INSTITUCIÓN EDUCATIVA GENERAL SANTANDER Código:
VIRTUD, DIOS Y CIENCIA GAC-PP-02-01
CREADO POR ORDENANZA No. 5 DE OCTUBRE 23 DE 1961
DANE 154874000130 Fecha Aprobación
17-JUNIO-2016
GUÍA CIENCIAS SOCIALES Versión: 1.0
ESTUDIANTE: ÁREA: CIENCIAS SOCIALES GRADO: UNDÉCIMO:
DOCENTE: YARDANI SAENZ SEDE: CENTRAL JORNADA: TARDE
RINCÓN
TIEMPO: 4 SEMANAS TRIMESTRE: 2 FECHA DE ENTREGA AL FECHA DE ENTREGA AL DOCENTE:
ESTUDIANTE: 10-05-2024 12-06-2024
GUÍA 4 SOLUCIÓN NEGOCIADA DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA
• OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Evaluar la importancia de la solución negociada de los conflictos armados para la búsqueda de la paz.
INTRODUCCION
La historia de Colombia en los últimos sesenta años ha estado marcada por el conflicto armado. En sus
inicios, la desigual repartición de la tierra y la falta de espacios para participación política dieron cabida al
uso de la violencia y la lucha armada. Un método que en los años siguientes se fue reforzando con la irrupción
del narcotráfico, el narcoterrorismo, la presencia de nuevos actores políticos y armados en un contexto de
lucha revolucionaria, Guerra Fría y guerra contra el terrorismo que han ido transformando el
conflicto en su razón de ser y métodos de subsistencia.
¿QUÉ VOY A APRENDER?
Activa algunos conceptos: a). Conflicto b). Paz c). Violencia d). Diálogos de paz e). Justicia
En este tema vas a aprender sobre el conflicto armado en Colombia y los esfuerzos por alcanzar la paz.
LO QUE ESTOY APRENDIENDO
❖ Los conflictos de Colombia
➢ Inicio
Desde principios del siglo XX, Colombia no ha conocido la
paz. El inicio del siglo sorprendió a Colombia con una guerra
civil, Guerra de los Mil Días (17/10/1.899-21/11/1.902), entre
los partidos liberal y conservador de la época que culminó
con la firma de los Tratados de Paz de Wisconsin, Chinácota
y Neerlandia en 1902, la victoria de los conservadores,
cientos de miles de muertos y un país devastado. El país
vivió en relativa calma hasta el 9 de abril de 1948 cuando fue
asesinado en Bogotá el llamado caudillo del pueblo, Jorge
Eliécer Gaitán.
El asesinato del líder popular detonó nuevamente violencia
partidista, en el campo especialmente, en una época
conocida como "La Violencia", que, aunque no generó la declaratoria de una guerra civil como tal, sí propició
la muerte sistemática de unas 300.000 personas a lo largo de casi dos décadas de conflicto irregular y el
desplazamiento masivo de unos dos millones de personas
en un país que en ese entonces tenía 11 millones de
habitantes. La guerra irregular terminó con un pacto entre
los partidos Liberal y Conservador, que acordaron rotarse
el poder con el establecimiento de un Frente Nacional (El
plebiscito de 1957 en Colombia, -la votación en el plebiscito
fue de 4.169.294 votos en favor del ‘Sí’, contra 206.654 en
favor del ‘No’ y 20.738 votos en blanco, siendo una de las
elecciones con el más alto nivel de participación electoral
en la historia del país-, fue una consulta popular para
aprobar una reforma constitucional cuyo contenido validaba
lo que pasó a conocerse como el Frente Nacional: el
acuerdo de paz entre los partidos Conservador y Liberal,
tras varias décadas de guerra civil no declarada).
