Figuras
Literarias
Claves de la interpretación biblica
Rodrigo Mesura
INTRODUCCIÓN
Entramos a la segunda seccion de este libro donde se tocara el tema de hermeneutica especial.
Dice el autor que, hubiera sido mejor llamar a esta división: “Formas especiales de lenguaje y problemas
bíblicos”. Se debe a las muchas variedades de lenguaje figurado. Pero para conservar la terminología
tradicional, he usado la división acostumbrada de la materia.
¿Qué cosa es el lenguaje
figurado?
Una definición sencilla diría que es el uso de las palabras en
algún sentido no usual. Una guía para la buena escritura dice
que: “La figura literaria es una manera de expresar alguna
idea en términos de otra que tenga una semejanza a la
primera, real o imaginada.” El lenguaje figurado es un
término más amplio que incluye una gran variedad de formas
literarias. Estas formas serán examinadas en capítulos
separados, o agrupadas para un estudio más conveniente.
Ejemplo
Cada palabra está compuesta de uno o más sonidos que,
según la costumbre del idioma, son figuras o símbolos de
alguna idea. Las letras individuales son símbolos de sonidos;
y tanto las palabras escritas como las habladas son símbolos
de la realidad que representan. Por ejemplo, la palabra “casa”
simboliza el objeto que representa. La casa es la realidad; la
palabra escrita y hablada son figuras de la casa misma.
En las culturas modernas las palabras escritas y habladas
representan la realidad, y este uso normal de ellas lo
llamamos lenguaje literal. Si usamos la palabra “casa” en otro
sentido, sin darle el sentido de una casa literal, real, objetiva,
la estamos usando figuradamente.
Ejemplo
Por ejemplo, si hablamos de “la casa de David”, no damos a
entender ningún edificio, sino una familia o tribu. Este es un
uso figurado de la palabra. En este caso, la figura es una
metáfora. Las figuras literarias se usan comúnmente para
dar efectos especiales al lenguaje: para introducir una idea
novedosa o para darle fuerza; para comunicar cierto matiz de
significado; para darle belleza; para suavizar algún
pensamiento y hacerlo aceptable.
EL SÍMIL
Figuras Literarias
EL SÍMIL
Es la figura literaria que describe algún objeto, acción o
relación como semejante a otra cosa no similar. El símil usa las
palabras como, así, semejante, etc., declarando expresamente
la semejanza entre las dos cosas. Esta figura es la más sencilla
de todas y la más fácil de identificar. Veamos, un ejemplo, la
semejanza expresamente declarada en este texto:
Proverbios. 26:1 - Proverbios. 26:18 - Isaías 1:8.
Hay casos cuando el símil existe sólo implícitamente. Es decir, la
semejanza entre las dos cosas diferentes, solamente se da a
entender. En Proverbios 26:3 leemos: “El látigo para el caballo,
el cabestro para el asno, y la vara para la espalda del necio.” El
escritor dio a entender que las tres cosas son igualmente
propias. En Proverbios 25:4, 5 encontramos otro símil implícito:
“Quita las escorias de la plata, y saldrá alhaja al fundidor. Aparta
al impío de la presencia del rey, y su trono se afirmará en
justicia.” Juan 12:24-25.
A veces el símil es prolongado, para incluir varios aspectos de la
semejanza. En el Cantar de los Cantares 2:3–5 encontramos
este símil prolongado: “Como el manzano entre los árboles
silvestres, así es mi amado entre los jóvenes; bajo la sombra del
deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar …
Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas.”
LA
METÁFORA
Figuras Literarias
La Metáfora
Esta figura indica la semejanza entre las dos cosas muy diferentes,
declarando que una de ellas es la otra. Encontramos esta figura en las
palabras de Jesús: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt. 5:14). La
expresión quiere decir: “Vosotros sois como una luz para el mundo”,
quizá la luz del sol.
Esta figura existe también cuando se sugiere la semejanza entre dos
cosas muy diferentes, usando palabras que son propias solamente para
una de ellas. Ejemplo en Isaías 3:15 NVI
Isaías 3:15 NVI
¿Con qué derecho aplastan a mi pueblo
y trituran el rostro de los pobres?»,
afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos.
Aquí el Señor reprocha a los gobernantes de su pueblo
por su opresión. Pero esta expresión es representada
como el acto de aplastar y triturar al pueblo. Claro es
que los gobernantes no aplastaban ni trituraban al
pueblo literalmente. Isaías usa estas palabras
metafóricamente; y la figura es una metáfora.
