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Los Orígenes Del Pensamiento Filosófico

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Los antecedentes de la

civilización griega
En toda la historia, nada es tan sorprendente o tan
difícil de explicar como el repentino ascenso de la
civilización en Grecia.
Los griegos inventaron las matemáticas, el
razonamiento deductivo desde premisas generales, así
como la ciencia y la filosofía. La filosofía empieza con
Thales, quien puede ser fechado por el hecho que
predijo un eclipse ocurrido en 585 a.n.e.
El arte de escribir fue inventado en Egipto
aproximadamente el año 4000 a.n.e. y en Mesopotamia
no mucho tiempo después.
El temprano desarrollo de Egipto y Mesopotamia se
debió a la presencia del Nilo, el Tigris y el Éufrates que
hicieron posible la agricultura.
Existía un rey divino con poderes despóticos y una
religión politeísta con un dios supremo a quien estaba
vinculado el rey.
Existía una aristocracia militar y también una
aristocracia sacerdotal. Esta última a veces usurpaba el
poder real.
Las religiones de Egipto y Babilonia , como otras
religiones antiguas, fueron originalmente cultos de
fertilidad. La tierra era hembra y el sol , macho.
Donde la religión se conectó con el gobierno de un
imperio, los motivos políticos hicieron bastante para
transformar sus rasgos primitivos. Se asociaba un dios
o una diosa con el Estado y daba no solo una
abundante cosecha, sino la victoria en la guerra.
Mediante la asociación con el gobierno, los dioses
también se asociaron con la moralidad. Los
legisladores recibían sus códigos de un dios. Violar una
ley se convertía en impiedad.
El código legal más antiguo conocido es el de
Hammurabi, rey de Babilonia (aprox. 2100 a.n.e.). El
rey decía que este código se lo había entregado a
Marduk.
De Babilonia proceden ciertos conocimientos que
pueden calificarse de científicos: La división del día en
24 horas y del círculo en 360 grados, también el
descubrimiento del ciclo de eclipses.
Un nuevo elemento ingresó con el descubrimiento del
comercio. Las islas de Creta parecen haber sido las
pioneras, de 2500 a 1400 a.n.e. (Bronce antiguo y
medio) existió en Creta la llamada civilización
minoica. El centro de esta era el palacio de Minos en
Cnosos.
A fines de 1400 a.n.e. este palacio fue destruido ya sea
por invasión extranjera o por catástrofe natural.
La cronología de la historia cretense se deriva de los
objetos egipcios encontrados en Creta y viceversa.
Antes de la destrucción de esta cultura, se observa el
desarrollo de una cultura continental llamada
micénica que sobrevivió hasta el 1100 a.C.
Los griegos, según una hipótesis que ha sido
cuestionada, llegaron a Grecia en tres oleadas
sucesivas: primero los jonios, luego los eolios (también
se usa el ambiguo término de aqueos) y al final los
dorios. Actualmente también se considera que los
micénicos fueron griegos (esto responde a un análisis
lingüístico de unas tablillas encontradas: Lineal B).
Luego de la Edad de Bronce, final que coincide con
el auge de la cultura micénica (1400-11oo a.n.e.,
tiempo en el cual habría ocurrido la guerra de
Troya), sigue la llamada Edad Oscura (1100-750
a. n.e.) y luego la Época Arcaica (750 a 500 a.n.e).
Luego de la Edad de Bronce, final que coincide con
el auge de la cultura micénica (1400-11oo a.n.e.,
tiempo en el cual habría ocurrido la guerra de
Troya), sigue la llamada Edad Oscura (1100-750
a. n.e.) y luego la Época Arcaica (750 a 500 a.n.e).
Jonios, eólicos y dorios
La parte continental de Grecia es montañosa y
extensamente infértil; sin embargo, hay valles
fértiles con un fácil acceso al mar, pero separados
por montañas.
Las ciudades de la parte continental fundaron
colonias, así antes de la llamada Grecia Clásica
(siglos V y IV a.n.e.) los griegos de Asia Menor,
Sicilia e Italia fueron más ricos que los griegos del
continente.