➢ Los protagonistas del conflicto armado
Una de las características del conflicto en Colombia es la
pluralidad de actores que han alimentado y transformado el conflicto armado en el país. Aunque los
principales actores del conflicto siempre han sido, en su mayoría, los partidos políticos tradicionales y los
movimientos guerrilleros, el surgimiento de diferentes grupos revolucionarios, paramilitares y la influencia del
narcotráfico han tenido mayor o menor predominancia según el período que se estudie. Además, cabe
recordar que, en líneas generales, Colombia se ha caracterizado por una brecha social entre una élite política
con una fuerte presencia regional, latifundista y monopolizadora y por otro lado, grupos minoritarios como
los indígenas, afrodescendientes y campesinos que no han contado con el mismo acceso a los derechos de
propiedad ni a los servicios de Estado.
➢ Surgimiento de las guerrillas contemporáneas
El origen de las guerrillas contemporáneas en Colombia se atribuye, entre otros aspectos, a la exclusión
socioeconómica y a la falta de espacios para la libre participación política. Entre los sectores excluidos se
destacan el ámbito universitario e intelectual, la población campesina e indígena. Entre las guerrillas más
notorias de la segunda mitad del siglo XX, se encuentran las (FARC-EP), el Ejército de Liberación Nacional
(ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19). Cada movimiento
ha respondido a una concepción política, ideológica y militar reflejo de toda la gama de líneas en la que se
ha encontrado dividida la izquierda colombiana. Cada uno de estos movimientos nació en situaciones
históricas y regionales particulares y adoptaron idearios políticos diferenciados y formas particulares de
operar. En los primeros años los movimientos guerrilleros se presentaron como fruto de la frustración política
y social.
➢ Internacionalización del conflicto
La internacionalización del conflicto también se debe entender a partir del contagio o de los daños y efectos
colaterales que produce un conflicto armado en la región y a nivel internacional. Es decir, el proceso a través
del cual un fenómeno trasciende sus propias fronteras con violaciones a los derechos humanos, al derecho
internacional humanitario y crímenes transnacionales tales como: narcotráfico, tráfico ilícito de armas y
personas, por citar algunos ejemplos. Uno de los mayores hitos en la internacionalización del conflicto se
podría marcar durante el gobierno de Andrés Pastrana durante el cual se apostó por involucrar a la
comunidad internacional y, en concreto Estados Unidos, mediante la creación del Plan Colombia. Un
proyecto cuya prioridad era la erradicación de cultivos ilícitos y el fortalecimiento del Estado. Durante estos
años, la ayuda de Estados Unidos a Colombia fue clave para forzar el repliegue de las FARC-EP. Como
resultado de esta confrontación armada, la presencia de las facciones de las FARC-EP se fue desplazando
hacia las fronteras, especialmente hacia Ecuador y Venezuela, fomentando de esta manera la
internacionalización del conflicto.
➢ Los Estados Unidos
Ha jugado un papel central en el desarrollo del
conflicto en Colombia. En 1999 el Presidente Bill
Clinton, en alianza con su homólogo Andrés
Pastrana, crearon un programa de colaboración
militar antinarcótico dentro del cual se diseñó el
Plan Colombia, que consistía en la creación de
unidades militares fuertes y entrenadas para
tomar el control de las zonas cocaleras y proteger
a la Policía en sus labores de erradicación de
cultivos. El control de estas zonas se convirtió en
prioritario, pero la Policía Antinarcóticos no tenía
capacidad plena para enfrentar a las guerrillas,
que protegían esas áreas, por lo que se hizo
necesaria la participación del Ejército.
En Febrero de 2016, el Plan Colombia fue renovado, entre otras cosas por los nuevos retos que el avance
en los diálogos de paz entre las FARC–EP y el Gobierno Nacional planteaban. Así, durante la celebración
de los 15 años del Plan Colombia, el presidente Barack Obama anunció el inicio del nuevo Plan “Paz
Colombia”, confirmándose como uno de los principales socios para la paz en el país. El monto total consistiría
en un primer desembolso de 450 millones de dólares en 2017 con destino directo al presupuesto nacional
colombiano. Los 450 millones de dólares (de los cuales 390 millones son administrados por el Departamento
de Estado y 60 millones por el Departamento de Defensa estadounidenses) estarían invertidos en cuatro
áreas principales: seguridad y antinarcóticos, desarrollo rural, víctimas y justicia, y desminado.
