LA IMPORTANCIA DEL PERDÓN
MARTA GUERRI
¿Qué es el perdón?
El perdón es la acción de perdonar, o sea, de eximir o liberar a alguien de una
responsabilidad, una deuda, una obligación o una culpa pendiente. Se trata de una
acción que se realiza por distintos motivos, siempre de manera voluntaria y
consciente, y que pone fin a conflictos, reclamos o rencores, dependiendo del
contexto.
La palabra perdonar proviene de las voces latinas per (“completamente”) y donare
(“obsequiar” o “regalar”), que antiguamente denominaba a aquello que se
entregaba por dádiva, lástima o como regalo. Por eso, el perdón se entiende
normalmente como un acto de generosidad o compasión por parte de quien
perdona, así como un gesto de humildad por parte de quien pide perdón.
Por ejemplo, si dos amigos tienen una disputa y se pelean, pueden luego pedirse
perdón mutuamente para retomar su amistad y olvidar los agravios que se hayan
hecho. El perdón, en este caso, sirve para dejar atrás el conflicto y mostrarle al
otro arrepentimiento, es decir, que se valora más la amistad que los motivos para
pelearse.
El perdón puede darse en muchas circunstancias y puede tener muy distintas
consecuencias. Es posible perdonar a otros, perdonarse a sí mismo e incluso
pedir el perdón de Dios, lo cual forma parte importante de la doctrina de
numerosas religiones.
El perdón como valor
El perdón es considerado como un valor humano, pues es apreciado
positivamente en muchas culturas y sociedades. En principio, porque perdonar y
ser perdonado es un acto que conduce a la paz: quien otorga el perdón deja atrás
los rencores y las deudas y cierra un capítulo doloroso en su vida, y quien es
perdonado alivia su conciencia, encuentra la paz interior y recibe una segunda
oportunidad.
Así, quienes perdonan a otra persona que les ha hecho daño pueden hacerlo
teniendo en cuenta su propio bienestar (para cerrar el episodio y seguir adelante)
o teniendo en cuenta el bienestar de quien los lastimó (para que justamente pueda
seguir con su vida). En estas últimas ocasiones, el perdón se comprende como un
gesto de generosidad, compasión y nobleza.
Tipos de perdón
No todas las formas de perdonar son iguales o equivalentes. Una clasificación del
perdón debe tomar en cuenta las circunstancias en que se produce, así como las
actitudes y la naturaleza de quien perdona y quien es perdonado. En función de
esto, podemos establecer las siguientes diferencias:
Perdón divino. Es aquel que otorga solamente Dios o la divinidad, y que tiene que
ver con la justicia divina y otras concepciones religiosas. Por ejemplo: un ladrón se
arrepiente de haber robado y pide a Dios que lo perdone para comenzar una
nueva vida con la conciencia limpia.
Perdón humano. Es aquel que otorgan la sociedad, el Estado o las personas, de
acuerdo con sus códigos morales y con las leyes que ordenan la sociedad. Por
ejemplo: un conductor es perdonado por un agente de tránsito luego de cometer
una infracción menor, debido a que es la primera vez que la comete.
Perdón pleno. Es aquel que ocurre cuando se perdona y se olvida un daño sufrido,
o sea, cuando al perdonado se le ofrece borrón y cuenta nueva. Por ejemplo: un
amigo perdona a otro luego de una pelea y de inmediato retoman su amistad
como si nada hubiese pasado.
Perdón parcial. Es aquel que ocurre cuando se supera el daño sufrido hasta cierto
punto, o sea, se perdona, pero no se olvida lo ocurrido ni se vuelve a la situación
inicial de confianza. Por ejemplo: alguien es traicionado por un amigo que divulga
sus secretos y, aunque el amigo pide perdón y es perdonado, la persona
traicionada no vuelve a confiarle nunca más un secreto.
Perdón incondicional. Es aquel que tiene lugar sin imponer condiciones, o sea, sin
esperar nada a cambio de parte del perdonado. Por ejemplo: una madre perdona
en numerosas ocasiones a su hijo por haberle sido desobediente, sin exigirle nada
a cambio.
Perdón condicional. Es aquel que tiene lugar bajo determinadas condiciones, o
sea, siempre y cuando el perdonado cumpla con ciertos requisitos impuestos por
quien perdona. Por ejemplo: un tribunal le perdona la sentencia a un delincuente
por tratarse de un delito menor, siempre y cuando no reincida y repare los daños
causados a la persona afectada.
Perdón solicitado. Es aquel que ocurre luego de que el perdonado así lo solicita,
es decir, luego de que pide disculpas y demuestra arrepentimiento o vergüenza
por el daño cometido. Por ejemplo: un empleado se presenta en la oficina de su
superior para pedirle disculpas formales luego de haber arruinado sin intención un
negocio importante.
Perdón no solicitado. Es aquel que ocurre sin que el perdonado pida o solicite el
perdón. Por ejemplo: una persona decide perdonar a un antiguo compañero de
clases que le hizo la vida imposible cuando eran chicos, pero lo hace por sí mismo
y sin tener ya contacto con el perdonado.
Perdón explícito. Es aquel que se pone de manifiesto abierta y formalmente, ya
sea a través de una expresión oral o por escrito. Por ejemplo: un juez le entrega a
un preso indultado un documento en el que se establecen las razones por las que
es perdonado.
