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Facultad:

Ciencias de la Salud

Programa académico:

Psicología

Título: Informe psicológico sobre las corrientes contemporáneas de


la psicología

Autores:

Marlo Garcia Milagros Nataly

Navarro Moreano Elizabeth Genoveva.

Onofre Balbuena Ibeth Magerling.

Vasquez Silva Liliam Raquel

Villanueva Yzaguirre Mariliz Elena


Asesor:
Rodriguez Moncada Rosa Elena
Ciudad:
Cajamarca
Año:
2024
Tabla de contenido
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN...……………………………………….....................1
II. DESARROLLO...………………………………………........................2
II.1. Conductismo……………………………………………………...3
II.2. Neoconductismo………………………………………………....4
II.3. Psicoanálisis……………………………………..……………….5
II.4. Neopsicoanálisis…………………………………......................6
II.5. Gestalt……………………………………………………………..7
II.6. Humanista…………………………………………………………8
II.7. Sistémica………………………………………………………..9
III. CONCLUSIÓN...………………………………………………………..10
REFERENCIAS…………………………………………………………11
ANEXOS
I. INTRODUCCIÓN

El "Informe psicológico sobre las corrientes contemporáneas de la psicología"


se erige como un compendio exhaustivo y meticuloso destinado a proporcionar
una visión integral de las múltiples vertientes que han moldeado y continúan
influyendo en el campo de la psicología en la actualidad. Este informe no solo
traza la trayectoria histórica de la disciplina desde sus orígenes, sino que
también examina las innovaciones metodológicas, teóricas y tecnológicas que
han surgido en respuesta a los cambios sociales, culturales y científicos del
siglo XXI. El documento se propone ofrecer un análisis detallado y riguroso de
las diversas escuelas y teorías psicológicas, destacando su evolución, impacto
y relevancia en el contexto contemporáneo.

La psicología, como ciencia del comportamiento y los procesos mentales, ha


experimentado una notable diversificación a lo largo de su historia (Cepeda
Armijos, 2016). En sus inicios, las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud
marcaron un hito al poner énfasis en los procesos inconscientes y las
dinámicas internas del individuo. Freud postuló que los conflictos
inconscientes, las experiencias tempranas y los deseos reprimidos jugaban un
papel crucial en la formación de la personalidad y los trastornos psicológicos
(Universidad Internacional de Valencia, 2018). A pesar de las críticas y
controversias que sus teorías han suscitado, el psicoanálisis sentó las bases
para futuras investigaciones y prácticas clínicas (Fierro, 2015).

En contraste, el conductismo, liderado por figuras como John B. Watson y B.F.


Skinner, propuso una aproximación radicalmente diferente al centrarse en el
estudio observable del comportamiento. Watson argumentó que la psicología
debía ser una ciencia objetiva basada en la observación y la experimentación,
descartando la introspección como método válido. Skinner, por su parte,
desarrolló el concepto de condicionamiento operante, demostrando cómo las
consecuencias de las acciones influencian la probabilidad de que estas se
repitan. Este enfoque, aunque limitado en su consideración de los procesos
mentales internos, aportó un rigor experimental que contribuyó
significativamente al desarrollo de la psicología como ciencia empírica
(PELLÓN SUÁREZ DE PUGA, 2015).

A medida que la psicología evolucionaba, surgieron nuevas corrientes que


buscaban integrar los aspectos desatendidos por el psicoanálisis y el
conductismo. La psicología humanista, con exponentes como Carl Rogers y
Abraham Maslow, se centró en el potencial humano, la autorrealización y la
experiencia subjetiva. Rogers introdujo la terapia centrada en el cliente,
enfatizando la importancia de la empatía y la aceptación incondicional en el
proceso terapéutico, mientras que Maslow elaboró la jerarquía de
necesidades, destacando la búsqueda de la autorrealización como el máximo
objetivo del desarrollo humano (Paz, 2014).

Simultáneamente, la revolución cognitiva de mediados del siglo XX,


encabezada por investigadores como Jean Piaget, Ulric Neisser y Noam
Chomsky, reorientó el foco de la psicología hacia los procesos mentales
internos. Esta corriente, conocida como psicología cognitiva, se interesa por
cómo las personas perciben, procesan, almacenan y recuperan información.
Los avances en este campo han sido fundamentales para el desarrollo de
modelos teóricos sobre la memoria, la percepción, el lenguaje y la toma de
decisiones, y han influido en una amplia gama de aplicaciones, desde la
educación hasta la inteligencia artificial (Gallegos, 2021).

