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Los Reinos

de Poesía
Los reinos de poesía / Hugo Padeletti ... [et al.]; contribuciones de Silvina Guala;
Florencia Giusti; Carolina Quiroga; Mariana Morosano; compilado por Rosana
Guardalá. - 1a edición para el alumno - Rosario: Casagrande, 2018.
108 p.: 19 x 13 cm. - (Rosario se lee / Ferroggiaro, Federico; 3)

ISBN 978-987-46616-6-1

1. Poesía Argentina Contemporánea. 2. Literatura de la Provincia de Santa


Fe. 3. Antología de Poesía. I. Padeletti, Hugo II. Guala, Silvina, colab. III. Giusti,
Florencia, colab. IV. Quiroga, Carolina, colab. V. Mariana Morosano, colab. VI.
Guardalá, Rosana, comp
CDD A861

Rosario se lee
Coordinadora del volumen: Rosana Guardalá
[email protected]
Diseño editorial y de cubierta: Adriana La Sala
Casagrande, 2018
Pellegrini 957 (S2000BTJ) Rosario, Santa Fe, Argentina
[email protected]

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida por cualquier medio
o proceso sin el previo permiso escrito del editor y los autores.

Impreso en Argentina

ESCUELA DE LETRAS
Facultad de Humanidades y Artes
UNR

Realizado con el apoyo de Espacio Santafesino,


Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe.
Convocatoria 2017
Los Reinos
de Poesía
Agradecimientos

Creo que el trabajo y los días no son posibles sin los


otros. El trabajo es siempre colectivo, los días tam-
bién. En este modo de hacer, sostenido en el res-
peto y la confianza, se hizo posible este libro. Por
eso, no encuentro otra manera de comenzar este
libro que no sea por los agradecimientos. Quiero
comenzar por agradecer a Federico Ferroggiaro
quien fue el primer osado en confiar en mí y en
mi trabajo (lo separo aunque sea difícil desadherir
estos modos de estar en el mundo). Quiero también
dar las gracias a Francisco que me acompañó y me
alentó en el inicio de este proyecto. A Gabby de 7
Cicco me acompañó y me abrió el camino poético.
A los estudiantes que, a lo largo de los años, me
muestran siempre que encontrarse puede ser poé-
tico. A Verónica Laurino que me acercó a muchas
de las docentes/poetas creativas que aquí trabajan
y que, fue parte en la intriga alegre de la espera.
A todos los docentes que me ayudaron a disfrutar
y aprender de esta profesión, así como también a
encontrar la poesía que vive en las cosas. Muy es-
pecialmente a Eugenia Straccali, que con su apa-
sionada lectura crítica y sin saberlo, logró intrigar-
me acerca del Atlas Mnemosyne. A mis colegas que
trabajan con pasión. A las colegas que desde un
primer momento aceptaron participar armando
actividades que devolvieran la poesía a la vida, al
placer y a la música: Silvina, Carolina, Florencia y
Maia/Mariana. A los poetas vivos y a los muertos
por tanta poesía que hace vivible, soportable y ha-
bitable el mundo. Y sin lugar a dudas, a mi familia
y a los afectos siempre, por acompañar y alimentar
los proyectos.
Por último –pero no por eso menos importan-
te– a ustedes colegas por creer en este material te-
jido con afecto, pasión y compromiso y a ustedes
estudiantes por animarse a la aventura y el territo-
rio de Los Reinos de Poesía.

Rosana Guardalá
8
Rosario se lee

Estos libros reúnen textos de escritores de la ciu-


dad, de nuestra región.
Es apenas una muestra, un conjunto de textos y
de escritores, seleccionados por el gusto y los inte-
reses de quienes armamos esta Colección. Es decir,
no abarcan a la totalidad de mujeres y de hombres
de nuestra zona que dedican su vida, al menos una
parte de ella, al placer y al arte de la escritura. Por
lo tanto, las inclusiones y las exclusiones son el re-
sultado de operaciones subjetivas de lectura y no
implican, a nuestro entender, ni una valoración
estricta, ni el propósito de construir un canon. Lo 9
que nos importa es que, con estos escritos, estamos
acercando a los docentes y alumnos una pequeña,
pero significativa, imagen de aquello que crean
personas que viven o han vivido, que sueñan, pien-
san, caminan, sienten las mismas calles y paisajes
que ellos, ustedes, nosotros recorremos, observa-
mos y respiramos a diario.
Elegimos textos y elegimos escritores. Los reu-
nimos en volúmenes, apelando a la clasificación
consolidada de los géneros literarios. Esta decisión
operativa nos ofrece un marco conocido, unos con-
ceptos que se trabajan en las escuelas secundarias
y que forman parte de los contenidos de la materia
Lengua y Literatura. Sin embargo, a pesar de que
sostenemos este ordenamiento teórico, queremos
ofrecer un abordaje creativo, interesante, dinámi-
co, que facilite la apropiación y el disfrute de los
cuentos y poemas que se incluyen en los libros.
Cada uno de ellos, por esta razón, será presentado
por un o una docente de Lengua y Literatura, quien
propondrá diferentes recorridos, posibles relacio-
nes con otros lenguajes y/o disciplinas, lecturas
complementarias que ensanchen los horizontes y
propuestas de trabajo que vinculen la teoría con
los textos.
Esperamos y deseamos que los textos encuen-
tren a sus lectores; que los jóvenes de Rosario y la
región conozcan un poco más sobre las creaciones
de sus vecinos: los escritores de esta zona; que dis-
10 fruten de ellos, que se encuentren, que aprecien el
vigor, la actualidad, la cercanía de estas palabras,
de estos versos, de estas historias; y que se sientan
invitados a habitar el maravilloso universo de la
literatura.