Existe también la
metáfora prolongada
La hierba se seca y la flor se marchita,
porque el aliento del Señor sopla sobre ellas.
Sin duda, el pueblo es hierba. Is. 40:7
Raras veces el escritor explica su metáfora. En Isaías 9:14
dice: “Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola”,
representándolo como una bestia. Y en el v. 15 explica: “El
anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que
enseña mentira, es la cola.”
La
Metonimia
Figuras Literarias
LA METONIMIA
Es el uso de una palabra en lugar de otra, sugerida por la
primera. Cuando el escritor pone el efecto de una acción en
lugar de la causa, o usa el símbolo o la seña en lugar de la
realidad, usa la metonimia. En Joel 2:31 el profeta dice:
“El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes
que venga el día grande y espantoso de Jehová.” El sol nos
hace pensar en luz, y la falta de sol, en las tinieblas. Y la luna
también será oscurecida para verse roja como la sangre.
Pero en todo esto, Joel habla del juicio de Dios, que es la
causa; y el efecto es la oscuridad de la que Joel habla.
Si quieren ver mas ejemplos de la metonimia, véase
Proverbios 5:15–18, y 23:23
LA
SINÉCDOQUE
Figuras Literarias
LA SINÉCDOQUE
Ocurre la sinécdoque cuando el escritor apunta una parte
por el todo, o el todo por una parte. En el Salmo 16:9 dice
David: “Mi carne también reposará confiadamente.” La
referencia es a la resurrección de Cristo, según Hch. 2:31.
Por supuesto, habla de la resurrección de todo su cuerpo y
no solamente de su carne. Porque en sí, la carne no significa
los huesos, el cabello ni las uñas. La palabra carne es una
sinécdoque por todo el cuerpo; es una parte por el todo.
LA SINÉCDOQUE
Ocurre la sinécdoque cuando el escritor apunta una parte
por el todo, o el todo por una parte. En el Salmo 16:9 dice
David: “Mi carne también reposará confiadamente.” La
referencia es a la resurrección de Cristo, según Hch. 2:31.
Por supuesto, habla de la resurrección de todo su cuerpo y
no solamente de su carne. Porque en sí, la carne no significa
los huesos, el cabello ni las uñas. La palabra carne es una
sinécdoque por todo el cuerpo; es una parte por el todo.
LA
IRONÍA
Figuras Literarias
LA IRONÍA
La ironía es la expresión de una idea mediante su sentido
contrario, para exponer lo absurdo del caso. Job habla
irónicamente (12:2) cuando dice: “Ciertamente vosotros sois
el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría.” Sus amigos
estaban tan seguros de tener la razón y de que Job estuviera
equivocado, que Job usó esta manera de llamarles la
atención a lo absurdo de sus palabras. Podemos examinar las
expresiones irónicas en 2 Corintios 11:5 y 12:11; 1 Reyes 18:27;
y Job 38:21.
LA
HIPÉRBOLE
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LA HIPÉRBOLE
En el idioma griego, la palabra hipérbole significa “tirar más allá
(del blanco).” Como figura literaria significa la exageración de
una idea. No debe ser entendida como mentira, la cual tiene la
intención de engañar. La hipérbole exagera de una manera
evidente para dar énfasis al pensamiento.
En Deuteronomio 1:28 Moisés recuerda las palabras de los
espías que fueron enviados para investigar la tierra. Decían que
las ciudades eran “grandes y amuralladas hasta el cielo”. Así
dieron a entender que sería imposible vencerlas.
Nadie entendió estas palabras literalmente, y Moisés tampoco
tenía la intención de tomarlas literalmente. La misma figura se
encuentra en Números 13:32, 33.
LA
APÓSTROFE
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LA APÓSTROFE
Cuando algunas palabras son dirigidas a una persona ausente o
muerta, o a algún objeto sin vida, o a una idea abstracta como si
tuvieran vida o pudieran oírlas, tal expresión se llama una
apóstrofe. En 2 Samuel 18:33 David exclama a su hijo muerto:
“¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera
que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!” David
no se imaginaba que Absalón le pudiera oír. Pero emocionado, le
habló como si estuviera presente y oyendo. En Mateo 23:37
nuestro Señor levantó la voz para lamentar la desobediencia de
la ciudad capital: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los
profetas, y apedreas a los que te son enviados!” En una
apóstrofe, habla a la ciudad—más bien, a sus habitantes, aunque
no estaban presentes para oír sus palabras.
