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VERDE URBANO Y CALIDAD AMBIENTAL

Conference Paper · January 2008

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2 authors:

Rocío Pérez-Campaña Ruben Talavera-Garcia


Complutense University of Madrid Complutense University of Madrid
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COMUNICACIÓN TÉCNICA

“Verde Urbano” y calidad ambiental: claves


para una intervención más sostenible en el
espacio urbano

Autor: Rocío Pérez Campaña

Institución: Área urbanismo y ordenación del Territorio. Universidad de Granada


E-mail: [email protected]

Otros autores: Rubén Talavera García (Área Urbanismo y Ordenación del Territorio,
Universidad de Granada)
RESUMEN:

Con frecuencia, los espacios libres de las ciudades son diseñados más como vacíos
edificatorios (necesarios, aunque también impuestos por las propias normativas de
planeamiento) que como redes dentro del tejido urbano y fuera de él, es decir, como
auténticos sistemas concebidos como un todo comunicado y continuo (Salvador Palomo,
2003). Esta carencia es todavía más problemática para el caso concreto de los espacios
verdes, que deberían además concebirse desde el convencimiento de que los procesos
naturales y humanos en la ciudad están inseparablemente unidos (Hough, 1995). La falta
de criterios concretos de calidad ambiental asociados a la planificación de espacios
verdes, dificulta la expresión funcional de los múltiples beneficios de la naturaleza en la
ciudad (Low et al, 2005). En numerosas ocasiones, se trata de externalidades no siempre
consideradas, pero que pueden contribuir efectivamente a la sostenibilidad (Chiesura,
2004) y a la calidad de vida en las ciudades (Gómez-Lopera, 2005). En esta línea el
presente trabajo propone una clasificación de los espacios verdes de las ciudades, que
refleje de forma más efectiva su funcionalidad en atención al diseño de los mismos,
fundamentalmente en relación a la presencia y estado de la vegetación. Para ello,
mediante el empleo de un SIG, se analizarán diferentes tipologías de espacio público,
permitiendo identificar los diseños más adecuados que contribuyen a potenciar las
funciones de los espacios verdes atendiendo a: -accesibilidad a los mismos -tipología,
estado y disposición de la vegetación -conectividad; el diseño en red de los espacios
verdes en la ciudad (relaciones con elementos internos de la ciudad) -capacidad de
integración en un posible entorno agrícola o natural (relaciones en el borde de la ciudad)
Los resultados obtenidos permitirán extraer criterios para la toma de decisiones, desde el
interés por hacer de las ciudades espacios más habitables y dar un paso más en el
camino hacia la sostenibilidad.
INTRODUCCIÓN Y METODOLOGÍA
El “verde urbano”, la vegetación en las ciudades, tiene múltiples beneficios que han sido
objeto de reivindicación y estudio a lo largo de la evolución del urbanismo actual, y que se
han ido enriqueciendo y concretando por la aportación de investigaciones desde campos
de estudio más próximos a la ecología y las ciencias ambientales. La presencia de
vegetación en las ciudades se ha asociado así a la calidad ambiental, convirtiéndose en
un factor de la calidad de vida (Gómez Lopera, 2005).

En la tradición urbanística, la consideración del verde urbano tuvo importantes referentes


como la ciudad jardín y los parques urbanos. En los últimos años, el renovado interés por
los beneficios ambientales de los espacios verdes, a través de estudios que intentan
demostrarlos, cuantificarlos e incorporarlos a la planificación, coexiste no obstante con la
marginalidad con la que son tratados en la práctica. Actualmente, podemos observar en
nuestras ciudades la proliferación de parques y jardines no planificados desde su propia
lógica, sino como secuelas (impuestas) de otro tipo de intervenciones urbanas. Ello
impone, de base, unas limitaciones que aunque podrían ser imaginativamente resueltas,
con frecuencia terminan en diseños circunspectos y clónicos. Constituye este hecho,
además, la primera puerta a la marginalización del espacio verde y su abandono.