➢ El conflicto social
Decir que mientras exista conflicto social habrá guerra, que la falta de educación es violencia. Decir que la
falta de salud es violencia, y otras oblicuas frases similares, es confundir los medios con los fines, es un
respaldo a los violentos, una justificación de la guerra misma. Es afirmar que la violencia es aceptable y que
quienes la hacen son hombres justos.
Al unir el conflicto social con el conflicto armado hace insoluble este último. Es una trampa para la paz que
solo beneficia a quienes sostienen que la guerra, la violencia política y la común son la solución a la injusticia
social, es decir, a los conflictos. Ahí es donde el actor ilegal armado se convierte en Mesías que nos redime
de nuestros problemas con la violencia justiciera, donde todo es válido: el secuestro, la bomba, el sabotaje,
la destrucción y la muerte.
Los conflictos sociales por intereses en choque los resolvemos los humanos en democracia, con cultura y
reglas legales. El conflicto armado se resuelve por la vía política de la negociación si es de aceptación el
diálogo para las partes, por la vía del monopolio y el uso de las armas del Estado democrático o por la
combinación de ambas.
❖ Resolución de conflictos
A lo largo de 52 años de conflicto armado, Colombia ha creado numerosas y creativas prácticas de solución
de conflictos y justicia local en comunidades rurales y urbanas: los conciliadores en equidad, los jueces de
paz, los líderes comunitarios y los palabreros han prevenido que los conflictos pasen a mayores. Pero hace
falta mucha más mediación para acabar con la cultura de guerra en el país.
John Paul Lederach, uno de los académicos más reconocidos en materia de mediación de conflictos y
construcción de paz en el mundo, dice que no es fácil pasar de la guerra a la paz y por eso la mediación
social es tan importante para Colombia.
Lederach añade que en Colombia diversos movimientos campesinos ya tienen claras sus necesidades
concretas, saben qué necesita la comunidad. Por eso “la reivindicación más certera descansa en la idea de
que se les reconozca como actores claves en la vida cotidiana de las regiones, en esa búsqueda constante
por el bienestar de sus habitantes”.
Pero además de mediar entre el Gobierno y las comunidades, también hace falta resolver conflictos entre
vecinos, familias, escuelas, instituciones penitenciarias, policías, juntas de acción comunal y muchos otros
grupos que deben resolver problemas a diario.
Algunos de los conflictos sociales que se pueden agudizar en un eventual posacuerdo son los que se dan
entre las comunidades y las empresas extractivas en los territorios. Christopher Moore, experto
mundialmente reconocido en resolución de conflictos, afirma que esto pasa con frecuencia en países que,
cuando solucionan un conflicto armado de larga data, otros conflictos secundarios cobran relevancia. “Es
importante prever estos desacuerdos y crear un sistema de resolución de conflictos que sea eficiente y que
tenga la confianza de la comunidad. Lo más importante es cultivar una relación de confianza y respeto.
De ahora en adelante se van a necesitar las habilidades de muchos constructores de paz para evitar que la
violencia se recicle o que el espacio dejado por las guerrillas sea ocupado por otro tipo de violencia. Los
mediadores y conciliadores serán vitales para lograr pactos de convivencia comunitaria, tanto en la
intervención interpersonal como la colectiva.
