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FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE NEGOCIOS
INTERNACIONALES
Conflicto entre Israel y Palestina
Autore:
Asesor:
CHICLAYO – PERÚ
2023
Origen de todo el conflicto
El conflicto entre Israel y Palestina se originó en gran parte debido a la
colonización sionista respaldada por potencias coloniales, la partición de
Palestina y la creación de Israel, lo que resultó en una profunda y continua
disputa territorial y política en la región.
Ahora bien, según National Geographic (2023) nos comenta que
“Desde 1896 el término sionista se aplica al movimiento político
fundado por Theodor Herzl, periodista judío nacido en el Imperio
austrohúngaro. A pesar de que este movimiento no se basó en la
religión en su origen, se valió de este factor como forma de
reclamo para poder crear un Estado judío.”
El conflicto entre Israel y Palestina tiene sus raíces en una serie de factores
históricos y políticos que evolucionaron a lo largo del tiempo. En particular, el
sionismo se transformó en un proyecto político y colonial que buscaba la
apropiación gradual de territorio en Palestina, respaldado por reclamos
religiosos. Durante la Primera Guerra Mundial, se realizaron acuerdos secretos,
como los Acuerdos Sykes-Picot, donde Gran Bretaña y Francia se dividieron la
región del Imperio Otomano, y la Declaración Balfour de 1917 comprometió a
Gran Bretaña a apoyar la creación de un "hogar nacional judío en Palestina." El
sionismo adoptó el modelo de "colonización blanca", que implicaba el
reemplazo de la población indígena por colonos judíos. Con el control británico
de Palestina en 1917, surgieron tensiones y conflictos entre la población local y
los colonos judíos. En 1947, las Naciones Unidas votaron a favor de la partición
de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe, a pesar de la mayoría
árabe en la región. La creación unilateral de Israel en 1948 resultó en la
expulsión y desposesión de la población palestina, lo que se conoce como la
Nakba, que muchos consideran una limpieza étnica. En conjunto, estas etapas
históricas establecieron las bases del conflicto actual en la región.
Causas claves entre el conflicto de Israel y Palestina
El conflicto israelí-palestino involucra diversas claves fundamentales, de
acuerdo con el análisis del Catedrático de Relaciones Internacionales de la
Universidad Europea de Madrid, José María Peredo (2023).
En primer lugar, este conflicto es un problema que ha perdurado a lo largo de
los años, y la reciente escalada de violencia es una consecuencia directa de la
falta de una resolución duradera. Los recientes ataques son el resultado de una
serie de acontecimientos militares y políticos que se han desarrollado en los
últimos meses.
En segundo lugar, el grupo palestino Hamás, que controla la Franja de Gaza,
no busca una solución pacífica al conflicto, sino que persigue la eliminación de
Israel. Esta postura obstaculiza significativamente cualquier proceso de
negociación, ya que una de las partes no reconoce la existencia de la otra.
Además, Hamás tiene la intención de generar inestabilidad en Israel y en toda
la región de Oriente Medio, lo que añade un componente adicional de
complejidad al conflicto.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por su parte, ha centrado sus
esfuerzos en contener el conflicto y proteger a los civiles, tanto israelíes como
palestinos, empleando canales diplomáticos para buscar una cesación de la
violencia.
Respecto a Israel, los servicios de inteligencia israelíes sostienen que el ataque
de Hamás fue meticulosamente planeado durante varios meses, lo que subraya
la intrincada naturaleza y la prolongada duración del conflicto. Además, la
situación política interna en Israel, caracterizada por protestas contra el
gobierno de Netanyahu, ha creado un entorno de inestabilidad que se suma a
la complejidad del conflicto.
Evolución del territorio Israelí-palestino
Desde 1947 se a podido ver una constante evolución del mapa entre estos dos
países en conflicto a continuación se observará como Israel se ha expandido
sus fronteras más allá de lo estipulado en el plan de la ONU de 1947, que
garantiza la existencia de un Estado árabe.
