexión y conocimiento profundo.
La vida consiste para ellos más en reflexión y comprensión, que en la implicación e interacción con
los demás.
Se desligan de las cosas y son muy nerviosos y vehementes (elocuentes, impetuosos). Por lo general
tienen problemas de aislamiento, excentricidad y nihilismo. Se siente agobiado por los
compromisos y las necesidades de los demás. Se aísla de los sentimientos, de las personas y de las
cosas.
El pensamiento de carecer de ideas es inconcebible para ellos, ya que detestan parecer ignorantes o
impreparados. Aborrecen encontrarse con las pilas gastadas. Prefieren no pronunciarse sobre
cuestiones de las que no están bien informados. El saber es una forma de llenar el vacío interior. Se
interesan por la psicología, por las leyes de la herencia, por las tradiciones culturales, por las
computadoras, etc. Su esperanza consiste en acumular conocimientos suficientes para colmar sus
lagunas. Les gusta investigar, pero no desean que los investiguen a ellos; les encanta descubrir, pero
no quieren ser descubiertos.
La convicción de fondo que bloquea la libertad y la creatividad del eneatipo 5 se expresa en la
siguiente frase: “Solo estaré bien si soy sabio”. Se sienten a gusto en el mundo del pensamiento más
que en del sentimiento y acción. Consideran que el conocimiento es la forma más noble de vida y
tratan de que su saber se convierta en sabiduría. Acumulan todas las informaciones útiles para la
vida en categorías lógicas. A pesar de todo lo que puedan haber aprendido, nunca se sienten
preparados para asumir un compromiso, una responsabilidad o una implicación concreta.
Si alguien pone en entredicho su lógica o ridiculiza su forma de pensar, pueden dar rienda suelta a
su agresividad que normalmente mantienen reprimida y controlada.
Fundamentalmente canalizan su ansiedad hacia objetivos intelectuales. Si alguien les pregunta lo
que sienten contestan con lo que piensan. En cierto sentido consideran que los sentimientos son
inferiores y secundarios respecto a las ideas. Atraviesan con dificultad sus estados de ánimo y se
sienten a disgusto a la hora de expresar su intimidad interpersonal. Su reserva y control emotivo
puede dar la impresión de que son fríos o indiferentes pero en el fondo son sumamente sensibles.
Se refugian en sus intereses personales. A menudo se sienten poco capacitados a nivel humano,
aunque su humor e inteligencia hacen que su presencia sea grata e interesante a los demás. Se
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resisten a pedir lo que necesitan y son celosos de su autonomía. Tratan de evitar situaciones de
conflicto que pudieran desatar su agresividad que tratan de mantener oculta y bajo control para no
parecer ridículos. Los demás pueden sentirse irritados por su reserva y misterio, por su control
emotivo y por la lentitud en traducir sus ideas en acciones.
Tienen gran imaginación y capacidad de pensamiento. Encontrarán formas de evitar el contacto.
Viven su propia vida como espectadores, intentando no involucrarse. Sienten gran necesidad de
afecto pero se ven paralizados para acercarse a los demás, por lo que vive desconectado de sus
emociones creando un enlace mental con el mundo. Son los sabios solitarios.
Mantiene una distancia emocional con respecto a los demás. Protege su privacidad, no se conecta.
Son personas tímidas e introvertidas, les gusta vivir aislados o solos, lejos de las tensiones
emocionales. A menudo desconecta el teléfono y están apartados en los grupos.
El mundo exterior es percibido como invasivo y peligroso, así que se conforman con lo poco que
tienen antes de arriesgarse a salir de casa. Se cansa de la vida social y en su retiro goza de cada
relación con el recuerdo. Se siente carente, retiene lo que posee. Agrede mediante la retirada del
cariño. Prefiere estar libre de obligaciones, huye del compromiso. Prefiere confiar en sí mismo. Se
guardan lo que sienten, no lloran fácilmente. Tienen problemas sociales de comportamiento. Se
amuralla para no ser invadido. Se desconecta del otro a través del desconectarse de sí. Orden
intelectual. Inaccesible. Se siente atrapado por todo.
Deseo básico: Ser capaz y competente. Comprenderlo todo. Deseo de ser autosuficiente física,
psíquica y emocionalmente que degenera en desapego emocional y social.
Miedo básico: Ser impotente, inútil, incapaz, verse abrumado. Quedar como ignorante o incapaz.
Sentirse vacío. Miedo a quedarse sin nada y no poder valerse por sí mismo.
Mensaje de los padres: "Vales o estarás bien si eres experto en algo". “Vales si sabes”, “Tenés
que prepararte para la vida”. "No está bien sentirse a gusto en el mundo". El mensaje que hubiera
necesitado oír: “Tus necesidades no son una carga, ni un problema para nosotros”. “Puedes
depender y confiar en nosotros, te daremos lo que necesitas porque te amamos”.
La ilusión con la que se autoengaña: Los Sufis dicen que si las personas se identifican
excesivamente con lo que saben hacer bien, caen en una imagen idealizada de sí mismos. De aquí
surge el convencimiento de que la forma de ser o actuar de uno es superior a los demás. La ilusión
del “observador” es: “Si los demás se esforzaran en ser tan lógicos y objetivos como yo, la vida
sería más interesante para todos”. La idea de que SIEMPRE se debe conocer absolutamente TODO
sobre algo. Que es necesario conocer el mundo para poder caminar seguro sobre él. Por lo tanto, es
preferible observarlo detalladamente desde un solo lugar. Las personas o cosas superficiales no son
de interés, como tampoco lo son los sentimentalismos o las acciones. LO ÚNICO NECESARIO E
IMPORTANTE ES SABER. No hay ningún otro valor en la vida. "¿Mezquino yo? ¡Nooooo! Lo
que pasa es que yo observo, yo busco (acaparo) el conocimiento". Con esto justifica su
autoengaño y por tanto sigue dentro de su propia trampa.
Su trampa en las relaciones: Cuanto se sienta más ajeno a la realidad y más inseguro, más
intentará protegerse, más se retraerá y se encerrará en su mundo, interrumpiendo el contacto con las
otras personas. Entonces intentará crear orden dentro de sí a través de una retirada interna y se
alejará más de sus propios sentimientos. Se hará entonces más estático e inseguro. Al final, no se
sentirá nada a sí mismo. Entra en su autoenredo cuando ya no puede relacionarse con los otros o
cuando el otro se inmiscuye en él.
Afinidades profesionales: Desarrollan sus talentos en las profesiones donde se privilegia el saber,
la investigación y la programación científica, como en el caso de profesores, bibliotecarios,
filósofos, científicos en el ámbito de la física, de la astronomía, de las matemáticas, investigadores,
coleccionistas de antigüedades, fotógrafos, monjes, etc.
El estilo de comunicación: Se preocupan por explicar las cosas y emplean un modo de hablar
razonado, lógico y analítico. Pretenden comprender y hacer comprender las cosas. Desarrollan
claramente los temas y preguntan si está claro, si entienden. Su comunicación gestual es pobre, se
centran mucho en las ideas. Se visten privilegiando lo funcional y práctico, prefieren no atraer la
atención hacia ellos.
Relación con el tiempo: Perciben el tiempo como algo abstracto e impersonal. Pierden la
conciencia del tiempo si están haciendo algo interesante para ellos, como ensanchar sus
conocimientos. En este sentido el tiempo nunca les parece suficiente. A la hora de organizar su
tiempo lo hacen de un modo programado y sistemático.
Teoría del subtipo: Hay 3 instintos básicos: instinto sexual, instinto social e instinto de
autoconservación. Según Gurdjieff todas las personalidades tienden a canalizar y privilegiar el uso
de la propia energía en uno de los tres instintos:
Subtipo sexual: Confianza. Se fía solo de algunas personas con las que puede comunicar su
sexualidad y sentimientos íntimos. Se puede sentir atraído por lo sexual como antítesis de su
intelectualismo. Se confían sólo a pocas personas. Solamente en el seno de una relación muy
importante comparten sus secretos. En su «castillo» sólo dejan entrar a una persona en la que
realmente confíen. La sexualidad para ellos es una forma no verbal de la comunicación, que les
descarga de la difícil tarea de tener que expresar con palabras sus sentimientos. Un Cinco orientado
sexualmente les da a las personas de su entorno la impresión de frialdad y de confianza en sí
mismo, y es capaz de parecer muy convincente a los demás y de ganar influencia con esa actitud.
Subtipo social: Totem. Se siente atraído por grupos cerrados que practican formas específicas de
saber, frecuenta centros de yoga, ambiciona títulos, se interesa por sistemas que explican los
comportamientos, etc. Es importante pertenecer a cualquier «grupo iniciático» cuya red común de
comunicación sea el conocimiento esotérico o una misma (abstrusa) afición, y que esté íntimamente
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relacionado con su «Gurú». Buscan la cercanía de otros conocedores y de las personas del grupo a
las que recurrir y tienen la esperanza de obtener el reconocimiento de los verdaderos maestros de su
corporación. Los Cincos sociales disfrutan del intercambio en cualquier código lingüístico que sólo
conozcan los iniciados. Esta subtipología aspira a conseguir títulos, diplomas y otros símbolos de
poder intelectual.
Subtipo de autoconservación: El Castillo, refugio, cueva. Necesita lugares a los que retirarse a
solas para recuperarse y ocuparse de sus intereses. “Mi casa es mi castillo”: los Cinco regidos por
el instinto de conservación necesitan, por su propia supervivencia, una esfera privada a la que se
puedan retirar sin ser molestados y en la que no sean distraídos por las expectativas o la presencia
de otras personas. Los Cincos durante esas horas de retiro cargan sus baterías de la energía que les
ayude a soportar mejor el agobio del contacto con otras personas. En ese espacio delimitado pueden
ocultarse y seguir el hilo de sus, a menudo muy inusuales, pensamientos.
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda su falsa personalidad", son los
cimientos de nuestro ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión y por su
fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es conocer la clave para
romper la coraza que nos haces sufrir y nos impide conectarnos con nuestra esencia, ser auténticos y
lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el transfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior.. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 5 es la Avaricia. Tiende a retenerlo todo para sí. Tiene
miedo a empobrecerse. La avaricia puede manifestarse en lo intelectual (no comunicar los propios
conocimientos e intuiciones), social (resistencia a implicarse y a emplear el tiempo en cosas
superficiales), afectivo (inclinación a no compartir sentimientos y mantenerse emotivamente
distante), material (apego excesivo a las cosas queridas).
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 5 es el
Mezquindad. La mezquindad es pensar que se carece de lo necesario, es empequeñecerse, es creer
que se está en carencia de algo, por lo tanto esto alimenta la pasión de la avaricia de retener para sí
mismo, cosas, tiempos, espacios, conocimiento, etc.
Pautas para armonizar los aspectos negativos: El “5” tiene que ejercitarse en la virtud del
desinterés:
Analíticos Distantes
Perseverantes Críticos hacia los demás
Sensitivos Inseguros
Sabios Negativos
Cuando están bien tienden hacia el ocho. Cuando están mal tienden al siete.
Se ponen más en contacto con su cuerpo, con Pueden meterse en proyectos
su poder y energía, se ponen más activos, compulsivamente. Se pueden distraer.
confían más en sus instintos, se convierten en
alguien más espontáneo y natural. Serían más Lo que les fastidia de ser 5
capaces de defender mejor y marcar los
límites de su territorio. Empiezan a utilizar la Se sienten lentos para poner su
rabia como energetizante positivo. conocimiento fuera de sí mismos
Sentir que actúan a la defensiva
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Sentirse presionados a estar con la gente
Qué les gusta de sí mismos cuando no les gusta.