➢ La etnia (Art. 7 CPC 1991)
La vitalidad de la cultura colombiana radica precisamente en su diversidad, el patrimonio más valioso de la
nación. Afrocolombianos, raizales, palenqueros, rom o gitanos, pueblos indígenas, comunidades
campesinas, mestizos, y comunidades originadas en migraciones externas enriquecen el mosaico cultural
del país. De acuerdo con el censo del año 2005, viven en el territorio nacional 84 pueblos indígenas
distribuidos en 704 territorios colectivos conocidos como resguardos; existe una población afrodescendiente
con una participación superior al 10% de la población nacional y hay más de 150 territorios colectivos de
comunidades negras tradicionales en la región del Pacífico; igualmente coexisten comunidades rom o
gitanas, más de 60 lenguas nativas e innumerables comunidades locales de población campesina. Los
anteriores son sólo algunos referentes básicos de una nación pluriétnica que se construye en la diversidad.
➢ ¿Por qué cuesta respetar las diferencias?
El principal motivo, de acuerdo con los especialistas en sicología, es porque muchas veces las personas no
logran tener el respeto hacia sí mismos, esto hace que sea imposible darlo a los demás. Otro motivo es
debido al egocentrismo que los acapara, en el que persistentemente desean que su posición sea primero,
sin importar lo que piensen o sientan los demás.
➢ El respeto por la diferencia de género
La discriminación de género no es ajena a la realidad colombiana, por el contrario, es una situación que viven
mujeres y hombres cada día en el país, ya que los estereotipos en razón del sexo y la orientación sexual han
permeado la educación y la formación en el hogar, y por tanto consolidado una cultura favorable al respecto.
Por esta razón que es importante su estudio, puesto que el Estado en su obligación de proporcionar y
garantizar la igualdad, debe velar porque este tipo de segregación desaparezca a través de las leyes y
políticas públicas, que están encaminadas a la educación de la sociedad para poder superar estas conductas
y sancionar al infractor.
➢ Decreto 437 del 6 marzo de 2018
Identificar y posicionar el aporte al bien común, a la resolución de conflictos y a la convivencia pacífica en la
familia y la sociedad, a la cohesión social y a la transformación de contextos comunitarios, que las entidades
religiosas y sus organizaciones desarrollan.
➢ Periódico el Colombiano (07/05/2020)
El Secretario General Naciones Unidas, Antonio Gutérres, ante el grave impacto global de la pandemia, hizo
un llamado al cese del fuego “inmediato y global” de los conflictos armados en el mundo con el objeto de
poder concentrar los esfuerzos en controlarla. Si bien este fue acogido por el Eln con impactos importantes,
los mismos no fueron satisfactorios.
“Los grupos armados legales e ilegales no están en cuarentena y controlan cada vez más la vida de las
personas con la ausencia o complicidad de la actuación estatal. De acuerdo con la Coordinación Colombia
Europa Estados Unidos, desde el 6 de marzo, fecha en la que se confirmó el primer caso de coronavirus,
hasta el 20 de abril, habrían sido asesinadas 21 personas defensoras de derechos humanos, y 13 desde la
entrada en vigencia de las medidas de confinamiento”, exponen en el documento.
La información que expone el Colectivo señala que en el mandato de Iván Duque han recibido en promedio
una denuncia cada 1,6 días para un total de 1.067 denuncias de graves violaciones a los derechos humanos
en 632 días de gobierno.
Los hechos que dejaron mayor número de víctimas en el período del actual SOS, se refieren a seis
desplazamientos forzados que dejaron más de 2.190 víctimas, así como el de 847 personas desterradas de
12 veredas de la zona de Cañón del Inglés en el municipio de Ituango por enfrentamientos entre disidencias
y paramilitares de las autodenominadas ‘Autodefensas Gaitanistas’, sumado al desplazamiento de 550
personas del municipio de Argelia, Cauca, en medio de enfrentamientos armados, en zonas pobladas, entre
guerrillas del Eln y el frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc.
El reporte también incluye el desplazamiento forzado de casi 400 indígenas en la zona rural del municipio
de Bojayá, (Chocó) donde además se denuncia la existencia de minas antipersona, y el desalojo de 300
personas en Urrao, Antioquia, por enfrentamientos entre grupos armados herederos del paramilitarismo y
las disidencias.