Cartografía: J.R. Pérez (2023)
Cartografía: J.R. Pérez (2023)
Cartografía: J.R. Pérez (2023)
Cartografía: J.R. Pérez (2023)
Cuestiones Económicas:
La disparidad económica es un elemento crucial en el conflicto entre Israel y
Palestina. En el lado israelí, el país ha experimentado un marcado progreso
económico y avances tecnológicos significativos, en marcado contraste con el
lado palestino, en particular en la Franja de Gaza y Cisjordania, donde se
enfrenta a niveles notables de pobreza y carencia de oportunidades
económicas. Esta desigualdad económica profunda ha contribuido a las
tensiones y al agravamiento del conflicto, ya que se percibe como una
manifestación de la asimetría de poder en la región.
Además, las restricciones comerciales y de movilidad impuestas en los
territorios palestinos han generado obstáculos sustanciales para el comercio y
el desarrollo económico. Los bloqueos y controles establecidos por Israel han
tenido un impacto extremadamente negativo en la economía palestina,
limitando la circulación de personas y bienes, lo que ha socavado aún más las
perspectivas económicas de la población palestina y ha contribuido a la
creación de una dinámica económica desfavorable. Estos factores económicos
se suman a la complejidad del conflicto y subrayan la necesidad de abordar
cuestiones económicas y de desarrollo de manera integral como parte de
cualquier solución pacífica y duradera en la región.
Cuestiones Políticas:
Los territorios en disputa, en particular Cisjordania y la Franja de Gaza, han
sido durante mucho tiempo un epicentro de tensiones en el conflicto entre
Israel y Palestina. Esta pugna constante por el control y la soberanía de estas
áreas ha creado un caldo de cultivo para el conflicto y ha sido un tema de
profunda discordia a lo largo de los años. Las fronteras y la presencia de
asentamientos judíos en tierras palestinas han sido puntos críticos de
desacuerdo, y la expansión de estos asentamientos ha generado tensiones
adicionales, ya que se considera un obstáculo significativo para la paz y la
solución de dos Estados.
Por otro lado, la cuestión del reconocimiento y la autodeterminación ha sido un
tema esencial en el conflicto. Los palestinos aspiran a obtener el
reconocimiento internacional y, con ello, la creación de un Estado palestino
independiente. Esta búsqueda se fundamenta en la idea de que los palestinos
tienen derecho a determinar su propio destino político y a vivir en un Estado
soberano. Sin embargo, la negativa de Israel a reconocer un Estado palestino
en las fronteras anteriores a 1967 ha representado un significativo obstáculo en
el camino hacia una solución pacífica y duradera.
Cuestiones Culturales:
La dimensión cultural en el conflicto entre Israel y Palestina desempeña un
papel fundamental, ya que ambas partes, tanto israelíes como palestinos,
mantienen profundos lazos culturales y emocionales con la tierra en disputa. La
tierra en cuestión es portadora de una profunda significación histórica y
espiritual para ambas comunidades, lo que ha dado lugar a una lucha arraigada
en cuestiones de identidad y sentido de pertenencia. Para los israelíes, la tierra
representa una conexión con su herencia milenaria y la realización de una
patria judía después de siglos de diáspora. Por otro lado, para los palestinos, la
tierra simboliza generaciones de historia y un profundo arraigo cultural en la
región. Esta intersección entre lo cultural y lo emocional ha contribuido a la
complejidad y persistencia del conflicto, ya que ambas partes tienen una
profunda convicción en la justicia de sus respectivas reclamaciones culturales.
Además, la educación y las narrativas históricas desempeñan un papel
significativo en la perpetuación del conflicto. En ambos lados, los sistemas
educativos a menudo promueven narrativas históricas y culturales que resaltan
las luchas y los agravios pasados, lo que a menudo lleva a una visión
polarizada de la historia. Estas narrativas pueden influir en la percepción que
tienen las nuevas generaciones sobre el conflicto, lo que complica aún más la
búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles. La falta de una narrativa
compartida que promueva la comprensión y el respeto mutuo dificulta la
construcción de puentes hacia la reconciliación.
