¿QUÉ ES LA VERDAD?
El objetivo del conocimiento es obtener resultados verdaderos. Ahora bien, es
problemático determinar si se puede estar seguro de que algo es verdadero, cuál es el
criterio que se utiliza para decir que algo es verdadero y qué es la verdad. En esta lección
conocerás diferentes respuestas que se han dado a estas preguntas en distintas etapas de
la historia del pensamiento:
El diccionario RAE nos dice:2
verdad
Del lat. verĭtas, -ātis.
1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
2. f. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
3. f. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación
alguna.
4. f. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
5. f. Cualidad de veraz.
6. f. Expresión clara, sin rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o
reprende. U. m. en pl. Cayetano le dijo dos verdades.
7. f. realidad (II existencia real de algo).
Conocimiento como creencia verdadera justificada.
Platón planteó, en el siglo IV a. C., una definición del conocimiento que ha trascendido
hasta nuestros días. A partir de esta definición, surge el problema de la verdad: si el
conocimiento corresponde a una «creencia verdadera justificada», ¿qué hace que una
creencia sea verdadera? Y ¿en qué consiste la justificación de esa creencia verdadera?
“Teeteto –Estoy pensando ahora, Sócrates, en algo que le oí decir a una persona y que se
me había olvidado. Afirmaba que la opinión verdadera acompañada de una explicación es
saber y que la opinión que carece de explicación queda fuera del saber. […]
Sócrates –De manera que cuando uno adquiere acerca de algo una opinión verdadera, el
alma alcanza la verdad sobre el punto de que se trate, pero no llega al conocimiento del
mismo. Efectivamente, quien no puede dar y recibir una explicación de algo carece de
saber respecto de ello. Sin embargo, si alcanza una explicación, todo esto le es posible
hasta lograr la plena posesión del saber”.
Platón. Teeteto, 201c-201d y 202b-202c (siglo IV a. C.)
La verdad como correspondencia.
Una de las primeras y más fundamentales definiciones de verdad es la de Aristóteles,
quien plantea la idea de correspondencia: la verdad se entiende como una relación
especial de «ajuste» entre lo que es (el objeto) y el decir (el sujeto y su representación del
objeto). Este es el concepto espontáneo de la verdad: la concordancia entre lo que se dice
de algo y lo que ese algo es.
“Pero tampoco entre los términos de la contradicción cabe que haya nada, sino que es
necesario o bien afirmar o bien negar, de un solo sujeto, uno cualquiera. Y esto es
evidente, en primer lugar, para quienes han definido qué es lo verdadero y lo falso. Decir,
en efecto, que el Ente no es o que el No-ente es, es falso, y decir que el Ente es y que el
No-ente no es, es verdadero; de suerte que también -:s, ni que el No-ente es o que no es”.
Aristóteles. Metafísica, IV, 7 (siglo IV a. C.)
Una aproximación a la verdad
Karl Popper (1902-1994), filósofo austríaco-británico representante del racionalismo
crítico, propuso que la ciencia es un proceso de aproximación progresiva a la verdad, y no
un saber verificado, puesto que los enunciados observacionales dependen de la teoría
desde la que se realiza la observación. Popper plantea el concepto de verosimilitud para
evaluar el grado en que una teoría científica se acerca a la verdad.
“Es muy importante hacer conjeturas que resulten teorías verdaderas, pero la verdad no
es la única propiedad importante de nuestras conjeturas teóricas, puesto que no estamos
especialmente interesados en proponer trivialidades o tautologías. «Todas las mesas son
mesas» es ciertamente verdad —más ciertamente verdadero que las teorías de la
gravitación universal de Einstein y Newton—, pero carece de interés intelectual: no es lo
que andamos buscando en la ciencia. [...] En otras palabras, no solo buscamos la verdad,
vamos tras la verdad interesante e iluminadora, tras teorías que ofrezcan solución a
problemas interesantes. Si es posible, vamos tras teorías profundas. [...] Aunque sea
verdad que dos por dos son cuatro, no constituye «una buena aproximación a la verdad»
en el sentido aquí empleado, porque suministra demasiada poca verdad como para
constituir, no ya el objeto de la ciencia, sino ni siquiera una parte suya importante. La
teoría de Newton es una «aproximación a la verdad» mucho mejor, aun cuando sea falsa
(como probablemente sea), por la tremenda cantidad de consecuencias verdaderas
interesantes e informativas que contiene: su contenido de verdad es muy grande”.
Popper, K. Conocimiento objetivo (1974)
El caso de Plutón
En 2006 la Unión Astronómica Internacional, formada por expertos astrofísicos, acordó,
tras un diálogo argumentativo, que Plutón no es un planeta. Con ello, estaban acordando
que este enunciado debía ser considerado verdadero hasta no tener pruebas para
desmentirlo.