En esta sentencia, el Tribunal Constitucional del Perú resuelve un recurso de agravio
constitucional presentado por el Instituto de Defensa Legal del Ambiente y el Desarrollo
Sostenible Perú (Idlads Perú) contra una resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Callao que declaró infundada una demanda de amparo.
El recurrente solicita que se declare la inaplicación de una resolución del Organismo Supervisor
de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) que aprobó el Reglamento del Registro de
Hidrocarburos. Se argumenta que esta normativa ha flexibilizado los requisitos para la
expedición de autorizaciones de funcionamiento de grifos y estaciones de servicio de
combustible, lo cual representa una amenaza para el derecho a un medio ambiente equilibrado
y seguro.
El recurrente denuncia que la normativa no establece supervisión previa para verificar si los
establecimientos cumplen con las condiciones técnicas y de seguridad necesarias, lo cual pone
en riesgo los derechos de los usuarios, vecinos y transeúntes. Se argumenta que se estaría
privilegiando los controles posteriores sin considerar el peligro de accidentes como explosiones
o incendios de combustible líquido y GLP.
Se alega que esta flexibilización de los procedimientos se basa en declaraciones juradas de
cumplimiento de normas, lo cual vulnera los principios de prevención y precaución
establecidos en la Ley General del Ambiente. También se sostiene que el Estado ha renunciado
a su poder de policía al priorizar el crecimiento y acceso al mercado de inversiones sin respetar
el derecho a un medio ambiente sano y seguro.
En la sentencia, el Tribunal Constitucional evaluará los argumentos presentados y determinará
si se vulneran derechos constitucionales y si corresponde declarar la inaplicación de la
normativa cuestionada.
El Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) se apersona al
proceso y contesta la demanda, alegando que la amenaza que se denuncia no es cierta ni
inminente. Afirma que la norma cuestionada busca optimizar los procedimientos del sector
hidrocarburos y que en ningún momento se ha eliminado el requisito de obtener el Informe
Técnico Favorable para la instalación de establecimientos de venta de combustibles. Asegura
que la norma no es ilegal ni inconstitucional.
Además, argumenta que el Registro de Hidrocarburos fue transferido a Osinergmin, que tiene
la función de simplificar dicho registro. Señala que se han implementado mejoras en los
procedimientos vinculados al registro, respetando el principio de controles posteriores.
Por otro lado, el procurador público de la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú
también se apersona al proceso y contesta la demanda. Alega que se ha generado un marco
jurídico que permite a Osinergmin optimizar los procedimientos administrativos vinculados al
Registro de Hidrocarburos y el Informe Técnico Favorable. Afirma que se respeta el principio de
privilegio de controles posteriores y la presunción de veracidad en las declaraciones de los
administrados.
La sentencia de primer grado declara infundadas las excepciones de prescripción y de
incompetencia por razón de la materia. Además, se declara infundada la demanda,
argumentando que no existe amenaza cierta e inminente de violación de los derechos
alegados, ya que se han implementado controles posteriores y se han simplificado los trámites
para obtener autorizaciones.
La resolución de segundo grado confirma la sentencia apelada por los mismos fundamentos.
La sentencia se refiere al marco jurídico que permite a Osinergmin optimizar los
procedimientos administrativos relacionados con la inscripción y modificación del Registro de
Hidrocarburos y el Informe Técnico Favorable. Se señala que estos procedimientos deben
regirse por los principios de simplicidad, eficacia y presunción de veracidad, para respetar el
principio de privilegio de controles posteriores sobre la autenticidad de las declaraciones y la
información proporcionada por los administrados.
La sentencia de primer grado declara infundadas las excepciones de prescripción e
incompetencia por razón de la materia. También declara infundada la demanda, argumentando
que no hay una amenaza cierta e inminente de violación de los derechos alegados, ya que el
reglamento cuestionado no excluye los mecanismos de prevención y fiscalización por parte de
Osinergmin.
La resolución de segundo grado confirma la resolución apelada por los mismos fundamentos.