Equipo de Rosario se lee


Presentación

Pensar y materializar una antología para trabajar


en la Escuela Media no deja de ser, y en igual me-
dida, una tarea polémica y arbitraria. Porque más
allá de ciertos cuidados con respecto al valor lite-
rario, la forma, la representatividad o ruptura de
ciertas voces, existe sobre todo, una motivación
subjetiva, una suerte de sacudón que nos afecta y
que nos hace incluir determinados poetas. Si bien
ello no nos excusa, sí explica de algún modo, la
omisión de algunos poetas en esta antología, que
podrían estar. No obstante, he intentado no perder
de vista durante la elección de los poemas y poetas 11
que aquí se presentan, que la poesía es en sí misma
un mensaje y un modo de comunicación y que, por
lo tanto, los poemas que arman esta antología dia-
logan trascendiendo épocas, movimientos, estéti-
cas y polémicas.
La poeta argentina Irene Gruss, en una Clínica
que se desarrolló hace unos años en la ciudad de
Rosario durante el Festival Internacional de Poe-
sía, preguntó: ¿Qué te conmueve? “No qué te hace
llorar sino qué te con-mueve”, dijo. La poesía po-
see ese don. Afecta, nos con-mueve y mueve con y
con otros. Nada es igual después de la lectura-es-
critura de un poema1.
¿Cómo seleccionar lo que nos conmueve? ¿Cómo
organizar ciertas elecciones poéticas en una escri-
tura que no para de moverse, de ramificarse, de
colarse en los sentidos? Fue justamente esta pre-
gunta la que nos permitió organizar Los Reinos de
Poesía. Sin saberlo la intriga estaba dialogando con
el trabajo del alemán Aby Warburg, historiador del
arte –llegué posteriormente a este material– quien
mediante un intento por correr el eje cronológi-
co para organizar una historia del arte, propone
su Atlas Mnemosyne2 en el cual el despliegue del
espacio y el tiempo no depende de la linealidad
sino que conforma una nueva temporalidad que
proviene de la memoria y de la supervivencia. Se
establece así un vínculo estrecho entre el tiempo
crónico y el tiempo subjetivo que disuelve las ten-
12 siones entre lo uno y lo otro, lo propio y lo ajeno,
entre otras. El Atlas Mnemosyne persigue una cos-
movisión que busca recomponerse una y otra vez
jugando a asociar.
De modo que el placer de compartir la sensación
de ser conmovidos por la poesía, nos condujo a Aby
Warburg, que a su vez y sin esfuerzo nos permitía
pensar cómo organizar una antología destinada a
estudiantes y docentes que trabajen en la Escue-
la Media, que propusiera otra lectura por fuera de
los modos de organización clásicos –generacional,
cronológico, por poéticas o movimientos–, asumi-
mos una primera posibilidad: ciertos poemas po-
dían leerse en diálogo con otros pese al salto histó-
rico e incluso, espacial. De allí que el atlas de Aby
Warburg nos otorgara un marco desmarcado que,
sin embargo, no olvida la idea que subyace a todo
atlas en tanto colección –en esta caso regional– de
mapas. No obstante, esta noción que conocemos
y viene a nuestra mente en un primer momento,
convive sin inhabilitar ni aplazar de manera jerár-
quica, la propuesta de Atlas con la que operaremos
y que nos conduce a pensar en la idea del Reino de
Poesía en sentidos múltiples. Reinos que se nutren
y se retroalimentan conformando una red infinita
en la que los poemas se relacionan por un princi-
pio de buena vecindad y en la cual, unos se trans-
forman a otros y a su vez, construyen un reino en
el contacto.
Así, la antología se organiza en torno a un eje
temático-semántico: Los Reinos de Poesía. Ello 13
significa que se reduplica el modo de organización
de la selección poética. Mientras, por un lado, el
eje organiza y abre los poemas escogidos en la idea
de Reino; por otro y simultáneamente, también se
organizan en la semántica que se desparrama en
los diversos sentidos que conviven en la palabra.
Pensamos los Reinos en una escritura minúscula
que se va convirtiendo mayúscula: Reino. Como
por ejemplo, el Reino de Dios.
El eje de esta antología recoge las más amplias
significaciones del sustantivo. En su construcción
recupera la idea de “territorio en los que los habi-
tantes están sujetos a un rey”, en este caso parti-
cular, a la reina de Poesía. Pero también, la noción
de “conjunto de diputados o procuradores que con
poderes del reino lo representaban. Podremos ver
cómo en una serie de seres y objetos –por ejemplo,
los afectos perdidos–hablan en “nombre de”. Otro
de los significados que recupera es el que se vincula
con la biología y que entiende el reino como “cada
una de las grandes subdivisiones en que se consi-
deran distribuidos los seres naturales por razón de
sus caracteres comunes”. Desde esta perspectiva,
Poesía es la generadora de vida que establece una
serie de divisiones que exceden la clasificación de
seres “vivos”, ampliando por medio del poder vital
de Poesía, los reinos. Así, todos los reinos que están
bajo la Poesía u organizados por ella, devienen en
seres vivos, vitales. La Poesía convierte, transmu-
14 ta la rigidez de la letra, la mudez de la escritura
en pura vida. En este punto, la Poesía comienza a
mutar su grafía gestando en ese movimiento, un
crecimiento vital. Así, iremos desde las diferentes
conceptualizaciones de reino que hemos revisado
y que estarán presente a lo largo de esta antología
hasta la idea de Reino con mayúscula. El tono reli-
gioso de las definiciones no debe abrumarnos ni de
escandarlizanos. Solo es necesario leerlo de mane-
ra expansiva. La poesía es como el “Reino de Dios”
un “estado de las cosas en el que rige la salvación
y también su voluntad”. Pero a su vez y estrecha
relación, también se vivencia la poesía como un
“Reino de los cielos”, es decir, como el reino en que
se goza de la plena presencia de la poesía porque la
poesía más que una forma o un género, es una len-
gua con la que se mira y se construye el mundo. La
idea de reinos surge de una mirada poética que no
es contemplativa sino constitutiva. La poesía en su
decir tiene el poder de negar lo convencional, de
poner en crisis la idea de lenguaje transparente y
comunicacional3. Un modo de mirar los seres y las
cosas. La poesía se constituye aquí también simbó-
licamente como un ser vivo que genera y organiza
otros reinos.
Las docentes/poetas que armaron estas acti-
vidades proponen diferentes modos de abordar/
atravesar/jugar/experimentar la poesía. Será ta-
rea de quien trabaje con los estudiantes encontrar
el mejor modo de explorar esta propuesta lúdica y
poética pensada desde y para el aula. 15

1 Esta mención hace referencia a la lógica barthesiana con


respecto a la lectura-escritura. Cada vez que leemos estamos
escribiendo un Texto.
2 Se sugiere visitar para comprender cómo pensar la pro-
puesta de Aby Warburg en la literatura, el artículo de Straccali,
Eugenia (2014). “Las poetas visitan a Andrea del Sarto. El Atlas
Mnemosyne de Juana Bignozzi” en Miriam N. Chiani (comp.).
Escrituras compuestas: letras/ciencia/artes Sobre Silvina Ocampo,
Arturo Carrera, Juana Bignozzi y Marcelo Cohen. Ediciones Kata-
tay, Buenos Aires
3 Cf. Genovese, A. (2011). “Poesía y modernidad. La poesía
como discurso “inactual´’. Leer poesía. Lo leve, lo grave, lo opaco.
Fondo de cultura económico: Buenos Aires. p. 15-22.
1
El reino
de los mapas
internos

17
A diferencia de lo que observamos cuando vemos
un mapa que no hemos diseñado, los mapas inter-
nos son aquellos personales, que no pueden repe-
tirse, solo compartirse. En este reino las referen-
cias espaciales se multiplican al infinito porque por
cada espacio, sitio físico o afectivo (los cuerpos de
otros también pueden ser mapas), se dibujan miles
de mapas que sirven de referencia para el propio
cartógrafo como para otros que estén buscando ser
guiados. Aquí los mapas no trascienden, no se uni-
fican sino que se multiplican y se suman hasta que
aparecen como una superposición de imágenes en
las que el que diseña como el que lee, descansa. En
este reino, la paz es una de las visitas más frecuen-
tes y a menudo viene con su compañera Alegría. 19
En los poemas “Estos versos son para pedirles a las
mujeres…” de Francisco Gandolfo, “La isla” de Ceci-
lia Moscovich, “Perfume” de Emilia Bertolé, “Poe-
ma 26” de A los amigos y otros poemas de Jorge Isaías
y “Una piedra en el río” de Concepción Bertone, los
alumnos pueden ensayar nuevas cartografías per-
sonales, grupales, sociales que los interroguen en
sus relaciones sociales y afectivas.
20
Francisco Gandolfo nace en Córdoba en 1921 y fallece en Rosario en 2008. Fue el
quinto hijo de una familia numerosa. Comenzó a trabajar a los diez años vendiendo
diarios, y pronto entró a la imprenta donde aprendió el oficio que luego se convirtió
en profesión. En 1942 hizo el servicio militar donde comenzó a leer y a escribir mu-
*
cho. Durante esos años, se puso de novio con Evelina Kern, quien potenció su hacer
poético. En 1948 se instala en Rosario y pone su propia imprenta. De esa época es su
primer libro Fonemas (mención municipal del premio municipal Manuel Musto). En
1968 comienza a publicar Lagrimal trifurca, junto a su hijo Elvio, Hugo Diz y Eduardo
D’anna. Promovía una poesía coloquial, antipoética, irónica y humorística. El sicópata
(1974) y Poemas joviales (1977) comienzan a mostrar su particular poética.
Decisión

Estos versos son para pedirles a las mujeres


que no se olviden de amar a los poetas

tengan presente que sabemos más que nadie


apreciarlas a fondo

ustedes son para nosotros


la sabrosa costilla que nos falta

Sócrates no pudo con Santipa


Freud dijo que la mujer 21
era lo único que no entendía

nosotros vamos a la guerra por Elena


vivimos la odisea de Penélope
o subimos al cielo por Beatriz

la gente sin ternura no nos ama


porque somos capaces de perder la cabeza
en galante rapto de pasión

pero la mujer cariñosa


que custodia la llama del amor
comprende que la comprendemos
como comprendió
al célebre filósofo que dijo
amo
luego existo

Francisco Gandolfo
de Poemas joviales, 1977

22
23
24
Cecilia Moscovich nació en la ciudad de Santa Fe en 1978, al lado
de una laguna enorme. Esa laguna y el patio de la casa fueron los
territorios de la infancia, en los que todavía vive aunque ya no
está en ellos. Estudió Profesorado de Historia en la Universidad
*
Nacional del Litoral (UNL). Actualmente se desempeña como
profesora en nivel secundario. Ha trabajado durante años en Pro-
moción de lectura y ha coordinado talleres de lectura y escritura
para niños y jóvenes. En poesía ha publicado La manguera (2010)
y Barranca (2012). También publicó en 2001, La llamarada verde,
novela infantil. Obtuvo premios y menciones en concursos lite-
rarios nacionales e internacionales.
Las islas

Las islas son un secreto bien escondido


sólo puedes verlas en movimiento
imposible saber de ellas todo de antemano
las vas descubriendo palmo a palmo
mientras abres una a una
sus capas verdes cebolla
tropical.

Nada insinúa a las islas


desde la llanura que las antecede
(ausencia total del paisaje
donde todo tiene que imaginarse). 25

Sin embargo están allí


río adentro, al acecho
creciendo y tranformándose
mientras no las vemos.

La mejor forma de descubrirlas


es embarcando en una nave lenta
al ras del agua
sin hacer ruido
observando cómo la verde cebolla
se abre en túneles, pasadizos
laberientos acuáticos y vegetales
en los que uno es un intruso.
La mejor forma de abandonarlas
es cuando la tarde cae y se ilumina.
Allí es cuando las islas se despiertan
llenas de ruido y perfume
que es el mismo momento
en que el mundo se parece a nosotros
porque como nosotros tiene
un corazón frágil y antiguo.

