PRODUCTO FINAL de Geometria Analitica
PRODUCTO FINAL de Geometria Analitica
Geometría Analítica
Elaborado por:
Docente:
DIAGONALIZACIÓN DE MATRICES”
DEDICATORIA:
1.1 Introducción..........................................................................................................1
1.2 Antecedentes.........................................................................................................2
II CAPÍTULO II..........................................................................................................8
2.1.1 Definición........................................................................................................8
2.1.2 Aplicaciones....................................................................................................9
3.1.1 Matrices.........................................................................................................11
3.1.2 Definición......................................................................................................13
3.1.3 Aplicación.....................................................................................................26
3.2.1 Definición......................................................................................................29
I.1 Introducción
La secuencia infinita de números naturales cuyos dos primeros términos son 1 y 1 y tal
que, cualquier otro término se obtiene sumando los dos inmediatamente anteriores, cumplen la
relación de recurrencia siguiente:
r 1=1 ; r 2=1 ; r n =r n−1+ r (n−2 ) (n > 2 )
1
involucra términos anteriores de la sucesión, lo que crea una dependencia no lineal entre
los términos.
A pesar de no ser posible diagonalizar directamente la ecuación de recurrencia de
Fibonacci, existen otros enfoques para obtener una fórmula cerrada general. Estos métodos
incluyen el uso de la función generatriz y la matriz de Fibonacci.
A través de técnicas de manipulación algebraica y expansión en serie de potencias,
podemos obtener una fórmula cerrada en términos de x para calcular los términos de la sucesión,
y así poder aplicar los conocimientos adquiridos en clase sobre álgebra lineal.
I.2 Antecedentes
Antes de empezar a definir lo que compete, quiero introducir unos conceptos previos.
Empezando por una sucesión, la cual es una función f definida sobre el conjunto de los
números naturales.
N = {1, 2, 3, . . .} f: N → Ω
donde a₁, a₂, a₃, ... representan los términos de la sucesión y n representa la posición del
último término.
Las sucesiones pueden ser finitas o infinitas. Una sucesión finita tiene un número
determinado de términos, mientras que una sucesión infinita continúa indefinidamente.
1, 2, 3, 4, 5, ...
2, 4, 6, 8, ...
2
Según la obtención de su razón puede ser:
Sucesión geométrica, cada término se obtiene multiplicando el término anterior por una
constante llamada razón.
Por ejemplo:
aₙ = f(n)
(2, 4, 6, 8, ..).
aₙ = 2n
3
1, 4, 9, 16, ...
aₙ = n²
Por ejemplo:
RECURRENCIA LINEAL
Una regla de recurrencia lineal es una fórmula matemática que describe la relación entre
los términos de una sucesión o secuencia de manera lineal. En otras palabras, cada término de la
secuencia se puede expresar como una combinación lineal de los términos anteriores.
donde aₙ representa el n-ésimo término de la secuencia, c₁, c₂, ..., cₖ son constantes
(llamadas coeficientes), aₙ₋₁, aₙ₋₂, ..., aₙ₋ₖ son los términos anteriores necesarios para calcular
aₙ, y d es un término independiente (constante).
4
Cada término de la secuencia se obtiene multiplicando cada término anterior por su
respectivo coeficiente y luego sumándolos, y opcionalmente sumándole un término
independiente.
En este caso, podemos observar que cada término se obtiene sumando 3 al término
anterior. La regla de recurrencia lineal sería:
aₙ = aₙ₋₁ + 3
Utilizando esta regla, podemos calcular cualquier término de la secuencia a partir del
término anterior. Por ejemplo, el quinto término (a₅) se calcula como:
a₅ = a₄ + 3 = 13 + 3 = 16
Una sucesión recurrente homogénea es una sucesión en la que la regla de recurrencia que
define sus términos no contiene términos independientes. En otras palabras, es una sucesión en la
que la relación entre los términos se establece exclusivamente a través de una combinación lineal
de términos anteriores.