El sistema social fue diferente en las diversas partes
de Grecia.
En Esparta, prevaleció la aristocracia. Pero
donde floreció el comercio y la industria hubo
cambios políticos. Así se presentó un desarrollo
general de la monarquía a la aristocracia y de
esta a la alternancia entre tiranía y democracia.
Los mitos
Los poemas homéricos fueron traídos por Pisístrato a
Atenas, estos representaban el punto de vista de una
civilización aristocrática. La religión homérica era
poca piadosa. La diferencia entre los hombres y los
dioses es que estos eran inmortales y poseían poderes
extraordinarios.
La Ilíada presenta una breve cosmogonía donde se
presenta a Océano como fuente y origen de todas las
cosas: “Pues voy a ver los límites de la fértil tierra, a
Océano, generador de dioses y a la madre Tetis”
(Il.14,200). “ (Habla el Sueño) A cualquier otro de los
sempiternos dioses podría yo fácilmente hacer dormir,
incluso a las corrientes del río Océano, que es la
génesis de todas las cosas […]” (Il.14, 244).
Pero, sin duda, quien brinda la mayores referencias
cosmogónicas es Hesíodo en trabajos escritos a
comienzos del siglo VII a.n.e.:
“Antes que nada nació Caos, después Gea (Tierra) de
ancho seno, asiento firme de todas las cosas para
siempre, Tártaro nebuloso en un rincón de la tierra de
anchos caminos y Eros, que es el más hermoso entre
los dioses inmortales (…)
Del Caos nacieron Erebo y la negra Noche; de la
Noche, a su vez, nacieron Éter y el Día, a los que
concibió y dio a luz, tras unirse en amor con Erebo,
Gea (la Tierra) primeramente engendró , igual así
misma, a Urano brillante para que la cubriera en
derredor por todas partes y fuera un asiento seguro
para los dioses felices por siempre. Alumbró a las
grandes Montañas, moradas gracias de las divinas
ninfas, que habitan en los sinuosos montes.
Ella también, sin el deseado amor, dio a luz al mar
estéril, al Ponto, hirviente con su oleaje; y después, tras
haber yacido con Urano, alumbró a Océano de
profundo vórtice, a Ceo, Crío, Hiperión y Japeto
(Teogonía 116).
Kirk (Kirk, Raven y Schofield, p. 25) observa que hay
tres interpretaciones de Caos que deben descartarse:
a) Caos como lugar (Aristóteles, Física D1 208), b)
Caos como lo vertido, o sea, como agua (Zenón de
Citio, quien sigue a Ferécides de Siro) y c)Caos como
desorden o materia desordenada(Luciano, Amores 32).
El sustantivo se deriva de la raíz Χα: abertura, resqui-
cio, bostezo. Luego, “su significado fundamental es el
de un resquicio o algo similar, es decir, de un intervalo
limitado, no “vacío” (…) debe prestarse sería atención
a la interpretación, expuesta sobre todo por Cornford
(…) de que el Хάος γένετ’ quiere decir que “surgió el
resquicio entre la tierra y el cielo”, es decir, que el
primer estadio de la cosmogonía fue la separación de
la tierra y el cielo.
Hubo, sin embargo, otro tipo de religión vinculada no
a los olímpicos, sino a Dionisos o Baco: dios del vino y
la embriaguez.
Este dios provenía de Tracia. Los tracios, considerados
barbaros por los griegos, lo tenían como un dios que
promovía la fertilidad. Cuando ellos descubrieron
cómo hacer la cerveza, pensaron que se trataba de una
intoxicación divina y le dieron el crédito a Baco,
cuando descubrieron cómo hacer vino, pensaron
entonces mejor de Baco y su función de promover la
fertilidad quedo subordinada a sus funciones
relacionadas a la uva y a la divina locura producida por
el vino. En qué momento su culto migró de Tracia a
Grecia no se ha establecido con certeza.
Contenía este culto un curioso elemento de
feminismo, como se puede observar en las Bacantes
de Eurípides. El culto original de Dionisos en su
forma original era salvaje y en muchas formas
repulsivo, la forma que influyó en los filósofos fue la
espiritualizada de Orfeo, forma ascética y en la que se
dejaba de lado la intoxicación física.