Cuestiones Religiosas:
El conflicto entre Israel y Palestina es un conflicto profundamente arraigado y
complejo que abarca numerosos aspectos económicos, políticos, culturales y
religiosos. La ciudad de Jerusalén es un punto crítico, dado que alberga sitios
sagrados de gran importancia para judíos, musulmanes y cristianos, incluyendo
la Explanada de las Mezquitas y el Muro de las Lamentaciones, lo que ha
generado tensiones religiosas a lo largo de los años. Además, este conflicto se
ha visto exacerbado por el surgimiento de extremismo religioso en ambas
partes, donde grupos radicales han utilizado las dimensiones religiosas para
justificar y promover la violencia. La rivalidad y la lucha por el control de
Jerusalén y otros lugares santos han contribuido a la perpetuación de la
hostilidad y la falta de un acuerdo de paz duradero. En este contexto, las
cuestiones económicas y políticas, como la desigualdad económica entre Israel
y Palestina y la disputa territorial, también han desempeñado un papel crucial
en la prolongación del conflicto. Las restricciones comerciales y de movimiento
en los territorios palestinos han limitado el crecimiento económico, y la negativa
de Israel a reconocer un Estado palestino en las fronteras de 1967 ha
obstaculizado los esfuerzos por lograr una solución política. Además, las
identidades culturales profundamente arraigadas en ambas comunidades han
contribuido a la complejidad del conflicto, mientras que la educación y las
narrativas históricas a menudo perpetúan las divisiones y la desconfianza. En
conjunto, todos estos factores crean un entorno desafiante que requiere una
solución pacífica y sostenible para alcanzar la estabilidad en la región.
Consecuencias recientes sobre el conflicto entre Israel y Palestina
El conflicto reciente en Israel y Palestina ha tenido repercusiones significativas
en el ámbito regional e internacional. En primer lugar, ha obstaculizado la
posibilidad de alcanzar cierta estabilidad en la región, especialmente en un
momento en que Arabia Saudita consideraba la firma de un acuerdo para
establecer relaciones diplomáticas con Israel. Este acuerdo hubiera contribuido
a promover la estabilidad y la reconciliación en Oriente Medio, pero el ataque
de Hamás ha complicado y potencialmente revertido estos avances, lo que
también impacta los esfuerzos de Estados Unidos por fomentar la estabilidad y
contrarrestar movimientos radicales en la zona.
En segundo lugar, el tema de los rehenes se ha vuelto una cuestión crucial en
este contexto. En el pasado, Hamás ha utilizado a los rehenes como fichas de
negociación para la liberación de prisioneros palestinos en Israel. Sin embargo,
debido a la gravedad del conflicto actual, Israel se muestra reacio a entablar
negociaciones y está considerando la posibilidad de una operación para
rescatar a los rehenes. Esto plantea un dilema complejo y un mayor riesgo de
escalada del conflicto.
Por otro lado, Israel ha tomado medidas que infringen el derecho internacional
humanitario al imponer un bloqueo en la Franja de Gaza, lo que ha resultado
en la interrupción de servicios esenciales como electricidad, agua, combustible
y la restricción en el suministro de alimentos. Esta acción ha puesto en peligro
a los dos millones de palestinos que residen en la Franja de Gaza, generando
una crisis humanitaria de considerables proporciones.
La búsqueda de una solución inmediata a este conflicto se presenta como un
desafío complejo, en parte debido a la práctica de Hamás de utilizar a la
población civil como escudos humanos, lo que aumenta el riesgo de víctimas
civiles. Además, Israel está decidido a debilitar a Hamás de forma definitiva, lo
que podría dar lugar a un conflicto prolongado en el que el agotamiento de las
partes involucradas pareciera ser la única vía hacia el fin del conflicto. La
situación actual subraya la urgente necesidad de un esfuerzo internacional
conjunto para buscar una solución pacífica y duradera en la región.