4. El ejercicio físico, el movimiento corporal, hace que bajes tu energía de la cabeza a tu cuerpo.
"Piensa" tus sensaciones corporales. El cuerpo también es sabio.
6. Acaricia y abraza o al menos deja que te abracen, besen y acaricien. Descubrirás la sabiduría del
cuerpo.
Afirmaciones positivas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: Marque con
una cruz aquellas ideas que usted crea, que son más necesarias incorporar en su vida. Medite
serenamente en esas ideas, lo más frecuentemente posible.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
TIPO 6 : EL COLABORADOR
Aspectos positivos:
El término colaborador refleja la actitud de fondo de esta personalidad de promover la colaboración
y responder de esta manera a su necesidad de inclusión y de pertenencia. Se caracterizan por un
fuerte sentido de fidelidad (a las personas) y responsabilidad (cumplimiento de compromisos
contraídos). Una de sus necesidades fundamentales es conocer las expectativas de que son objeto y
las normas de actuación para actuar con seguridad y confianza, de lo contrario, son asaltados por
sus dudas y miedos. La actividad les da el resguardo necesario para evitar pensar y hacer frente a
sus miedos e inseguridades. Son fiables en la realización de cualquier trabajo. Tienen gran
capacidad de trabajo y son capaces de sacrificarse por los demás. Son fieles a la autoridad y se los
considera óptimos colaboradores.
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Sus relaciones se caracterizan por la profundidad de sentimientos, su fiabilidad, buen humor y son
dentro del eneagrama los que encarnan el valor de grupo y pertenencia a los grupos (familia, iglesia,
u otras instituciones), a tal punto de identificación que consideran contra si mismos las criticas
dirigidas a estos grupos. Cultivan la hospitalidad y la tradición, realizan reuniones para consolidar
el espíritu de grupo.
En su mejor aspecto, los Seis sanos son estables interiormente, seguros de sí mismos,
independientes, y apoyan con valentía a los débiles e incapaces. Los seis pueden ser excelentes
miembros de un equipo, soldados leales y buenos amigos. Trabajan en una causa de la misma
manera que otros trabajan para su beneficio personal.
Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en sí mismo y los demás. Bajo estrés, los Seis empiezan a vacilar entre rendirse o
tomar una posición dura... Pueden primero intentar hacer feliz a todo el mundo y luego, de
repente, cambiar a la otra posición o mantener ambas fuerzas que sienten los están rasgando en dos
pedazos.
La convicción de fondo que bloquea la libertad y la creatividad del colaborador se expresa en la
siguiente frase: “Solo estaré bien si soy responsable”. La fidelidad y lealtad a personas y normas
suele enmascarar inseguridades de fondo, dependen de la seguridad que les proporciona “lo
exterior”, y ocultan así las propias dudas y el miedo a equivocarse y ser juzgados. Carecen de
confianza en sí mismas y buscan seguridad en algo externo.
Suelen ser críticos y desconfiados con los que se comportan de manera diferente y no se atienen a la
línea de conducta del grupo, despertando en ellos resentimiento y dificultad para perdonar.
La necesidad de claridad, de distinguir debidamente lo negro de lo blanco, hace que les resulten
molestas las ambigüedades e indefiniciones propias de la vida y las relaciones. Al mismo tiempo
quiere dar una buena imagen de si mismo y evita el enfrentamiento con las personas, evita decir que
NO y corre el riesgo de asumir lo que no le corresponde. Pueden adoptar una actitud defensiva, ser
evasivas y muy nerviosas; trabajan hasta estresarse al mismo tiempo que se quejan de ello. Suelen
ser cautelosas e indecisas, aunque también reactivas, desafiantes y rebeldes. Normalmente tienen
problemas de inseguridad y desconfianza.
Su incierta autoestima le provoca una ansiedad que se manifiesta en sus relaciones y la toma de
decisiones. Frecuentemente no acepta los cumplidos de otros porque es escéptico acerca de la
autenticidad de su interlocutor y trata de percibir intereses ocultos detrás de las alabanzas. Además
tiene miedo al éxito, pierde así oportunidades en el ámbito profesional o relacional, porque se siente
bloqueado por el temor al fracaso.
Temeroso, obediente, lleno de dudas. Luchan contra sus miedos. El pensar sustituye al hacer, teme
hacerlo por temor de ser atacado al exponerse. Es leal a las causas. Se sienten vigilados y
perseguidos, y se rinde cuando le acorralan. Al sentirse acorralado sale a enfrentar el terror de forma
agresiva.
Obediente con los de arriba, autoritario con los de abajo. Necesita apoyarse en otro, busca la alianza
por temor a la propia indefensión. Tendencia a controlar sus propias conductas, sin permitirse la
conducta impulsiva y espontánea.
Los 6 evitan la trasgresión. Viven con la ilusión de sentirse aceptados solo cuando son responsables
y responden a las normas y a las expectativas de los demás. Su propia imagen y valoración está
relacionada con el sentido de responsabilidad. Tienen mucha confianza en la autoridad externa y
desconfían de la propia. No son necesariamente legalistas, sino fieles. Conceden mucha importancia
a la lealtad porque el dragón que más temen es la trasgresión. No soportan la idea de infidelidad, de
comportamientos inapropiados, porque temen el juicio y la crítica que puede hacerse de ellos. Se
han pasado la vida tratando de demostrar que son fieles y no quieren poner en peligro su imagen e
identidad. No es que no deseen secretamente transgredir y ser libres como los demás, sino que no
pueden permitírselo. De todos modos tarde o temprano pueden verse en situaciones en donde no
cumplan sus compromisos, violen las normas o no respondan a lo que se espera de ellos. Tienen un
nivel muy alto de culpa. Una vez tomada una decisión, aún continúan con la duda.
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A los demás les puede irritar su titubeo, sus miedos y la excesiva dependencia de las normas.
Su deseo básico: Sentirse seguros, sentirse aceptados por los demás, ser fieles, ser responsables.
El deseo de seguridad degenera en dificultad para acción, si no se siente dentro de un marco de
normas, creencias, instituciones, que le den seguridad a sus acciones.
El mandato de los padres: “Vales o estarás bien si haces lo que se espera de ti”. “Solo estarás bien
si sos responsable”. "No está bien confiar en sí mismo". El mensaje que hubiera necesitado oír:
“Estás seguro”, “Lo que vos pensas o sentís es importante”. “Podés confiar en tu autoridad interna”.
La ilusión con que se autoengañan: Los Sufis dicen que si la persona se identifica excesivamente
con las cualidades positivas de su personalidad, con lo que saben hacer bien, caen en una imagen
idealizada de si mismos. La ilusión o autoengaño del tipo 6 es: “Si todos se comprometieran y
fueran responsables como yo, no ocurrirían en el mundo tantas cosas desagradables.”. También la
idea de que todo es o puede ser PELIGROSO y, a veces, catastrófico. Por lo tanto, DEBO sentirme
inquieto por ello y pensar en que vá ha ocurrir más tarde, mañana, el próximo mes, en mi vejez...
Además, para evitar equivocarme, debo depender de alguien más fuerte o más sabio en quien pueda
confiar, para que dé la ORDEN O AUTORIZACIÓN NECESARIAS. Pero al gobierno y a todas
las instituciones les faltan pantalones. "¿Cobarde yo? ¡Nooooo! Lo que pasa es que más vale
buscar la seguridad y la prudencia que luego lamentarlo, más vale prevenir que curar". Con esto
justifica su autoengaño y por tanto sigue dentro de su propia trampa.
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Su trampa en las relaciones: Cuanto menos confíe en sí mismo, más desplazará su atención hacia
fuera, proyectando hacia el exterior su propio malestar y miedo. De esta forma interpretará su
entorno como hostil y peligroso, sintiendo que todo se dirige contra él. Detrás de las acciones de los
demás sospechará de todo tipo de pensamientos y sentimientos amenazadores. Interpretará la
conducta de los demás como un rechazo hacia su persona. Desaparecerá la confianza hacia el otro y
luchará contra la supuesta traición. Así se volverá más inseguro respecto de sí y sus impulsos, y
llegará a perder completamente la confianza en sí mismo. Se puede volver muy activo, tener
fantasías de grandeza o sentirse moralmente superior.
Formas de comunicarse: A la hora de comunicarse los “6” se dejan guiar por la prudencia y la
cautela: “Puedo?”, “Si se me permite...”. Su forma revela sus dudas y temores a la hora de adoptar
una postura o transmitir directamente lo que sienten. Son amables y cautelosos.
En cuanto a la expresión no verbal de los “6” no son ni muy espontáneos ni demasiado rígidos,
tratan de proyectar una imagen apropiada.
Relación con el tiempo: Los “6” experimentan el tiempo como una autoridad a la que hay que
someterse y obedecer. El sentido de la responsabilidad se mide concretamente por su fidelidad al
tiempo. El reloj es un amo que establece el modo de organizar la vida, las relaciones y el trabajo.
Teoría del subtipo: Hay 3 instintos básicos: Instinto sexual, instinto social e instinto de auto-
conservación. Según Gurdjieff todas las personalidades tienden a canalizar y privilegiar el uso de la
propia energía en uno de los tres instintos:
Subtipo sexual: Fuerza / belleza: El tipo 6 sexual hombre hace alarde de su fuerza y la mujer tipo
6 hace alarde su de belleza; como estrategias para manejar su ansiedad, ganarse respeto, estima y
sentirse más seguros. La vulnerabilidad de una relación intensa moviliza la desconfianza del Seis.
El Seis sexual hombre es por regla general contrafóbico. Mediante una cierta frialdad, dureza y
fortaleza asumida puede demostrar que mantiene el control. El Seis sexual mujer puede poner en
juego su poder como arte de seducción. Se complace en asumir el papel del cervatillo tierno y
temeroso que parece inaccesible. De esta manera, puede atraer y rechazar a la persona afectada al
mismo tiempo.
Subtipo social: Deber, obligación: Se siente seguro cuando cumple con su deber y obedece las
reglas. Los Seis sociales cumplen con su obligación y se atienen a las leyes de su grupo para
ganarse su aprobación. Son sensibles hacia la más mínima violación de las reglas que, según su opi-
nión, pone en peligro el sistema. También en las relaciones individuales intentan atenerse a las
reglas de corrección que, según creen ellos, son las mismas para todos. Los Seis sociales son
conservadores y pueden sentir temor cuando se introducen «innovaciones».
Subtipo de auto conservación: Cordialidad: Se defiende de los peligros o temores relacionándose
con amabilidad para atraer la simpatía de los otros. Los 6 regidos por el instinto de supervivencia
irradian calidez y amistad para desarmar a sus potenciales agresores. El comportamiento de un Seis
en este caso está unido a su profunda desconfianza y se asemeja al del Dos: «si los demás me
quieren, no me agredirán». Busca caerles bien para que no lo ataquen. A veces, recurren a un
humor extravagante para ganarse el afecto de otras personas.