Cecilia Moscovich
de Barranca, 2012

26
27
28
Emilia Bertolé (El Trébol, 1896 - Rosario, 1949) fue la menor de tres hermanos. Su fa-
milia llevó una vida transhumante en busca de una oportunidad económica: Rosario,
Peyrano, Máximo Paz, La Pampa. Finalmente, en 1905 su padre consigue trabajo en
el ferrocarril y se establecen en Rosario. Emilia dejó la escuela para ser instruida por
*
su madre y comenzó a estudiar en el Instituto de Bellas Artes del profesor italiano
Mateo Casella. En 1915, manda alguna de sus obras al Salón Nacional de Buenos Aires
y gana Premio Estímulo del Salón. Al año siguiente, viaja a Buenos Aires a realizar el
retrato de Gregorio Aráoz Alfano, prestigioso médico y así comienza su carrera como
retratista. Frecuentó la bohemia porteña y formó parte del grupo Anaconda, liderado
por Horacio Quiroga. En 1927 publicó su único libro de poemas, Espejo en sombra, que
es fiel a su personalidad artística.
Perfume

Este perfume dulce y penetrante


me envuelve toda como un largo velo;
este perfume cálido que sube
en finas espirales por mis nervios
y en estrechos anillos
me aprisiona el cerebro.

¡Es Arabia, es Arabia, bien lo dice


este suntuoso desfilar de sueños...!

Arabia con sus noches enervantes


y sus días de fuego. 29

Hundo las manos en mis trenzas enervantes


y aspiro todo Oriente en mis cabellos!

Emilia Bertolé
de Espejo en sombra, 1927
30
Jorge Isaías es poeta y narrador. Nació en 1946 en Los Quirquinchos, reside en Rosario
desde 1964, donde se graduó de Licenciado y Profesor en Letras en la UNR. En 1971
fundó la revista La Cachimba que después se convirtió en editorial, sello que llegó a ser
un referente de la literatura y la poesía santafesinas en los inicios de los 70. Sus poemas
*
fueron traducidos al francés, inglés e italiano. Dos de sus libros, La persistencia del canto
y luego, Las más rojas sandías del verano, fueron declarados de Interés Educativo por
el Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Santa Fe. Ha recibido premios
y reconocimientos por su obra. Publicó en 1970 su primer libro de poesía, La búsqueda
incesante (1970). En prosa ha publicado Pintando la aldea (1989) y Futboleras (2005),
entre otros. Desde 1990 colabora en la sección Contratapa del diario Rosario/12 y en
numerosas publicaciones del país.
Poema 26

La mano
que no puede
recoger el sol
se conforma
con apretar
algunos granos de trigo.
Mi madre
volcaba
en un vaso
con agua
algunos granos de trigo
haciendo tres veces 31
la señal de la cruz
y murmurando
una oración
incomprensible
con ella me curaba
los calambres.
Ahora mi madre
ha muerto y se llevó el secreto
de sus curaciones.
Y yo no tengo a quién
recurrir cuando siento
calambres en el alma.

Jorge Isaías
de A los amigos y otros poemas, 2000
32
Concepción Bertone es poeta, ensayis-
ta y crítica literaria. Nació en Rosario el
23 de abril de 1947. Codirigió la revista
literaria, Cuadernas, junto con Armando
*
Vites y Héctor Piccoli. Ha publicado en
poesía: La piel hacia adentro (1973); El
vuelo inmóvil (1983); Citas (1993); Aría Da
Capo (2005); Las 40 (2008), antología
que reúne tres generaciones de poetas
vivas de la provincia de Santa Fe.
Una piedra en el río

Una piedra en el río


Donde hay poco caudal
hay islas
momentáneas.
Les hace falta mar.
Y no perdura
en un poco de légamo
la vida. Es otra cosa
creo. Una isla
si no es
como Puerto Rico
un país. 33
Es tan sólo un coral
en la marisma.
Una piedra en el río.

Concepción Bertone
de Citas, 1983
ACTIVIDADES

*
Florencia Giusti
Nació en Rosario en 1989. Escribe, estudia
y enseña. Ha participado en varios ciclos en
su ciudad como A cuatro voces, Festival inter-
nacional de Poesía de Rosario, Voces subterrá-
neas. Es estudiante avanzada de la carrera de
letras en la UNR. Es docente en la materia
lenguajes y comunicación en el Bachillerato
popular Tablada. Próximamente saldrá su
primer libro de poemas Anillos de Saturno
por Corteza ediciones.

35

Estamos en el reino de los mapas internos. Un mapa


es la representación gráfica de un territorio, un
lugar, un espacio. Habla de cómo, por qué y de qué
manera miramos y representamos límites, necesida-
des: una aproximación a espacios conocidos o no, por
quien los dibuja.
Desde la antigüedad, los cartógrafos usaron para crear
mapas, herramientas que luego se convirtieron en
cuadrantes y en brújulas. Pensando en este modo de
crear, te proponemos crear mapas propios, en
donde nuestra brújula –o quizás, mejor dicho nuestra
excusa– sean los poemas.
Los mapas colectivos
La construcción de un mapa colectivo constituye una
manera de crear relatos en torno a lugares conoci-
dos. Es crear un nuevo lugar en donde enunciar otras
formas de pensar los territorios que habitamos. Las
prácticas colectivas invierten roles, crean nuevas ma-
neras de pensar nuestra realidad. Desde ahí, podemos
pensar los mapas como arranques, impulsos, re-
presentaciones gráficas que nos unen y crean
interrogantes. Los mapas también crean límites y
no grafican del todo nuestra realidad. Son fijos y tien-
den a ser homogéneos. Es justamente esa supuesta
limitación, la que nos permite imaginar/pensar/
atravesar nuevas posibilidades.

36 A/ Las herramientas: nuestra brújula


Serán los poemas que también son representaciones
subjetivas de territorios, impresiones, recuerdos y sen-
timientos. Mapas internos que nos orientan, como di-
jimos, hacia nuevas formas de representar la realidad.
La experiencia inspira poemas, pone en relieve eso que
vemos, creando y abriendo nuestros límites de senti-
do. Proponemos a los estudiantes leer los poemas:
“Perfume” de Emilia Bertolé, “Las islas” de Cecilia Mos-
covich y “Una piedra en el río” de Concepción Bertone.

B/ ¡Organizándonos!
Se dividirá a los estudiantes en tres grupos. Cada gru-
po tendrá un poema diferente. Los grupos leerán los
poemas en voz alta e identificarán los lugares o repre-
sentaciones.
¡Atención! Es importante que los estudiantes ten-
gan un tiempo para leer (más de una vez) y que char-
len sobre los poemas. Para abrir la conversación pue-
den preguntarse:
- ¿Qué les llamó la atención?
- ¿Cuáles son los adjetivos para describir esos lugares?
- Les parece que estos lugares ¿son conocidos o des-
conocidos para los poetas? ¿Y para ustedes?

C/ Un vuelo de pájaro
Después de hacer esa lectura, cada uno de los estudia-
tes realizará lo que llamaremos: un “vuelo de pájaro”.
Es decir, un pequeño borrador de un mapa. Todos di-
bujamos alguna vez una representacion gráfica sobre
como llegar a la casa de alguien o el recorrido de un
colectivo para no perdernos. Sin información previa, 37
el estudiante trazará los limites y dibujará muy breve-
mente los lugares que se nombran en los poemas.

D/ El mapeo colectivo
El docente imprimirá los lugares que aparecen en cada
uno de los poemas empleando diversos dispositivos
tecnológicos (Google maps, gps). Luego, repartirá los
mapas a los grupos.
Los estudiantes a partir de su “vuelo de pájaro” reali-
zarán un mapa colectivo, discutiendo sus representa-
ciones para lo que pueden también utilizar palabras,
sensaciones, adjetivos.
Preguntarse: ¿Qué piensan cuando se habla de
ese lugar? ¿Cómo son quienes habitan ese medio/te-
rritorio/espacio?
Pista: En los poemas “Perfume” y “Una piedra en el
río”, se puede indicar a los estudiantes que realicen una
breve búsqueda sobre el país o la región para facilitar
el trabajo.

E/ Discutiendo sobre los estereotipos


Los estudiantes pondrán en común –a la vista de to-
dos– los mapas elaborados por ellos. Así podrán de-
batir sobre los estereotipos, construcciones culturales;
así como también, sobre los límites de los mapas y
regiones.

F/ Mapeando al infinito
La construcción colectiva de mapas es una herramien-
ta interesante para utilizar en el curso. Permite crear
38 nuevas representaciones en el medio y trabajar en for-
ma colectiva. A partir de lo propuesto se pueden pen-
sar otras formas o inclusive otros poemas para crear
otros mapas.

