CARTA DE DESPEDIDA A MIS ALUMNOS
Apreciado alumno:
Sé que tienes 14 ó 15 años y que quizá esta carta sea algo difícil de
entender. Pero puedes guardarla, conservarla y releerla en el futuro.
Espero que te sirva de ayuda. Sé que no entiendes por qué todo
termina; pero esto también es parte del aprendizaje. Nuestros caminos
se separan ahora, aunque nunca se sabe cuándo se reencontrarán.
En primer lugar, me gustaría pedirte perdón. Si alguna vez no he
estado ahí cuando me necesitabas. O si nos hemos enfadado. Te
aseguro que siempre pensé en hacer lo mejor para ti. Igual que hacen
tus padres. ¡Escúchales!, después, piensa por ti mismo; si no, otros lo
harán.
También, querría darte algunos consejos que a mí me han venido
muy bien. Ya conoces los deberes para el verano: leer nuestro libro
favorito en nuestro lugar preferido, disfrutar con nuestra mascota,
escuchar música que no conocías, pasar tiempo con nuestra familia,
explorar la naturaleza, apreciar una obra de arte o practicar el deporte
que más nos gusta. El tiempo vuela, los adultos siempre queremos
volver a nuestra juventud; así que aprovéchala.
Con el tiempo aprenderás que lo mejor de la vida está en las
pequeñas cosas. La vida no es tan complicada. Haz lo que te haga
sentir bien, siempre que no perjudique a otras personas, animales o
naturaleza.
Espero que respetes al que es diferente a ti, que te pongas siempre
en su lugar, que seas una persona que escucha, que defiende su
verdad y respeta la de los demás. Siento decirte que te vas a enfadar
muchas veces. Espero que aprendas que hablando solucionarás todo.
Espero que cuides el medio ambiente. ¡Eres el futuro!. La Tierra está
en tus manos. Debes entender que tú puedes cambiar esto, ¿quién si
no? Tú puedes hacer que el mundo sea más justo.
Te aseguro que nunca es demasiado tarde para ser quien
quieras ser. Espero que seas tú quien fije tus propias metas,
espero que explores lugares que te sorprendan, espero que
conozcas a personas con otro punto de vista, que te sientas orgulloso
de tu vida y si no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar
de nuevo. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa;
espero que tú saques la positiva.
Comprenderás que en la vida hay tres tipos de personas: los que
nunca se mueven, los que piensan que deberían moverse y los que se
mueven. Espero que tú pertenezcas al último grupo. Haz que las
cosas pasen, que tu curiosidad no desaparezca, inventa, crea,
apasiónate.
He intentado enseñarte todo lo que sé. Ojalá hubiera podido
acompañarte unos años más. Me has hecho sentir genial. Has
formado parte de mi vida y por eso siempre tendrás un lugar
reservado en mi corazón, espero que guardes en el tuyo uno para
tu profesor.
Y ahora, ¡vuela!, ¡vuela alto!
Tu humilde maestro
(Adaptación del texto de Daniel Poyatos Soguero)