Así pues, aunque a lo largo de la historia los espacios ajardinados en las ciudades han
ido sufriendo modificaciones formales, (reflejo del concepto cultural en cada momento
asociado a los mismos) el eclecticismo actual en el diseño no siempre responde a
coherentes premisas funcionales y estéticas, sino que con frecuencia se tiende a la
importación de soluciones no acordes a la demanda urbana.

En este sentido, aunque existen numerosas clasificaciones de los espacios verdes dentro
de un contexto más global de espacios públicos urbanos, en el presente artículo se
pretende la identificación de unas tipologías que atiendan a la presencia efectiva de
vegetación, evaluando además su conectividad en la trama viaria y la accesibilidad de la
población desde diferentes puntos de una ciudad a los espacios verdes. Este primer
ensayo metodológico se ha realizado sobre el núcleo de Linares1 como laboratorio de
estudio de la metodología propuesta.

Se trata pues, en definitiva de, partiendo del reconocimiento de la multiplicidad de


funciones de los espacios verdes en la ciudad, profundizar en las tipologías de diseño,
conectividad y accesibilidad más apropiadas para su potenciación.

Para ello, la metodología planteada partirá del reconocimiento de los espacios verdes de
Linares y el arbolado existente en los mismos y en la trama urbana. Una vez localizados,
se planteará el análisis de su “conectividad visual”, como método para evaluar la
presencia “perceptual” de vegetación en toda la ciudad, para finalmente determinar la
accesibilidad existente a los principales espacios vegetados de la misma.

1
En el contexto de los trabajos realizados para la elaboración del Diagnóstico para el Plan de Movilidad de dicha localidad,
se habían hecho algunos análisis sobre el verde urbano de la misma, que han servido como base para una investigación
posterior más extensa y que ha dado lugar a la metodología aquí ensayada.
1. LAS FUNCIONES DEL VERDE URBANO

La ciudad jardín y el parque urbano, constituyen los dos modelos básicos desarrollados a
finales del s. XVIII y durante el s. XIX en cuanto a la relación de la ciudad con el espacio
libre (parques, jardines, contacto con el entorno rural/agrícola…) En definitiva, pretendían
mejorar las condiciones de vida de la población, mediante la construcción de un entorno
apropiado (Roig, 1997). Aunque será sobre todo a partir del siglo XX cuando empiezan a
considerarse los beneficios de las áreas naturales en la ciudad, ya Cerdà proponía su
famoso par urbanizar-rurizar (Soria y Puig, 1996) que suponía la superación de la
dicotomía campo-ciudad hacia la búsqueda de un equilibrio. Nace, en relación a esta
misma filosofía, el Park Mouvement en Estados Unidos, proponiendo los sistemas de
parques para las vertiginosamente emergentes áreas metropolitanas del novecientos
(Gómez Ordóñez, 2004). También, como señalábamos al inicio de este apartado, la
ciudad jardín de Howard, constituye un proyecto de reunión (Roch Peña, 1998) de los
mundos rural (agrícola) y urbano.

No obstante, ya antes, encontramos en la historia del paisajismo ejemplos de parques y


jardines diseñados a conciencia para potenciar determinadas funciones: cultivo de
ornamentales con frutos comestibles, sombreados… desde los propios orígenes de los
jardines egipcios y mesopotámicos.

Aunque de forma más o menos explícita se han señalado ya algunas de las funciones del
verde urbano, hemos recogido a modo de síntesis en la siguiente tabla una recopilación
de las mismas:

Tabla 1. Funciones del verde urbano.

