INSTITUTO DE EDUCACION SUPERIOR N°6 - PERICO
Espacio Curricular: FILOSOFIA Curso: 2DO.
Profesor/a: TARIFA IRMA MIRTA
Formato: Materia
Régimen de acreditación: Promocional - Regular
Régimen de cursado: ANUAL
Carga horaria: 4 hs semanales
Ciclo Lectivo: 2024
¿Qué es la Filosofía?
Solo después de conocer elementos necesarios que permitan filosofar, podremos plantear
la pregunta ¿Qué es la filosofía? Sin embargo se podrán iniciar en algunas improvisaciones
que nos acerque a su funcionamiento y desarrollo. Ese esfuerzo sistemático por averiguar
algo más sobre la realidad, constituye la filosofía; actividad que se encuentra cercana a la
vida, de hecho que es una instancia de la vida misma
La filosofía es también esa actividad desde la cual se crean conceptos, elementos que
permiten identificar mejor una situación para acercarse a ella. Debe quedar claro que la
filosofía no inventa nada, no es arte de magia; es un actitud de-veladora, quita el velo que
cubre la verdad, en ese sentido, quizás existan muchos velos tapando lo que se oculta,
será tarea del filósofo actuar de manera radical con un solo instrumento, el de la intuición.
Ella le permitirá, develar, destapar, des-ocultar, para luego construir o reconstruir lo
descubierto. El ser humano de hoy no debe permitir aceptar lo dado como algo definitivo,
al contrario, usara lo dado como un peldaño para la búsqueda de alternativas, de
variantes, corregir el mismo sus ideas para constituir otras nuevas sin darles el estatuto de
eternas, si, el de útiles para la comprensión del mundo.
Desde esta perspectiva la inclusión de la Filosofía, consiste en consolidar la capacidad de
crítica y de cuestionamiento de los saberes dados, así como la posibilidad de integración
de todos esos conocimientos en un sistema global. El eje se centra en un aprender a
aprender, desarrollando en los estudiantes la capacidad de pensar por sí mismos, en
cooperación con sus pares, de forma crítica y creativa. Se convierte entonces la filosofía en
una pieza fundamental de la dimensión educativa, ya que ofrece los fundamentos
necesarios para la reflexión racional sobre los principales problemas de la existencia
personal.
Los códigos elementales sobre los que asienta una cultura suelen fijar en los seres
humanos esquemas perceptivos, modos sensitivos y jerarquías de valor, a partir de los
cuales se establecen ciertas formas de ver, sentir y enunciar, que se sitúan en
correspondencia con las necesidades de reproducción de la comunidad. Todo campo de
saber, ofrece una respuesta a la pregunta por el origen de tales capacidades. La filosofía es
una de ellas; y como los otros campos epistémicos, requiere una sistemática transmisión
institucional de sus saberes, en tanto impulsora de desafíos, de los cuales solo se puede
salir más que por sí mismo.
Perfilemos pues, una visión de lo que es la filosofía, entendiéndola como una singular
manera de preguntarnos por el sentido de nuestras pasiones, acciones y pensamientos
como un modo de pensar relaciones entre saberes y herencias.
No se trata pues reducir la enseñanza de la filosofía a la sumaria exposición de sistemas y
autores de enorme complejidad que, presentados de cierta manera, suelen perder la
significación cultural, pedagógica y política que los hace plausibles de transmisión. Porque
la filosofía también es pasado, pero no solo eso, es que necesitamos reactualizarla y
complementarla con la presentación de problemas que desestabilicen situaciones
prácticas.
En el marco de una actividad de enseñanza, concebimos la filosofía como una actividad
caracterizada por unos procedimientos específicos, ya que utiliza los procesos de
argumentación racional en su sentido más amplio y profundo pues se esfuerza por razonar
bien y en público, en el marco de una comunidad de personas implicadas en la búsqueda
de la verdad; exige, además, una actitud de búsqueda compartida. Pretende ser un saber
sistemático que si bien puede abordar cualquier tema, se caracteriza en especial por
reflexionar sobre temas de elevado nivel de abstracción o de generalidad. Es también un
riguroso esfuerzo intelectual que se centra sobre todo en los problemas más que en las
respuestas Constantemente formula preguntas, dirigidas incluso a aspectos que la gente
puede dar por completamente aclarados.