“También se presentó un desplazamiento forzado de 80 personas de las veredas de Nayita, Zabaleta y Agua
Clarita, por acción de grupos paramilitares en Argelia (Cauca) y el de 20 personas de El Tambo (Cauca) por
acción del frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc.
En cuanto a la erradicación forzada, el colectivo tiene en su expediente que esta ha sido otra de las
agresiones que se ha agravado en el último período, luego de que recibieran 12 denuncias de esta práctica
contra igual número de comunidades, todas por parte de la fuerza pública.
Según el documento, seis de estas denuncias provienen de comunidades del Putumayo, dos de ellas en
Puerto Asís, una de las cuales correspondió a la aspersión aérea con glifosato, una práctica que está
suspendida por la Corte Constitucional.
Pese a la suspensión, el colectivo denuncia que este hecho se ha adelantado en Nariño, Antioquia y Norte
de Santander, desconociendo el Acuerdo de paz y agravando la crisis humanitaria en medio de las medidas
de aislamiento y la insuficiente respuesta institucional en materia social.
❖ El marco jurídico para la paz (2012)
El Congreso colombiano, en un intento de facilitar la negociación con las FARC-EP inscribiéndola en un
esquema de justicia transicional, aprobó en julio de 2012 una reforma de la Constitución mediante el
denominado "Marco Jurídico para la Paz"
A pesar de las críticas que ha recibido la aprobación de este Marco, supone un intento, no exento de riesgos
y contradicciones, de sentar las bases para una salida política al conflicto armado interno que ha asolado a
Colombia desde hace más de cincuenta años y para la garantía de los derechos de las víctimas. Muy
recientemente, el 28 de agosto de 2013, la Corte Constitucional ha declarado exequible el Marco Jurídico
para la Paz, lo que supone un apoyo decidido a los lineamientos establecidos por el Gobierno de
Juan Manuel Santos para alcanzar la paz con los grupos guerrilleros alzados en armas contra el Estado.
Como señala el artículo 1 de este Marco, los instrumentos de justicia transicional "garantizarán en el mayor
nivel posible los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación".
➢ La cuestión del tratamiento diferenciado
En primer lugar, este Marco establece el principio del "tratamiento diferenciado para los distintos grupos
armados al margen de la ley que hayan sido parte en el conflicto armado interno y también para los agentes
del Estado". Lo anterior supone la constatación de la diferente naturaleza de los grupos paramilitares y de
las guerrillas, ya que estas últimas pueden arrogarse la condición de delincuentes políticos y, en
consecuencia, hacerse acreedoras de determinados privilegios en el marco de las negociaciones de paz,
salvo para casos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Además, se incluyen las
violaciones graves de derechos humanos cometidas por agentes del Estado entre las cuestiones a las que
hay que aplicar los estándares nacionales e internacionales en materia de justicia, verdad y reparación. Esto
ha sido considerado como una auténtica traición por el uribismo y por determinados sectores de las Fuerzas
Armadas.
El Marco Jurídico para la Paz parte de la reiteración de los "deberes estatales de investigación y sanción". A
partir de ahí aboga por "mecanismos de carácter extrajudicial para el esclarecimiento de la verdad y la
reparación a las víctimas". En este sentido, se prevé la creación de una Comisión de la Verdad, un
mecanismo que puede ser muy interesante si se le dota de los medios y las funciones apropiadas para llegar
a esclarecer toda la verdad acerca de las gravísimas violaciones cometidas por los diferentes actores
involucrados en el conflicto armado colombiano.
➢ El derecho a la justicia
El derecho a la justicia es un derecho con un amplio reconocimiento jurídico internacional. Este
derecho implica, en primer lugar, que los Estados tienen el deber de investigar, enjuiciar y
sancionar a los presuntos responsables de violaciones de los derechos humanos. En segundo
lugar, el derecho a la justicia exige que los Estados extremen las medidas para evitar la
impunidad ante violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos.