Países involucrados
Dentro del contexto del prolongado conflicto entre Israel y Palestina, un grupo
de países ha expresado su respaldo político y diplomático a Israel a lo largo del
tiempo. Entre los estados que han ofrecido su apoyo se incluyen: Alemania ha
mantenido una relación estrecha con Israel, en parte debido a su
responsabilidad histórica por el Holocausto. Esto ha resultado en un sólido
apoyo político y diplomático a Israel, además de colaboración en áreas como
tecnología y seguridad. Canadá ha sido otro aliado sólido de Israel,
respaldando su derecho a la seguridad y a existir. Las relaciones han estado
marcadas por la cooperación en defensa y tecnología, y Canadá ha brindado
apoyo a Israel en instancias internacionales. El apoyo de Estados Unidos a
Israel es particularmente notable. Ha sido un aliado cercano desde la fundación
de Israel en 1948, ofreciendo un respaldo político y militar sustancial,
incluyendo asistencia financiera, cooperación en defensa y defensa de Israel
en foros internacionales. Egipto (desde 1978) Aunque Egipto mantuvo
hostilidades con Israel en sus primeras décadas, en 1978 firmaron un acuerdo
de paz que puso fin a años de conflicto. Desde entonces, Egipto ha jugado un
papel fundamental como mediador en el proceso de paz entre Israel y Palestina
y ha mantenido relaciones diplomáticas con Israel. Francia (en el período de
1953-1967) Durante cierto periodo, Francia mantuvo relaciones estrechas con
Israel, brindando apoyo diplomático y militar. Sin embargo, estas relaciones se
vieron afectadas por cambios en la política francesa y la guerra de 1967. El
Reino Unido ha sido un aliado histórico de Israel y ha brindado respaldo
diplomático a lo largo de los años. Aunque el Reino Unido ha expresado
inquietudes respecto al conflicto y al proceso de paz, ha mantenido relaciones
significativas con Israel.
Estos países han desempeñado un papel importante en el contexto del
conflicto entre Israel y Palestina, proporcionando apoyo político y diplomático a
Israel en diferentes momentos. Su respaldo ha tenido un impacto en la
dinámica del conflicto y en las relaciones internacionales en Oriente Medio,
influyendo en la búsqueda de soluciones y en la evolución de la situación en la
región.
Por otro lado, en el conflicto entre Israel y Palestina, Palestina ha recibido
apoyo de diversos actores, entre los que se destacan:
Liga Árabe: La Liga Árabe ha respaldado históricamente la causa palestina y
ha abogado por el reconocimiento y la creación de un Estado palestino
independiente. Los países miembros de la Liga Árabe han brindado apoyo
político y financiero a Palestina en su lucha por la autodeterminación.
Egipto (1948-1978): En las primeras décadas del conflicto, Egipto fue un
defensor activo de la causa palestina y estuvo involucrado en conflictos
armados contra Israel. Sin embargo, en 1978, Egipto firmó un acuerdo de paz
con Israel, lo que cambió su posición en el conflicto.
Siri: Siria ha sido un partidario constante de la causa palestina y ha albergado a
grupos palestinos en su territorio. Ha abogado por la liberación de territorios
palestinos y la creación de un Estado palestino.
Ira: Irak ha respaldado a Palestina en su lucha contra la ocupación israelí y ha
condenado las acciones de Israel en la región.
Líbano: Líbano ha brindado refugio a numerosos palestinos y ha apoyado la
causa palestina en foros internacionales. También ha sido afectado por el
conflicto debido a la presencia de grupos armados palestinos en su territorio.
Jordania (1948-1994): Jordania ha tenido una relación complicada con el
conflicto, habiendo sido parte en el pasado de la disputa por Cisjordania. Sin
embargo, en 1994, Jordania firmó un acuerdo de paz con Israel, normalizando
sus relaciones.
Irán (Desde 1979): Irán ha respaldado a Palestina, en parte como parte de su
oposición a Israel y su apoyo a grupos palestinos en la región.