FUNCIONES COMENTARIOS
Funciones de encuentro social/personal Es una de las funciones principales del
espacio verde como espacio público.
Regulación de la temperatura Existen estudios que demuestran el
efecto regulador de la vegetación
(Gómez Lopera, 2005), disminuyendo
los efectos de la “isla de calor”
provocada sobre todo por las
emisiones de los vehículos a motor.
Regulación de la humedad Las masas vegetales aumentan la
humedad ambiental. Relación con el
punto anterior.
Producción de O2 Contribuye a la renovación de aire en
capas bajas, contrarrestando la
producción de dióxido de carbono
emitido por los vehículos.
Absorción de CO2 “
Filtro de radiaciones Reflejan y absorben radiaciones que
pueden ser nocivas para la salud
humana.
Absorción de polvo y contaminantes El metabolismo de las plantas permite
la degradación de sustancias
contaminantes atmosféricas, que son
absorbidas por la superficie foliar.
Amortiguación del ruido Aunque se necesitan grandes
densidades de vegetación para que
este efecto sea notable, en
determinados casos podrían
acompañar a pantallas acústicas y/o
materiales absorbentes.
Protección del viento La vegetación, en el marco de un buen
diseño y gestión, puede disminuir el
riesgo derivado de vientos fuertes en
zonas puntuales de la ciudad, que
podrían entrañar riesgos para los
viandantes y para el tráfico
motorizado.
Protección solar Sombreado de zonas: proximidades de
cebreados, recorridos peatonales o
motorizados, entradas a edificios
públicos…
Reservorio de biodiversidad Pueden contrarrestar la pérdida de
biodiversidad constituyendo refugio y
alimento sobre todo para especies de
aves.

Estructuración del espacio urbano La utilización de elementos blandos


vegetales (vallados, setos...) puede
ayudar en la señalización, delimitación
de espacios, de carriles… sin
necesidad de recurrir a elementos
constructivos, cuando no son
realmente necesarios.
Elementos de conexión intraurbana Constituyen elementos de referencia
en los recorridos urbanos,
acompañando a los diferentes flujos de
movilidad.
Fte- Sobre las funciones, Hough (1995); Ballester-Olmos & Morata Carrasco (2001);
Low, Gleeson, Green & Radović (2005); Gómez Lopera (2005); Ros Orta (2007).
Relación con la movilidad, elaboración propia

Estas funciones tendrán además un reflejo en las motivaciones de la población para


acudir a los espacios verdes. En la siguiente figura se recogen las motivaciones
principales para el desplazamiento a parques y jardines:
Figura 1. Motivaciones principales para el desplazamiento a parques y jardines.

Fte- The role of urban parks for the sustainable city. Chiesura (2004)

En definitiva, el sistema de espacios verdes en ciudad y su planificación interaccionan


con el sistema de microclima urbano y con aspectos psicológicos ambientales, de gran
importancia para el habitante (Gómez Lopera, 2005). Parece obvio, que un diseño urbano
agradable, potenciado por la presencia de vegetación (con una planificación también
adecuada), podría aumentar las “intenciones peatonales” de su población y conllevar, por
ejemplo, un menor uso del vehículo privado, mejorando al mismo tiempo la calidad del
aire y en general, la calidad ambiental en el entorno urbano.

La consideración de todas estas funciones, debiera ser argumento suficiente para


constituir el verde urbano en objetivo de planificación en sí y no siempre residual, sobre
los vacíos urbanos sobrantes de otros procesos. Esto ocurre con frecuencia, tal y como
podemos observar en nuestros pueblos y ciudades, donde proliferan los parques sobre
los aparcamientos soterrados, añadidos de forma colateral y mal llamados e incluidos
erróneamente en las estadísticas del espacio verde por habitante. Esta medida suele
referirse a m2/ habitante. Sin embargo se incluyen en este indicador superficies
correspondientes a tipologías y/o zonas en la realidad no vegetadas, con lo que deberían
establecerse mediciones más concretas que reflejaran con mayor fidelidad la presencia
efectiva de vegetación, y por lo tanto, (al menos de forma indirecta), la existencia de las
funciones antes recogidas.