La premisa fundamental desde la cual partir, está centrada en la capacidad de contrastar
los elementos teóricos con su más inmediata y emergente situación. Desde aquí, desde
este territorio crítico, de cambio, la transformación de la condición personal es prioritaria.
Pero a pesar de todo lo dicho, la filosofía no puede escapar a la sospecha de ser una
actividad socialmente inútil, un conjunto de pensamientos sin sustento ni sentido. Porque
es variada la acusación hacia esta disciplina de ser una actividad inerte para el humano;
sin embargo la filosofía intento desde siempre constituirse en un saber universal. Esa
constitución siempre estuvo amenazada por los avances de otras disciplinas, que desde su
lugar intentan desde siempre copar el espectro de visiones humano. Quizás sea esta la
situación de descreimiento de la capacidad de la filosofía para moldear nuevas formas de
leer la vida. Pero la filosofía intenta además, abordar los invariantes históricos de una
cultura, una forma de leer en el cuerpo de una comunidad, los hechos, las prácticas y los
símbolos que constituyen como tal.
Es posible iniciarse en la práctica filosófica si se usa como referencia el pensamiento de los
grandes filósofos resultante de su ocupación con un problema en particular y se tratan
problemas cotidianos desde sus teorías, atendiendo al proceso de construcción de las
ideas que luego formaran parte de una visión. Ese cotejo entre un pensamiento ajeno y
uno propio podría generar en el estudiante un develamiento de que sus estatutos están
erosionados y que en varias situaciones carecen de fundamento y antes de negar toda
posibilidad de una verdad o afirmar una con carencias, es mejor buscarla con cierta
eficacia.
Esta materia les permitirá identificarse con una teoría que le resulte eficiente para tratar
sus problemas cotidianos, pensamientos, motivaciones, preguntas y cuestionamientos,
cotidianeidades propias de la vida, ambiciones de crecimiento intelectual, etc., para luego
reforzarla con aportes tecnológicos, propios de la actualidad y muy cercana a la
cotidianeidad.
En filosofía necesitamos personas capaces de obrar críticamente. Poder saber que pienso,
conocer el pensamiento del otro y decir algo diferente. La ausencia de un principio
universal de lo verdadero tiene como contracara la necesidad de experimentar en torno
de otras maneras de pensar, hacer y enunciar. Obrar de manera elástica hacia un
horizonte de sentidos propios y reinventados heredados del pasado; un horizonte en el
que se unen el deseo de saber, el asombro ante lo real y la curiosidad por las verdades.
Se trata entonces de asumir posiciones firmes y decididas; no dogmáticas y totalitarias.
Como sujetos de la sociedad actual parecería que estamos condenados a permanecer
conformes. Ese conformismo homologado con lo pasivo, lo rígido y lo inerte decae en una
visión uní-dimensional del mundo. Hace falta personas capaces de brindar pensamientos
diferentes, posibles de acción que lo dispongan para los demás y tensionen la línea de
límites. Se trata en definitiva de ser diferentes al proyectar la existencia.
LA IMPORTANCIA DE LA PREGUNTA
La pregunta tiene una importancia capital en la vida. Fue siempre la herramienta del
filósofo. La pregunta invade territorios oscuros, y organiza el área de la vida que queremos
conocer. Muchas veces la pregunta incomoda y satura. Pero la filosofía es eso: una
actividad que debe incomodar, debe remover posturas y mejorar la visión de la vida.
Vamos a usar la pregunta como un re-movedor de posturas, ideal para quienes deseen
forzarse a pensar respuestas sobre su vida que de otro modo no buscarían; sin olvidar que
es un camino de acceso a la filosofía.
¿QUÉ ES LA FILOSOFIA?
Qué es y cuál es su valor es cosa discutida, ya que de ella se esperan revelaciones
extraordinarias, o se deja indiferentemente como un pensar sin objeto; se respeta como
un importante quehacer de unos hombres insólitos o se le desprecia como un simple
pasatiempo de soñadores; se le tiene como interés para todos, por lo cual tendría que ser
fácil o por tan difícil que es un desespero ocuparse de ella. Cada cosa que se diga de la
Filosofía bien puede ser su opuesto.