LA
PERSONIFICACIÓN
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LA PERSONIFICACIÓN
La personificación existe cuando características personales se
atribuyen a los animales, las plantas o las cosas sin vida. Esta
figura se conoce también con el nombre de prosopopeya. En
Isaías 55:12 dice el profeta: “Los montes y los collados levantarán
canción.” Es claro que las cosas inanimadas nunca podrían cantar,
a menos de suponer un milagro grotesco e innecesario.
En Proverbios 1:20–23 la sabiduría es personificada. Dice
Salomón: “La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las
plazas.” En los vv. 24–33 sigue hablando, aunque se puede
entender que Dios es el que habla. Pero por lo que afirma en el v.
20, todo el pasaje se debe clasificar como una personificación.
Otra vez en Proverbios 8:1–4 ocurre la misma figura.
EL
EUFEMISMO
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EL EUFEMISMO
Esta figura consiste en expresar con suavidad o decoro, una idea
que bien podría ofender a los lectores u oyentes. En lugar de decir
“orinar” o “defecar”, el escritor moderno prefiere decir algo como
“hacer las necesidades”, “ir al baño”, o “al monte”. Estos son
eufemismos modernos.
En Deuteronomio 23:13 leemos la expresión: “cuando estuvieres
allí fuera” en lugar de lo que dice en el hebreo: “cuando te
sientes”. Las dos expresiones son eufemismos para evitar el uso
de la palabra “defecar”. En 1 Reyes 18:27, Elías se burla de los
seguidores de Baal, diciendo, según la Versión Antigua, “quizá …
tiene algún empeño” y según la Revisada, “tiene algún trabajo”.
Pero la expresión es un eufemismo por no decir que estaba
defecando. El acto sexual, la cohabitación, se expresa de varias
maneras en la Biblia. En Génesis 49:4 Jacob se refiere al pecado
que cometió su hijo Rubén, diciendo: “subiste al lecho de tu padre;
entonces te envileciste, subiendo a mi estrado”. Pero en la Versión
Popular habla más claramente: “deshonraste mi cama al acostarte
con mi concubina”. Aun así, las dos expresiones son eufemismos.
En Génesis 4:1 leemos que “conoció Adán a su mujer Eva”, en
lugar de decir que tuvo relaciones sexuales con ella
LA
PARADOJA
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LA PARADOJA
Cuando alguien expresa algunas verdades aparentemente
contradictorias en una sola oración, o muy cerca la una a la otra,
llamamos a esa figura una paradoja. En las enseñanzas de Jesús
hay muchas. Por ejemplo, cuando Jesús respondió al sumo
sacerdote en MarcoA través del Evangelio de Juan, Jesús expresa
algunas verdades acerca de sí mismo que resultan ser paradojas.
En 4:13, 14 afirma que “el que bebiere del agua que yo le daré, no
tendrá sed jamás; sino que … será en él una fuente de agua.” Todo
el discurso sobre “el pan de vida” (Jn. 6:25–59) contiene muchas
paradojas. Nótese especialmente el v. 35: “Yo soy el pan de vida;
el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no
tendrá sed jamás.”
A través del Evangelio de Juan, Jesús expresa
algunas verdades acerca de sí mismo que resultan
ser paradojas. En 4:13, 14 afirma que “el que bebiere
del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino
que … será en él una fuente de agua.” Todo el
discurso sobre “el pan de vida” (Jn. 6:25–59)
contiene muchas paradojas. Nótese especialmente
el v. 35: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene,
nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá
sed jamás.”
EL JUEGO DE
PALABRAS
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EL JUEGO DE PALABRAS
En Cantares 1:3 dice la sulamita que “tu nombre es como
ungüento derramado.” En el texto hebreo la palabra “nombre” es
shem. Y la palabra “ungüento” es shemen. Podemos captar el
juego de palabras que emplea si decimos: “Tu shem es como
shemen …” Semejante juego de palabras ocurre en Eclesiastés 7:1:
“Mejor es la buena fama (shem) que el buen ungüento (shemen).”
En su Carta a Filemón, Pablo pidió que pusiera en libertad a Onésimo, el
siervo que se fugó de él. El nombre “Onésimo” quiere decir “provechoso”.
Pero Onésimo no había sido provechoso para Filemón. Ahora, por la obra de
Pablo y la vida cambiada de aquel “provechoso”, le daba valor a su nombre.
En el v. 11 DICE: “el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos
es útil.” El Apóstol ha usado “útil” como sinónimo de “provechoso”.
Muchas
Gracias!!!