Cosmológica, n.
o 3 (2023)
pp. 501-505, ISSN: 2792-7423
Isidoro Sánchez García y Manuel Méndez Guerrero. El molino de Ana. [La Orota-
va]: Le Canarien, 2022. 108 p. ISBN: 978-84-18603-45-7.
El grupo de reflexión SAN&MEN, es decir Isidoro Sánchez García y Manuel Mén-
dez Guerrero, se ha unido en diferentes ocasiones para elaborar trabajos que combi-
nan la investigación, lo literario y lo fotográfico. Resultado de ello sería Canarias
desde el mar hasta el cielo; El Hierro: isla de la diversidad, isla de identidades; El
Hierro 3D: convivencia volcánica: una experiencia de tres días; Valores patrimo-
niales de La Gomera: naturaleza, historia, cultura; Memorias del agua en Taoro y
Perú; La Orotava: desde el mar hasta El Teide; y La Orotava en 12 horas, propues-
tas elaboradas, además, junto a Juan Carlos Sánchez Reyes, así como otros múltiples
proyectos de gestión cultural y organización desde diversas perspectivas, tanto en el
territorio europeo como americano bajo la común admiración por la figura de Alexan-
der von Humboldt, siendo ambos miembros de la Asociación Cultural Humboldt de
Canarias, con sede en la orotavense casa Lercaro.
En 2022, fruto nuevamente del esfuerzo común nace un libro compuesto por
veintiséis capítulos y poco más de cien páginas bajo el título El molino de Ana. Se
trata de un trabajo ampliamente ilustrado con fotografías de diversas épocas, al cui-
dado de la editorial de La Orotava Le Canarien Ediciones. Aglutinan numerosas
realidades, retrocediendo los autores la mirada siglos atrás para recurrir a crónicas
y descripciones posteriores a la conquista con evidencias al origen y la evolución
de los molinos en la villa de La Orotava. Toman como referencia, fundamentalmen-
te, la lectura del trabajo del profesor Leopoldo de la Rosa Olivera que, en 1977,
publica La Orotava hasta 1650, observando con atención los análisis que llegara a
citar respecto a la demografía villera, la agricultura e industrias, así como las Dehe-
sas y las Aguas del Río. Tras ello sigue una evolución cronológica, con interesantes
apuntes extraídos de diversas aportaciones, como, por ejemplo, El Heredamiento de
Aguas de La Orotava, escrito por José Peraza de Ayala; A través de Tenerife, por
parte de Francisco González Díaz; y El centro histórico de la villa de La Orotava,
de Domingo Hernández Perera, cuyo trabajo sería editado en dos ocasiones (1982 y
1988). No faltan referencias a otros intelectuales y personas vinculadas a la cultura
en sus diversas manifestaciones, siendo ejemplo de ello Jesús Hernández Perera, José
Méndez de Ponte y José B. González Falcón, con acciones e iniciativas generadas
desde la época de la Transición política española en atención a los molinos de La
Orotava.
