- La II República Española (1931-1936).
CRONOLOGÍA
-1933: bienio social-azañista. Reformas militar, agraria, territorial y religiosa.
Cataluña y de la reforma agraria.
Religiosas. Caída de Azaña (sept.). Victoria del centro y la derecha católica (CEDA) en
elecciones generales (nov.). Creación de Falange Española.
-1935: bienio radical-cedista.
Ley de Contratos de Cultivo de Cataluña. Huelgas campesinas. Conflicto de los
ayuntamientos vascos. Revolución socialista de Octubre. Suspensión de la autonomía
catalana.
corrupción del Partido Radical.
s (febrero). Destitución de
Alcalá-Zamora. Azaña, presidente de la República. Graves alteraciones del orden público.
Asesinato de Calvo Sotelo. Levantamiento militar (Franco, Mola) contra la República (18 de
julio).
Las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931, que contaron con una alta participación,
dieron una clara victoria a las fuerzas republicanas, sobre todo en las ciudades demostrando
que era un plebiscito contra la monarquía. La II República española se proclamará el 14 de
abril de 1931 tras la salida de Alfonso XIII. Este nueva República supuso la instauración de un
régimen democrático que impulsará, en el primer bienio reformista, un amplio programa de
reformas para superar las tradicionales dificultades españolas siendo una oportunidad para
democratizar y modernizar el estado español.
La segunda etapa del periodo republicano estará determinado por la oposición de los sectores
más conservadores de la sociedad lo cual favoreció la paralización de las reformas en 1933
con el triunfo de la coalición de centro-derecha. En 1936 la victoria del Frente Popular de
izquierdas desencadenará el levantamiento militar de los enemigos de la República, que tras su
fracaso en tomar el poder, dio lugar a una traumática guerra civil.
La oposición a Alfonso XIII se había articulado en torno al Pacto de San Sebastián ya en
1930, Este acuerdo entre republicanos y socialistas junto con los nacionalistas catalanes y
gallegos suponía poner fin a la monarquía.
A la altura de 1931, el compromiso de la propia monarquía con la dictadura junto a la
incapacidad del propio sistema para reconstruir la política del país, en un entorno de falta de
libertades, y de desprestigio del propio Alfonso XIII, desembocaron en la caída del monarca y
en la proclamación de la II República el 14 de Abril de 1931.
La crisis económica mundial derivada del crack de 1929 y la consiguiente recesión
económica alcanzaron finalmente a España, en un contexto internacional caracterizado por el
auge y avances del fascismo y la consolidación de gobiernos autoritarios en Europa.
Al alto déficit del estado, como resultado de los gastos de las obras públicas de Primo de
Rivera, se unió al aumento del desempleo, del descontento social y las quiebras bancarias
ofreciendo un panorama con una alta inestabilidad social.
La desconfianza de los grandes empresarios terratenientes a la nueva república también
contribuyó a acentuar los graves problemas económicos que deberá afrontar el nuevo estado
ya desde sus inicios.
El abandono del trono por parte de Alfonso XIII favoreció la constitución de un gobierno
provisional presidido por el republicano conservador Niceto Alcalá-Zamora que en Junio de
1931 vio consolidado su cargo como Presidente de la República con el triunfo republicano-
socialista en las elecciones constituyentes y la llegada de Manuel Azaña como Presidente del
Consejo de Gobierno. 0.75 Evau.
Durante este primer BIENIO PROGRESISTA (1931-1933) se aprobó la Constitución de 9 de
diciembre 1931 de fuerte carácter republicano, creando una República democrática y no
confesional. Con un marcado talante progresista en donde destacaba un sistema unicameral
con amplia capacidad legislativa, de soberanía nacional “una república democrática de
trabajadores”, con una acentuada división de poderes y la elección del presidente cada 6
años.
Incluía una amplia declaración de libertades como la religiosa, de expresión, asociación o
reunión, matrimonio civil o el derecho al divorcio. Además se proclama la separación Iglesia-
Estado impulsando la laicidad del estado, así como el derecho de autonomía de las regiones
etc.
Igualmente otorgó el derecho de voto desde los 23 años y por vez primera en la historia de
España se concedía el voto a las mujeres. Introducía también la autonomía judicial y la
introducción del juicio por jurado.