En el escenario contemporáneo, la psicología se caracteriza por un


eclecticismo teórico y metodológico que refleja la complejidad de la
experiencia humana (Porras Velásquez, 2015). La neurociencia cognitiva, por
ejemplo, combina métodos de la psicología cognitiva con técnicas avanzadas
de neuroimagen para investigar la relación entre el cerebro y el
comportamiento. Esta integración ha permitido avances significativos en la
comprensión de trastornos neurológicos y psiquiátricos, así como en el
desarrollo de nuevas intervenciones terapéuticas (Vega & Villegas Paredes,
2021).
Además, la psicología positiva, promovida por Martin Seligman y otros, ha
emergido como una corriente que estudia los aspectos más constructivos y
saludables de la experiencia humana, como la felicidad, la resiliencia y el
bienestar. Esta perspectiva busca equilibrar la tradicional atención de la
psicología en el tratamiento de la enfermedad mental con un enfoque en el
fortalecimiento de las capacidades y recursos humanos (Domínguez Bolaños
& Ibarra Cruz, 2017).

La psicología contemporánea pone en duda que el método experimental fuera


el único válido para la ciencia, por ello se ve el surgimiento de métodos más
adecuados; se basan en el paradigma que son modelos de pensamiento o
forma de concebir algo (SV, 2019).

En paralelo, enfoques como la psicología cultural y la psicología feminista han


resaltado la importancia de los contextos sociales y culturales en la formación
de la identidad y el comportamiento. Estos enfoques desafían las perspectivas
universales y subrayan la necesidad de considerar las diferencias culturales,
de género y sociales en la investigación y práctica psicológica (Santamaría
Santigosa & Cubero Pérez, 2014).