Bibliografía
Ares-Risler (2013). Manual de mapeo colectivo: recursos cartográficos
críticos para procesos territoriales de creacción colaborativa disponible
en https://geoactivismo.org/wp-content/uploads/2015/11/Manual_
de_mapeo_2013.pdf
2
El reino
de los afectos
perdidos
39
En este reino habita la melancolía. Sin embargo,
no por ello está vinculado solo a la muerte y a la
tristeza. Perder es también no obtener. A menudo
se cree que cuando se hace referencia a la pérdida
afectiva, se habla de perder una pareja, un amor.
Ello conlleva una visión recortada o empobrecida
de la afectividad porque se pierde también lo que
se desea y no se llega a tener. Se pierden amigos,
mascotas, flores de verano, ganas, espacios, ju-
guetes, momentos de vida, decisiones, imágenes.
En este sentido los poemas “Confidencia” de José
Pedroni, “He construido un jardín como quien
hace …” de Diana Bellessi, “La última vez que nos
vimos” de Gervasio Monchietti, “Diciembre 31,
2001” de Beatriz Vignoli y “El frasco de miel” de 41
Verónica Laurino abren la puerta para que los lec-
tores poeticen, se puedan poetizar en formas de
perder y las vivencias que provocan esas pérdidas,
cómo se generan, nos generan, más o menos cari-
ñosos, atentos, reticentes, tristes, melancólicos, en
otras palabras, cómo las pérdidas nos devuelven
fragmentos de lo que somos.
42
José Pedroni, escritor y poeta, nació en Gálvez en 1899. Hijo de inmi-
grantes italianos, durante su infancia tuvo que trabajar con su padre
como ayudante de albañil. En 1912 se radicó en Rosario y estudió en
la Escuela Superior de Comercio. Comienza a publicar sus primeros
*
trabajos en un diario de Gálvez. En marzo de 1926 se casó con Elena
Chautemps, con quien tuvo tres hijos: Omar Tulio, José María y Ana
María. En 1923 apareció su primer libro: La gota de agua. Pedroni ten-
drá una vasta producción poética, entre sus libros encontramos: Diez
mujeres (1937), El pan nuestro (1941), Nueve cantos (1944) y Monsieur
Jaquín (1956). El 4 de febrero de 1968 falleció en Mar del Plata, lejos
de Esperanza, su tierra amada.
Confidencia

En fragante mudanza el limonero


destaca tu rubor.
Tú no sabes, amiga, pero hueles
a limonero en flor.
En un tronco caído una avecilla
le hizo casa al amor.
Tú no sabes, amiga, pero anidas
lo mismo en mi dolor.
Del arroyo una fría pedrezuela
me trajo el pescador.
Guardé la piedra en mi cerrada mano,
y sentí su frescor.
La harina del molino me empolva el alma
la harina de tu amor. 43
En el monte encontramos uva crespa
y una flor y otra flor;
Cada flor con tu aroma y cada uva
con tu mismo sabor.
Con su fresco algodón venda la piedra
el musgo trepador.
También es como el musgo tu ternura
en mi piedra interior.
Por el camino baja suavemente
un lugareño son.
Así también, amiga, tu palabra
baja a mi corazón.

José Pedroni
de Gracia Plena, 1925
44
Diana Bellessi nació en Zavalla en 1946. Estudió Filosofía en la Universidad Nacional
del Litoral. A finales de los años sesenta recorrió a pie toda América. En 1972 publicó
en Ecuador su primer libro de poemas, Destino y propagaciones. Desde muy joven se
identificó con el feminismo. Formó parte de la redacción de la revista Feminaria y de
*
la redacción de Diario de Poesía hasta 1991. Ha traducido a poetas como Ursula K. Le
Guin, Denise Levertov, Adrienne Rich y Olga Broumas. Entre algunas de sus obras
podemos mencionar: Contéstame, baila mi danza (antología de poetisas estadouni-
denses) en 1984, Días de seda (traducción y selección de poemas de Úrsula Le Guin)
en 1991, y Tener lo que se tiene; Poesía reunida, en 2009. Actualmente, reside en la
ciudad de Buenos Aires, trabajando en formación y supervisión literaria.
He construido un jardín como quien hace
los gestos correctos en el lugar errado.
Errado, no de error, sino de lugar otro,
como hablar con el reflejo del espejo
y no con quien se mira en él.
He construido un jardín para dialogar
allí, codo a codo en la belleza, con la siempre
muda pero activa muerte trabajando el corazón.
Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo
atisba las dos orillas, no hay nada, más
que los gestos precisos
dejarse ir para cuidarlo 45
y ser, el jardín.
Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte
hablando en perfecto y distanciado castellano.
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañía
que te allega, a la orilla lejana de la muerte.

Ahora la lengua puede desatarse para hablar.


Ella que nunca pudo el escalpelo del horror
provista de herramientas para hacer, maravilloso
de ominoso. Sólo digerible al ojo el terror
si la belleza lo sostiene. Mira el agujero
ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo
en el espejo frente al cual, la operatoria carece
de sentido.
Tener un jardín, es dejarse tener por él y su
eterno movimiento de partida. Flores, semillas y
plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay
poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una
tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída anuncia
en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir
sin sueño del sujeto cuando muere, mientras
la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Demanda su mano que recorte y modifique
la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros
bajo la noche helada. El jardín mata
y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer
46 gestos correctos en el lugar errado,
disuelve la ecuación, descubre páramo.
Amor reclamado en diferencia como
cielo azul oscuro contra la pena. Gota
regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas
a la orilla más lejana. I wish you
were here amor, pero sos, jardinera y no
jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.

Diana Bellesi
de El jardín,1992
47
48
Beatriz Vignoli es poeta, narradora y crítica de literatura y arte. Publica sus poemas
desde 1979. En 1991, comenzó a colaborar en la sección Cultura de Rosario/12, don-
de actualmente es crítica de Plástica y Literatura. Ha colaborado además en el dia-
rio The Buenos Aires Herald, el suplemento Grandes Líneas del diario El Ciudadano y
*
las revistas Expreso Imaginario, Diario de Poesía, Hablar de Poesía, Trespuntos, Fénix y
MOR. Tres de sus novelas se publicaron por capítulos en la sección Contratapa de
Rosario/12: DAF, Molinari baila y El Bote. En poesía publicó los libros Almagro, Viernes,
Bengala, Lo gris en el canto de las hojas y Árbol solo. También escribió el libro de cró-
nica barrial Kozmik Tango, sobre el cual co-produjo un cortometraje con Mala Frame
y la Dirección de Educación de Rosario. Es curadora independiente de artes plásticas
y traductora de inglés.
31 de diciembre, 2001

Y la vida era esto:

salir a la vereda el treinta y uno


a las doce, ver cómo un vecino
enciende una bengala.

El brazo en alto, inmerso en la luz ígnea.


Un silencio rosado y expectante,
un fuego inmóvil el mundo.

¿Celebra? ¿Pide ayuda? Nada pasa.


Nada llega. Todo al final se apaga. 49
Pero aquel brazo en alto, aquella duda.

Aquella intensidad.

Beatriz Vignoli
de Bengala, 2009
50
Verónica Laurino nació en Rosario en 1967. Trabaja de bibliotecaria y escribió las
novelas Breves Fragmentos (Premio del Concejo Deliberante de Rosario), Jardines
del Infierno. Publicó los poemarios 25 malestares y algunos placeres (Ciudad Gótica),
Ruta 11 (Vox), Comida china (escrito junto con Carlos Descarga editado por Alción),
*
Sanguíneo (escrito junto con Fernando Marquinez y editado por Baltasara). También
ha escrito y publicado varios libros para niños: Vergüenza (escrito junto con Tomás
Boasso de Editorial Sigmar) y Paren de pisar a ese gato (ilustrado por Cris Rosem-
berg y editado por Libros Silvestres). También sus textos figuran en Antologías: El
libro oscuro, Nada que ver, De la Calle inclinada, y ha recibido numerosas distinciones,
premios y becas. Escribir, leer, caminar, cocinar, arreglar su jardín y otras cositas la
hacen muy feliz.
El frasco de miel

Se estrelló el frasco de miel contra el piso


se hizo añicos, el día de la mudanza
¿cómo la levanto?
el deseo de tomar una cuchara y comer:
miel y vidrio
el deseo de no mudarme
llevo la miel en cada cosa que toco
resbalo
esquirlas
desastre
mudanza
51

Verónica Laurino
de 25 malestares y algunos placeres, 2006
52
Gervasio Monchietti nació en Rosario en 1979, es
periodista, locutor y encuadernador. Publicó tres
libros de poemas: Trincheta, 3 cilindros, Mecánica
del escorpión. Desde 2010 trabaja coordinan-
*
do talleres de encuadernación artesanal y papel
marmolado. Formó parte de dos proyectos edi-
toriales: Tropofonía (ediciones artesanales, 2010
-2012) y Erizo Editora (2012-2015) en la ciudad
de Rosario. Actualmente vive en Montevideo,
Uruguay, donde trabaja en forma particular como
encuadernador.
V

La última vez que nos vimos


dijiste que vendrías a visitarme
cuando se termine de construir
la autopista a Córdoba
tramo Cañada-Rosario.