El gobierno del Presidente del Consejo, el republicano Azaña, realizará las importantes y
ansiadas reformas que le granjearan una gran cantidad de poderosos enemigos. La reforma
religiosa que permitía el divorcio o el matrimonio civil, junto a la secularización de la vida social
(libertad de cultos, supresión del presupuesto de culto y clero y secularización cementerios) le
granjearon la oposición de la Iglesia y de las altas jerarquías eclesiásticas.
La reforma militar, en donde se promovía el retiro voluntario y el juramento de fidelidad a la
República (Ley de retiro de la Oficialidad), la supresión de las capitanías y de la Academia
General Militar de Zaragoza a la vez que se intenta modernizar el ejército español. Se
promovía la reducción del número de oficiales y el control del estamento militar al poder civil.
Medidas que encontraron fuertes resistencias entre los mandos militares y aumentaron su
descontento.
La reforma agraria que impulsaba la mejora de la situación del campesinado y la redistribución
de la propiedad, los seguros sociales o la rebaja de la jornada en el campo provocaron el
enfrentamiento con los terratenientes y los patronos. No obstante la verdadera pieza esencial
fue la Ley de Reforma Agraria (1932) que permitía la modernización del campo. Para ello
reconocía la expropiación de tierras deficientemente cultivadas así como la expropiación de las
grandes propiedades a parte de la nobleza.
Toda esta actividad se centralizaba en el IRA (Instituto de Reforma Agraria) para realizar las
indemnizaciones y facilitar los asentamientos campesinos. Como resultado los grandes
propietarios se opusieron frontalmente apoyando a los enemigos del nuevo gobierno
republicano. Por su parte los campesinos, decepcionados por la lentitud de los cambios,
adoptaron posturas de enfrentamiento contras las fuerzas del orden público.
Son importantes también las reformas sociales impulsadas por el Ministro de Trabajo, el
socialista Largo Caballero, como la de Jurados mixtos para negociaciones entre jornaleros o la
regulación de la negociación colectiva y patronos). Junto a la semana laboral de 40 horas y el
aumento de los salarios que promovieron el descontento entre los empresarios.
Además de la reforma de la educación mediante nuevas escuelas y gratuitas, unido al
incremento del número de maestros y de sus salarios (sobre todo en educación primaria) o las
misiones pedagógicas para extender la cultura entre toda la población. Mediante un modelo de
educación laica, mixta, obligatoria y gratuita para todos los españoles.
Finalmente se abordó la reforma del Estado, con el deseo de ofrecer autonomía a las regiones
y que tuvieran una organización propia, con la integración del nacionalismo mediante los
estatutos de autonomía de Cataluña (1932) y País Vasco (1936).
Esta nueva situación provocó el fallido intento golpista del General Sanjurjo en agosto de 1932
y la reorganización de las fuerzas conservadoras. 1p Evau.
El nuevo gobierno republicano se apoyaba en los sectores promovidos por las clases medias
y profesiones liberales. Entre los cuales se encontraba Acción Republicana de Azaña, el
Partido Progresista de Alcalá-Zamora, el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux y
el Partido Liberal Demócrata de Melquiades Álvarez.
Con el apoyo de partidos obreros como el PSOE de Indalecio Prieto y Julián Besteiro, además
la colaboración de la UGT de Largo Caballero. A los que se unían los sectores nacionalistas de
Galicia (ORGA de Casares Quiroga) y la ERC de Fransesc Maciá y Lluis Companys.
Por el contrario más hacia la izquierda se encontraban la CNT (con figuras como Buenaventura
Durruti) entre la que se incluía la facción insurreccional de la FAI y el Partido Comunista (de
José Díaz y Dolores Ibárruri). Finalmente las fuerzas de izquierda se completaban con el
POUM, importante en Cataluña, de Andreu Nin, de inspiración trotskista.
En cuanto a los grupos opositores a la II República se encontraban la derecha de Gil Robles
(Confederación Española de Derechas Autónomas, CEDA) junto a los monárquicos y de alta
burguesía de Renovación Española (Calvo Sotelo) que llegaron a acuerdos con la Comunión
Tradicionalista carlista.
A las fuerzas de derecha se une el Partido Agrario que agrupaba a los propietarios de tierras.
Los grupos como las JONS (juntas de ofensiva nacional sindicalista) de Ledesma o la Falange
de José Antonio Primo de Rivera, desde 1933, constituyeron los grupos ya de carácter fascista
opuestos al nuevo estado.