La filosofía carece de resultados universalmente válidos y susceptibles a ser sabidos y
poseídos, mientras que las ciencias dominan conocimientos imperiosamente ciertos y
universalmente aceptados. La filosofía a pesar de sus esfuerzos no ha podido alcanzar a
las ciencias, ya que en ella no hay unanimidad acerca de lo conocido, ni tiene un carácter
progresivo para lograrlo.
Con lo anterior podemos decir que la filosofía no es científica, es decir, no es la misma
para todo intelecto, sino que es un cerciorarse en la consecución de la cual entra en juego
la esencia entera del hombre.
La filosofía se interesa en el hombre en cuanto hombre, esta es una verdad más profunda
que todo conocimiento científico.
Representemos la filosofía sin ciencia:
En la filosofía todo el mundo es competente. No son condiciones de estudio ni de
entendimiento, se da para intervenir y hablar de ella con solo pasar por la preparación de
la humanidad, del destino y la propia experiencia.
El pensar debe ser original en todo momento, es decir, llevado a cabo por sí mismo. Por
ejemplo las preguntas de un niño son dignas de la filosofía ya que sus preguntas y
comentarios son claves para le experimentación del ser, del yo, etc. Pero, este filosofar
infantil se agota cuando se crece perdiendo así esta genialidad.
Filosofar en enfermos mentales como cuando hacen revelaciones metafísicas
estremecedoras, por algo se dice que los niños y los locos dicen siempre la verdad.
La filosofía es indispensable para el hombre y se presenta todo el tiempo en refranes,
apotegmas filosóficos, convicciones dominantes, en los lenguajes de los espíritus
ilustrados de ideas y creencias religiosas y políticas, pero ante todo en los mitos. No hay
manera de escapar de ella. Quien le rechaza profesa una filosofía inconscientemente.
ATENCION
Pero ¿qué es?
Filosofía se deriva de la palabra griega que se forma en Philosophos oposición a Shopos.Se
trata del amante del conocimiento, del saber, pero un saber de la verdad que es la esencia
de ella.
Quiere decir ir de camino, sus preguntas son más esenciales que sus respuestas y estas
llevan siempre a nuevas preguntas.
El hombre es el sentido de filosofar según su realización histórica a la que se abre el
mismo. La filosofía no se deriva de nada solo de sí misma según su realización. Es una
actividad viva del pensamiento y la reflexión sobre este o bien el hacer o el hablar de él.
En la antigüedad oímos de la filosofía según su objeto: conocimiento de las cosas divinas y
humanas y del ente cuanto ente. Según su fin: esfuerzo reflexivo por alcanzar la felicidad,
asimilación a lo divino. Por su sentido universal: el saber de todo saber, el arte de todas las
artes, la ciencia en general que no se limita a ningún dominio determinado.
Es dable hablar de filosofía también según las siguientes formulas.
Ver la realidad según su origen.
Apresar la realidad conversando mentalmente conmigo mismo en la actividad interior.
Abrirnos a la vastedad de lo que nos circunvala.
Osar la comunicación de hombre a hombre sirviéndose de todo espíritu de verdad en una
lucha amorosa.
Mantener despierta con paciencia y sin cesar la razón, incluso ante lo más extraño y ante
lo que sé rehúsa.
Por la filosofía el hombre llega a ser el mismo y a hacerse participe de la realidad.
La filosofía jamás se acabará, la conciencia de esta tarea permanecerá despierta bajo la
forma que sea mientras los hombres sigan siendo hombres.
Se ha atacado a la filosofía varias veces desde el autoritarismo eclesiástico alegando que
ésta aleja al hombre de Dios, hasta el totalitarismo político diciendo que los filósofos se
han limitado a interpretar el mundo, pero lo que se trata es de transformarlo…
La filosofía debe pues justificarse. Pero esto es imposible ya que no puede hacerlo con
otra cosa para la que sea necesaria como instrumento. Solo puede volverse contra las
fuerzas que impulsan realmente a filosofar a cada hombre.
