Independencia de Guayaquil 9 de Octubre de 1820 en
Resumen
El prócer José de Antepara convocó a una reunión el 1 de octubre de 1820 en casa de Pedro
Morlás en donde José de Villamil anfitrión de la reunión platea ideas libertarias en la
denominada "La Fragua de Vulcano" como se conoce a este momento histórico, en relación
con el dios romano del fuego y del metal "Vulcano", evocando a aquel que hacía cadenas,
tanto como las rompía; que hacía yugos, tanto como los deshacía. La reunión de esa noche
fue el inicio el plan de asalto a varios cuarteles realistas españoles.
Finalmente el 8 de Octubre de 1820 los conspiradores decidieron “entrar en acción” de tal
modo que en la madrugada del 9 de Octubre el capitán Febres Cordero toma el cuartel de
Granaderos sin encontrar resistencia alguna, algo parecido ocurre en los demás cuarteles de
la ciudad en donde casi no existió oposición alguna, no así en el batallón “Daule” en donde el
comandante Joaquín Magallar se enfrentó al Capitán Luis de Urdaneta y debió ser abatido
junto a otros ocho soldados que secundaron su acción.
Posteriormente se proclamó de manera definitiva la independencia y se firmó el acta del
cabildo del 9 de octubre de 1820, que constituye el “Acta de la Independencia de Guayaquil”.
Para la mañana del 9 de octubre de 1820, la ciudad de Guayaquil había alcanzado su
independencia de España, no así el resto de la provincia, por lo que el 8 de noviembre de
1820, 57 representantes de todos los pueblos que conformaban la provincia de Guayaquil
fueron convocados al Ayuntamiento de la ciudad donde se proclamó el nacimiento de un
nuevo estado conocido como "La Provincia Libre de Guayaquil" y eligieron como presidente de
la misma al Dr. José Joaquín de Olmedo. Seguido de esto se dictó el Reglamento Provisorio
de Gobierno la cual sirvió como constitución para el naciente estado.
Para entonces, los pueblos de Quito y Cuenca seguían bajo dominio español y esto podía
significar peligro para la independencia recién alcanzada por Guayaquil. Es así como el Dr.
José Joaquín de Olmedo crea un ejército denominado como la División Protectora de Quito, la
cual estaría encargada de velar por la seguridad de la Provincia Libre de Guayaquil y de
independizar a los demás pueblos que conformaban la Real Audiencia de Quito.
Las campañas independentistas continuaron en la región interandina y finalizaron el 24 de
mayo de 1822 con la Batalla de Pichincha, declarándose la independencia de lo que
actualmente es la República del Ecuador
Personajes:
Dr. José Joaquín de Olmedo
El prócer José de Antepara
El General José de Villamil
Capitán León de Febres Cordero
Comandante Joaquín Magallar
Capitán Luis de Urdaneta
DISCURSO
MUY BUENOS DIAS QUERIDOS MAESTROS Y ESTUDIANTES, el día de hoy
estamos de FESTEJO LIBERTARIO, LA LIBERTAD de una de nuestras queridas
ciudades.
Se dice que la gratitud es la memoria de los corazones nobles, y lo que hoy
hacemos como acciones son el reflejo del mañana, remembrar con gratitud
203 años de historia Guayaquileña Ecuatoriana; recordando a las presentes
generaciones y a las nuevas, que este legado histórico sigue estando vivo,
¨Guayaquil sigue siendo libre, Guayaquil sigue estando de pie y Guayaquil
progresa, por eso se lo considera ¨La Perla¨ del Ecuador.
Todos aprendemos con el ejemplo, la palabra es solo ruido sino se convierte
en acción; y esa es una responsabilidad más como ecuatorianos, el seguir
manteniendo la tradición y ser conscientes de la importancia que es celebrar
la libertad de cada espacio recóndito de nuestra tierra ecuatoriana, y esta vez
debemos recordar con amor y gozo la libertad de Guayaquil.
Aquel 9 de Octubre de 1820 Guayaquil convirtió su historia de amor
transformada en ciudad. Desde sus antiguos habitantes hasta nuestros días
ha sido construida a mano, a puro corazón, a puro canto.
La plácida aurora de Olmedo y los Patriotas de la Fragua de
Vulcano, que amaneció el 9 de octubre de 1820 nos marcó el
camino de la Primera Independencia, no solo de Guayaquil, si no de
la Audiencia de Quito, antecedente histórico del Ecuador actual, y
todo el Sur de América Latina; pues fue la victoria de octubre la que
le permitió a Sucre ascender hacia Quito y desencadenar la
antorcha libertaria; y luego, en el encuentro de Bolívar y San
Martín, los destinos de toda la América Nuestra se acordaron en un
abrazo que nos mantiene unidos en el mismo sueño de una Patria
Grande, hermanada, robusta, digna, soberana. Muchas gracias.