Los órficos creían en la transmigración del alma.
Mediante ceremonias de purificación y evitando
ciertos tipos de contaminación se buscaba romper la
“rueda de las reencarnaciones”.
El orfismo fue sobre todo un movimiento
religioso, vinculado al culto de Dioniso y
proveniente de Tracia (Cornford, Antes y después
de Sócrates: 104-108).
Durante el siglo VI a.C. se encuentran testimonios
de seguidores del orfismo en diferentes partes de
Grecia y tiene especial importancia los trabajos de
Onomácrito –compilador de oráculos griego- que
vivió en la corte de Pisístrato. El mito de Dionisos
explica en parte el aspecto divino del hombre,
así como el aspecto mortal o titánico. Los
pitagóricos asumieron la doctrina órfica.
El denominado orfismo se caracterizó por una seria de
creencias o iniciaciones báquicas que se consideraban
estatuidas por el mítico cantor Orfeo. Se desarrolló en
Grecia a partir del siglo VI a.n.e. Su desarrollo fue
alentado en parte desde el poder, alcanzando en aquel
entonces por los tiranos (Jaeger, La teología de los
primeros filósofos griegos: 62 y ss.).
El orfismo no se constituyó, pues, en una religión
sistematizada, cerrada y con un corpus sacerdotal; por
el contrario, se desarrolló en diversas partes de la
Hélade y su cuerpo doctrinal estaba abierto a los
nuevos aportes que hiciese la feligresía,
constituida por hermandades que se sometían a
sus propias normas y que solían vivir en
comunidad. Se pueden señalar en el orfismo tres
elementos notorios:
1) Las llamadas teogonías órficas, según uno de
los relatos de Platón (Filebo 66c), estas
comprendían seis generaciones de dioses. El
mundo había surgido del Caos y/o la Noche,
naciendo luego generaciones sucesivas de dioses,
la última de las cuales era la de los Olímpicos.
2) El culto a Dioniso-Zagreo, dios de la última
generación, hijo de Zeus y Perséfone, a quien
despedazan los Titanes
instigados por Hera, debido a que de niño había
recibido de su padre el imperio del mundo; solo el
corazón de Dioniso logra salvar Atenea. Los Titanes
luego de despedazarlo
hirvieron sus miembros en una caldera antes de devorarlos. Zeus
aniquiló a los Titanes con su rayo y entregó a Apolo los miembros para
que procediera a enterrarlos. El corazón se trocó así en un medio de
resurrección. De acuerdo con la opinión al uso, Zeus fabricó con él una
pócima, que Semele (la diosa de la Tierra) bebió y de ella renació Zagreo,
ahora en la forma de Dioniso. De las cenizas de los abrasados Titanes se
fabricaron los hombres. Puesto que aquéllos habían comido de la carne
divina, el hombre contiene en sí una partícula de esencia celestial,
encarcelada y enterrada en un cuerpo de naturaleza malvada (Cornford,
Antes y después de Sócrates:112).
3) La doctrina de la divinidad del alma, los órficos
consideraban el alma como un ente separable, diferente
y relativamente independiente del cuerpo; a diferencia
de la idea del alma que puede encontrarse en los textos
homéricos o a la idea arcaica del alma como soplo o aire
anímico, predicaban la doctrina de la metempsicosis,
esto es, la creencia que el alma no muere y se encarna
una y otra vez en diversos seres vivientes. Se consideraba
que el volver a nacer estaba determinado por la
conducta del individuo.
El alma se reencarnaba una y otra vez por no ser
perfecta, cumpliendo de esta manera su penitencia en
la cárcel del cuerpo (Jaeger, La teología de los primeros
filósofos griegos:91-92).
Esta doctrina muestra una pérdida de interés por la
existencia en este mundo, ya que esta existencia era
considerada como un estado transitorio y cambiante
que debía ser superado, es en esta superación donde la
existencia pasajera adquiere significado. Se creía que
llevando una vida regulada por una serie de
restricciones y prácticas (la ascesis) se alcanzaría la
ansiada superación.