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda su falsa personalidad", son los
cimientos del ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión dominante y por
su fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es conocer la clave para
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romper la coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra esencia, ser auténticos y
lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el transfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior.. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 6 es el Miedo. El miedo es un sentimiento que surge
cuando se prevé una amenaza. Esta amenaza o sensación de peligro puede ser real o imaginaria,
relacionada a realidades presentes o futuras. El 6 es un especialista en idear escenarios catastróficos
y es prisionero de sus propias trampas mentales. Los miedos pueden ser diversos: Miedo al cambio,
a la soledad, al vacío, a lo desconocido, a la crítica, a equivocarse, a la hostilidad, al engaño, a la
traición, etc. Frente a estos miedos, encuentra seguridad y refugio en la autoridad externa y en
aquellas instituciones que representan puntos firmes de referencia para su acción.
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 6 es el la duda. El
razonamiento analítico siempre encuentra razones a favor y en contra. La razón siempre duda, el
corazón, intuición o el sentimiento es más certero, más totalizante. La duda alimenta el miedo a
actuar y a equivocarse; y el miedo lo hace pensar y dudar.
Manifestación de los aspectos negativos de la personalidad: Los miedos pueden adoptar diversas
formas:
La incertidumbre crónica: Vacila no porque esté confuso acerca de las tareas que debe realizar,
sino porque cuestiona y duda de sus propias capacidades. A menudo carecen de confianza personal,
dudan de sí mismas, vacilan a la hora de tomar decisiones y tienden a recoger constantemente
nuevas informaciones para no correr el peligro de equivocarse
La dependencia: Buscan la seguridad a través de la obediencia a las reglas y autoridades. La
recuperación de la seguridad personal se produce a través de la fiel observancia de reglas y normas
y la obediencia a la autoridad, mientras que las situaciones no estructuradas provocan ansiedad.
La sospecha: No se fía fácilmente de las personas y duda de las intenciones de los demás. Presta
atención a las palabras y gestos e intenta descubrir significados ocultos. Siempre esta atento a
prevenir peligros.
La intolerancia ante la ambigüedad: Necesitan claridad y llamar a las cosas por su nombre. No
soportan la ambigüedad, por eso pueden mostrarse rígidos frente aquello que no coincide con sus
puntos de vista, le parecen dudosas o ambivalentes.
Búsqueda de amistad: Generan amistades para promoverse una imagen positiva de si mismos.
Evita el peligro de ser rechazado a través de la hospitalidad, la afabilidad y la amabilidad a veces
pecando de obsequioso o exageradamente fiel.
Se vuelven apáticos y desorientados.
Buscan las adicciones: comida, televisión, alcohol, etc., como forma de calmarse.
Se vuelven agresivos con quienes no los aprecian.
Atacan para superar sentimientos de inferioridad.
Pueden engañar y ser capaces de traicionar.
Se ponen frenéticos cuando surgen cosas imprevistas.
Afrontan la ansiedad implicándose en muchos proyectos.
Se dejan condicionar excesivamente por la imagen que quieren dar.
Pautas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: La salida del "seis" está en
desarrollar la virtud del coraje, que puede cultivarse mediante la practica de actitudes como las
siguientes:
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Leales Hipervigilantes
Gustosos de querer Controladores
Cuidadosos Impredecibles
Compasivos Defensivos
Prácticos Rígidos
Responsables Autosaboteadores
Cosas positivas para decirse a sí mismos Escuchar un ruido familiar por la noche
y estar absolutamente seguro de que es
Estoy aprendiendo a confiar en mis un gato y no un ladrón
propias decisiones Perdonarse a sí mismo después de
Está bien tomar riesgos y cometer romper la copa favorita de un amigo
errores
Tomar una decisión profesional sin
Estoy bien hoy y estaré bien mañana hacer una consulta general entre sus
amigos
Soy fuerte, estoy calmado y puedo
hacerlo Estar convencidos de que ha sido una
decisión sabia haber gastado mucho
Confiar que en cada momento sabrá lo dinero en una cosa
que tiene que hacer, no es necesario
estar prevenido ni preparado para todo.
2. Conecta con tu propio mundo interior y no saques "las antenas" hacia fuera porque entonces
estarás perdido. Las dudas y los miedos te invadirán.
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3. Piensa en lo importante y bonito que puede llegar a ser el responsabilizarte de tu propia vida, esto
te dará una gran seguridad. Sólo soy responsable de mí mismo.
4. Vive sin miedo a quebrantar la ley exterior. La verdadera ley está dentro de ti.
6. No huyas al activismo, en éste no vas a encontrar lo que realmente quieres y deseas. TODO está
en tu interior.
8. Cuando sientas que todo se tambalea a tu alrededor y pierdas la seguridad: confía, y aún sintiendo
miedo sigue adelante. NO te paralices dando vueltas en tu cabeza.
9. No mires lo de afuera como algo amenazador, nada ni nadie puede herir tu esencia, excepto tu
misma inseguridad.
10. Lucha y trabaja cada día por ser fiel a ti mismo. Tu autenticidad es tu mayor seguridad.
Afirmaciones positivas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: Marque con
una cruz aquellas ideas que usted crea, que son más necesarias incorporar en su vida. Medite
serenamente en esas ideas, lo más frecuentemente posible.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
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TIPO 7: EL OPTIMISTA
Aspectos positivos:
Tiene una actitud positiva en su modo de ser y de relacionarse. Son personas que contagian su
exuberancia, su vitalidad y su alegría a los ambientes en los que viven y trabajan. Creen en las
posibilidades ilimitadas de la vida y viven con pasión. Les encantan los viajes y la buena comida,
son aficionados a cantar, a contar chistes, a hacer proyectos y a tener experiencias gratificantes. Les
gusta la variedad y no quieren perderse nada gratificante que pueda ofrecerles la vida. Su mente no
para de conjeturar nuevas ideas o iniciativas que puedan hacerle la vida cotidiana más interesante.
La energía del optimista se canaliza hacia el futuro. Lo que los guía es la necesidad de sensaciones
y experiencias nuevas. Les gusta jugar y les apasiona lo que hay de interesante en las personas y
situaciones. Viven la experiencia de la sorpresa y de la admiración y manifiestan agradecimiento
por lo recibido.
En cuanto al trabajo prefieren los ambientes en los que se respira un clima de optimismo,
compañerismo y entusiasmo. No soportan las actividades rutinarias y repetitivas que apagan la
fantasía, ni los ambientes cargados de crítica y pesimismo. Ofrecen lo mejor de sí a la hora de
programar el futuro y los proyectos brotan de su desbocada fantasía, en constante búsqueda de
novedad.
Les cuesta llevar a cabo sus proyectos y cuando el trabajo se vuelve pesado prefieren confiárselo a
otros y lanzarse ellos a nuevos proyectos. Su felicidad radica en soñar en el futuro, cultivando
variados intereses, relativisando los problemas y viendo siempre el lado positivo.
Los optimistas resultan atractivos por su acercamiento gozoso a las cosas, por su actitud juvenil, por
su comunicación vivaz y desinhibida y por la versatilidad de sus intereses. Son personas
antidepresivas por naturaleza, y su presencia levanta la moral del grupo. Viven con desenvoltura en
el plano de las ideas y los proyectos, pero les resulta más incómodo la expresión de sus sentimientos
y de su intimidad. Su agenda está cargada de citas interesantes, de experiencias nuevas y de
programas estimulantes.
Los Sietes saben manejar planes, opiniones y alternativas. Son buenos para el pensamiento
divergente. En su mejor estado, los Siete sanos centran su atención en objetivos dignos y son muy
capaces. Los buenos sietes pueden ser buenos teóricos, renacentistas, elegantes, amables y
agradecidos.
Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en sí mismo y los demás. Bajo estrés, los Siete tratan de correr lejos de su ansiedad...
como cuando intentan mantenerse "positivos", y son propensos a toda clase de excesos.
Los “7” evitan el dolor. Viven intensamente porque temen encontrarse con el dragón que un día
podría privarles de la alegría: el dolor, que tiraría abajo su filosofía de vida. No solo por el dolor
físico, sino por el dolor ocasionado por una relación, por sentirse esclavos de una situación, por un
trabajo frustrante, empobrecedor o aburrido, o el dolor producido por el vacío existencial o la
incomprensión, etc.
El choque con el sufrimiento les ocasiona malestar y les crea el deseo de huir y proyectarse hacia el
futuro. Los 7 tienen problemas para acompañar a enfermos o moribundos, porque no pueden
resolver sus problemas. Les cuesta escuchar a los que están desanimados o deprimidos porque se
ven obligados a llegar al fondo del asunto, que es donde se produce el encuentro con el dolor y la
oscuridad, y los 7 prefieren mantenerse en la superficie y en el contacto con la luz. No es que
siempre sean felices. A veces él sabe que detrás de su sonrisa se esconde una gran tristeza que le
produce miedo. Desea ardientemente que alguien desenmascare su aparente felicidad y se tome
enserio su dolor.
Pueden volverse adictos a la planificación y a la diversión. Confundir los proyectos con la realidad,
volverse un soñador un fantasioso. Se exceden en los límites y sienten que la vida tampoco los
tiene. Ansia de satisfacción, búsqueda del placer, que es una huida del dolor. Se vuelven
complacientes. Capacidad verbal extrema, charlatán. Vendedor, embaucador, tramposo, encantador,
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poder de persuasión. La vida es juego. Son bastante payasos y les importa la popularidad. Utiliza la
astucia, es listo. Es generoso, nunca renuncia a nada, es dulce. Tipo gozador. Es narcisista, posee
gustos exquisitos y una atracción por las experiencias cumbre. Rehúsa el compromiso o si lo acepta
no suele cumplir, y aunque parece poco fiable suele ser muy responsable en el trabajo y lo hace con
gusto.
Generalista, multitareas, niño prodigio, diletante, entendido, estimulador. El tipo productivo y
ajetreado. Los Siete son versátiles, optimistas y espontáneos; juguetones, animosos y prácticos,
también podrían abarcar demasiado, ser desorganizados e indisciplinados. Constantemente buscan
experiencias nuevas y estimulantes, pero la actividad continuada puede aturdirlos y agotarlos. Por lo
general tienen problemas de superficialidad e impulsividad.
El exagerado optimismo les hace parecer a los ojos de los demás como superficiales e irrealistas.
Aun cuando las cosas no funcionen bien tienden a enmascarar con su habitual sonrisa el malestar y
el sufrimiento que ello provoca. Si se los hiere prefieren apartarse y lamerse las heridas.
Manifiestan cierta dificultad para escuchar los problemas de los demás, porque son propensos a
distraerse y ver el aspecto menos comprometido de las cosas. Tienen una tendencia innata a eludir
todo cuanto pueda resultar fatigoso y aburrido, y a buscar compulsivamente lo que es gratificante y
estimulante. La excitación de lo nuevo les ayuda a superar la rutina del presente.
El estilo de sus relaciones es vibrante e intenso: son ruidosos, impacientes, compulsivos, comen y
hablan de prisa, como si quisieran multiplicar las experiencias y no perder un tiempo precioso.
Tienen dificultad para expresar sus sentimientos verbal y directamente: cuando se encolerizan
pueden recurrir a la ironía o al sarcasmo para no correr el riesgo de la confrontación directa o del
rechazo. Cuando desean expresar su afecto, hacen regalos. Los demás pueden sentirse irritados por
el ritmo incesante, por su aparente superficialidad y por su tendencia a eludir el trabajo dificultoso.
Deseo básico: Sentirse feliz, contento, encontrar satisfacción. Deseo de felicidad que degenera en
huída constante de cualquier situación conflictiva o dolorosa.