La psicología contemporánea es esencial en la sociedad actual por varias


razones. En primer lugar, nos ayuda a comprender mejor a nosotros mismos y
a los demás. A través de la investigación psicológica, podemos obtener una
visión más profunda de los motivos detrás de nuestras acciones, emociones y
pensamientos. Esto puede mejorar nuestras relaciones personales y nuestra
calidad de vida. Además, la psicología contemporánea desempeña un papel
crucial en la resolución de problemas y la toma de decisiones. Ayuda a las
empresas a comprender el comportamiento del consumidor y a desarrollar
estrategias de marketing efectivas. También contribuye a la toma de
decisiones políticas y sociales, al proporcionar información sobre cuestiones
como la salud mental, la adicción y la delincuencia (Psicólogos, 2023).
II. DESARROLLO
En la década de 1930, un grupo de psicólogos estadounidenses formado por
profesionales como Edward Chace Tolman (1886-1959) y Clark Leonard Hull
(1884-1952) desarrolla la corriente del neoconductismo. Este movimiento parte
de los principios básicos del conductismo (como el ambientalismo, el
mecanicismo y el condicionamiento) y utiliza variables intermedias para el
análisis, la predicción y el control de la conducta.
Se desarrollan en el campo del aprendizaje y la conducta animal. En este
último aspecto, Tolman destacó la conducta propositiva (los animales parecen
tender hacia metas), la necesidad de los animales de interaccionar con los
objetos y la tendencia animal a descubrir y optar por las soluciones fáciles
antes que las difíciles (Psicología contemporánea, 2016).
II.1. Conductismo
El conductismo es una corriente de la psicología que se enfoca en el estudio
de las leyes que determinan el comportamiento humano y animal. Se
caracteriza por su énfasis en la conducta observable y medible, dejando de
lado los procesos mentales internos. Los principales representantes del
conductismo incluyen a John B. Watson, quien es considerado el padre del
conductismo y promovió la idea de que la psicología debería basarse en
hechos observables y no en la introspección. Ivan Pavlov, conocido por sus
experimentos de condicionamiento clásico con perros, y B.F. Skinner, famoso
por su trabajo en el condicionamiento operante y el concepto de refuerzo.
En la actualidad, el conductismo ha evolucionado hacia la vertiente cognitivo-
conductual, que integra aspectos cognitivos como los pensamientos y
percepciones en el estudio del comportamiento (Torres, 2017).
Esta corriente de la psicología incide en que únicamente el comportamiento
puede ser estudiado; algo que en la práctica ha derivado en modelos
terapéuticos guiados por la solución de los síntomas y en el cambio de
comportamientos, y donde un comportamiento positivo se relaciona con
refuerzos positivos y al revés. Los conductistas empleaban habitualmente
la observación de animales en sus estudios, ya que los consideraban similares
en sus comportamientos a los seres humanos, de ahí que los principios de
aprendizaje extraídos se extrapolaran a los humanos (La Universidad en
Internet, 2022).
II.2. Neoconductismo
El neoconductismo es una corriente psicológica que surgió como una
evolución del conductismo clásico en la década de 1930. Mantiene la base del
conductismo en cuanto al estudio de la conducta observable, pero introduce
variables intermedias y procesos cognitivos para analizar más
exhaustivamente la conducta humana. Los representantes más destacados
del neoconductismo incluyen a Edward Chace Tolman y Clark Leonard Hull,
quienes desarrollaron esta corriente con el objetivo de elaborar una teoría
general del aprendizaje. También se considera a B.F. Skinner como un
contribuyente importante, aunque su enfoque se mantuvo más cercano al
conductismo radical. El neoconductismo amplía el enfoque del conductismo
para incluir aspectos cognitivos y procesos mentales en el estudio del
comportamiento, manteniendo el énfasis en la observación y la
experimentación como métodos de investigación (Calderón, 2024).
El aporte principal del neoconductismo a la psicología es la incorporación de
variables cognitivas en el estudio de la conducta (STUDOCU, 2023).
La conducta observable. Pero defiende un neoconductismo intencional: esa
conducta es considerada de modo propositivo (mantenimiento de la conducta
en una dirección determinada) e intencional. Además, se explica la conducta
en términos de variables intermedias, llamadas así porque se sitúan entre el
Estímulo o variable independiente, y la Respuesta o variable dependiente: los
mapas cognitivos (Psicología contemporánea, 2016).
II.3. Psicoanálisis
Desde sus inicios el Psicoanálisis ha sido ampliamente estudiado. Inicialmente
fue creado por Freud y a lo largo de la historia ha sido uno de los modelos más
influyentes para explicar las conductas humanas a través de los procesos
inconscientes. Freud tenía varios discípulos, algunos de ellos (Adler, Jung)
tuvieron diferencias con él y decidieron crear su propio modelo de
Psicoanálisis. Las aportaciones de éstos y otros de los seguidores de Freud
como Horney, Sullivan y Erikson formaron las bases de lo que hoy se conoce
como neopsicoanálisis. Los fundadores del neopsicoanálisis en general
renuncian a la teoría sexual de la neurosis propuesta por Freud y se
concentran en otros aspectos de la persona (Carrillo & Medina, 2018).
Se trata de un término que Sigmund Freud creó para referirse a la psicoterapia. Por
medio del impulso de la catarsis, Freud podía acercarse hacia lo que le revelaría la
manera de ejercer terapia en el individuo, desde el método psicoterapéutico
(UNIBETAS, 2022).
II.4. Neopsicoanálisis
Desde sus inicios el Psicoanálisis ha sido suficientemente estudiado. En inicio