Es por ello que en el siguiente apartado, se hacen algunas consideraciones sobre las
principales tipologías de espacios arbolados en la ciudad de Linares.
2. TIPOLOGÍAS DE PARQUES Y JARDINES

La mayoría de las clasificaciones funcionales de parques y jardines, hacen referencia a


tamaños de servidumbre relativos, localización espacial dentro de la ciudad… pero no a
la presencia efectiva de vegetación como indicador del grado de verde urbano de las
mismas. No obstante, la importancia del verde urbano no se limita exclusivamente a la
existencia de parques y jardines de forma aislada, sino que el espacio público en otras
zonas y también a nivel de calles, puede convertirse en receptor de muchos de esos
beneficios, además de cumplir con una función articuladora a todos los niveles. Así pues,
podemos encontrar parques periurbanos, centrales, urbanos, de distrito, de barrio,
vecinales, espacios ajardinados, plazas ajardinadas, espacios entre bloques, jardines
anejos a monumentos, jardines de acompañamiento inmobiliario, jardines de
acompañamiento viario, bulevares, calles y plazas peatonales… (Ballester-Olmos &
Morata Carrasco, 2001)

En el caso de Linares, el municipio cuenta con una notable presencia de parques y


jardines (siendo de hecho uno de los aspectos mejor valorados en la diagnosis
cualitativa de la Agenda 21 de la ciudad) pero son varias las amenazas al verde urbano,
relacionadas principalmente con diseños que pueden no cumplir las expectativas y
demandas sociales y el hecho de ser considerada la vegetación en ocasiones como mero
mobiliario urbano. Esta consideración suele acompañar al verde desde su planificación,
como ya se ha comentado con anterioridad, pasando por todas sus etapas de
mantenimiento y gestión. No es difícil pues, encontrar individuos (que no elementos
urbanos) colocados en zonas y/o en condiciones en los que difícilmente podrán
desarrollarse de forma normal y por lo tanto, ayudar al mantenimiento de las funciones
que puede desempeñar. Sin embargo, en esta investigación, todavía en una fase inicial,
no se concretarán estos aspectos de calidad referidos al estado de la vegetación, sino
que nos basaremos en la distribución de cobertura vegetal y superficies duras o
impermeabilizadas, como indicadores relativos que nos permitirán establecer varias
categorías de espacio verde.

En la tabla siguiente aparecen recogidas las mediciones realizadas sobre 6 espacios de


Linares, que se han tomado como espacios-tipo para establecer una clasificación de I a
VI, de menor a mayor cobertura vegetal y considerando también las superficies
impermeabilizadas. Estos espacios están localizados en el Mapa 1.
Mapa 1. Localización de los espacios verdes-tipo.

Fte- Elaboración propia.


Tabla 2. Espacios verdes-tipo. Mediciones

DURA/IMPER-
MEABILIZADA
COBERTURA

COBERTURA
VERDE-TIPO
SUPERFICIE

SUPERFICIE

SUPERFICIE

SUPERFICIE

COMENTARI
TIPOLOGÍA

VEGETAL

VEGETAL
ESPACIO

TOTAL

OS
%

Plaza del
5.628,23 200, 46 Diseño realizado sobre
I < 10% >75% Ayuntamie
m2 m2 aparcamiento público
nto

Plaza de 373,75
10- 25- 3.823,43 Diseño realizado sobre
II San m2
25% 50% m2 aparcamiento público
Agustín
Alto porcentaje de
superficie con
Félix
cespitosas. Grado de
10- Rodríguez 12.270,1 2.480,20
III <10% cobertura vegetal
25% de la 2 m2 m2
escaso en relación al
Fuente
tamaño total del
parque.

Arbolado de gran
25- Plaza de 4.191,30 1.910, 43 tamaño, con superficie
IV <10%
50% Colón m2 m2 mínima
impermeabilizada.

50- 50- Blas 8.919,81 5.454,50 Abundante arbolado de


V
75% 75% Infante m2 m2 tamaño grande-medio

Diseño tipo boulevard.


Paseo de
Arbolado de gran porte
50- la Virgen 24.050,6 10.120,2
VI <10% en alcorques.
75% de 0 m2 6 m2
Linarejos
Fte- Elaboración propia.

