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REASEGURO
El reaseguro es “el seguro del seguro”, como lo define buena parte de la doctrina
nacional e internacional. Y ello es así, pues el contrato de reaseguro tiene como
objeto cubrir el patrimonio del asegurador en los términos pactados y de acuerdo
con el riesgo asegurado.
La creación del reaseguro puede rastrearse hasta los primeros días del negocio de
seguros. A medida que las compañías de seguros comenzaron a escribir pólizas
para cubrir diversos riesgos, se dieron cuenta de que asumir grandes pérdidas por
eventos catastróficos o siniestros importantes podría afectar negativamente su
estabilidad financiera.
Para contrarrestar esto, las compañías de seguros comenzaron a ceder parte de sus
riesgos a otras compañías a cambio de una prima (el pago que realiza la compañía
de seguros original a la reaseguradora). Este acuerdo beneficia a la aseguradora
original al reducir su exposición total a pérdidas, mientras que la reaseguradora
asume parte de esos riesgos a cambio de una compensación.
El reaseguro ha evolucionado a lo largo del tiempo y se ha convertido en una parte
integral de la industria de seguros. Proporciona estabilidad financiera a las
compañías de seguros, permitiéndoles manejar mejor la variabilidad en las
pérdidas y protegerse contra eventos imprevistos. Además, el reaseguro también
juega un papel clave en el fomento de la capacidad de suscripción de nuevas
pólizas y en la promoción del crecimiento y la expansión de la industria de seguros
en general.
El reaseguro es el método por el cual una aseguradora cede parte de los riesgos que
asume con el fin de reducir el monto de su pérdida posible.
El reaseguro es el contrato que se suscribe entre dos aseguradores, uno
denominado reasegurador y el otro reasegurado, asegurador directo o primario o
compañía cedente. El objeto asegurado será la totalidad o parte de las
responsabilidades contractuales que el asegurado haya aceptado según las pólizas
de seguro que ha suscrito; en la práctica la mayoría de los reaseguros proporcionan
únicamente compensación parcial y el reasegurado corre con parte de las pérdidas.
¿Qué es un contrato de reaseguro y cómo funciona?
El contrato de reaseguro es uno de los contratos típicos más sofisticados que
contempla nuestro Código de Comercio, no solamente porque las partes son
instituciones financieras determinadas, sino porque la costumbre y los principios
internacionales de la actividad reaseguradora les aplican y ambas partes son
profesionales en su actividad. Por esto, de ellas se espera la máxima buena fe o
ubérrima buena fe.
El reaseguro es “el seguro del seguro”, como lo define buena parte de la doctrina
nacional e internacional. Y ello es así, pues el contrato de reaseguro tiene como
objeto cubrir el patrimonio del asegurador en los términos pactados y de acuerdo
con el riesgo asegurado.
FUNCIONES DEL REASEGURO
Ser un factor de disminución del riesgo, evitando pérdidas descomunales o
posibles quiebras; una compañía firma un contrato de reaseguro cuando el riesgo
de un contrato excede el límite tolerable, que podría soportar.
Tener una función de financiación, la cual permite a las compañías aseguradoras
incrementar el volumen de sus negocios, al tener la seguridad de un respaldo
añadido, aceptan mayores riesgos y firman mayor número de seguros.
Función de estabilizador, genera estabilidad en el mercado de seguros, al repartirse
las pérdidas entre una o más reaseguradoras.
Permite a las compañías de seguros diversificar y distribuir los riesgos asumidos en
diversas pólizas y regiones geográficas.
Ayuda a reducir la exposición a pérdidas catastróficas o eventos inesperados que
podrían afectar significativamente la estabilidad financiera de una aseguradora.
CLASIFICACION DEL REASEGURO
Reaseguro proporcional: En este contrato ambas partes (reasegurado y
reasegurador) llegan a un acuerdo sobre el porcentaje de la prima y de los riesgos
del contrato de la póliza.
Reaseguro obligatorio-facultativo: El reasegurador está obligado a aceptar
los riesgos por parte de la aseguradora cedente bajo unas condiciones
específicas y siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos en la
carta de garantías.