La sentencia menciona que no se puede presentar una demanda de amparo contra normas
legales, de acuerdo con el artículo 200, inciso 2, de la Constitución. Sin embargo, el Tribunal
Constitucional ha establecido que esta limitación no impide cuestionar normas legales en casos
en que puedan afectar derechos fundamentales. En este caso, el reglamento cuestionado es
una norma infralegal, no una norma legal, por lo que se puede cuestionar su
constitucionalidad.
El Tribunal Constituciones considera que la norma cuestionada es autoaplicativa, lo que
significa que su eficacia no está sujeta a un procedimiento o acto posterior. Se determina que
esta norma afecta los derechos fundamentales invocados en la demanda y concluye que su
incompatibilidad con el contenido constitucionalmente protegido de estos derechos.
En esta sentencia se aborda el tema de los derechos medioambientales y la importancia de los
principios de prevención y precautorio en relación a la salud y vida de las personas. Se destaca
que la Constitución Política reconoce el derecho a gozar de un medio ambiente equilibrado y
adecuado, y establece la obligación del Estado de promover el uso sostenible de los recursos
naturales. La Ley General del Ambiente incorpora como principios básicos el principio de
prevención y el principio precautorio. El principio precautorio establece que, cuando haya
peligro de daño grave o irreversible al medio ambiente, no se debe postergar la adopción de
medidas eficaces y eficientes para impedir la degradación del mismo. El principio de
prevención, por su parte, tiene como objetivo prevenir, vigilar y evitar la degradación
ambiental, adoptando medidas de mitigación, recuperación, restauración o eventual
compensación cuando no sea posible eliminar las causas que generan la degradación. Se
resalta el rol de los organismos reguladores en garantizar el efectivo ejercicio de este derecho,
supervisando, regulando y fiscalizando las empresas que ofrecen servicios al público, así como
aplicando sanciones en caso de incumplimiento. El papel de los organismos reguladores es
promover nuevas inversiones, garantizar la calidad del servicio, cuidar el medio ambiente y
promover un mercado eficiente.
a configuración del diseño institucional debe considerar las funciones de los organismos
reguladores que promueven el mercado y las libertades económicas, pero en concordancia con
otros derechos y principios establecidos en la Constitución, como la vida, la salud y el medio
ambiente saludable. Esto es especialmente importante cuando los organismos reguladores
fijan normas técnicas para los agentes económicos. También se destaca la obligación del Estado
de proteger el medio ambiente, los derechos humanos y la seguridad pública. Se menciona que
la promoción de nuevas inversiones y la optimización de los procedimientos administrativos
deben realizarse sin poner en riesgo los bienes protegidos constitucionalmente o los derechos
fundamentales de las personas. Se señala que las actividades relacionadas con hidrocarburos,
gases, energía, etc. son altamente peligrosas y nocivas, por lo que deben ser ponderadas
cuidadosamente en términos de los riesgos potenciales para los derechos y bienes afectados.
También se analiza el caso concreto de la Resolución del Consejo Directivo del Osinergmin y se
evalúa si su aplicación amenaza los derechos a la vida, salud y medio ambiente, así como los
principios constitucionales. También se mencionan las facultades y funciones del Osinergmin
en relación con la comercialización de combustibles y la protección del medio ambiente.
La sentencia menciona que la normativa relacionada con el Registro de Hidrocarburos en Perú
fue derogada y reemplazada por nuevas regulaciones emitidas por el organismo Osinergmin.
Estas nuevas regulaciones se basan en principios de simplicidad, presunción de veracidad,
eficiencia, efectividad, celeridad y privilegio de controles posteriores. El objetivo de estas
regulaciones es simplificar los procedimientos relacionados con el Registro de Hidrocarburos y
garantizar la obtención de Informes Técnicos Favorables. Sin embargo, la sentencia menciona
que existen riesgos inherentes asociados a esta simplificación, como se evidenció en un
accidente relacionado con la fuga de gas y deflagración de un camión cisterna de GLP en enero
de 2020. Osinergmin realizó evaluaciones posteriores al accidente, pero no había supervisado
ni fiscalizado previamente el cumplimiento de la normativa técnica para la inscripción en el
Registro de Hidrocarburos. Por lo tanto, la sentencia concluye que existe un riesgo cierto e
inminente de vulneración de derechos debido a la aplicación de la resolución cuestionada.