La filosofía no puede luchar, probarse, pero si comunicarse. No presenta resistencia donde
la rechazan ni se jacta donde la escuchan. Es pues esta la única que puede unir a todos
con todos.
Por último, podemos decir que la filosofía es viva y es eterna. A este fondo histórico de
nuestro pensar nos remitimos, si queremos pensar esencialmente y con la conciencia más
clara posible.
ATENCION
Qué es la filosofía y cuál es su valor es algo que está entre si y no, es decir cada cosa que
se piense de ella bien puede ser su opuesto.
La filosofía a diferencia de las ciencias no maneja resultados universalmente conocidos y
aceptados, a pesar de su milenario esfuerzo por lograrlo y tampoco tiene el carácter de un
proceso progresivo como ellas.
La filosofía no es científica, estudia al hombre en cuanto hombre y esto es más hondo que
el conocimiento científico.
En la filosofía cualquier persona interviene, pero cualquier camino debe llegar al hombre.
Para filosofar se necesita ser original, como lo eran nuestras preguntas infantiles.
Los enfermos mentales pueden filosofar aunque por su enfermedad no alcancen a ser
objetivos y validos como el filosofar de una persona sana.
Las respuestas a las preguntas llevan a nuevas preguntas cuando sé está filosofando.
La filosofía se define a sí misma según su realización.
La filosofía es algo que siempre existirá mientras hallan hombres porque siempre está allí,
es algo natural en el hombre.
La filosofía no puede probarse, ni lucharse, pero si puede comunicarse.
LOS ORIGENES DE LA FILOSOFIA
La filosofía como pensar metódico comenzó hace 2500 años, pero como pensar mítico
mucho antes. Pero comienzo no es igual a origen, ya que el comienzo es histórico y el
origen es la fuente de la que mana en todo tiempo el impulso de filosofar. El origen es
múltiple: del sale la pregunta, asombro sale el examen crítico y de la duda conmoción del
hombre la cuestión del sí propio.
Representemos los tres motivos:
Platón decía que el origen era el de todo lo que podíamos ver asombro y así nos daba un
impulso por investigar. Aristóteles decía que era la admiración por lo extraño (aunque
admirarse es decir que no se sabe) y por esto se busca el saber no para satisfacer ninguna
necesidad común sino para la de sí mismo. El saber es como un despertar, pero solo tiene
lugar en la filosofía si se mira desinteresadamente los fenómenos, así se darán las
preguntas cuyas respuestas no servirán para nada útil sino que serán para satisfacción
propia.
Cuando ya conozco viene la duda,ya que ante un examen crítico no hay nada
cierto. Cada conocimiento ligado a nuestros sentidos puede ser un engaño. Los
humanos estamos en constantes contradicciones en nuestras opiniones o teorías
sobre algo, es así que decimos que entra la duda cuando sé está filosofando. Un
ejemplo de esto es la frase de Descartes: ―pienso luego existo‖, donde se pone en
tela de juicio hasta la existencia, pero no el pensar, esto es lo único que no tiene
cuestión alguna. Pero, ¿cómo a través de la duda llego a la certeza?
Después de todo este proceso es cuando me doy cuenta de que no he pensado en , (si el
origen de la filosofía es mí mismo en mi situación percatarme de la propia debilidad e
impotencia ¿cómo salir de ella?). Puede haber muchas respuestas, pero, ninguna cierta ya
que allí no solo existen situaciones a las que le puedo cambiar su apariencia momentánea;
también existen situaciones límites que si no le hacemos frente, en cuanto salgamos de
ellas volveremos a dejarnos llevar por el olvido y cuando volvamos a toparnos con ellas
solo experimentaremos el fracaso. Sabemos que el hombre busca su salvación, (aunque
esto no es filosofía), pero filosofía es un superar el mundo y esto es análogo a la salvación.
En resumen el hombre trata de salir de su estado de conmoción por los fenómenos hacia
una meta.
Pero quizás ninguno de estos orígenes es el más condicional para nosotros ya que si lo
vemos bien esto nos conduce hacia la metafísica pura. (La certeza pura es de dominio
científico).