Unión Soviética (1967-1991): La Unión Soviética brindó apoyo político y
diplomático a Palestina durante su existencia, abogando por la creación de un
Estado palestino.
Estos actores han desempeñado un papel importante en el conflicto israelí-
palestino, brindando apoyo político, diplomático y, en algunos casos, financiero
a Palestina en su búsqueda de autodeterminación y resolución del conflicto.
Sus posturas y apoyo han influido en la dinámica del conflicto y en las
relaciones internacionales en la región.
Hitos relevantes:
El conflicto entre Israel y Palestina ha sido marcado por una serie de hitos
relevantes a lo largo de las décadas. Algunos de los hitos más destacados
incluyen:
1947-1949: Partición de Palestina y Guerra de Independencia de Israel: La
Resolución 181 de las Naciones Unidas en 1947 recomendó la partición de
Palestina en dos estados, uno judío y uno árabe. Israel declaró su
independencia en 1948, desencadenando la Guerra de Independencia de
Israel. Este conflicto resultó en la creación de Israel y el inicio del éxodo
palestino.
1956: Crisis de Suez: Israel, junto con Francia y el Reino Unido, invade Egipto
durante la crisis de Suez en respuesta a la nacionalización del Canal de Suez
por parte de Gamal Abdel Nasser. La presión internacional llevó a un retiro de
las fuerzas invasoras.
1967: Guerra de los Seis Días: Israel lanzó un ataque preventivo contra Egipto,
Siria y Jordania, lo que resultó en la ocupación israelí de Cisjordania, la Franja
de Gaza, Jerusalén Este, los Altos del Golán y la península del Sinaí.
1973: Guerra de Yom Kippur: Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa contra
Israel en el Día del Juicio Final (Yom Kippur), lo que llevó a una guerra de
desgaste en la que se lograron algunos avances territoriales árabes.
1978-1982: Intervención israelí en el Líbano: Israel intervino en el Líbano en
apoyo a facciones cristianas durante la Guerra Civil del Líbano. Esta
intervención culminó en la invasión de Líbano en 1982 y la masacre de Sabra y
Shatila.
1993: Acuerdos de Oslo: Israel y la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP) acordaron los Acuerdos de Oslo, que sentaron las bases para
la autonomía palestina en partes de Cisjordania y Gaza.
1995: Asesinato de Yitzhak Rabin: El primer ministro israelí Yitzhak Rabin fue
asesinado por un extremista judío en un intento de socavar los Acuerdos de
Oslo.
2000: Segunda Intifada: Estalló una nueva ola de violencia, conocida como la
Segunda Intifada, con enfrentamientos y ataques suicidas por parte de
palestinos y operaciones militares israelíes.
2005: Retiro de Gaza: Israel desmanteló sus asentamientos en la Franja de
Gaza y retiró sus fuerzas, aunque mantuvo un bloqueo en la región.
2014: Guerra en Gaza: Israel y Hamás se involucraron en un conflicto en Gaza
que resultó en una gran cantidad de víctimas civiles.
2020: Acuerdos de Normalización: Varios países árabes, incluyendo los
Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán, firmaron acuerdos de normalización
con Israel, lo que marcó un cambio significativo en la política regional.
Estos son solo algunos de los hitos más destacados en el conflicto israelí-
palestino, que ha sido caracterizado por una serie de eventos significativos a lo
largo de los años, que han influido en la situación actual en la región.
Perspectivas de solución:
La resolución del conflicto entre Israel y Palestina ha sido un desafío
prolongado y complejo. A lo largo de los años, se han propuesto varias
perspectivas para abordar esta cuestión. La solución de Dos Estados,
respaldada por la comunidad internacional, implicaría la creación de dos
estados independientes basados en las fronteras de 1967. Algunos sugieren
una alternativa con un solo estado binacional, aunque esto plantea desafíos
significativos debido a divisiones culturales y religiosas. Otras perspectivas
incluyen la federación o confederación, el estatus internacional de Jerusalén y
garantías de seguridad. La participación de la comunidad internacional es
fundamental, y la justicia, el reconocimiento mutuo y la reconciliación son
elementos clave en cualquier solución. A pesar de la complejidad y los
obstáculos, la búsqueda de una solución pacífica sigue siendo un imperativo
importante, y el compromiso, la diplomacia y el diálogo siguen siendo
esenciales para avanzar hacia la paz en la región.
