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TUTELA Y CURATELA
La tutela y la curatela son dos instituciones jurídicas que tienen como objetivo proteger
a personas consideradas incapaces por el Derecho Civil. La principal diferencia entre ellas es la
capacidad de la persona:
Tutela
La persona sujeta a tutela carece de capacidad y necesita una representación en todos
los aspectos. El tutor debe informar al tribunal, al menos anualmente, acerca de las condiciones
físicas del pupilo. La tutela puede ser designada por testamento o por el Tribunal.
Curatela
La persona sujeta a curatela es capaz, pero sólo requiere un complemento de
capacidad. El curador es responsable de la protección y administración del patrimonio
financiero del protegido, bajo la supervisión del tribunal. La curatela es una medida de apoyo
para el ejercicio de la capacidad jurídica, constituida mediante resolución motivada por la
autoridad judicial cuando no exista otra medida de apoyo suficiente para la persona con
discapacidad.
Tanto la tutela como la curatela son figuras tradicionales de origen romano que
aparecen reguladas en el Código Civil.
Las funciones de tutor son la guarda y custodia del menor o incapaz, así como su
protección, educación, asistencia, alimentación y rehabilitación, cuando éste no tiene
ascendientes, o cuando éstos no pueden cumplir con el ejercicio de la patria potestad. El
curador tiene obligación de defender los derechos del menor o incapacitado cuando se
encuentren en oposición con los del tutor; vigilar la actuación, proceder y conducta de éste y
cumplir cualquier otra obligación que la autoridad o la ley le señalen.
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TUTELA
Tutelar es cuidar y proteger. Al tutor le corresponde proteger los intereses del pupilo,
tanto personales como patrimoniales. Así las cosas, se puede afirmar que la función del tutor
es la de proteger a la persona del incapaz, procurando su bienestar y administrar su patrimonio,
siempre para beneficio del pupilo.
La tutela es supletoria de la patria potestad, a través de la que se provee la
representación, la protección, la asistencia de aquellos que no lo pueden hacer por sí mismos a
los incapaces, para intervenir y representarlos en su actividad jurídica.
En el caso de los menores de edad, la institución de la tutela es una figura subsidiaria
de la patria potestad, ya que sólo se nombra tutor para un menor por un juez de lo civil o de lo
familiar, cuando aquel no tiene ascendientes, o que, teniéndolos, éstos no pueden cumplir con
el ejercicio de la patria potestad.
Objeto de la tutela
a) La guarda de la persona y bienes de aquellos que no estando sujetos a la patria
potestad tienen incapacidad natural y/ o legal para gobernarse por sí mismos.
b) La representación interina del incapaz en los casos que señale la ley.
c) El cuidado preferente de los incapacitados.
d) La guarda y educación de los menores de conformidad a las modalidades que
estipulen las resoluciones que dicte la autoridad competente, de conformidad a la
ley para el Tratamiento de Menores Infractores para el Distrito Federal en Materia
Común y para toda la República en Materia Federal.
III. Partes en el ejercicio de la tutela
En el ejercicio de la tutela encontramos a aquellos que se encuentran sujetos a ella, y a
aquellos que la ejercen.
Quedan sujetos a la tutela:
1) Los menores de edad.
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2) Los mayores de edad que por causa de enfermedad reversible o irreversible,
o que, por su estado particular de discapacidad, ya sea física, sensorial,
intelectual, emocional, mental o varias de ellas, no puedan gobernarse, obligarse
o manifestar su voluntad por sí mismas o por algún medio que lo supla.
Ejercen la tutela:
1) Las personas físicas pueden ejercer el cargo de tutores o curadores respecto
de tres personas incapaces.
2) Las personas morales, sin fines de lucro, cuyo objeto es la protección y
atención de las personas con discapacidad, podrán ejercer la tutela de personas
mayores de edad que por causa de enfermedad reversible o irreversible, o que
por su estado particular de discapacidad, ya sea física, sensorial, intelectual,
emocional, mental o varias de ellas, no puedan gobernarse por sí mismas.
Cuando se trate de tutela testamentaria o dativa, la persona moral deberá
presentar informe anual pormenorizado a los ascendientes o descendientes del
pupilo o al juez de lo familiar, respectivamente.
