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Curso Básico de Formación y Preparación de Secretarios del Poder Judicial de la
Federación Estudios de Especialidad Ciclo 2018.
Actividades 3 y 4 de la segunda entrega de las tutorías.
Tutor: Lic. Luis Antonio Martínez Chávez.
Alumno: Lic. Andrés Escareo Barrera.
Fecha de entrega: 01/octubre/2018.
Actividad 4. El alumnado deberá realizar en forma individual un análisis crítico del amparo
en revisión 59/2016 de la Segunda Sala del Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el
que deberá externar una opinión fundada y motivada sobre el tema “juzgar con perspectiva
de género”.
Antecedentes del caso: El quejoso presentó un amparo indirecto, que por cuestión de turno
le correspondió conocer al Juzgado Primero de Distrito en el Estado de México, señalando
como actos reclamados, los siguientes:
a) La aprobación, promulgación y orden de publicación de los artículos 201 y 205 de la Ley
del Seguro Social; así como del artículo 171 de la Ley Federal del Trabajo; b) La
aprobación de los artículos 2, 3, 9 y 16 del Reglamento para la Prestación de los Servicios
de Guardería del Instituto Mexicano del Seguro Social; c) La autorización del artículo
8.1.3 de la norma que establece las disposiciones para la operación del Servicio de
Guardería del Instituto Mexicano del Seguro Social; d) La emisión y ejecución del oficio
de fecha dieciséis de febrero de dos mil quince, por el cual, se dio contestación a la
solicitud del quejoso, en el sentido de que no era posible proporcionar el servicio de
guardería al menor.
Por una parte, el Juez de Distrito consideró que el oficio cuestionado no puede considerarse
un acto de una autoridad para efectos del amparo, pues las actuaciones del Instituto
relativas a las prestaciones otorgadas por la Ley del Seguro Social no se encuentran
revestidas de imperio frente al particular, ya que carecen de unilateralidad, coercibilidad e
imperatividad, propios de un acto de autoridad.
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Por otro lado, el quejoso en sus agravios principalmente arguyó que, los actos reclamados
se trataban de un amparo contra leyes, por lo que el Instituto es autoridad demandada
únicamente por lo que hace a la aplicación de una de las normas que se combaten, de tal
forma que como consecuencia de la declaración de inconstitucionalidad que se haga de la
norma general, su acto de ejecución correría la misma suerte.
Por último, la Segunda Sala de la Suprema Corte Justicia de la Nación resolvió que era
indebido el sobreseimiento decretado en primera instancia respecto al acto atribuido al
Instituto Mexicano del Seguro Social, pues en el caso se impugnó la constitucionalidad de
diversas normas jurídicas como actos reclamados y el juicio de amparo es procedente, al
margen de que el acto de aplicación provenga de un ente asegurador, pues en casos así, la
aplicación puede provenir no solo de autoridades sino también de un particular.
Aunado a que el Instituto Mexicano del Seguro Social actúa en su carácter de ente
asegurador y, por tanto, puede cuestionarse que sea autoridad para efectos del juicio de
amparo, determinando que los artículos señalados como inconstitucionales generan una
clara distinción del beneficio del servicio de las guarderías, al otorgarlo en forma exclusiva
a las aseguradas, cuya única condición es la de ser mujer; mientras que, para los
asegurados, establece una serie de requisitos, en su condición de padres o para los hombres
que tengan la guarda y custodia de un menor.
Concluyendo la Sala, que el hombre, al igual que la mujer, tiene derecho a acceder al
servicio de guardería que, en su carácter de aseguradas, el Instituto les presta en forma
amplia a ellas; pues no existe ninguna justificación legal, constitucional ni convencional
que los prive de obtenerlo en igualdad de condiciones, en la medida de que ambos son
iguales ante la ley.
Opinión fundada y motivada sobre el tema “juzgar con perspectiva de género:
En principio es necesario remitirnos al artículo cuarto constitucional, mismo que establece
que el Varón y la Mujer son iguales ante la ley. De igual forma, el numeral primero
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constitucional contempla la prohibición de toda discriminación motivada por origen étnico
o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de
salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra
que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos
y libertades de las personas.