Eso fue hace un año y la autopista


se terminó hace más de seis meses.
Una cualidad política
que no supiste aprovechar.

53
Gervasio Monchietti
de 3 cilindros, 2013
ACTIVIDADES

*
Prof. Carolina Quiroga
Nacida y criada en San Nicolás de
los Arroyos, provincia de Buenos
Aires. Profesora de Castellano,
Literatura y Latín. Su obra Cam-
pamento gitano fue premiada en
el Concurso Nacional de cuento
y poesía “Adolfo Bioy Casares”
de la ciudad de Las Flores en el
2016. Sus primeros poemas fue-
ron editados en 1997, en el libro
Ángeles de sobremesa.

55

Buscando
en el Reino
de los afectos perdidos
“El arte de perder no es fácil de dominar
tantas cosas parecen colmadas por el deseo
de ser perdidas no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confunsión de perder


la llave de la puerta, la hora malgastada.
El arte de perder no es fácil de dominar”.

Elizabeth Bishop
El poema de Bishop habla de saber perder. Perder es
un arte que puebla el reino de los afectos perdidos,
lugar donde va todo aquello que ya no está con no-
sotros pero permanece en partes, en nuestro ser. No
nos han dejado solos sino que se han ido con parte de
nosotros, allí donde han quedado. Todo aquello que
ya no está en nuestras vidas, permanece como el eco
de un dolor lejano pero presente y cuando intentamos
asirlo con el recuerdo más se aleja, dejando, en ocasio-
nes con mucha fortuna, solo una cicatriz indolora pero
visible. Recorramos el Reino buscando, aprendiendo a
perder entre poemas.

Cómo encontrar lo perdido/aprender a perder


Se sugiere ir leyendo los poemas/pistas y responder las
preguntas. Al finalizar, cada participante habrá ha-
56
llado el camino hacia el reino.

1° pista/poema sobre el amor


“Confidencia”
En forma grupal, responder a partir de la lectura del poema/pista:
1. ¿Qué significa la frase “en fragante mudanza” del pri-
mer verso? ¿Por qué ella se ruboriza?
2. ¿Qué elementos de la naturaleza relaciona el yo
poético con sus sentimientos al respecto de su amiga/
amor?
3. ¿Qué significa “un lugareño son” y por qué lo compa-
ra1 con la palabra que despierta su amor?
1 Para seguir pensando los recursos poéticos, podés consultar un material
interesante que se encuentra online: Retórica. Manual de retórica y recursos
estilísticos en http://retorica.librodenotas.com/
4. ¿En qué versos podríamos verlo demostrado? Ex-
traé del texto o subrayalo.
5. ¿Qué relación tiene el título del poema con los ver-
sos y con lo que allí se menciona?
Escribí individualmente un poema tomando los ele-
mentos de la naturaleza que extrajiste en la consigna 3.

2°pista/poema sobre la muerte


“He construido un jardín...”
1. ¿De qué manera se podría relacionar un jardín con la
muerte?
2. ¿Por qué la muerte pide al yo poético que deje su
equipaje?
3. Si pudieras viajar hacia la muerte, ¿qué llevarías de
equipaje?
57
4. ¿Qué comparaciones se pueden hacer entre la vida y
la muerte, entre el jardín y las estaciones?
5. ¿Qué significa en el contexto del poema el verso
“desenterraste mi corazón de tu cantero”?
6. ¿A qué cosas podría temer el yo poético más que a
la muerte?
Escribí un poema en el que la vida desde el inicio has-
ta el fin transcurra en un jardín en donde vos sos el/la
jardinero/a.

3º pista/poema sobre el porvenir


“31 de diciembre, 2001”
1. ¿Qué significa “pero” en el anteúltimo verso?
2. ¿Qué significa para vos ese brazo en alto?
3. ¿Por qué el yo poético habla sobre el 31 a las 12?
¿Qué representa esa fecha y por qué lo relaciona con
la vida?
4. ¿Hay algún atisbo de esperanza en el poema?
¿Y la vida era qué para vos?
¿De qué pérdidas habla este poema?
Todo lo que contestaste en los puntos anteriores, re-
flejalo en un texto/prosa.
Escribir un poema sobre los comienzos de año.

4º pista/poema sobre las mudanzas


“El frasco de miel”
1. ¿Qué lazos hay entre las palabras esquirlas-desas-
tre-mudanza? ¿De qué manera están relacionadas con
el deseo del yo poético?
2. ¿Qué contradicción hay entre el deseo de comer la
58
miel, el deseo de no mudarse?
3. ¿Qué otros tipos de mudanzas hay a partir de dejar la
casa materna/paterna?
4. ¿Con qué otras situaciones dolorosas y dramáticas
personales, podés vincular las palabras “estrelló, añicos
y esquirlas”?
5. Escribí un poema sobre las mudanzas que se viven
en la niñez para llegar a la adolescencia.

5º pista/poema sobre las distancias


“V”
1. ¿Qué significa los dos últimos versos en relación a
todo el poema: “Una cualidad política/que nunca su-
piste aprovechar”?¿Qué es aquello que, en realidad, no
pudo aprovechar?
2. ¿Por qué creés que el yo poético no recibió la visita
desde aquel último día? Anota algunas hipótesis posi-
bles. ¿Pudo haberlo hecho a pesar de la construcción?
3. ¿Es una pareja la que se separa? ¿Qué otro víncu-
lo pueden tener quienes están involucrados en este
poema? ¿Por qué, según tu interpretación, se separan?
¿Qué podrían haber hecho para que esta relación fun-
cionara?
4. ¿Qué creés que siente luego de un año el yo poético
acerca de esta separación?
5. Imaginate un vínculo a distancia, ¿cómo se siente?
Te animo a que hagas una lista de sensaciones y luego,
las vuelques en un poema que nos ayude a entender
cómo es experimentar un amor a distancia y la pérdida
de una relación.
59
3
El reino
de los gestos ajenos
o de los recuerdos
prestados
61
En este reino la memoria es colectiva y se hace en
los retazos de los recuerdos, de los gestos compar-
tidos y recordados de los relatos de los otros. Aquí,
la poesía es gestualidad cifrada en palabras, en los
quehaceres cotidianos de un otro. Poemas como
“Mamá teje” de Beatriz Vallejos, “Nada sin noso-
tros” de Roberto Aguirre Molina, “Ya no voy a ocu-
parme” de Hugo Padeletti, “Utopía” de Aldo Oliva,
“Tu pava y la puerta de tu casa” de Julia Enriquez,
“Suspiros” de Andrea Ocampo, vienen a mostrar
que la palabra poética se presenta como el mo-
mento en el que vivimos y revivimos a partir de
las palabras e imágenes que ya no sabemos sin
son propias o compartidas. Por eso, este reino les
permitirá revisar la memoria colectiva a partir 63
de cierta documentalidad poética y no solo his-
tórica. Pero también, les abre paso a la escritura
creativa como otro modo de pensar la memoria a
partir de lo mínimo y comenzar a recorrer/hacer
una historia que pueda ser poética.
64
Beatriz Vallejos nació en 1922 en Santa Fe, hija de una inmigrante italiana
y un farmacéutico que hablaba en lengua guaraní y disfrutaba leyendo a
los clásicos de la literatura francesa. En 1944 obtuvo el primer premio en el
“Concurso poeta joven inédito” por su poemario “Alborada del canto”. Re-
*
sidente en Rosario, durante el bienio 1948-1949 estudió en la Facultad de
Filosofía y Letras. Junto al artista plástico Carlos Valdés Mujica aprendió la
técnica “laquista”. En 1965 presentó varias muestras individuales en Rosario y
su serie “Del viento y del agua”. Desde entonces, expuso en ciudades de dis-
tintas provincias. Su obra conjuga una mirada poética/plástica del mundo. En
su pensamiento se revela un particular interés hacia la filosofía y la escritura
orientales. Falleció en Rosario en 2007.
Mamá teje

Sólo existen tus manos,


la hebra que trae, a cadencias
el murmullo de un dialecto lejano.
Más allá del mar.
Al pie de la mecedora,
con la muñeca de ojos fijos
viajo contigo en tu ovillo.
Yo que soy una flor
en tus laderas de esmeralda
entiendo mirándote
el lenguaje de la bruma.
65

Beatriz Vallejos
de Collar de perlas, poesía reunida, 2007
66
Roberto Aguirre Molina nació en San Cristóbal en
1953. Escritor, pintor y editor. En 1984 publicó In-
troducción al instante. Le siguieron: La señora virgen
(1985), 46 poemas agua de río (1987), Enero San
*
Cristóbal (plaqueta, 1989), Diario de la Conquista
(1992), Hadado (2000), Ojo conmigo (2000) y
Siego-Los lanzallamas (Rosario, 2000), y el libro
de ilustraciones Sexión de cama (Ediciones Kos-
mos, 1986). Además ha participado en numerosas
antologías.
Nada sin nosotros

Nada hay que no se haya dicho


y lo que no se dijo salta en la mirada
(testigo de los ausentes)
cuando las palabras sobran
Debí callar
para no
anotar este final.
Es tan breve que sólo puedo mirar:
La pena es sagrada y violenta.