Donde aₙ representa el n-ésimo término de la sucesión, c₁, c₂, ..., cₖ son coeficientes
constantes y aₙ₋₁, aₙ₋₂, ..., aₙ₋ₖ son los términos anteriores necesarios para calcular aₙ. Estos
términos anteriores forman una combinación lineal que determina el valor del término actual.
5
Al resolver la ecuación característica, se encuentran las raíces o soluciones r ₁, r ₂, ..., r ₖ.
Luego, la solución general de la sucesión recurrente homogénea se puede expresar como una
combinación lineal de términos exponenciales:
donde A₁, A₂, ..., Aₖ son constantes determinadas por las condiciones iniciales de la
sucesión.
Donde aₙ representa el n-ésimo término de la secuencia, c₁, c₂, ..., cₖ son coeficientes
constantes que multiplican los términos anteriores, aₙ₋₁, aₙ₋₂, ..., aₙ₋ₖ, y gₙ es el término
independiente o función que se suma a la combinación lineal.
6
La solución general de una recurrencia lineal no homogénea se compone de dos partes:
una solución particular y la solución general de la recurrencia lineal homogénea asociada.
RECURRENCIA NO LINEAL
Una recurrencia no lineal es una ecuación recurrente en la que la relación entre los
términos no se establece de manera lineal. En otras palabras, los términos de la secuencia no se
obtienen mediante una combinación lineal de los términos anteriores.
7
Las recurrencias no lineales son más difíciles de resolver y analizar en comparación con
las recurrencias lineales, ya que no existen métodos generales para encontrar una solución
explícita. En muchos casos, se requiere utilizar técnicas numéricas o métodos aproximados para
encontrar valores de la secuencia.
Las recurrencias no lineales son comunes en diversos campos de las matemáticas y las
ciencias, como la teoría del caos, la dinámica de sistemas, la teoría de juegos y la física no lineal.
Estas ecuaciones permiten modelar fenómenos complejos que no pueden ser representados de
manera adecuada mediante relaciones lineales simples. Su estudio implica explorar las
propiedades y comportamientos de las secuencias generadas por estas ecuaciones, y en muchos
casos, se realizan análisis gráficos y simulaciones para comprender su dinámica.
II CAPÍTULO II
II.1 Sucesión de Fibonacci
II.1.1 Definición
La secuencia de Fibonacci es una sucesión infinita de números naturales, descrita por
primera vez por el matemático italiano Fibonacci en el siglo XIII. La secuencia de Fibonacci
forma parte de numerosos sistemas, incluso de la naturaleza, por ejemplo, se encuentra en la
disposición de las ramas de los árboles, los pétalos de las flores y las hojas de un tallo, siendo el
girasol el ejemplo más preciso.
Secuencia Fibonacci:
Cada término de la secuencia después de los dos primeros, es la suma de los dos términos
anteriores.
1 + 1 = 2, 1 + 2 = 3, 2 + 3 = 5, 3 + 5 = 8, 5 + 8 = 13 y así en adelante
8
( ) ( )
n n
−1 1− √ 5 1 1+ √ 5
a n= +
√5 2 √5 2
II.1.2 Aplicaciones
61.8%: Conocido también como la proporción áurea, o número áureo, es el límite del cociente
que se obtiene de la división de un elemento de la sucesión de Fibonacci entre el siguiente,
conforme la serie tiende a infinito.
50.0%: Es el retroceso más comúnmente aceptado, equivalente a la mitad del avance de la
tendencia principal.
38.2%: Se obtiene de restar 61.8% de la unidad (1.000 – 0.618 = 0.382).
100%: Equivalente a la magnitud total de la tendencia principal.
Teniendo en cuenta que las tendencias siempre forman parte de una tendencia de más
largo plazo y a su vez están formadas por tendencias de más corto plazo, la pregunta: ¿Sobre cuál
de estas tendencias debo calcular los retrocesos? Puede no tener una respuesta simple. En
términos generales, debemos calcular los retrocesos sobre aquella tendencia que haya dado
señales claras de terminación.
9
Se considera que una tendencia débil puede tener un retroceso de 31.8%, mientras que
una tendencia muy fuerte puede tener un retroceso de 61.8%, antes de retomar su dirección
original.
Algunos libros mencionan una zona crítica de 33 al 38.2%, y de 61.8 a 67%, en lugar de
los niveles específicos
Las críticas más importantes en contra de los retrocesos de Fibonacci están fundamentadas en
la teoría del paseo aleatorio, argumentando que no hay justificación para suponer que la acción
del precio tenga razón alguna para respetar niveles predeterminados de retroceso.
Los retrocesos de Fibonacci forman una parte importante de la Teoría de ondas de Elliott.
Formula Recursiva:
a n=f ( n )
a 0=0
a 1=1
10
a n+1=an +an −1 , para ∀ n ∈ N
( )(
an+1
an
a +a
= n n−1 =
an
1 1 an
1 0 a n−1 ) ( )( )
Tenemos
( ) ( )
an+1 = A a n
an an−1
Denotando
( aa )= A ( aa ) para ∀ n ∈ N …(1)
n+1
n n−1
n
( ) ( )
an =A a n−1
an−1 a n−2
reemplazando en la matriz
( aa )= A ( aa )→( aa )= A . A ( aa )
n+1
n
n
n−1
n+ 1
n
n−1
n−2
n
n
n−1
n+ 1
n n−1
n 2 n−1
n−2
3 n−2
n−3
n 1
Obtenemos
( ) ()
an+1
an
n a
=A 1
a0
11
organizan en filas y columnas. Sirven para describir sistemas de ecuaciones lineales o
diferenciales, así como para representar una aplicación lineal.
Toda matriz se representa por medio de una letra mayúscula, y sus elementos se
reúnen entre dos paréntesis o corchetes, en letra minúscula. A su vez, tienen doble
superíndice: el primero hace referencia a la fila y el segundo a la columna a la que
pertenece.
Esta expresión matemática puede sumarse, multiplicarse y descomponerse, por lo
que su uso es común en el álgebra lineal.
Algunos de los conceptos necesarios para completar la definición y el análisis de
las matrices son:
● Dimensión: se trata del resultado del número de filas por el número de columnas.
12
● Cuadrada de orden n: matriz que tiene el mismo número de filas que de columnas.
principal son iguales a uno, mientras que el resto de los elementos son iguales a
cero.
● Triangular superior: se trata de una matriz cuadrada en la que al menos uno de los
términos que está por encima de la diagonal principal es distinto a cero, y todos
los que están situados por debajo a ella son iguales a cero.
● Triangular inferior: a diferencia del tipo anterior, en este tipo de matriz al menos
uno de los elementos que están debajo de la diagonal principal son diferentes a
cero y todos los que están por encima de ella son iguales a cero.
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III.1.2 Definición
Para estudiar una matriz suele ser conveniente expresarla de forma lo más sencilla
posible. Diagonalizar una matriz A es precisamente eso: escribirla de manera simple
encontrando una matriz invertible P y una diagonal D (si se puede) tales que
−1
A=PDP
14
lo que tenemos es que A x i=¿ λ x ¿ (donde x ies la columna i de A y λ ies el número en el
i i
lugar i de la diagonal de D). Esto nos dice que para diagonalizar una matriz nos hace falta
conocer los vectores a los que les pase algo así.
Si un número λ y un vector no nulo x verifican la relación diremos que
Ax=λx es un valor propio o autovalor de la matriz A y que x es un vector propio o
autovector de A asociado al valor propio λ .
Es fácil ver que diagonalizar una matriz A de tamaño n∗nes lo mismo que
encontrar vectores propios linealmente independientes asociados a valores propios reales,
ya que entonces podemos ponerlos por columnas y conseguir así la matriz P (puedes
comprobar que entonces se cumple la relación que buscamos). Entonces, para
diagonalizar una matriz lo que tenemos que hacer es buscar n vectores propios suyos
linealmente independientes asociados a valores propios reales.
Observa que una matriz puede perfectamente tener valores propios imaginarios.
Por otro lado, el conjunto de vectores propios de A asociados a un mismo valor
propio λ forman un subespacio vectorial de Rn que se llama subespacio propio asociado al
valor propio λ , y es el núcleo de la matriz A−λI . Para concluir si una matriz A es o no
diagonalizable bastará pues averiguar si hay "suficientes" valores propios reales para
construir D y si hay "suficientes" vectores propios linealmente independientes asociados;
esta información nos la dará la dimensión de los subespacios propios y queda recogida en
el siguiente resultado:
Una matriz real cuadrada de orden n es diagonalizable si y sólo si tiene n vectores
propios linealmente independientes asociados a valores propios reales. Además, el
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teorema espectral nos confirma un caso en el que siempre es posible diagonalizar: Toda
matriz real simétrica es diagonalizable. En este caso, se puede conseguir además que las
columnas de la matriz de paso P sean una base ortonormal y por lo tanto que P sea una
matriz ortogonal.
A continuación, algunos ejemplos y demostraciones de diagonalizaciones:
EJEMPLO 01:
Diagonaliza la siguiente matriz cuadrada de dimensión 2×2:
A=( 22 1 3 )
16
Una vez conseguidos los valores propios, calculamos el vector propio asociado a
cada uno. En primer lugar, el vector propio correspondiente al valor propio 1:
( A−I ) υ=0
υ= −2
1( )
Construimos la matriz P, formada por los vectores propios de la matriz:
P= (−21 11)
Como todos los valores propios son diferentes, la matriz A sí que es diagonalizable. De
modo que la matriz diagonal correspondiente es aquella que tiene los valores propios en
la diagonal principal:
D= (10 04 )
Recuerda que se deben colocar los valores propios en el mismo orden que están puestos
los vectores propios en la matriz P.
En conclusión, la matriz de cambio de base y la matriz diagonalizada son:
( )
3 0 0
A= 0 2 1
0 1 2
El primero paso es encontrar los valores propios de la matriz A. Así que calculamos la
ecuación característica resolviendo el determinante de la siguiente matriz:
| |
3−λ 0 0
Det ( A− λI )= 0 2−λ 1
0 1 2− λ
17
Como la primera fila son todo ceros excepto el 3, aprovecharemos para resolver el
determinante de la matriz por cofactores (o adjuntos):
| |
3−λ 0 0
0
0
2−λ
1
1 =( 3− λ ) ⋅
2−λ
2−λ
1
1
2−λ | |
=( 3− λ ) [ λ −4 λ+ 3 ]
2
Ahora tenemos que calcular las raíces del polinomio característico. Es mejor no
multiplicar los paréntesis ya que entonces obtendríamos un polinomio de tercer grado,
por contra, si se resuelven los dos factores por separado es más fácil conseguir los valores
propios:
{
3− λ=0→ λ=3
( 3−λ ) [ λ −4 λ+ 3 ] =0 ⟶ 2
2
λ −4 λ+3=0 → λ=1
λ=3 {
De manera que los autovalores de la matriz son:
λ=1 λ=3 λ=3
Una vez encontrados los valores propios, calculamos el vector propio asociado a cada
uno. En primer lugar, el vector propio correspondiente al valor propio 1:
( A−I ) υ=0
( )( ) ( )
2 0 0 x 0
0 1 1 y =0
0 1 1 z 0
}
2 x=0 x=0
y + z=0 → y =−z
y + z=0
()
0
υ= −1
1
Después calculamos los vectores propios asociados a los valores propios 3:
( A−3 I ) υ=0
( )( ) ( )
0 0 0 x 0
0 −1 1 y = 0
0 1 −1 z 0
18
}
0=0
− y + z=0 → y=z
y−z=0
()
0
υ= 1
1
Como el valor propio 3 está repetido dos veces, tenemos que calcular otro vector propio
que cumpla con las ecuaciones del auto espacio:
()
0
υ= 1
1
( )
0 0 1
P= −1 1 0
1 1 0
A diferencia del ejercicio 4, en este caso sí que hemos podido formar 3 vectores
linealmente independientes, aunque la multiplicidad algebraica del autovalor 3 sea doble.
Se puede comprobar viendo que el determinante de la matriz P da un resultado diferente
de 0:
Det ( P )=¿
De modo que sí que se puede realizar la descomposición diagonal de la matriz A. Y la
matriz diagonal correspondiente es aquella que tiene los valores propios en la diagonal
principal:
( )
1 0 0
D= 0 3 0
0 0 3
Recuerda que se deben colocar los valores propios en el mismo orden que están puestos
los vectores propios en la matriz P.
En definitiva, la matriz de cambio de base que se requiere para diagonalizar la matriz y su
forma diagonalizada son:
19
( ) ( )
0 0 1 1 0 0
P= −1 1 0 D= 0 3 0
1 1 0 0 0 3
Condición 1:
Un endomorfismo (o una matriz) es diagonalizable si y sólo si existe una base del espacio
vectorial (que para el caso de la matriz será Rn ) formada por vectores propios del endomorfismo
(o de la matriz). Cuando tengamos una matriz A diagonalizable tendremos:
−1
A=PD P
M c ⟶ c ( f )= A
D=M B ⟶ B ( f ) y P=M B ⟶ C
Condición 2:
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Condición 3:
Sea A una matriz cuadrada de orden n con coeficientes sobre el cuerpo R . Entonces A es
diagonalizable sobre el cuerpo si y sólo si se verifican las siguientes condiciones:
El polinomio característico ϕ A tiene sólo raíces reales. Esto equivale a que la suma de las
multiplicidades de todos los valores propios reales de la matriz es n .
Es una sencilla observación que si λ es un valor propio de una matriz cuadrada A tal que
m ( λ )=1 , entonces dim [ ker ( A−λI ) ] =1. Esto es consecuencia de que:
Deducimos de esto el siguiente criterio, el cual nos proporciona una situación en la que
una matriz es diagonalizable; esta situación no tiene por qué darse en todos los casos de matrices
diagonalizables, pero cuando se da es más sencillo observar que la matriz lo es.
Condición 4:
Sea A una matriz cuadrada de orden n con coeficientes sobre el cuerpo R . Si A posee n
valores propios de multiplicidad 1 en R , entonces A es diagonalizable sobre R .
Demostración:
1.-
21
2.-
Soluciones:
22
Empezando por la primera, el polinomio característico es:
1 , 0 ,3
(con multiplicidad uno todos). Entonces según uno de nuestros criterios la matriz es
diagonalizable, pues es de orden 3 y tiene 3 valores propios distintos. Una matriz diagonal
asociada sería:
Hallemos una base de R3 formada por vectores propios de la matriz. Para ello tenemos
que hallar una base de cada uno de los subespacios propios:
{ ( 2 , 1 ,0 ) }
23
Después tenemos que
{ ( 1 , 1 ,0 ) }
{ (−5 , 5 ,−3 ) }
−1
H=P 1 D1 P1
}Donde
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Ahora vamos con la matriz L. Su polinomio característico es
−4 , 2, 2
Para comprobar que la matriz es diagonalizable sobre R habría que ver en primer lugar
que hay tantos valores propios reales (se cuenta cada uno repetido según su multiplicidad, es
decir el −4 una vez y el 2 dos veces) como tamaño tiene la matriz, 3, lo cual es claro que se
cumple. Ahora habría que comprobar que cada valor propio tiene igual multiplicidad que
dimensión su subespacio propio. Como el valor propio −4 tiene multiplicidad 1 para él ya
sabemos que la coincidencia se da. Vayamos a realizar la comprobación sobre el valor propio
doble: el 2. Como la matriz es
es claro que
por lo que ya está comprobada la coincidencia para todos los valores propios. Una matriz
diagonal asociada sería
Hallemos una base de R3 formada por vectores propios de la matriz. Para ello tenemos
que hallar una base de cada uno de los subespacios propios:
25
En primer lugar, tenemos que
{( 0 , 0 , 1 ) }
{ ( 1 ,−2−, 0 ) , ( 0 ,3 , 1 ) }
B2={ ( 0 ,0 , 1 ) , (1 ,−2 ,0 ) , ( 0 , 3 , 1 ) }
−1
L=P2 D2 P2
Donde
26
III.1.3 Aplicación
1. Cálculo de potencias de matrices
−1
A=PD P
k k −1
A =P D P
{ λ 1 , λ 2 , λ3 , … , λn }
i. A es siempre diagonalizable sobre R , en particular sus valores propios son todos reales
(no hay valores propios imaginarios).
ii. Vectores propios de la matriz asociados a distintos valores propios son ortogonales.
iii. Puede encontrarse una base ortogonal (e incluso ortonormal) de Rn formada por vectores
propios de la matriz.
Recordemos que una matriz cuadrada A se dice que es ortogonal cuando es invertible y
−1 t
A =A . En referencia a esto se tiene que una matriz cuadrada es ortogonal si y sólo si sus
27
vectores-fila (o sus vectores—columna) forman una base ortonormal de espacio Rn , para el
producto escalar euclídeo, y que la matriz cambio de base entre dos bases ortonormales (según el
producto escalar euclídeo) es siempre una matriz ortogonal.
( ) ()
an+1
an
= A 1 … .(2)
n
donde:
A= (11 10)
Donde se logra deducir que la matriz A es diagonalizable y cumple
−1
A=PB P
Además
( )
1 −λ 2
P=
( λ1 λ1 ) B=( λ0 )
1 2 1 0 −1 √ 5
λ2
P =
−1
√5
λ1
√5 √5
También obtenemos los valores característicos o propios de la matriz A los cuales son:
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1+ √ 5
y λ 2= √
1− 5
λ 1=
2 2
Al multiplicar Ppor P−1 se logra cancelar ya que la matriz Ppor su inversa da como
resultado la matriz I (identidad) , resultando:
n n −1
A =P B P
( )
n
λ1 0
B n= n
0 λ2
Sustituyendo en An =P Bn P−1
( )
1 −λ 2
( λ1 λ1 )( 0 λ )
n
An = 1 2
λ 1 0 √5 √5
n
2 −1 λ1
√5 √5
( )( )
1 −λ 2
)( )
n
( λ1 λ 2 λ 0 √5 √5 1
An = 1
1 1 0 λ n2 −1 λ1 0
√5 √5
1
Factorizamos
√5
( )( )( )( )
n
n1 λ 1 λ2 λ 1 0 1 −λ 2 1
A=
√5 1 1 0 λ n2 −1 λ1 0
Primer producto:
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( ) ( )( )(
n
an+1 = 1 λ1 λ 2 λ1
)
0 1
an √5 1 1 0 λ
n
2
−1
Segundo Producto:
( ) ( )( )
n
an+1 = 1 λ1 λ 2 λ1
an √5 1 1 − λn2
( ) ( )
n+ 1 n +1
an+1 = 1 λ1 −λ2
an √5 λ n1−λ n+1
2
1 n n
Ejecutando a n= ⋅ λ1 −λ2 y reemplazando λ❑1 y λ2 obteniendo:
√5
[( ) ( ) ]
n n
1 1+ √ 5 1−√ 5
a n= −
√5 2 2
III.2.1 Definición
Si recordamos la historia en busca del concepto de divina proporción. Leonardo
Pisano, también conocido como Fibonacci, fue un famoso matemático de Italia que se dedicó a
divulgar por Europa el sistema de numeración árabe (1, 2, 3…) con base decimal y con un valor
nulo (el cero) en su Libro del ábaco en 1202.
Pero, el gran descubrimiento de este matemático fue la Sucesión de Fibonacci que,
posteriormente, dio lugar a la proporción áurea en arte. La proporción áurea, también conocida
30
como proporción dorada, divina proporción o razón áurea, es una relación matemática especial
que se encuentra en diversos aspectos de la naturaleza, el arte y la arquitectura. Su valor
numérico aproximado es 1,6180339887. La
historia de la proporción áurea se remonta a la antigua Grecia, donde fue estudiada y descrita por
los matemáticos griegos. El término "proporción áurea" fue acuñado por el matemático alemán
Martin Ohm en el siglo XIX, pero el concepto en sí es mucho más antiguo
. El matemático griego Euclides fue uno de los primeros en estudiar las propiedades de la
proporción áurea en su obra "Elementos". Euclides describió la proporción áurea como una
división en una línea recta de tal manera que la relación entre la longitud total y la parte más
larga es igual a la relación entre la parte más larga y la parte más corta. Esta relación se puede
expresar matemáticamente como:(a + b) / a = a / b = φ Donde
"a" representa la parte más larga y "b" representa la parte más corta de la línea. La proporción
áurea también fue estudiada y aplicada por otros matemáticos y filósofos griegos, como
Pitágoras y Platón, quienes la consideraban un principio estético y armónico fundamental en el
arte y la naturaleza. En el Renacimiento, el interés por la proporción áurea fue revivido por
artistas y arquitectos, como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Estos artistas aplicaron la
proporción áurea en sus obras, como la Mona Lisa y La creación de Adán, utilizando las
proporciones áureas para lograr una sensación de equilibrio y armonía visual.
Además del arte y la arquitectura, la proporción áurea también se encuentra en la naturaleza, en
la forma de conchas de caracol, pétalos de flores, ramas de árboles y muchas otras estructuras
biológicas. Esta presencia generalizada ha llevado a la proporción áurea a ser considerada como
un principio estético universalmente atractivo y armonioso.
En resumen, la proporción áurea es una relación matemática especial que ha sido estudiada y
aplicada en el arte, la arquitectura y la naturaleza a lo largo de la historia. Su presencia en estas
diversas áreas ha contribuido a su reconocimiento como un principio estético y armónico
fundamental.
31
El hecho de que esté definido por tres segmentos de una recta, que
asemeja a la Trinidad.
La unicidad del propio número, que asemeja a la de Dios.
Si miramos la inconmensurabilidad del número, igual que Dios es
inconmensurable.
Dios dio ser al universo a través de la quinta esencia, representada
en un su momento por un dodecaedro, y el número de oro dio ser al dodecaedro.
Nuestro Dios es omnipresente e invariable, igual que es este
número.
La proporción áurea, además de ser tomada como divina, obtuvo la fama de conseguir
realzar la armonía y la belleza de los objetos o el arte. Por el auge de esta fama, a lo largo de la
historia, la proporción áurea fue aplicada a innumerables proyectos de arquitectura o pintura.
Algunos de estos proyectos se relacionaban con la iglesia y la religión cristiana, pero también
aparecía en otros donde no existía una relación aparente. Aquellos artistas comprendieron en su
momento que la proporción es un aspecto a cuidar ante el espectador, para ganar armonía y
resaltar la belleza de las cosas.
32
La compresión de la proporcionalidad: es lo que cambiará la forma de ver los objetos que os
rodean, por ejemplo, objetos que psicológicamente podrían tener evidentes connotaciones
negativas como las cajetillas de tabaco o las tarjetas de crédito, son rectángulos áureos pues ello
les confiere cierta belleza estética, eso se llama «marketing»…
Para saber rápidamente cómo sacar la proporción áurea en un objeto basta con ponerlo al lado
de otro, lado corto junto a lado largo y trazar una diagonal desde la esquina superior e inferior
del conjunto, si se alinean tres vértices es que se cumple la proporción áurea en diseño de los
objetos.
El ejemplo representativo sería:
33
estudio Areaware. Una tarjeta delgada, del tamaño de un bolsillo que ayuda a localizar a la
perfección y proporcionalidad en los elementos cotidianos o en la propia naturaleza.
34
BIBLIOGRAFÍA
Qué son las matrices, conceptos asociados, tipos y aplicación. (s/f). Ferrovial.
https://www.ferrovial.com/es/stem/matrices/
https://canizo.org/docencia/diagonalizacion.nb.pdf
https://www.matricesydeterminantes.com/matrices/como-diagonalizar-una-
matriz-diagonalizable-diagonalizacion-de-matrices-2x2-3x3-4x4-ejercicios-
resueltos-paso-a-paso/
https://ovacen.com/proporcion-aurea-que-es/
Politécnica de Cartagena.
35