Antropología del cuerpo
El cuerpo es el primer contacto con el mundo, base de experiencias, herramientas de
presentación en la vida cotidiana, la mayor fuente de placer, la llave del fracaso o del
éxito. Nosotros también somos cuerpo, cuerpo que se mira, se escucha, se huele y se
palpa, que provoca sensaciones y deseos. El cuerpo envejece, el cuerpo muere.
Entonces, ¿por qué una extensión limitada puede generar a quienes la observan infinitas
suposiciones y prejuicios? Porque, si todos poseemos uno, nos impresiona de la forma en
que lo hace.
La antropología nos muestra que el cuerpo es la condición del hombre en lugar de su
identidad. Lo que se le saca o lo que se le agrega modifica la relación que mantiene con
el mundo. El curso de verano de la UNED, Antropología del Cuerpo, dirigido por el
catedrático Honorio Velasco, ha realizado una reflexión sobre las diversas formas de dar
presencia social al cuerpo, sus ideales, valores e ideologías, todo ello desde diferentes
perspectivas, desde las ciencias sociales, psicológicas, científicas y en particular
antropológicas, especialmente desde el campo de la antropología simbólica.
Empezó a descubrirse de qué manera el cuerpo era ofrecido no solo como material con
para expresar los símbolos, sino el cuerpo mismo estaba convertido en el gran receptor,
digámoslo, de los valores y también de las normas e incluso de las ideologías. El cuerpo
se utiliza como sistema simbólico, como metáfora social, y de esta manera sirve para
determinar el estatus social. Los antropólogos simbólicos estudian el simbolismo de cada
cultura, el cuerpo como metáfora.
El hombre siempre se interesó por su cuerpo, le fue dando distintos valores. Descartes,
Copérnico, Galileo, Descartes, Diderot fueron algunos de los filósofos, pensadores que lo
contemplaron desde distintas concepciones. Es propio de Descartes pronunciar la fórmula
que distingue al hombre del cuerpo, convirtiéndolo en una realidad aparte. En el
pensamiento del siglo 17, el cuerpo aparece como la parte menos humana del hombre. La
importancia del cuerpo respecto de la persona será uno de los datos más significativos de
la modernidad. Realmente, cuando trabajamos con antropología del cuerpo, queda
subyacente una pregunta: ¿qué es el cuerpo?
Ciertamente, hay un tipo de palabras que son de muy difícil definición, y como son de tan
difícil la definición, nadie las define. En el caso de qué es el cuerpo en las sociedades de
tradición occidental, pues ciertamente no hay un consenso. Desde un punto de vista
absolutamente anatómico, el cuerpo humano se compone de cabeza, tronco y
extremidades. Se compone de cerca de 100 billones de células. La piel tiene una
superficie aproximada de 2 metros cuadrados y su espesor varía entre los 0.5 milímetros
en los párpados a los 4 milímetros en los talones. La densidad media es de 933 kilos por
metro cúbico.
Un ser humano tiene piernas, tiene brazos, tiene cabeza, tiene tronco, tiene plenas. Si le
faltan algunas de estas partes, sigue siendo un ser humano, pero hay una cierta idea que
tiene que ver con el mundo de la estética, de que es necesario completar la totalidad y
completarla de una manera estéticamente bella. El descubrimiento de la anatomía
humana está estrechamente ligado a la anatomía artística. Se puede concretar más aún y
afirmar que ambas discurren paralelas a la historia del desnudo, tanto en el arte como en
la vida cotidiana.
El paisaje, el estar en un tono, en un entorno familiar o en un entorno agradable, puede
hacernos sentir mucho mejor. Nuestras ideas, nuestros pensamientos o nuestro discurso
van a surgir de forma diferente a encontrarnos en un entorno desagradable o en un
entorno extraño que podamos percibir como amenazador. La piel no es solo naturaleza,
sino cultura. La piel es tomada como provocación para la ruptura de normas. La desnudez
no depende de la cantidad de piel expuesta, sino del código que se sigue al portar
determinados elementos. Tanto la piel como el vestido y el resto de elementos son
sociales para todas las poblaciones humanas.
El adorno del cuerpo no es solo el medio necesario con el que se comunica estatus social,
actitudes, creencias, deseos e ideales. Es el que más directamente concierne a la
construcción del individuo como actor social y como sujeto cultural. Y algunos que están
como espectáculo, hay otros muchísimos que están en la calle, hay otros que están
dentro de todo lo que llamamos el cultivo del cuerpo físico, cuya expresión, si quieres más
extremada, se llama culturismo, que esta especie de construcción artificial de los
músculos y de toda la apariencia corporal.
Todas las sociedades organizan un determinado uso del cuerpo. Se cambia la sociedad,
también lo hace el cuerpo, y a la inversa. Y luego será la sociedad quien se encargará de
criticar a aquellos que se salen de los sistemas establecidos. El culto del cuerpo, por otra
parte, envejecer por ejemplo es un proceso biológico absolutamente natural y sin
embargo tampoco se gustan envejeciendo luego no sólo un tema ni de peso ni de
estructura muscular ni de edad es un tema de qué es lo que cada uno está dispuesto a
exigirse a sí mismo o a los demás la enfermedad pone en duda la identidad ya que se
enfrenta a la fragilidad y a la caducidad de la existencia corporal la hera renovadora que
nos pide estar siempre en forma y en constante movimiento la delgadez válida para todos
el culto a la belleza que ha dado origen y no en último rango a exitosas empresas
de cirugía cosmética a nivel industrial apuntan a un cuerpo en perfecto
funcionamiento sin marcas y espléndido que deje en el olvido todo indicio de finitud no es
tanto el interés por la enfermedad misma es más es más el interés por las personas la
experiencia de las personas y de los grupos a la hora de abordar situaciones difíciles para
los occidentales la vejez es liberarse a un lento trabajo de duelo que consiste en
despojarse de lo esencial de lo que fue la vida esta especie de fascinación del dolor es
contradictoria no tiene no sólo tiene que ver con el culto del cuerpo y parece como si no
anulará el culto al cuerpo y sin embargo está dentro de la misma concepción de este uso
del cuerpo que es mucho más que haya que físico que biológico y tiene mucho más que
ver con los valores los ideales o cualquier cualquiera de las aspiraciones que las personas
de las personas formulan sobre sus propias vidas acaba todo en el cuerpo y empieza ahí
particularmente algunos de los cánceres han sido objeto de investigación no el cáncer en
sí mismo sino más bien la experiencia que las personas tienen de las enfermedades que
en nuestra sociedad son son o amenazadoras en un sentido en que parecen ser siempre
la antesala de la muerte como bien dice él david le breton el cuerpo es un todo un
concepto tan extenso e incomprensible que a veces no nos damos cuenta de los múltiples
aspectos que esto involucra en realidad al final nada hay más importante que la persona
una entidad física y todo emocional que debe ser siempre el centro de la atención