HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
TP03 - ENTREGA FINAL
Integrantes:
Ana Grassellini G-3641/2
Martina Laudanno L-2211/1
Agustina Monguzzi M-4500/4
Turno mañana
ASOCIACIÓN ROSARINA DE INTERCAMBIO CULTURAL ARGENTINO NORTEAMERICANO (ARICANA)
1968 - 1969
Ubicación: Buenos Aires 934, Rosario
Proyecto y dirección: Hilarión Hernandez Larguía, Rufino de la Torre, Aníbal Moliné, Alberto Santanera
ANÁLISIS EXTRAFORMA
A nivel mundial, en los años 1960 se asiste a los momentos de mayor conflicto político entre los bloques formados por Estados Unidos y la Unión Soviética, en
la llamada Guerra Fría, que surgió al término de la Segunda Guerra Mundial. Hubo momentos de enorme tensión a partir del derribo del avión espía estadouni-
dense sobre territorio soviético, y durante la "Crisis de los misiles de 1962". Dicho conflicto puso de manifiesto que los intentos de Estados Unidos por detener
el avance del comunismo no estaban siendo fructíferos, y además conllevó posteriormente al «tratado de convivencia pacifica» entre las dos potencias mun-
diales.
Este comienzo de la década es representativo de un período que estaría caracterizado por las confrontaciones internacionales y las protestas de una ciudada-
nía cada vez más crítica con las acciones de sus gobernantes y la situación que se dibujaba en el mundo tras la recuperación económica de la posguerra: movi-
mientos de protesta contra la guerra de Vietnam; contra la invasión de las tropas soviéticas en Checoslovaquia, en la Primavera de Praga; y en Mayo del 68
contra el orden establecido, durante las revueltas estudiantiles y sindicales que se inician en Francia y se extienden rápidamente por otros países.
Por otro lado, en las décadas del 60 y 70, en Rosario, como en cualquier otro lugar, la arquitectura contemporánea no representa una concepción monolítica-
mente definida. La arquitectura actual es caleidoscópica y refleja corrientes y tendencias cambiantes, consecuencia de las continuas transformaciones que
experimenta el contexto social.
La vivienda individual responde a una forma de vida aislada y en ella se vuelca la necesidad expresiva individual del arquitecto, aún de ese arquitecto que
siente que debería tener como clientes a las masas pero que solo tiene a una familia. Por lo demás, la vivienda individual, no constituye una respuesta técnica
y económicamente válida para resolver el problema de albergar la sociedad, ni su porcentaje es lo suficientemente elevado o significativo como para que su
influencia sea determinante en la generación del
tejido urbano.
Sumado a lo anterior, en el terreno de la vivienda colectiva y de la propiedad horizontal, se produce la falta casi total de inversión o financiación pública en pro-
gramas de vivienda destinados a sectores de ingresos bajos y medianos. Aún en los casos en que hubo participación oficial, las realizaciones resultaron obsole-
tas desde el comienzo por falta de enfoques y formulaciones adecuados a las características del problema.
En el sector de los edificios destinados a la enseñanza, la situación es aún más crítica. En términos de realizaciones oficiales solo puede citarse la actividad desa-
rrollada en torno al proyecto de la Ciudad Universitaria de Rosario.
En el sector comercial y financiero se ha registrado un movimiento mayor, relacionado especialmente con el crecimiento de la actividad bancaria, destacándo-
se la labor desarrollada por el Banco Provincial de Santa Fe en su programa de expansión de sucursales.
En el sector correspondiente a sanidad, la inversión pública, lo mismo que la actividad privada se ha limitado al mantenimiento y reformas de edificios, instala-
ciones, por otra parte, física y funcionalmente obsoletas, en su gran mayoría.
En el dominio de las instalaciones recreativas, a un aumento considerable e la demanda de las mismas- consecuencia del incremento del tiempo libre, de la
difusión de los medios masivos de comunicación y de la mayor movilidad aportada por el automóvil.
En los 60 (en Rosario), los arquitectos jóvenes experimentaban y promovian nuevas estéticas a un medio que reaccionaba con resistencias culturales; la moder-
nidad llegó aqui antes que los procesos de modernización de los sistemas de producción. Esto es lo que constituye hoy la identidad de nuestra arquitectura
contemporánea.
INTERPRETACIÓN DE OBRA LOCAL
El edificio muestra cómo se relacionaron las tres generaciones de arquitectos dentro de la misma obra para poder llegar al producto final, es decir ARICANA,
demostrando la larga trayectoria que acarrean cada uno de ellos, llena de estudios y experiencias. En este caso, el más joven, Aníbal Moliné, imprime un nuevo
sello a las exploraciones en ladrillo iniciadas una década antes. La obra testimonia la introducción de una concepción más sensible de lo funcional, traducida
en la valoración artesanal de los materiales, la modulación de las escalas y de la luz natural, la libertad distributiva y la frescura formal.