Aunque se han realizado más mediciones sobre otros espacios ajardinados


(concretamente sobre todos los considerados en el análisis de accesibilidad), los
porcentajes relativos de cobertura arbolada y superficies duras se pueden incluir dentro
de las tipologías I-VI establecidas.
Figura 2. Ejemplo tipología I (sin escala)

Fte- Elaboración propia.

Esta tipología de diseño no ha sido considerada en el análisis de accesibilidad, ya que


presenta un escaso arbolado, considerándose básicamente una plaza dura, construida
además sobre un aparcamiento público, lo que, en principio, limita en gran medida las
posibilidades de incluir más vegetación y/o de mayor porte.

Figura 3. Ejemplo tipología II (sin escala)

Fte- Elaboración propia.


Aunque este parque también está ubicado sobre un aparcamiento, la solución de diseño
ha partido de una ligera sobreelevación de todo el parque, de forma que ha permitido la
implantación de vegetación arbolada de porte mediano, sobreelevada a la vez dentro de
los alcorques.

Figura 4. Ejemplo tipología III (sin escala)

Fte- Elaboración propia.

En esta tipología, con una superficie dura mínima, el grado de cobertura sin embargo es
escaso respecto a la superficie total, ya que existen amplias zonas de cespitosas,
resultando un diseño muy diáfano.

Figura 5. Ejemplo tipología IV (sin escala)

Fte- Elaboración propia.


Similar al anterior, pero con un mayor grado de cobertura vegetal, tratándose en su
mayoría de árboles maduros.

Figura 6. Ejemplo tipología V (sin escala)

Fte- Elaboración propia.

Esta tipología en boulevard, cuenta con una gran cantidad de árboles maduros
proporcionando una elevada cobertura al espacio en su totalidad. Así, aunque el suelo
presenta solería en todo el espacio, los arriates laterales han permitido el desarrollo de
vegetación de gran porte, convirtiéndose por tanto en una avenida arbolada.

Figura 7. Ejemplo tipología VI (sin escala)

Fte- Elaboración propia.


Esta tipología responde a espacios sin ningún tipo de elemento de solería, con caminos
definidos en tierra y vegetación densa de porte mediano-grande. Desde el punto de vista
desde el que se está analizando el verde urbano en esta comunicación, esta sería la
tipología idónea, aunque obviamente, no siempre es posible por condicionantes de
diseño y urbanos que imponen soluciones intermedias.

Tal y como hemos podido comprobar en este apartado, es posible establecer una
tipología de espacios más atenta a la presencia de vegetación, pudiéndose analizar
soluciones variadas para salvar determinadas limitaciones, como por ejemplo, la
localización de espacios ajardinados sobre aparcamientos (caso de las tipologías I y II).

Puesto que en esta comunicación sólo se han incluido los avances desarrollados en lo
que pretende ser una investigación más en profundidad, sería ideal en relación a la
tipología, incidir en las cuestiones de diseño mediante análisis morfológicos del propio
espacio y del entorno urbano en el que se localizan (cuestiones que se incluirían también
en el análisis de accesibilidad). De esta manera las tipologías anteriores podrían ser de
alguna forma matizadas y concretadas hacia una clasificación más transversal.
3. CONECTIVIDAD VISUAL DE LOS ESPACIOS VERDES: EL DISEÑO EN RED

La localización aislada de los espacios verdes limita en gran medida la homogeneización


de sus beneficios para el conjunto de la ciudad. Es por ello que, al menos en la teoría, se
pretende siempre la configuración en red, de espacios libres en general, de espacios
verdes en particular. Al hablar de diseño en red, podemos hablar por lo tanto de arcos y
nodos, entendidos los nodos como los parques y jardines, y los arcos como los trayectos
(calles) a recorrer entre los nodos. Así pues, además de una localización estratégica de
los espacios verdes, también resultan fundamentales los elementos que actúan como
ligazón entre ellos, es decir, los elementos presentes a nivel de calles y que permiten
hablar de cierta continuidad, bien física, bien referencial, entre los diferentes espacios
verdes.