Roberto Aguirre Molina 67


de 46 poemas agua de río, 1987
68
Hugo Padeletti nació en Alcorta en 1928. Su relación con la palabra y con
lo visual fue precoz. Fue alumno de Arturo Fruttero y Juan Grela. En 1959
publicó en Buenos Aires en la Editorial Carmina una pequeña selección
que tituló simplemente Poemas. Años después el Buho Encantado pu-
*
blicó pequeña edición de 12 poemas con presentación de Angélica Goro-
discher. El libro por el que alcanzó reconocimiento nacional fue Poemas
1960-1980 que publicó la Universidad Nacional del Litoral. Siguieron
Parlamentos del Viento (Rinzai, 1989), la Obra Reunida en tres tomos La
Atención que publicó también la UNL y que incluye parte de su obra plás-
tica. Por último, Dibujos y poemas 1950-1965 (Editorial Áncora, 2004).
Falleció a comienzos de 2018.
Ya no voy a ocuparme

de la flor del ciruelo,


de la lluvia que cae en el jardín,
de las hojas de jade que palpitan
en el agua de jade.

Me quedo con la impávida ventura


de la taza de té,
con la fresca humedad
de la camelia dibujada.

Ayer es un ciruelo lancinante,


una lluvia que cala el corazón, 69
un deslumbramiento de jade
que fluye, irreparable,
por el río de jade.

Me vuelvo hacia las formas impasibles


de las flores antiguas del papel,
al amor temperado del laúd,
a la rama de incienso de los clásicos.

Hugo Padeletti
de Poemas 1960/1980, 1989
70
Aldo Oliva nació en Rosario en 1927. Publicó sus poemas por primera vez en la revista Pausa,
que dirigía el poeta Rubén Sevlever. Entre 1960 y 1966 participó activamente del MaLeNa
(Movimiento de Liberación Nacional), agrupación política de raigambre universitaria. Por esos
años y hasta entrada la década siguiente coordinó grupos de estudio de literatura y filosofía,
*
actividad que desarrolló indistintamente en aulas y bares de Rosario, Santa Fe y Paraná. En
1976, junto con la llegada del golpe de Estado enviudó de su segunda mujer, madre de sus dos
hijos, y obtuvo el título de Profesor en Letras a los cincuenta años. A partir de 1984 empezó
a desempeñarse como Profesor titular de Literatura Argentina II y Literatura Europea II en la
carrera de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR. A los 59 años publicó su
primer libro, César en Dyrrachium (1986). Murió en Rosario el 22 de octubre del 2000, a los
73 años.
Utopía

Vamos, arráncate ese rencor


que hace existir el trémulo eco
de tu voz; déjalo florecer
en las foliaciones de otra
furia: esa posible ondulación
donde module la incidencia
que emerge de la ávida dulzura
que estremece la esencialidad
de tus manos: ésa, la insumisa,
virtual y real, que armó tu cuerpo
e imaginó tu espíritu.
Desde el balcón 71
aspiro la sombra, casi sagrada,
de otra sombra: algo que fue; pero que,
semental, en una incontinencia
de altura que, a veces, suponemos alma,
transfiguró la tiniebla en una
tenuidad donde poder,
era trama sutil que, locamente,
arrastramos a las configuraciones
del endulcamiento incierto del futuro.

Aldo Oliva
de Poesía completa, 2003
72
Julia Enriquez nació en 1991 en Rosario. Es traductora en inglés y
editora. Cursa la carrera de Filosofía en la Universidad Nacional
de Rosario. Publicó los libros de poesía Futuro brutal (Un ninja sin
capucha es un poeta, 2011), Nuevas pesadillas (Colección Brillo
*
de poesía joven, Iván Rosado, 2012) y Ambulancia improvisada
(Colección Felipe Aldana, EMR, 2014). Sus traducciones de poe-
mas de E. E. Cummings aparecieron en la revista Unión y Amistad.
Forma parte de la antología 30.30: poesía argentina del siglo XXI
(EMR, 2013). Es coautora de la selección de la antología 53/70.
Poesía argentina del siglo XXI (EMR, 2015). Desde el 2010 dirige el
sello editorial Danke.
Tu pava y la puerta de tu casa
eran dos sinécdoques tuyas
hechas a las patadas
daban miedo
como cuando dijiste que ibas
a inventar
algo nuevo
para mí

Julia Enriquez
de Ambulancia improvisada, 2014 73
74
Andrea Ocampo (1968) editó los libros de poesía: Lo bueno breve (Ciu-
dad Gótica, 1998); dale brazos (Ciudad Gótica, 2000); Segunda edi-
ción y sueltos (Ciudad Gótica, 2002); Góndola (El ombú bonsai, 2011)
y Pajarito (Bengala, 2016). Coordina talleres de escritura creativa en el
*
ámbito estatal y privado. Produce y conduce programas de radio de-
dicados a la literatura y zonas aledañas (LT8, Radio Nacional Rosario,
Meridiano, Radio Universidad Nacional de Rosario). Participó en an-
tologías, lecturas, revistas literarias y festivales. Organizó encuentros
de escritores, trabajó como correctora, editora y librera. En su expe-
riencia ha confirmado que la poesía sopla donde puede y siempre es
local en todos lados.
Suspiros

Las niñas de los primeros ochenta


tuvieron barbies. Muñecas barbies
de otra marca, truchas,
que perdían piernas, brazos
y cabezas. Se “descabezaban”
como sus mismas dueñas
cuando se iban los ochenta.
A las barbies todo les quedaba divino:
la ropa, el peinado, los accesorios.
Razón demás para ser altas, flacas
y rubias (Teresa no existís).
Pobre Barbie, nunca pudiste caminar 75
descalza. El piecito
en perpetua puntita,
modelado al zapato necesario
nos robó la infancia. Taco aguja
calibre treinta y siete,
suspiros de mujer frente
al cuero de vaca y el soporte
de madera, sinrazón del anhelo
más profundo
fabricado a tu medida.

Andrea Ocampo
de Góndola, 2011
ACTIVIDADES

*
Prof. Mariana Morosano
Nació en Rosario en 1986. Es escritora, do-
cente de Lengua y Literatura, performer y
gestora cultural. Escribe poesía, narrativa
y literatura infantil. Su primer libro edita-
do fue Escaleras (poesía-Espiral Calipso:
2008) y desde ese momento no ha para-
do de escribir y de producir poéticamente.
Coordinó la editorial Espiral Calipso junto
a la poeta sevillana Rocío Muñoz desde
2008 hasta 2016. Actualmente, coordi-
na el taller de escritura creativa, Patas de
Cabra. Inquieta, además trabaja como lo-
cutora y productora del programa literario
radial Boquitas Pintadas (FM Latina - 94.5).
77

Estamos en el reino de los gestos ajenos


o recuerdos prestados, nos metemos dentro
de este reino sin saber quién es la reina o el rey que
lo gobierna pero estamos advertidos de una cosa: las
leyes del juego para atravesar el camino implican his-
toria y memoria, es decir, recordarnos y recorder
a otros, volver a pasar por objetos, mo-
mentos, personas, sentires, deseos.
Bajo esta lupa vamos a leer los poemas de Beatriz
Vallejos, Aguirre Molina, Hugo Padeletti, Aldo Oliva y
Julia Enriquez y vamos a cruzar las siguientes situacio-
nes que se proponen a continuación…

¡Bienvenidos a la travesía
del tercer reino!

Salir,
mirar y recordar
Partiendo de que las palabras nos rodean tanto como
el mundo nos circunda y que ellas están por todos la-
dos esperando que las descubramos y las nombremos,
78 el primer espacio que encontramos en este reino es el
de salir, mirar y recordar.

Salimos del aula a cualquier lugar. La profesora pro-


pondrá diferentes lugares y vamos a elegir el que más
nos guste.

Importante: tiene que ser el que más


nos guste. Cuando lleguemos a ese lugar nos de-
dicaremos a mirar. Vamos a mirar un rincón, un ob-
jeto, el cielo, animales, plantas, adoquines, baldosas,
mosaicos, personas. Miramos y recordamos.
La consigna es mirar, mirar, mirar y recordar para poder
luego escribir. Recordamos qué cosa de lo que esta-
mos mirando nos lleva a otro lugar, a otro momento,
a otras personas (que seguramente no estarán allí en
presencia física pero que sí forman parte o han forma-
do parte de nuestras vidas).

Entonces, por ejemplo, de las manos de un compa-


ñero o de una compañera podemos pensar palabras o
versos que hablen de las manos de nuestros padres o
de nuestros abuelos como lo hace Beatriz Vallejos en
su poema...