Características
La tutela es un cargo de interés público, del que nadie puede eximirse sino por causa
legítima. El que se niegue, sin causa legal, a desempeñar el cargo de tutor, será responsable
por los daños y perjuicios que de su negativa resulten para el incapacitado. La tutela se ejerce
por el tutor con intervención del curador, del juez de lo familiar, del consejo local de tutelas y del
Ministerio Público. La tutela se ejerce por un solo tutor, excepto cuando por las condiciones
específicas del incapaz convenga nombrar un tutor para la persona del pupilo y otro para la
administración de los bienes. Las personas físicas pueden ejercer el cargo de tutores o
curadores respecto de tres personas incapaces. Si los últimos fueran hermanos, coherederos o
legatarios y más de tres, se les podrá nombrar un solo tutor y un solo curador. Las personas
morales podrán ejercer la tutela de personas mayores de edad que por causa de enfermedad
reversible o irreversible, o que, por su estado particular de discapacidad, ya sea física,
sensorial, intelectual, emocional, mental o varias de ellas, no puedan gobernarse por sí
mismas. Cuando fallezca la persona que ejerce la patria potestad sobre un incapaz, al que
deba asignarse tutor, el albacea o en caso de intestado, los parientes y las personas con los
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que haya vivido tienen obligación de avisar al juez de lo familiar dentro del término de ocho días
siguientes al fallecimiento, para que se le nombre tutor. Los jueces del registro civil, las
autoridades administrativas y las judiciales tienen obligación de avisar al juez de lo familiar, los
casos en que se debe nombrar tutor, cuando por sus funciones conozcan de ello. Los tutores y
curadores no pueden ser removidos de su cargo sin antes ser oídos y vencidos en juicio
Tipos de tutela
La tutela puede ser:
a) Testamentaria.
b) Legítima.
c) Dativa.
Testamentaria
Es la que se determina por testamento y procede, exclusivamente, en los siguientes casos:
a) Cuando sólo uno de los progenitores continúa vivo y previendo su muerte designa
tuto para aquellos sobre los que ejerce la patria potestad, menores de edad, incluyendo
el hijo póstumo. Este nombramiento excluye del ejercicio de la patria potestad a los que
corresponda con arreglo a la ley. Cuando los ascendientes excluidos se encontrarán
incapacitados o ausentes, la tutela terminará cuando cese el impedimento o se
presenten los ascendientes, salvo que el testador haya establecido expresamente que
la tutela continúe a pesar de ello.
b) Cuando el testador deje bienes, ya sea por legado o por herencia, a un incapaz que
no se encuentre bajo su patria potestad ni la de otro.
c) El ascendiente que ejerce la tutela sobre un hijo incapaz mayor de edad sujeto a
interdicción, por causa de enfermedad reversible o irreversible, o que por su estado
particular de discapacidad, ya sea física, sensorial, intelectual, emocional, mental o
varias de ellas, y que no puede gobernarse por sí mismo, podrá nombrar tutor cuando
sea el
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único sobreviviente de los progenitores o es el único que ejerce legítimamente la tutela.
d) El ascendiente que ejerza la patria potestad o la tutela de una persona incapaz mayor
de edad que se encuentra afectado por una enfermedad crónica o incurable, o que por
razones médicas se presuma que su muerte está cercana o es cierta, podrá, sin perder
sus derechos, nombrar tutor y curador para su pupilo, prevaleciendo este nombramiento
a cualquier otro hecho anteriormente o por testamentos anteriores
LEGÍTIMA
La tutela legítima es aquella que a falta de nombramiento testamentario es designada
por la autoridad judicial y que recae sobre miembros de la familia o de aquellos que no lo son,
pero son designados por ley.
La tutela legítima se divide en:
1) La de los hijos menores de edad.
2) La de los hijos mayores de edad incapacitados.
3) La de los menores abandonados y de los acogidos por alguna persona o depositados
en establecimientos de asistencia.
La de los hijos menores de edad procede cuando no hay quien ejerza la patria potestad
ni tutor testamentario, o cuando deba nombrarse tutor por causa de divorcio.
La tutela legítima será ejercida únicamente por los hermanos, prefiriéndose a los que lo
sean por ambas líneas y a los demás parientes colaterales, dentro del cuarto grado, inclusive,
cuando no haya hermanos
En el caso de que existan varios parientes del mismo grado, el juez de lo familiar será el
que elija de entre ellos al más apto, sin embargo, si el menor ya cuenta con dieciséis años, éste
hará la elección.