Existe una discusión en torno a si los Estados están obligados a procesar penalmente y
castigar a los culpables de crímenes graves relacionados con los derechos humanos y el
derecho internacional humanitario o si, en el marco de procesos de paz, gozan de un cierto
margen de apreciación sobre la base de criterios relacionados con la pacificación y la reconciliación nacional.
Está emergiendo un principio en torno a que las graves violaciones de los derechos humanos (genocidio,
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad) imponen una obligación general de procesar y castigar
a los culpables, aunque, en casos auténticamente excepcionales en períodos de transición, el Estado podría
introducir los criterios antes señalados para limitar parcialmente dicha obligación.
➢ El derecho a la verdad
El derecho de las víctimas y de la sociedad a conocer toda la verdad
sobre los sucesos ocurridos es un elemento esencial en un proceso
de justicia transicional y de reconciliación. Ahora bien, el
conocimiento que proporciona la verdad tiene que ir acompañado de
reconocimiento a las víctimas. La verdad no se tiene que quedar en el
círculo más íntimo de las víctimas, sino que tiene que ser reconocida
oficial y públicamente, elevando así su validez al público y a la sociedad
en su conjunto. Para Barahona de Brito (2001: 25), el reconocimiento
"devuelve a las víctimas a la sociedad, que reconoce su sufrimiento,
proporcionándoles una forma de justicia distributiva o social, y
proporcionando recursos no convencionales tales como la toma de conciencia social, la memoria colectiva,
la solidaridad y la superación de la baja autoestima". Como vemos, la verdad pasa a desempeñar una suerte
de rol terapéutico, convirtiéndose en un ingrediente esencial del derecho a la reparación.
➢ El derecho a la reparación
Hay que subrayar que la reparación no es una panacea que vaya a solucionar todos los
problemas relacionados con el pasado a los que se enfrentan sociedades en transición o en
proceso de pacificación como Colombia. Ciertas secuelas de graves violaciones de derechos
humanos son "irreparables", tanto en su dimensión individual como colectiva; en ocasiones,
las heridas son de tal naturaleza que a lo máximo a que se puede aspirar es a que las
víctimas aprendan a vivir con ese dolor.
Ello convierte lo relacionado con las reparaciones en un asunto muy espinoso, ya que todo proceso de
reparaciones tiene que acostumbrarse a convivir con demandas insatisfechas de los sobrevivientes durante
mucho tiempo, como los casos de las madres-abuelas de Plaza de Mayo en Argentina o de las víctimas de
la Guerra Civil y del Franquismo en España, entre otros muchos, se encargan de corroborar. Además, el
Gobierno, por un lado, y las víctimas, por el otro, tienen diferentes tempos a la hora de enfrentarse a un
proceso de reparaciones.
❖ La Paz: Derecho y Deber Constitucional
La construcción de la paz es un asunto de la humanidad en su conjunto
que requiere el esfuerzo y participación de todos los estamentos de la
sociedad colombiana sin distinción, interpretada, entendida y aplicada
en su integridad como un derecho y un deber de obligatorio
cumplimiento, según el artículo 22 de la Constitución Nacional, como
base fundamental para encausar y enderezar el camino del sosiego con
verdadera justicia social y reconciliación; razón primordial por la cual
urge con pronta y decidida acción orientada al fortalecimiento de las
organizaciones y el robustecimiento de espacios de participación para
que la comunidad tenga incidencia en el difícil reto de desarraigar el
ímpetu del beligerante de la violencia y ojala por fin hacer una r ealidad
el sueño que todos anhelamos “la Paz para Colombia”, cristalización de este propósito que conlleve sin
equívoco alguno a la materialización de la prosperidad y desarrollo para todos.
En el marco contextual de esta reflexión se invoca y exhorta a los ciudadanos en general de este país a
transitar por un escenario en el que impere la real democracia con garantías plenas para quienes actúen en
la actividad político – social y de esta manera abrir nuevos espacios para el ejercicio de la misma. En la
estructuración de esta propuesta encaminada hacia el logro de la paz, se hace necesario, urgente y vital
construir una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia, no estigmatización ni menos discriminación.