Mensaje de los padres: "Vales o estás bien si obtienes lo que necesitas". “Solo estarás bien si sos
simpática/o”. "No está bien depender de alguien para nada". El mensaje que hubiera necesitado
oír: “Estarás cuidado y atendido”.
Su trampa en las relaciones: Cuanto más inseguro se sienta por la presencia de problemas reales
y dificultades, más dirigirá su atención hacia todo lo positivo y posibles placeres de la vida. Cuanto
más busque lo gratificante de una relación por miedo a su propio dolor, más peligro habrá de que
evite y pase por alto lo verdaderamente conflictivo. Así impide que las dificultades sean afrontadas
y solucionadas. Los problemas se hacen cada vez más amenazantes. Esto le lleva a huir de todo
conflicto, pero las dificultades siempre están ahí y terminarán por atropellarle. Entonces hace
responsables a los demás de que las cosas no le vayan bien.
Afinidades profesionales: Los optimistas son más genéricos que especialistas, tienden a ser
polifacéticos y hacer de todo, prefieren no limitarse a una única carrera para no perder
oportunidades que la vida pueda ofrecerles. Sus dotes de imaginación, creatividad y optimismo
pueden expresarse en profesiones como programador, ideador, relaciones públicas, consultor
empresarial, cómico, cocinero y animador de grupos.
Relación con el tiempo: Tienen una relación relajada con el tiempo. En general tienen dificultad
para llegar puntualmente a las citas. Tienden a diferir o posponer las cosas difíciles. Es optimista y
siempre ve abiertas futuras posibilidades de éxito.
Teoría del subtipo: Hay 3 instintos básicos: instinto sexual, instinto social e instinto de
autoconservación. Según Gurdjieff todas las personalidades tienden a canalizar y privilegiar el uso
de la propia energía en uno de los tres instintos:
Subtipo sexual: Receptividad. El Siete sexual eleva lo auténticamente vivido en una relación por
medio de fantasías muy pronunciadas que son más importantes que los hechos. Los Sietes sexuales
son fetichistas: un estímulo -un «detonante»- puede ser más interesante que una relación real y
vivida. En las relaciones sexuales están abiertos a los impulsos que vengan de la persona con la que
comparten esa relación siempre que no vaya unida al dolor, a una excesiva profundidad o a
exigencias agotadoras.
Subtipo social: Disposición al sacrificio. Los Siete sociales saben ponerse el mameluco de trabajo
y dar grandes muestras de sacrificio por su familia, su grupo, su empresa o su pueblo. Su optimismo
les dice que todas las privaciones son sólo temporales y tienen un solo objetivo: que todos vuelvan
pronto a ser felices y que pronto se abran nuevas expectativas ante nuestros hogares. Por una
«buena causa» y por el bienestar de la humanidad el Siete puede llegar incluso a sacrificar su vida
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por los demás. Al mismo tiempo es consciente de que todo «sacrificio» limita sus propias
posibilidades.
Subtipo de autoconservación: Defensa. (Familia, clan). Con objeto de impedir el aumento del
grado de amenaza de posibles enemigos y agresores, el Siete regido por el instinto de conservación
se complace en rodearse de personas que comparten su visión del mundo, que defienden los mismos
intereses y que se apasionan por las mismas metas. La familia es, para esta subtipología,
especialmente importante. Estos Siete son seguidores de cualquier club o asociación: ya sea una
comparsa carnavalera, un equipo de fútbol o un círculo carismático de oración en el que se pueda
compartir la alegría: «unidos somos invencibles».
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda su falsa personalidad", son los
cimientos de nuestro ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión
dominante y por su fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es
conocer la clave para romper la coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra
esencia, ser auténticos y lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el transfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior.. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 7 es la Destemplanza (desmesura) o Gula (glotonería).
Es una inclinación general al exceso y a la falta de moderación en lo que se dice o se hace. El
peligro esta en idolatrar el placer, un peligro especialmente presenta en la actual sociedad del
bienestar, que alimenta la cultura de la gratificación y de la satisfacción inmediata de deseos y
apetitos diversos. La destemplanza puede expresarse a nivel cultural, en la necesidad de asistir a
cursos, de vivir nuevas experiencias, de hacer viajes. A nivel físico en la necesidad de satisfacer al
cuerpo con los placeres de la cocina y del sexo. A nivel social en la exigencia de establecer nuevos
contactos, conocerá otras personas y vivir nuevas e interesantes aventuras. El 7 considera que nunca
ha experimentado lo suficiente.
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual la persona mira al mundo,
a sí mismo y a sus relaciones. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 7 es el la
Planificación. Como la realidad se le torna dificultosa y empieza a asomar el tan temido
sufrimiento, se vé en la compulsión de volver a planificar el futuro, pensar en un nuevo proyecto, el
anterior ya dejó de ser divertido. Metido en el nuevo proyecto se excederá en lo gratificante del
mismo y evitará afrontar el aspecto conflictivo y sacrificado, lo cual lo llevará a abandonar la
responsabilidad de dicho proyecto y lanzarse a planificar uno nuevo.
Pautas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: La salida de los "siete"
consiste en interiorizar la virtud de la sobriedad, que se cultiva mediante la práctica de actitudes
como las siguientes:
Valorar cada momento con todo lo que de bueno y creativo que puede ofrecer.
Llevar adelante los compromisos adquiridos, sin buscar evasiones, distracciones o cambios.
Aprender a llevar hasta el final los proyectos.
Saber discernir prudentemente las prioridades, sin dejarse llevar por el impulso del momento.
No imponer el propio ritmo ni el propio humor a los demás, sino saber adaptarse a las
circunstancias y a las personas.
Amar y celebrar la vida y su aspecto gozoso, sin negar del lado doloroso de la existencia.
Aceptar la enfermedad y las dificultades cotidianas como parte de la propia maduración humana y
espiritual.
Valorar el sufrimiento como una dimensión necesaria y formativa de la vida.
Aprender a identificar e integrar el miedo y otras emociones consideradas negativas o
desagradables.
Escuchar al que sufre sin necesidad de pintar las cosas de color de rosa.
Experimentar el silencio y la reflexión como ocasiones para acceder a lo profundo de las cosas y
no quedarse en la superficie.
Saber equilibrar la vida interior con los intereses externos.
Preocuparse menos por la cantidad de experiencias que deben hacer y más por la calidad.
Espontáneos Indisciplinados
Imaginativos Rebeldes
Productivos Descentrados
Entusiastas Narcisistas
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Confiados Posesivos
Rápidos Maníacos
Encantadores Autodestructivos
Curiosos Inquietos
Ser directos aunque a veces resulten Nunca harán una lista de trabajo a la
raritos, les parece divertido que sigan estrictamente
4. Cada instante te proporciona todo lo que necesitas para vivir ese instante, sin necesidad de acumular
para después.
7. Profundiza con tus amigos, aunque no tengas tiempo para tus conocidos.
9. Cuando acojas y abraces tus sentimientos negativos, éstos te darán una feliz sorpresa.
10. Dichosos aquellos que viven en paz y aun con gozo en tiempos difíciles. Tú también puedes.
Afirmaciones positivas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: Marque con
una cruz aquellas ideas que usted crea, que son más necesarias incorporar en su vida. Medite
serenamente en esas ideas, lo más frecuentemente posible.
No necesito ser siempre ser el protagonista para sentirme bien conmigo misma/o.
No necesito sentirme superior a los demás para sentirme valiosa/o.
No necesito tanto la admiración de los demás como yo creía para sentirme valiosa/o.
No necesito la aprobación de nadie, yo misma/o me apruebo.
Soy perseverante en los proyectos que comienzo.
No necesito imponer mis ideas y mis proyectos, es mejor que lo acepten aquellos que quieren.
Acepto a las personas que tienen una filosofía de vida distinta a la mía.
Acepto a la persona que piensa distinto a mí.
Nadie puede impedirme ser feliz, porque mi felicidad depende siempre más de mi.
Si me hieren acepto mi dolor, lo observo, lo comprendo, dejo de evitar sentirlo.
Yo puedo tolerar con paciencia las cosas dolorosas de la vida y darme cuenta que no pasa nada.
Puedo sentir todo lo que siento aunque sea desagradable, dejo de elegir lo que quiero sentir.
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Yo acepto mi mal humor y me despreocupo de mi imagen ante los demás.
Puedo escuchar al que sufre y conectarme con su dolor.
Dejo de evitar lo que me molesta y de obsesionarme por el placer inmediato.
Acepto todos mis sentimientos, agradables o desagradables, no juzgo lo que siento.
Dejo de evitar sentir lo que siento, lo acepto y trato de comprenderme.
Yo no soy mi estado de ánimo, puedo observarlo, yo soy el que observa.
Cuando me deprimo es una oportunidad para saber a qué estoy apegado y de qué dependo.
Cuando me enojo, lo digo, hablo de mí, evito atacar al otro y me hago cargo de lo que siento.
Encapricharme con algo imposible solo hace que sufra innecesariamente.
Puedo soltar el apego a mis deseos cuando estos no pueden realizarse, puedo esperar.
Yo puedo posponer la satisfacción de mis deseos si es necesario.
Cada momento tiene algo bueno que merece ser vivido.
El aburrimiento es generado por mi actitud de esperar algo excitante.
Acepto cada momento tal cual es, cada momento está lleno de vida, puedo descubrirla.
Las dificultades cotidianas me enseñan algo y me ayudan a madurar.
Dejo de evadirme de los compromisos y pongo voluntad para realizarlos aunque no tenga
ganas.
Hay cosas que tengo que realizar por mi bien aunque no tenga ganas.
Mis ganas han quedado pegadas mucho a lo placentero y excitante y esto me crea problemas,
porque en la vida también existe lo desagradable y lo dificultoso.
Voy ganando poder de voluntar al hacer pequeños actos de voluntad.
Dejo de evadirme planificando futuros escenarios placenteros.
Me concentro en las prioridades del momento y pospongo la satisfacción de mis impulsos.
Tener momentos de silencio y reflexión interior me ayuda a vivir más profundamente.
Dedico tiempo tanto a mi vida exterior como a mi vida interior.
Me centro más en la calidad de mis experiencias que en su cantidad.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
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TIPO 8: EL JEFE
Aspectos positivos:
El término jefe no significa que estas personas desempeñen necesariamente funciones de autoridad.
Son “jefes” en su forma de ser y de relacionarse. Son personas que trasmiten fuerza, decisión y
realismo en lo que hacen. Son capaces de luchar por lo que creen sin dejarse manipular por los
demás. Se guían por convicciones internas y por un fuerte sentido de justicia. Su energía desemboca
en la acción, en el trabajo. Le estimulan las situaciones difíciles, especialmente donde hay
injusticias. Luchan en las causas que promueven los derechos de los pobres y de los débiles. Tiene
un instinto protector. Se esfuerzan en mejorar su calidad de vida y la de su entorno: casa, familia,
comunidad, medio ambiente, etc. La claridad de sus ideas e intenciones y la autenticidad de sus
convicciones lo hacen capaces de transmitir a los demás la motivación para que se impliquen en sus
causas.
El tipo poderoso y dominante. Las personas tipo Ocho son seguras de sí mismas, fuertes y capaces
de imponerse, ingeniosas y decididas. Líder, protector, proveedor, empresario, inconformista.