Se suceden impresiones sobre las antiguas vías de comunicación para el lugar
marcadas por el camino de La Sierra y el camino de El Ciprés, así como la relación
del primer espacio citado con la ruta del agua, anotando los autores que allí se ubi-
có el «primer molino que funcionó en la villa de Orotava gracias a la fuerza motriz
del agua procedente de los manantiales de Aguamansa y que, en realidad, era un
aserradero que cortaba y acondicionaba las maderas procedentes de los árboles que
se traían de los montes cercanos». No se puede omitir la relación del líquido vital
con los lavaderos, por lo que otro capítulo es dedicado al uso de tales espacios por
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parte de la población, recurriendo para el análisis a diversos registros con el fin de
delimitar la distribución de unos elementos que ya prácticamente forman parte de la
memoria, quedando como testigo tangible de esos años los lavaderos situados junto
al molino de Chano, en la zona de San Francisco. Se adjuntan, además, algunos
detalles sobre el partidor o pesador de aguas, junto a la central hidroeléctrica de La
Abejera, espacio ampliamente estudiado por Isidoro y Eduardo Sánchez García en
un trabajo publicado hace unos años. Apuntes sobre el entramado hidráulico presente
en La Orotava con los molinos y estudiosos de tal realidad van marcando las suce-
sivas páginas, uniéndose a la relación anteriormente expuesta otros profesionales
como Juan Manuel Palerm Salazar, José Antonio Sosa Díaz-Saavedra, Rafael Gó-
mez León, Joaquín Sabaté Bel, José Manuel Alonso López, José Méndez Ponte,
Manuel Hernández González, A. Sebastián Hernández Gutiérrez, Antonio Luque
Hernández, la revista El pajar: cuaderno de etnografía canaria, Juan Carlos Santa-
marta Cerezal, Elena García de Lamo, Juan Díaz Rodríguez, Miguel Méndez, María
Isabel Ostolaza Elizondo, Francisco Suárez Moreno, Aníbal Mesa López y otras
referencias disponibles en línea con el fin de explicar más y mejor diversos deta-
lles, funciones y terminología propia de los molinos hidráulicos. Sánchez García y
Méndez Guerrero entran con atención en analizar las contribuciones de esos inves-
tigadores sobre los molinos. Todo ello para llegar en un siguiente apartado al con-
greso de histórica local que tanto éxito y recuerdo genera aún, celebrado en La Oro-
tava veinte años atrás, rescatando reflexiones sobre dos propuestas allí presentadas.
Una, del profesor A. Sebastián Hernández Gutiérrez. Otra, sobre una experiencia
didáctica planteada por las profesoras de historia en enseñanza secundaria, Luz Do-
lores García Acosta, Carmen Edilia Gómez Pescoso y María de los Ángeles Martín
Pérez. Misma atención llegan a tener hacia el VIII Simposio sobre Centros Históri-
cos y Patrimonio Cultural de Canarias (2004), también por los apuntes patrimonia-
les redactados por el funcionario municipal Pablo Torres en ese mismo año para la
serie «Cuadernos del CICOP» y por el trabajo realizado en 2006 por el grupo CPC
(Juan Carlos Sánchez, Manuel Méndez e Isidoro Sánchez). Los autores explican tam-
bién la descripción como BIC del acueducto de los Molinos, así como detalles res-
pecto a la obra del catedrático Manuel Hernández González, publicada en 2008, bajo
el título La evolución histórica de los molinos de agua en La Orotava. Aparece
asimismo la propuesta de los hermanos EDIS (Eduardo e Isidoro Sánchez), el trabajo
elaborado por Isidoro y Manuel en 2016 entre Taoro y Perú con algunas citas res-
pecto a la tecnología hidráulica en las culturas prehispánicas y la cultura nazca y
puquios, referencias a la especialista en historia del arte Amara Florido Castro y su
atención al patrimonio histórico industrial canario, artículos en prensa y una visión
de la realidad nacional que permite, prácticamente, cerrar la aportación. Se incluye
un último capítulo en el que, tras todo ese amplio estudio previo, los autores aproxi-
man al lector ante el historial del molino de Ana Hernández Díaz y el contexto en
el que su padre, Jesús Hernández Martín, conocido como Jesús Pulido, adquiere tal
inmueble a Ildefonso Machado Méndez. Desde entonces, el molino pasa a conocer
diversas realidades hasta llegar a ser el punto de proyección multidisciplinar que
representa en la actualidad.
El molino de Ana es, en definitiva, una síntesis sobre numerosos aspectos aso-
ciados a la trayectoria histórica de La Orotava, atendiendo la obra mediante una
mirada diferente, fresca y dinámica, a la evolución de cinco siglos que atesora el
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municipio, adquiriendo la figura del molino en el siglo XXI una nueva dimensión hasta
transformar su función primigenia para ocuparse, como bien comenta Isidoro Sán-
chez, en «moler cultura».
JAVIER LIMA ESTÉVEZ
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