Los tres motivos anteriores no dicen todo el origen de filosofar, ni porqué hay un impulso
de filosofar en la actualidad, lo que hace falta es un motivo, la entre hombres, ya que el
hombre sólo no vale nada, porque si comunicación la comunicación no nos afectara seria
porque estamos seguros de nosotros mismos de que nuestras respuestas son la única
verdad en nuestra absoluta soledad, pero esto es imposible ya que se necesita de una
comunicación de ―existencia‖ a ―existencia‖. Únicamente con comunicación se realizara
otra verdad. Así se demuestra que la filosofía hoy y siempre tiene su esencia en la
coparticipación que es insoluble de ser verdad.
En la Comunicación está fundado el último término en el sentido de los fines: El
interiorizarse del ser, la claridad del amor y la plenitud del reposo.
El origen de la filosofía se da por los siguientes motivos:
Asombro y/o admiración.
Duda.
Situaciones del hombre.
Comunicación.
- Hay que afrontar las situaciones límites para no caer en el fracaso.
- Solo hay filosofía una vez que se establece una comunicación ―existencia‖ a
―existencia‖.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE COMPLEMENTARIA
Visualiza el siguiente material audiovisual ― El paso del mito al logos‖ (de
Educatina) en la dirección abajo indicada:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=saHVHYcyZwU
Luego, elabora interrogantes que lleven a una reflexión filosófica.
MITOLOGÍA
Probablemente la mitología griega se desarrolló a partir de las primitivas religiones de los
habitantes de Creta , una isla en el mar Egeo donde surgió la primera civilización de la
zona alrededor del año 3000 a.C. Creían que todos los objetos naturales tenían espíritus y
que ciertos objetos, o fetiches, tenían poderes mágicos especiales. Con el tiempo, estas
creencias se desarrollaron a través de una serie de leyendas que abarcaban objetos
naturales, animales y dioses con forma humana. Algunas de ellas sobrevivieron como
parte de la mitología clásica griega.
Los antiguos griegos ofrecían algunas explicaciones del desarrollo de su mitología. En la
Historia sagrada, Euhemero, un mitógrafo que vivió hacia el año 300 a.C., registra la
difundida creencia de que los mitos eran distorsiones de la historia y que los dioses eran
héroes a los que se había glorificado con el tiempo.
En el siglo V a.C., el filósofo Pródico de Ceos enseñaba que los dioses eran
personificaciones de fenómenos naturales, tales como el sol, la luna, los vientos y el agua.
Herodoto, un historiador griego que también vivió en el siglo V a.C., creía que muchos
rituales griegos procedían de Egipto. Cuando la civilización griega se desarrolló,
especialmente durante el periodo helenístico, en torno al 323 a.C., la mitología ya había
evolucionado. Nuevas filosofías y la influencia de las civilizaciones vecinas produjeron una
gradual modificación en sus creencias. Sin embargo, las características esenciales de los
dioses griegos y sus leyendas permanecieron inmutables.
Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia
llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad
organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban
tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra. Los
doce dioses principales, habitualmente llamados Olímpicos, eran Zeus , Hera , Hefestos ,
Atenea , Apolo, Artemis , Ares , Afrodita , Hestia , Hermes , Deméter y Poseidón . Zeus era
el dios supremo, padre espiritual de los dioses y de los hombres. Su mujer, Hera, era la
reina de los cielos y la guardiana del matrimonio. Otros dioses asociados con los cielos
eran Hefestos, dios del fuego y de los herreros, Atenea, diosa de la sabiduría y de la
guerra, y Apolo, dios de la luz, la poesía y la música. Artemis, diosa de la fauna y de la luna,
Ares, dios de la guerra y Afrodita, diosa del amor, eran otros dioses del firmamento.
Quienes los reunían eran Hestia, diosa del hogar, y Hermes, mensajero de los dioses y
soberano de la ciencia y la invención.