Conclusión:
El conflicto entre Israel y Palestina se origina en gran medida en la colonización
sionista apoyada por potencias coloniales, la partición de Palestina y la
creación de Israel, desencadenando una disputa territorial y política continua.
El sionismo, un movimiento político fundado por Theodor Herzl en 1896, se
convirtió en un proyecto político y colonial que buscaba la apropiación gradual
de tierras en Palestina, respaldado por fundamentos religiosos. Acuerdos
secretos durante la Primera Guerra Mundial, como los Acuerdos Sykes-Picot y
la Declaración Balfour de 1917, comprometieron a Gran Bretaña a apoyar un
"hogar nacional judío en Palestina". La resistencia árabe y las tensiones
surgieron con el control británico de Palestina en 1917. En 1947, la ONU votó a
favor de la partición de Palestina en dos Estados, pero la creación unilateral de
Israel en 1948 provocó la expulsión y desposesión de la población palestina,
conocida como la Nakba. El conflicto se arraiga en estos eventos históricos y
políticos.
Las causas clave del conflicto involucran una falta de resolución duradera, la
postura de Hamás que busca la eliminación de Israel y el impacto de la
inestabilidad política en Israel. En términos de territorio, Cisjordania y la Franja
de Gaza son puntos de disputa, junto con la negativa de Israel a reconocer un
Estado palestino en las fronteras de 1967. Las cuestiones culturales, la
educación y las narrativas históricas también perpetúan la hostilidad, mientras
que la dimensión religiosa se destaca en Jerusalén y el surgimiento de
extremismo religioso. La disparidad económica y las restricciones comerciales
y de movilidad contribuyen a las tensiones económicas.
Consecuencias recientes del conflicto han obstaculizado la estabilidad en la
región y aumentado la complejidad del conflicto, con graves repercusiones
humanitarias y riesgos para los rehenes. Para abordar este conflicto
profundamente arraigado, se necesitará un enfoque internacional y un
compromiso sostenido para alcanzar una solución pacífica y duradera en la
región.
Varios países han respaldado a Israel a lo largo del tiempo, incluyendo
Alemania, Canadá, Estados Unidos, Egipto, Francia y el Reino Unido, mientras
que Palestina ha recibido apoyo de la Liga Árabe, Siria, Irak, Líbano, Jordania,
Irán y la Unión Soviética en el pasado. Estos actores han influido en la
dinámica del conflicto a lo largo de los años.
El conflicto ha sido marcado por hitos clave a lo largo de las décadas,
incluyendo la Guerra de Independencia de Israel en 1948, la Guerra de los Seis
Días en 1967, los Acuerdos de Oslo en 1993 y la Guerra en Gaza en 2014. A
pesar de la complejidad, las perspectivas de solución incluyen la creación de
dos Estados, un solo estado binacional o una federación, junto con la
participación de la comunidad internacional y la promoción de la justicia y la
reconciliación como elementos esenciales para avanzar hacia la paz en la
región.
Referencias:
Israel y Palestina: ¿Cómo y Cuándo comenzó el conflicto?, (20, octubre 23),
recuperado de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/israel-palestina-
como-cuando-comenzo-conflicto_20332
Figueroa G.. (09 de octubre del 2023). Porque hay una guerra entre Israel y
Palestina: las claves del conflicto. Onda Cero.
https://www.ondacero.es/noticias/mundo/que-hay-guerra-israel-palestina-
claves-origenes-conflicto_202310096523cb6fe0d76200011fbaed.html
Ramón J.. (10 de octubre 2023). El mapa de la evolución territorial de Israel y
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https://www.newtral.es/territorio-israel-palestina/20231010/