Cuando tratamos esta temática que involucra al conflicto y posconflicto que vivimos, todos los colombianos
tenemos que contribuir en el avance de procesos que permitan desarmar los espíritus rencorosos y
belicosos, especialmente por razón de la acción política y social en el marco de la civilidad. Para ello es
indispensable la puesta en marcha de mecanismos y acciones que incluyan el diseño y ejecución de un
programa coherente de reconciliación, convivencia y prevención.
Es de capital trascendencia la creación, desarrollo y viabilidad de una pedagogía didáctica en todos aquellos
gremios sociales en donde está inserto y enquistado el germen malévolo de la corrupción, el caos, la
desintegración social y por ello es importante el fortalecimiento en Colombia de la cátedra de una cultura
política para la reconciliación y la paz, cuyos ejes centrales esquemáticos establecen un plan de apoyo a la
creación y promoción de veedurías ciudadanas y observatorios de transparencia; igualmente la configuración
de un mecanismo especial, para la atención, tramite y seguimiento de denuncias, al igual que alertas a los
ciudadanos por posibles hechos de corrupción; de forma idéntica es vital la promoción de una masiva
campaña institucional referente a las obligaciones y deberes de las autoridades en materia de participación
y control de la administración pública, fortalecer la discusión, el debate, ejecución y evaluación de procesos
alusivos a la planeación presupuestal de obras e iniciativas, factor que cobra importancia día a día en el
desarrollo de la sociedad. En este orden de ideas es preciso destacar la necesidad de fortalecer el rol de las
juntas administradoras locales (JAL), en la elaboración de planes de desarrollo.
➢ La paz como valor
Toda Constitución Política contiene una dimensión axiológica que sirve de enjuiciamiento del ordenamiento
jurídico y de impulso de ciertos comportamientos. Entre los valores más recurrentes se encuentran el
bienestar general, la justicia y la Paz. Esta idea de la Paz como valor la encontramos desde Hobbes para
quien existen pasiones que inclinan naturalmente al hombre hacia la Paz. Dichas pasiones se encuentran
gobernadas por unas leyes naturales "inmutables y eternas" que se pueden descubrir a través de la razón.
Las tres reglas formuladas por Hobbes se pueden resumir así: i) la Paz debe buscarse y seguirse, incluso,
usando las ventajas de la guerra; ii) los hombres deben estar dispuestos a renunciar a sus derechos en
beneficio de la Paz; y, iii) un cumplimiento sagrado de los pactos celebrados para salir de la guerra.
En la Constitución Política de Colombia de 1991, desde su Preámbulo, se le reconoce a la Paz la condición
de valor fundante cuando expresa que, el Pueblo de Colombia, en su calidad de Soberano, y para garantizar
la Paz, aprueba dicha Constitución.
Esa fundamentación axiológica en el valor de la Paz, se materializa en dos elementos sumamente
importantes: la naturaleza de la Constitución como un tratado de Paz y la relación tríadica que en torno a
ella se construye en el ordenamiento jurídico a partir de los derechos, los deberes y los mecanismos de
protección.
➢ LA PAZ COMO PRINCIPIO
En la Constitución Política de 1991, la Paz adquiere la dimensión cualitativa de ser un principio del
ordenamiento jurídico superior. En este sentido, adquiere dos connotaciones: como derecho fundamental y
como derecho colectivo.
Como derecho fundamental, no solo está ubicado en el Art. 22 (criterio de la ubicación), sino que además el
Art. 377 prevé que cualquier modificación a este puede ser objeto de referendo derogatorio (criterio del plus
para la reforma), además de estar consignado en diversos tratados sobre derechos humanos de los cuales
Colombia es parte (criterio de la inclusión en los tratados internacionales que conforman el bloque de
constitucionalidad).