Poseidón era el soberano del mar y, junto con su mujer Anfitrite, guiaba a un grupo de
dioses marinos menos importantes, tales como las nereidas y los tritones. Deméter, la
diosa de la agricultura, estaba vinculada a la tierra. Hades, un dios importante pero
generalmente no considerado un olímpico, regía el mundo subterráneo, donde vivía su
mujer, Perséfone. El submundo era un lugar oscuro y lúgubre situado en el centro de la
tierra. Lo poblaban las almas de las personas que habían muerto. Dionisio, dios del vino y
del placer, estaba entre los dioses más populares. Los griegos dedicaban muchos festivales
a este dios telúrico, y en algunas regiones llegó a ser tan importante como Zeus. A
menudo lo acompañaba una hueste de dioses fantásticos que incluía a sátiros, centauros y
ninfas. Los sátiros eran criaturas con piernas de cabra y la parte superior del cuerpo era
simiesca o humana.
Los centauros tenían la cabeza y el torso de hombre y el resto del cuerpo de caballo. Las
hermosas y encantadoras ninfas frecuentaban bosques y selvas.
La mitología griega acentuaba el contraste entre la debilidad de los seres humanos y los
grandes y aterradores poderes de la naturaleza. Por lo tanto, el pueblo griego reconocía
que sus vidas dependían completamente de la voluntad de los dioses. En general, las
relaciones entre los seres humanos y los dioses se consideraban amistosas. Pero los dioses
aplicaban severos castigos a los mortales que revelaban una conducta inaceptable, tal
como la soberbia complaciente, la ambición extrema y hasta la excesiva prosperidad. La
mitología griega estaba ligada a todos los aspectos de la vida humana. Cada ciudad estaba
consagrada a un dios particular o grupo de dioses, a quienes los ciudadanos solían
construir templos dedicados al culto. Regularmente honraban a los dioses en festivales,
supervisados por los altos funcionarios. En los festivales y otras reuniones oficiales, los
poetas recitaban o cantaban significativas leyendas e historias. Muchos griegos conocían a
los dioses a través de la palabra de los poetas. Los griegos también relacionaban su vida
doméstica con la de los dioses y en ella les rendían el culto debido. Diferentes partes de la
casa estaban dedicadas a determinados dioses, y los individuos les elevaban ruegos
regularmente.
Un altar de Zeus, por ejemplo, podía colocarse en el patio, mientras que a Hestia se la
honraba ritualmente en el hogar. Aunque en Grecia no había una organización religiosa
oficial, por lo común se veneraban ciertos lugares sagrados. Delfos, por ejemplo, era un
sitio sagrado dedicado a Apolo. El templo construido en Delfos incluía un oráculo o
adivino, a quien valerosos viajeros consultaban sobre su futuro. Un grupo de sacerdotes,
que representaban a cada uno de estos lugares sagrados y que podían ser además
funcionarios de la comunidad, interpretaban las palabras de los dioses, pero no poseían
ningún poder especial. Aparte de sus plegarias, los griegos solían ofrecer sacrificios de
animales domésticos a los dioses, por lo común cabras.
La mitología griega se conoce en la actualidad primordialmente por la literatura griega y
por representaciones míticas sobre medios plásticos fechados desde el periodo
geométrico (sobre 900-800 a-C) en adelante. Los relatos míticos juegan un papel
importante en casi todos los géneros de la literatura griega. A pesar de ello, el único
manual general mitográfico conservado de la antigüedad griega fue la Biblioteca
mitológica de Pseudo-Apolodoro, que intenta reconciliar las historias contradictorias de
los poetas y proporciona un gran resumen de la mitología tradicional griega y las leyendas
heroicas.
En las fuentes literarias más antiguas están los dos poemas épicos de Homero, La Ilíada y
La Odisea. Otros poetas completaron el «ciclo épico», pero estos poemas menores
posteriores se han perdido casi en su totalidad. La poesía de las épocas helenística y
romana, aunque compuestas como ejercicios literarios más que culturales, contienen sin
embargo muchos detalles importantes que de otra forma se habrían perdido.
Esta categoría incluye las obras de: Los poetas romanos Ovidio, Estacio, Valerio Flaco,
Séneca y Virgilio, con el comentario de Servio. Los poetas griegos de la antigüedad tardía
Nono, Antonino Liberal y Quinto de Esmirna. Los poetas griegos del periodo helenístico
Apolonio de Rodas, Calímaco, Pseudo-Eratóstenes y Partenio. Las novelas antiguas de
autores griegos y romanos como Apuleyo, Petronio, Lolliano y Heliodoro.
