Boivin.
Constructores de otredad
La Antropología Social y Cultural constituida como disciplina científica a mediados
del siglo XIX, se orientó a explicar la presencia de la alteridad social y cultural postulando
la separación entre el Nosotros y el Otro. Se presentó una imagen del “Otro” en tanto
diferente, salvaje. También se consideró la diversidad de culturas y apareció con más fuerza
la imagen de lo exótico.
La Antropología es definida como el estudio de la otredad cultural, de la alteridad
cultural o de la diversidad cultural. La particularidad de la Antropología residiría en su
forma de trabajar, en el modo en que se recolectan, analizan y exhiben sus datos: la
observación participante. Su método es la etnografía, el trabajo de campo. Antro: hombre,
pología: ciencia. Surge para poder dominar científicamente otros pueblos.
No se puede explicar lo que hace hoy la Antropología sin referirse a la historia de su
construcción como parte del campo científico, porque la ciencia es acumulativa y los
componentes que encontramos hoy provienen de las teorías elaboradas en distintos
momentos históricos. Para entender el objeto de estudio hay que tener en cuenta:
* El contexto histórico y social en el cual se desarrolló la Antropología, su relación
con el campo científico en general y las relaciones entre las partes que la constituyen que
son, objeto, teoría, método y técnicas.
*El objeto y la técnica de la Antropología han cambiado a lo largo del tiempo.
Pueden distinguirse tres momentos constitutivos de la Antropología en Europa y Estados
Unidos. En estos momentos se desarrollaron teorías que fueron dominantes y que
definieron y explicaron de manera distinta el quehacer antropológico.
El primer momento surge a fines del siglo XIX, donde la Antropología se constituyó
como ciencia y la teoría que logró dominar el discurso antropológico fue el evolucionismo.
La revolución industrial generó nuevas diferencias de clase, nacionales, étnicas y
“problemas” que con el tiempo fueron denominándose “sociales”. Occidente se expandió
por el mundo, sobre otros pueblos, sobre otras culturas, sobre otros modos de vida distintos
al modo europeo. El encuentro de los europeos con otras culturas distintas dio origen a lo
que seria la pregunta fundante de la Antropología: ¿Por qué estos hombres son distintos? La
primera teoría sobre la diferencia fue el evolucionismo que contesto esta pregunta a través
del concepto evolución. La teoría de la evolución se constituyó como tal en función de la
aplicación del método comparativo y sobre la base de una concepción precisa de su objeto:
el hombre. El hombre era tanto cuerpo como espíritu. Siguiendo esta dualidad la
Antropología se constituyó en dos ramas: Antropología física y Antropología cultural.
El segundo momento fue el que se desarrolló entre las dos guerras mundiales y se
caracterizó por la aparición de una “diversidad” de teorías que tuvieron en común el intento
de explicar la diversidad cultural. Se producen dos hechos importantes: la crisis del
evolucionismo como paradigma único de explicación y la separación de la ciencia en
escuelas nacionales, todas tienen en común la crítica al evolucionismo. Criticaron la técnica
y el método comparativo, los evolucionistas fueron acusados de etnocentristas. A este
método se lo sustituyó por el relativismo, implica la imposibilidad de comparar, ya que
cada cultura es una configuración distinta y entendible solo en sus propios términos. Las
teorías relativistas intentan mostrar que todas las culturas son diferentes entre sí pero
equivalentes, por lo tanto, son diversas. Se introdujo la técnica de observación participante,
el investigador debe trasladarse a otras sociedades buscando datos. De la Antropología
cultural surgen otras dos: la Antropología social (forma en la que se organizan los hombres)
y la Antropología cultural (cómo viven y piensan los hombres).