Refiriéndose al ámbito interno, reconoció la Corte Constitucional que la Paz es un derecho fundamental, en
tanto condición necesaria para el ejercicio de otros derechos.
Aunque esta no es una posición unificada del alto tribunal, toda vez que previamente había dicho que, pese
a su inclusión en el Capítulo I del Título II, ella no era, por su naturaleza, un derecho fundamental y que, por
ende, no tenía reserva de ley estatutaria, también manifestó en otra oportunidad que la Paz, como derecho
social, esto es, que se expresa como "convivencia ordenada entre los ciudadanos", se distinguía de la
tranquilidad que sí constituye derecho subjetivo, en tanto que no puede ser protegida mediante la acción de
tutela salvo que se evidencie amenaza de perjuicio irremediable, con lo cual deja entrever que el problema
no es tanto la naturaleza del derecho a la Paz sino su mecanismo de protección.
Para reforzar esta posición, expresó el alto tribunal que la Paz es un deber ciudadano (Art. 95-6 de la CP),
predicable de las autoridades públicas y de todos los habitantes del territorio nacional.
En conclusión, la Paz es un derecho fundamental cuya protección no se puede hacer en las mismas
condiciones que otros derechos de contenido hermenéutico menos problemático, pero que en el evento de
un perjuicio irremediable y ligado con el contenido de otros derechos puede ser objeto de protección, incluso
mediante la acción de tutela.
En el ámbito internacional, la Declaración de Oslo sobre el Derecho Humano a la Paz, aprobada por la
Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura,
en 29a Celebrada en París del 21 de octubre al 12 de noviembre de 1997, expresa en su Art. 1° que la Paz
es un derecho humano, inherente a su dignidad, que excluye todo tipo de guerra y de conflicto armado y que
se debe garantizar sin ningún tipo de discriminación.
➢ SIGNIFICADO DE LA PAZ
Para la Real Academia Española de la Lengua, un significado es el "Contenido semántico de cualquier tipo
de signo, condicionado por el sistema y por el contexto". El principal problema de enunciar significados o
conceptos, es que se puede restringir o exceder los límites de lo que se define o confundirlo con otros
institutos, de allí que se aconseje señalar los elementos de la esencia para construir, a partir de allí, un
acercamiento teórico a la ontología del instituto.
Por eso, se señalarán las diferentes definiciones de Paz que utiliza la Corte Constitucional de Colombia,
explicando previa y brevemente el sustento teórico desde el cual se enuncian y partiendo de la base que,
incluso para el mismo tribunal, se trata de un concepto polivalente que no alcanza en el contexto
colombiano un desarrollo dogmático definitivo.
PRACTICO LO QUE APRENDÍ
1. Vocabulario y biografías (subrayadas)
2. Mapa conceptual (40 características bien definidas)
3. Plegable elaborado a mano: Los tratados de paz de la guerra de los Mil Días
4. El Frente Nacional (presidentes, período, 5 características de cada gobierno)
5. Ensayo 1: ¿En qué consistió el Plan Colombia? Enlace 1
6. Ensayo 2: ¿Por qué se votó el plebiscito de 1.957? Enlace 2
7. Ensayo 3: ¿Qué pasó en el plebiscito de 2016? Enlace 3
8. Ensayo 4: ¿En qué consiste “la paz total” del nuevo gobierno? Enlace 4
RECURSOS DE APOYO
TANGIBLES: Guía de trabajo, lecturas, CPC 1991, revistas, periódicos. DIGITALES: Mediación TIC,s.
Webgrafía:
1. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-
159X2015000100005#:~:text=El%20Plan%20Colombia%20fue%20dise%C3%B1ado,contra%20el%20tr
%C3%A1fico%20de%20drogas.
2. https://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/historia-del-plebiscito-de-1957-51641
3. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37537187
4. https://www.vozdeamerica.com/a/en-que-consiste-politica-paz-total-gustavo-petro-/7079441.html