La historia mitológica del mundo puede dividirse en 3 o 4 grandes periodos: a-Los mitos
de origen o edad de los dioses (teogonías, ‗nacimientos de los dioses‘): mitos sobre los
orígenes del mundo, los dioses y la raza humana. b-La edad en la que hombres y dioses se
mezclaban libremente: historias de las primeras interacciones entre dioses, semidioses y
mortales. c-La edad de los héroes (edad heroica), donde la actividad divina era más
limitada. Las últimas y mayores leyendas heroicas son las de la Guerra de Troya y sus
consecuencias (consideradas por algunos investigadores como un cuarto periodo
separado).
Primeros filósofos griegos
Se denomina escuela de Mileto o Jónica a la fundada en el siglo VI .C. en la colonia griega
de Mileto, en la costa egea de Jonia (Asia Menor). Sus miembros fueron Tales de Mileto,
Anaximandro y Anaxímenes, en este mismo siglo la ciudad de Mileto alcanzo la cima de su
desarrollo económico, político e intelectual.
Fue una escuela filosófica fundada en el siglo VI a-C. Introdujo nuevos puntos de vista
contrarios a las opiniones prevalecientes de la época sobre cómo estaba organizado el
mundo; mientras que éstas daban a la voluntad de los dioses antropomórficos la
responsabilidad sobre los fenómenos naturales, los milesios presentaron una visión de la
naturaleza en términos de entidades metodológicamente observables, con lo que puede
considerarse a la suya la primera filosofía.
Tales de Mileto (639-547/6 a-C.) fue el iniciador de la indagación racional sobre el
universo. Se le considera el primer filósofo de la historia de la filosofía occidental, y fue el
fundador de la escuela jónica de filosofía, según el testimonio de Aristóteles. Fue el
primero y más famoso de los Siete Sabios de Grecia (el sabio astrónomo), y habría tenido,
según una tradición antigua no muy segura, como discípulo y protegido a Pitágoras. Fue
además uno de los más grandes astrónomos y matemáticos de su época. Tales nació en la
ciudad de Mileto, una antigua ciudad en la costa occidental de Asia Menor (en lo que
actualmente es la Provincia de Aydın en Turquía), cerca de la desembocadura del río
Menderes. La mayoría de los historiadores nos lo presentan como genuino milesio. Sin
embargo, según Diógenes Laercio, importante historiador griego, fue admitido en la
ciudad jonia de Mileto, a orillas del Mar Egeo, después de ser expulsado de Fenicia junto
con Nileo. Lo que es incuestionable es que residió en aquella ciudad, y que fue allí donde
desarrolló su filosofía.
Anaxímenes (585– 524 a-C.) fue un filósofo griego. Nació en Mileto, hijo de Eurístrato. Fue
discípulo y compañero de Anaximandro, coincidiendo con él en que el principio de todas
las cosas (y también el substrato que permanece invariable ante todos los cambios y el fin,
o "telos" al que todo vuelve) — arkhé/arjhé/arjé/arché— es infinito, nos habla de un
elemento concreto: el aire. Esta sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a
través de la rarefacción y la condensación. La rarefacción genera el fuego, mientras que la
condensación el viento, las nubes, el agua, la tierra y las piedras; a partir de estas
sustancias se crea el resto de las cosas.
Anaximandro: la respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arjé puede
considerarse un paso adelante respecto a Tales (del que Anaximandro probablemente fue
discípulo). El arjé es ahora lo ápeiron (lo indeterminado). Anaximandro de Mileto fue un
filósofo jonio. Nació en el año 610 a.C en la ciudad jonia de Mileto y murió
aproximadamente en el 546 a-C. Discípulo y continuador de Tales, compañero y maestro
de Anaxímenes; se le atribuye sólo un libro, que es sobre la naturaleza, pero su palabra
llega a la actualidad mediante comentarios de otros autores. Se le atribuye también un
mapa terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un gnomon,
trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la
Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del Universo. El principio (arjé) de todas las cosas es
lo indeterminado. Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se
produce también la destrucción, según la necesidad.