Reaseguro cuota-parte: En el reaseguro de cuota-parte, la entidad
aseguradora primaria cede a la reaseguradora un porcentaje fijo del capital
de todos los riesgos de una modalidad o ramo en concreto.
Reaseguro de excedente: El porcentaje de participación es variable y
depende de la cuantía de riesgo. Lo anterior significa que se ceden y aceptan
solo aquellos riesgos que exceden de un importe predeterminado y que se
conoce con el nombre de pleno de conversión.
Reaseguro no proporcional: Es donde el reasegurador asume la parte de los
costes del siniestro cuando supere una cantidad de dinero, la base es el siniestro y
no el riesgo.
Reaseguro de exceso de siniestralidad: En el reaseguro de exceso de
siniestralidad, la aseguradora cedente establece el porcentaje máximo de
siniestralidad a asumir por su parte en un ramo o en una modalidad de
seguro determinada. Por su parte la reaseguradora se hará cargo del exceso
en caso de que lo haya.
Contrato de exceso de perdida por riesgo: cuando se sobrepase la cantidad
fijada (en exceso), el asegurador asumirá un siniestro que ocurra en el riesgo
en especial, por lo que el límite es por riesgo.
Contrato de exceso de perdida por evento: Los excesos pueden ser por
una catástrofe natural, se da cuando se acumulan los siniestros con la misma
compañía.
VENTAJAS DEL REASEGURO
Permite a las aseguradoras diversificar y redistribuir los riesgos asumidos,
reduciendo la exposición a pérdidas significativas.
Permite flexibilizar las ofertas de las aseguradoras y del mismo modo darte
accesibilidad al momento de contratar.
Estabilidad financiera, ofrece una protección financiera crucial contra
perdidas excepcionalmente grandes que podrán que podrían amenazar la
solvencia de una aseguradora.
Reduce la exposición de la compañía a riesgos, cuyas contingencias son
difíciles de prevenir o evitar.
Facilita el crecimiento de la industria al proporcionar un mecanismo para
asumir riesgos más allá de la capacidad individual de las aseguradoras
Proporciona flexibilidad en términos de tipos de cobertura y montos,
permitiendo a las aseguradoras adaptar sus programas de reaseguro a las
necesidades del mercado y de la empresa.
DESVENTAJAS DEL REASEGURO
Aumentan los gastos de gestión (costos adicionales), dado de que son
riesgos específicos y dañinos, las primas pagadas a la aseguradora son costos
adicionales.
Pueden surgir conflictos de intereses entre aseguradoras y reaseguradoras en
términos de cómo se maneja los siniestros y los reclamos.
Falta de agilidad
Menores niveles de comisión
Desafíos de la evaluación de riesgos, en determinar la cantidad adecuada de
reaseguro
FUNCIONES DEL REASEGURO
Muchas veces habremos escuchado sobre el “reaseguro” o las
“reaseguradoras”; sin embargo, las ideas que podemos tener sobre esos
puntos no son muy claras, ya que pueden estar erradas o limitadas. Para
empezar debemos saber que un reaseguro es un instrumento de disminución
de riesgo para cualquier aseguradora y, por ende, para cualquier suscriptor
de sus servicios.
De esta forma las entidades aseguradoras pueden asumir riesgos más
elevados, ya que cuentan con el respaldo o protección de las reaseguradoras,
además de otorgarle mayor estabilidad y solvencia.
Las funciones principales de las reaseguradoras son tres:
1.Disminuir el riesgo, evitando pérdidas descomunales o posibles quiebras.
2.Otorgar mayor financiación, porque el reaseguro constituye en parte el
capital de garantías del asegurador, permitiendo asumir grandes masas de
riesgos.
2.Cumplen una función social, ya que estabilizan el mercado del seguro, al
repartirse las pérdidas entre una o más reaseguradoras.
En conclusión, son la mejor alternativa que tienen a mano las compañías
aseguradoras para distribuir los riesgos de forma parcial o total, a fin de
evitar cuantiosas pérdidas. Sin la existencia de las mismas se limitaría el
servicio de pólizas, lo cual traería desventaja para el público o asegurados