O de una flor que caiga de la planta del patio podemos


armar una poesía que recuerde otras flores de nuestra
infancia como aparece en el poema de Hugo Padeletti…

O, tal vez, de la expresión enojada o preocupada de un


compañero o de la profesora podemos pensar poéti- 79
caente una sensación o estado de ánimo que recor-
demos haber tenido como escribe Aldo Oliva en su
poema “Utopía”.

Juguemos a ser dobles observadores del presente y


del pasado y busquemos aquellas palabras que han
estado siempre en nuestra memoria.

Escribámoslas en un papel, en el
cuaderno, en la mano, con birome o
fibra. No importa cómo pero
escribamos esas palabras
y hagamos pequeños versos que
cuenten nuestro mundo.
Metafóricamente
hablando
La metáfora es la creación de un significado a partir de
dos elementos que mezclan sus significados propios y
que tienen una relación de semejanza, es decir, hay algo
común entre esos dos elementos, algo que los une.

Por ejemplo, en el poema de Andrea Ocampo, ella


habla de un taco aguja calibre treinta y siete, sabe-
mos que los zapatos no tienen calibre, sí lo tienen, en
cambio, las armas. Aquí, entonces, hay una similitud:
el número del zapato es el calibre del taco que parece
ser un revólver. Pero, ¿qué es un revólver sino un arma
para ejercer poder? Aquí hay, entonces, otra similitud:
la del zapato con el arma puesto que, podemos decir
80
que en el poema el zapato aparece como posible arma
de seducción.

En este trayecto, discutan esta metáfora y piensen


otras, pueden buscar en los otros poemas o pensar
metáforas que aparezcan en canciones, pero lo más
importante de este momento es la siguiente travesía:
¿Qué metáfora pueden escribir uste-
des? ¿Cómo podrían contar un recuer-
do de forma metafórica?
Hagan sus metáforas.
Si después de observar y recordar
pueden crear,
¡ya casi es suyo el reino!
¿Saben,
saben lo que hizo?
Saben, saben lo que hizo es un verso muy famoso de
una canción de María Elena Walsh, “La canción del
Monoliso” y viene a cuento de este último recorrido
porque ¿saben cuántos años tenía María Elena Walsh
cuando escribió y publicó su primer libro de cuentos?
María Elena tenia quince años. ¿Se puede ser
escritor a los quince años? ¡Parece que sí!
Los escritores que leímos en este reino tienen diferen-
tes edades. Averiguá qué hicieron, qué hacen, cuándo
nacieron, cuando comenzaron a escribir.

Julia Enriquez comenzó a escribir de muy joven. ¿Cuán- 81


do habrá escrito “Tu pava y la puerta de tu casa”? Pensá
un poema que tenga dos objetos como este que es-
cribió Julia y otra vez escribilo donde y como quieras.

¿Ya está todo el recorrido atravesado?


Sin trampas ni copiar nada que nuestra
palabra es preciosa porque
¡ES NUESTRA!
¿Todo terminado? Bueno, felicitaciones,
has llegado a conocer quién reina en
este reino de los gestos ajenos o de los
recuerdos prestados:
VOS.
4
El reino
de las palabras
imposibles

83
En este reino, los poetas comparten con los lecto-
res las posibilidades y las imposibilidades de las pa-
labras como un terreno fértil para la proliferación
poética. Las preguntas por cómo escribir, cómo
compartir, cómo contar lo que se siente en palabras
es un desafío del lenguaje pero también del senti-
do conjugado en todos los niveles del lenguaje. En
el terreno de este reino los seres y las palabras se
juegan y se conjugan en el desafío de poder hacer
visible lo que el léxico no alcanza. Sin embargo, es
en la multiplicidad de los sentidos (el tacto, el oído,
etc.) que se le hace trampas al lenguaje, en términos
de Barthes. En este reino aparecen a partir de poe-
mas como “Inherencia” de Mirta Rosemberg, “I” de
Gabby De Cicco, “El poema malo” de Estela Figueroa, 85
“Ars poética” de Arturo Fruttero, “De la manera en
que me salvo” de Alejandra Méndez Bujonok y “Ori-
gen” de Maia Morosano; dinámicas del decir que
ponen a la vista el lenguaje como comunicación y
transparencia. En este reino se evidencia mediante
un trabajo de lectura se vehiculiza en la musicalidad
del poema, que no existe un modo sino modos de-
cir. Mediante el recorrido de estos poemas, podrán
deshacerse de la noción equívoca del lenguaje que
dice siempre y siempre igual. Los poemas que deam-
bulan en este reino abren a los lectores el poder
de reflexionar sobre el propio decir, la verdad y la
construcción de la realidad.
86
Mirta Rosemberg nació en Rosario en 1951. Es traductora en inglés
y en francés. Entre los poetas traducidos de la lengua inglesa se en-
cuentran: Auden, Mansfield, Derek Walcott, Marianne Moore, Hilda
Doolittle, James Laughlin y Seamus Heaney. También ha traducido
*
novelas, artículos, ensayos, relatos. Su primer libro de poesía es Pasa-
jes (1984), Madam (1988); Teoría sentimental (1994); El arte de perder
(1998). Estos cuatro libros hoy agotados en sus primeras ediciones,
conforman el grueso de la obra reunida de Rosemberg, El árbol de las
palabras, que apareció en 2007. Ahí también se incluyen poemas de
dos libros por venir, uno titulado Bestiario íntimo y otro Observaciones
concretas.
Inherencia
A mis hijos

No puedo ser la acacia,


Y debería. La realidad
Es siempre poca
y no parece

ser la última. Tampoco


la primera, que develaría
el hoy.
Hoy

He mirado la acacia y la sucia


combadura del pasto en la llovizna 87
sin atreverme
a comprenderlas.

Pero sé que debo amar


lo incomprensible, con este amor
improbable.
Ser persona.

es estar desesperada
por los modos del amor y el nudo
donde lo dicho enmudece:
lo único
posible de las cosas es nombrarlas
en un rodeo sin fin mientras se mueven
de lugar.
Nuestra propia quietud
Aquí
es delgada y grueso
el movimiento que alarga
la transición de ser a deshacer
La realidad

en imposibles: la idea de la rosa


en su buen uso
hace a la rosa posible
entre las horas
88
que la gravedad del cuerpo arrasa
en un girar de grupas vueltas
o volteretas.
Más allá se empaña

la reja de los años


del espejo donde antes
yo era verde.
Ahora

soy de ese color verde


toma con el tiempo y en el tiempo
abusa el ojo
del sujeto
de la rosa, de la acacia que deshoja
al azar el contratiempo
del género mujer-
hombre-

y objeto que soy cuando me nombro


así sujeta, que ni acorta,
ni descarta, ni parece
estar

pero siempre.

Mirta Rosemberg
de Pasajes, 1984 89
90
Gabby De Cicco (1965) nació un 7 de abril, como Gabriela Mistral, Billie Holiday y Victoria
Ocampo. Amante de la literatura, la música y la fotografía, su curiosidad y deseo la lleva-
ron a transitar el camino de la poesía, el ensayo, el periodismo, la traducción, la fotografía
y los blogs. Como lesbiana feminista, su motto es Lo personal/poético es político. Ha
*
publicado cinco libros de poemas: Bebo de mis manos el delirio (Spectrum, 1987), Jazz me
blues (EMR, 1989), La duración (Nusud, 1994), Diario de estos días (Ediciones del Dock,
1998) y Queerland (Hipólita Ediciones, 2011) y La tierra de los mil caballos (Baltasara edito-
ra, 2017). Coordina talleres de escritura y lectura. En 2000 fundó RIMA - Red Informativa
de Mujeres de Argentina y en 2005 participó en la creación de Hipólita Ediciones. Su
blogonovela lésbica, La lesbiana argentina puede leerse aún en línea.
I

¿Qué ideograma
o qué idea puede
trazar el perfil,
el cuerpo desaparecido?

Gabby De Cicco
de Queerland, 2010

91
92
Estela Figueroa nació el 12 de agos-
to de 1946 en la ciudad de Santa Fe,
donde reside. Publicó Máscaras suel-
tas (1985; edición italiana: Maschere
*
Mobile, Florencia, 1987), El libro rojo
de Tito (reportaje, 1988) y A capella
(poesía, 1991), y compiló un volu-
men de ensayos, Un libro sobre Bioy
Casares (2006).
El poema malo

Amortajado por una red de palabras


tachaduras y manchas
conservo del poema malo
su esqueleto precario.

Digo que la idea no era mala


así como puedo decir de otra mujer
–No es fea.
Pero si una buena idea
no es perfectamente desarrollada...
Pero si una mujer hermosa
no lleva un hermoso vestido... 93

En el cajón de la mesa lo escondí


junto con remedios, resultados de análisis y facturas.
¡Y pensar que lo escribí creyendo
que lo llevaría sobre la frente
incrustado como una perla
o un pequeño ojo perfecto
que reflejaría el mundo!