Atendiendo a la reforma constitucional que se efectuó al artículo primero de nuestra Carta
Magna, el marco jurídico internacional se basa principalmente en los numerales 2.1, 3 y 26
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que en su parte conducente
establece lo siguiente:
Artículo 2.1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar
y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su
jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
Artículo 3. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres
y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en
el presente Pacto.
Artículo 26. Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación
a igual protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y
garantizará a todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier
discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o
de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social.
Por su parte, en materia de Juzgar con Perspectiva de Género, el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, obliga a los Juzgadores a contemplar, entre
otros aspectos, lo siguiente:
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Artículo 2.2 Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el
ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
Artículo 3. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los
hombres y a las mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos, sociales y
culturales enunciados en el presente Pacto.
En consecuencia, los Órganos Jurisdiccionales tienen que conocer estas herramientas de
interpretación con la finalidad de lograr una efectiva igualdad respecto al asunto que pone a
su arbitrio el Justiciable, acatando los impartidores de Justicia el mandamiento
constitucional y convencional.
En el presente caso, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación realizó
un examen detallado para explicar la discriminación en la norma secundaria que regula el
Servicio de Guardería que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social a sus asegurados;
en este sentido, las distinciones desarrolladas por leyes o actos deben ser sometidas a un
análisis sobre la compatibilidad de esas distinciones con el principio de igualdad, no
discriminación por razón género y respecto al interés superior del menor.
Como bien se explica en la resolución analizada, muy especialmente en su página 31, la
justificación de la Exposición de Motivos de la Ley del Seguro Social respecto al servicio
de guarderías, surgió a raíz de que la mujer pudiera acceder con mayor facilidad a la vida
económica y laboral, una vez que nacieran sus hijos, no obstante, las necesidades y
derechos de la sociedad han ido evolucionando, por lo tanto, tales avances deben ajustarse a
los estándares internacionales en materia de derechos humano, por ejemplo, en la
actualidad los roles del cuidado y desarrollo del menor no son tarea exclusiva de las
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mujeres, en la medida de que el hombre también se encuentra vinculado al cuidado de sus
hijos, razón por la que éste debe ser tratado en igualdad de circunstancias.
En suma, y como lo apunta la Sala, no existe razón alguna para que se obstaculice o limite
su derecho a obtener el beneficio de las guarderías en las mismas condiciones en las que se
brinda a las mujeres, atendiendo al principio de igualdad, no discriminación por razón
género y al interés superior del menor.
De acuerdo al numeral 4 Constitucional, establece que todas las decisiones y actuaciones
del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez,
garantizando de manera plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la
satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento
para su desarrollo integral.
Dicho numeral con relación al primero de la Carta Magna, tutela la igualdad entre y la
mujer y, en específico, por la eliminación de la discriminación por razón de género,
velando en que los hombres y mujeres se encuentran en igualdad de circunstancias, no sólo
porque se trata de personas humanas, sino también porque ambos se ubican en la misma
situación.
En conclusión, la resolución comentada analizo todo los factores descrito, en particular un
método que implica una evaluación casuística sobre si la distinción ha sido objetiva,
razonable y proporcional y necesaria, situación que no advirtió el Juez de Distrito al emitir
su sentencia, sin embargo, aplicando los métodos de interpretación para Juzgar con
Perspectiva de Género, y conocer su correcta aplicación, nos conducirá a compartir los
razonamientos que concluyó la Sala, al resolver el amparo en revisión 59/2016.
En ese contexto, los articulo impugnados de la Ley Secundaria del Instituto Mexicano del
Seguro Social, son claramente transgreden el principio de igualdad, no discriminación por
razón género y al interés superior del menor, en consecuencia, se debe seguir inaplicando
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su reglamentación y en un momento dado, la legislación debe ajustarse a los estándares
nacionales e internacionales en materia de derechos humanos.