El tercer momento, que comienza luego de la segunda guerra mundial, en el cual
las teorías anteriores todavía siguen siendo dominantes pero aparecen “otras”
Antropológicas, las “no occidentales” que plantean teorías alternativas sobre la otredad
cultural. Vuelve el método comparativo, pero no comparado con Europa. Surgen dos
grandes transformaciones: transformación de las sociedades primitivas y se modifican las
prácticas de los antropólogos. Respecto de las sociedades “primitivas”, las
transformaciones que se produjeron fueron de distintos tipos: la desaparición física y una
transformación cualitativa (desaparición cultural por presión de Occidente). Lévi-Strauss
(fundador del estructuralismo en Antropología) plantea tres niveles del quehacer
antropológico: el primer nivel el antropólogo pretende aislar y describir los modelos que un
pueblo usa para percibir, relacionar e interpretar sus experiencias. Es el momento en el que
el antropólogo realiza la etnografía. El segundo nivel el antropólogo compara el contenido
y la organización de los sistemas culturales para analizar, interpretar y explicar la
diversidad. Es el momento de la etnología, del estudio comparado de las distintas culturas.
El tercer nivel, el de la Antropología estructural, en el cual el antropólogo llega, a través de
la construcción de modelos formales a los axiomas básicos, a las estructuras constantes y
comunes a todas las culturas. Los antropólogos que se preguntaron por las causas de las
transformaciones se encontraron con que el “hecho natural” era producto de un tipo de
contacto particular: el de la colonización. Ésta era considerada como un proceso
caracterizado por la dominación de un pueblo sobre otro, lo que produjo un fenómeno
evidente: la desigualdad entre culturas. La mirada antropológica se fragmenta y el
antropólogo se ocupa de problemas que toda sociedad o cultura presentaban. Surgen las
especialidades: antropología económica, simbólica, política, urbana, rural, etc. La
especialización permitía nuevamente la aplicación del método comparativo. También se
introdujeron nuevos “sujetos” de conocimiento: los antropólogos “nativos” que estudiaban
sus propias sociedades. Se impuso al “extrañamiento” como un recurso metodológico y
como punto de partida necesario de toda investigación antropológica. Ya no era el “objeto”
el distinto por sus características propias, sino que el antropólogo construía la distinción, lo
extraño.
Chiringuni. Apertura a la Antropología. Alteridad, cultura, naturaleza
humana
La perspectiva o mirada antropológica antecede a la institucionalización como
disciplina científica ocurrida a mediados del siglo XIX. Se instala la pregunta antropológica
acerca del porqué de la diversidad de las culturas. La otredad cultural es, la diversidad
cultural.
Las potencias imperiales europeas tenían algo en común: reconocer la alteridad
radical respecto de aquellos por quienes ellas se enfrentaban. Los pueblos colonizados
fueron los primeros que sufrieron el proceso de expansión o mundialización del
capitalismo, cuya versión actual es la globalización.
Aparece una codificación de las diferencias y un despliegue de esquemas evolutivos
que van desde sociedades primitivas o inferiores a la sociedad superior o civilizada. El
encuentro entre culturas diferentes debe entenderse en términos de dominación y
sometimiento de todas las dimensiones de la vida de los pueblos conquistados y la
imposición en consecuencia de una nueva organización económica, política y cultural.
Blandier define a la situación colonial como “la dominación impuesta por una minoría
racial y culturalmente diferente, que actúa en nombre de una superioridad racial étnica y
cultural, afirmada dogmáticamente”.
La situación colonial es una situación total. Es total porque comprende la empresa
material, la político-administrativa y la ideológica. La situación colonial es el resultado de
diferentes etapas: primero la conquista y la aparición de tierras, después la administración
del territorio y por último la autonomía política de la colonia, se considera la pre-colonial
como inexistente y lo existente se lo desvaloriza, se lo discrimina o se señala como inferior
y exótico. La situación colonial es percibida por los colonizadores como una misión
civilizadora que explica la inevitabilidad de la conquista europea.
La realidad colonial que las potencias occidentales legitiman a partir del Congreso
de Berlin de 1885, posibilitará a la Antropología a abrir un nuevo campo de conocimiento
en las sociedades primitivas. Su propósito es observar la conducta tal como se manifiesta,
manteniendo con la comunidad un extenso dialogo sobre sus prácticas y creencias. El
objetivo principal del antropólogo era dar cuenta de la totalidad de la cultura, dejando fuera
del análisis las dimensiones económicas y políticas.