En el ámbito laboral se distinguen por su intensidad y su perseverancia. Pueden desempeñar
funciones de autoridad y llevar adelante una organización con determinación y coraje, así como
también asumir funciones subalternas, sin que por ello limite su libertad de decir lo que piensan
cuando lo consideran oportuno. Su estilo es práctico, orientado a la acción. Su fuerza radica en la
concreción. Aman el riesgo y la dificultad. En el terreno de las relaciones sienten un gran respeto
por las personas auténticas, valientes y seguras de sí mismas. En cambio no respetan a quienes por
oportunismo o intereses personales cambian de camiseta. No les gusta las personas aficionadas a los
secretos o con tendencias manipuladoras. Son capaces de expresar opiniones diferentes, aun con el
riesgo de quedarse solas y de enfrentarse a todo el mundo, cuando creen firmemente en algo. Son
claros y directos a la hora de establecer límites y decir que no. Tienen gran necesidad de controlar y
ser respetados en lo que concierne a sus ideas, decisiones y espacio personal. Cuando se les trata
con respeto, colaboran de buen grado con los demás.
Los Ocho evolucionados son excelentes líderes, poderosos. Tratan de proteger a sus amistades de
cualquier peligro. Da la cara por sí mismo y por sus amigos, combativo, extremadamente protector.
En su mejor aspecto, los Ocho sanos se auto-controlan, usan su fuerza para mejorar la vida de otras
personas, volviéndose heroicos, magnánimos y a veces históricamente grandiosos.
Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en sí mismo y los demás. Bajo estrés, tratan de controlar a los demás. No desean
componer nada, incrementan las dificultades a su alrededor. Los 8 evitan la debilidad. Viven con
la ilusión de sentirse respetados por ser fuertes. Han construido su identidad sobre la fuerza, la
determinación, y la justicia, y no quieren ser débiles. No es que no sean concientes de tener
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debilidades y limitaciones, sino que no quieren admitirlo en público, por temor a que alguien intente
aprovecharse. Exponen con firmeza sus opiniones e ignoran las razones o perspectivas sobre la
verdad que presentan otros. Dan la impresión de ser muy decididos, pero a menudo lo que hacen es
enmascarar la fragilidad del niño que llevan dentro y que representa su vulnerabilidad e inseguridad
y su necesidad de ternura y afecto. No permiten que hieran a ese niño al que protegen y esconden.
El niño está a las órdenes del Jefe que le dice: “No llores”, “aprieta los dientes”, “no les des el
gusto”, “se fuerte”.
Pueden interpretar la vida como una lucha por conseguir el poder. Pueden volverse orgullosas y
pensar que deben estar al mando de su entorno, volviéndose retadoras e intimidatorias. Quieren
tener el control. Su asunto principal es saber quien tiene el poder para ejercer su propio poder sobre
la situación y mantener o lograr el control. Si los ocho se encuentran en una posición subordinada,
minimizarán el hecho de que la autoridad posee control sobre su comportamiento y abusarán de los
límites y de la interpretación de las reglas, hasta tener claro cuales serán las consecuencias. El Ocho
considera que la verdad siempre surge durante una discusión. Los ochos no permiten que se
cuestione su propia opinión. En lugar de buscar alianzas o acuerdos, su estrategia es la total
apropiación del poder. El modo de liberar la sobrecarga de energía que tienen consiste en excederse,
pueden crear problemas, interfiriendo en la vida de sus amistades, excederse con la comida, el sexo
o las sustancias. Hace demostraciones de fuerza, les encantan las luchas de poder y los
enfrentamientos. Llevan la verdad hasta el escándalo. Su riesgo es que pueden ganar una batalla
pero al mismo tiempo perder amigos. Interpretan la realidad en términos de blanco o negro: ellos
eligen el color y se cierran a las otras propuestas y consideraciones. Determinan, por ejemplo lo que
es justo e injusto imponiendo a los demás lo que a ellos les parece obvio. Este comportamiento
puede hacerlos arrogantes, agresivos, dictatoriales y autoritarios. Hay quienes se sienten
intimidados por su seguridad y determinación, y hay quienes al expresar su desacuerdo con ellos se
arriesgan a provocar su reacción negativa.
Formulan juicios rápidos sobre las personas y sobre las situaciones sin conocerlas a fondo. Pasan de
una primera impresión a conclusiones apresuradas. Reconocen fácilmente los puntos débiles de los
demás y saben aprovecharlos si se los provoca.
No les gusta detenerse demasiado en discusiones intelectuales ni en conflictos emotivos.
Normalmente tienen problemas para intimar con los demás.
No les agrada la incertidumbre y la ambigüedad. Tienen dificultad en el terreno de la introspección
y en el de los sentimientos, lo cual los lleva a no prestar atención ni mostrarse sensibles a los
estados de ánimo propios y de los demás. Quizás interpreten la sensibilidad como debilidad o
indecisión.
A menudo carecen de tacto y de diplomacia para hacer las cosas o transmitir mensajes, y esta falta
de método contribuye a que rechacen sus aportaciones. Son poco propensos a manifestar ternura o
afecto en público, incluso con las personas más íntimas; expresan sus afectos más de una manera
física y material que verbal. Su modo de relacionarse puede dar la falsa impresión de que no tienen
necesidad de nadie. Los demás pueden sentirse irritados por la arrogancia, la seguridad y su
inflexibilidad.
En su aspecto más negativo o patológico pueden volverse rebeldes. No sienten culpa ni miedo. No
sienten rencor, pena o vergüenza. Posesivos, celosos, agresivos, competitivos. Gusto por los
peligros, temerarios, niegan las normas sociales, intolerancia a la frustración. Son pura acción. No
pide para no arriesgarse a una negativa, lo arrebatan. Atropelladores, rechaza la autoridad, rompe
con todo obstáculo que le impida realizar sus deseos. No aparece por los psiquiatras. Su forma de
vida excesiva puede llevarlos a meterse en demasiadas cosas, idolatrar al sexo, volverse
trasnochador y ruidoso.
Historia familiar: Suelen proceder de familias donde alguno de sus padres ha tratado de ejercer
control sobre ellos. Para sobrevivir, han decidido fiarse solo de sí mismos e incluso hacer frente al
padre autoritario que le ha provocado repetidos conflictos. Han tenido una infancia combativa
donde los fuertes eran los respetados y los débiles no lo eran. En otras ocasiones sus rasgos se
deben a que han asumido prematuramente responsabilidades familiares, lo cual ha inducido en ellos
actitudes caracterizadas por la directividad y control sobre los demás.
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Pueden ser extrovertidos o introvertidos, ruidosos o reservados, entrometidos o educados. Tienen en
común la fuerza de sus convicciones y suelen ser abiertos en la comunicación. Su pasionalidad
puede expresarse mediante la agresividad o mediante la compasión, generando miedo o confianza
en los demás. Tienen gran capacidad de trabajo y también disfrutan intensamente las fiestas, los
acontecimientos grupales, los deportes y las vacaciones.
Deseo básico: Protegerse, decidir su camino en la vida. Sentirse fuerte, poderoso y salvador. Su
deseo de protegerse frente al mundo puede degenerar en comportamiento combativo, desafiante y
antisocial.
Miedo básico: Ser herido, humillado o dominado por otros. Miedo a la violación de sus derechos.
Miedo a sentirse débil.
Mensaje de los padres: "Sos valioso si sos fuerte y estás al mando de la situación". "No está bien
ser vulnerable ni confiar en alguien". El mensaje que hubiera necesitado oír: “No serás
traicionado”.
La ilusión con la que se engaña: Los Sufis dicen que si se identifican excesivamente con las
cualidades positivas de su personalidad, es decir con lo que saben hacer bien, caen en una imagen
idealizada de sí mismos. La ilusión o autoengaño del 8 es: “Si la gente supiera actuar con la
claridad y la determinación con que yo lo hago, no malgastarían tanto tiempo y tantas energías”.
Otro autoengaño es: “Solo estaré bien si soy fuerte”. Tienen la idea de que la mayoría de la gente es
vil, malvada, infame y DEBEN ser seriamente culpabilizados y severamente castigados por su
maldad. Claro que es más terrible ser uno de esas personas sumisas o la víctima, porque esos
también tienen la culpa de que tanto desgraciado hijo de su madre exista. PODRÍA, y me
encantaría, HACERLES PAGAR POR SU INJUSTICIA. "¿Vengativo yo? ¡Nooooo! Lo que
pasa es que yo hago justicia". Con esto justifica su autoengaño, sigue dentro de su propia trampa y
se genera su propio sufrimiento.
Su trampa en las relaciones: Cuanto menos acepte su propia debilidad, más fuerte se mostrará y
actuará de forma combativa (para sentirse fuerte e importante y tenerlo todo controlado). Le
resultará más difícil reaccionar de forma empática a las facetas débiles y vulnerables de los otros.
Entonces se vuelve rígido y artificial, emocionalmente endurecido. No hay contacto personal.
Tratará a los demás y a sí mismo con menos consideración. Cae en el autoenredo cuando interpreta
la conducta de los demás como mandatos externos y tiene miedo de perder el control. Cuanto más
agresivo se muestre hacia fuera y más duro hacia sí mismo, más se empujará hacia un aislamiento
social e interior. Siempre envuelto en su protección, se convertirá en un ser insensible, con un
mundo interior vacío y hueco.
Afinidades profesionales: Pueden desempeñar cualquier tipo de tareas, desde las más sencillas a
las más complejas, con tal de que se les permita expresar sus convicciones. Pueden ser vendedores
de pizza o políticos, responsables de organizaciones comunitarias, empresas, negocios, agentes de
cambio, etc.
Relación con el tiempo: Los 8 no se sienten condicionados por el tiempo, sino que tratan de
controlarlo eligiendo las cosas que deben hacer a cada momento. Cuando están ocupados en algo
importante, el tiempo no tiene la menor importancia. Se impacientan cuando tienen que contar con
los límites que otros quieren imponerles.
Teoría del subtipo: Hay 3 instintos básicos: instinto sexual, instinto social e instinto de
autoconservación. Según Gurdjieff todas las personalidades tienden a canalizar y privilegiar el uso
de la propia energía en uno de los tres instintos:
Subtipo sexual: Control / Ternura. El 8 sexual tiende a adoptar actitudes de dominio y control
sobre su pareja. Cuando no hay temor a la pérdida de su pareja y hay confianza, se siente libre para
dejar que brote la ternura. Ansia de posesión / entrega. Los Ocho sexuales quieren Controlarlo y
poseerlo todo, también a la persona con la que comparten una relación amorosa. Esperan de ella que
se entregue en cuerpo, alma y mente. Están dispuestos a entregarse igualmente si tienen la
sensación de que la otra persona es tan valiosa como ellos y no va a aprovecharse de esta «posición
de poder». Hay hombres Ocho que son fuertes en el mundo exterior pero que en la relación amorosa
están sometidos a sus mujeres. A los Ocho sexuales les gustan los «coches veloces», un acopio
inagotable de bebidas y las mujeres o los hombres hermosos. Están orgullosos de su dureza y son
los más rebeldes de todos.
Subtipo social: Amistad (complicidad). El 8 social concede un notable valor a la amistad y
necesita estar en compañía de aquellos en quien confía. Los Ocho sociales dan valor a las relaciones
armónicas y al hecho de que todos sean «felices» y no tengan motivo de cometer injusticias en
contra de los demás. Cuidan sus amistades y están dispuestos por sus amigos a sacrificar todo lo que
tienen. Los Ocho sociales puedes ser extraordinarios líderes que mantienen unida a su comunidad y
que le permiten tener la debilidad de apoyarse en ellos.
