LAS PRINCIPALES ETAPAS DE LA MEDIACIÓN
Primera reunión y reuniones siguientes
establecimiento de las reglas básicas del procedimiento
compilación de información e identificación de las cuestiones litigiosas
examen de los intereses de las partes
búsqueda de soluciones posibles
evaluación de las soluciones posibles
Conclusión
Al primero: Que es lo q lo llevo a iniciar la mediación?
Al otro: como ve ud la situacion?
Al segundo: lo veo preocupado por su hija, de tener una relacion constante con su hija..
Entiendo q los 2 son distintos, los 2 tienen derechos y obligaciones y yo no puedo imponer mi criterio a uds,
Y siendo mas concreta… de cuanto hablamos?
Formular un régimen de visitas…. De la manera menos traumatica posible, pensando en su resguardo físico, psíquico y emocional
Todo niño o niña tiene derecho a mantener una relación directa y regular con su padre o madre que no tiene el cuidado personal de él o
ella, y estos tienen el deber de mantenerlo con sus hijos. Para esto nuestra legislación regula el derecho de visitas o régimen de
comunicación directa y regular del niño o niña.
Nuestra sala de mediación nunca antes se había parecido tanto a un ring de boxeo: allí estaban los contendientes, un
gancho a la mandíbula del otro, un cross al estómago; al otro, al que estaba en frente, había que eliminarlo, destruirlo,
dejarlo tirado.
Y había que demostrarle a las mediadoras cuál de los dos era el bueno, el que hacía todo bien: la víctima; el otro, ese otro
irreconocible era el hijo de …, era el peligroso, el traicionero; el otro no podía ser reconocido jamás como alguien
“de quien estuve enamorado”, alguien a quien “elegí para tener hijos”, alguien con quien “viví parte de mi
vida” y, cuando intentábamos hacerles ver esto, ambos respondían que haberse elegido “constituía el peor
error de sus vidas”, es decir, el otro era “lo peor del mundo”. Así transcurrió esta primera audiencia: ellos
intercambiando todo tipo de barbaridades y nosotras, las mediadoras, buscando un punto de inflexión a esta situación.
Culminamos la reunión conjunta y determinamos el paso a una reunión privada en la que mantuvimos un solo
y único discurso: “Si no están dispuestos a resignar algo en pos de algo nunca podremos negociar y se van de
aquí igual como llegaron, es decir, sin un acuerdo sobre tenencia, régimen de visitas y cuota alimentaria, con
lo cual todos pierden, fundamentalmente sus hijos”.
Dicho esto dimos por concluida la primera audiencia.
sobre sus alternativas y opciones, cuando fuera de la mesa de negociación una de las partes tiene una alternativa muy
poderosa como en este caso la tenía Marta. Cuando las partes están tan enojadas que no pueden resignar nada y van por
el todo, cuando no pueden advertir que la interrupción del vínculo paterno o materno sin causas que lo justifiquen daña a
los niños, estas partes necesitan de la decisión de un juez, están discapacitadas de decidir por su cuenta; allí la sentencia
judicial es lo único que pueden reconocer y acatar.
Como mediadora me preocupa el lugar en que los adultos colocamos a los menores en procesos de mediación familiar.
Todos: padres, mediadores y demás operadores en conflictos familiares coincidimos en que el bien jurídico protegido es el
bienestar de los hijos, pero generalmente los niños son los últimos en ser tenidos en cuenta al momento de decidir. A
partir de la crisis de la relación de los padres se toman decisiones como cambiarlos de barrio, de colegio, de ciudad; se les
acompañarlos en ese proceso.
Generalmente trato que los papás piensen en qué sentirían o pensarían los chicos con respecto a lo que están
decidiendo para ellos, aunque no estén presentes en la mesa. No pretendo que los menores resuelvan porque
entiendo que son los adultos quienes deben responsabilizarse por sus hijos; pero sí que el acuerdo al que se
arribe tenga en cuenta las necesidades y posibilidades de quienes terminan siendo víctimas inocentes de
desacuerdos de los adultos.
Es increíble la cantidad de papás que cuando les pregunto “¿y los chicos que piensan?” se quedan mirándome sin saber
Trataré de mostrarlo en el caso siguiente, en el cual los nombres y circunstancias se cambiaron para resguardar la
identidad de las partes intervinientes.
El caso: Marta (42) y Julio (46) llevan 15 años de casados; ambos son docentes, él universitario y ella secundaria. Tienen
dos hijas, Luciana (11) y Agustina (7). Son personas muy religiosas. Han educado a sus hijas con principios morales muy
rígidos. Julio comienza una relación con una discípula suya de la universidad. Cuando Marta se entera, le exige que decida
por una de las dos. Él no lo comprende por qué, si está bien así, con su familia “perfecta” por un lado y su amante por el
otro. Marta le exige retirarse de la casa, lo que finalmente Julio acepta de mala gana. El caso viene a mediación para
tratar régimen de tenencia, visitas y alimentos de las niñas.