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TUTELA DATIVA
Es aquella que surge a falta de tutela testamentaria y de tutela legítima, y la que
corresponde a los menores emancipados para casos judiciales.
Esta clase de tutela procede:
a) Cuando no hay tutor testamentario ni persona a quien conforme a la ley corresponda
la tutela legítima.
b) Cuando el tutor testamentario esté impedido temporalmente de ejercer su cargo, y no
hay ningún pariente; es decir, hermanos o colaterales hasta el cuarto grado.
c) La tutela para asuntos judiciales del menor de edad emancipado siempre será dativa
d) En el caso de que el menor contará o adquiriera bienes, se nombrará tutor dativo.
El tutor dativo será designado por el menor si ha cumplido dieciséis años. El juez
confirmará la designación si no tiene justa causa para reprobarla.
Si no se aprueba el nombramiento hecho por el menor o si éste no ha cumplido
dieciséis años aún, el nombramiento de tutor lo hará el juez de entre las personas que figuren
en la lista formada cada año por el consejo local de tutelas, oyendo al Ministerio Público.
También tiene lugar la tutela dativa para los asuntos judiciales del menor de edad
emancipado y para los menores de edad que no están sujetos a patria potestad ni a tutela
testamentaria o legítima, cuando carecen de bienes, teniendo en este caso por objeto que el
menor reciba educación y la asistencia que requiera. El tutor será nombrado a petición del
consejo local de tutelas, del Ministerio Público, del mismo menor, y aun de oficio por el juez.
Tienen obligación de ejercer la tutela dativa:
a) El gobierno del Distrito Federal, a través del representante del Sistema para el
Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal, mediante los delegados que este
último señale para ello.
b) Los titulares de los órganos político administrativos de las delegaciones de la CDMX
c) Los profesores oficiales de educación primaria, secundaria o profesional del lugar
donde vive el menor.
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d) Los integrantes de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal que sean
remunerados con sueldo del erario.
e) Los titulares de instituciones de asistencia social.
f) El presidente municipal del domicilio del menor.
g) Los regidores del ayuntamiento.
h) Las personas que desempeñen la autoridad administrativa en los luga-
res en donde no hubiere ayuntamiento; esto es, mientras duran en sus
respectivos cargos.
Funciones del tutor
-La guarda y custodia del menor o incapaz, así como su protección, educación, asistencia,
alimentación y rehabilitación, en la medida de sus posibilidades.
-La administración de los bienes del menor o incapaz. Deberá hacer un inventario preciso y
circunstanciado de todos aquellos bienes que formen el patrimonio del pupilo, el término para
hacerlo no podrá exceder de seis meses.
-La representación en juicio o fuera de él en todos los actos civiles, con excepción del
matrimonio, del reconocimiento de hijos y del testamento.
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CURATELA
Toda persona a la que se asigne un tutor, en cualquiera de las formas de tutela,
también le será asignado un curador; excepto en los casos de los menores abandonados y
expósitos o de los menores sujetos a la tutela dativa para su protección y educación; así como
cuando no cuenten con bienes.
La curatela puede ser ejercida por las personas que cumplan las condiciones para ser
tutores. La tutela y la curatela no pueden ser ejercidas por una misma persona.
Los impedimentos para ejercer el cargo de tutor se aplican de la misma forma a la
persona del curador.
Podrán nombrar por sí mismos curador los mismos que puedan nombrar a su tutor,
siempre con autorización judicial y que son:
a) Por el menor si ha cumplido dieciséis años.
b) Los menores de edad emancipados por razón de matrimonio con bienes
administrados por un tutor durante la minoría de edad.
El curador tiene obligación de:
a) Defender los derechos del menor o incapacitado en juicio o fuera de él,
exclusivamente cuando se encuentren en oposición con los del tutor.
b) Vigilar la actuación, proceder y conducta del tutor.
c) Hacer del conocimiento del juez de lo civil o lo familiar sobre cualquier hecho o
situación que considere puede dañar la persona o los bienes del pupilo.
d) Solicitar al juez el nombramiento de un nuevo tutor en caso de que éste faltara o
abandone el cargo.
e) Cumplir cualquier otra obligación que la autoridad o la ley le señalen.
La curatela termina cuando el menor o incapacitado salga de la tutela. Cuando sólo se
cambie de tutor, el curador designado continuará en su cargo. Tiene derecho a ser
relevado de la curatela pasados 10 años de estar en el encargo.