Subtipo de autoconservación: Supervivencia satisfactoria. El 8 de autoconservación necesita
gozar de la seguridad conseguida y se opone a amenazas externas. Por eso se asegura que su casa,
su comunidad o su ambiente sean seguros y estén protegidos. El Ocho regido por el instinto de
conservación considera injusto no recibir lo que «merece». Mediante el control de su espacio vital
intenta oponerse a las amenazas a las que su status financiero está expuesto. El Ocho no puede
soportar que las pequeñas cosas no «cuadren». Si, por ejemplo, alguien ha olvidado hoy comprar
pasta dentífrica, todo el sistema se puede derrumbar mañana.
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda su falsa personalidad", son los
cimientos de nuestro ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión
dominante y por su fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es
conocer la clave para romper la coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra
esencia, ser auténticos y lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el transfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior.. Helen Palmer.
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La pasión o defecto principal del eneatipo 8 es la Arrogancia (altanería, soberbia) y/o la lujuria.
Ambas tienden al exceso. La arrogancia es la pretensión de estar en la verdad, de imponérsela a los
demás y de afirmarla sin amor. La lujuria es el deseo vehemente de placeres carnales o el excederse
en la búsqueda de cualquier cosa.
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 8 es el la
Venganza. La necesidad de venganza justifica con razones su pasión al exceso, y a la arrogancia.
Creen (falsamente) que ha habido una injusticia y por tanto tienen razones para vengarse y así
justifican los excesos en palabras y acciones. En su infancia se han sentido tratados injustamente y
luego ven la vida a través del cristal de lo justo-injusto, aplican esta forma de ver a situaciones en
donde no es aplicable y ven injusticias donde no las hay, y luego se sienten con derecho a
castigarlas. Muchas veces nadie tiene la culpa de nada, pero su tendencia es a buscar culpables,
porque le gusta jugar el papel de justiciero, le da poder y prestigio.
Virtud que tiene que desarrollar: La Inocencia, sencillez, simplicidad. Necesitan descubrir la
inocencia de las personas y de sí mismos. Vivir en la sencillez de lo que es, no existe tal maldad
con la que se obsesionan.
Pautas para armonizar los aspectos negativos: Lo que deben aprender los jefes es interiorizar la
virtud de la sencillez, que es lo contrario a la arrogancia. Se puede cultivar mediante la práctica de
actitudes como las siguientes:
Dejar que el niño que todos llevamos dentro se manifieste y pueda expresarse.
Aprender a ser queridos y no temidos por los demás.
Hacerse más capaces de expresar libremente el aspecto tierno y vulnerable de la propia naturaleza.
Ser más atentos y sensibles a los sentimientos propios y a los ajenos, sin tratar de negarlos o
esconderlos.
Aceptar todo lo que se siente reconciliándose con su humanidad.
Convencerse de que nadie es autosuficiente y de que una sana dependencia de los demás es señal
de humanidad y madurez.
Reconocer que cada cual tiene su parte de verdad que ofrecer y no pretender imponer la propia.
Aprender a adaptarse a las personas y a las situaciones sin pretender ejercer el control sobre las
ellas.
Mirar las cosas con más objetividad.
Ser pacientes con el prójimo, dominando el impulso de formular juicios apresurados y sumarios.
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Poner su fuerza al servicio del amor. Esforzarse en ayudar a los más débiles. Poner el poder al
servicio de los demás.
Buscar comprender a los demás en vez de dominarlos.
Volverse más humanos, empáticos y cercanos.
Reflexionar antes de actuar.
Desarrollar su vida emocional ya que es mi centro menos integrado.
Directos Rebeldes
Leales Dominantes
Energéticos Controladores
Protectores Egoístas
Autoritarios Agresivos
"Mostraré mi cara amorosa a las personas en Quitarse de presidente por pensar que
quien confío". alguien lo va a hacer mejor
Afirmaciones positivas para armonizar la personalidad: Marque con una cruz aquellas ideas que
usted crea que son más necesarias incorporar en su vida. Medite serenamente en esas ideas, lo más
frecuentemente posible.
Todos tenemos debilidades. Yo acepto mis debilidades y puedo admitirlas ante los demás.
Mis debilidades y limitaciones no significan que yo este indefensa/o ante los demás.
No es necesario que me defienda por tener debilidades, no hay nada que defender.
No me importa lo que los demás piensen de mí por tanto no hay ninguna imagen que defender.
Puedo expresar mi niño interior sabiendo que nadie puede dañarlo, si yo le doy permiso y el
derecho de ser él mismo.
Busco el poder para sentirme protegida/o, yo puedo estar a salvo aunque no tenga el poder.
Permito que los demás cuestionen mi opinión y aprendo algo de eso si es necesario.
Admito la verdad de los demás.
Reconozco mis necesidades de afecto y ternura.
Puedo dar y recibir afecto sin avergonzarme.
El reconocer mis necesidades afectivas no me hace necesariamente dependiente y débil.
Yo puedo tener relaciones íntimas sin temor a ser lastimada/o.
72
La intimidad no me hace necesariamente ni dependiente, ni débil.
Yo me permito recibir amor, afecto, cariño porque me lo merezco.
Yo doy y recibo fácilmente amor y afecto.
Yo me amo, luego otros me aman.
Cuanto más me amo yo mismo, más me aman los demás.
Cuanto más amor doy más amor recibo.
Amar me hace vulnerable pero no necesariamente débil.
Todos estamos expuestos al sufrimiento pero no estamos necesariamente sometidos a él.
Es mejor sufrir de amor que nunca haber amado.
Elijo sumergirme en el amor y dejar de evitar obsesivamente mostrarme fuerte.
El sufrimiento del amor es un fuego que me purifica, me fortalece y hace madurar.
Yo soy responsable de la actitud que tomo ante el sufrimiento.
Abandono los celos y mi actitud posesiva hacia algunas personas.
Puedo pedir lo que necesito.
Puedo aceptar y tolerar cuando los demás no me quieren dar lo que necesito.
Los demás son libres y no están obligados a darme lo que les pido.
Yo reconozco mis responsabilidades y admito errores ante los demás, sin sentir culpa.
Yo enfrento mis miedos y me doy cuenta que tienen mucho de fantasía.
Me vuelvo cada vez más sensible al mundo de los sentimientos, y esto no me debilita, sino que
me enriquece y fortalece.
Puedo usar palabras y gestos para expresar mi afecto.
Puedo expresar emociones positivas y no solo las negativas.
Tener el poder y luchar por tenerlo no es tan importante como creía.
Tener o no tener la razón no es tan importante como creía. Puedo reírme de todo.
Suelto el control.
Yo puedo ser moderada/o y equilibrada/o en mis apreciaciones.
Soy respetuoso de los demás.
Acepto las pautas de convivencia que creo adecuadas.
Dejo de cuestionar todo y acepto algunas cosas aunque sean imperfectas.
Puedo tolerar y ser paciente cuando algo no sale como quiero.
Cuando la realidad frustra mis deseos, suelto mis deseos y me adapto a la realidad.
En general la realidad no ni blanca ni negra, tiene muchos matices.
Mi propio pensamiento muchas veces puede engañarme, lo observo y lo cuestiono para
asegurarme que es válido.
Me abro a la verdad del otro y dejo que me cambie. Esto me enriquece.
Aceptar la verdad del otro no me hace inferior, no me hace débil, no me quita poder, todo lo
contrario, me enriquece y me da un poder verdadero.
Ya no tengo miedo de perder poder ante los demás.
No me importa lo que los demás piensen de mí. Prefiero vivir en la verdad de mi ser.
El que los demás piensen que no soy poderosa/o, no me hace indefensa/o.
Los demás no pueden hacerme nada que yo no permita.
Los demás no pueden quitarme nunca mi libertad.
Puedo aceptar la incertidumbre y la ambigüedad, y no pasa nada.
Puedo aceptar no decidirme en algo rápidamente, para pensarlo adecuadamente.
Puedo usar cierta diplomacia para que acepten mis propuestas.
Yo ya sé confrontar con los demás, ahora aprendo cada vez más a dialogar con ellos.
Aprendo a escuchar y a intercambiar ideas con los demás sin ponerme a la defensiva.
Yo estoy abierta/o a la verdad. La verdad me libera de mis límites y autoengaños.
Yo no necesito imponer mis ideas para que me respeten. Yo mismo me doy respeto.
Puedo adaptarme a muchas situaciones sin pretender necesariamente controlarlas.
Suspendo mis juicios apresurados por los demás y me vuelvo más abierta/o y comprensiva/o.
Dejo de enaltecer mis razones con arrogancia, termino quedando como un estúpido.
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La verdad no es necesario imponerla por la fuerza. Tiene luz y fuerza propia. Se defiende sola.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad:
TIPO 9: EL MEDIADOR
Aspectos positivos:
El término mediador refleja la tendencia de estas personas a actuar como intermediarios y
conciliadores en las situaciones de tensión. Son los portadores de los valores de paz y armonía. Su
objetivo es lograr la reconciliación donde haya tensiones, sea en el ámbito familiar, laboral o
comunitario. De carácter ecuánime, tranquilo, afable y equilibrado. Se caracterizan por su bondad,
sencillez y amabilidad. Su presencia serena, agradable y no absorbente resulta atractiva. Saben
escuchar a los demás, no son críticos, ni formulan juicios contra su prójimo. Son tolerantes con los
que piensan distinto. Trata de limar las diferencias y ser receptivo a todos. Se distinguen en el
trabajo por su estilo conciliador, presencia serena y paciente. No les gusta llamar la atención, pero
son muy celosos de su reputación profesional, que es junto a la familia y religión uno de los valores
más importantes. En su trabajo adoptan un estilo metódico y constante, prefieren la rutina y las
situaciones habituales, porque les proporciona seguridad y tranquilidad. Ante situaciones de estrés
asumen actitudes equilibradas. Más que adoptar conductas definidas, prefieren contemplar todos los
aspectos de una cuestión y apoyar las aportaciones positivas de las diversas partes. Expresan sus
observaciones con calma y serenidad, para hacerlas más aceptables. Aunque parecen sencillos y
amables, en el fondo son tenaces e independientes. Saben adaptarse a las circunstancias, y no se
enredan con quien trata de imponerse, ni se dejan influenciar por presencias externas. Poseen una
enorme capacidad de supervivencia y soportan perfectamente la soledad y silencio. Hay lugares
donde les gusta refugiarse para que nadie los moleste (un jardín, un sótano, un laboratorio, etc).
La actividad en contacto con la naturaleza les ayuda a relajarse: jardinería, camping, pesca, cuidado
de animales, etc. Son medicinas naturales para recurarse de las presiones de la vida cotidiana.
Reconciliador, consolador, humilde, confiados y estables. Son afables, bondadosos. Saben ser
jueces imparciales. En su mejor aspecto, los Nueve sanos son indómitos y abarcadores; son capaces
de unir a las personas y solucionar conflictos. Los nueve evolucionados pueden ser excelentes
pacifistas, consejeros, negociadores.
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Aspectos negativos:
El estrés y las situaciones de tensión emocional pueden activar los aspectos negativos de la
personalidad. Es conveniente conocerlos para ganar cierto dominio sobre ellos, ya que generan
sufrimiento en sí mismo y los demás.
Pueden sentir sus aspiraciones utópicas y sentirse nadie especial por no tener posiciones definidas.
