La importancia del amor
propio
Escuchamos mucho de este tema, que el amor propio esto, el amor
propio lo otro. Lo vemos en revistas, en televisión e incluso es
mencionado por muchos terapeutas, pero ¿sabemos lo que es? ¿o
para qué sirve realmente? tal vez no. Quisiera comenzar diciéndote
lo que NO es el amor propio.
Desde pequeñas nos enseñan a ser amables y cariñosas con los
demás. Sabemos que no está bien insultar a la gente - y mucho
menos a la gente que queremos -, que hay que pedir las cosas por
favor y que está bien ser agradecidos con los demás.
También con los desconocidos, pero especialmente con los
conocidos y los seres queridos. Ni se nos pasaría por la cabeza
hablar mal de ellos, insultarles, faltarles al respeto o tratarlos de
manera déspota o despectiva.
Es más, normalmente, nos preocupamos de cuidar a las personas
que queremos, de ayudarles si lo necesitan y de asegurarnos de
que están bien y se sienten valorados.
Y, sin embargo, muchas de nosotras no hacemos lo mismo con
nosotras mismas. Si hay alguien a quien siempre nos olvidamos de
cuidar y tratar con la misma deferencia es a nuestra propia
persona. Y, sin embargo, nosotras somos la persona con la que más
tiempo pasamos y con la que vamos a estar para siempre. ¿No
tendría especial sentido que nos trataramos como tratáramos a las
personas que más queremos?
Es cada vez más habitual escuchar hablar sobre la importancia de
querernos, cuidarnos y mimarnos a nosotras y nosotros mismos. Y
no es de extrañar, si tenemos en cuenta que las cifras de
trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión han ido
aumentando en los últimos años de manera significativa.
No es un acto de egoísmo, ni se trata de pasar por encima de otros,
tampoco significa que nos creamos mejores, o incluso que nos
endiosemos con uno mismo, no se trata de vanidad, ni de dinero o
de tomar decisiones sin pensar en otros, todo lo contrario.
El amor propio se construye a base de la humildad, aceptando que
somos seres imperfectos, claro, con muchas áreas de oportunidad,
pero también reconociendo nuestra propia valía. Me gusta pensar
en el concepto de amor propio como una serie de acciones que te
sanan, empoderan, reconstruyen, que abren nuevas facetas,
nuevos mundos y experiencias alrededor y dentro de ti. Es la clave
para llegar a la salud emocional, espiritual y mental.
Suena muy bonito, pero llegar a este punto viene lleno de cambios
muy importantes. Aunque no hay una receta que nos lleve
exactamente al amor propio, si hay una constante entre lo que
necesitamos “si o si”, y primero hay que conocernos (porque,
¿cómo amamos a alguien que no conocemos?).
El siguiente paso, por así llamarlo, sería el perdón. Con esto nos
referimos a perdonar ambas partes, perdonarnos a nosotros
mismos, pero también al otro. Ten muy claro que perdonar no es
sinónimo de olvidar, sino de aceptar, aprender de ello y dejar de
permitirle que siga estorbando en nuestra vida, para que, por amor
a ti, sueltes aquello que no te deja seguir con tus planes, metas,
anhelos, sueños, con tu felicidad y paz en sí.
También será muy significativo empezar a validar y atender
nuestras prioridades y necesidades, pero bueno, para esto hay que
conocerlas primero. Como seres humanos, solemos saturarnos de
actividades, algunas que nos gustan, otras que no tanto y otras más
que tal vez para nada. El detalle está en que, en la mayoría de los
casos, las que más nos gustan son las que menos hacemos, puede
ser por muchas razones, pero una muy común es que pensamos
que no son tan importantes como el resto de las que tenemos que
hacer.
Si no metemos en nuestro día una actividad que nos guste, es muy
probable que los días se vuelvan extremadamente abrumadores.
Pongamos orden, hay actividades que no se pueden aplazar, ni
intercambiar, modificar o anular, así que esas van primero, y a
partir de ahí puedes ir formulando tu día, sin olvidarte de ese
momento para ti, que te llenará de energía para el resto del día.
Ya que exista un trabajo previo puede venir la imposición de
límites. Poner límites no es únicamente a otros, sino también a
nosotros mismos. Aprender a decir NO cuando algo no te gusta, no
vaya contigo, no quieras en el momento, no te apetece, etc. pero
también decir SI cuando es todo lo contrario y significa algo bueno
para ti.
Te digo que es importante tener un trabajo previo de amor
propio porque para poder poner límites, es necesario que te
conozcas, sepas qué quieres, cuáles son tus metas, qué va contigo y
qué no, cuáles son tus prioridades en la vida, entre muchas otras
cosas, esto hará mucho más sencillo el trabajo y será más fácil
apegarse a los límites que te propongas.
En el camino del amor propio, es importante reforzar los anteriores
cuatro y otros pasos más que se derivan de éstos para poder llegar
a él. Recordemos que amarnos a nosotros mismos es la
herramienta principal para poder vivir de manera plena y saludable,
tomando decisiones en tu beneficio. Cuando nos amamos,
conseguimos una buena relación con nosotros y otros, se ve
reflejado en la manera en la que actuamos, en nuestra empatía,
eficiencia, asertividad y en la práctica del perdón. Cuando logras
amarte, te conoces lo suficiente como para autorregularte y
ahorrarte situaciones que pudieran perturbar tu paz mental.