La oposición de la jerarquía militar y la eclesiástica así como de las fuerzas de los grandes
empresarios y terratenientes de España opusieron una enorme resistencia a cualquier cambio
que impulsara el gobierno republicano.
En un entorno de crisis económica, de paro y de continuas huelgas y conflictividad social así
como la violencia política (represión de los movimientos campesinos anarquistas en 1933 con
los sucesos de Casas Viejas en Cádiz) desgastaron al gobierno progresista y provocaron la
convocatoria de elecciones.
Como resultado en las elecciones de noviembre de 1933 el triunfo de la coalición de las fuerzas
de la derecha (CEDA) y del Partido Republicano Radical, ya organizados como oposición al
nuevo estado republicano, inauguró el denominado BIENIO CONSERVADOR o
RECTIFICADOR (1934-1936) presidido por el radical y populista Lerroux del PRR. Niceto
Alcalá Zamora se mantendrá omnipresente en el tiempo como presidente de la República
siendo representante del Partido Republicano Progresista.
Se inicia una marcha atrás en todas las grandes reformas del período anterior parando la
construcción de escuelas y el desarrollo de la reforma agraria en el campo. Además se
produjeron enfrentamientos con los nacionalismos, en especial con el gobierno catalán de
Companys y ERC.
También se excarcela a militares como Sanjurjo, sublevado en el fracasado golpe de estado
de agosto de 1932 y se nombra en puestos clave a generales antirrepublicanos como Mola,
Goded o Franco.
El aumento de las huelgas y las manifestaciones y la radicalización de las fuerzas de izquierda
junto con la descomposición partido de Lerroux (y la entrada de la CEDA en el gobierno)
favorecieron la Revuelta revolucionaria de octubre de 1934 en Madrid, País Vasco y sobre
todo en Asturias.
Los acontecimientos de Asturias (5 al 19 octubre de 1934), en un contexto de llamada a la
huelga general, fueron los más graves, en los que la insurrección revolucionaria minera
provocó la brutal represión de las fuerzas militares con el general Franco al frente. Se calcula el
número de muertos en torno a 2000 y entre 15000 y 30000 detenidos.
Justo el 6 de octubre se produce un movimiento revolucionario en Cataluña en el que Lluis
Companys proclama el estado catalán en el marco de la república federal española siendo
encarcelados los principales dirigentes opositores.
A partir de este momento se produce una gran polarización política en todo el territorio
nacional.1 p Evau.
Las elecciones, ante la deslegitimación del partido de Lerroux por los casos de corrupción y de
malversación de fondos públicos a partir de otoño de 1935, se convocaron en febrero 1936.
En un entorno de fuerte polarización social tendrá lugar la victoria del Frente Popular, en el
que participan agrupados los partidos y sindicatos más significativos de la izquierda frente a
una derecha crecientemente fascistizada, iniciando la última etapa política de la II República.
El programa incluía la amnistía para los condenados por los sucesos de 1934 y la recuperación
de las líneas de actuación del bienio reformista (reforma agraria, estatuto catalán, gallego y
vasco, impulso de las reformas en educación…).
El nuevo presidente de la República será Manuel Azaña. Junto con el presidente del gobierno
Casares Quiroga, liberó a los presos políticos y reactivó las reformas ya impulsadas, mientras
aumentaban las conspiraciones antirrepublicanas y el aumento de la tensión política. que
generarán violencia callejera (asesinato del monárquico Calvo Sotelo como represalia por el
asesinato del teniente republicano Castillo). Por otro lado se encontraban los enfrentamientos
entre las fuerzas de derecha (centradas en derribar al gobierno de izquierdas) y de izquierda
con postulados revolucionarios radicales.
En este contexto de movilización social tuvo lugar el golpe de estado militar del 18 de Julio de
1936, y su posterior fracaso, desencadenaron la posterior Guerra Civil.
La II República española supuso un intento de superar los grandes desafíos del pasado para
conseguir construir una España constitucional, democrática, moderna y avanzada que tanto
ansiaban las clases populares pero que contó con la frontal oposición de los sectores más
poderosos del país que dificultaron cualquier cambio político o social que amenazara sus
intereses económicos. Coincidió con un contexto económico desfavorable por la crisis de 1929
y con el auge del fascismo italiano y alemán junto a movimientos autoritarios en toda Europa
que dificultaron aún más cualquier cambio. 0.75 Evau.