Acomodadizo y conformistas, ofrecen apoyo, pero también pueden estar demasiado dispuestos a
transigir con los demás para mantener la paz. Desean que todo vaya sobre ruedas, sin conflictos,
pero tienden a ser complacientes y a minimizar cualquier cosa inquietante. Normalmente tienen
problemas de pasividad y tozudez. Los ofende cualquier ruptura en el flujo pacífico de vida, y se
retraen. Los 9 evitan el conflicto. Tienen la ilusión de que vivirán bien si logran mantener la paz en
la familia, trabajo o los grupos a los que pertenecen. Tratan de promover a toda costa la armonía
para aliviar la tensión y relativizar los problemas. El dragón que los atemoriza se llama “conflicto”,
y se las arreglan para domarlo y distraerlo.
A nivel personal se esfuerzan en reprimir las energías que alimentan el conflicto: los sentimientos,
la sexualidad y la agresividad. Ante situaciones que pueden provocar la agresividad, adoptan una
actitud obstinada, pasiva y contenida. Su rabia se expresa indirectamente a base de no responder a
las expectativas de los demás, dejar pasar el tiempo y tomarse las cosas con calma. Es una
resistencia sólida y visceral, y una estrategia que tiene un solo objetivo: evitar el conflicto, el cual
siente como destructivo y no productivo. El conflicto les da miedo, porque desencadena energías
que no han integrado y pueden provocar tensiones y estrés. Se esfuerzan por mantenerse tranquilos
e inalterables externamente, y nada parece demasiado urgente para ellos. Tienen dificultad para
iniciar nuevos proyectos y prefieren posponer las cosas para mañana sin dejarse llevar por la prisa o
el estrés.
Alivian la ansiedad a base de rutina, de horarios establecidos y de una existencia caracterizada por
pequeños hábitos personales que contribuyen a dar estabilidad y paz a la vida cotidiana. El objetivo
inconsciente de los mediadores consiste en controlar las energías emotivas reprimiendo los
sentimientos, fuente de tensión y conflicto. El resultado de la represión es un limitado nivel de
autoconocimiento que se manifiesta en el malestar que experimenta ante la pregunta: ¿Cómo te
sientes?.
Obsesivamente ambivalente, ve todos los puntos de vista. Conoce las necesidades de los demás
mejor que las propias. Uno de los sentimientos que peor maneja es la rabia, que expresan de
manera indirecta a través de la obstinación, o a través de no responder a las expectativas de los
demás, o en el enlentecimiento del ritmo cuando los demás quieren ir rápido, o callándose como
forma pasiva de expresar su resistencia. Dan la impresión de negarse a afrontar los problemas y de
no saber distinguir lo que es importante de lo que es secundario. Tienen dificultad para tomar
decisiones, decir “si” o “no”, evitando correr el riesgo de tomar partido por una de las partes y
provocar un conflicto. Les cuesta concentrarse solo en un punto, y su energía se diluye en diversas
cosas.
Son más bien lentos para la acción y necesitan sentirse estimulados desde fuera para hacer las cosas.
Su débil motivación está relacionada con la modesta imagen que tienen de sí mismos: tienden a
minusvalorarse, a considerarse inferiores a los demás y a no reconocer su propia valía personal. Se
resisten a la introspección (verse por dentro) por temor a que le ocasione malestares y tensiones que
no se sienten capaces de afrontar.
Tienen un adormecimiento psíquico, no se quieren ver ni trabajar en sí mismos. Tienen pereza de
sentir su interior, pereza a la intensidad. Su depresión es resignada, excesivo conformismo. Tiene
aspecto sano, como el campesino satisfecho, Sancho Panza. Tapan la realidad para no enfrentar el
dolor. "La vida es simple, no sé porqué la gente se complica". Ni siquiera se da cuenta de que sufre,
está narcotizado. Se suele evadir a través del hacer cualquier cosa inútil. Aparenta no tener
problemas, si bien va experimentando un empobrecimiento. Adopta valores del entorno, se
acomoda a los demás.
Los demás pueden sentirse irritados con ellos por su calma, la negativa a afrontar los problemas o a
posponer ocuparse de ellos.
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Historia infantil: Los mediadores han nacido en ambientes en los que se han sentido ignorados y
olvidados, o raramente escuchados y estimulados por las personas que eran significativas para su
desarrollo. Se adormecieron y olvidaron sus verdaderos deseos procurándose pequeñas
comodidades y sustitutos del amor no recibido. Aprendieron a anestesiarse y a olvidarse de sí
mismos al darse cuenta de que sus prioridades probablemente no serían consideradas. Sus
propuestas no han conseguido sus resultados deseados, por lo que han decidido sofocar su rabia.
Las necesidades de los demás eran más importantes que las propias. Pierden el contacto con lo que
quieren al fusionarse con los deseos de los demás. Tienen dificultad en decir que “no” y sienten que
al entablar una relación ni siquiera se han preguntado su necesidad sino la del otro. Se encarga de
mantener la paz, de mediar, de estar de acuerdo con los otros. No discuten nada, enseguida asumen
la opinión ajena. Son lentos, se pierden en los detalles y dan rodeos. No llegan al grano de la
cuestión. Sin embargo toda esa tolerancia guarda dentro de ellos un volcán de rabia a punto de
erupción. Contienen la ira pero la expresan como terquedad o agresión pasiva.
Otros proceden de familias sencillas y abiertas, de las que han asimilado actitudes como la calma, la
paciencia y la modestia. De adultos tienden a no considerar ni utilizar plenamente sus
potencialidades. También tienden a olvidar las ofensas y perdonar a quien le ha hecho sufrir.
En cuanto a su carácter, algunos son reservados y tímidos, otros son abiertos, ingeniosos y
humoristas. En general todos suelen tener alguna afición. Consideran buen amigo a quien nunca les
pide demasiado.
Deseo básico: Mantener la estabilidad interior y la paz mental. Su deseo de paz y estabilidad
degenera en sobreadaptación, resignación y pereza mental.
Mensaje de los padres: "Vales si sos bueno y mientras los que te rodean estén bien". "No está bien
hacerse valer". El mensaje que hubiera necesitado oír: “Tu presencia importa”, “Tus deseos y
sentimientos son importantes para nosotros”.
La ilusión con la que se engaña: Los Sufis dicen que si se sobrevalora las cualidades positivas de
la personalidad, identificándose excesivamente en lo que saben hacer bien, caen en una imagen
idealizada de sí mismos, sintiéndose superior a otros. Su ilusión o autoengaño es: “Si la gente fuera
más apacible y relajada como yo, todos viviríamos en un mundo más tranquilo.” La convicción de
fondo que bloquea su libertad y creatividad se expresa en la siguiente frase: “Solo estaré bien si soy
bueno con todos.”. La idea de que algo que ocurrió antes, y generó conflictos, puede ocurrir de
nuevo y volver a conmocionarlo, afectándole indefinidamente. Por lo tanto, DEBO no actuar o
solamente hacer aquello que ya dio UN ÚTIL Y FELIZ RESULTADO. Pero lo mejor es no
preocuparme de nada ni complicarme la vida, mientras pueda entretenerme, comer y dormir.
"¿Indolente yo? ¡Nooooo! Lo que pasa es que yo busco la tranquilidad". Con esto justifica su
autoengaño y por tanto sigue dentro de su propia trampa.
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Su trampa en las relaciones: Cuanto menos importancia se dé a sí mismo, más espacio dejará
para cosas sin importancia o para las opiniones y puntos de vista de otras personas. De esta forma,
se quita importancia a sí mismo y se hará cada vez más perezoso e inseguro. Entonces dejará de
creer en sus propios impulsos y así evita poder sentirse importante. Por otra parte, cuanto más lento
e indeciso se haga, más provocará a los demás para que le presionen. Esta presión le lleva a una
resistencia pasiva y le hace más estático todavía. Se mete en su autoenredo cuando se siente
ignorado por los demás o recibe presión del exterior. Esta incapacidad para actuar se une a un gran
miedo y a grandes dudas sobre su propia valía. Al final se siente completamente inseguro y ya no
puede hacer nada.
Forma de comunicación: Conceden a cada cosa la misma atención emotiva e intelectual, para no
correr el riesgo de mostrar preferencias y crear conflictos. Si se les pide que tomen una postura
entre 2 cosas dicen: “Estoy de acuerdo con “X” por esto, y estoy de acuerdo con “Y” por esto.” Su
tono de voz es sereno y libre de emociones. A menudo se comunican por medio del humor, lo cual
los hace especialmente atractivos. Son medidos y controlados en sus gestos son cordiales y
delicados en sus manifestaciones de afecto. Les gusta la compañía de amigos y pasar tiempo frente
al televisor.
Relación con el tiempo: Mantienen una relación distendida con el tiempo, son metódicos y
rutinarios en el modo de hacer las cosas. Evitan introducir cambios en los horarios y evitan los
horarios estresantes. Les gusta vivir en ambientes serenos, prefieren hacer todo con calma y dejar
para mañana lo que no pueden hacer hoy.
Teoría del subtipo: Hay 3 instintos básicos: instinto sexual, instinto social e instinto de auto-
conservación. Según Gurdjieff todas las personalidades tienden a canalizar y privilegiar el uso de la
propia energía en uno de los tres instintos:
Subtipo sexual: Unión (fusión). Su objetivo consiste en lograr la unión completa con su pareja e
identificarse con ella en el modo de pensar y actuar. Lo que más le placería al Nueve sexual es
vivir en y por otra persona, ya sea un ser humano, ya sea Dios. Él percibe los sentimientos del otro,
más claramente que los suyos propios e intuye directamente con su cuerpo lo que le está ocurriendo
a la persona amada. El Nueve sexual hace feliz a la persona con la que comparte una relación
amorosa, y él mismo es correspondido recibiendo felicidad a través del reflejo de esa misma
felicidad. En cualquier caso, la persona que comparte su amor no les debe exigir esfuerzos
excesivos; la relación no puede exigir un gran compromiso de su parte.
El rasgo principal: Gurdjieff sostenía que toda persona es incapaz de ver su rasgo principal. El
rasgo principal es "el eje central alrededor del cual gira toda su falsa personalidad", son los
cimientos de nuestro ego. El rasgo principal de una persona está compuesto por su pasión
dominante y por su fijación cognitiva dominante. Conocer el rasgo principal de uno mismo es
conocer la clave para romper la coraza que nos hace sufrir y nos impide conectarnos con nuestra
esencia, ser auténticos y lograr verdadera satisfacción.
La pasión dominante: La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro
modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson. La pasión es el transfondo emocional del patrón de
carácter. El "caldo de cultivo" para el estilo de percepción. Gallen & Neidhart. Es un hábito
neurótico que se desarrolla en la infancia. Se trata de un factor que mantiene una presencia
constante en el ámbito privado de nuestra vida interior.. Helen Palmer.
La pasión o defecto principal del eneatipo 9 es la Pereza. Se abandonan a la inactividad y dejan
para mañana lo que tendrían que hacer hoy, o se dejan influir por el humor del momento o por las
decisiones de los demás. El defecto de los 9 son por "omisión" y tienen que ver con cosas que no se
han hecho, con oportunidades que se han perdido y con cualidades que se han reprimido y se han
mantenido ocultas. Prefiere dejar a otros la iniciativa de las cosas o de las relaciones, evitando así
los conflictos y no afrontando los problemas.
