Universidad Nacional de Colombia - Departamento de literatura

Curso: Literatura europea del siglo XX

Profesora: Patricia Simonson

Estudiante: Samuel Nicolás Rojas Forero.

El humor sindicalista

En el año de 1936, Charles Chaplin lanza la película de Tiempos modernos. No debo

detenerme a contar pormenores de la vida de Chaplin o de su obra en general, puesto que
estamos bastante familiarizados con esta. Sabemos de su humor que, con insistencia, dirigía
hacia las elites y a la burguesía. Sabemos de su personaje icónico, Charlotte, el vagabundo.
Siendo este más recordado y reproducido que un retrato del verdadero Charles Chaplin,
fuera de su personaje. En este contexto, tenemos un perfil conocido y un humor bien
definido en su obra cinematográfica. De esta manera llegamos a Tiempos modernos. La
película que marcó un hito y que hasta el día de hoy sigue siendo de las más recordadas del
cineasta.

Debemos situarnos ahora en el contexto histórico de la cinta. Venimos, como humanidad,

de un momento histórico bastante desagradable. La Primera guerra mundial, y un tiempo de
tensiones políticas entre potencias. A lo anterior se suma la gran Depresión económica de la
cual. Crisis y conflictos que, por obvias razones, permean las diferentes manifestaciones
artísticas de este tiempo. Por esto es que el mismo, se convierte en un tiempo de gran
producción artística que responde a estaos tiempos de crisis. Desde este punto se sitúa
Chaplin y la obra, a muy grandes rasgos. Un tiempo en el que la clase obrera es explotada
totalmente y las industrias están en un punto álgido. Pues la producción en cadena les dio la
herramienta para aprovechar a los trabajadores al máximo de sus capacidades físicas y
mentales. Siendo esta última, la capacidad mental, más no la física, de gran relevancia para
el contenido de la cinta. Para dar un contexto general del filme, haré un repaso sobre su
inicio y la problemática que plantea.

La historia que nos presenta Chaplin comienza con el personaje de Charlot. En esta cinta es
un empleado de una fabrica metalúrgica. Charlot cumple entonces con su trabajo en la
producción en cadena, el cual es el de ajustar, con dos llaves, unas tuercas. De esta manera
sufre una crisis nerviosa. Está entonces, alterado y no puede dejar de hacer el movimiento
de ajustar tuercas ni soltar las llaves. De esta forma interrumpe el trabajo de los demás e
incluso sale de la fabrica a seguir ajustando tuercas imaginarias. Esto se reproduce hasta
que le quitan las llaves. Sin embargo, es entonces cuando su crisis llega al punto máximo.
Destruye una parte de la maquinaria imponente de la fábrica. Es así cómo lo recluyen en un
manicomio. Me gustaría detenerme aquí en varios puntos.

El primer punto sobre el cual quiero discurrir es sobre el primer cuadro que nos ofrece la
cinta. Este es un rebaño caminando hacia el mismo lado. Acto seguido, nos muestran a los
obreros en la fábrica. Con tal inicio podemos darnos cuenta de uno de los mensajes que
quiere darnos Chaplin con esta obra. Pero este mensaje o imagen no resume todo lo que
tiene para ofrecernos tiempos modernos.

Hay un segundo punto el cual, para mí, es un aspecto importante a tener en cuenta de la
cinta. Es claro pues, que se nos está hablando de la explotación. Se nos está contando una
crítica a las élites y a las figuras de autoridad. Salvo que esta no es la única problemática
que ocurre en ese fragmento de la película. Encontramos pues ahora, los rasgos estilísticos
del humor característico de Chaplin. Desde las tomas en las que el personaje de Charlot está
trabajando. Vemos a los personajes alrededor de él mecanizados, con entera disposición a
vivir ese ciclo repetitivo de producción. Mientras que Charlot, que con clara exageración
empieza a salir de este ciclo y más importante aún, de a poco saca del ciclo a sus
compañeros. Lo terrible aquí es que los compañeros se enojan con él por esta razón. Es
este, un rasgo pequeño. Pero que nos ofrece un contenido muy rico que marcará la cinta en
su totalidad. Charlot representa una otredad, encarna una incomodidad social que, aunque
no se muestra literalmente como un rebelde o un “líder comunista”, está este fuera del
ciclo. No obstante, es Charlot consumido también por el ciclo, el cual le destruye los
nervios y su salud mental. Este mensaje de la otredad que sale del ciclo hace de una escena
que, fácilmente puede pasar por repetitiva con sus múltiples momentos en los que él
interrumpe el trabajo muestra su tic de apretar tuercas, ofrece un mensaje conciso y que está
constantemente insistiendo en la crítica a una sociedad consumida por la producción.