fue creado por Freud y al pasar del tiempo su historia ha sido uno de los guías
más respetado y prestigiado para poder enseñar las conductas humanas a
través de las causas inconscientes. Freud tenía varios discípulos o aprendices,
algunos de ellos como Adler y Jung tuvieron diferencias con Freud y
decidieron desarrollar su propio modelo de Psicoanálisis. Las aportaciones de
éstos y otros de los seguidores de Freud como Horney, Sullivan y Erikson
formaron las modelaciones de lo que hoy se conoce como Neopsicoanálisis.
Los creadores del Neopsicoanálisis en general deniegan la teoría sexual de la
neurosis idea de Freud y se concentran en otros aspectos de las personas
(Universidad Tecnologica del Perú, 2023).
Los principales representantes del neopsicoanálisis incluyen a:
Alfred Adler: Se centró en el concepto de inferioridad y compensación, y
desarrolló la teoría del complejo de inferioridad.
Carl Gustav Jung: Introdujo los conceptos de arquetipos, el inconsciente
colectivo y la individuación.
Karen Horney: Propuso teorías sobre las neurosis basadas en la ansiedad
cultural y el conflicto interpersonal, en lugar de los impulsos sexuales.
Harry Stack Sullivan: Enfatizó la importancia de las interacciones
interpersonales en el desarrollo de la personalidad.
Erik Erikson: Conocido por su teoría del desarrollo psicosocial que extiende a
lo largo de toda la vida del individuo.
Estos psicólogos contribuyeron al desarrollo del neopsicoanálisis con sus
teorías y enfoques únicos, que han tenido un impacto significativo en la
psicología clínica y en la comprensión moderna de la personalidad y el
comportamiento humano (Rubio, 2020).
II.5. Gestalt
La Psicología Gestalt, originada a principios del siglo XX por Max Wertheimer,
Kurt Koffka y Wolfgang Kohler en Alemania, es una corriente que se enfoca en
la percepción y la experiencia humana, proponiendo que las personas
organizan sus experiencias en configuraciones significativas en lugar de
percibir. elementos aislados. Este enfoque holístico se basa en principios
como la figura y fondo, proximidad, semejanza, continuidad, cierre y simetría,
que explican cómo percibimos y estructuramos el mundo visualmente. A
diferencia de la psicología tradicional, que descompone los procesos mentales
en componentes básicos, la Gestalt subraya la importancia del todo sobre las
partes, influyendo en diversas áreas como la psicoterapia, el diseño y la
educación, y proporcionando una comprensión profunda de cómo los seres.
Los humanos interpretan y dan sentido a su entorno (Ayala, 2018).
El profesional de la terapia Gestalt realiza un seguimiento al paciente para
ayudarle a realizar un proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal
que le permita encontrar un camino dentro de sí o con relación al entorno. A
partir de cuatro fases diferentes, el paciente y el terapeuta trabajarán para
alcanzar los objetivos, estas son: Aceptación, Responsabilidad, Diálogo y
Acción (Escuela clínica, 2022).
II.6. Humanista
La Psicología Humanista es una de las grandes corrientes o teorías
psicológicas contemporáneas y también una de las más recientes, ya que su
origen se sitúa en la segunda mitad del siglo XX; por tanto, tiene poco menos
de 70 años de existencia. A diferencia del Psicoanálisis, la Gestalt y el
Conductismo, la Psicología Humanista no surge como un paradigma unificado
con modelos y métodos propios, sino que constituye la integración de un
conjunto de ideas e investigaciones de psicólogos norteamericanos que
manifestaban un claro descontento a la psicología que se hacía en la época.
Es necesario señalar que, sin lugar a duda, la Psicología Humanista emerge
de una crisis de paradigmas en la Psicología norteamericana de los años 50
del siglo XX, que insistirá en nuevas maneras de comprender al Ser Humano
desde el valor de la experiencia y la importancia fundamental de las
emociones en el conocimiento psicológico (WinuE, 2021).
Al tratarse de una corriente psicológica, el humanismo no solo se queda en la
teoría, sino que, tras tener en cuenta los aspectos anteriores, no duda en
crear métodos terapéuticos para mejorar la vida de las personas que confían
en esta forma de pensar. Subrayamos el término «personas», ya que para un
psicólogo humanista nunca serán «pacientes» al implicar esta palabra una
diferencia entre el terapeuta y quien asiste a sus sesiones. En este caso, se
prefiere que la relación sea de igual a igual (Universidad Internacional de
Valencia, 2023).
II.7. Sistémica
La psicología sistémica lleva a cabo un estudio exhaustivo de la comunicación
y relación que existe dentro de un grupo en el cual exista una interacción, lo
que también podemos llegar a denominar un sistema. Al fin y al cabo, en el
entorno de la psicología estamos habituados a considerar los sistemas como
estructuras que están formadas de distintas partes entre las que existe algún
tipo de relación directa. Aún dentro de esta definición grupal, la psicología
sistémica también se utiliza en el caso de sujetos individuales, valorando en
estos casos los diferentes sistemas que pueden formar parte del contexto de
esta persona particular (Universidad Internacional de Valencia, 2018).
Hay muchos nombres propios vinculados a la concepción y el desarrollo de
la psicología sistémica. Sus inicios fueron impulsados por Herschel, en
Alemania. Sin embargo, Popenoe la aplicó por vez primera en Estados Unidos
y contribuyó enormemente a difundirla.
Posiblemente, John Bell podría ser considerado el padre de la sistémica. O, al
menos, su referente más popular. Este profesor de psicología de la
Universidad de Clark (Worcester, Massachusetts, Estados Unidos), fue
pionero en realizar una terapia familiar conjunta (Escuela clínica, 2022).

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