Estela Figueroa
de Máscaras sueltas, 2009
94
Arturo Fruttero nació en 1909 en Tortugas. Estudió en Cañada de
Gómez, Rosario y Córdoba, donde terminó Farmacia. Desempeñó
tareas culturales en Amigos del Arte y en el Colegio Libre de Estudios
Superiores. En 1944 publicó su único libro: Hallazgo de la roca. Par-
*
ticipaba de las reuniones intelectuales que se realizaban en la casa
del arquitecto Ángel Guido o en el bar Savoy, y colaboró en diversas
revistas de la época. Traductor consecuente de poesía, se destaca su
versión de Las flores del mal de Baudelaire. Vivió dos años en Campo
Viera, Misiones, donde habría escrito uno de los poemas más conoci-
dos: Fruttero se va al campo. Regresó a Rosario, se instaló después en
Colonia Belgrano, y allí murió el 10 de agosto de 1963.
Ars poética

Para cuando la marea del silencio revierta su pleamar sobre


/la calle y sobre el alma,
Y nada turbe ni conturbe a las cuerdas sin cuento del
/corazón,
Y el espíritu cuele en su aire diáfano la transparencia lúcida
/del éxtasis,
Mi verso luzca con luces multiplicadas de diamante
/manifiesto,
Mi verso vuele sobre el viento que le anima,
Mi verso alcance la realización de su destino en su delicia
/fugitiva
O en su victoria definitiva, 95
O en la justa muerte de lo inane y lo inconsútil.

(1942)

Arturo Fruttero
de Hallazgo de la roca, 1944
96
Alejandra Méndez Bujonok nació en 1979 en
San Cristóbal, Santa Fe, reside en Rosario. Es
poeta, guionista y productora cultural. Ha or-
ganizado encuentros literarios en su provin-
*
cia, ha colaborado en diversas revistas lite-
rarias del país y ha participado en diferentes
festivales de Poesía nacionales e internacio-
nales. Ha publicado el libro de poesía, Tarde
Abedul en Editorial La pulga renga (2013).
De la manera en que me salvo

No uso reloj en la muñeca


(es triste el mundo de los ajustados)

No uso gafas oscuras de sol


(es triste el mundo de los escondidos)

No uso paraguas de la lluvia


(es triste el mundo de los protegidos)

Me salvo así
(o eso creo)
97
De pensar el control de los objetos.
De pensar la distancia de los otros.
De pensar que la lluvia es una maldición.

Alejandra Méndez Bujonok


de Tarde Abedul, 2013
98
Maia Morosano nació en Rosario en 1986. Es escritora, docen-
te de Lengua y Literatura, performer y gestora cultural. Escribe
poesía, narrativa y literatura infantil. Publicó Escaleras (poesía,
Espiral Calipso: 2008), La reina de mi país (poesía, 2009), Las
*
Gracias y las Horas (poesía, 2013), La Malcriada (poesía, 2015),
La puerta (novela, 2016) y La princesa gulicondesa (cuento in-
fantil, Gobierno de Santa Fe y Área de Diversidad Sexual de la
Municipalidad de Rosario: 2016). Lleva adelante en compañía
de Luciana Fernández “La malcriada de tu lengua”, un proyec-
to de presentaciones performáticas de poesía (2012-2016).
Origen

Primero fue femenina


después masculino
o tal vez fue femenino
y después masculina.
¿La jaula o el pájaro
se comen el huevo?
Los discursos mastican el origen,
mientras tanto,
no hay historia que no cocine
un buen guiso de gallina.
Los padres pusieron la semilla,
la monstrua creció para adentro. 99

Maia Morosano
de Las gracias y las horas, 2013
ACTIVIDADES

*
Silvina Guala
Vive en Rosario. Trabaja en clínica fonoau-
diológica y coordina espacios literarios con
la Municipalidad de Rosario. Estudia psicoa-
nálisis y escribe poesía, Algunos de sus tex-
tos fueron editados en antologías en espa-
ñol y portugués: Poetas Rosarinos (Concurso
de poesía 2000 - UNR Editora), Coletânea
Prêmio OFF FLIP de Literatura (Off Flip Edi-
tora 2007 y 2008), Corte al bies veinte16
(GatoGrillé Ediciones, 2016) y dos libros de
poesía: Palabras de terra e alma (Edición ar-
tesanal y bilingüe- 2007) y Trazos (Editora
Textos intrusos 2012).
101

En este reino se propone jugar con la imposiblidad


para crear y atraversarlo. Así Silvina eligió el poema
“Inherencia” de Mirta Rosemberg para mostrarnos la
actividad. Pero es solo una muestra.

¡Podemos jugar con el que querramos!


Todos ellos buscan posibilitar lo impo-
sible del lenguaje.
¡A estirar los límites para hacer con ellos una cama
elástica que nos permita habitar y ver el mundo desde
todas partes!
De lo imposible de la palabra
a la palabra imposible
o el poema
Sentidos-sonidos-grafías: palabra
1. Sintetizar en una palabra el poema elegido.
2. Intentar dibujarla a modo de poema concreto, cali-
grama.
3. Armar una red semántica o trama de palabras, en-
torno a la palabra elegida.
4. Armar una lista de palabras relacionadas con la pa-
labra elegida a partir del sentido o de la sonoridad de
la misma.

102
Hagámosle trampa al lenguaje con el poema de Rosemberg,
“Inherencia”. Leánlo atentamente y luego, anímense a probar
las actividades. Nosotros lo hicimos y surgió lo siguiente:

1. Verde

2.Verde – de la v un ave, de la r raíces y de la d ramas


(con eso digo del verde algo más que la palabra)

3. Verde:
- árbol, hierba, naturaleza, parque, yuyo, selva,
color, esperanza, hojas, fotosíntesis, militar
- pierde, arde, ver, de, cede, verte, verse, verme
- Averdeanza – ramayuyo – ardeaveselva
4. ave verde
en selvas de palabras
hojas por las ramas
del árbol que nació

Ahora prueben ustedes,


les prometemos
que queda en este reino
el secreto sobre
cómo poder decir
lo imposible.

103
Bibliografía

Teóricas-críticas
Genovese, A. (2011). “Poesía y modernidad. La poesía
como discurso “inactual´’. Leer poesía. Lo leve, lo grave, lo
opaco. Fondo de cultura económico: Buenos Aires. pp.
15-22.
Romera, A. Retórica. Manual de retórica y recursos es-
tilísticos. Recuperado en http://retorica.librodenotas.
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Corpus poético
Aguirre Molina, R. (2006). 46 poemas agua de río (1987) 105
en Pisada. UNL Ediciones: Santa Fe.
Bellesi, D. (2009). El jardín (1992) en Tener lo que se tiene.
Poesía reunida. Adriana Hidalgo: Buenos Aires.
Bertone, C. (1993). Citas. Ediciones Bajo la luna: Buenos
Aires-Rosario.
De Cicco, G. (2011). Queerland. Hipólita Ediciones: Ro-
sario.
Enriquez, J. (2014). Ambulancia improvisada. EMR: Ro-
sario.
Figueroa, E. (2009). Máscaras sueltas. A capella Ediciones
UNL: Rosario.
Fruttero, A. (2001). Hallazgo de la roca (1944) en Obra poé-
tica y Otros Textos. EMR, Rosario.
Gandolfo, F. (1977). Poemas joviales. La lágrima trifurca:
Rosario.
Laurino, V. (2006). 25 malestares y algunos placeres. Ciu-
dad Gótica: Rosario.
Méndez Bujonok, A. (2013). Tarde Abedul. La Pulga
Renga: Rosario.
Monchietti, G. (2013). 3 cilindros. Escafandra editorial:
Rosario.
Morosano, M. (2003). Las gracias y las horas. La pulga
renga: Rosario.
Moscovich, C. (2012). La manguera. Ediciones Diatriba:
Santa Fe.
Oliva, A. (2003). Poesía completa. EMR: Rosario.
Padeletti, H. (1999). La atención: obra reunida. Poemas ver-
bales - poemas plásticos. Universidad Nacional del Litoral:
Santa Fe.
106 Pedroni, J. (1984). Gracia plena. Colmena: Santa Fe.
Rosemberg, M. (2006). Pasajes (1984) en El árbol de las pa-
labras. Obra reunida 1984/2006. Bajo la luna: Buenos Aires.
Vallejos, B. (2007). Collar de perlas. Obra reunida. EMR-
UNL ediciones: Rosario.
Vignoli, B. (2009). Bengala. Bajo la luna: Buenos Aires.
Índice

7 Agradecimientos
9 Rosario se lee
11 Presentación

17 El reino de los mapas internos


35 Actividades por Florencia Giusti

39 El reino de los afectos perdidos


55 Actividades por Carolina Quiroga

61 El reino de los gestos ajenos o de los recuerdos prestados


77 Actividades por Mariana Morosano 107

83 El reino de las palabras imposibles


101 Actividades por Silvina Guala

105 Bibliografía

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