El tercer aspecto relevante en estas secuencias principales es el de la comedia con rasgos de

parodia y caricaturización. La exageración es un punto esencial en estas escenas. La
repetición de la acción, la explosión de la máquina, la actuación exagerada de Chaplin, la
locura llevada al extremo (producto de la sociedad capitalista y del rendimiento) y la
obsesión del presidente de la fábrica por meterse hasta en el momento en el que los
trabajadores usan el baño. son algunos de los elementos que son llevados a un extremo.
Elementos que se muestran con más fuerza en la obra y que caricaturizan actitudes de la
sociedad de ese tiempo histórico y parecen predecir comportamientos más graves de las
generaciones venideras. La exageración nace de una necesidad para que el conflicto o los
aspectos criticados sean mejor expuestos. De esta manera la cinta logra, con este tipo de
humor, producir la reflexión en torno al objeto de la crítica.

Posterior a todos estos mensajes que nos dejó ya la cinta, procede ahora a seguir dejando
signos y, como siempre, críticas. Charlot va a prisión. Con la suerte de que ahí tiene comida
y techo asegurado, ya que afuera no tiene empleo. En este punto hay otro mensaje diferente.
Un término que me fue imposible ignorar al observar la escena, la libertad. Las preguntas
que deja el deseo de Charlot, el de no salir de prisión causa la pregunta de: ¿Hasta donde
tenemos libertad? Si para vivir tranquilos debemos de tener capital, ¿Es esto es una
verdadera libertad? Para Charlot fue mejor estar en la cárcel que existir afuera, en un
mundo en el que sufriría más penas que alegrías.

La siguiente gran reflexión se nos muestra en el plano del amor. Charlot conoce una chica
que tiene dos hermanas, pero la pobreza las orilla a delinquir y robar comida. Charlot y la
chica se enamoran mientras escapan de la policía. Después de una persecución hacia ellos,
se sientan en un jardín y observan a un hombre que sale de una casa muy bonita y se
despide de su esposa. Una escena muy feliz que inspira en la pareja de fugitivos un ideal.
Dicho ideal representa los deseos y añoranzas que están en la clase trabajadora. Allí Charlot
le comunica a la muchacha que trabajará para que tengan una casa y puedan cumplir ese
ideal. Vuelve a pensar en ser un trabajador, en ser otra vez parte de la cadena de producción
y todo se debe a este deseo implantado. La pareja vive en una casa abandonada en un lago y
allí siguen deseando trabajar y producir para comprar una casa de verdad. Todo esto expone
cómo el capitalismo, las clases y las ideologías dominantes se apoderan hasta de los sueños
del pobre Charlot junto con su amada y con ellos, toda la clase obrera.
La cinta está llena de estos signos. Estos para, de vuelta, manifestarnos un conflicto y una
incomodidad social. Y aquí debo repetir la imagen de Charlot como el Otro, la diferencia,
la oveja descarriada del rebaño que llamamos clase trabajadora. Esta imagen que propongo
se sostiene en las múltiples escenas donde es arrestado Charlot. En dos de estas, nuestro
protagonista ofende sin intención a la institución de la policía. El detalle al que hay que
prestar atención es que estas escenas ocurren en un contexto en que la policía se encuentra
reprimiendo manifestaciones sociales de los trabajadores. Aunque las ofensas a la policía y
al estado en sí, se muestren en la película como una acción ingenua y que representa una
mala fortuna para Charlot, la verdad es que Charlot termina siendo un rebelde más. Hace
parte de la manifestación. No de la manifestación que ocurre en escena, si no de la
manifestación del ideal de la clase trabajadora que se tomará posteriormente las calles de
varios países en el mundo. Charlot es la incomodidad social, el diferente, el que no quiere
ser esclavo de la producción en cadena y lo demuestra. Por ser diferente golpea a un policía
con un objeto. También por accidente alza la bandera de la lucha. Porque él no actúa como
los demás, pero la cinta insiste en hacernos ver que es totalmente inocente, manipulable y
víctima de las circunstancias. Un mensaje fuerte que busca abarcar varios aspectos de una
lucha que se gestaba en el tiempo. La explotación que trajo consigo la revolución industrial
no duraría mucho en ser cuestionada por el arte y los intelectuales. Toda esta película es la
encarnación de dichos acontecimientos relevantes para el trabajador y el hombre dominado
por las clases altas y oprimido por el estado.

