Horizontes - Francisco Antonio Cano
David Madrid Restrepo – César Luis Hoyos
Para dar un contexto y una mejor imagen de la obra “Horizontes” hecha por Francisco
Antonio Cano, primero es importante analizar los componentes y actores plasmados en la
obra, es por esto que es importante observar primero que todo la figura central, el
campesino extendiendo su mano izquierda hacia el horizonte y en su derecha sosteniendo
un hacha, lo cual es una analogía al trabajo; en esta escena se puede ver cómo Francisco
plasma al campesino en un estado como el ser humano en la obra de Miguel Ángel, La
creación de Adán, donde el sujeto, en este caso, el campesino, estira su mano hacía en el
horizonte, refiriéndose al futuro. También se puede observar a su esposa, quién también es
madre y sostiene a su hijo entre sus brazos, donde se puede evidenciar cómo el autor de la
obra quería plasmar la importancia y la relevancia de la familia para la sociedad paisa, pues
para los antioqueños en general, la familia es sagrada.
No es un secreto que la obra es un clásico representativo en el arte de Antioquia, no solo
porque su autor es un gran actor en la historia del arte de Antioquia, sino también porque
sus obras siempre tenían el enfoque no espontáneo, con un toque sugestivo de la realidad
sobre el desarrollo del campesino en este caso, pues se observa a un campesino con su
esposa, donde toda la ambientación está inspirada en su infancia y lugar de donde creció,
pues él nació en una vereda del municipio Yarumal y todo esto tuvo influencia en su
desarrollo como profesional en el arte.
La obra representa la ruptura de muchos esquemas y estándares sociales para la época de su
publicación en Colombia, pues para la época, la perspectiva de la sociedad era
completamente distinta, junto con su percepción de ver y comprender el mundo; abriendo
nuevas realidades, nuevos puntos de vistas, que permitieron criterios inéditos, donde la
naturaleza del ser campesino se ve enfrentada por la dualidad de las dificultades en su
arduo trabajo, junto con la unidad familiar que representa una dignidad moral superior para
el individuo.
El nombre de la obra viene específicamente debido a que los individuos están apuntando
hacia el mismo horizonte, que es una clara analogía de que la familia de clase trabajadora
está en busca constante de un futuro seguro y estable económicamente, para garantizar que
no se segreguen ni se creen divisiones en su unión familiar, pues ese es uno de los pilares
fundamentales no solo de la obra, sino del antioqueño trabajador.
Esta pintura rememora el pasado, pues está situada en una época donde la colonización
había culminado y las tierras entraban en procesos de transformación y modernización a
través de los trabajos. También se puede observar cómo en la obra se dan características de
tipo románticas, volviendo al tema de la comparación entre la obra de Miguel Ángel con la
de Francisco, pues se puede observar al arriero como si fuera adán y a sus tierras, que es
hacia dónde él apunta, como si fuera Dios.