El bíos (género de vida) que van a asumir consistía
en una continua purificación del elemento divino.
Mediante la purificación lograda en sucesivos
nacimientos se alcanzaría finalmente romper la
rueda de estos y se retornaría a lo divino. Solo
cuando el alma volviese a lo divino estaría libre del
vaivén de morir-nacer, y sería feliz.
LAS CONDICIONES QUE PERMITIERON
LA APARICIÓN DE LA FILOSOFÍA

- Económicas (geográficas)
- Políticas
El papel de la polis: Posiblemente la polis apareció
entre los siglos VIII y VII a.C., y evolucionó hacia
formas de organización democrática, esto trajo
consigo el reconocimiento de derechos políticos de
los ciudadanos libres. Hacia el siglo VI a.n.e.,
mientras en las sociedades orientales se mantiene
el poder en los reyes en algunos lugares de Grecia
hay polis, un espacio social centrado en el ágora
donde se debaten los asuntos de interés general ,donde
la palabra se convierte en logos (Pániker, Filosofía y
mística, p.44).
Con la polis, surge la categoría de lo político: la idea de
que el hombre puede y debe participar en el gobierno del
lugar donde vive. En la comunidad de iguales se
practican el agón, una especie de competencia; con el
agón aparece el diálogo y el debate, así como una
tensión entre individuo y comunidad.
- Religiosas
EL PENSAMIENTO MORAL DE LOS GRIEGOS
En las sociedades heroicas, cada individuo tiene un
papel dado y un rango en un sistema bien definido
de roles. El hombre es lo que hace, juzgar a un
hombre es juzgar sus acciones, y las virtudes son las
cualidades que mantiene un hombre libre en su rol.
El valor importa no sólo para el individuo, sino como
cualidad necesaria para mantener una estirpe y una
comunidad; además, una virtud enlaza con otras,
por ejemplo, la valentía con la astucia; pero también
el valiente es alguien en quien se puede confiar y
esto es importante para la amistad. Interpretar
las virtudes en las sociedades heroicas sólo es
adecuado si se hace la interpretación en el contexto
de su estructura social.
El contraste más notorio entre el yo moderno y el yo
heroico es que este último no puede apartarse de su
identidad, de su posición, se es responsable hasta la
muerte de lo que el lugar y el rol que tiene en su
sociedad le exige.
A diferencia de la sociedad heroica, en la sociedad
clásica ya no hay coherencia en el lenguaje
valorativo, por ejemplo, en el Filoctetes de Sófocles,
la astucia de Odiseo es puesta en cuestión por
Neoptólemo: hay un enfrentamiento entre dos
concepciones incompatibles de lo que es una
conducta honorable, o en Antígona donde chocan
las demandas de la familia y las de la polis. Y es que
el punto de referencia ya no es el grupo de
parentesco, sino la ciudad-estado y la democracia
ateniense en particular. En el caso ateniense, el
problema moral se ha vuelto complejo, tocar el tema
de las virtudes es encontrarse con modelos con los
que se puede cuestionar la misma existencia de la
comunidad, y se puede preguntar
si esta o aquella práctica es justa; la cuestión
sobre la relación entre ser un buen ciudadano y
ser un buen hombre se convierte en decisiva.
En la colección de poemas atribuidos a Teognis
de Megara (s. VI a.C.) se encuentran cambios en
el sentido de αγαθός y κακός “parecen significar
noble de nacimiento y plebeyo o algún
equivalente semejante”. La αρετή de un hombre
se refiere ahora a un elemento personal, los
predicados valorativos empiezan a referirse a
disposiciones independientes de la función
social, ahora cualquiera
puede ser αγαθός practicando la δικαισύνη (la
justicia), a la vez, no sólo el significado de αγαθός,
sino de la misma δικαιοσύνη se ha vuelto inestable.
Esto revela el derrumbe de un orden moral único,
que habría estado establecido desde los tiempos
homéricos hasta incluso el mismo siglo VI a.C.
(MacIntyre, Historia de la ética, p. 19).

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