Se trata por tanto de la búsqueda de una relación equilibrada de llenos y vacíos (en
cuanto al verde se refiere), pero no como meros paquetes urbanizados o no urbanizados,
sino como zonas funcionales y conectadas, no aisladas e independientes.

Hemos de aclarar en este punto, que la conectividad2, es una medición frecuentemente


utilizada en paisajes y que suele asociarse al estado de transmisión de los flujos
ecológicos, más concretamente a la fauna. No obstante, la ecología del paisaje permite
también analizar la conectividad de diferentes teselas, por ejemplo determinadas
manchas de una cobertura natural o agrícola en el paisaje( meter referencia conectividad
del paisaje) Menos frecuente, es la realización de este tipo de análisis en entornos
urbanos, en los que de base, vamos a encontrar necesariamente un gran número de
barreras que impiden la conexión de los espacios verdes urbanos, que constituyen la
matriz vegetada urbana (Elorrieta y Perlado, 2007). Lo que se pretende en este apartado,
es realizar una aproximación a la conectividad de la vegetación, en este caso visual, que
percibe un ciudadano mediante el análisis de intervisibilidad del arbolado existente.

En otros apartados se hacía alusión a la importancia de la presencia de vegetación en


cuanto al efecto en el estado anímico de la población. Es por ello que se ha considerado
interesante también realizar este cálculo de la Figura 8. Esquema de
intervisibilidad del arbolado en las calles, lo que permite intervisibilidad arbolado
localizar aquellos tramos en los que visualmente se
pueden realizar largos recorridos existiendo en ellos
siempre presente un elemento vegetal (Figura 8). Ello no
sólo es interesante desde el punto de vista del
observador viandante, sino que puede convertirse
también en referencia para la biodiversidad urbana. La
intervisibilidad permite pues valorar el “acompañamiento”
de la vegetación a lo largo de la calle identificando
además determinadas zonas desde las que no sería
posible visualizar ningún elemento vegetal (y en las que
por lo tanto, no serían tan patentes todos los beneficios
Fte- Elaboración propia.
asociados a los mismos)

2
La conectividad hace referencia al grado en el que el paisaje facilita o impide los flujos ecológicos (McGarigal y Marks,
1995) o como señala Forman (1995), la “resistencia del paisaje” a dichos flujos.
Metodología:

En el cálculo de la intervisibilidad de arbolado es necesario como paso previo y


fundamental la información referente al arbolado presente, en este caso ha sido facilitado
por el ayuntamiento del municipio y a través de un inventario recogido en el diagnóstico
de la Agenda 21 de Linares. Esta información junto con la altura de los edificios se
procesa en la herramienta Viewshed presente en el módulo Spatial Analyst de ArcGIS,
obteniendo de esta forma la cantidad de arboles que se divisan a lo largo del viario de
todo el municipio de Linares en formato ráster de 5 m por 5 m de pixel.

Analizando los resultados obtenidos (Mapa 2), se puede percibir como existe una
carencia de continuidad visual en la parte central del municipio fruto de la baja presencia
de arbolado, mientras que en la parte más periférica este valor aumenta como
consecuencia de la existencia de vías de mayor sección que permiten la inserción de
arbolado a lo largo de las mismas.

Mapa 2. Mapa de intervisibilidad de arbolado

Fte- Elaboración propia


Tabla 3. Minimum standards for urban green
spaces

Maximum
distance Minimum
Functional level
from surface (ha)
home (m)
Residential green 150
Neighbourhood
400 1
green
Quarter green 800 10 (park: 5 ha)
District green 1600 30 (park: 10 ha)
City green 3200 60
>200 (smaller
Fte- (Van Herzele,. A.; Wiedemann, T. 2003)
4. ACCESIBILIDAD A ZONAS VERDES

La localización de las zonas verdes en las ciudades debe satisfacer la demanda de la


población de estas áreas de esparcimiento.

