Instituto Triskel – La Plata
Tecnicatura Superior en Acompañamiento Terapéutico
Documento - Psicofarmacología 2° Año AT
Compilación: Dr. Oscar A. Ojea
Uso y Abuso de las Benzodiazepinas (BDZ)
Los benzodiazepinas (BDZ) son fármacos que se utilizan frecuentemente para
trastornos de ansiedad y del sueño, como relajantes musculares y
anticonvulsivantes. Muchos pacientes las usan de forma crónica a pesar de estar
desaconsejadas y en algunas ocasiones, de manera inadecuada, en especial en
adultos mayores.
Son fármacos bien aceptados por la rapidez de su acción y la percepción de
mejoría en el paciente con buena tolerancia, pero no están exentos de riesgos -
a pesar de ser seguros en dosis bajas-, ya que producen como efectos
secundarios: sedación excesiva, pérdida de memoria, deterioro cognitivo,
alteraciones de coordinación y caídas con riesgo de fracturas (especialmente
documentado en adultos mayores), entre otros efectos.
Su utilización indiscriminada produce usuarios crónicos, susceptibles de
presentar efectos de tolerancia y dependencia. Esto no ocurre generalmente
cuando se prescribe para casos de ansiedad o insomnio de forma transitoria. Por
su efecto, no se recomienda la suspensión brusca del tratamiento ya que puede
provocar manifestaciones relacionadas con la retirada de algunos síntomas tales
como: ansiedad, ataques de pánico, hiperventilación, temblor, trastornos del
sueño, espasmos musculares, anorexia, pérdida de peso, alteración visual,
sudoración, disforia, etc. La duración del tratamiento debe ser lo más corta
posible, al considerar la condición del paciente. Se aconseja no exceder cuatro
semanas en el tratamiento del insomnio, ni más de tres meses en el de ansiedad,
incluido el tiempo de disminución de dosis hasta la discontinuidad del
tratamiento.
La clasificación de las benzodiazepinas está determinada por la
farmacocinética, pues el tiempo de vida media es una característica importante
con relación a los efectos adversos.
Entre estos se describen: sedación, somnolencia, debilidad muscular, estados
confusionales, efectos depresógenos sobre el estado de ánimo, amnesia, sobre
todo en la memoria inmediata, por lo tanto, deben administrarse con precaución
en pacientes ancianos o con deterioro orgánico cerebral.
Las interacciones más relevantes de los benzodiazepinas ocurren con sustancias
que generen efectos similares como el alcohol, barbitúricos u otros sedantes, al
potenciarse el efecto y generar un deterioro de la capacidad y reflejos. Otras
posibles interacciones se producen con la ingesta de antiácidos (especialmente
derivados de aluminio y magnesio) o fármacos que retrasan el vaciado gástrico,
antidepresivos tricíclicos y anticonvulsivante que también aumentan los efectos
sedantes.
Si se analizan las relaciones entre edad, benzodiacepina y reacción adversa, se
observa que en las BDZ estudiadas, todas reportaron como efecto secundario
sedación excesiva y adormecimiento (tabla).
Fuente: Resumen documento de la Facultad de Cs. Químicas - U. Católica de Córdoba
(2017).
Consignas:
a) Cómo se clasifican las BZP, de acuerdo a su vida media.
b) Perfil de uso de las BZP en relación con las patologías mentales y
los hábitos de los consumidores ambulatorios.
c) Criterio de los AT en relación con el consumo y automedicación
de BZP, en los pacientes bajo su responsabilidad.
IMPORTANTE: Producir grupalmente opinión, reflexiones y/o dudas sobre el
presente documento. Entregar en la clase presencial siguiente a recibirlo,
con identificación para su evaluación. Gracias!!!