Campan. Apertura a la Antropología. Alteridad, cultura, naturaleza
humana
Antropología, en un sentido muy general, significa “hablar del hombre”. El
problema central de esta ciencia es explicar las semejanzas y diferencias de las sociedades y
la continuidad y el cambio en el tiempo. Levi-Strauss (1984) afirma que la antropología
apunta a un conocimiento global del hombre y abarca el objeto en toda su extensión
geográfica e histórica; aspira a un conocimiento aplicable al conjunto de la evolución del
hombre, desde los homínidos hasta las razas modernas y tiende a conclusiones validas para
todas las sociedades humanas. Dada esta definición podemos afirmar que la antropología
trabaja sobre dos ejes: uno que corresponde a la variable tiempo y otro a la variable
espacio. Además, Levi-Strauss agrega que la antropología posee una bidimensionalidad ya
que la especie humana se define por tener unas características de origen biológico y otras
que se adquieren a partir de la vida social.
La amplia gama de estudios que se fueron realizando acerca del hombre y el grado
de profundidad que alcanzaron, llevaron a que esta ciencia comenzara a abrirse en
diferentes especialidades de acuerdo con lo que se analizará en forma más específica. Si
tenemos en cuenta las variables de tiempo, tendremos las siguientes orientaciones, según se
haga más énfasis en un eje o en otro:
Antropología Social o Cultural: los antropólogos sociales están interesados no
solamente en lo que la gente hace o dice cotidianamente sino también por la manera en que
esta gente se organiza y que normas observa. Su propósito es explicar las diferencias y
similitudes existentes entre los pueblos de manera diferente a la de aquellos que lo hacen
apelando a “características genéticas” o porque esas cualidades “se llevan en la sangre”.
Utilizan el trabajo de campo.
Arqueología: pone un énfasis mayor en la variable tiempo, dado que estudia
sociedades del pasado a través de sus restos materiales, es decir, lo que constituye la cultura
material de los grupos humanos. Una de las principales tareas del arqueólogo es interpretar
la cultura material a partir del registro arqueológico. Los arqueólogos reconstruyen el
comportamiento humano a través de los restos materiales que encuentran en el presente. Su
método es la excavación. Los restos materiales son evidencia, a partir de estos se intenta
reconocer cuales fueron los procesos que afectaron la evidencia hasta llegar al presente.
Antropología biológica: centralizan su interés en el estudio de la evolución y la
variación humana. Trabaja analizando restos humanos antiguos y también con poblaciones
actuales para realizar estudios sobre variabilidad, fecundidad y demografía, entre otros
temas de interés. Analiza la diversidad biológica de los seres humanos en el tiempo y
espacio.
La Antropología cada vez más comprometida con las problemáticas actuales, ha
propiciado la aparición de nuevas especialidades. Entre ellas, la Antropología Forense. Este
campo de la Antropología se ha desarrollado en relación con las otras orientaciones
referidas anteriormente.
También están la Antropología Lingüística, que estudia el lenguaje en el contexto
sociocultural donde se lleva a cabo y la Antropología Aplicada, que refiere a la aplicación
de datos, técnicas, métodos antropológicos para evaluar y resolver problemas sociales
concretos.
Arzuaga. Principios básicos de la teoría evolutiva
El primero en formular una teoría completa de la evolución fue Jean Baptiste
Lamarck, en 1809. Su teoría se fundamentaba en cuatro postulados básicos: la existencia,
en los organismos, de una especie de fuerza vital que los impulsaba a transformarse en un
sentido progresivo, hacia una mayor perfección; la capacidad de los organismos de
adaptarse a las circunstancias, es decir, al ambiente en el que viven; la aparición de nuevos
organismos de caracteres simples por generación espontánea y, por último, la aparición y
desaparición de estructuras por el uso y el desuso de las mismas y la herencia de estos
caracteres adquiridos.
El lamarckismo, a diferencia del darvinismo, no se basaba en la variación, sino que
proponía una evolución basada en la transformación de los individuos. Para Lamarck lo
importante no era la existencia de variaciones entre los individuos sobre los que establecer
una selección, sino que los organismos se transformaban a lo largo de sus vidas debido a las
influencias ambientales y al uso y desuso de órganos y estructuras. Estos cambios y
transformaciones, según Lamarck, eran transmitidos a la descendencia, estableciéndose de
este modo un proceso de cambio evolutivo. El principal mecanismo de la evolución era la
herencia de caracteres adquiridos.
