La Revolución de Quito de 1809
La noche de 9 de agosto de 1809 se conformó la Junta
Soberana de Gobierno en casa de Manuela Cañizares, quien
se encuentra en el centro de la imagen. A la derecha está
Manuel Rodríguez y a su izquierda Juan de Dios Morales.
Junto a él se halla Juan Salinas.
El 9 de agosto de 1809 un grupo de patriotas, integrado por Juan Pio Montufar, Juan de Dios Martínez,
Manuel Rodríguez de Quiroga, Juan Salinas, entre otros, vieron necesario crear una Junta Soberana de
Gobierno, como manifestación contra el reinado de Bonaparte en España. También deseaban en España
un gobierno autónomo ya que eran testigos de la indiferencia del Virrey de Nueva Granada con respecto a
la crisis económica de Quito.
El 10 de agosto de 1809 el Conde Ruíz de Castilla fue obligado a dejar su cargo como presidente de la
Real Audiencia de Quito. Las tropas militares de aquel entonces se aliaron a la Junta Suprema de Gobierno,
y juraron servir al nuevo presidente Juan Pio Montufar, marqués de Selva Alegre, al vicepresidente, el
obispo José Cuero y Caicedo; y a los ministros Juan de Dios Morales, Manuel Quiroga y Juan Larrea, Este
hecho es conocido como el Primer Grito de la Independencia.
Un propósito de la Junta Soberana era que se unieran las ciudades de Guayaquil, Cuenca y Pasto al nuevo
gobierno, para tener respaldo y alianzas comerciales. Sin embargo, estas ciudades no apoyaron a la Junta
Suprema para evitar problemas con los Virreinatos de Nueva Granada y Perú.
La Junta Soberana se disolvió en
noviembre de 1809, y regreso a la
presidencia el conde Ruíz de Castilla, a
raíz de esto algunos próceres del 10 de
agosto fueron llevados a prisión y
fallecieron allí, el 2 de agosto de 1811,
cuando los ciudadanos de Quito intentaron
liberarlos, sin éxito. En aquella ocasión
ocurrió una matanza en la que además de
los próceres, murieron alrededor de 300
quiteños.
En septiembre de 1810, por Intervención
de Carlos Montúfar se creó el Soberano Congreso de Quito y allí se redactó la Constitución que declaraba
a Quito como dependiente del Consejo de Regencia y autónomo de Nueva Granada y Lima, a partir de esto
los insurgentes fueron perseguidos por el ejército realista hasta noviembre de 1812. El 1 de diciembre el
coronel Juan de Sámano mando a fusilar a los últimos insurgentes que huyeron a Ibarra, y así fue como
terminó la Revolución de Quito.