Ahora bien, Casi al finalizar esta historia se nos muestran más secuencias donde la pareja
de soñadores consigue trabajo en un restaurante y el despliegue de situaciones en las que,
otra vez, Charlot no encaja en un trabajo común y no se termina de encontrar ahí
produciendo otra vez desastres con un cliente. Pero ocurre algo que ni el propio autor de tal
hazaña sospechaba. Charlot canta en medio del restaurante y baila con una preciosa
demostración de su talento para el arte. Todos estaban maravillados en ese momento. Los
clientes y los trabajadores del restaurante estaban disfrutando bastante de los servicios del
cantante que nadie esperaba.

Entonces. Charlot descubre a donde pertenece, para lo que es bueno y algo a lo que
posiblemente le gustaría dedicarse. Es así, cómo ocurre algo que opaca este
descubrimiento. Una escena que con música y con aplausos numerosos nos expresa
motivación y alegría por el personaje termina con la policía encontrando a la pareja de
fugitivos. La irrupción a la escena por parte de la policía rompe con la sensación de
exaltación que venía transmitiendo la escena. Es allí que Charlot y la muchacha se ven
envueltos en otro escape, dejando atrás el trabajo que habían logrado conseguir, un trabajo
en el que, por la construcción de la secuencia anterior, se nos mostraba cómo iban a poder
cambiar su fortuna allí. La policía, representando el estado y la fuerza del mismo persigue
hasta el cansancio a la pareja. La libertad, de nuevo, se ve permeada por el poder que se
ejerce sobre ellos, dañando hasta sus deseos de trabajar.

La historia finaliza con un plano de la pareja caminando hacia el horizonte y tomados de la

mano. Antes de seguir caminando, Charlot le dice a su pareja que sonría y le muestra el
camino que tienen por delante. Siendo este el último mensaje que nos deja. Él toma de la
mano a la muchacha y le dice que sonría. Esto último como diciendo que mientras caminen
juntos y se apoyen el uno en el otro, los tiempos modernos no lograran que ellos mueran.

Para ir finalizando, me gustaría hablar de los mensajes planteados a través del uso de la
imagen que escoge Chaplin en varias escenas. Puesto que al ser esta una película muda, el
buen uso de la construcción de la imagen es necesario y aquí se implementa de manera muy
minimalista. Son pequeños detalles que pueden pasar desapercibidos, pero teniendo el
mensaje que ya nos está diciendo podemos encontrar que el uso de la imagen es parte
importante de esto. Para dar solo un ejemplo. Uno de los cuadros más recordados de la
cinta es el de Charlot siendo absorbido por el gran engranaje de la máquina cuando está
sufriendo su crisis nerviosa. En las secuencias anteriores y en esta misma se muestra a las
máquinas como algo imponente, gigante que los está rodeando por completo. Cuando
Charlot es absorbido por estos mecanismos al borde del colapso ya nos deja un claro
mensaje, queriéndonos decir que tarde o temprano seremos absorbidos por el trabajo.
Detalles que hacen parte del gran significado de la obre.

El otro punto que quería tratar era el de la banda sonora. Con un ritmo rápido, tiene ésta la
función de hacer ver las escenas, las cuales también ocurren en un ritmo rápido, como algo
no muy peculiar. Es decir, las escenas tienen un ritmo y una intensidad, dichos cambios
pueden evidenciarse en la música. Cuando están trabajando en la fábrica, la escena tiene un
ritmo. Este ritmo es rápido, pero la música se mantiene con menor volumen e intensidad.
Hay incluso menos instrumentos sonando. Todo esto en contraste con las secuencias
caóticas que continúan. Donde hay más instrumentos sonando, más tonos agudos que
suenan con más rudeza. La película logra, con este uso que le da a la música, producir las
sensaciones necesarias para meternos de lleno en la acción y comprenderla en su plenitud.
Este uso está muy bien logrado alrededor de toda la cinta.

Para concluir. Tiempos modernos existe por la necesidad de expresar la incomodidad y el

reclamo por la desigualdad que azota a las clases dominadas. La película nos ofrece un
contrato de lectura en el que debemos aceptar la exageración y la caricaturización de los
eventos y los personajes como algo cotidiano. Esto porque, una de las finalidades de este
tipo de humor y de la exageración es precisamente que se vea de manera más literal y más
directa las cosas que no debemos normalizar. Es por medio de esta exageración que
tenemos que darnos cuenta de hacia donde va dirigida la crítica. El momento en el que fue
lanzada la cinta es crucial para este conflicto y es necesario que a través del arte se haya
hecho la denuncia de esta manera. Es un reclamo para todos los bandos. Para la pasividad
con la que la clase trabajadora acepta su terrible fin y a la burguesía que, en su comodidad,
pisotea la libertad del otro. Es entonces tiempos modernos una película cómica sindicalista,
la cual hace un llamado a la clase obrera y lo logra de forma certera y directa.