La fijación dominante: La fijación es la estructura cognitiva alimentada por la pasión dominante y
que a la vez la sostiene. El cristal coloreado y empañado a través del cual mira la persona al mundo,
sus relaciones y a sí mismo. La fijación o error cognitivo dominante del eneatipo 9 es el la
Indolencia (apatía). No quiere sentir, y se vuelve insensible ante los conflictos para no sufrir, de
esta forma justifican su pereza. Su pereza luego les acarreará otros problemas que afrontarán con
indolencia, con insensibilidad.
La resistencia al cambio: Predilección por las cosas habituales y rutinarias, agresividad pasiva,
tendencia a la resignación.
El olvido de si mismo: Dificultades para la introspección y para la conciencia de las propias
necesidades. Renuncia a los propios deseos para responder a las expectativas ajenas, tendencia a
desacreditarse, necesidad de pasar inadvertido.
La compensación: Tendencia a calmar la inercia mediante actividades compensatorias, como la
dependencia del alcohol, de la comida, de la televisión, internet, de la lectura o de un hobby. Trata
de narcotizarse para no enfrentar las situaciones difíciles.
La distracción: Inclinación a despilfarrar las energías en intereses del momento, sin objetivos de
fondo hacia los que orientar el propio esfuerzo.
Identidad a través de las pertenencias: La imagen que el 9 tiene de si mismo está mediatizada por
sus contextos de pertenencia, como la familia, el ambiente de trabajo o el grupo de amistades, que
contribuyen a definir sus funciones y su identidad. Y sobre todo está la búsqueda de fusión con la
pareja para compensar la débil identidad personal.
Pautas para armonizar los aspectos negativos de la personalidad: La salida para los mediadores
está vinculada a la capacidad de desarrollo de la virtud de la acción diligencia, que se cultiva
mediante la práctica de actitudes como las siguientes:
Asumir la responsabilidad por los dones recibidos, implicándose en la vida y con los demás.
Encender el fuego interior de la motivación y apretar algo más el acelerador.
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Afirmar el propio valor y dignidad, conscientes de que no es posible amar al prójimo sin amarse a
sí mismo.
Desarrollar la pasión por la vida, sacando a la luz las propias energías y capacidades.
Encausar la agresividad y los sentimientos.
Expresar las opiniones propias y afrontar de manera constructiva los conflictos y las diferencias,
evitando hacer creer a toda costa que todo es paz y armonía.
Establecer límites y plazos en la realización de los proyectos, sin perderse en infinitas
distracciones o cosas no esenciales.
Aprender a centrar la atención tomando la iniciativa, estableciendo prioridades y tomando
decisiones.
Pacientes Olvidadizos
Receptivos Obsesivos
Diplomáticos Apáticos
"Muéstrame afecto físico porque eso me Ser muy sensible a la crítica. Tomarme
abre a los sentimientos" las cosas demasiado personalmente.
Cuando está bien se mueve hacia el 3. Cuando están mal se mueven hacia el seis.
Se vuelven más energéticos, eficientes y Son más pasivos e inactivos, más dudas, más
productivos; focalizan más, incrementan su indecisión y rigidez, se sienten más
autoconfianza y viven menos a través de los desbordados por la preocupación y los nervios.
otros y toman más control de sus vidas. Cuidan Pero si "enganchan" con la parte positiva del
más su imagen. seis, desarrollan más lealtad, se convierten en
más prácticos y realistas y son más directos
Cosas positivas para decirse a sí mismos Cosas que nunca harían ni en sueños:
Tengo iniciativa para proponer cosas nuevas a los demás y asumir el protagonismo.
Dejo de conformarme con las cosas que no me gustan cómo están.
Dejo de acomodarme a los demás para que me acepten, me permito ser yo misma/o.
Acepto los conflictos, ansiedades y estrés como parte de la vida, puedo sobrevivir a ellos.
Dejo de reprimir mis sentimientos y los reconozco sin temor.
Salgo de mi pasividad y me entrego a la acción, corro riesgos de equivocarme.
Si me equivoco yo misma/o me disculpo y me tengo paciencia.
Tomo una posición definida según mis convicciones, dejo de querer conciliar lo inconciliable.
Acepto que los demás estén enemistados, es problema de ellos, y ellos tienen que resolverlo.
Abandono la idea de querer ser aceptado por todos, o querer quedar bien con todos.
Acepto si alguien no me quiere o no me acepta como soy, yo sí me quiero y acepto.
Prefiero sentimientos verdaderos de confrontación, a una paz fría y ficticia.
Dejo de distraerme y de narcotizarme con actividades inútiles para no sentir mi interioridad.
Me concentro en mi interioridad, en lo que siento y busco comprenderme.
Rompo con mi imagen de persona buena y controlada, para lograr ser aceptada/o.
Yo me acepto tal cual soy, no me juzgo como bueno o malo.
No importa lo que yo sea, lo importante es ser lo que soy.
Me doy derecho y permiso de ser yo misma/o, aunque a alguien no le guste.
Dejo de infravalorarme, soy una persona única y muy valiosa.
Dejo de reprimir mis sentimientos, mi sexualidad y mi agresividad.
Dejo de expresar mi agresión en forma indirecta, soy claro y directo con los demás.
Dejo de darle vuelta a las cosas y me decido según mi intuición.
Expreso mi desconformidad en forma directa, expreso lo que pienso, no temo confrontar.
Dejo de acomodarme a los demás, a sus necesidades, a sus ideas.
Me doy el derecho de ser distinto a los demás, me doy valor a mi misma/o.
Yo soy el único que puede saber quien soy y cuanto valgo.
Dejo de considerar el juicio de los demás como más importante y valioso que el mío.
Yo soy la máxima autoridad para mi misma/o.
Puedo no estar de acuerdo con los demás y decirlo.
Si estoy resentido con alguien por algo, se lo digo y enfrento mis sentimientos.
Dejo de posponer los problemas y conflictos para mañana, los enfrento hoy.
Puedo enfrentar todos los problemas y sobrevivir, no pasa nada.
Muchos de mis temores son fantasías imaginadas no problemas reales.
Los conflictos no me destruyen, son incomodidades sobrellevables.
Puedo tolerar cualquier sentimiento desagradable que sienta y sobrevivir.
Dejo de evitar obsesivamente los sentimientos de dolor y conflicto con los demás.
Dejo de tenerle miedo a los conflictos, los enfrento y no pasa nada.
Si acepto todas mis emociones voy logrando integrarlas y armonizarlas.
Me ocupo de conocer el mundo de mis sentimientos.
Me permito sentir emociones tanto positivas como negativas.
Yo no elijo lo que quiero sentir o no sentir, solo acepto y reconozco lo que hay para sentir.
Salgo de mi actitud obstinada, pasiva y contenida, y expreso abiertamente lo que siento.
Dejo de manipular a los demás con actitudes silenciosas culpabilizantes.
Me ocupo de mis necesidades, me doy cosas buenas, yo soy importante para mí.
Salgo de mi ambivalencia y tomo posición y partido por algo o alguien.
Reconozco mi rabia y mi enojo y lo expreso sin culpa.
Dejo de expresar lo que siento en forma indirecta, soy más abierto y directo con los demás.
Puedo tomar decisiones, decir “Si” o “No”, según lo que yo quiero, y no según los demás.
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Puedo ser fiel a mí misma/o aunque quede mal con alguien.
Puedo ser rápido para la acción, decidido y firme.
Puedo mirarme por dentro, aceptarme y comprenderme.
Dejo de auto rechazarme, y me doy plena aceptación y derecho de ser quien soy.
Dejo de deprimirme por verme deprimida/o.
Salgo más fácil de mi depresión cuando acepto mis enojos ocultos y los expreso directamente.
Comprendo mis enojos, muchas veces tienen que ver con deseos frustrados, me ocupo de mí.
Me ocupo de proveerme de lo que necesito y deseo.
Si mis deseos no pueden cumplirse lo acepto, y así se caen mis enojos y resentimientos.
Expreso mis enojos directamente y dejo de temer los conflictos que pueda ocasionar.
Ya me cansé de mendigar amor y aceptación.
Yo misma/o me doy amor y aceptación y el derecho de ser y decir lo que siento.
Corto el lazo de esclavitud de la opinión de los demás.
Mi autoestima depende más de mí, que de lo que piensen los demás de mí.
Aprendo a ser sincera/o conmigo misma/o, y a expresar mis desacuerdos.
Yo no me ignoro ni me olvido de mis necesidades, me ocupo de mí.
Yo escucho mi ser y me mantengo en contacto con mi cuerpo y sentimientos.
Me ocupo de mis verdaderos deseos sin sustituirlos por pequeñas comodidades.
Salgo de la pereza que me perjudica, adormece, me empobrece y me hunde en la depresión.
Yo soy responsable de mi vida emocional, no los demás.
El amor que no he recibido me lo voy a empezar a dar yo misma/o.
Dejo de anestesiarme con distracciones inútiles y me ocupo de mis necesidades profundas.
Abandono la pereza a mirar mi mundo interior para saber qué es lo que necesito.
Yo soy el único que puede saber qué deseo y que necesito en lo más profundo.
Me concentro en mi mundo interior hasta entenderme, salgo de la pereza de ocuparme de mí.
Dejo de estar tan atento a lo que necesitan los demás y escucho lo que yo necesito.
Puedo decirle “No” a los demás y tolerar si se enojan, no pasa nada.
Puedo discutir si no estoy de acuerdo, no pasa nada.
Dejo de acomodarme a la opinión e ideas de los demás para evitar conflictos.
Dejo de compensar las tensiones con placeres pasajeros, resuelvo las tensiones de raíz.
Dejo de dar vueltas para no confrontar, voy al grano sin temor de entrar en conflicto.
Rompo con la falsa imagen de ser buena/o para ser querida/o.
Cuanta más aceptación me doy a mi misma/o, menos aceptación necesito de los demás.
No me dejo llevar por las ganas del momento y hago lo que tengo que hacer sin posponerlo.
Yo desarrollo mis capacidades y habilidades sin ocultar los dones que tengo.
Asumo las responsabilidades de mi vida, dejo de esconder mi cabeza como el avestruz.
El no ver o huir de los conflictos no hace que desaparezcan, sino que se agraven.
Asumo la vida como un continuo cambio y dejo de empecinarme con que no quiero que nada
cambie.
Me abro a los imprevistos de la vida y encuentro mi seguridad en mi interior.
Dejo de buscar mi seguridad en rutinas y hábitos.
Dejo de ser tan resignado a lo que no me gusta y hago algo por cambiarlo si se puede.
Asumo sacrificios por mi bienestar, yo valgo la pena, yo soy digno de recibir lo mejor de la
vida.
Yo me doy cosas buenas aunque me cueste sacrificio, yo lo valgo.
La pereza es mi defecto principal que me lleva a desintegrarme.
Busco ponerme objetivos y prioridades, y a ser firme en lograrlos.
Yo me valoro y es importante hacer cosas por mí.
Dejo de reclamarle cosas a los demás que yo misma/o no estoy dispuesta/o hacer por mí.
Dejo de compensar la insatisfacción con mi vida con placeres momentáneos.
Busco darme lo que necesito en lo más profundo.
Si no sé lo que necesito en lo más profundo lo busco hasta encontrarlo, no cedo a la pereza.
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Voy fortaleciendo cada vez más una identidad definida y valiosa.
Mis propias afirmaciones personales: Escriba ideas positivas que le ayuden a armonizar y
equilibrar los aspectos negativos de su personalidad: