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Practicas 2 Bloque
Derecho internacional (Universidad de Oviedo)
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SARA VAL PEVIDA (71802102N) GRUPO DC1
PRÁCTICAS 2º BLOQUE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
CAPITULO IV. RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL. TEXTOS 1.2-1.19
1..2. PROYECTO DE ARTÍCULOS SOBRE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS
INTERNACIONALMENTE ILÍCITOS, APROBADO POR LA CDI EN SEGUNDA LECTURA EN SU 53o
PERÍODO DE SESIONES (2001)
El proyecto hace referencia a que los problemas del daño1 serán determinados por las normas
primarias y que, únicamente, corresponde al proyecto, como norma secundaria que es,
establecer si una obligación ha sido violada y a quién corresponde atribuir la responsabilidad;
sin embargo, la regla general determina que únicamente el Estado dañado puede invocar la
responsabilidad del Estado infractor.
El artículo 2 contiene los elementos que forman parte del hecho internacionalmente ilícito de
un Estado, el artículo 4 cómo se deben comportar los diferentes órganos de estado, el 7, sobre
la extralimitación en la competencia o contravención de instrucciones y el 12, sobre la
existencia de violación de una obligación internacional.
1.3 CIJ ASUNTO LAGRAND (ALEMANIA C. ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA). AUTO DE 3 DE
MARZO DE 1999
La responsabilidad internacional de un estado surge de las acciones que realizan sus órganos y
sus autoridades competentes. En este caso, los EEUU deberían adoptar todas las medidas que
puedan para evitar que Walter La Grand sea ejecutado antes de que se finalice el proceso.
La posible responsabilidad de los EEUU depende de la actuación del gobierno de los EEUU que
está obligado a trasmitir la siguiente medida al gobernador de Arizona, y también depende de
lo que haga o no este gobernador, que está obligado a actuar conforme a los compromisos
internacionales que EEUU ha asumido.
1.4 ASUNTO DE LAS ACTIVIDADES MILITARES Y PARAMILITARES EN Y CONTRA NICARAGUA
(NICARAGUA C.ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA), FONDO, SENTENCIA DE 27 DE JULIO DE 1986
El caso Nicaragua contra Estados Unidos fue un caso llevado ante la Corte Internacional de
Justicia por el Gobierno nicaragüense, que acusó a los Estados Unidos de violar el derecho
internacional al apoyar a la oposición armada en su guerra contra dicho Gobierno y por minar
los puertos del país.
La Corte dictaminó en favor de Nicaragua, pero los Estados Unidos se negaron a respetar la
decisión de la Corte, argumentando que esta no tenía jurisdicción sobre el caso. Después de la
decisión de la Corte, el Gobierno de los Estados Unidos retiró su declaración de que aceptaría
la jurisdicción de la Corte.
La Corte estima que la participación de EEUU, la formación, equipamiento, financiación y
aprovisionamiento de los contras es insuficiente para que los actos realizados por los contras
(autodenominados como Resistencia Nicaragüense, es el nombre dado a los grupos de
insurgentes financiados por Estados Unidos que intentaron acabar con el gobierno
revolucionario) sean atribuidos a EEUU.
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No se le atribuye a EEUU ya que en principio no se a aprobado que estos tuvieran el control
efectivo de las operaciones militares y paramilitares en las cuales se violaron derechos
humanos y derecho humanitario.
1.5. CIJ ASUNTO RELATIVO A LA APLICACIÓN DE LA CONVENCIÓN PARA LA PREVENCIÓN Y
SANCIÓN DEL CRIMEN DE GENOCIDIO (BOSNIA HERZEGOVINA C. YUGOSLAVIA (SERBIA Y
MONTENEGRO)). SENTENCIA DE 26 DE FEBRERO DE 2007
El Estado demandante desarrolla su argumentación más allá del examen del estatus de las
personas que cometieron los actos de genocidio. Pretende que deban ser considerados como
parte de los “órganos de hecho de la República Federal de Yugoslavia” durante el período de
tiempo que los hechos tuvieron lugar. Sus actos, en especial la matanza de Srbrenica, deberían
considerarse atribuíbles a la RFY, primando la realidad sobre la apariencia. El demandado
rechaza esta tesis y sostiene que estos entes no eran órganos de la RFY.
La primera cuestión es la de saber si a un Estado se le puede atribuir en principio el
comportamiento de personas o grupos de personas que sin ser órganos del Estado, actúan bajo
un control tan estrecho que deben ser asimilados a estos, a efectos de atribución al Estado
para generar su responsabilidad internacional. La Corte indica que le corresponde a ella en S
27/junio/1986 “determinar si los vínculos entre los contras y el gobierno de los EEUU estaban
tan caracterizados por la dependencia de una parte y la autoridad de otra, que llevaría a
considerar fundado que los contras actuaban en nombre de aquel Gobierno.”
Al examinar los hechos, la Corte halló que no quedaba claramente probado que los EEUU
ejercieran de hecho tal autoridad de hecho sobre todas las acciones de los contras, como para
considerar que actuaban en su nombre. Antes de concluir que los elementos de juicio de los
que disponía no eran suficientes para demostrar la total dependencia de los contras en
relación con la ayuda de los EEUU.
Según la jurisprudencia de la Corte, una persona, grupo o entidad cualquiera puede asimilarse
a un órgano del Estado, incluso si tal calificación no se infiere del derecho interno, siempre y
cuando actúen con total independencia del Estado, del que no es más que un instrumento.
Sería necesario entonces ir más allá del estatuto jurídico, ya que otra solución permitiría que
los Estados eludieran sus responsabilidades internacionales mediante personas o entidades
cuya autonomía sería ficción.
Esta asimilación, cuando el derecho interno no concede dicha asimilación, solo puede ser una
excepción, que presupone que se establezca un control de gran alcance por parte del Estado
sobre las personas o entidades del caso, que la sentencia anterior de la Corte califica como
dependencia total. Falta por averiguar entonces si en el presente asunto las personas o
entidades que han llevado a cabo tal genocidio poseían vínculos con la RFY de tal alcance que
puedan considerarse como de dependencia total.
La Corte a estos efectos sólo puede responder negativamente. Podrían considerarse simples
instrumentos desprovistos de autonomía. Los vínculos tomados eran fuertes, pero no tales (al
menos en ese período) como para que las estructuras políticas y militares de Bosnia deban
asimilarse como órganos de la RFY.
La Corte concluye que los actos de genocidio cometidos no pueden ser atribuidos al Estado
demandado, ya que no fueron cometidos por personas o entidades totalmente dependientes
de él, y por tanto no deben conllevar su responsabilidad internacional.
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Respecto a la cuestión de la atribución del genocidio de SRBRENICA al demandado por razón
de hacerse bajo sus instrucciones y control:
La pregunta que debe hacerse la Corte es sobre si estas masacres se cometieron por persona
que, aunque no tenían cualidad de órgano de Estado, actuaban bajo sus instrucciones o control
(lo que el demandante establece y el demandado niega).
Habiendo respondido negativamente, la Corte debe resolver otra cuestión: la de saber si es
esas circunstancias particulares los autores de esos actos actuaron siguiendo instrucciones o
control del demandado. Tratan de averiguar así si los órganos de la RFY pudieron estar en el
origen del genocidio y si por tanto el comportamiento de los órganos del demandado ha
constituido una violación de las mismas.
En el art.8 del Proyecto de artículos de la CDI se da esta norma que pertenece al Derecho
consuetudinario sobre la responsabilidad del Estado: “Se considerará hecho del Estado según
el DI el comportamiento de una persona o grupo de personas que actúa de hecho por
instrucciones o bajo la dirección o el control de ese Estado al observar ese comportamiento”.
Esta disposición debe entenderse teniendo en cuenta la jurisprudencia de la Corte y la
sentencia de 1986 sobre las actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua.
El demandante ha argumentado que el crimen de genocidio tiene una naturaleza particular. La
corte no considera que el caso pueda apartarse del criterio fijado en el asunto anteriormente
expuesto (sentencia de 1986 sobre las actividades militares y paramilitares en y contra
Nicaragua). Las normas para la atribución de una conducta considerada ilícita a un Estado no
varían en atención al tipo de acto en cuestión, ante la ausencia de una LEX SPECIALIS.
En resumen, será sobre la base de la jurisprudencia consolidada de la Corte como se
determinará si el demandado ha incurrido en responsabilidad internacional, según las normas
del DI recogidas en el anteriormente mencionado artículo 8 del Proyecto de artículo de la
comisión de DI.
1.6 ASUNTO DE LA BARCELONA TRACTION, LIGHTPOWER COMPANY, LIMITED, SENTENCIA 5
DE FEBRERO DE 1970.
El derecho internacional público con el transcurrir del tiempo ha sido reconocido como el que
impone deberes y responsabilidades a los individuos lo mismo que a los Estados. Teniendo esto
como punto de partida, encontramos, la responsabilidad internacional de los Estados. El
Derecho Internacional define las responsabilidades legales de los Estados respecto a su forma
de proceder con otros países y al trato que brindan a las personas dentro de las fronteras
estatales.
En este texto se discute acerca de si se ha violado un derecho de Bélgica por razón de la
supuesta violación de los derechos pertenecientes a súbditos belgas. La restitución es la forma
normal de reparación y que la indemnización podría ser sustituida sólo si la restitución en
especie "no es posible". En primer lugar, la restitución, siempre que sea posible ha de devolver
a la víctima a la situación anterior a la violación manifiesta de las normas internacionales de
derechos humanos (DDHH) o la violación grave del derecho internacional humanitario (DIH).
Comprende, según corresponda, "el restablecimiento de la libertad, el disfrute de los derechos
humanos, la identidad, la vida familiar y la ciudadanía.
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1.7 PROYECTO DE ARTICULOS SOBRE LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS, APROBADO
POR LA CDI EN PRIMERA LECTURA EN SU 48 º PERIODO DE SESIONES (1996)
La CDI aprueba el artículo 19 sobre crímenes y delitos internacionales. Cuando se produce una
violación de una obligación internacional ese hecho se convierte en un hecho
internacionalmente ilícito sea cual fuere el objeto.
2.El hecho ilícito resulta de un Estado que viola una obligación tan importante que afecta a los
intereses fundamentales de la comunidad internacional y por ella está considerado como un
crimen internacional.
Un crimen internacional puede resultar:
De una violación grave de una obligación internacional para el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacional
Violación grave de una obligación internacional para salvaguardar el derecho a la libre
determinación de los pueblos
Violación grave de una obligación internacional para proteger al ser humano
Violación grave de una obligación internacional para la protección del medio humano (ej. La
contaminación masiva)
Todo hecho internacional ilícito que no sea un crimen internacional (párrafo 2) es un delito
internacional.
1.8 PROYECTO DE ARTICULOS SOBRE LA RESPONSABILIDAD DE LAS ORGANIZACIONES
INTERNACIONALES. APROBADO POR LA CDI EN SEGUNDA LECTURA EN SU 63 PERIODO DE
SESIONES
La responsabilidad internacional del Estado es el conjunto de relaciones jurídicas que nacen en
Derecho internacional público del hecho internacionalmente ilícito cometido por un Estado.
Estas relaciones se dan entre el Estado infractor, por un lado, y el Estado perjudicado, una
pluralidad de Estados o la comunidad internacional en su conjunto, por otro.
Se trata aqui sobre el comportamiento de los agentes en una organización internacional, El
Estado, por su naturaleza, actuará siempre por medio de sus agentes o representantes. Se
considera hecho atribuible al Estado el provocado por el comportamiento de cualquiera de sus
órganos, incluso aunque éstos se excedan en sus competencias.
Al introducir el concepto de violación de una obligación internacional, es necesario poner de
relieve otra vez la autonomía del derecho internacional, de conformidad con el principio
enunciado en el artículo 3. A tenor del artículo 12, la violación de una obligación internacional
consiste en la falta de conformidad entre el comportamiento que esa obligación exige del
Estado y el comportamiento que el Estado observa de hecho, es decir, entre las exigencias del
derecho internacional y la realidad de los hechos.
1.9 ASUNTO RELATIVO AL PROYECTO GABCIKOVO-NAGYMAROS (HUNGRÍA/ESLOVAQUIA)
SENTENCIA 25 DE SEPTIEMBRE 1997
El estado de necesidad es una circunstancia que excluye la ilicitud del hecho de un Estado o de
una organización internacional que no está en conformidad con una obligación internacional,
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siempre que sea el único modo para el Estado o la organización internacional de salvaguardar
un interés esencial contra un peligro grave e inminente.
La Comisión de derecho internacional expresó que había optado por una fórmula negativa en
la elaboración del artículo 33 de su proyecto para señalar, que en el caso de invocar un estado
de necesidad como justificación debe ser considerado como constitutivo realmente de una
excepción.
La Corte no ha visto ninguna dificultad en reconocer que las preocupaciones expresadas por
Hungría en lo que se refiere al medio ambiente natural en la región afectada por el proyecto
Gabčíkovo-Nagymaros tenían un «interés esencial» para ese Estado, en el sentido recogido en
el artículo 33 del proyecto de la Comisión de derecho internacional.
La verificación de la existencia, en 1989, del “peligro” invocado por Hungría, de su carácter
«grave e inminente», así como la ausencia de cualquier otro «medio» para responder a las
medidas de suspensión y abandono de los trabajos adoptados por Hungría, constituye una
operación compleja.
La Corte considera, no obstante, que, aunque tuvieran lugar serias incertidumbres, no podrían,
ellas solas, constituir la existencia objetiva de un «peligro» como elemento constitutivo de un
estado de necesidad. Como ha subrayado la Comisión de derecho internacional en su
comentario, el peligro «extremadamente grave e inminente» debe «haber sido una amenaza al
interés en el momento presente».
El argumento húngaro sobre el estado de necesidad no podría convencer a la Corte a menos
que se probase que un «peligro» real, «grave» e «inminente» existía en 1989 y que las medidas
adoptadas por Hungría eran la única respuesta posible al mismo.
1.10. CIJ ASUNTO DE LAS CONSECUENCIAS JURÍDICAS DE LA CONSTRUCCIÓN DE UN MURO
EN EL TERRITORIO PALESTINO OCUPADO. OPINIÓN CONSULTIVA DE 9 DE JULIO DE 2004
En este asunto se debate la legitimidad de la construcción de un muro por parte de Israel.
Según Israel, la construcción de la barrera está en consonancia con lo dispuesto en el Artículo
51 de la Carta de las Naciones Unidas, su derecho inmanente de legítima defensa.
En dicho Artículo se reconoce la existencia de un derecho inmanente de legítima defensa en
caso de ataque armado de un Estado contra otro. Sin embargo, el Estado de Israel no alega que
los ataques dirigidos contra él sean imputables a un Estado extranjero.
La Corte señala también que Israel ejerce el control en el territorio palestino ocupado y que,
como señala él mismo, la amenaza por la que considera justificada la construcción del muro
proviene de dentro, no de fuera, de ese territorio. Por lo tanto, su argumento no está
justificado, y el artículo 51 de la Carta no sería pertinente en este caso.
La corte ha examinado la cuestión de si Israel podría invocar el estado de necesidad reconocido
en el derecho internacional consuetudinario, como causa de exclusión de la ilicitud de las
medidas o decisiones que se cuestionan,sin embargo, este sólo se puede aceptar en casos
excepcionales; sólo se puede invocar en ciertas condiciones estrictamente definidas que deben
satisfacerse acumulativamente; y el Estado interesado no es el único juez de si se han cumplido
esas condiciones.
La Corte no está convencida de que la construcción del muro a lo largo del trazado elegido
fuera la única forma de salvaguardar los intereses de Israel contra el peligro que ha invocado
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como justificación de esa construcción, por lo que concluye que la construcción de este muro
es una acción incompatible con determinadas obligaciones jurídicas internacionales que le
incumben.
1.11. CIJ ASUNTO DE LAS ACTIVIDADES MILITARES Y PARAMILITARES EN Y CONTRA
NICARAGUA (NICARAGUA C. ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA), FONDO. SENTENCIA DE 27 DE
JUNIO DE 1986
Los Estados Unidos reconocen que ayudan a los contras que actúan en Nicaragua, pero se
justifican con la conducta similar de este país, ayudando también a la oposición armada en El
Salvador, Honduras y Costa Rica, con ataques transfronterizos contra estos Estados.
Los Estados Unidos se justifican utilizando la legítima defensa, pero la Corte no puede
considerar la respuesta a una intervención de Nicaragua como una justificación de este género
porque la agresión armada abriría un derecho a la legítima defensa colectiva, pero el recurso a
la fuerza de gravedad menor no podría autorizar contramedidas colectivas que impliquen el
uso de la fuerza.
1.12 CIJ ASUNTO AVENA Y OTROS NACIONALES MEXICANOS (MÉXICO C. ESTADOS UNIDOS DE
AMÉRICA). SENTENCIA DE 31 DE MARZO DE 2004
La mayor parte de los cincuenta y dos casos presentados por México ante la Corte no se han
respetado las obligaciones enunciadas en el art 36.1 de la convención de Viena. Por ello, la
corte procede a examinar en este texto las consecuencias jurídicas de dicha violación y las
medidas jurídicas para remediarla.
En cuanto a la determinación de lo que constituye una «reparación de forma adecuada», ello
depende, de las circunstancias concretas de cada asunto, así como de la naturaleza exacta y de
la importancia del perjuicio.
En el caso de una condena del tipo de la que se impuso a México, los Estados Unidos deberían
permitir el examen y la revisión del veredicto de culpabilidad y de la pena teniendo en cuenta
la violación de los derechos previstos por la Convención. Esta obligación puede ser cumplida de
diversas maneras.
La Corte reafirma que el caso presentado ante ella concierne al artículo 36 de la Convención de
Viena, y no a la corrección de todo veredicto de culpabilidad pronunciado o de toda pena
impuesta.
La cuestión de saber si debe considerarse que las violaciones realizadas por EEUU del artículo
36.1 han conducido a los veredictos de culpabilidad y a la imposición de penas severas, forma
parte integrante de los procedimientos penales ante los tribunales de Estados Unidos, y les
corresponde a ellos determinarlo en el marco del nuevo examen de los hechos, y
especialmente el perjuicio y sus causas.
No debería darse por descontado, pese a lo que afirma México, que la anulación parcial o total
de los veredictos de culpabilidad y de las penas constituya necesariamente el único modo
posible de reparación.
Así pues, deben «tener en cuenta la violación de los derechos previstos por la convención», y
garantizar que tal violación y el perjuicio resultante serán efectivamente estudiados y tomados
en consideración durante el proceso de revisión y reconsideración.
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1.13. CIJ ASUNTO DE LAS ACTIVIDADES ARMADAS EN EL TERRITORIO DEL CONGO (REPÚBLICA
DEMOCRÁTICA DEL CONGO C. UGANDA). SENTENCIA DE 19 DE DICIEMBRE DE 2005
La Corte, establece que Uganda cometió actos internacionalmente ilícitos por lo que ahora
debe determinar las consecuencias legales a las que debe someterse.
La RDC solicita además a la Corte que dictamine que Uganda debe proveer garantías
específicas y seguras de no repetición de los actos ilícitos denunciados en base a «las amenazas
que acompañaron la retirada de las tropas en mayo de 2003». En este sentido, alega que en
abril de 2003, el Ministro de Asuntos Exteriores de Uganda, hizo una declaración conforme a la
cual «la retirada de las tropas de la República Democrática del Congo no significa que no
volveremos allí para defender nuestra seguridad». La RDC también solicita de Uganda «una
solemne declaración en la que ésta afirme que se abstendrá en el futuro de continuar con una
política que viola la soberanía de la República Democrática del Congo y los derechos de su
población»
En este sentido la Corte ha tomado acta del Acuerdo Tripartito sobre Seguridad Regional en los
Grandes Lagos, firmado el 26 de octubre de 2004 por la RDC, Ruanda y Uganda. Donde las
partes enfatizan «la necesidad de asegurar que los principios de buena vecindad, respeto a la
soberanía, integridad territorial y no injerencia en asuntos internos de los Estados soberanos
sean particularmente respetados en la región». Las partes acuerdan además establecer una
Comisión mixta Tripartita, la cual, «deberá implementar los términos del presente acuerdo y
asegurar que los objetivos de este Acuerdos son satisfechos».
La Corte considera que, si un Estado asume una obligación en un acuerdo internacional de
respetar la soberanía e integridad territorial de otros Estados partes de dicho Acuerdo
(obligación que también existe bajo el derecho internacional general) y un compromiso de
cooperar con los mismos, expresa un claro compromiso vinculante en el sentido de que no va a
repetir ningún acto ilícito. Conforme a la visión de la Corte, los compromisos asumidos por
Uganda bajo el Acuerdo Tripartito satisfacen la demanda de la RDC tendente a obtener
garantías y seguridades específicas de no repetición.
La Corte observa que es una norma bien establecida de derecho internacional general, que un
Estado responsable de un acto internacionalmente ilícito tiene la obligación de reparar en su
totalidad el perjuicio causado por tal acto. Después de examinar el caso, teniendo en cuenta el
carácter ilícito de los actos internacionales por los cuales Uganda ha sido considerada
responsable (uso ilegal de la fuerza, violación de la soberanía, intervención militar, violaciones
de derechos humanos… etc), la Corte considera que tales actos suponen un perjuicio para la
RDC y para las personas presentes en su territorio.La Corte declara la obligación de Uganda de
reparar el perjuicio causado para la RDC.
La Corte recuerda también que la RDC ha manifestado su intención inicial de resolver la
cuestión de la reparación por la vía de las negociaciones directas con Uganda, y de someter la
cuestión a la Corte sólo «en caso de que las partes no lleguen a un acuerdo sobre el
particular». Por lo tanto, no corresponde a la Corte determinar el resultado final de estas
negociaciones que deberán ser llevadas a cabo por las partes. En tales negociaciones, las Partes
deben buscar con buena fe una solución consensuada basada en las conclusiones de la
presente sentencia.»
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Por último, como la Corte ha tenido ocasión de señalar en el pasado «en la fase de
procedimientos destinados a lareparación, ninguna parte puede solicitar la revisión de las
conclusiones del presente acuerdo, pues se han convertido en res judicata »(Nicaragua c.
Estados Unidos de América)
1.14. CIJ ASUNTO RELATIVO A LA APLICACIÓN DE LA CONVENCIÓN PARA LA PREVENCIÓN Y
REPRESIÓN DEL CRIMEN DE GENOCIDIO (BOSNIA-HERZEGOVINA C. REPÚBLICA FEDERAL
YUGOSLAVA (SERBIA Y MONTENEGRO)). SENTENCIA DE 26 DE FEBRERO DE 2007
El principio que regula la determinación de la reparación de un acto internacionalmente ilícito
consiste en que «la reparación debe eliminar todas las consecuencias del acto ilícito y
restablecer la situación que habría existido con toda probabilidad de no haberse cometido tal
acto». Resulta inapropiado solicitar a la Corte que declare que el demandado debe cumplir la
obligación de restitutio in integrum . En la medida en que la restitución no es posible, ya que
«un Estado lesionado está en su derecho de obtener una compensación del Estado que ha
cometido el acto internacionalmente ilícito por el daño causado a causa de este» Por lo tanto
resulta apropiado considerar cuáles fueron las consecuencias del incumplimiento por parte del
demandado de las obligaciones contenidas en el Convenio relativas a la prevención y represión
del crimen de genocidio en Bosnia-Herzegovina y qué daño se puede señalar que ha sido
causado.
La Corte encuentra que las autoridades del demandado no podían haber ignorado el grave
riesgo de genocidio . El demandado tenía a su disposición los medios de actuación para buscar
la prevención del genocidio y se abstuvo de utilizarlos de forma manifiesta. Por lo tanto, había
incumplido con la obligación de prevención conforme a la Convención.
La Corte debe determinar si existen nexos causales lo suficientemente directos entre el acto
ilegal, el incumplimiento de la obligación de prevenir el genocidio, y el perjuicio sufrido por el
demandante, consistente en todos los daños de cualquier tipo. Sin embargo es obligado
constatar que éste no es el caso. El demandado disponía de medios tales que había podido y
de hecho debería haber utilizado para prevenir estas atrocidades, sin embargo no se ha
demostrado que dichos medios hubiesen sido suficientes para alcanzar el resultado. Por lo
tanto no pudiendo la Corte demostrar la existencia de un hecho de causalidad entre la
violación del demandado de su obligación de prevención y el daño causado resultante, la
compensación financiera no es una forma apropiada de reparación de la violación de la
obligación de prevenir el genocidio.
El demandante está en su derecho de obtener una reparación en forma de satisfacción, de una
declaración en la presente sentencia que indique que el demandado ha incumplido la
obligación impuesta por la Convención de prevenir el crimen de genocidio. la Corte considera
que una declaración de esta naturaleza «constituye en sí misma una satisfacción apropiada»
hará constar esa declaración en la parte dispositiva de esa sentencia. El demandante ha
admitido que el incumplimiento en cuestión ya no se produce y en consecuencia ha retirado la
demanda que había formulado en su réplica dirigida a que la Corte declarase que el
demandado «ha violado y continuaba violando la Convención».
La Corte vuelve ahora sobre la cuestión de la reparación de la violación por parte del
demandado respecto a lo cual el demandante solicita en este sentido a la Corte que declare
más específicamente que, «Serbia y Montenegro deben adoptar inmediatamente medidas
eficaces para asegurar el cumplimiento total de su obligación de castigar los actos de genocidio
u otros actos prohibidos por la Convención para la prevención y represión del crimen de
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genocidio y del traslado al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia de las
personas acusadas de genocidio o de otros actos prohibidos por la Convención y de cooperar
plenamente con dicho Tribunal»
Para concluir, el demandante solicita igualmente que la Corte declare «que Serbia y
Montenegro deben aportar garantías específicas y seguridades de no repetición de los hechos
ilícitos que le han sido reprochados. La Corte toma nota de los argumentos presentados en la
audiencia por el demandante en apoyo de esta conclusión y considera que estas indicaciones
no constituyen motivos suficientes para solicitar garantías de no repetición.
1.15. CIJ ASUNTO RELATIVO A CIERTAS CUESTIONES DE ASISTENCIA MUTUA EN MATERIA
PENAL (YIBUTI C. FRANCIA). SENTENCIA DE 4 DE JUNIO DE 2008
Se considera que el artículo 17 de la Convención sobre asistencia mutua en asuntos penales
entre las dos partes de 1986, fue incumplido por Francia al no motivar su negativa a ejecutar la
carta rogatoria presentada por Dijbouti en 2004. Por ello, Francia incumplió sus obligaciones
internacionales
1.16. CIJ ASUNTO DE LAS PLANTAS DE CELULOSA
La Corte recuerda que el derecho internacional consuetudinario establece la restitución como
una de las formas de reparación por daño, constituyendo la restitución en el restablecimiento
de la situación que existía antes de ocurrir el acto ilícito. La Corte también recuerda que,
cuando la restitución es materialmente imposible o involucra una carga fuera de toda
proporción al beneficio que se deriva de ella, la reparación toma la forma de compensación o
satisfacción, o aún ambas (ver Proyecto Gabčíkovo-Nagymaros (Hungría/Eslovaquia)
Como otras formas de reparación, la restitución debe ser apropiada al perjuicio sufrido,
teniendo en cuenta la naturaleza del acto ilícito que la ha causado. Como la Corte ha aclarado,
Las obligaciones procesales bajo el Estatuto de 1975 no acarrean ninguna prohibición
subsiguiente luego de la expiración del período de negociaciones para Uruguay de construir la
planta Orion (Botnia) en ausencia de consentimiento de Argentina. Sin embargo la
construcción de la planta comenzó antes de que las negociaciones hubieran concluido, en
violación de las obligaciones procesales establecidas en el Estatuto de 1975. Asimismo, como la
Corte ha determinado, el funcionamiento de la planta Orion (Botnia) no ha resultado en la
violación de obligaciones sustantivas establecidas en el Estatuto de 1975. Como Uruguay no
estaba impedido de continuar con la construcción y el funcionamiento de Botnia después de la
expiración del período de negociaciones y no violó las obligaciones sustantivas bajo el Estatuto
de 1975, ordenar el desmantelamiento de la planta no constituiría, en opinión de la Corte un
remedio apropiado por la violación de las obligaciones procesales.
Como Uruguay no ha violado las obligaciones sustantivas emergentes del Estatuto de 1975, la
Corte es del mismo modo incapaz de sostener el reclamo de Argentina respecto de la
compensación por los perjuicios alegados en varios sectores económicos, específicamente el
turismo y la agricultura.
Argentina también solicita que la Corte juzgue y declare que Uruguay debe proporcionar
garantías adecuadas de que se abstendrá en el futuro de impedir la aplicación del Estatuto de
1975, en particular el procedimiento de consulta.
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La Corte no alcanza a ver ninguna circunstancia especial en el presente caso que requiera que
ordene una medida como la que reclama Argentina. Como la Corte ha tenido ocasión de
recordar recientemente:
Como regla general, no hay razón para suponer que un Estado cuyo acto o conducta ha sido
declarado ilícito por la Corte repetirá tal acto o conducta en el futuro, dado que la buena fe se
presume (ver Fábrica de Chorzów, Fondo, Sentencia No. 13, 1928).
1.17 CIJ ASUNTO AHMADOU SADIO DIALLO (REPÚBLICA DE GUINEA C. REPUBLICA
DEMOCRATICA DEL CONGO) (INDEMNIZACION DEBIDA POR LA REPUBLICA DEMOCRATICA
DEL CONGO A LA REPUBLICA DE GUINEA) SENTENCIA DE 19 DE JUNIO DE 2012
Guinea ejerce su protección diplomática ( ya que sean violado obligaciones internacionales) a
favor de uno de sus nacionales, el Sr. Diallo por los arrestos, detenciones y la expulsión del
mismo realizados por la República democrática del Congo, Guinea exige una indemnización
para la reparación del daño.
La Corte estableció que la RDC tenía que proporcionar una reparación adecuada y proporcionó
un plazo de seis meses para que las partes se pusieran de acuerdo. Al cabo de los seis meses
las partes no se pusieron de acuerdo e intervino la Corte.
En esta indemnización Guinea pide cuatro pretensiones de perjuicio: un perjuicio inmaterial
( daño psicológico y moral) y tres perjuicios materiales ( pérdida de bienes personales, de
remuneraciones profesionales y las pérdidas gananciales durante el tiempo que estuvo
arrestado). La Corte examinará cada uno de estos perjuicios (Guinea debe demostrar la
existencia de estos perjuicios) , comprobando si existe un vínculo de causalidad lo
suficientemente directo entre el hecho ilícito y los perjuicios sufridos.
1.18. CIJ ASUNTO DE LAS INMUNIDADES JURISDICCIONALES DEL ESTADO (ALEMANIA C.
ITALIA; GRECIA (INTERVINIENTE)). SENTENCIA DE 3 DE FEBRERO DE 2012
Alemania somete a la Corte a seis demandas, las tres primeras de materia declaratoria y las
tres siguientes tendentes a que se extraigan las consecuencias oportunas.
En las tres primeras, Alemania acusa a Italia de haber violado la inmunidad de jurisdicción
reconocida a Alemania al permitir que se intenten ejercitar contra ella acciones civiles basadas
en violaciones del derecho internacional humanitario cometidas en el pasado por el Reich
alemán, y además al tomar medidas de ejecución forzosa contra la Villa Vigoni.
La Cuarta demanda consiste en que la Corte diga y juzgue que como consecuencia de lo
anteriormente mencionado, la responsabilidad de Italia está comprometida, Alemania quiere
imponer la obligación de reparar íntegramente el perjuicio causado por los hechos ilícitamente
cometidos.
La quinta demanda se dirige a que la Corte ordena a Italia que tome las medidas necesarias
para hacer que el conjunto de decisiones de sus tribunales judiciales que contravienen la
inmunidad soberana de Alemania no puedan ser ejecutadas. Esto se recoge en los artículos 30
a) y 35 de la Comisión de derecho internacional, por lo que la Corte debe acoger esta
pretensión.
La Sexta demanda consiste en que la Corte ordene a Italia que se tomen todas las medidas
necesarias para que sus tribunales se abstengan en el futuro de conocer de acciones intentadas
contra Alemania por hechos similares a los ya mencionados.
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La Corte no atenderá la última pretensión de Alemania ya que considera que no hay
circunstancias especiales que justifiquen que sea necesario establecer garantías de no
repetición.
1.19. CIDH CASO DE LA MASACRE DE MAPIRIPÁN VS. COLOMBIA. SENTENCIA DE 15 DE
SEPTIEMBRE DE 2005
El caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia es una sentencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos del 15 de septiembre de 2005 sobre la responsabilidad internacional de
Colombia por la muerte, lesiones y abusos cometidos en contra de pobladores de la localidad
de Mapiripándurante la masacre en dicha localidad por parte de agentes paramilitares. Hubo
críticas motivadas por la sentencia del caso, donde la Corte afirmó la muerte de 49 personas,
muchas de las cuales fueron halladas vivas con posterioridad.
La Corte declaró la violación de numerosos artículos para lo que se dispone que se reparen las
consecuencias en la medida de la vulneración. Además, el Estado debe realizar las debidas
diligencias para activar y completar la investigación así como llevar a termino el proceso penal
sobre la masacre de Mapiripán para esclarecer los hechos. Asimismo el Estado debe identificar
las victimas ejecutadas y desapareciadas, asi como sus familiares y designar un mecanismo que
operara durante dos años, encargado de seguir a los procesos contecioso administrativos
relacionados con los hechos, velar porque el pago se haga efectivo, garantizar el tratamiento
debido a los familiares de las victimas y coordinar las acciones necesarias para que los
familiares desplazados puedan regresar con seguridad.
También, el Estado deberá construir un monumento apropiado y digno para recordar los
hechos de la masacre de Mapiripán, para prevenir se repita en el futuro y adoptar medidas
tendientes a formar y capacitar a los miembros de sus cuerpos armados y de sus organismos
de seguridad sobre los principios y normas de protección de los derechos humanos.
CAPITULO IV. PROTECCIÓN DIPLOMÁTICA
TEXTO 2.3 COMISIÓN DE CONCILIACIÓN ITALO-AMERICANA. ASUNTO FLORENCIA STRUSKY-
MERGÉ. DECISIÓN DE 10 DE JUNIO DE 1955
En el Convenio de La Haya y en el derecho internacional se establecen una serie de principios
referidos al ejercicio de la protección diplomática en caso de doble nacionalidad.
El primero de estos principios referido exclusivamente a la extensión de la protección
diplomática como cuestión de derecho internacional público, se funda en la igualdad soberana
de los Estados en materia de nacionalidad y prohíbe ejercer esta protección en provecho de
quienes son al mismo tiempo nacionales del Estado demandado.
El segundo de estos principios, que tiene su origen en el derecho internacional privado, se
refiere a los casos en que los Tribunales de un tercer Estado deben resolver un conflicto de
leyes en materia de nacionalidad. De esta forma, el principio de la nacionalidad efectiva ha sido
establecido en función del individuo. Sin embargo, las decisiones judiciales y la doctrina lo han
traspasado inmediatamente a la esfera del derecho internacional público, por razones
evidentes de justicia.
No se trata en este caso de adoptar una nacionalidad con exclusión de otra, sobre todo si
tenemos en cuenta que ha sido reconocido por las dos partes que la reclamante posee dos
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nacionalidades. El único problema que debe solucionarse es simplemente el de determinar si la
protección diplomática puede ejercerse en tales casos. Sin embargo, conviene solucionar
previamente la cuestión de si los dos principios que acaban de ser enunciados son
incompatibles entre sí, de suerte que la aceptación de uno de ellos implica necesariamente la
exclusión del otro.
Sobre la base de los principios aceptados, en este caso, debe considerarse que el Gobierno de
los Estados Unidos de América está jurídicamente habilitado para proteger a sus nacionales
ante esta Comisión en caso de doble nacionalidad italo-americana, cuando la nacionalidad
efectiva es la nacionalidad americana. Con vistas a establecer el predominio de la nacionalidad
americana en los casos individuales, podrá tomarse la residencia habitual como criterio de
determinación, pero no será el único.
2.2 PROYECTO DE ARTICULOS SOBRE LA PROTECCIÓN DIPLOMÁTICA APROBADO POR LA
COMISIÓN DE DERECHO INTERNACIONAL EN SU 58 PERIODO DE SESIONES
En 2006 se aprobó un proyecto de artículos sobre protección diplomática. La cuestión de si
debería aprobarse o no una convención basada en esos artículos todavía se encuentra a
estudio en la Asamblea General.
Algunos apoyan la idea de que un Estado puede utilizar la fuerza al ejercer el derecho de
legitima defensa a fin de proteger a sus nacionales que se encuentran amenazados de sufrir
graves lesiones. Ademas la proteccion diplomatica ha sido considerada un derecho que se
otorga al Estado porque el perjuicio cometido contra su nacional se interpreta como un
perjuicio contra el propio Estado.
En cuanto al derecho u obligacion de ejercer la protección diplomática, debemos de abordar la
cuestion de si es un derecho discrecional o existe una cuestión por parte del Estado de ejercer
la protección diplomatica en nombre de un nacional. En este último caso se reconocio que los
Estados tenian en parte una obligación de este tipo, aunque fuese limitada pero mas tarde fue
rechazada por la Comision de Derecho Internacional.
La nacionalidad múltiple, si bien la Comision de Derecho Internacional estuvo de acuerdo en
que cualquier Estado del que fuera nacional un individuo que tuviera dos o más nacionalidades
podia ejercer la protección diplomática en nombre de dicho nacional en los casos en que el
individuo no fuera nacional del Estado contra el que se presentaba la reclamación, hubo
desacuerdo en cuanto a si este principio se aplicaba igualmente cuando el individuo era
también nacional del Estado contra el cual se interponía la reclamación.
En un ejemplo de ejercicio del desarrollo progresivo del derecho, la Comision de Derecho
Internacional adopto una disposicion por la que permitia a los Estados ejercer la protección
diplomática respecto a los apátridas y refugiados que tuvieran residencia habitual en el Estado
que presenta la reclamación.
El principio de los accionistas fue reafirmado por la Corte Internacional de Justicia en
Barcelona, dado que la Corte temía que si se permitia el ejercicio de la proteccion diplomática
al Estado de la nacionalidad de los accionistas, ello conduciria a la interposición de una
multiplicidad de reclamaciones.
Por otro lado a diferencia de las normas aplicables a la nacionalidad se tienen en cuenta las
normas relativas a los agotamientos de los recursos internos que presentaron pocas
dificultades. Se discutió la cuestion de si deberian agotarse los recursos internos cuando no
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existia una relacion pertinente entre la persona que habia sufrido el perjuicio y el Estado
responsable de ese daño. Finalmente hubo acuerdo ya que no era necesario agotar los
recursos internos cuando el perjuicio hubiera sido causado por un daño ambiental.
2.4 CONSEJO DE ESTADO. DICTAMEN 727/2005, DE 14 DE JULIO DE 2005
Ante todo, esta petición de protección diplomática queda vetada por el artículo 2 del Protocolo
adicional de 14 de septiembre de 1998 entre el Reino de España y la República de Colombia,
modificando el Convenio de nacionalidad entre ambos países de 26 de junio de 1979.
No podrá manifestar ante las autoridades del Estado del cual es nacional por nacimiento su
nacionalidad adoptiva. El Sr. es colombiano de origen, habiendo optado después de su mayoría
de edad por la nacionalidad española. No puede hacer valer ante la República de Colombia, de
la cual es nacional por nacimiento, su condición adquirida posteriormente de español, y
consiguientemente tampoco puede España en ningún caso intervenir ante Colombia invocando
la condición de español del Sr.
Por otra parte, esta previsión expresa del Protocolo adicional referido entre España y Colombia
establece el mismo principio que con carácter general está recibido en el Derecho
Internacional sobre exclusión de la protección diplomática para las personas de doble
nacionalidad ante el Estado del cual estas personas sean nacionales.
La posible admisión de esta excepción acoge el precedente establecido por el Tribunal de
Arreglo de Diferencias entre Irán y los Estados Unidos, que admitió la protección diplomática a
favor de una persona que tenía las dos nacionalidades, pero cuya «nacionalidad dominante» o
«efectiva» era la del Estado que ejercía la protección , recogiendo con ello la doctrina que ya
anteriormente, y para situaciones de protección ante un tercer Estado de personas con
nacionalidad plural, ha considerado como más autorizado para ejercer la protección al Estado
con el que la persona afectada mantiene unos ligámenes más estrechos.
Además de ser colombiano de origen, participaba en forma relevante en la vida política de su
país natal ostentando el cargo de Ministro de Minas y Energía, sin que en cambio se hayan
aducido actividades suyas sociales o económicas en la época en que hiciese valer su condición
de español, actividades que por otra parte difícilmente puede pensarse tuvieran una relevancia
mínimamente destacada mientras ejercía el cargo de Ministro del Gobierno de Colombia. Y, por
tanto, es obvio que en modo alguno podría España inmiscuirse en el enjuiciamiento por los
tribunales de Colombia de hechos realizados por el Sr.
En definitiva, resulta evidente la absoluta falta de fundamento en que se halla la petición a
España de protección diplomática frente a la República de Colombia por parte del Sr. Y por ello
procede desestimar el recurso de alzada presentado contra la denegación de protección
diplomática a frente a la República de Colombia.
2.5. CIJ ASUNTO DE LA BARCELONA TRACTION, LIGHT AND POWER COMPANY, LIMITED
(BÉLGICA C. ESPAÑA) SENTENCIA DE 5 DE FEBRERO DE 1970
Si los actos incriminados se dirigen contra los derechos propios de los accionistas como tales, el
derecho interno les confiere derechos distintos de los de la sociedad. Si se vulnera uno de sus
derechos propios, los accionistas tienen un derecho de recurso independiente.
En este caso son los accionistas de bélgica (los cuales tenían un 88% de las acciones) los que
cargan contra España, el motivo de todo esto es por haber dictado la quiebra de la empresa
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cuando la sociedad había sido constituida en Canadá y su sede estatutaria se encontraba allí,
además ésta ha seguido rigiéndose por el Derecho canadiense por espacio de más de
cincuenta años.
Para empezar la Corte establece que no se podría sostener que la sociedad ha desaparecido
como persona jurídica ni que haya perdido la capacidad de ejercer la acción social.
Puesto que la regla general en la materia no autoriza al Gobierno belga a presentar una
reclamación en el caso concreto, cabe todavía analizar si consideraciones de equidad exigen
que se le reconozca un derecho de protección. Asimismo, se desarrolló una tesis según la cual
el Estado de los accionistas tendría derecho a ejercer su protección diplomática cuando el
Estado cuya responsabilidad se invoca es el Estado del que es nacional la sociedad. Esta tesis
no podría aplicarse en el presente asunto, puesto que España no es el Estado del que es
nacional la Barcelona Traction.
Se ha sugerido que, si no se puede aplicar en determinado asunto la norma general según la
cual el derecho de protección diplomática de una sociedad corresponde a su Estado nacional,
podría indicarse, por razones de equidad, que la protección de los accionistas en cuestión fuese
asegurada por su propio Estado nacional. La hipótesis considerada no corresponde a las
circunstancias del presente asunto.
Las consideraciones de equidad no pueden exigir más que la posibilidad de ver intervenir a un
Estado protector.
Procede, ante todo, hacer constar que en materia de equidad sería difícil establecer
distinciones conforme a criterios cuantitativos; parece que cada uno de los accionistas deba
tener la misma posibilidad de beneficiarse de la protección diplomática, tanto si posee un 1%
como si posee un 90% del capital social. Desde luego el Estado protector puede no mostrarse
dispuesto a adoptar la causa del pequeño accionista aislado, pero parece difícil negarle un
derecho a hacerlo en nombre de consideraciones de equidad. En este plano, la protección por
el Estado nacional de los accionistas no puede apenas ser dosificada según la importancia
absoluta o relativa del número de acciones en juego.
Es cierto que el Gobierno belga ha alegado que las acciones de la «Barcelona Traction»
pertenecían a personas físicas o morales de nacionalidad belga en un 88 %. Sin embargo, ello
no afecta a la tesis del Gobierno belga en la materia, que implica en último análisis que podría
bastar con que una sola acción perteneciera a un súbdito de un Estado para que éste tuviera
derecho a ejercer su protección diplomática.
El derecho de protección correspondiente a los Estados nacionales de los accionistas es
considerado como subsidiario. Toda vez que el derecho de protección correspondiente al
Estado nacional de la sociedad no puede ser considerado como extinguido por el hecho de no
haber sido ejercido, no es posible admitir que en caso de no ejercicio los Estados nacionales de
los accionistas tendrían un derecho de protección subsidiario en relación con el del Estado
nacional de la sociedad...
Para finalizar, Los Estados tienen el poder de conceder o negar la protección diplomática a sus
súbditos. Al establecer una sociedad en un país extranjero, no parece en modo alguno
contrario a la equidad el que las ventajas obtenidas tengan como contrapartida los riesgos
creados por el hecho de que la protección de la sociedad, y por tanto de sus accionistas, quede
así confiada a un Estado distinto del Estado nacional de estos
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2.6. CIJ ASUNTO RELATIVO A AHMADOU SADIO DIALLO (REPÚBLICA DE GUINEA C. REPÚBLICA
DEMOCRÁTICA DEL CONGO). SENTENCIA DE 24 DE MAYO DE 2007
Se trata de una sentencia relativa a Ahmadou Sadio Diallo de 24 de Mayo de 2007. Resulta
inútil examinar las múltiples formas que adoptan las diferentes entidades jurídicas en el
derecho interno. Lo realmente importante, es determinar si éstas tienen una personalidad
jurídica independiente de la de sus miembros. La atribución a la sociedad de una personalidad
jurídica independiente entraña el reconocimiento en su beneficio de los derechos sobre su
propio patrimonio que solo a ella le corresponde proteger, por ello solo el Estado de la
nacionalidad puede ejercer la protección diplomática de la sociedad, cuando sus derechos han
sido violados como consecuencia de un acto ilícito de otro Estado. La Corte se refiere al
derecho interno de la RDC, se atribuye a la SRL una personalidad jurídica independiente y
distinta de sus socios.
El Derecho congoleño atribuye a la SRL una personalidad jurídica independiente y distinta de la
de sus socios.
El ejercicio de la protección diplomática esta dirigida a exigir la responsabilidad del otro Estado
por un perjuicio causado a dicha persona por un acto ilícito. (art. 1CDI)
La Corte dice que Guinea esta legitimada para actuar y concluye que la objeción de
inadmisibilidad presentada por la RDC en razón de la ausencia de capacidad de Guinea para
proteger al Sr. Diallo, no puede ser aceptada por lo que se refiere a sus derechos legítimos en
tanto que socio de las empresas Africom- Zaire y Africontainers-Zaire.
La protección de los derechos de las sociedades y de sus accionistas, y el arreglo de las
controversias que en ellas surjan, se rigen esencialmente por acuerdos bilaterales o
multilaterales en materia de protección de las inversiones extranjeras, como los tratados para
promoción y protección de inversiones extranjeras y la Convención de Washington de 18 de
marzo de 1965.
Este es un hecho en el que, el Sr. Diallo, se instaló en Zaire cuando contaba con 17 años y no
fundó su primera empresa hasta 10 años después. Asimismo, cuando el Sr. Diallo participó en
la creación de Africontainers-Zaire, no fue más que en calidad de administrador.
La Corte concluye que las sociedades Africom-Zaire y Africontainers- Zaire no se han
constituido de tal manera que entren dentro del ámbito de aplicación de la protección por
sustitución en el sentido del artículo 11, párrafo b del Proyecto de Artículos sobre Protección
Diplomática señalado por Guinea. La cuestión de si el párrafo del artículo 11 refleja el derecho
internacional consuetudinario no se plantea en este caso.
En vista de lo anterior, la Corte no puede aceptar la pretensión de Guinea de ejercer una
protección diplomática por sustitución. Es por tanto la regla normal de la nacionalidad de la
reclamación la que se aplica a la cuestión de la protección diplomática respecto de las
sociedades Africom-Zaire y Africontainers-Zaire. Las sociedades en cuestión poseen ambas
nacionalidad congoleña. La excepción de inadmisibilidad planteada por la RDC en razón de la
ausencia de legitimación de Guinea para ejercitar la protección diplomática del Sr. Diallo por
los pretendidos actos ilícitos de la RDC dirigidos contra los derechos de las sociedades Africom-
Zaire y Africontainers- Zaire es en consecuencia fundada y debe ser aceptada.
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CAPITULO IV. AUTOTUTELA Y SANCIONES. TEXTOS 3.1-3.15
3.1 INTRODUCCIÓN
La estructura descentralizada de la sociedad internacional se traduce en la inexistencia de un
órgano superior que asegure coactivamente la aplicación del derecho internacional, de manera
que la adopción de medidas coercitivas frente al Estado autor de un acto ilícito tiene carácter
individual por parte del Estado que ha sufrido un perjuicio en sus derechos o intereses.
En la actualidad, la prohibición de la amenaza o uso de la fuerza tiene como consecuencia que
las medidas de autotutela pueden consistir en acciones de carácter político o económico, pero
ya no pueden implicar la fuerza armada.
Para su validez se requiere que la medida sea la respuesta frente a un hecho ilícito de otro
Estado, se dirija contra éste, su finalidad sea la de incitarle a cumplir la obligación internacional
de que se trate, haya habido una previa intimación al cumplimiento y exista proporcionalidad
respecto del perjuicio sufrido. Paralelamente, la relativa institucionalización de la sociedad
internacional permite que un órgano de una organización internacional con competencias en la
materia pueda adoptar medidas de carácter colectivo contra un Estado que haya vulnerado
gravemente obligaciones que protegen intereses esenciales para la comunidad internacional en
su conjunto.
Desde 1990, este órgano viene generando una significativa práctica de recurso a medidas que
pueden implicar o no el uso de la fuerza contra el Estado infractor, pudiendo ser estas últimas
de contenido político o económico.
Texto 3.2 PROYECTO DE ARTICULOS SOBRE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS
INTERNACIONALMENTE ILICITOS, APROBADO POR LA CDI EN SEGUNDA LECTURA EN SU 53º
PERIODO DE SESIONES (2001)
Capítulo II.
Artículo 49.
El Estado lesionado solamente podrá tomar contramedidas contra el Estado responsable del
hecho internacionalmente ilícito con el objeto de inducirlo a cumplir las obligaciones que le
incumban en virtud de lo dispuesto en la segunda parte.
c) Las obligaciones de carácter humanitario que prohíben las represalias: d) Otras obligaciones
que emanan de normas imperativas del derecho internacional general.
b) De respetar la inviolabilidad de los agentes, locales, archivos y documentos diplomáticos o
consulares.
Artículo 51.
Las contramedidas deben ser proporcionales al perjuicio sufrido, teniendo en cuenta la
gravedad del hecho internacionalmente ilícito y los derechos en cuestión.
Artículo 52.
Antes de tomar contramedidas, el Estado lesionado: a) Requerirá al Estado responsable, de
conformidad con el artículo 43, que cumpla las obligaciones que le incumben en virtud de la
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segunda parte; y b) Notificará al Estado responsable cualquier decisión de tomar
contramedidas y ofrecerá negociar con ese Estado.
No obstante, lo dispuesto en el apartado b) del párrafo 1, el Estado lesionado podrá tomar las
contramedidas urgentes que sean necesarias para preservar sus derechos.
Las contramedidas no podrán tomarse y, en caso de haberse tomado, deberán suspenderse sin
retardo injustificado, si: a) El hecho internacionalmente ilícito ha cesado; y b) La controversia
está sometida a una corte o un tribunal facultados para dictar decisiones vinculantes para las
partes.
3.3 CIJ ASUNTO RELATIVO AL PROYECTO GABCIKOVO-NAGYMAROS (HUNGRIA/ESLOVAQUIA)
SENTENCIA DEL 25 DE DICIEMBRE DE 1997
Aunque no haya hecho valer a título principal el argumento deducido de las contramedidas por
no considerar la variante C como ilícita, Eslovaquia ha declarado que «la variante C podría ser
considerada como una contramedida justificada como respuesta a los actos ilícitos de
Hungría». Para poder estar justificada, una contramedida debe satisfacer determinadas
condiciones. En primer lugar, debe ser adoptada para responder a un hecho
internacionalmente ilícito de otro Estado y debe estar dirigida contra dicho Estado. Se
desprende claramente de los hechos de la causa, tal y como han sido recordados
anteriormente por la Corte, que Checoslovaquia ha solicitado en numerosas ocasiones a
Hungría que retome la ejecución de sus obligaciones convencionales.
La Corte considera que Checoslovaquia, al tomar unilateralmente el control de un recurso
compartido, y al privar de esta manera a Hungría de su derecho a una parte equitativa y
razonable de los recursos naturales del Danubio –con los efectos continuos que el desvío de sus
aguas despliega sobre la ecología de la región ribereña de Szigetkéiz– no ha respetado la
proporcionalidad exigida por el derecho internacional. La Corte estima, por tanto, que el desvío
del Danubio efectuado por Checoslovaquia no ha sido una contramedida lícita, al no haber sido
proporcionada. En consecuencia, no es necesario que se pronuncie sobre otra condición de la
que depende la licitud de una contra-medida, a saber, que tenga por finalidad incitar al Estado
autor del hecho ilícito a cumplir las obligaciones que le incumben en derecho internacional, y
que la medida sea reversible.
3.4. UN MUNDO MAS SEGURO: LA RESPONSABILIDAD QUE COMPARTIMOS. INFORME DEL
GRUPO DE ALTO NIVEL SOBRE LAS AMENAZAS, LOS DESAFÍO Y EL CAMBIO (2004)
Las sanciones son una herramienta vital, aunque imperfecta, para hacer frente
preventivamente a las amenazas a la paz y la seguridad internacionales. Desempeñan una
necesaria función intermedia entre la guerra y las palabras cuando una nación, una persona o
un grupo rebelde infringe las normas internacionales y cuando la falta de respuesta debilitaría
esas normas, alentaría a otros infractores o podría interpretarse como consentimiento.
Las sanciones selectivas permiten ejercer presión sobre los dirigentes y las élites con
consecuencias humanitarias insignificantes, constituyen una alternativa menos costosa que
otras y pueden adaptarse a circunstancias concretas. Al aislar a los infractores de las normas y
las leyes internacionales, incluso unas sanciones de alcance limitado Cuando el Consejo de
Seguridad impusiera un régimen de sanciones El Secretario General, en consulta con el Consejo
de Seguridad, debería asegurar la existencia de un mecanismo de auditoría apropiado para
supervisar la administración de las sanciones.
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El Consejo de Seguridad debería seguir tratando de mitigar las consecuencias humanitarias de
las sanciones.
Cuando las sanciones se apliquen a listas de personas o entidades, los comités de sanciones
deberían establecer procedimientos para revisar los casos de quienes afirmen que sus nombres
se han incluido o mantenido por error en esas listas.
3.5 INTRODUCCION Y APLICACIÓN DE SANCIONES IMPUESTAS POR LAS NACIONES UNIDAS.
A/ RES /64/115. ANEXO
Las sanciones siguen constituyendo un importante instrumento previsto en la Carta de las
Naciones Unidas para mantener la paz y la seguridad internacionales sin recurrir al uso de la
fuerza. Las sanciones deberían ser cuidadosamente selectivas en apoyo de objetivos claros y
legítimos con arreglo a la Carta, y aplicarse de manera que se logre un equilibrio entre la
eficacia en la obtención de los resultados deseados y las posibles consecuencias adversas,
incluidas las socioeconómicas y humanitarias, para las poblaciones y terceros Estados. El
propósito de las sanciones es modificar la conducta del Estado, parte, persona o entidad que
amenace la paz y la seguridad internacionales, y no imponer un castigo ni ejercer ningún otro
tipo de represalia. El Consejo de Seguridad puede recurrir a la aplicación de sanciones cuando
determine la existencia de una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de
agresión.
En tal sentido, el Consejo de Seguridad debería regirse por el criterio adoptado en el anexo II
de la resolución 51/242 de la Asamblea General, en la que se indica que debería recurrirse a las
sanciones solo con la mayor cautela, cuando otras posibilidades pacíficas previstas en la Carta
resulten inadecuadas. Los motivos que determinen la necesidad de imponer sanciones
deberían ser identificados y declarados con anticipación. En la elaboración y aplicación de
regímenes de sanciones se deberían tener en cuenta las prácticas idóneas y directrices
adoptadas por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General en materia de sanciones, en
particular las que figuran en el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005, la resolución
51/242 de la Asamblea General y las resoluciones del Consejo de Seguridad 1730 , 1735 y 1822
. A tal fin, podrían considerarse también las prácticas idóneas y los métodos consignados en el
informe del Grupo de Trabajo oficioso del Consejo de Seguridad sobre cuestiones generales
relativas a las sanciones, del que se toma nota en la resolución 1732 del Consejo de Seguridad.
Las sanciones deberían aplicarse y vigilarse eficazmente, con puntos de referencia claros, y, en
su caso, tener una fecha de terminación o ser examinadas periódicamente con miras a
levantarlas, mantenerlas o ajustarlas, teniendo en cuenta la situación humanitaria y la
respuesta del Estado y las otras partes a las que van dirigidas a las exigencias del Consejo de
Seguridad. Las sanciones deberían aplicarse durante el plazo más breve posible para el logro de
sus objetivos y levantarse una vez que éstos se hayan cumplido. Por lo que respecta a
particulares y entidades, los regímenes de sanciones deberían asegurar que la decisión de
incluir a éstos en las listas se base en procedimientos justos y claros y responda, según
proceda, a una justificación detallada de los Estados Miembros, que se examinen
periódicamente los nombres incluidos en las listas, que, en la medida de lo posible, la
identificación de los particulares y las entidades objeto de sanciones tenga el mayor grado de
especificidad y que, desde el comienzo, los regímenes de sanciones tengan procedimientos
justos y claros para suprimir nombres de las listas. Se debería notificar a los particulares y las
entidades la decisión y, con el mayor detalle posible, la parte que se pueda hacer pública de la
justificación.
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Debería existir un mecanismo adecuado para tramitar las solicitudes de supresión de nombres
presentadas por particulares o entidades. Las sanciones deberían evitar en la medida de lo
posible los efectos humanitarios adversos o las consecuencias indeseadas para los particulares
y las entidades que no son objeto de ellas o para terceros Estados. Tanto en la etapa
preparatoria, según proceda, como durante la aplicación de las sanciones, el Consejo de
Seguridad y sus comités de sanciones, con la asistencia de la Secretaría, deberían realizar una
evaluación objetiva de las consecuencias socioeconómicas y humanitarias a corto y largo plazo.
Convendría que el Consejo de Seguridad y sus comités de sanciones considerasen la
información sobre las consecuencias humanitarias de la introducción y aplicación de sanciones,
incluidas las que afectan a las condiciones básicas de vida de la población civil del Estado
objeto de las sanciones o su desarrollo socioeconómico, y a terceros Estados que hayan sufrido
o puedan sufrir a consecuencia de su aplicación.
En la mayor medida posible, se deberían evitar situaciones en que las consecuencias de la
introducción de las sanciones pudieran ocasionar un daño material y financiero considerable a
terceros Estados o en que la población civil del Estado objeto de las sanciones o de terceros
Estados pudiera sufrir consecuencias adversas considerables. Se debería velar por que los
regímenes de sanciones no impidieran la prestación apropiada de asistencia humanitaria a la
población civil. Los Estados y las partes a las que se dirijan las sanciones deberían cooperar a
tal fin. Los órganos competentes de las Naciones Unidas, incluidos los comités de sanciones,
deberían considerar la posibilidad de establecer exenciones para los suministros indispensables
de asistencia humanitaria.
No debería prestarse asistencia humanitaria y médica ni otras formas de apoyo humanitario a
ningún sector o grupo de la población civil sin el consentimiento del Estado receptor o una
petición de su parte. En situaciones de emergencia y casos de fuerza mayor , se debería
considerar la posibilidad de suspender las sanciones a fin de evitar un desastre humanitario. La
decisión debe tomarse atendiendo a las circunstancias de cada caso. Todos los Estados
deberían aplicar las sanciones de buena fe.
Los Estados Miembros deberían tratar de prevenir o corregir las actividades que sean de su
competencia e infrinjan las medidas sancionadoras. En tal sentido, se debería tener en cuenta,
en su caso, lo dispuesto en el informe del Grupo de Trabajo oficioso del Consejo de Seguridad
sobre cuestiones generales relativas a las sanciones. La vigilancia internacional a cargo del
Consejo de Seguridad o de alguno de sus órganos subsidiarios respecto del cumplimiento de
las medidas sancionadoras, de conformidad con las resoluciones pertinentes del Consejo de
Seguridad, puede contribuir a la eficacia de las sanciones impuestas por las Naciones Unidas.
Los Estados que necesiten asistencia para la aplicación y vigilancia de las sanciones podrán
solicitar la ayuda de las Naciones Unidas o de las organizaciones regionales o los donantes
pertinentes.
Se debería alentar a los Estados y las organizaciones internacionales y regionales competentes
que tengan capacidad para hacerlo a que ofrezcan asistencia técnica y financiera adecuada a
otros Estados a fin de aumentar su capacidad de aplicar eficazmente las sanciones.
3.6 CUESTIONES GENERALES RELATIVAS A LAS SANCIONES. S/RES/1730 (2006)
Procedimiento para la supresión de nombres de la lista
Las personas que deseen presentar una solicitud para que se suprima su nombre de la lista
podrán hacerlo a través del punto focal que se describe a continuación o a través del Estado en
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que residan o del que sean nacionales. Si, tras un período razonable, ninguno de los gobiernos
que hayan examinado la solicitud de supresión con arreglo al párrafo 5 supra hace
comentarios, o indica que está considerando la solicitud de supresión presentada al Comité y
necesita un plazo adicional concreto, el punto focal lo comunicará a todos los miembros del
Comité y les facilitará copias de la solicitud de supresión. Presidente del Comité de Sanciones
acompañada de una explicación De que se ha completado el proceso de examen de la solicitud
de supresión en el Comité y que el peticionario continúa en la lista del Comité.
3.7 AMENAZAS A LA PAZ Y LA SEGURIDAD INTERNACIONALES CAUSADAS POR ACTOS
TERRORISTAS. S/RES/1904 (2009)
Considerando los actos terroristas criminales e injustificables, independientemente de quien o
como hayan sido cometidos, y reiterando su condena inequívoca de Al - Qaida, Osama bin
Laden, los talibanes y otras Reafirmando la necesidad de combatir por todos los medios, de
conformidad con la Carta de las importante función que desempeñan las Naciones Unidas en la
dirección y coordinación de este de que las medidas indicadas en el párrafo 1 de la presente
resolución se apliquen enérgicamente tomadas por los Estados Miembros de conformidad con
lo dispuesto en el párrafo 1 de la presente resolución.
Acogiendo con beneplácito las mejoras de los procedimientos del Comité y la calidad de la
Reiterando que las medidas a que se hace referencia en el párrafo 1 de la presente resolución
son de resolución 1267 ( 1999 ), representan para la paz y la seguridad internacionales Al -
Qaida, Osama bin Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
Decide que todos los Estados deben adoptar las medidas impuestas anteriormente en el
apartado b ) del párrafo 4 de la resolución 1267 ( 1999 ), el apartado c ) del párrafo 8 de la
resolución 1333 ( 2000 ) y los párrafos 1 y 2 de la resolución 1390 ( 2002 ) con respecto a Al -
Qaida, Osama bin Laden y los a ) Congelar sin demora los fondos y otros activos financieros o
recursos económicos de esas b ) Impedir la entrada en su territorio o el tránsito por él de esas
personas, en la inteligencia de que nada de lo dispuesto en este párrafo obligará a un Estado a
negar la entrada en su territorio o exigir tránsito sean necesarios para una diligencia judicial o
cuando el Comité determine, para cada caso en c ) Impedir el suministro, la venta o la
transferencia, directos o indirectos, a esas personas, grupos, municiones, vehículos y
pertrechos militares, pertrechos paramilitares y las piezas de repuesto « asociado » con Al -
Qaida, Osama bin Lad.
3.8 AMENAZAS A LA PAZ Y LA SEGURIDAD INTERNACIONALES CAUSADAS POR ACTOS
TERRORISTAS S/ RES/2253 (2015)
Todos los actos terroristas son criminales e injustificables sean quien sea quien los haya
cometido o sean cual sean las circunstancias en que sean cometidos, y reiterando su condena
inequívoca del Estado Islámico en el Iraq y el Levante ( EIIL, también conocido como Daesh ), Al
- Qaida y las personas, grupos, empresas y entidades sobre la base del respesto del derecho
internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Expresando su máxima preocupación por la presencia, la ideología extremista violenta y los
actos del EIIL, Al - Qaida y sus asociados en la región del Oriente Medio y el Norte de África y
en Recordando que el EIIL es un grupo escindido de Al - Qaida, y recordando también que
cualquier persona, grupo, empresa o entidad que apoya al EIIL o a Al - Qaida cumple los
criterios de inclusión en Condenando los frecuentes atentados terroristas perpetrados
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recientemente por el EIIL en todo el párrafo 2 con respecto a todas las personas, grupos,
empresas y entidades incluidos en la lista ( 2014 ), ( en adelante " Lista de Sanciones contra el
EIIL ( Daesh ) y Al - Qaida " ), con independencia de la Recordando al Comité establecido en
virtud de las resoluciones 1267 ( 1999 ) y 1989 ( 2011 ) ( el " Comité " ) hayan dejado de
cumplir los criterios para figurar en la Lista indicados en la presente resolución, acogiendo con
beneplácito las mejoras de los procedimientos del Comité y el formato de la Lista de Sanciones
contra el EIIL ( Daesh ) y Al - Qaida, expresando su intención de seguir procurando que esos
otra índole, que plantea a los Estados Miembros la aplicación de las medidas establecidas en el
Reconociendo la importancia de fomentar la capacidad de los Estados Miembros para combatir
el firme compromiso del Consejo de Seguridad de velar por que la Oficina del Ombudsman
pueda incluido el de recaudar fondos u obtener concesiones políticas.
3.9 ASAMBLEA PARLAMENTARIA DEL CONSEJO DE EUROPA. RESOLUCIÓN 1597 (2008) LISTAS
NEGRAS DEL CONSEJO DE SEGURIDAD Y LA UNION EUROPEA
Considera que los organismos internacionales como las Naciones Unidas y la Unión Europea
deberían dar el ejemplo a los Estados a este respecto, habida cuenta de los elevados objetivos
establecidos en sus instrumentos fundacionales y la credibilidad que necesitan para alcanzar
esos objetivos. Las sanciones selectivas contra individuos o grupos específicos impuestas por el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Consejo de la Unión Europea son, en
principio, preferibles a las sanciones generales impuestas a los Estados. Las sanciones
generales suelen tener consecuencias nefastas para los grupos más vulnerables en los países
afectados, mientras que las sanciones selectivas dañan únicamente a los presuntos
responsables de determinadas acciones. Políticos, deben respetar ciertos estándares mínimos
de protección procesal y seguridad jurídica.
Los estándares mínimos de la norma requieren una definición clara de los motivos de la
imposición de las sanciones y las pruebas pertinentes para apoyar esta causa. El procedimiento
de «lista negra» debe estar limitado en el tiempo. Es inaceptable que las personas
permanezcan en la lista negra durante años cuando las autoridades, incluso después de largas
investigaciones, no hayan encontrado ninguna prueba contra ellos.
Igualmente, es importante la resolución judicial. El Consejo de la Unión Europea y los Estados
miembros la Unión Europea deben aplicar inmediatamente las decisiones de las instituciones
judiciales europeas y nacionales que afecten al estatus de las personas o entidades en las listas.
La Asamblea considera que las normas sustantivas y de procedimiento que aplican
actualmente el Consejo de Seguridad y el Consejo de la Unión Europea, a pesar de algunas
mejoras recientes, no cumplen de ninguna manera con las normas mínimas anteriormente
mencionadas y violan los principios fundamentales de derechos humanos y el imperio de la ley.
En cuanto a procedimiento, es preciso señalar que lamenta profundamente que incluso los
miembros del comité que decide sobre las listas negras individuales no estén perfectamente
informados de las razones por las que fue presentada una solicitud por un miembro.
La persona o grupo en cuestión no informó de la solicitud, ni se ha dado la posibilidad de ser
escuchado, ni siquiera han sido informados sobre la decisión tomada. No existen
procedimientos para realizar un examen independiente de las decisiones adoptadas o de
indemnización por vulneración de los derechos. La Asamblea invita a todos los Estados
miembros del Consejo de Europa, así como a la Unión Europea a establecer procedimientos
adecuados de carácter nacional y/o europeo para aplicar las sanciones impuestas por el
Consejo de Seguridad o el Consejo de la Unión Europea a sus nacionales o residentes legales, a
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fin de remediar las deficiencias de los procedimientos a nivel de las Naciones Unidas o la Unión
Europea mientras persistan dichas deficiencias. La Asamblea recuerda a todos los Estados
miembros del Consejo de Europa que han firmado y ratificado el Convenio Europeo de
Derechos Humanos y sus protocolos, y por consiguiente se han comprometido a respetar sus
principios, y éstos también se extienden a la aplicación de las sanciones impuestas por las
Naciones Unidas y la Unión Europea.
3.10. STJCE DE 3 DE SEPTIEMBRE DE 2008 (KADI Y AL BARAKAAT C. CONSEJO Y COMISIÓN,
ASUNTOS ACUMULADOS C-402/05 P Y C-415/05 P)
Una eventual sentencia de un tribunal comunitario en la que se declarase que un acto
comunitario destinado a aplicar una resolución de tales características viola una norma
superior del ordenamiento jurídico comunitario no implicaría poner en entredicho la primacía
de dicha resolución en el ámbito del Derecho internacional. En efecto, la Carta de las Naciones
Unidas permite en principio que los Miembros de la ONU elijan libremente entre los diferentes
métodos posibles de recepción de tales resoluciones en su ordenamiento jurídico interno.
En cualquier caso, el hecho de que en este régimen de las Naciones Unidas exista un
procedimiento de revisión ante el Comité de Sanciones no puede llevar aparejada una
inmunidad de jurisdicción generalizada en el ámbito del ordenamiento jurídico interno de la
Comunidad, ni siquiera teniendo en cuenta las recientes modificaciones de dicho
procedimiento. En efecto, dicha inmunidad, que supondría una excepción importante al
régimen de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales establecido por el Tratado
CE, carece de justificación desde el momento en que resulta evidente que el mencionado
procedimiento de revisión no ofrece las garantías de una tutela judicial.
Además, estas Directrices no obligan al Comité de Sanciones a comunicar al peticionario las
razones y las pruebas que justifican su inclusión en la lista consolidada ni a darle acceso a esos
datos, ni siquiera con limitaciones. Por último, en el caso de que el Comité desestime la
solicitud de exclusión de la lista, no tiene obligación alguna de motivar su decisión.
3.11 TJUE CONCLUSIONES DEL ABOGADO GENERAL Y BOT, PRESENTADAS EL 19 DE MARZO DE
2013 (COMISION, CONSEJO, REINO UNIDO C. KADI. ASUNTOS C-584/10 P. C-593/10 P,
C.595/10 P)
Al definir el alcance y la intensidad de su control, el Tribunal de Justicia debe tener en cuenta el
origen y el contexto del acto de la Unión que ha de controlar. Por otra parte, deseo señalar
que, en su sentencia de 19 de julio de 2012, Parlamento/Consejo, el Tribunal de Justicia señaló
que la Posición común 2002/402, el Reglamento n 881/2002 y el Reglamento UE n 1286/2009
han establecido un «mecanismo de interacción entre el Comité de Sanciones y la Unión». De
este modo, le incumbe «aplicar técnicas que, en el contexto del control jurisdiccional ejercido
por él, permitan conciliar, por una parte, las preocupaciones legítimas de seguridad en cuanto
a la naturaleza y a las fuentes de información tenida en cuenta para adoptar el acto de que se
trate y, por otra, la necesidad de permitir que el justiciable disfrute en grado suficiente de la
protección que ofrecen las normas de procedimiento». En mi opinión, una de estas técnicas
consiste, para el juez de la Unión, en modular la intensidad de su control en función de las
circunstancias en las que se ha adoptado el acto de la Unión impugnado.
Las listas de congelación de activos forman parte de una política dirigida a prevenir la amenaza
terrorista internacional. El objetivo de las medidas de congelación de los activos de las
personas designadas «es impedir que esas personas tengan acceso a recursos económicos o
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financieros, con independencia de su naturaleza, que puedan ser utilizados para apoyar
actividades terroristas». Pese a su carácter selectivo, que le otorga una dimensión personal,
este régimen de congelación de activos es, ante todo, un medio para luchar contra las
organizaciones terroristas, para debilitarlas e incluso desmantelarlas. La dimensión política de
este proceso, en el que la Unión ha decidido participar, supone, en mi opinión, que el ejercicio
por parte del juez de la Unión de su control jurisdiccional se haga con mesura, de modo que
aquél no sustituya, en principio, con su propia apreciación, la de las autoridades políticas
competentes.
En quinto lugar, las mejoras experimentadas por el procedimiento ante el Comité de Sanciones
desde 2008 abogan también por un control limitado de la legalidad interna del Reglamento
impugnado por parte del juez de la Unión. Recaba de los Estados afectados todos los datos
necesarios para su valoración, sobre esta base entabla un diálogo con el solicitante y dirige a
continuación sus propuestas al Comité de Sanciones en cuanto a si es o no necesario mantener
a una persona o a una entidad en la lista. Por lo tanto, en el marco del procedimiento de
supresión, este Comité adopta sus decisiones sobre la base de una evaluación independiente e
imparcial en cuanto a si es o no necesario mantener a las personas afectadas en la lista. El
análisis riguroso realizado por el Ombudsman ha elevado el rasero para la permanencia en la
lista, exigiéndose que se proporcione suficiente información para fundamentar de forma
«razonable y fidedigna» la inclusión de una persona en la lista.
Por otra parte, procede señalar que la revisión periódica de la lista permite, concretamente,
actualizar regularmente los datos y completar, en su caso, la exposición de motivos. Las
mejoras del procedimiento ante el Comité de Sanciones contribuyen, de este modo, a
garantizar que las inclusiones en la lista se basen en datos suficientemente serios y sean objeto
de una evaluación continua. Como reconoce el Ombudsman, la sentencia Kadi del Tribunal de
Justicia ha originado la creación de la Oficina del Ombudsman, gracias a la cual la calidad de la
lista ha aumentado sensiblemente. Sería paradójico que el Tribunal de Justicia no tuviera en
cuenta las mejoras a cuya introducción ha contribuido directamente, aun cuando la Oficina del
Ombudsman no constituya una instancia jurisdiccional.
El Ombudsman ha contribuido a desarrollar la transmisión de información por parte de los
Estados al Comité de Sanciones, lo cual garantiza que las decisiones se adopten sobre bases
más sólidas. Sólo gracias a este diálogo la lista podrá mantenerse actualizada y seguirá
disfrutando de apoyo internacional. Esta dinámica podría verse bloqueada si el Comité de
Sanciones estuviera obligado de facto, como se desprende de la solución adoptada por el
Tribunal General en la sentencia recurrida, a comunicar a las instituciones de la Unión las
pruebas o informaciones que los Estados se han avenido, no sin dificultad, a proporcionarle.
Estos Estados podrían mostrarse en el futuro menos proclives a hacer llegar al Comité de
Sanciones información confidencial, lo cual incidiría negativamente en la calidad y la equidad
de los procedimientos de inclusión y supresión.
La mutua confianza que debe prevalecer entre la Unión y las Naciones Unidas se justifica por el
hecho de que ambas organizaciones comparten los valores relativos al respeto de los derechos
fundamentales. Esto no significa que deba darse un cheque en blanco a las decisiones del
Comité de Sanciones, que haya que aplicarlas automáticamente, sin ningún espíritu crítico,
cuando en el procedimiento de aplicación se ponga en evidencia la existencia de un error
manifiesto. Sin embargo, desde el momento en que los procedimientos de inclusión y
supresión ante el Comité de Sanciones permiten un análisis riguroso de la correcta
fundamentación de las inclusiones y de si es o no necesario mantenerlas, considero que no
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cabe que los órganos jurisdiccionales de la Unión adopten un nivel de control que obligue a las
instituciones de la Unión a examinar sistemáticamente y en profundidad la fundamentación de
las decisiones adoptadas por el Comité de Sanciones, a partir de las pruebas o informaciones
de las que dispone dicha instancia, antes de ejecutarlas. En efecto, las mejoras en el
procedimiento de inclusión y de supresión permiten reforzar la confianza de las instituciones y
del juez de la Unión con respecto a las decisiones tomadas por el Comité de Sanciones.
A la vista de todo ello, considero que los procedimientos de inclusión y supresión ante el
Comité de Sanciones presentan suficientes garantías para que las instituciones de la Unión
puedan presumir que las decisiones adoptadas por esa instancia están fundamentadas. Más
concretamente, las mejoras del procedimiento dentro de las Naciones Unidas permiten
presumir que los motivos invocados en apoyo de una inclusión están suficientemente avalados
con datos y elementos de prueba. En consecuencia, el juez de la Unión no debería ejercer un
control en profundidad de la fundamentación de la inclusión basándose en las pruebas y datos
en los que se han basado las apreciaciones realizadas por el Comité de Sanciones. Sin embargo,
se podrá destruir esta presunción de fundamentación con ocasión de un procedimiento de
aplicación dentro de la Unión en el que la persona incluida podrá alegar nuevas pruebas o
nuevos datos.
A este respecto, es evidente que cuanto más transparente sea el procedimiento en el seno de
las Naciones Unidas y cuanto más se fundamente en datos suficientemente numerosos y
serios, las instituciones regionales y nacionales de aplicación estarán menos tentadas de poner
en entredicho las apreciaciones realizadas por el Comité de Sanciones.
3.12. NO PROLIFERACION /REPUBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE COREA. S/RES/2270
(2016)
Expresión de su máxima preocupación porque las actividades relacionadas con las armas
nucleares y los misiles balísticos que está realizando la RPDC han generado un aumento aún
mayor de la tensión en la región y fuera de ella, y habiendo determinado que sigue existiendo
una clara amenaza para la paz y la seguridad internacionales, Actuando en virtud del Capítulo
VII de la Carta de las Naciones Unidas, y tomando medidas en virtud de su Artículo 41, 1.
3.13. NO PROLIFERACION S/RES/1969 (2006)
El Consejo de Seguridad , Recordando la declaración de la Presidencia S/PRST/2006/15, de 29
de marzo de 2006, Reafirmando su adhesión al Tratado sobre la no proliferación de las armas
nucleares y recordando el derecho de los Estados Partes, de conformidad con los artículos I y II
de ese Tratado, de desarrollar la investigación, la producción y la utilización de la energía
nuclear con fines pacíficos sin discriminación, Tomando conocimiento con profunda
preocupación de los numerosos informes del Director General del Organismo Internacional de
Energía Atómica y las resoluciones de la Junta de Gobernadores del OIEA relativos al programa
nuclear de Irán, de los cuales le dio cuenta el Director General del OIEA, incluida la resolución
GOV/2006/14 de la Junta de Gobernadores del OIEA, Observando con profunda preocupación
que en el informe del Director General del OIEA de fecha 27 de febrero de 2006 se expone un
conjunto de cuestiones pendientes y preocupaciones relacionadas con el programa nuclear de
Irán, entre ellos asuntos que podrían tener una dimensión nuclear militar, y que el OIEA no está
en condiciones de concluir que no existen materiales o actividades nucleares no declarados en
el Irán, Tomando conocimiento con profunda preocupación del informe del Director General
del OIEA de fecha 28 de abril de 2006 y sus conclusiones, entre ellas que, después de que todas
las gestiones realizadas por el Organismo durante más de tres años con objeto de obtener
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aclaraciones acerca de todos los aspectos del programa nuclear de Irán, aún suscitan
preocupación las lagunas de conocimientos existentes, así como el hecho de que el OIEA no
pueda avanzar en sus esfuerzos tendientes a proporcionar seguridades acerca de la no
existencia de materiales o actividades nucleares no declarados en el Irán.
Observando con profunda preocupación que, según se confirma en el informe del Director
General del OIEA de 8 de junio de 2006 , el Irán aún no ha adoptado las medidas que le pidió la
Junta de Gobernadores del OIEA, reiteradas por el Consejo en su declaración de 29 de marzo,
que son indispensables para crear confianza, y en particular la decisión del Irán de reanudar las
actividades relacionadas con el enriquecimiento, incluidas las de investigación y desarrollo, su
reciente ampliación y los anuncios acerca de tales actividades, así como la de suspender la
cooperación con el OIEA con arreglo al protocolo adicional, Haciendo hincapié en la
importancia de las gestiones políticas y diplomáticas encaminadas a hallar una solución
negociada que garantice que el programa nuclear de Irán está destinado exclusivamente a fines
pacíficos, y observando que una solución de esa índole también redundaría en beneficio de la
no proliferación en otros lugares, Acogiendo con beneplácito la declaración formulada en París
por el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Philippe Douste-Blazy, en nombre de los
Ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, China, los Estados Unidos, la Federación de
Rusia, Francia y el Reino Unido y del Alto Representante de la Unión Europea, el 12 de julio de
2006.
Preocupado por el riesgo de proliferación que plantea el programa nuclear de Irán, consciente
de su responsabilidad primordial, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, de mantener la
paz y la seguridad internacionales, y decidido a impedir el agravamiento de la situación,
Actuando con arreglo al Artículo 40 del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas a fin de
hacer obligatoria la suspensión requerida por el OIEA, 1.
3.15 NO PROLIFERACIÓN. S/RES/1929 (2010)
Recordando las resoluciones de 1696 , 1737 , 1747 y 1803 , que son esenciales para fomentar
la confianza, y deplorando la negativa del Irán a adoptar esas medidas, Reafirmando que la
mejor manera de resolver las cuestiones pendientes y fomentar la confianza en el carácter
exclusivamente pacífico del programa nuclear de Irán es que el Irán responda positivamente a
todos los llamamientos que le han hecho el Consejo y la Junta de Gobernadores del OIEA,
Observando con seria preocupación la participación de elementos del Cuerpo de Guardianes
de la Revolución Islámica , entre ellos los que se indican en los anexos D y E de la resolución
1737 , el anexo I de la resolución 1747 y el anexo II de la presente resolución, en actividades
nucleares del Irán que son estratégicas desde el punto de vista de la proliferación y en el
desarrollo de sistemas vectores de armas nucleares.
Observando con seria preocupación también que el Irán ha construido una instalación de
enriquecimiento en Qom, incumpliendo así su obligación de suspender todas las actividades
relacionadas con el enriquecimiento, y que el Irán no notificó al OIEA la existencia de la nueva
instalación hasta septiembre de 2009, lo cual no es compatible con las obligaciones que le
incumben en virtud de los arreglos subsidiarios de su Acuerdo de Salvaguardias, Observando
que en la resolución GOV/2009/82 de la Junta de Gobernadores del OIEA se insta al Irán a
suspender inmediatamente las actividades de construcción en Qom y a proporcionar
aclaraciones sobre la finalidad de la planta y la cronología de su diseño y construcción, y se
exhorta al Irán a confirmar, tal como ha solicitado el OIEA, que no ha decidido construir
ninguna otra instalación nuclear que no haya sido aún declarada al OIEA ni autorizar su
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construcción, Observando con seria preocupación que el Irán ha enriquecido uranio al 20% y
que lo ha hecho sin notificar al OIEA con tiempo suficiente para ajustar los procedimientos de
salvaguardias en vigor.
Decidido a hacer efectivas sus decisiones adoptando las medidas adecuadas para persuadir al
Irán de que cumpla lo dispuesto en las resoluciones 1696 , 1737 , 1747 y 1803 , así como los
requisitos del OIEA, y también para impedir que el Irán desarrolle tecnologías estratégicas en
apoyo de sus programas nuclear y de misiles, hasta que el Consejo de Seguridad determine que
se han cumplido los objetivos de esas resoluciones, Preocupado por los riesgos de proliferación
que plantea el programa nuclear de Irán y consciente de que, con arreglo a la Carta de las
Naciones Unidas, le incumbe la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad
internacionales, Destacando que nada de lo dispuesto en la presente resolución obliga a los
Estados a emprender acciones o medidas que vayan más allá del alcance de la presente
resolución, incluido el uso de la fuerza o la amenaza del uso de la fuerza, Actuando con arreglo
al Artículo 41 del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.
1.2. CPJI ASUNTO DEL ESTATUTO JURÍDICO DE GROENLANDIA ORIENTAL .
SENTENCIA DE 5 DE ABRIL DE 1933
Mediante demanda depositada ante la Secretaría de la Corte el 12 de julio de 1931, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 4. Habiendo indicado en estos términos el
objeto de la controversia, la demanda concluía con una petición al Tribunal de que, a
reserva de las memorias, contramemorias y medios de prueba que serían presentados
ulteriormente, «afirmará y juzgará que la promulgación de ocupación antes citada, así
como las restantes medidas tomadas en este sentido por el Gobierno noruego,
constituían una infracción del estado jurídico existente y que, en consecuencia, son
ilegales y desprovistas de valor». La pretensión de Dinamarca no se apoya sobre un
acto de ocupación en particular, sino que invoca –por servirse de los términos que
figuran en la sentencia dictada el 4 de abril de 1928 por el Tribunal Permanente de
Arbitraje en el asunto de la isla de Palmas– un título resultante «de un ejercicio
pacífico y continuo de la autoridad estatal sobre la isla».
Incluso si la documentación presentada a la Corte pudiera ser considerada como
insuficiente para probar la existencia de esta soberanía en el curso de los períodos
más antiguos, ello no impediría llegar a la conclusión de que esta documentación sea
suficiente para establecer un título válido durante el período que ha precedido
inmediatamente a la ocupación.
CONCEPTO CLAVE: TITULO, permite al estado que un territorio sea suyo.
Adquisición del título de Dinamarca en este caso: OCUPACIÓN (modo habitual de la
adquisición del título) ocupación de forma física. Para que esa ocupación física te de
un título, la cosa no debe ser de nadie (res nullius) En Groenlandia no había nadie,
luego el requisito se cumplió. Después tiene que haber animus, interés de hacerlo y
efectividad, soberanía efectiva, que realmente se ejerza el poder sobre el territorio,
hacer cosas de soberano.
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Fecha critica. A partir de ese momento los actos ya no tienen relevancia para el
tribunal. Solo se tiene en cuenta los actos realizados en los momentos anteriores, en
el periodo critico
1.3. CIJ ASUNTO DEL SÁHARA OCCIDENTAL. OPINIÓN CONSULTIVA DE 16 DE
OCTUBRE DE 1975
La Corte está llamada a examinar la cuestión de los vínculos jurídicos existentes entre
el Sáhara occidental con el Reino de Marruecos y el conjunto mauritano en el
momento de la colonización por España, teniendo en cuenta las particularidades de
este territorio y de la organización social y política de la población. Como veremos más
adelante, al final de la fase oral, Marruecos y Mauritania han adoptado una posición
prácticamente común en relación a la respuesta que la Corte debería dar a la pregunta
II. Entre otras, Marruecos invoca también la decisión de la Corte Permanente de
Justicia Internacional en el asunto del Estatuto Jurídico de Groenlandia Oriental.
Subrayando que durante largo tiempo Marruecos ha sido el único Estado
independiente del noroeste de África, hace valer la contigüidad geográfica entre el
Sáhara occidental y Marruecos y el carácter desértico del territorio. A la vista de estas
consideraciones, sostiene que los documentos históricos constituyen base suficiente
para fundar la pretensión de Marruecos a un título que la Corte Permanente ha
aplicado para aceptar la pretensión de Dinamarca a la posesión del conjunto de
Groenlandia.
En la situación particular referida en los párrafos precedentes 87 y 88, teniendo en
cuenta la escasez de pruebas relativas a un ejercicio efectivo de autoridad que
afectaran inequívocamente al Sáhara occidental, resulta difícil encontrar un paralelo
exacto entre las reivindicaciones de Marruecos y la que Dinamarca formulara en el
asunto del Estatuto Jurídico de Groenlandia Oriental. De hecho, las informaciones que
posee la Corte indican que la unidad geográfica del Sáhara occidental y de Marruecos
pudiera ser tomada en consideración en este caso, y resultaría muy difícil conciliar la
escasez de pruebas que demuestren un ejercicio inequívoco de autoridad respecto al
Sáhara occidental con la tesis marroquí de la posesión inmemorial.
No tenía por qué ser únicamente un estado, podía ser una tribu y ya bastaría para
establecer que el territorio es de alguien.
El sujeto que estaría detrás es el mov de liberación nacional. Pueblo que tiene que ser
sometido a referéndum, tiene que pronunciarse. No había un estado, pero si había un
pueblo.
Es un desierto, no se puede ejercer una soberanía estricta. Moderación en las
peticiones de prueba de soberanía, el mínimo ejercicio de la soberanía ya es una
función estatal.
1.4. CIJ ASUNTO DE LA CONTROVERSIA FRONTERIZA (BURKINA
FASO/REPÚBLICA DE MALÍ). SENTENCIA DE 22 DE DICIEMBRE DE 1986
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La Sala debe solucionar su controversia sobre la base del «principio de
intangibilidad de las fronteras heredadas de la colonización», y no podría
prescindir del principio del uti possidetis, que tiene como consecuencia el respeto de
las fronteras heredadas. Este principio parece haber sido invocado por primera vez en
un fenómeno de descolonización que produjo la formación de una pluralidad de
Estados soberanos en un territorio. Por consiguiente, constituye un principio general,
vinculado lógicamente a la accesión a la independencia donde quiera que ésta se
manifieste e intenta evitar que la independencia y la estabilidad de los nuevos Estados
se pongan en peligro.
22. Las numerosas declaraciones formuladas por responsables africanos, con ocasión
de la independencia de su país, contenían el germen de los elementos del uti
possidetis. La Carta de la Organización para la Unidad Africana no olvidó el principio
del uti possidetis, a tenor del cual los Estados miembros afirman solemnemente el
principio del respeto de la soberanía y de la integridad territorial de cada Estado.
23. El principio considerado, tal como ha sido aplicado en la América hispánica, está
constituido por diferentes elementos. Su finalidad en la época de la accesión a la
independencia de las antiguas colonias españolas de América, consistía en privar de
efecto a las eventuales actuaciones de potencias coloniales no americanas sobre las
regiones que la antigua metrópoli había asignado a una u otra de las circunscripciones
y que todavía permanecían inocupadas. Pero el principio del uti possidetis no se agota
en el elemento particular que se ha descrito, esencialmente este principio intenta
asegurar ante todo el respeto a los límites territoriales en el momento de la accesión a
la independencia. En esta hipótesis, la aplicación del principio del uti possidetis
implicaba la transformación de los límites administrativos en fronteras internacionales
propiamente dichas.
24. Los límites territoriales cuyo respeto se pretende garantizar pueden resultar
igualmente de fronteras internacionales que separen la colonia de un Estado y la
colonia de otro Estado, o entre el territorio de una colonia y el de un Estado
independiente o de un Estado sometido a protectorado, pero que hubiere conservado
su personalidad internacional. Por consiguiente, las numerosas afirmaciones solemnes
relativas a la intangibilidad de las fronteras que existían en el momento de la accesión
de los Estados africanos a la independencia, presentan manifiestamente un valor
declarativo y no constitutivo: reconocen y confirman un principio existente y no
preconizan la formación de un nuevo principio o la extensión a África de una regla
aplicada en otro continente, hasta aquel momento.
25. Cabe preguntarse, cómo el antiguo principio pudo sobrevivir a las nuevas
concepciones de derecho internacional tal como fueron expresadas en África. A
primera vista este principio entra en conflicto con otro, el del derecho de los pueblos a
la libre determinación. La necesidad vital de estabilidad para sobrevivir, desarrollarse y
consolidar progresivamente su independencia en todos los campos, es lo que
aconsejó a los Estados africanos a consentir el respeto a las fronteras coloniales.
26. El principio del uti possidetis se mantuvo en el nivel de los principios jurídicos más
importantes, pese a la aparente contradicción que implicaba su coexistencia con las
antiguas normas. Es evidente que no puede discutirse la aplicabilidad del uti possidetis
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al presente caso por el mero hecho de que, en 1960, año de accesión a la
independencia de Mali y de Burkina Faso, no existiera todavía la Organización para la
Unidad Africana, que proclamó este principio, y que la citada resolución relativa al
compromiso de respetar las fronteras existentes fuera adoptada en 1964.
DOBLE FUNCIÓN DEL UTI POSSIDETIS:
- en estados que han sido colonia, en el momento que acceden a la independencia, su
título se le da como consecuencia o continuación de la situación colonial. Otorga a los
estados de reciente independencia un titulo
- Las fronteras coloniales, generalmente de carácter administrativo, se convierten en
fronteras internacionales
- 3º función. En lo que era la división administrativa no se podía meter nada. Un
problema que ya no existe.
Principio muy consolidado en américa latina, pero no exclusivo de esa zona, si no que
se puede extender a otras partes del mundo, en este caso a áfrica. Es un principio
universal, que está recogido en la declaración, y, por tanto, antes de establecer esta
declaración también era aplicable.
Les da unas fronteras que hay que precisar y les da el título jurídico.
Sirve para evitar que se dé la ocupación, la conquista.
En África, poblaciones poco homogéneas, en América, republicas muy pequeñas
(problemas de este principio)
1.5. ASUNTO DE LA DETERMINACIÓN DE LA FRONTERA ENTRE GUINEA
BISSAU Y SENEGAL. LAUDO ARBITRAL DE 31 DE JULIO DE 1989
Antes de que Senegal y Guinea-Bissau obtuvieran la independencia internacional,
Francia y Portugal habían celebrado acuerdos de delimitación entre sus posesiones de
África occidental, con lo que establecieron una delimitación entre Guinea-Bissau y la
actual República de Senegal al norte, y de la República de Guinea al sur y al este.
Ninguna de las partes de esta controversia hace referencia a que la delimitación
efectuada en 1886 define la frontera terrestre entre la República de Senegal y la
República de Guinea-Bissau, y convienen que esta convención no define su frontera
marítima.
Por tanto, la cuestión central es la determinación de la frontera marítima entre la Rep.
de Senegal y la Rep. de Guinea-Bissau. Las partes han señalado diferentes datos
geográficos, geológicos y morfológicos de la zonas afectadas para facilitar la labor del
Tribunal.
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Senegal y Guinea-Bissau son los sucesores de Francia y de Portugal, y ambas partes
han reconocido el principio del uti possidetis africano.Por otra parte, de la conducta
observada de ambas partes se deduce que han sustituido a Francia y a Portugal en la
responsabilidad de las relaciones internacionales en los territorios citados.
En África el uti possidetis posee un sentido muy amplio ya que alude tanto a los límites
entre países nacidos de un mismo imperio colonial como a aquellos que ya en la
época colonial poseían un carácter internacional por el hecho de separar colonias
pertenecientes a imperios coloniales diferentes.
Duración del acuerdo:
Según Guinea-Bissau, sólo son oponibles al Estado sucesor los tratados
internacionales que posean cierta duración, aunque no precisa la misma: “ la lógica y
los fundamentos del principio conllevan que sólo se aplique a los Tratados celebrados
en fechas muy lejanas”.
El Tribunal precisa que el Acuerdo de 1960 fue suscrito 13 años antes de la
independencia de guinea-Bissau, una época en la que su proceso de liberación
carecía de efectos desde la perspectiva del Derecho de Gentes.
El Tribunal concluye que los acuerdos sobre límites celebrados por el Estado
colonizador antes de que el proceso de liberación posea alcance internacional no han
de cumplir ninguna condición especial para resultar oponibles al Estado sucesor, y por
tanto Guinea-Bissau no ha podido probar la existencia de norma alguna de Derecho
internacional en la que se exija tal condición.
1.6. CIJ ASUNTO DE LA CONTROVERSIA FRONTERIZA TERRESTRE, INSULAR Y
MARÍTIMA (EL SALVADOR/HONDURAS; NICARAGUA INTERVINIENTE).
SENTENCIA DE 11 DE SEPTIEMBRE DE 1992
41. El texto hace referencia al principio del uti possidetis iuris, el cual, ha dado lugar a
fronteras ciertas y estables en la mayor parte de América Central y del Sur.
43. Aplicar este principio no es tan fácil cuando existen límites administrativos de
diferente naturaleza y grado; (provincias, las Alcaldías Mayores…) y de hecho los
territorios que conforman El Salvador y Honduras formaban todos parte, antes de
1821, de la misma región administrativa más extensa. Además, las jurisdicciones de
los órganos de administración general, no coincidían necesariamente, con las de
aquellos órganos que poseían competencias particulares o especiales, por ejemplo,
las comandancias militares.
Por otra parte, estaban las jurisdicciones eclesiásticas, con las que debía coincidir en
principio la jurisdicción territorial de las principales divisiones administrativas civiles de
la América española; sin embargo, fue necesario un cierto tiempo para que estos
reajustes se materializaran. En este asunto, respecto de los sectores de la frontera
terrestre, las Partes han indicado las subdivisiones administrativas coloniales a las que
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pretenden haber sucedido; el problema que se plantea es el de identificar las zonas –y
sus límites– que corresponden a esas subdivisiones, denominadas a partir de ahora
«provincias» para simplificar las cosas, que en 1821 se constituyen, respectivamente,
en El Salvador y Honduras, inicialmente Estados constitutivos de la República Federal
de América Central. Además, es necesario recordar que no pudo nunca venir a la
mente de los funcionarios de la Corona española que establecieron límites
administrativos, ninguna cuestión de fronteras internacionales; el uti possidetis iuris es
esencialmente un principio retroactivo, que transforma en fronteras internacionales los
límites administrativos concebidos originariamente para otros fines.
Ninguna de las Partes ha presentado documentos de carácter legislativo que indiquen
la extensión de los territorios y la localización de los límites de las provincias
concernidas en cada uno de los sectores de la frontera terrestre...
Como ya se ha observado, la Sala, se ocupó de las «efectividades coloniales»,
mientras que los actos invocados por El Salvador en el presente asunto tuvieron lugar
después de la independencia de los dos Estados, y en algunos casos hace pocos
años. La Sala también se refirió a la hipótesis de un territorio en disputa bajo
administración de un Estado, mientras otro posee el título jurídico ; puede considerarse
que ha tenido de igual manera en mente las efectividades postcoloniales.
62. Debe tenerse presente, que los títulos sometidos a la Sala por ambas Partes, se
les puede comparar con las «efectividades coloniales», ya que son actos de
administración efectiva por parte de las autoridades coloniales, y no actos realizados
por particulares. La sala tiene que llegar a una conclusión en cuanto a la localización
de la frontera del uti possidetis iuris de 1821
347. En cuanto a la cuestión de la pertenencia de las islas del golfo a uno u otro de los
Estados. Las islas no eran terra nullius, y en teoría jurídica cada isla pertenecía ya a
uno de los tres Estados que rodean el golfo, de manera que la adquisición del territorio
por ocupación no era posible; pero la posesión efectiva de alguna isla del golfo por uno
de los Estados del golfo podía constituir una efectividad, reveladora de la forma en que
la situación jurídica se manifestaba en la época. La posesión apoyada en el ejercicio
de la soberanía puede considerarse como una prueba que confirma el título del uti
possidetis iuris. La Sala no considera necesario decidir si tal posesión pudiera ser
reconocida incluso en contra de tal título, pero en el caso de las islas, ésta es
prácticamente la única forma en que el uti possidetis iuris podía expresarse
formalmente para ser reconocido y determinado judicialmente.
Efectividades. Donde de facto, te comportas como soberano.
Título y efectividad se contradicen, gana el titulo
No hay título, se tendría en cuenta la efectividad.
Si el título no está claro, la efectividad nos sirve para clarificar el título.
En el caso, es un título que no está claro, las efectividades nos sirven para clarificarlo.
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1.7. COMISIÓN DE DELIMITACIÓN DE LAS FRONTERAS ENTRE ERITREA Y
ETIOPÍA. DECISIÓN FINAL DE DELIMITACIÓN DE LAS FRONTERAS ENTRE LOS
DOS ESTADOS, DE 13 DE ABRIL DE 2002.
Las acciones llevadas a cabo por un Estado pueden cumplir un papel bien de
confirmación de la posición de dicho Estado bien, contradictorio de la conducta del
Estado que se opone.
Los efectos dependen de la naturaleza del territorio y la extensión de su población, del
período durante el cual ha sido realizada, así como del alcance de cualquier conducta
contradictoria del Estado opositor. Es igualmente importante tener presente que la
conducta produce tan sólo un título relativo frente al Estado competidor.
1.8 CIJ ASUNTO RELATIVO A LA CONTROVERSIA TERRITORIAL Y MARÍTIMA
ENTRE NICARAGUA Y HONDURAS EN EL MAR CARIBE (NICARAGUA C.
HONDURAS). SENTENCIA DE 8 DE OCTUBRE DE 2007
Este texto se engloba en el contexto de la controversia por la delimitación marítima
entre Nicaragua y Honduras. Es muy importante en este caso el concepto de fecha
crítica que marca el punto a partir del cual las actividades de las partes dejan de ser
pertinentes para la valoración y decisión de la corte.
Respecto a Honduras, en 1997, una vez en el poder el nuevo Gobierno de Nicaragua,
este emprendió «una campaña de acoso prolongado contra los barcos de pesca
hondureños al norte del paralelo 15». En ese momento no se puede entender que
haya ninguna controversia puesto que en aquel momento no se plantearon
reclamaciones concurrentes.
La Corte considera necesario aplicar otra fecha crítica con respecto a la controversia
sobre las islas, y considera 2001 como la fecha crítica, puesto que fue sólo en su
Memorial presentado en 2001 cuando Nicaragua expresamente reservó «los derechos
accesorios soberanos vinculados a todos los islotes y peñones reclamados por
Nicaragua en el área objeto de controversia».
Una controversia es un desacuerdo sobre una cuestión de hecho o de derecho, una
contradicción, una oposición de tesis jurídicas o de intereses entre dos partes.
Ninguna reclamación o contra-reclamación fue articulada por las dos partes en aquel
momento.
Para la fecha crítica en relación a los propósitos de la controversia sobre la línea de
delimitación, la Corte recuerda que el 17 marzo de 1982, un «barco hondureño estaba
pescando en aguas sometidas a la jurisdicción hondureña, cuando fue capturado por
un barco patrulla nicaragüense tras chocar, fue llevado a un puerto nicaragüense».
El 23 de marzo de 1982, Honduras envió una protesta formal, afirmando que los
patrulleros nicaragüenses habían «penetrado más allá de los Cayos de Bobel y Media
Luna, 16 millas al norte del paralelo 15», el cual «se ha reconocido tradicionalmente
por ambos países como la línea divisoria en el Atlántico».
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Honduras enfatizó en que, aunque la frontera no ha sido «legalmente delimitada», al
mismo tiempo «no puede negarse su existencia o por lo menos que solía existir, una
línea aceptada tradicionalmente, que es la que corresponde al paralelo que cruza el
cabo Gracias a Dios». Añade que la existencia de esta línea tradicionalmente
aceptada fue la única explicación a las tranquilas relaciones en la frontera y
únicamente en fechas recientes han comenzado a ocurrir incidentes en la frontera.
En opinión de la Corte, es a partir del momento de estos dos incidentes cuando se
puede hablar de la existencia de una controversia respecto a la delimitación marítima.
La Corte ha reconocido que «el principio de uti possidetis iuris ha permanecido
entre los principios jurídicos más importantes» relativos a los títulos sobre el territorio y
la delimitación fronteriza en el momento de la descolonización. (la delimitación colonial
pasa a ser la delimitación internacional)
Conforme a la Sentencia de la Sala de la Corte, «En su aspecto más esencial, este
principio descansa en asegurar el respeto a las fronteras territoriales en el momento
de acceso a la independencia.»
En el S. XIX las negociaciones entre Honduras y Nicaragua encaminadas a la
determinación de la frontera territorial entre ambas culminó con la conclusión del
Tratado Gómez-Bonilla de 7 de octubre de 1984, en el cual ambos Estados acordaron
en el artículo II, párrafo 3 que «cada República propietaria del territorio que en la fecha
de independencia constituyera respectivamente las provincias de Honduras y
Nicaragua». En este mismo artículo se estableció la frontera territorial entre los dos
países en lo que concierne a las parcelas de tierra objeto de controversia.
La Corte pasará ahora de la cuestión relativa a la soberanía sobre las islas presentada
ante ella.
Para aplicar el principio del uti possidetis iuris a las islas objeto de la controversia debe
probarse que la Corona española las había atribuido a una u otra de las provincias
coloniales. La Corte observa que la Capitanía General de Guatemala parecía ejercer
en efecto el control sobre los territorios terrestres y sobre los territorios insulares
adyacentes a las costas con el objeto de ofrecer seguridad, prevenir el contrabando o
adoptar otras medidas dirigidas a asegurar la protección de los intereses de la Corona
Española.
Sin embargo, no existe evidencia alguna que afirme que las islas en cuestión hayan
jugado algún papel en desarrollo de alguno de estos objetivos.
Habiendo concluido que la cuestión de la soberanía sobre las islas objeto de la
controversia no se puede resolver sobre la base, del uti possidetis uris, la Corte
establecerá ahora si existieron effectivités (actos relevantes por parte de un estado
para reclamar el territorio) relevantes durante el período colonial.
El monarca español había poseído todo el territorio de cada una de ellas. Antes de la
independencia, cada entidad colonial constituía simplemente una unidad administrativa
sometida en todos los aspectos a la Rey español, no existía en el sentido político,
posesión de hecho y de derecho que no fuera la del Rey de España.
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Pero la Corona española no había determinado de manera precisa los límites de las
jurisdicciones, y además existían regiones en las cuales no se había realizado ningún
esfuerzo para asegurar el respeto de algún parecido con la autoridad administrativa.
Por lo tanto, la Corte no puede concluir sobre esta base, la existencia de un título
sobre la soberanía de las islas en litigio ni confirmar la existencia de un título sobre el
particular.
La Corte concluye que el principio del uti possidetis iuris resulta de poca ayuda para
determinar la soberanía sobre estas islas, pues nada indica claramente si las islas
fueron atribuidas a las provincias de Nicaragua o Honduras antes o después de la
independencia.
La Corte examinará ahora, a fin de determinar la soberanía sobre las islas en litigio,
los elementos de pruebas relativos a las effectivités postcoloniales.
Para que una pretensión de soberanía sea admitida sobre esta base, deben probarse
un cierto número de elementos de manera concluyente.
El ejercicio de los derechos de soberanía también debe presentar una dimensión
proporcional a la naturaleza del asunto.
Manteniendo el enfoque adoptado por la Corte en el asunto Indonesia/Malasia , la
Corte examinará si en el presente caso las actividades sobre las que se fundan las
partes, a pesar de ser «modestas en número», demuestran una manifestación
pertinente de autoridad soberana. Tras haber examinado los argumentos y los
elementos de prueba presentados por las Partes, la Corte concluye que las effectivités
invocadas por Honduras evidencian una «intención y voluntad de actuar como
soberano» y constituyen una manifestación modesta pero real de autoridad sobre las
cuatro islas Estatuto Jurídico de Groenlandia Oriental,
La Corte señala además que tales actividades hondureñas que podrían ser
consideradas como effectivités y que se presume han sido conocidas por Nicaragua
no habían suscitado protesta alguna de esta última.
Las Partes tienen opiniones contrapuestas con respecto a los mapas y la Corte ha
ponderado su valor probatorio con extrema precaución. La Corte reafirma la posición
que previamente ha adoptado respecto al limitado alcance de los mapas como título
de soberanía. En este asunto, la presentación del material cartográfico por las Partes
sirve esencialmente para reforzar sus respectivas pretensiones y para confirmar sus
argumentos.
1.9. CIJ ASUNTO DE LA CONTROVERSIA TERRITORIAL Y MARÍTIMA
(NICARAGUA C. COLOMBIA) . SENTENCIA DE 19 DE NOVIEMBRE DE 2012
La Corte se ocupará ahora de las reivindicaciones de soberanía formuladas por las
dos Partes. Ninguna de las ordenanzas que datan de la época colonial citadas por una
u otra hace referencia específica a las formaciones marítimas en litigio. «cuando el
principio del uti possidetis iuris está en juego, el jus en cuestión no es el derecho
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internacional sino el derecho constitucional o administrativo del soberano antes de la
independencia, en el caso el derecho colonial español. El principio del uti possidetis
iuris no permite determinar quién detenta la soberanía sobre las formaciones
marítimas en litigio entre Nicaragua y Colombia, ningún elemento viene a atestiguar
claramente que las formaciones en cuestión habían sido atribuidas a las provincias
coloniales de Nicaragua o a las de Colombia antes de su independencia. la Corte se
ocupará de la cuestión de saber si la soberanía puede establecerse sobre la base de
las efectividades.
1.10. CPA ASUNTO ENTRE EL GOBIERNO DE SUDÁN Y EL
MOVIMIENTO/EJÉRCITO DE LIBERACIÓN POPULAR DE SUDÁN, SOBRE LA
DELIMITACIÓN DEL ÁREA DE ABYEI . LAUDO ARBITRAL DE 22 DE JULIO DE
2009
El texto hace referencia a la naturaleza no uniforme de las Comisiones de Fronteras.
456. El hecho de que la ABC fuera denominada «comisión de fronteras» no clarifica el
alcance de su mandato. A lo largo del tiempo, a diferentes órganos se les ha conferido
la misión de delimitar fronteras. El mandato de estos órganos difiere según el acuerdo
de las partes sobre cada específica «comisión de fronteras» etc
457. La Comisión de Fronteras Etiopía-Eritrea, aunque encargada de la delimitación,
poseía una clara naturaleza de tribunal internacional: estaba compuesta de abogados
y juristas internacionalistas. El mandato, la función y los procedimientos respondían
meticulosamente a los propios del arbitraje.
458. Por el contrario, la Sala de la CIJ en el asunto Burkina Faso c. Malí, constituyó
una comisión de tres expertos con la finalidad de demarcar la frontera delimitada por la
CIJ, no teniendo esta comisión ninguna función judicial.
459. Únicamente en el arbitraje del asunto de Taba, se pidió a alguno de los árbitros
«que estudiasen la posibilidad de un arreglo de la controversia» y a la «comisión de
fronteras» que emprendiese una labor de conciliación paralela.
460. La Comisión Mixta Camerún-Nigeria, creada para aplicar la sentencia de la CIJ
en el asunto entre Camerún y Nigeria, tenía como parte de su mandato (además de
demarcar la frontera terrestre) el desarrollo de proyectos para promover iniciativas
económicas conjuntas, la retirada de tropas de la zona fronteriza y la reactivación de la
Comisión del Lago Chad.
461. La Comisión de Demarcación Irak-Kuwait desempeñó funciones de delimitación
también.
462. Todo esto hace referencia a que la denominación «Comisión de fronteras» ha
servido para referirse a órganos con un amplio espectro de funciones; sus
mandatos, han variado entre la mera averiguación de los hechos y la atribución plena
del territorio. Como otra comisión de fronteras, la Comisión ABC debe considerarse
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como una Comisión singular cuya naturaleza sólo puede deducirse de sus propios
rasgos específicos.
CAPITULO V. ESPACIOS MARINOS (TEXTOS 2.2-2.17)
2.2 CIJ ASUNTO DE LAS ACTIVIDADES MILITARES Y PARAMILITARES EN Y
CONTRA NICARAGUA (NICARAGUA C. ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA),
FONDO. SENTENCIA DE 27 DE JUNIO DE 1986
La obligación de todo Estado de respetar la soberanía territorial de los demás resulta
relevante en la decisión a adoptar sobre los hechos relativos a los minados de puertos,
efectuados en la proximidad de las costas de Nicaragua.
Gracias a su soberanía, el Estado ribereño puede reglamentar el acceso a sus
puertos. Como la libertad de navegación está garantizada, primero en las zonas
económicas exclusivas eventualmente existentes más allá del mar territorial o en la
alta mar, se deduce que todo Estado cuyos buques se beneficien de un derecho de
acceso a los puertos, goza al mismo tiempo de la libertad necesaria a la navegación
marítima.
Así pues, cabe concluir que, si este derecho de acceso a puerto está dificultado
porque otro Estado ha colocado minas, se está violando la libertad de comunicaciones
y de comercio marítimo.
En todo caso resulta cierto que las dificultades a la navegación afectan a la soberanía
del Estado ribereño sobre sus aguas interiores, así como al derecho de libre acceso
del que pueden beneficiarse los buques extranjeros.
Relaciones internacionales respetuosas con el principio de no injerencia
2.3 CIJ ASUNTO DE LA CONTROVERSIA FRONTERIZA TERRESTRE, INSULAR Y
MARÍTIMA (EL SALVADOR/HONDURAS; NICARAGUA INTERVINIENTE).
SENTENCIA DE 11 DE SEPTIEMBRE DE 1992
Dado que la entrada al Golfo, entre Punta Amapala y Punta Cosigüina, tiene
solamente 19,75 millas de anchura, tales dimensiones y proporciones geográficas del
Golfo lo constituyen jurídicamente, aunque no fuese así cuando era aplicable la regla
de las 10 millas o incluso la de las 6 millas, en una bahía, según lo establecido en el
artículo 7 de la Convención de 1958 sobre el mar territorial y la zona contigua, así
como del artículo 10 de la Convención de derecho del mar 1982.
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El hecho de que sea una bahía tiene como consecuencia que si fuese de un solo
Estado ribereño podría ser cerrada trazando una línea de cierre y, por ende, las aguas
serían «consideradas como aguas interiores».
Sin embargo, esto debe ser interpretado en relación a lo que la Corte ha dicho en el
asunto de la Plataforma Continental (Túnez/Jamairiya árabe libia), donde se estableció
la excepción que constituyen las «bahías históricas» respecto de la definición de la
palabra «bahía» que figura, a la vez, en la Convención de 1958 y en la de 1982.
Esa excepción establece que ciertas referencias a las "bahías históricas", a los "títulos
históricos" o a razones históricas pueden asimilarse a reservas a las reglas
enunciadas en el resto del proyecto.
Parece claro que la cuestión queda regida por el derecho internacional general, que
no prevé un régimen único para las "bahías históricas", sino que establece un régimen
particular para cada caso concreto.
En este sentido la Corte ha declarado que los títulos históricos deben ser respetados y
preservados, tal y como siempre lo han sido en virtud de un uso constante
Además, este régimen histórico particular establecido en la práctica es especialmente
importante en el caso de una bahía cuyas costas pertenecen a varios Estados, para
las cuales es notoria la inexistencia de reglas generales reconocidas y codificadas, tan
bien establecidas, como las que conciernen a las bahías cuyas costas pertenecen a un
solo Estado.
2.4 LEY 10/1997, DE 4 DE ENERO DE 1977, SOBRE MAR TERRITORIAL
Esta ley 10/1997 se realiza en un contexto en el que en el ordenamiento jurídico
español no existe norma alguna que defina con precisión qué ha de entenderse por
mar territorial español.
Las variadas disposiciones relativas al ejercicio de competencias estatales específicas
en la franja marítima que rodea nuestras costas utilizan varias denominaciones, tales
como «aguas jurisdiccionales», «zona marítima española», «aguas españolas», «mar
litoral nacional», incluso la de «mar territorial».
Por tanto, es necesario y urgente poner fin a esta situación procediendo a definir con
carácter general la noción del mar territorial, de conformidad con el derecho
internacional en vigor y específicamente con la Convención de Ginebra de 29 de abril
de 1958, a la que España se adhirió en1971.
Es necesaria una disposición de índole general que defina jurídicamente el mar
territorial español y fije la anchura de ese espacio marítimo.
Teniendo en cuenta las ventajas técnicas que el sistema de las líneas de base rectas y
las líneas de cierre de bahías ofrecen a los efectos de la determinación del límite
exterior del mar territorial en una costa accidentada como la española, y también su
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importancia a los efectos del trazado de las líneas de equidistancia para la relimitación
de los espacios marítimos respecto de los correspondientes a los otros Estados, la ley
acoge la aplicación de este sistema.
Por lo que se refiere a la delimitación exterior del mar territorial, contiene la única
norma que unilateralmente cabe dictar, la de que nuestras aguas no se extenderán,
salvo mutuo acuerdo entre los estados interesados, más allá de la correspondiente
línea media entre las respectivas líneas de base, siempre que éstas sean conformes al
derecho internacional.
2.5 LEY 44/2010, DE 30 DE DICIEMBRE, DE AGUAS CANARIAS
Este es un tema de extraordinaria importancia tanto para Canarias como para el
Estado español, que tienen derecho a que las aguas estén claramente perfiladas, por
razones de muy variado tipo que afectan, sobre todo, a la seguridad, a la protección
medioambiental y a los recursos de dichas aguas.
El artículo 132.2 de la Constitución considera bien de dominio público estatal tanto al
mar territorial como a los recursos naturales de la zona económica exclusiva, lo que
viene a significar la competencia del Estado para su delimitación, de acuerdo con las
normas de Derecho Internacional que regulen la materia. También la Constitución
establece como contenido necesario de los Estatutos de Autonomía la delimitación del
territorio de la Comunidad Autónoma, ya que éste será límite a la eficacia de sus
normas y al ejercicio de sus competencias.
Ese ámbito territorial está incompleto sin la delimitación de las aguas incluidas en el
concepto archipelágico que introduce el artículo 2 del Estatuto de Autonomía, que
engloba los espacios terrestres y marítimos de Canarias. Se faculta al Gobierno,
previo informe del Gobierno de Canarias, para dictar cuantas disposiciones
reglamentarias sean necesarias para el desarrollo de esta Ley.
2.6. SENTENCIA TC 8/2013, DE 17 DE ENERO DE 2013
El Gobierno de Canarias considera que la doctrina constitucional hasta aquí expuesta
no resulta de aplicación a la Comunidad Autónoma de Canarias por cuanto su
Estatuto, al definir su territorio, incluye las islas y el mar adyacente.
Entiende el Gobierno de Canarias que el Estatuto de Autonomía, al sustituir «territorios
insulares» por el término «archipiélago», no solo incluye las siete islas que forman
parte de su territorio, sino también el mar. Tras señalar que las competencias se
refieren a todo el ámbito territorial y, por tanto, a las islas y al mar, salva expresamente
la competencia exclusiva del Estado sobre las aguas jurisdiccionales, pues, en caso
contrario, de no formar parte las aguas jurisdiccionales del territorio de la Comunidad
Autónoma, esta cautela sería innecesaria. La demanda recurre a la definición de
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archipiélago en el contexto del derecho internacional y, a los debates parlamentarios
que tuvieron lugar en el procedimiento legislativo de aprobación del Estatuto.
Debemos rechazar la interpretación que de los arts. 2 y 40 EACan, pues no es ésta la
que deriva del tenor de las citadas normas estatutarias, sin que los argumentos
invocados de contrario permitan llegar a otra conclusión. En efecto, la definición del
territorio autonómico viene dada, en ambas regulaciones, por las islas («el archipiélago
canario integrado por las siete islas»), sin que se incluya una referencia explícita al
mar que las rodea. Ello contrasta, sin lugar a dudas, con el texto del proyecto de
reforma del Estatuto de Autonomía. Sin embargo, no solo ha desaparecido del
Estatuto vigente la atribución de competencias sobre el mar a la Comunidad
Autónoma, sino que se ha introducido una cláusula de salvaguardia expresa de las
exclusivas del Estado sobre las aguas jurisdiccionales.
7. Tampoco cabe deducir de la inclusión del término archipiélago en el art. 2 EACan
que el territorio de la Comunidad canaria comprenda las aguas marinas, como
consecuencia necesaria de la definición que la Convención de Naciones Unidas sobre
Derecho del Mar, del término archipiélago.
La definición del art. 46 del Tratado lo es a los solos efectos de la Convención, razón
por la cual debemos descartar la utilización de un concepto propio del Derecho
internacional en un ámbito absolutamente ajeno al mismo como es, la distribución de
competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas al que afecta la
definición del territorio como límite natural de la competencia autonómica. Debemos
recordar que la definición de archipiélago que contiene el art. 46 de la Convención,
solo resulta aplicable a los Estados archipielágicos, pues, la Convención de las
Naciones Unidas sobre Derecho del mar rechazó la aspiración de los Estados mixtos,
de dar a los archipiélagos de ellos dependientes, el mismo trato que a los Estados
archipielágicos.
Por lo que no es posible aplicar para la interpretación del Estatuto canario la
Convención de Derecho del Mar, que la propia Convención distingue claramente entre
territorio y otros espacios sobre los que los Estados ejercen soberanía, siendo así que
las aguas, aunque sean archipielágicas, no forman parte del territorio.
Finalmente, tampoco sería posible concluir, que el territorio de la Comunidad
Autónoma de Canarias esté integrado también por las aguas jurisdiccionales o mar
territorial. En la demanda se considera, que el archipiélago canario estaría compuesto
por las siete islas y las aguas jurisdiccionales y, en consecuencia, el mar territorial
formaría parte del territorio canario. Debe concluirse que la condición de archipiélago
nada aporta a la regulación que la Convención establece con respecto al mar territorial
y, en consecuencia, la incorporación del término al art. 2 del EACan no permite
justificar en modo alguno la extensión al mar territorial del territorio autonómico. Es por
ello que la única interpretación posible de la cláusula de reserva de competencias al
Estado sobre las aguas jurisdiccionales es que se trata de una cláusula de
salvaguardia de las competencias estatales.
8. Invoca, por último, el Gobierno canario que la incorporación del mar al territorio de la
Comunidad Autónoma, tras la modificación estatutaria, vendría avalada también por la
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tramitación parlamentaria en la que no se produjo la supresión de la referencia
expresa a las aguas que figuraban en los textos preliminares, porque se consideró
innecesaria dicha referencia explícita a lo que ya estaba implícito en el concepto de
archipiélago. Los debates parlamentarios pueden servir de auxilio para desentrañar el
alcance y sentido de las disposiciones constitucionales y de las integrantes del bloque
de la constitucionalidad. Pero lo cierto es que, los debates parlamentarios no son
suficientes para contradecir el tenor literal del texto que resultó finalmente aprobado.
9. No es posible interpretar que el Estatuto de Autonomía de Canarias haya
configurado el ámbito territorial de la Comunidad autónoma integrando las islas y las
aguas jurisdiccionales adyacentes. El territorio de la Comunidad Autónoma, está
integrado por los territorios insulares a los expresamente se refiere el art. 143 CE, esto
es, las siete islas que en él se relacionan y se extiende a la zona marítimo terrestre
que forma parte del mismo.
Es una norma destinada a los estados, para los estados archipelagicos. No para los
estados que tienen archipielagos, si no para estados que se definen por tener
archipielagos.
Son reconocimientos para situaciones concretas de intereses de determinados
estados. NO son concepciones universales. Deberia hacerse una interpretación
restrictiva.
2.7. DECLARACIÓN ESPAÑOLA FORMULADA EN EL MOMENTO DE LA
RATIFICACIÓN DE LA CONVENCIÓN DE LAS NN UU SOBRE EL DERECHO DEL
MAR
En esta declaración realizada por el Estado español, nuestro país interpreta que:
a) El régimen establecido es compatible con el derecho del Estado ribereño de dictar y
aplicar en los estrechos utilizados para la navegación internacional sus propias
reglamentaciones.
b) En el artículo 39, la palabra «normalmente» significa «salvo fuerza mayor o
dificultad grave».
c) Lo dispuesto en el artículo 221 no priva al Estado ribereño de un estrecho utilizado
para la navegación internacional de las competencias que le reconoce el Derecho
internacional en materia de intervención en los casos de los accidentes a que se
refiere el citado artículo.
Asimismo, también interpreta que:
a) El acceso a la pesca en la Zona Económica Exclusiva de terceros Estados por parte
de flotas de Estados desarrollados sin litoral o en situación geográfica desventajosa
está condicionado a que los Estados ribereños en cuestión hayan facilitado
previamente ese acceso a las flotas de los Estados.
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b) Los artículos 56, 61 y 62 de la Convención no consideran como discrecionales las
facultades del Estado ribereño en cuanto a la determinación de la captura permisible,
de su capacidad de explotación y la asignación de excedentes a otros Estados.
2.8. LEY 15/1978, SOBRE ZONA ECONÓMICA
El artículo primero, en su apartado uno, establece que en una zona marítima
denominada zona económica exclusiva, que se extiende desde el límite exterior del
mar territorial español hasta una distancia de doscientas millas náuticas, el Estado
español tiene derechos soberanos a los efectos de la exploración y explotación de los
recursos naturales.
En el caso de los archipiélagos, el límite exterior de la zona económica se medirá a
partir de las líneas de base rectas que unan los puntos extremos de las islas e islotes
que respectivamente los componen.
El apartado Dos: Indica que Corresponde al Estado español tanto el derecho exclusivo
sobre los recursos naturales de la zona, como la competencia de reglamentar la
conservación, exploración y explotación de tales recursos, para lo que se cuidará la
preservación del medio marino y la jurisdicción exclusiva para hacer cumplir las
disposiciones pertinentes. Asimismo, también lo serán cualesquiera otras
competencias que el Gobierno establezca en conformidad con el Derecho
Internacional.
El artículo segundo en su apartado uno establece que, salvo lo que se disponga en
tratados internacionales, el límite exterior de la zona económica será la línea media o
equidistante.
El apartado dos firma que por línea media se entiende aquella cuyos puntos son
equidistantes de los más próximos situados en las líneas de base. .
Artículo tercero apartado Uno dice que en la zona económica, el ejercicio de la pesca
queda reservado a los españoles y previo acuerdo de los Gobiernos respectivos, a los
nacionales de aquellos países cuyos buques de pesca la hayan ejercido de manera
habitual.
En el apartado dos, afirma que los pescadores extranjeros no comprendidos en el
párrafo anterior no podrán dedicarse a la pesca en la zona económica salvo que así se
establezca en los tratados internacionales en los que España sea parte.
Artículo cuarto dice que en la zona económica será de aplicación lo dispuesto en la
Ley número 93/1962, sobre sanciones a las infracciones cometidas por embarcaciones
extranjeras en materia de pesca.
Artículo quinto apartado Uno concluye que ell establecimiento de la zona económica
no afecta a las libertades de navegación, sobrevuelo y tendido de cables submarinos.
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Dos. En el ejercicio del derecho de libre navegación, los buques de pesca extranjeros
deberán cumplir las disposiciones españolas destinadas a impedir que dichos buques
se dediquen a la pesca en la zona económica, incluidas las relativas al arrumaje de los
aparejos de pesca.
En cuanto a las disposiciones finales:
La aplicación de las disposiciones de la presente Ley se limitará a las costas
españolas del Océano Atlántico, incluido el Mar Cantábrico, peninsulares e insulares, y
se faculta al Gobierno par acordar su extensión a otras costas españolas.
Quedan modificadas, la Ley número 93/1962, sobre sanciones a las infracciones
cometidas por embarcaciones extranjeras en materia de pesca; la Ley número
20/1967, sobre extensión de las aguas jurisdiccionales españolas a efectos de pesca,
y cualesquiera otras disposiciones que se opongan a lo dispuesto en la presente Ley.
El Gobierno y los órganos de la Administración competentes dictarán las disposiciones
necesarias para la aplicación de la presente Ley.
ZONA ECONOMICA EXCLUSIVA. SE MIDE DESDE EL LIMITE INTERIOR, QUE ES
EL UNICO FIJO, PERO EMPIEZA DESDE EL LIMITE EXTERIOR.
ZEE. DERECHO DE EXPLOTACIÓN PREFERENTE. 200 MILLAS DESDE LA LINEA
DE BASE.
LOS DEMAS ESTADOS PUEDEN PASAR (LIBERTAD DE PASO. CONCEPTO DE
LIBERTAD VINCULADO CON EL ALTA MAR)
2.9 REAL DECRETO 236/2013, DE 15 DE ABRIL, POR EL QUE SE ESTABLECE LA
ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA DE ESPAÑA EN EL MEDITERRÁNEO
NOROCCIDENTAL
La Convención de Naciones Unidas de Derecho del Mar define la Zona Económica
Exclusiva, fija los derechos y deberes del Estado ribereño y de terceros Estados sobre
esta zona, y señala los criterios para su delimitación.
En sus artículos 55 y 57 establece que “la zona económica exclusiva es un área
situada más allá del mar territorial y adyacente éste que no se extenderá más allá de
200 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la
anchura del mar territorial.
En cuanto al supuesto de países con costas adyacentes o situadas frente a frente,
está regulado en su artículo 74.1.
En cuanto a los derechos del Estado ribereño, el artículo 58.1 de la Convención
establece lo siguiente: derechos de soberanía para exploración o explotación,
conservación y administración de recursos naturales, jurisdicción en en cuanto al
establecimiento y utilización de islas artificiales, instalaciones y estructuras…
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En el ejercicio de la facultad que confiere al Gobierno la Ley 15/1978, de 20 de
febrero, dado el ejercicio de los derechos soberanos del Estado ribereño, procede
establecer por España una ZEE propia en el Mediterráneo noroccidental, lo que no
obsta para su extensión en el futuro a otras costas españolas.
DISTANCIA DE 200 MILLAS EN LA ZONA DEL MEDITERRANEO SE PRECISA MÁS,
PORQUE HAY OTRO ESTADO CERCA. DETERMINCION MAS PRECISA EN
MANOS DEL GOBIERNO.
2.10 LEY 14,2014, DE 24 DE JULIO, DE NAVEGACIÓN MARÍTIMA
El Título I se refiere a la ordenación administrativa de la navegación. Dentro del
capítulo II, relativo al régimen de estancia en aguas interiores marítimas y en puerto, el
artículo 7, en primer lugar, regula la entrada en puerto, el artículo 8 el cierre de
puertos, el artículo 9 arribada forzosa, al artículo 10 régimen general de visita y de
estadía, artículo 11 polizones, artículo 12 jurisdicción sobre buques extranjeros,
artículo 13 buques de propulsión nuclear, artículo 14 buques que transporten
sustancias radioactivas, artículo 15 buques que transporten mercancías peligrosas.
En cuanto al capítulo III, titulado “del régimen general de la navegación marítima”, el
artículo 19 regula el régimen general de la navegación en los espacios marítimos
españoles, el artículo 20 excepciones al régimen general de la navegación en los
espacios marítimos españoles, el artículo 21 detención y fondeo, el artículo 22
exhibición del pabellón y submarinos, artículo 23 régimen especial de navegación por
la zona contigua, el artículo 24 navegación de buques pesqueros, el artículo 25
navegación de buques de investigación, artículo 26 cese de las actividades de
investigación y el artículo 35 medidas especiales a adoptar en la zona contigua.
2.11 ASUNTO RELATIVO A LA FRONTERA TERRESTRE Y MARÍTIMA ENTRE
CAMERÚN Y NIGERIA (CAMERÚN C. NIGERIA; GUINEA ECUATORIAL
INTERVINIENTE) SENTENCIA 10 DE OCTUBRE 2002.
Inicialmente la corte observa que las zonas marítimas sobre cuya delimitación ha de
pronunciarse en esta parte del fallo se encuentran más allá del límite exterior de los
respectivos mares territoriales de los 2 estados.
Además, la corte observa que las partes acordaron en sus actuaciones escritas que la
delimitación entre sus zonas marítimas debería efectuarse mediante una línea única.
En este caso, la corte tiene que determinar, a partir del punto g, una sola línea de
demarcación entre las zonas de jurisdicción que coinciden en el espacio limitado en
los que tienen competencia para pronunciarse.
Asimismo, destaca que, en varias ocasiones, ha dejado claro cuáles son los criterios,
los principios y las normas de delimitación aplicables cuando ha de determinarse una
línea que abarque varias zonas de jurisdicción coincidentes.
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Antes de trazar una línea de equidistancia y examinar si existen circunstancias
pertinentes que podrían hacer necesario reajustar la línea (CIRCUNSTANCIAS
ESPECIALES), la corte ha de definir las costas pertinentes por las partes por
referencia a las cuales se determinará la ubicación de los puntos de base. Una vez
que se establezcan esos puntos de base, será `posible entonces, fijar la línea de
equidistancia.
Además, la corte sostiene que la equidad no implica necesariamente igualdad y
durante un ejercicio de delimitación nunca se trata de rehacer completamente su
naturaleza.
La corte destaca que, en el caso presente, la isla de Bioko, está bajo la soberanía de
Guinea ecuatorial, estado que no es parte de estas actuaciones. En consecuencia, el
efecto de la isla de Bioko en la proyección hacia el mar de la costa camerunesa es una
cuestión entre Camerún y Nigeria.
Por último, Camerún hace valer la disparidad entre la longitud de su costa y la de
Nigeria en el golfo de guinea, circunstancias que justificaría el cambio de la línea de
delimitación hacia el noroeste.
En cuanto a Nigeria, considera que Camerún no respeta los criterios de
proporcionalidad de la longitud de la costa, hecho que les favorecería.
La corte llega a la conclusión de que no existen otros motivos para haber hecho
necesario un reajuste de la linea de equidistancia con el objeto de lograr un resultado
equitativo.
La corte observa que el punto G, que fue determinado por las dos partes en la
declaración de Marua, no se encuentra en la línea de equidistancia entre Camerún y
Nigeria, sino situado al este de esa línea.
Controversia entre Camerún y Nigeria, que quieren aclarar la delimitacion de las zonas
marítimas.
Están buscando una frontera, que es un concepto terrestre. El derecho del mar no
piensa en el concepto de frontera, si no en el concepto de estado.
Están de acuerdo hasta un punto, hasta el punto G.
Acuerdo sobre los principios con los que se va a establecer, pero no están de acuerdo
respecto por donde pasa.
Criterio de equidistancia. Necesitamos puntos de base, que son el punto este y el
punto oeste.
La línea se puede mover cuando haya una circunstancia especial.
No se estima la alegacion de camerun
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Isla de bioco. Isla que pertenece a guinea, no se valora aquí, si no en la delimitación
con guinea, se la llama como interviniente.
NIGERIA. Pozos petroliferos. Nigeria dio licencias petroleras, los demas no
protestaron, por tanto, puede ser que estén aceptando su posición. No se estimó porq
se consideró que tenía que haber consentimiento expreso.
2.12 ASUNTO RELATIVO A LA CONTROVERSIA TERRITORIAL ENTRE
(NICARAGUA C. HONDURAS). SENTENCIA DE 8 DE OCTUBRE DE 2007.
En este asunto la Corte Internacional de Justicia (CIJ) intenta poner solución sobre el
litigio territorial y marítimo entre Nicaragua y Honduras en el mar Caribe. El litigio tenía
que ver con la soberanía sobre cuatro cayos o islas; así como con la delimitación
marítima. Y en cuanto a ésta, debía considerarse de manera tridimensional,
involucrando la delimitación de los respectivos mares territoriales entre ambos
Estados, las correspondientes porciones de la plataforma continental y las zonas
económicas exclusivas. Nicaragua propugnaba la inexistencia de una frontera
marítima, proponiendo como método de delimitación la bisectriz calculada a partir de
un ángulo determinado, además de proponer como punto de inicio de la frontera
marítima un punto situado a tres millas de la desembocadura del río Coco (cogen unos
puntos de referencia y trazan una línea equidistante) y por lo cual Honduras, sin
discrepar con la distancia de tres millas, insistía en que el punto de inicio de la frontera
marítima debía encontrarse sobre el paralelo de 15º de latitud norte y seguir a lo largo
de éste. (lo razona a través del uti possidetis, pero esto no se puede justificar)
Por otro lado, la Corte prestó atención a la manera en cómo esas formaciones
marítimas podían influenciar el trazado de la línea de frontera, privilegiando al final la
bisectriz, luego de demostrar la imposibilidad de construir una línea de equidistancia.
(porque no hay puntos de referencia, porque el rio Coco es muy inestable y es difícil
establecer puntos de referencia)
Finalmente, aun cuando Nicaragua no era Parte Contratante de la Convención de
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) al momento de presentar su
demanda, ambas Partes reconocían que los artículos pertinentes de la Convemar eran
aplicables a su pedido de que la Corte trace una frontera marítima única que delimite
su mar territorial, su zona económica exclusiva y su plataforma continental,
respectivos.
BISECTRIZ Y DONDE SE ADJUDICAN SEGÚN EFECTIVIDADES (HONDURAS
MANDABA EN LAS ISLAS HISTORICAMENTE EN LA PRACTICA) LAS ISLAS:
RESULTADO FINAL
2.13 ASUNTO RELATIVO A LA DELIMITACIÓN MARÍTIMA EN EL MAR NEGRO
(RUMANIA C. UCRANIA). SENTENCIA 3 DE FEBRERO DE 2009.
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En esta sentencia, la Corte resolvió por unanimidad que la línea de frontera marítima
única que delimita la frontera continental y las zonas económicas exclusivas de
Rumania y Ucrania en el Mar Negro, sigue el arco de 12 millas marinas del mar
territorial de Ucrania, alrededor de las islas Serpientes, hasta el arco que tiene su
intersección con la línea de las costas adyacentes de los dos países.
De esta forma reconoció la jurisdicción y derechos soberanos sobre Rumania, cerca
del 80% de una zona de 12 mil metros cuadrados. Rumania pidió el establecimiento de
la frontera en determinados puntos, rodeando la isla de las Serpientes y basándose en
el principio de equidistancia, en cambio Ucrania solicitó que se delimitara a través de
una línea recta. Finalmente, a partir de estos criterios la Corte estableció los criterios
de forma precisa y expresa.
2.14 ASUNTO DE LA CONTROVERSIA MARITIMA PERU C. CHILE. SENTENCIA 27
DE ENERO 2004.
La controversia de delimitación marítima entre Chile y Perú fue un diferendo planteado
por la República del Perú a la República de Chile sobre la soberanía de una zona
marítima de aproximadamente 37 000 m² en el océano Pacífico. Perú sostuvo que la
delimitación del límite marítimo entre ambos países estaba aún sin determinar, pues
no habrían firmado un tratado específico de límites marítimos, mientras que Chile
sostuvo que no había temas limítrofes pendientes entre ambos.
La Corte Internacional de Justicia dio a conocer la sentencia que resolvió este caso,
por la cual se decidió que el punto de inicio del límite marítimo entre el Perú y Chile es
la intersección del paralelo que cruza el Hito n.º 1 con la línea de bajamar, y que la
frontera marítima sigue el paralelo que pasa sobre el Hito n.º 1 hasta un punto situado
80 millas marinas de distancia, luego continúa en dirección sudoeste sobre una línea
equidistante desde las costas de ambos países hasta su intersección con el límite de
las 200 millas marinas medidas desde las líneas de base de Chile y, posteriormente,
continúa hacia el sur hasta el punto de intersección con el límite de las 200 millas
marinas medidas desde las líneas de base de ambos países. En consecuencia,
adjudicó al Perú un área marítima de algo más de 50 000 km² —22 000 km²
considerados por Chile como parte de su zona económica exclusiva.
2.15. TIDM ASUNTO SAIGA (SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS C. GUINEA).
SENTENCIA DE 1 DE JULIO DE 1999
153. San Vicente y las Granadinas reclaman que Guinea usó una fuerza excesiva y no
razonable en la detención y arresto del Saiga que era un carguero desarmado casi
completamente repleto de gasoil, con una velocidad máxima de 10 nudos. También se
hace notar que las autoridades de Guinea dispararon el barco con munición real.
154. Guinea niega que la fuerza utilizada en el abordaje fuera excesiva o no
razonable. Mantiene que no tuvieron más alternativa que utilizar armas de fuego
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porque el Saiga se negó a detenerse después de repetidos mensajes. Asimismo
mantiene que las armas de fuego se utilizaron como último recurso Atribuye la culpa
del daño resultante del uso de la fuerza al Capitán y la tripulación del buque.
155. El derecho internacional, requiere que el uso de la fuerza sea evitado en lo
posible y, cuando la fuerza sea inevitable, ésta no debe sobrepasar lo razonable y
necesario dadas las circunstancias.
156. La práctica normal en la detención de un buque en el mar es la de, primeramente,
enviar una señal visual o sonora de detención, utilizando los signos reconocidos
internacionalmente. Sólo después de que hayan fallado las medidas apropiadas el
buque perseguidor puede, como última medida, usar la fuerza. El barco debe ser
advertido apropiadamente y deben realizarse todos los esfuerzos para evitar que la
vida se ponga en peligro. Todo esto ha sido reafirmado por el Acuerdo para la
aplicación de las disposiciones de la Convención de Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar de 10 de diciembre de 1982.
157. El Tribunal hace notar que el Saiga estaba casi completamente cargado y se
situaba en aguas bajas en el momento que fue alcanzado por el buque patrullero. Su
velocidad máxima era de 10 nudos y pudo ser abordado sin mucha dificultad por los
oficiales guineanos. Y establece que no hay excusa para el hecho de que los oficiales
dispararan al mismo barco con munición real desde un buque patrullero rápido sin
realizar ninguna de las señales o advertencias requeridos por el derecho y la práctica
internacionales.
158. Los oficiales guineanos también utilizaron excesiva fuerza a bordo del Saiga. Al
hacer uso de las armas, se causó un daño considerable al buque y al equipo básico
del cuarto de máquinas y de la radio. Y, más seriamente, el uso indiscriminado del
fuego causó daños severos a dos de las personas a bordo.
159. El Tribunal concluye que Guinea usó excesiva fuerza y expuso la vida humana
antes y después del abordaje del Saiga, y por ello violó los derechos de San Vicente y
las Granadinas según el derecho internacional.
PROBABLEMENTE EN TERRITORIO DE GUINEA Y EN EL MAR TERRITORIAL.
PUEDE UTILIZAR LA FUERZA, PERO TIENE QUE SER DE FORMA
PROPORCIONAL. EN EL CASO PARECE QUE FUE DESPROPORCIONADO.
Está legitimado para reclamar el ESTADO, no el armador, no un particular.
PROTECCION DIPLOMATICA.
Pabellones de conveniencia. (pocos impuestos, pocas inspecciones y no preguntan)
2.16 TIDM ASUNTO DE LAS CONTROVERSIAS RELATIVA A LA DELIMITACION
DE LA FRONTERA MARÍTIMA ENTRE BANGLADESH Y MYANMAR EN EL GOLFO
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DE BENGALA (BANGLADESH/MYANMAR) SENTENCIA DEL 14 DE MARZO DE
2012.
Le corresponde al tribunal examinar cómo se debe interpretar la expresión
“prolongación natural” debido al desacuerdo entre Bangladesh y Myanmar, tal y como
se contempla en el artículo 76 apartado 1 de la convención.
En primer lugar, el tribunal sostiene que, si tal expresión ha sido introducida por
primera vez por la corte internacional de justicia en los asuntos de la plataforma
continental del mar del norte, esta noción no ha sido definida nunca.
Por otra parte, el tribunal sostiene que, si tal expresión ha sido empleada para
respaldar la tendencia a favor de la extensión de la jurisdicción nacional sobre el
margen continental, por tanto, las nociones de prolongación natural y margen
continental se refieren a la misma zona.
El articulo 76 define el limite exterior de la plataforma continental, mas allá de la cual
se encuentra la zona.
La comisión ha sido creada especialmente para examinar los datos y otras
informaciones presentadas por los estados costeros relativos al límite exterior de la
plataforma continental y presentarle recomendaciones conforme al artículo 76.
El tribunal estima que la referencia a la prolongación natural que figura en el artículo
76, apartado 1 de la convención, debe ser entendida teniendo en cuenta las
disposiciones posteriores de dicho artículo que definen la plataforma continental y el
margen continental.
TDM (TRIBUNAL INTERNACIONAL DEL DERECHO DEL MAR)
2.17 SENTENCIA AN (SALA PENAL SECCIÓN 3) DE 2 DE FEBRERO DE 2015
Con unas u otras modalidades ha permanecido durante toda la historia de la
navegación; primero en los buques marítimos, y posteriormente también en las
aeronaves; y se irá adaptando a las nuevas formas de comunicación del siglo XXI.
El fundamento de su represión radica en garantizar la libertad de circulación de
mercancías y personas en los mares, y posteriormente también en el espacio aéreo,
que se encuentran fuera de la jurisdicción de los Estados.
Se hace referencia a ella enartículo 15 de la Convención sobre Alta Mar (de 29 de abril
de 1958 denominada Convención de Ginebra) y artículo 101 de la Convención sobre el
Derecho del Mar.
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Mar territorial
CAPITULO VI. TEXTOS 1.1-1.15
TEXTO 1.2
La Asamblea General, reafirmando los propósitos y principios de la Carta de las
Naciones Unidas, en particular los de fomentar entre las naciones relaciones de
amistad basadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y al de libre
determinación de los pueblos y realizar la cooperación internacional en la solución de
problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en
el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales.
La Declaración Universal de Derechos Humanos y la Declaración y el Programa de
Acción de Viena, y recordando el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales decide
establecer el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, en sustitución de
la Comisión de Derechos Humanos, como órgano subsidiario de la Asamblea General.
Decide que el Consejo será responsable de promover el respeto universal por la
protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales. El Consejo
deberá ocuparse de las situaciones en que se violen los derechos humanos, incluidas
las violaciones graves y sistemáticas, y hacer recomendaciones al respecto. También
deberá promover la coordinación eficaz y la incorporación de los derechos humanos
en la actividad general del sistema de las Naciones Unidas. Decide además que la
labor del Consejo estará guiada por los principios de universalidad, imparcialidad,
objetividad y no selectividad.
Servirá de foro para el diálogo de cuestiones temáticas relativas a todos los derechos
humanos. Formulará recomendaciones a la Asamblea General para seguir
desarrollando el derecho internacional en la esfera de los derechos humanos.
Decide que el Consejo estará integrado por cuarenta y siete Estados Miembros que
serán elegidos de forma directa e individual en votación secreta por la mayoría de los
miembros de la Asamblea General; así como por ejemplo que la participación en el
Congreso estará abierta a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas; al
elegir a los miembros del Consejo, los Estados Miembros deberán tener en cuenta la
contribución de los candidatos a la promoción y protección de los derechos humanos y
las promesas y compromisos voluntarios que hayan hecho al respecto. Decide
también que las elecciones de los primeros miembros del consejo tendrán lugar el 9 de
mayo de 2006 y que la primera sesión del Consejo se celebrará el 19 de junio de
2006.
Reconocimiento de los ddhh en la carta. Se efectúan a través de órganos (CONSEJO)
y legislación (pactos de 1966 y declaracion universal de derechos humanos)
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TEXTO 1.3
Construcción Institucional del Consejo de Derechos Humanos.
El examen se basará en lo siguiente:
La Carta de las NNUU
La Declaración Universal de Derechos Humanos
Los instrumentos de derechos humanos en que es Parte un Estado
Las promesas y compromisos que hayan asumido voluntariamente los Estados,
incluidos aquellos contraídos al presentar sus candidaturas para el Consejo de
Derechos Humanos.
Asimismo, el examen periódico universal debería:
Promover la universalidad, interdependencia, indivisibilidad y la interrelación de todos
los derechos humanos.
Ser un mecanismo cooperativo basado en información objetiva y fidedigna y en un
diálogo interactivo.
Asegurar una cobertura universal y la igualdad de trato de todos los Estados, así
como, no disminuir la capacidad del Consejo para responder a las situaciones
urgentes en materia de derechos humanos e integrar plenamente una perspectiva de
género.
Los objetivos del examen serán:
El mejoramiento de la situación de los derechos humanos en el terreno
El cumplimiento de las obligaciones y los compromisos del Estado en materia de
derechos humanos y la evaluación de los avances y los retos a los que se enfrenta.
En cuanto a la periodicidad el examen comenzará tras la aprobación por el Consejo
del mecanismo de examen periódico universal. El orden del examen debería
establecerse lo antes posible a fin de que los Estados puedan prepararse
adecuadamente.
Asimismo, el examen se efectuará en un grupo de trabajo encabezado por el
Presidente del Consejo e integrado por los 47 Estados miembros del Consejo. Cada
Estado miembro determinará la composición de su delegación. Los Estados
observadores podrán participar en el examen, incluido el diálogo interactivo.
El resultado del examen se presentará en un informe que consistirá en un resumen
de las actuaciones del proceso de examen, las conclusiones y/o
recomendaciones, y los compromisos voluntarios del Estado examinado.
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El resultado del examen periódico universal, que ha de ser un mecanismo cooperativo,
debería ser aplicado principalmente por el Estado examinado y, según corresponda,
por otros actores interesados pertinentes. El examen siguiente debería centrarse,
entre otras cosas, en la aplicación del resultado del examen precedente. En la agenda
del Consejo debería figurar como tema permanente el examen periódico universal.
Se está estableciendo un procedimiento de denuncia para abordar los cuadros
persistentes de violaciones manifiestas y fehacientemente probadas de todos los
derechos humanos y de todas las libertades fundamentales que se produzcan en
cualquier parte del mundo y en cualquier circunstancia.
El procedimiento de denuncia garantizará que tanto el denunciante como el Estado
interesado sean informados de las actuaciones en las etapas clave siguientes:
- Cuando una comunicación sea considerada inadmisible por el Grupo de Trabajo
sobre las Comunicaciones o cuando pase al examen del Grupo de Trabajo sobre las
Situaciones; o cuando uno de los Grupos de Trabajo o el Consejo decida mantener
pendiente la comunicación;
- - Cuando se adopte el resultado final.
Mecanismo de naciones unidas. Más sutil que lo que puede realizar el TEDH
TEXTO 1.4
El Comité de Derechos Humanos, creado en virtud del artículo 28 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, reunido el 20 de julio de 2000, aprueba
lo siguiente:
Cesáreo Gómez, ciudadano español nacido en Murcia, vive escondido en alguna parte
de España. La reclamación del autor se refiere fundamentalmente al derecho a recurrir
de manera efectiva contra el fallo condenatorio y la pena impuesta. Alega que la Ley
de Enjuiciamiento Criminal española viola el párrafo 5 del artículo 14 y el artículo 26
del Pacto porque los casos de las personas acusadas de los delitos más graves están
a cargo de un solo magistrado, quien lo traslada a la Audiencia Provincial en la que
tres magistrados presiden el juicio y dictan sentencia.
En cuanto a si el autor ha sido objeto de una violación del párrafo 5 del artículo 14 del
Pacto, el Comité toma nota de la alegación del Estado Parte de que el Pacto no exige
que el recurso de revisión se llame de apelación. No obstante, el Comité pone de
manifiesto que al margen de la nomenclatura dada al recurso en cuestión éste ha de
cumplir con los elementos que exige el Pacto. No se refuta la denuncia del autor de
que su fallo condenatorio y la pena que le fue impuesta no fueran revisados
íntegramente. No cumple con las garantías que exige el párrafo 5, artículo 14, del
Pacto.
Por lo tanto, al autor le fue denegado el derecho a la revisión del fallo condenatorio y
de la pena, en violación del párrafo 5 del artículo 14 del Pacto.
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DENTRO DEL AMBITO DE NACIONES UNIDAS. PRESENTACIÓN DE LA
RECLAMACION POR UN PARTICULAR (NOVEDAD)
CONSECUENCIA FINAL: DICTAMEN. NO VINCULA AL TRIBUNAL. (PROTECCION
SUAVE)
1 fase: juez de instrucción (valorar si en su opinión es constitutivo de delito o no)
2 fase: si decide que si es constitutivo. ENJUICIAMIENTO
RECURSO DE CASACION vs RECURSO DE APELACION
En la casación se controla la aplicación correcta de la ley (interpretacion juridica, la
hace el tribunal supremo)
Apelación, se valoran los hechos, las pruebas que valora el tribunal. Puede entrar a
valorar las pruebas. (sala de lo penal)
1.5 SENTENCIA TS (SALA DE LO PENAL), NÚM. 1074/205, DE 27 DE
SEPTIEMBRE DE 2005
Se pide que se consideren infringidos el derecho a la tutela judicial efectiva y el
derecho a un proceso con todas las garantías, según lo establecido en el artículo 14.5
del Pacto internacional de derechos civiles y políticos, por no dejar a los acusados
recurrir de manera efectiva el fallo condenatorio y la pena, lo que constituye una
violación del derecho de revisión de sentencia.
Sin embargo, este motivo debe desestimarse porque a pesar de la existencia de los
derechos recogidos en el artículo 14.5 del Pacto, esta resolución se refiere a un caso
específico, no generalizable, y lo cierto es que en la escueta fundamentación de fondo
de la resolución dictada no se entró realmente a valorar las características actuales del
recurso de casación penal español tal y como funciona en la realidad jurisdiccional.
Ha de tenerse en cuenta que el referido Dictamen del Comité se limita a señalar que
«de la información y los documentos presentados por el Estado Parte no se refuta la
denuncia del autor de que su fallo condenatorio y la pena que le fue impuesta no
fueran revisadas íntegramente». Además, según el Comité, «el Estado Parte
aduce...que el recurso de casación español satisface plenamente las exigencias de la
segunda instancia, aunque no permita revisar las pruebas salvo en casos extremos
que la propia Ley señala».
Ello nos permite deducir que la información proporcionada al Comité sobre nuestro
recurso de casación penal se limitaba a explicitar las limitadas posibilidades de
revisión fáctica reconocidas en la Ley pero no las posibilidades de revisión fáctica
mucho más amplias abiertas por la Constitución, la jurisprudencia constitucional y la
práctica jurisdiccional efectiva del actual recurso de casación.
Igualmente, el Tribunal Constitucional ha venido declarando desde la STC 60/1985
que el recurso de casación cumple con la exigencia del art. 14.5 Pacto y ha
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establecido que esta norma del Pacto no da derecho a recursos que no se encuentren
reconocidos en nuestra legislación.
Ahora bien, dada la diversidad de sistemas procesales que funcionan en el ámbito
territorial del Pacto, la posibilidad del acceso a la doble instancia viene determinada
por las características de las Leyes de cada país y aunque esa revisión deba tener el
máximo alcance, no se puede excluir la posibilidad de que existan otras vías de
impugnación de sentencias condenatorias, siempre que se haga a través de un
Tribunal Superior que tenga la posibilidad de anular las resoluciones del inferior.
Ciertamente existen tratados internacionales firmados por España en los que se ha
hecho expresa referencia a la doble instancia en el proceso penal. No se impone
necesariamente la doble instancia sino simplemente la necesidad de que el fallo
condenatorio y la pena sean revisados por otro Tribunal.
Pues bien, el texto del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, no requiere
un nuevo juicio con repetición de la prueba, satisfaciéndose la exigencia de que el fallo
condenatorio y la pena sean sometidos a un Tribunal superior con la mera revisión del
juicio de inferencias realizado por el Tribunal de instancia.
Es cierto que ambos pactos remiten este derecho a la doble instancia a lo que se
prescriba por la Ley de cada Estado y ello nos lleva a examinar si en la legislación
procesal española se cumple el mandato, con el alcance que acabamos de expresar,
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El Tribunal Supremo, ha ido elaborando una doctrina que viene ensanchando su
conocimiento a la revisión de cómo se ha hecho la valoración de la prueba por el
Tribunal de instancia.
El recurso de casación penal en el modo en que es aplicado actualmente, cumple con
lo previsto en el citado art. Y ello es así porque en este recurso cabe examinar la
prueba practicada en la instancia y la aplicación que de ella se hizo por el órgano
judicial competente, con suficiente amplitud como para satisfacer ese derecho que
tiene toda persona declarada culpable de un delito a que su condena «sea sometida a
un tribunal superior conforme a lo prescrito en la Ley».
Lo que dice el comité no es vinculante, y no se comparte la misma opinión.
El TS entiende que se está cumpliendo el pacto. Nuevas posibilidades de la CE.
La abogacía del estado “metió la pata”
1.6 LEY 41/2015, DE 5 DE OCTUBRE, DE MODIFICACIÓN DE LA LEY DE
ENJUICIAMIENTO CRIMINAL PARA LA AGILIZACIÓN DE LA JUSTICIA PENAL Y
EL FORTALECIMIENTO DE LAS GARANTÍAS PROCESALES
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Lo que dijo naciones unidas tuvo eficacia y se incluyó el recurso de apelación en la
modificación de la ley de enjuiciamiento criminal.
Los procedimientos de las NNUU es eficaz, pero de forma diferente.
PREAMBULO
Pese a que la Ley Orgánica del Poder Judicial establece las oportunas previsiones
orgánicas para la generalización de la segunda instancia en el proceso penal, en
desarrollo del derecho reconocido por el artículo 14.5 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, conforme al cual todo condenado por delito podrá
someter a revisión la causa ante un tribunal superior, la ausencia de regulación
procesal del recurso de apelación contra las sentencias dictadas por las Audiencias
Provinciales y por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, previa celebración de
juicio ante dichos órganos judiciales, mantiene una situación insatisfactoria que, al
tener que compensarse con una mayor flexibilidad en el entendimiento de los motivos
del recurso de casación, desvirtúa la función del Tribunal Supremo como máximo
intérprete de la ley penal.
Por ello, se procede a generalizar la segunda instancia, estableciendo la misma
regulación actualmente prevista para la apelación de las sentencias dictadas por los
juzgados de lo penal en el proceso abreviado, aunque adaptándola a las exigencias
tanto constitucionales como europeas. Se ha considerado oportuno completar la
regulación del recurso de apelación con nuevas previsiones legales relativas al error
en la valoración de la prueba como fundamento del recurso y al contenido de la
sentencia que el órgano podrá dictar en tales circunstancias, cuyo fin último es ajustar
la reglamentación de esta materia a la doctrina constitucional y, en particular, a las
exigencias que emanan del principio recogido en el artículo 14.5 del pacto.
(cómo queda redactada la ley de enjuiciamiento criminal posteriormente)
La Ley de Enjuiciamiento Criminal se modifica en los siguientes términos:
[...]
Doce. Se modifica el artículo 847, que queda redactado del siguiente modo:
«1. Procede recurso de casación:
a) Por infracción de ley y por quebrantamiento de forma contra:
1.º Las sentencias dictadas en única instancia o en apelación por la Sala de lo Civil y
Penal de los Tribunales Superiores de Justicia.
2.º Las sentencias dictadas por la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional.
b) Por infracción de ley del motivo previsto en el número 1.º del artículo 849 contra las
sentencias dictadas en apelación por las Audiencias Provinciales y la Sala de lo Penal
de la Audiencia Nacional.
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2. Quedan exceptuadas aquellas que se limiten a declarar la nulidad de las sentencias
recaídas en primera instancia.»
Trece. Se modifica el artículo 848, que quedará redactado del siguiente modo:
«Podrán ser recurridos en casación, únicamente por infracción de ley, los autos para
los que la ley autorice dicho recurso de modo expreso y los autos definitivos dictados
en primera instancia y en apelación por las
Audiencias Provinciales o por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional cuando
supongan la finalización del proceso por falta de jurisdicción o sobreseimiento libre y la
causa se haya dirigido contra el encausado mediante una resolución judicial que
suponga una imputación fundada.»
Catorce. Se adiciona un párrafo segundo en el artículo 889, que queda redactado en
los siguientes términos:
«Artículo 889. Para denegar la admisión del recurso será necesario que el acuerdo se
adopte por unanimidad. La inadmisión a trámite del recurso de casación en el
supuesto previsto en el artículo 847.1.b) podrá acordarse por providencia
sucintamente motivada siempre que haya unanimidad por carencia de interés
casacional.»
1.7 TEDH ASUNTO LOIZIDOU C. TURQUÍA, EXCEPCIONES PRELIMINARES.
SENTENCIA DE 23 DE MARZO DE 1995
El Tribunal considera que los artículos 25 y 46 son disposiciones esenciales para la
eficacia del sistema del Convenio, dado que delimitan la responsabilidad de asegurar
el respeto de las obligaciones a la Comisión Europea de Derechos Humanos y del
Tribunal.
A diferencia de los tratados internacionales tradicionales, el Convenio va más allá de la
mera reciprocidad entre Estados contratantes. En lugar de una serie de compromisos
bilaterales, crea obligaciones objetivas que, según su preámbulo, generan una
"garantía colectiva."
En consecuencia, incluso aunque se probara cierto que cualquier restricción de la
competencia del Tribuna se consideraba admisibles en la época en que una minoría
de las Partes actuales del Convenio lo había ratificado; esta verificación no sería
determinante.
Como sostiene el Gobierno demandado, si estas disposiciones permitieran
restricciones territoriales, o sobre el contenido, de la aceptación de la competencia del
Tribunal, las Partes contratantes serían libres de adoptar diferentes regímenes para la
ejecución de las obligaciones convencionales, según el alcance de las obligaciones
que hubieran aceptado.
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Esto debilitaría gravemente el papel de la Comisión y del Tribunal e, igualmente la
eficacia del Convenio como instrumento constituyente de un orden público europeo.
Convenio aplicado en su territorio, pero no en el otro lugar. (argumento de Turquía)
Diferencia más importante en el procedimiento: se protegen los derechos de diferente
manera. A través de SENTENCIAS (tedh) DE OBLIGATORIO CUMPLIMIENTO.
Este tipo de protección es muy amplio, por motivos históricos, sobre todo. Tribunal
(jueces independientes y todas las garantías procesales) fueron los requisitos para
que los estados aceptaran su aplicación.
1.8 TEDH ASUNTO BANKOVIC Y OTROS C. BÉLGICA, REPÚBLICA CHECA,
DINAMARCA, ESPAÑA, FRANCIA, ALEMANIA, GRECIA, HUNGRÍA, ISLANDIA,
ITALIA, PAÍSES BAJOS, NORUEGA, POLONIA, PORTUGAL, TURQUÍA Y REINO
UNIDO. DECISIÓN SOBRE LA ADMISIBILIDAD (GRAN SALA), DE 12 DE
DICIEMBRE DE 2001
En esta decisión del TEDH se pretende establecer si los demandantes y sus familiares
fallecidos se encontraban “bajo la jurisdicción” de los estados demandados.
Primeramente, hay que determinar el significado que debe atribuirse a los términos
«bajo su jurisdicción». Es cierto que el Derecho internacional no excluye el ejercicio
extraterritorial de su jurisdicción, fundado normalmente sobre elementos definidos y
limitados por los derechos territoriales soberanos de los otros Estados interesados.
La Corte estima una confirmación clara de esta concepción de la jurisdicción de los
Estados como esencialmente territorial.
En los trabajos preparatorios del Convenio se puede observar cómo el Comité de
expertos intergubernamentales reemplazó los términos «residentes en el territorio» por
aquellos otros «bajo su jurisdicción», con el fin de aplicar el Convenio a las personas
que, sin ser residentes en un Estado, en el sentido jurídico del término, se encontrasen
en el territorio del mismo.
Ésta lo ha aplicado también cuando se trata de interpretar los antiguos artículos 25 y
46 del Convenio, relativos a la aceptación de la competencia de los órganos del
Convenio por un Estado.
Ciertamente, los demandantes admiten que semejante «jurisdicción» y la
responsabilidad a la luz del Convenio, que se darían para el Estado en cuestión, se
limitarían a las circunstancias que hubieran rodeado la comisión del acto y a las
consecuencias de éste. En segundo lugar, a título subsidiario, los demandantes
sostienen que el alcance limitado al espacio aéreo del control ejercido por los Estados
partes no les excluiría de la obligación positiva de proteger a los demandantes, sino
que delimitaría su extensión.
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La Corte considera que este argumento es esencialmente el mismo que el avanzado a
título principal y rechazado por las mismas razones. Considera que es un argumento
poco convincente, teniendo en cuenta las diferencias fundamentales ya expuestas
entre el asunto Soering y el presente.
Por otro lado, con carácter más general, los demandantes sostienen que una decisión
que niegue la jurisdicción de los Estados demandados sería contraria a la misión de
orden público dispuesta por el Convenio, y que dejaría una laguna lamentable en el
sistema de protección de los derechos humanos instituido por el Convenio.
En consecuencia, considera que los demandantes no han demostrado que ellos
mismos y sus familiares fallecidos "dependieran de la jurisdicción" de los Estados
demandados como consecuencia del acto extraterritorial en cuestión.
No había un control de la situación por lo que se entiende que no estaban bajo su
jurisdicción y por ello, no estaban obligados a garantizarles el cumplimiento de los
derechos humanos.
1.9 TEDH ASUNTO AL-SKEINI C. REINO UNIDO. SENTENCIA (GRAN SALA) DE 7
DE JULIO DE 2011
Tal y como dispone el artículo 1 del Convenio, el compromiso asumido por un Estado
parte se limita al “reconocimiento” de los derechos y libertades que aparecen
recogidas en el convenio para las personas que estén bajo su jurisdicción.
El Tribunal ha reconocido en su jurisprudencia que, como excepción al principio de
territorialidad, la jurisdicción de un Estado de conformidad con el artículo 1 puede
extenderse a actos de sus autoridades que se producen más allá de sus fronteras.
En segundo lugar, el Tribunal ha reconocido el ejercicio de jurisdicción extraterritorial
por un Estado contratante cuando, mediante consentimiento, invitación o aquiescencia
del gobierno de un territorio concreto, el Estado ejerza el poder público o parte del
mismo con regularidad allí donde debiera hacerlo ese gobierno. Por tanto, cuando, de
conformidad con la costumbre internacional, un tratado u otro acuerdo, las autoridades
de un Estado parte desempeñen funciones ejecutivas o judiciales en el territorio de
otro Estado, el Estado parte será responsable por las violaciones del Convenio en las
que allí incurra, siempre que los actos en cuestión le sean atribuibles a él y no al
Estado territorial.
Además, la jurisprudencia del Tribunal demuestra que, en ciertas circunstancias, el uso
de la fuerza por los agentes de un Estado que actúan más allá de su territorio puede
poner a la persona así sometida bajo la jurisdicción del Estado en el sentido del
artículo 1 del Convenio. Lo que es decisivo en tales casos es el ejercicio de poder
físico y control sobre la persona afectada.
Cuando quiera que un Estado ejerza a través de sus agentes, control y autoridad
sobre una persona, y por tanto jurisdicción, el Estado está obligado por el artículo 1 a
garantizar a dicho individuo los derechos conferidos por la Sección I del Convenio que
sean relevantes en su situación. La obligación de reconocer, en esa Área, los derecho
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y libertades contenidos en el Convenio, deriva de tal control, siempre que sea ejercido
directamente por las fuerzas armadas del Estado parte, o que corresponda a una
administración local subordinada.
Cuando dicha dominación sobre el territorio se ha probado de hecho, no es necesario
determinar si el Estado parte ejerce un control al milímetro sobre las actuaciones y
políticas de la administración local subordinada.
Para determinar si existe ese control efectivo, el Tribunal tendrá en cuenta la magnitud
de la presencia militar del Estado en el área. Otros indicadores pueden tener
relevancia, como el punto hasta el cual el apoyo militar, económico o político proveen a
la administración local con influencia y control efectivo sobre la región.
Puede verse, por tanto, que a continuación de la expulsión del poder del régimen y
hasta la llegada del Gobierno provisional, el Reino Unido asumió en Irak el ejercicio de
parte de los poderes públicos que en condiciones normales corresponden a la
autoridad soberana. En concreto, el Reino Unido asumió autoridad y responsabilidad
por el mantenimiento de la seguridad en el Sudeste de Irak.
En estas circunstancias excepcionales, el Tribunal considera que el Reino Unido,
mediante sus soldados, se involucró en operaciones de seguridad en Basora durante
el período en cuestión, ejerció control y autoridad sobre las personas que fallecieron
en el curso de estas operaciones de seguridad hasta el punto de establecer un vínculo
jurisdiccional entre los afectados y el Reino Unido a los efectos del artículo 1 del
Convenio.
La jurisdicción normalmente es el territorio (no es un territorio de RU) pero tiene el
control, por lo que también es aplicable el convenio.
1.10 TEDH ASUNTO HERRI BATASUNA C. REINO DE ESPAÑA. SENTENCIA DE 30
DE JUNIO DE 2009
Fundamentos jurídicos
El tribunal establece que debe basarse en el artículo 11 ya que la protección de las
opiniones y de la libertad de expresarlas constituye uno de los objetivos del derecho
de reunión y asociación que se establecen en el artículo 11.
Aún más si cabe en el caso de los partidos políticos, a la vista de su papel esencial
para mantener el pluralismo y el buen funcionamiento de la democracia.
Cuando ejerce su control sobre esta materia, el Tribunal no debe tomar el papel de las
jurisdicciones internas competentes, sino verificar, desde la óptica del artículo 11, las
decisiones que los tribunales internos han tomado en virtud de su poder de decisión.
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De esto no se deriva que el Tribunal deba limitarse únicamente a determinar si el
Estado demandado utilizó este poder de buena fe o de manera razonable. Debe
considerarse desde el origen del litigio, tomando en consideración todo el asunto, para
determinar si dicha decisión estatal ha sido «proporcional al fin legítimo perseguido» y
si los motivos invocados por las autoridades nacionales para justificarla parecen
«pertinentes y suficientes».
Actuando de esta forma, el Tribunal debe alcanzar la convicción de que las
autoridades nacionales han aplicado normas conformes a los principios consagrados
por el artículo 11 y ello, obviamente, sobre la base de una apreciación de los hechos
pertinentes.
Conforme a un principio bien establecido en la jurisprudencia de la Corte, no hay
democracia sin pluralismo. En efecto, una de las principales características de la
democracia reside en la posibilidad que ofrece de debatir, mediante el diálogo, sin
recurrir a la violencia sobre cualquier cuestión suscitada por las diferentes corrientes
de opinión política, tanto si producen agitación como si no.
En tanto que las actividades participen de un ejercicio colectivo de la libertad de
expresión, los partidos políticos pueden pretender que se les aplique la protección que
les dispensan los artículos 10 y 11 del Convenio.
También se pueden tener en cuenta la Resolución 1308 de la Asamblea Parlamentaria
del Consejo de Europa, relativa a las restricciones concernientes a los partidos
políticos en los Estados miembros del Consejo de Europa, así como el Convenio del
Consejo de Europa para la prevención del terrorismo, que entró en vigor el 1 de junio
de 2007, firmado y ratificado por España.
En esta óptica, el artículo 10 del mismo reconoce la responsabilidad de las personas
morales que participan en los ilícitos terroristas que figuran en el Convenio y cuya
cooperación a la comisión es penada, también, en el artículo 9.
Por consiguiente, el Tribunal comparte los argumentos del Tribunal Supremo y del
Tribunal Constitucional y considera que los actos y discursos, imputables a los partidos
políticos demandantes, constituyen en su conjunto y dan una imagen neta de un
modelo de sociedad concebido en contradicción con el concepto de «sociedad
democrática»
Por lo tanto, la sanción impuesta a los demandantes por el Tribunal Supremo y
confirmada por el Tribunal Constitucional, incluso a la vista del margen de apreciación
reducido de que disponen los Estados, puede considerarse que responde
razonablemente a una «necesidad social imperiosa». A la vista de todo lo anterior, el
Tribunal concluye que no ha habido violación del artículo 11 del Convenio.
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1.11. TEDH. ASUNTO DEL RÍO PRADA C. ESPAÑA. SENTENCIA (GRAN SALA) DE
21 DE OCTUBRE DE 2013
PROCEDIMIENTO
Invocando el artículo 7, se quejaba, además, de la aplicación, a su parecer retroactiva,
de un cambio de jurisprudencia del Tribunal Supremo producido después de su
condena, lo que implicó una prolongación de casi nueve años de su pena de privación
de libertad. El 19 de noviembre de 2009, el Presidente de la Sección Tercera decidió
comunicar la demanda al Gobierno. El día 4 de octubre de 2012, el TEDH recibió por
parte del Gobierno una petición de remisión a la Gran Sala. El 22 de octubre de 2012,
el panel de la Gran Sala decidió someter el asunto a la Gran Sala .
Mediante sentencia de 8 de marzo de 1994 , el Tribunal Supremo decidió que el límite
máximo de la condena prevista en el artículo 7
Añadía que, en aplicación del artículo 100 del Código Penal de 1973, por cada dos
días de detención que hubiera cumplido un condenado se consideraba de manera
irrevocable que había cumplido tres. En su opinión, la aplicación de esta regla de
cálculo creaba un estatuto carcelario adquirido por la persona a quien beneficiaba. Los
órganos jurisdiccionales españoles que tuvieron que ajustarse a este criterio para
comparar las condenas fijadas por el nuevo Código Penal y por el antiguo,
respectivamente, tuvieron en cuenta las redenciones de pena concedidas en
aplicación de este último texto. En consecuencia, consideraron que, en el caso en que
el resto de la condena, una vez deducidas las redenciones de pena concedidas antes
de la entrada en vigor del nuevo Código no superase la duración de la pena prevista
por dicho texto no se podía considerar que éste fuese más favorable que el antiguo
Código.
En la sentencia 197/2006 dictada el 28 de febrero de 2006, el Tribunal Supremo
establece una jurisprudencia conocida con el nombre de «doctrina Parot».
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En la sentencia mencionada, el Tribunal Supremo declaró que no existía ningún
principio establecido en su jurisprudencia sobre la cuestión específica de la
interpretación del artículo 100 del Código Penal de 1973 en relación con el artículo 7
Por último, declararon que ninguna consideración de política criminal podía justificar
tal ruptura del principio de legalidad, incluso en el caso de un terrorista sanguinario e
impenitente como de quien se trataba en el asunto en cuestión.
Aplicación de la "doctrina Parot"
« Lo que se ha modificado es la forma en la que se aplican los beneficios
penitenciarios. Hasta la STS no 197/2006 , antes citada, se aplicaban sobre el límite
máximo. » Según la información suministrada por el Gobierno, la «doctrina Parot» se
ha aplicado a noventa y tres miembros de ETA condenados y a otras treinta y siete
personas declaradas culpables de delitos especialmente graves.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Nadie podrá ser condenado por una acción o una omisión que, en el momento en que
haya sido cometida, no constituya una infracción según el derecho nacional o
internacional.
De donde se desprende que ha habido violación del artículo 7 del Convenio. La
demandante considera que su mantenimiento en detención desde el 3 de julio de 2008
desconoce la exigencia de «legalidad» y de respeto del «procedimiento establecido
por la Ley». En consecuencia, ella ha cumplido un período de prisión superior a aquél
que habría cumplido de acuerdo a la legislación en vigor en el momento de su
condena, tomando en cuenta las reducciones de condena que le habían sido ya
reconocidas de acuerdo con la Ley . El Tribunal concluye que a partir del 3 de julio de
2008 la privación de libertad de la demandante no ha sido "legal", con infracción del
art.
Falla, unánimemente, que una vez transcurrido un plazo de tres meses desde esta
sentencia, las cantidades indicadas en los apartados 4 y 5 de este fallo devengarán
interés a un tipo porcentual igual al tipo de interés marginal aplicado a sus préstamos
por el Banco Central Europeo aumentado en tres puntos porcentuales. Desestima,
unánimemente, la petición de cantidades superiores que la demandante formuló en
concepto de satisfacción equitativa.
Por los delitos cometidos se le condenaba a 3000 años, pero el límite legal era de 30
años (CP 1973) con beneficio penitenciario (por cada 2 dias que trabajabas, te
quitabas un año de la pena) En la práctica cumplías 20 años. (con esta situación
ocurría que la comisión de 2 delitos era “gratis”) Mecánica penal que incentivaba un
poco la repetición del delito (sobre todo en el caso del terrorismo de ETA)
AÑO 2006. PARROT. No había mostrado arrepentimiento. Cambio en la interpretación
sobre los años, cambio jurisprudencial.
Los condenados consideran en este cambio en la jurisprudencia iba en contra del
Convenio.
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Tribunal: puesta en libertad e indemnización
Procedimiento más completo. (tuvimos que acatarlo y ponerlos en libertad e
indemnizarlos)
1.12. AUTO AN (SALA DE LO PENAL, PLENO) No 61/2013, DE 22 DE OCTUBRE
DE 2013
I.― ANTECEDENTES DE HECHO
El texto trata sobre la sentencia de la Grande Chambre del Tribunal Europeo de
derechos humanos en el caso del Río Prada contra España, con motivo de la
demanda de reenvío presentada por el Gobierno contra la sentencia de la sección 3a,
del mismo Tribunal.
II.― FUNDAMENTOS JURÍDICOS
2.- Sentencia firme del Tribunal Europeo de derechos humanos.
El Tribunal estima que la aplicación a la demandante de la doctrina jurisprudencial ha
violado el art.7 del Convenio que enuncia el principio de legalidad en materia penal. La
garantía de prohibición de irretroactividad penal desfavorable se vería privada de
eficacia, si la duración de la pena se hubiera visto modificada posteriormente en su
detrimento, como ocurrió en el caso. El nuevo criterio jurisprudencial del año 2006, no
era previsible para la condenada ni en el momento de ejecución de los hechos ni en el
del dictado de las sentencias condenatorias. La aplicación retroactiva de la nueva
interpretación del código penal vulneró por ello el art.7 del Convenio.
Además, la decisión sobre el abono de las redenciones conforme a dicho nuevo
criterio violó el art. 5 del Convenio, el derecho a la libertad, incrementando la pena de
prisión más de nueve años, por lo que el Tribunal concluye que ha sufrido, y sufre, una
detención irregular desde el 3.7.2008.
Por fin, la sentencia considera que dada la naturaleza de la violación que se declara, el
Estado demandado sólo tiene una opción para reparar el daño; por lo que el Tribunal
apremia a España para que se garantice la puesta en libertad de la Sra. del Río Prada
en el plazo más breve.
3.- La ejecución del fallo.
Las normas relativas a derechos fundamentales y libertades públicas deben
interpretarse de conformidad con los Tratados internacionales. Las decisiones del
Tribunal Europeo son obligatorias y vinculantes para todo Estado parte. La resolución
es clara: incumbe al Estado asegurar la puesta en libertad de la demandante en el
plazo más breve, ya que se encuentra privada irregularmente de libertad.
Ha de advertirse que las decisiones que violaron el Convenio Europeo se dictaron en
el proceso de ejecución de penas privativas de libertad, que debe adaptarse en cuanto
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a la determinación de la fecha de licenciamiento y extinción de la responsabilidad
criminal a las circunstancias del propio cumplimiento, especialmente cuando concurren
beneficios penitenciarios como la redención de penas por el trabajo, cuyo cómputo
provoca una modificación de los tiempos previamente contemplados.
Es más, si la jurisdicción no ejecutara de manera adecuada la sentencia, seria el
Tribunal Constitucional el que tendría que reaccionar anulando una decisión contraria
a derecho
En nuestro sistema constitucional la declaración por el Tribunal Europeo de que se ha
violado el Convenio Europeo, implica la constatación de la existencia de una violación
del derecho a la libertad del art. 17.7 Ce
La doctrina parte de la inexistencia en el derecho interno de un mecanismo procesal
adecuado para la reapertura del procedimiento en el que se produjo la lesión del
derecho fundamental, por falta de desarrollo legislativo. Lo que no puede impedir que
proceda a rescindir las resoluciones judiciales, de manera excepcional, algo que
acometerá cuando concurran ciertos requisitos
La sentencia del Río Prada contra España es de las que deberían provocar, en un
recurso de amparo si el tribunal de ejecución no hubiese estimado la pretensión de
libertad, la rescisión de las resoluciones judiciales firmes que hubieran provocado la
1esión actual del derecho a la libertad.
4.- Conclusión. Libertad y extinción de la responsabilidad penal.
Concierne a todos los poderes públicos, reparar la actualización de la violación del
derecho fundamental a la libertad y cumplir adecuadamente la sentencia del Tribunal
Europeo.
5.- Responsabilidad civil e indemnización.
En cuanto a la ejecución de la indemnización reconocida en la sentencia deberá
imputarse en su caso al pago de las responsabilidades civiles a favor de las victimas
En atención a lo expuesto la Sala
III.― DISPONE:
l.- En cumplimiento de la sentencia firme del Tribunal Europeo, la LIBERTAD
INMEDIATA de la condenada.
2.- Se declaran extinguidas las responsabilidades penales.
3.- Se imputarán al pago de las responsabilidades civiles pendientes, incluso al
derecho de subrogación del Estado, la indemnización acordada en dicha sentencia en
concepto de daño moral.
1.13. TS SALA GENERAL. ACUERDO DE 12 DE NOVIEMBRE DE 2013
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Tras el Caso Del Río Prada c. España, y en relación con las condenas que se estén
ejecutando con arreglo al CP derogado de 1973, se acuerda lo siguiente:
1. En los casos de sentencias condenatorias en ejecución, dictadas con anterioridad al
día 28 de febrero de 2006, en las que se aplique el CP derogado de 1973, las
redenciones ordinarias y extraordinarias que procedan se harán efectivas sobre el
límite máximo de cumplimiento establecido conforme al artículo 70 del referido Código
de 1973, en la forma en que se venía haciendo con anterioridad a la sentencia de esta
Sala no 197/2006, de 28 de febrero.
2. Las resoluciones relativas a las acumulaciones y liquidaciones de condena que
resulten procedentes con arreglo al punto anterior, se acordarán en cada caso por el
Tribunal sentenciador, siendo susceptibles de recurso de casación.
3. El Tribunal considera necesario que el Poder legislativo regule con la necesaria
claridad y precisión el cauce procesal adecuado en relación con la efectividad de las
resoluciones del TEDH
1.14. LEY ORGÁNICA 7/2015, DE 21 DE JULIO, POR LA QUE SE MODIFICA LA
LEY ORGÁNICA 6/1985, DE 1 DE JULIO, DEL PODER JUDICIAL
El Artículo único. Modificación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder
Judicial. La Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, queda
modificada como sigue:
Tres. Se añade un nuevo artículo 5 bis admitiendo que se podrá interponer recurso de
revisión ante el Tribunal Supremo contra una resolución judicial firme, con arreglo a las
normas procesales de cada orden jurisdiccional, cuando el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos haya declarado que dicha resolución ha sido dictada en violación
de alguno de los derechos reconocidos en el Convenio Europeo
Disposición final segunda. Modificación de la Ley Orgánica 2/1989, de 13 de
abril, Procesal Militar.
La Ley Orgánica 2/1989, de 13 de abril, Procesal Militar, queda modificada en los
siguientes términos:
Se modifica el artículo 328, admitiendo que se podrá interponer recurso de revisión
contra una resolución judicial firme cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
haya declarado que dicha resolución ha sido dictada en violación de alguno de los
derechos reconocidos en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos
Humanos y Libertades. Fundamentales y sus Protocolos, siempre que la violación, por
su naturaleza y gravedad, entrañe efectos que persistan y no puedan cesar de ningún
otro modo que no sea mediante esta revisión.
Disposición final tercera. Modificación de la Ley 29/1998, de 13 de julio,
reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa.
La Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-
administrativa, queda modificada en los siguientes términos:
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Se modifica el artículo 102, Admitiendo que se podrá interponer recurso de revisión
contra una resolución judicial firme cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
haya declarado que dicha resolución ha sido dictada en violación de alguno de los
derechos reconocidos en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos
Humanos y Libertades Fundamentales y sus Protocolos, siempre que la violación, por
su naturaleza y gravedad, entrañe efectos que persistan y no puedan cesar de ningún
otro modo que no sea mediante esta revisión, sin que la misma pueda perjudicar los
derechos adquiridos de buena fe por terceras personas.
3. En lo referente a legitimación, plazos, procedimiento y efectos de las sentencias
dictadas en este procedimiento de revisión, regirán las disposiciones de la Ley de
Enjuiciamiento Civil. No obstante, sólo habrá lugar a la celebración de vista cuando lo
pidan todas las partes o la Sala lo estime necesario.
4. La revisión en materia de responsabilidad contable procederá en los casos
establecidos en la Ley de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas.»
Disposición final cuarta. Modificación de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de
Enjuiciamiento Civil. La Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, queda
modificada en los siguientes términos: Modificando el artículo 510, de la siguiente
forma:
«Artículo 510. Motivos.
1. Habrá lugar a la revisión de una sentencia firme:
1.o Si después de pronunciada, se obtuvieren documentos decisivos, de los que no se
hubiere podido disponer por fuerza mayor 2.o Si hubiere recaído en virtud de
documentos que al tiempo de dictarse ignoraba una de las partes haber sido
declarados falsos en un proceso penal. 3.o Si hubiere recaído en virtud de prueba
testifical o pericial, y los testigos o los peritos hubieren sido condenados por falso
testimonio dado en las declaraciones. 4.o Si se hubiere ganado injustamente en virtud
de cohecho, violencia o maquinación fraudulenta.
2. Asimismo se podrá interponer recurso de revisión contra una resolución judicial
firme cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya declarado que dicha
resolución ha sido dictada en violación de alguno de los derechos reconocidos en el
Convenio Europeo siempre que la violación, entrañe efectos que persistan y no
puedan cesar de ningún otro modo que no sea mediante esta revisión, sin que la
misma pueda perjudicar los derechos adquiridos de buena fe por terceras personas.»
Catorce. Se modifica el artículo 511, que queda redactado como sigue:
«Artículo 511. Legitimación activa.
Podrá solicitar la revisión quien hubiere sido parte perjudicada por la sentencia firme
impugnada. En el supuesto del apartado 2 del artículo anterior, la revisión sólo podrá
ser solicitada por quien hubiera sido demandante ante el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos.»
Quince. Se modifica el apartado 1 del artículo 512, en ningún caso podrá solicitarse la
revisión después de transcurridos cinco años desde la fecha de la publicación de la
lOMoARcPSD|33416041
SARA VAL PEVIDA (71802102N) GRUPO DC1
sentencia que se pretende impugnar. Se rechazará toda solicitud de revisión que se
presente pasado este plazo.
1.15
La necesidad de establecer en el ordenamiento español un cauce legal de
cumplimiento de las sentencias dictadas por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, impone la reforma de los motivos de recurso de revisión, en el marco de la
mejora técnica de los diversos supuestos y con inclusión también de la posibilidad de
impugnación de sentencias penales que puedan resultar contradictorias con la dictada
posteriormente en otro orden jurisdiccional acerca de una cuestión prejudicial no
devolutivo.
Asimismo, se podrá solicitar la revisión de una resolución judicial firme cuando el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya declarado que dicha resolución fue
dictada en violación de alguno de los derechos reconocidos en el Convenio Europeo
para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales y sus
Protocolos, siempre que la violación, por su naturaleza y gravedad, entrañe efectos
que persistan y no puedan cesar de ningún otro modo que no sea mediante esta
revisión