Marta sostenía que no se debía fijar régimen de visitas a favor del papá ya que las chicas no quieren saber nada con verlo.
Están muy enojadas con él por lo que ha hecho. El discurso de Julio es que debería tener un régimen amplio y verlas
libremente; que no quieren verlo porque la mamá les llena la cabeza en su contra y que debería sacar a sus hijas de la
casa por la fuerza si ellas no quisieran ir con él. Ninguno de los dos modificaba su posición, por lo que les pedí hablar con
las menores en forma individual con cada una.
Entrevista con Luciana: se muestra muy angustiada y dice que no quiere verlo a su papá porque no puede aceptar sus
mentiras. Que les hizo creer que era una persona cuando en realidad era otra. Que no entiende por qué el papá cree que
lo que está mal para todo el mundo, si lo hace él está bien. Con cosas que están mal se refiere a las mentiras, adulterio y
sus gritos y malos tratos.
Entrevista con Agustina: se mostró espontánea y abierta al diálogo. Dijo textualmente: “Yo todavía no estoy preparada
para ir a la casa nueva de papá con la mujer nueva y el bebé nuevo, quiero verlo a él solo por el momento…lo que pasa es
que mi papá no escucha”.
Al preguntarle sobre cómo le parece que podemos hacer para que su papá escuche, responde: “Lo que pasa es que
todavía no sé escribir muy bien.” Le sugiero la posibilidad de que yo escriba lo que ella quiere y leérselo al papá y accede
de muy buen grado; propone que su papá las retire todos los sábados a pasar el día a ella y a su hermana solas, sin nadie
más y diseñó un régimen de visitas de dos meses con idas al zoológico, al club, de pic nic al campo, etcétera.
Reuní a las dos hermanitas en privado y comenté con ambas esta propuesta de Agustina. Luciana estuvo de acuerdo.
Luego, en privado, le expuse a Julio el planteo de las chicas; estuvo muy receptivo y lo aceptó de buen grado, pese a que
tuvo que escuchar algunas cosas que no le gustaron mucho respecto a lo que pensaban ellas de sus actitudes como padre.
Cuando hablé con Marta se mostró aliviada porque según ella no encontraba la forma de que sus hijas quisieran salir con
el papá y además debía tolerar las permanentes acusaciones de Julio respecto al supuesto lavado de cerebro. Decidieron
hacer un acuerdo conforme lo propuesto por las hijas para ir evaluando luego otras modalidades. No los vi más hasta que
un año después encontré en la calle a Julio, con la “mujer nueva”, el “nene nuevo” y sus dos hijas; todos lucían felices.
La señora Sonia de 60 años y don Raúl de 70 años son abuelos de Valentina una niña de 5 años recién cumplidos. El día Lunes de 7 de
enero del 2008 se acercan hasta el Centro de Mediación para consultar acerca de las posibilidades de recibir atención para resolver la
fijación de pensión alimenticia a favor de su pequeña nieta, así tambien regular la tuición que ellos esperan les sea entregada de la niña y
una regulación de visitas de ambos padres a la niña a fin de preservar el contacto permanente con ellos.
Luego de proporcionar a grandes rasgos los antecedentes del caso , en esa primera consulta en el Centro de Mediación, la Mediadora los
orienta acerca de la factibilidad de concretar y solucionar a través de la mediación estas importantes materias para garantizar el bienestar
de la pequeña. La mediadora les explica de que se trata la mediación es decir de un proceso voluntario, confidencial y pacífico, del rol
imparcial del mediador , de la duración de este proceso , que no superará los 60 días, pudiendo celebrarse durante ese plazo las sesiones
que el Mediador considere necesario para finalizar con exito y el valor legal de los acuerdos a que lleguen las partes tan pronto
elprofesional envíe el Acta al Juzgado de Familia, para que sea aprobado por el Juez (a) respectivo en todo lo que no fuere contrario a
derecho. Tan pronto el Acta sea homologado los acuerdos pasarán a tener igual valor jurídico de sentencia en derechos y obligaciones.
La primera sesión se celebra el día viernes 11 de enero del 2008, a ella llegan tanto los abuelos como ambos padres de la niña , en ella se
entrega la misma información señalada previamente a los abuelos con respecto al proceso de mediación, sus principios y reglas y el rol del
mediador.
La Mediadora solicita que los abuelos expongan el motivo de su solicitud de mediación y posteriormente le entrega la palabra a ambos
padres para que se pronuncien al respecto. De esa forma la señora Sonia y don Raúl manifiestan su interés en poder obtener la tuición de
su nieta Valentina debido a que en primer lugar ambos padres de la niña se encuentran separados, luego de sostener una relación de