Santos Elías Alcántara Pizán
El Árbol
Soy el árbol...
que sacudido por el viento recio
se mantiene firme ¡Resiste!
sobre precipicios sesgados
y desoladas llanuras
Soy el árbol...
que floreció orgulloso en primavera
-sus hojas verdes, mojadas de roció-,
miraban alegremente en tu jardín,
al caer la tarde.
y el suelo frio, por las noches, le oyó
sollozar.
Soy el árbol...
que se mantuvo en la tormenta
que soporto la sequia
y las heladas tardías.
Soy el árbol...
cuyas raices crecieron en tierra fértil
alrededor de la mesa;
y busco humedad y nutrientes
en los raudales del corazón materno,
Soy el árbol...
que ayer destilo savia dulce de su fuente,
que cobijo almas de niños y hombres
y que hoy despiertan a la vida.
Soy el árbol...
imperfecto
he probado de tus frutos
de algunos disfruto;
de otros, reniego.
Soy el árbol...
Que oye el latido del tiempo
que astillado y herido
brinda sombra al pobre
y al rico, abrigo.
Soy el árbol...
que lleva sigilosamente a cuestas, las
heridas
que aunque el viento despierte las
sombras
que martillan en clavos enmohecidos
se arrodilla ante los ecos profundos de
su alma.