El análisis de la accesibilidad a zonas verdes ha sido objeto de varios estudios publicados


desde el interés en que, además de la existencia de zonas verdes de calidad, estas estén
accesibles a la población, distinguiendo si estas zonas verdes son de acceso público o si
por lo contrario son de ámbito privado, puesto que cabe la posibilidad de que pueda
haber un crecimiento de los espacios verdes a nivel municipal pero este incremento sea
en el ámbito comunitario o residencial (Barbosa, O. et al, 2007)

Por otra parte el tiempo de acceso a estos espacios de esparcimiento debe ser
adecuado. Este tiempo puede ser variable según el tipo de espacio verde del que se trate
(Tabla 3), por otra parte la Agencia Europea de Medio Ambiente estableció como
recomendación que el acceso a espacios verdes debe ser menor de 15 minutos
caminando (Stanners and Bourdeau, 1995). No obstante es necesario tener presente que
este tiempo de acceso no depende exclusivamente de la localización de las zonas verdes
dentro del ámbito municipal sino también de las calles por las cuales se accede a las
mismas. Cuestiones como la anchura de las aceras, el pavimento o el estado en el que
se encuentra el mismo, son algunos de los factores que influyen en la accesibilidad.
(Muncharaz Pou, M.)

Metodología:

Para el estudio de la accesibilidad a zonas verdes se ha optado por realizar un análisis


de redes utilizando para ello la herramienta Network Analyst presente en ArcGIS. Este
análisis exige la construcción previa de una red a la que se le debe asignar una serie de
atributos en función de las necesidades específicas. Al tratarse de un estudio relativo a la
movilidad peatonal se ha construido una red simplificada a partir del viario y se han
asignado los atributos referentes a anchuras de aceras, longitudes del tramo y velocidad
peatonal en dicho tramo, este último atributo viene determinado por la velocidad media de
un individuo caminando (Reneland, 2003) y modificado en función de la anchura de las
aceras, por lo que a menor anchura de acera la velocidad de transito disminuirá (Figura
9).
Figura 9. Relación anchura de acera y tiempo de acceso

Fte- Elaboración propia.

Este dato junto con la longitud del tramo de vía, va a permitir establecer el tiempo que se
requiere para recorrer dicho tramo, dato que se empleará como atributo fundamental en
el análisis de accesibilidad.

Una vez construida y caracterizada la parte Figura 10. Detalle red accesibilidad zonas
verdes
básica de la red, se establecen los puntos de
destino, en este caso las zonas verdes, a las
cuales los habitantes de Linares van a
acceder caminando desde sus viviendas
(Figura 10). No obstante las zonas verdes
utilizadas para este análisis no son todas las
que en los planes vienen descritas como tal,
ya que únicamente se han considerado
aquellas incluidas en las tipologías III, IV, V y
VI establecidas anteriormente.

Terminada la red y establecidos los puntos de


origen y destino se puede ejecutar la
herramienta Network Analyst configurando la
salida en varios intervalos temporales de
acceso que abarquen la totalidad del
municipio. De estos intervalos se fijan dos Fte- Elaboración propia.
como básicos, el intervalo de 5 minutos y el
de 15 minutos puesto que representan el
óptimo y máximo aceptable respectivamente. Figura 11. Superficie según tiempo de acceso
peatonal
Los resultados obtenidos (Mapa 3) muestran
como la zona central del municipio, donde se
encuentra el Ayuntamiento entre otras
centralidades administrativas y comerciales
tiene tiempos de accesos que se sitúan en el
límite de acceso recomendable citado
anteriormente, hecho que se repite en la zona
este correspondiente a viviendas unifamiliares.

En líneas generales el municipio de Linares


presenta una accesibilidad a zonas verdes
entre 5 y 15 minutos, no obstante tal y como
Fte- Elaboración propia.
se aprecia en el mapa, aparecen una serie de deficiencias en la accesibilidad debido a la
no presencia de zonas verdes en las zonas norte y sur, esto hace que aparezcan un
porcentaje elevado de superficie con valores de acceso mayor a los 15 minutos que hace
referencia la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Mapa 3. Mapa de Accesibilidad Peatonal a Zonas Verdes

Fte- Elaboración propia.