La obra es excepcional por su calidad espacial, la cual permite una experiencia casi corporal de sus interiores. En clara tensión con la estrechez de los corredo-
res, el hall, la biblioteca y el patio retoman la centralidad que estos recintos tenían en las obras de Aalto.
Se exploran desniveles en el piso, las terrazas y la cubierta, modulando escenarios con situaciones diversas que, por sus vistas y grados de intimidad, nos permi-
ten interpretar a cada uno de los espacios, una impronta distinta.
Asociación Rosarina de Intercambio Cultural Argentino Norteamericano (ARICANA)
1968
Estudio H
a tectónicas locales. Los arquitectos jóvenes experimentaban y promovian nuevas estéticas a un medio que reacciona-
ba con resistencias culturales; la modernidad llegó aqui antes que los procesos de modernización de los sistemas de
producción.
Esto es lo que constituye hoy la identidad de nuestra arquitectura contemporánea.
apropiación rosarina de la arquitectura de Alvar Aalto. Esta apropiación propone una interesante transposición de una
tipologia: el patio mediterráneo, que en Aalto fue transformado en halls centrales de espacio público interior cubierto,
transmuta en Aricana en patios aterrazados que descienden acercando el centro de manzana hasta el calibrado espa-
cio del hall de ingreso en planta baja. En ese hall, las terrazas se convierten en balcones interiores. La línea blanca de la
losas de hormigón refuerza la tensión horizontal en espiral ascendente de este espacio interior, que recibe el sol del
atardecer. Hay un juego continuo desde los espacios en compresión horizontal de las circulaciones, la triple altura ver-
tical del hall y el terreno aterrazado del patio; son todos espacios públicos excavados al centro de manzana.
sus fuentes para concentrarse en aquellos hechos que resuenan en su memoria y sus experiencias personales. De esta
manera, muros de contención de ladrillo visitados en la colina de una municipalidad rural nórdica reaparecen en la
planicie
Para entender Aricana tenemos que leer el corte: los volúmenes espaciales del auditorio y la biblioteca, comprimidos
del hall central. En estas terrazas la arquitectura formaliza el paisaje rosarino cotidiano de complejas articulaciones
espaciales creadas por colisiones de volúmenes a los centros de manzana de lotes profundos. Esta innovación tipoló-
gica nos propone imaginar nuevos espacios públicos en nuestros centros de manzana, de otra manera inaccesibles,
como la posibilidad de caminar por las terrazas o cruzar las medianeras.
Un detalle arquitectonico demuestra la sensibilidad de los proyectistas: la pequeña curva del
zócalo del piso original de piezas cerámicas verdes se repite para conformar el mostrador de atención al publico. De
desde el patio. Aquí, Aalto ya está jugando otro juego. Uno más rosarino y más contemporáneo.
doméstica, concreta y cotidiana. Tal como lo habían ensayado en el albergue para empleados de Acíndar (Villa Consti-
tución,1960), la casa Albanese (Maciel esquina Hernández, 1962) y la planta de tratamiento de leche para Cindor (Car-
carañá, 1962), la obra encuentra su valor en la modestia.
Acceso
Vestíbulo de acceso
Hall principal
Salones
Oficinas
Circulación interior
Patio
Terraza
Circulación vertical
Biblioteca
Baño
Planta baja Esc 1:200
Social
Servicio
Privado
Planta baja Esc 1:200
Acceso
Vestíbulo de acceso
Hall principal
Salones
Oficinas
Circulación interior
Patio
Terraza
Circulación vertical
Biblioteca
Baño
Planta primer piso Esc 1:200
Social
Servicio
Privado
Planta primer piso Esc 1:200
Acceso
Vestíbulo de acceso
Hall principal
Salones
Oficinas
Circulación interior
Patio
Terraza
Circulación vertical
Biblioteca
Baño
Planta segundo piso Esc 1:200
Social
Servicio
Privado
Planta segundo piso Esc 1:200
Auditorio
Circulación vertical
Hall auditorio
Circulación interior
Planta subsuelo Esc 1:200
Social
Servicio
Privado
Planta subsuelo Esc 1:200
RASTREO:
Luego del analisi de la obra, nos preguntamos:
¿Habrá sido una novedad para el año 1968 la peculiaridad que caracteriza la obra de tener parasoles verticales en serie de concreto blanco que ascentuan la verticalidad del edificio en la ciudad de Rosario?
A este recurso pudimos adverirlo en obras anteriores al 1968 en Rosario por lo que se podría deducir que era una característica de la arquitectura de la época.
Gracias al juego rítmico de estas fachadas de gran escala, estos edificios logran captar la atención de los ciudadanos ya que imponen indudablemente
protagonismo e instituacionalidad a la obra.
Cine Heraldo -1942 Tribunales Provinciales 1952 Centro Unión dependiente 1937
- San Martin 866 - Pellegrini 392 - Paraguay 745