Perdón tácito. Es aquel que no se pone de manifiesto, sino que tiene lugar a partir
de sobreentendidos y razones no dichas. Por ejemplo: una pareja tiene una pelea
y unas horas después se reconcilia sin pedirse disculpas, retomando simplemente
la rutina cotidiana y dando por descontado que se han perdonado.
El perdón, ¿quién sale ganando?
Lo cierto es que, hablando de un tema como el de perdonar y olvidar cuando te
hacen daño, parece un poco estúpido plantear la pregunta de quién sale ganando
al hacerlo. Pero es la mejor forma de orientar el tema y empezar diciendo algo
revolucionario: Ambos salen ganando.
Tanto la persona que pide perdón como la que perdona, consiguen una paz
interior que es muy difícil de conseguir por otros medios, por lo que conviene
practicarlo siempre que sea necesario.
Evidentemente, hay que practicarlo de corazón, porque, de lo contrario, no sirve
de nada. Pedir perdón y perdonar deben ser actos puros para que la conciencia
quede tranquila. Si no lo son, no sirve de nada, y no conseguirás ninguna mejora.
Vamos a ver qué beneficios aporta el perdón para cada uno de los que participan
en el proceso. Veamos, primero, qué beneficios recibe quien pide perdón, y
después, qué beneficios recibe quien perdona.
¿Qué beneficios aporta pedir perdón?
El primer y más obvio beneficio de pedir perdón es que, una vez lo haces,
reconoces que has hecho algo malo y que has hecho daño a otra persona,
liberándote de la presión que tenías en la conciencia por saber que habías hecho
algo malo, pero no reconocerlo.
Es en el momento en el que se pide perdón en el que se exterioriza esa carga
que, hasta el momento, se llevaba en la conciencia, liberando así un gran peso y
quedando libre para poder continuar con la vida.
Es evidente que hay algunas personas que no necesitan pedir perdón, porque
consideran que lo que hicieron no fue algo malo, por ejemplo.
Sin embargo, aquellas personas que saben que hicieron algo equivocado o incluso
inapropiado, pero no lo reconocen frente a la otra persona por orgullo, encontrarán
un gran placer en pedir perdón.
Pedir perdón es, en muchos casos, un acto de absoluta valentía, porque es muy
difícil enfrentarse a la conciencia y exteriorizar los sentimientos negativos que uno
tiene sobre sí mismo, consciente de haber hecho algo malo.
Aunque esto forma parte de una cierta tradición cristiana (aunque no solo),
conviene que, una vez se haya pedido perdón, se plantee alguna forma de reparar
el daño causado. Esta es la mejor forma de hacer que la conciencia quede en paz,
incluso aunque la otra persona no exija nada.
Y si no sabes cómo pedir perdón, lo mejor es que lo hagas sin planteártelo, sin
prepararlo. Acude a su casa y déjate llevar. Si estás convencido de que debes
pedir perdón, lo pedirás, y mientras más natural sea, mejores resultados
obtendrás.
¿Qué beneficios aporta perdonar?
Si pedir perdón tenía beneficios, más aún los tiene la capacidad de perdonar.
Gracias al actor de perdonar, se suelta el dolor, se olvida el sentimiento de
impotencia y de rabia, y se recuperan las esperanzas, la confianza en uno mismo,
y la tranquilidad.
Hay que entender que, mientras estás en una situación de no haber perdonado a
quien te ha dañado, estás resentido, y no lo estás solo con esa persona, sino que,
en buena medida, lo estás con todo el mundo.
Por lo tanto, ser capaz de perdonar a esa persona implica, hasta cierto punto,
arreglar la relación con el mundo, dejando el espíritu en paz, y consiguiendo una
mayor estabilidad a nivel emocional y anímico.
Importancia del perdón
El perdón puede ser una fuente de bienestar tanto emocional como físico para los
involucrados, y a menudo se emplea como un instrumento para superar viejas
heridas y seguir adelante, evitando así los daños que ocasionan los traumas o
resentimientos muy prolongados. Ya sea a escala individual o colectiva, perdonar
y ser perdonado es un camino hacia la paz y una manera de superar el pasado.
Por eso, entre los beneficios del perdón pueden identificarse los siguientes:
Volver al presente. El perdón permite el olvido, es decir, dejar atrás el
pasado y centrar la atención en el presente, lo cual normalmente se traduce
en mayor productividad, mayor compromiso con los propósitos personales y
con el futuro deseado.
Superar el rencor. El perdón puede aliviar sentimientos negativos como la
rabia y la frustración, dejando atrás los efectos nocivos que estos conllevan:
el estrés, la depresión, la ansiedad, entre otras.
Fortalecer la autoestima. El perdón puede ser parte de una dinámica de
afianzamiento del amor propio, ya que aparte de aceptar el hecho de haber
sido lastimadas, las personas se ocupan de sus propios sentimientos, en
lugar de centrar su atención y su energía en la persona que las lastimó.
Mejorar las relaciones. El perdón otorga segundas oportunidades, lo cual a
menudo permite al perdonado redimirse y con ello reconstruir o reevaluar la
relación, establecer una nueva en su lugar o introducir en ella los cambios
necesarios para mejorarla.
Referencias:
Fuente: https://concepto.de/perdon/#ixzz8dXxi7Es5
Fuente: https://concepto.de/perdon/#ixzz8dXw8eNXi
Fuente: https://concepto.de/perdon/#ixzz8dXuuDuiZ