En febrero de 2020, se publicó el Decreto Supremo 023-2020-PCM que declaró en
reorganización a Osinergmin como consecuencia de los actos dañinos ocurridos con la
deflagración de GLP. El objetivo de esta reorganización era evaluar la situación administrativa,
organizacional y de gestión de Osinergmin, así como proponer y ejecutar acciones de reforma
administrativa y de gestión. Esta reorganización tendría una duración de 90 días calendario. El
Decreto señala que el incendio evidenció debilidades en los procesos relacionados con las
autorizaciones y supervisión de empresas que transportan, comercializan y distribuyen GLP y
otros productos derivados de hidrocarburos.
En respuesta a lo ocurrido, Osinergmin implementó un programa especial llamado "Caso VES"
con 21 medidas para mejorar la seguridad y prevenir futuros incidentes relacionados con el
sector de hidrocarburos.
Aunque se han establecido algunas medidas adicionales para mejorar la seguridad en las
actividades relacionadas con hidrocarburos, aún existe la posibilidad de daños debido a otras
actividades, bienes e instalaciones vinculadas a este sector. El Colegiado reconoce que, aunque
se haya ordenado la supervisión del 100% de los camiones tanque y cisternas inscritos en el
Registro de Hidrocarburos, aún existen riesgos potenciales en otras áreas del sector.
Juan Carlos Liu Yonsen, ministro de Energía y Minas en aquel entonces, reconoció que existían
procesos de autorización automáticos que no consideraban los Informes Técnicos Favorables, y
que era necesario fortalecer la fiscalización. También se identificó que la normatividad
existente era inadecuada y que las inspecciones debían ser realizadas de manera presencial y
no sólo a través de fotos o documentos escritos.
Además, se menciona un informe de Osinerming que revela que entre los años 2009 y 2011 se
aprobaron 506 Informes Técnicos Favorables de Locales de Venta de GLP sin fiscalización
previa. En estos casos, se iniciaron procedimientos administrativos sancionadores y se
registraron emergencias y heridas graves en algunos locales.
En conclusión, se evidencia que el procedimiento de simplificación y la falta de supervisiones
previas han causado daños y representan un riesgo potencial para la vida, salud y propiedad de
las personas. Además, se destaca la amenaza de violación al derecho de gozar de un medio
ambiente saludable debido a las actividades de hidrocarburos, que pueden generar daños
ambientales y afectar la salud y vida de las personas.
El Tribunal Constitucional ha declarado fundada una demanda de amparo presentada por el
Instituto de Defensa Legal del Ambiente y el Desarrollo Sostenible Perú (IDLADS Perú). En la
sentencia, se menciona un suceso trágico ocurrido en enero de 2020 en el distrito de Villa El
Salvador, que habría causado daño medioambiental. Debido a esto, se declaró el estado de
emergencia en el sector afectado. Por otro lado, se ha expedido un nuevo decreto que modifica
el Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) del Organismo Supervisor de la
Inversión en Energía y Minería, el cual regula los procedimientos administrativos de inscripción
y modificación en el Registro de Hidrocarburos. Sin embargo, el tribunal considera que este
nuevo decreto no ha eliminado por completo los riesgos para el medio ambiente y la salud, por
lo que se ordena la elaboración de una nueva resolución que regule de manera ordenada y
sistemática las supervisiones previas. Además, se exhorta a Osinergmin a cumplir eficaz e
idoneamente su función de fiscalización tanto en la etapa previa como en la etapa de
operaciones de las actividades relacionadas con los hidrocarburos. Por último, se ordena a
Osinergmin asumir el pago de los costos procesales.