5. CONCLUSIONES

A la vista del estudio realizado, y considerando que se trata aún de una fase inicial de la
investigación, se han podido establecer sin embargo las bases para una aproximación
más funcional al verde urbano, no como mero elemento presente en la ciudad, sino como
fuente de beneficios para la misma.

Mediante este trabajo y las búsquedas bibliográficas asociadas, hemos podido


comprobar, que no existe un consenso en cuanto a la definición de espacio verde. El
concepto de espacio verde, raramente refleja la calidad de dicho espacio en cuanto a su
funcionalidad y beneficios asociados para la ciudad. Dichas funciones y beneficios,
deberían ser un valor en sí mismo y por lo tanto, no considerar el espacio verde
supeditado (como ocurre con frecuencia) a otras intervenciones en el ámbito urbano.
De ahí la importancia de establecer tipologías, en atención al grado de cobertura vegetal,
lo que permite evaluar diseños más o menos “verdes” y posibles soluciones ante un
determinado condicionante (como ha sido el ejemplo de los aparcamientos subterráneos).
Estas tipologías así establecidas, deberían ser integradas con las tipologías funcionales
que frecuentemente se utilizan en estudios y planes en cuyo ámbito se encuentra la
temática del espacio público y/o espacio verde.

En cuanto a la conectividad visual y la accesibilidad, es importante señalar la fuerte


dependencia respecto a determinados procesos y dinámicas urbanas, como por ejemplo
los fenómenos asociados a la movilidad (rediseño de viario, aparcamientos, acerado…)
algunos de los cuáles son de hecho incluidos dentro del proceso metodológico de
determinación de la accesibilidad.

En el caso de la conectividad visual, esta se ha mostrado como una herramienta


interesante que supone la aplicación en un campo no frecuente, de herramientas más
propias de análisis de paisajes naturales/agrícolas. Así, el acompañamiento del verde
urbano, permite la identificación de las conexiones necesarias (al menos desde un punto
de vista referencial) para el establecimiento de una auténtica red de espacios verdes. No
obstante siempre será necesario considerar la morfología de la trama urbana, puesto que
determina la profundidad y apertura del campo de visión.

Como aportación final, la accesibilidad ha permitido evaluar la facilidad relativa de acceso


a los espacios verdes, desde la consideración de la localización de éstos y de la
morfología de la trama urbana desde el punto de vista peatonal, como forma más
sostenible de desplazamiento y más social en cuanto al acceso público al espacio verde.
Esta herramienta es muy interesante desde el punto de vista de la planificación, puesto
que permite visualizar las carencias de acceso a la red de espacios verdes y por lo tanto
sugerir una serie de pautas y soluciones que mejoren dicha situación profundizando en el
estudio de las barreras existentes.

6. BIBLIOGRAFÍA

Ballester-Olmos y Anguís J. F., Morata Carrasco, A. (2001); Normas para la clasificación


de los espacios verdes. Editorial Universidad Politécnica de Valencia.

Barbosa, O., Tratalos, J.A., Armsworth, P.R., Davies, R.G., Fuller, R.A., Johnson, P.,
Gaston, K.J. (2007) Who benefits from access to green space? A case study from
Sheffield, UK, Landscape and Urban Planning Volume 83, Issues 2-3, Pages 187-195.

Chiesura A. (2004); The role of urban parks for the sustainable city. Landscape and Urban
Planning 68, pp. 129-138.

Elorrieta Pérez de Diego. I.; Perlado Hergueta, S. (2007) Libro Verde de Medio Ambiente
Urbano. Tomo I. Ministerio de Medio Ambiente

Forman, R.T.T. (1995). “Some general principles of landscape and regional ecology”.
Landscape Ecology, vol. 10, nº 3, pp. 133-142.
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