Para Lamarck la evolución era la relación directa con hábitos de vida de individuos.
Las transformaciones producidas en los individuos durante la vida por el uso o desuso de
los órganos se transmiten.
Años después Darwin y Wallace dijeron que los individuos no representan un papel
activo en la evolución. Como los recursos del medio son limitados, solo unos pocos nacidos
llegarán a reproducirse. Dado que todos los individuos de una especie son genéticamente
diferentes, en la competencia que se establece unos se verán favorecidos y otros
perjudicados por sus genes, y de este modo se produce una selección. La explicación no
está en la voluntad de los organismos, sino en la selección natural que, en palabras de
Darwin, preserva las variaciones favorables y destruye las desfavorables. Hagamos lo que
hagamos no podemos modificar los genes.
La selección natural es un fenómeno de la evolución que se define como la
reproducción diferencial de los genotipos de una población biológica. La formulación
clásica de la selección natural establece que las condiciones de un medio ambiente
favorecen o dificultan, es decir, seleccionan la reproducción de los organismos vivos según
sean sus peculiaridades. Esta explicación parte de tres principios; el primero es de
variación, hace referencia a la variabilidad con respecto a diferentes características de los
individuos, sin variación no podría existir selección, no habría que seleccionar. El segundo
principio es de herencia, sostiene que esas variaciones deben transmitirse de progenitores a
descendientes a lo largo de generaciones. El tercero es de selección, afirma que los
individuos portadores de aquellas variantes hereditarias que resulten más favorables desde
el punto de vista de la supervivencia y de la reproducción tenderán a dejar un mayor
número de descendientes, haciendo que esos caracteres vayan aumentando con frecuencia
progresivamente en la población y ocasionando de esta forma la evolución de la misma. La
acumulación de estos cambios a lo largo de las generaciones produciría todos los
fenómenos evolutivos.
VARIABILIDAD =
SELECCIÓN NATURAL
Mutación de
genes
La selección natural depende de la variabilidad de los rasgos de los individuos,
dando lugar a las diferencias en la supervivencia y permitiendo la mutación genética. La
variabilidad no se manifiesta solo en el plano biológico sino en el del comportamiento. La
elasticidad en oposición a la conducta estereotipada, daría grandes ventajas en un hábitat
sujeto a cambios. Es decir, aquel que esté en condiciones de dar respuesta a los problemas
nuevos que plantee el ambiente, es sin duda más inteligente que los demás y eso le otorga
enormes beneficios. Entendiendo por inteligencia a la capacidad de ofrecer soluciones
creativas a las dificultades del entorno. Las ventajas adaptativas no son absolutas, sino
relativas; es decir que dependen de relaciones. Uno va a adaptarse mejor en relación a otro
que no logra hacerlo.
De la evolución al nivel de especie o microevolución a la evolución en grandes
líneas o macroevolución, que implica a grupos enteros de organismos con muchas especies
y millones de años por delante. Según Darwin la evolución no tiene ningún propósito, no
sigue ningún diseño preconcebido, es simplemente oportunista, no se dirige hacia ningún
ideal de perfección. Todas las especies son igualmente perfectas. La evolución no es lineal,
es divergente.
Tapia. El proceso de hominización. Aspectos biológicos y culturales.
Las características del linaje Homo son la locomoción bípeda y la dieta. La dieta son
los alimentos que estamos capacitados fisiológicamente a comer, tienen que ver con las
potencialidades genéticas que le permitirán adaptarse a uno o varios ambientes. La
locomoción bípeda es un tipo de adaptación propia de la selva marginal, donde los arboles
dejan espacios abiertos por donde se pueda transitar. Ambas características son
potencialidades genéticas que determinan la supervivencia y la capacidad de adaptarnos.
Durante mucho tiempo se pensó que el surgimiento de la cultura debía producirse a
partir de alguna situación límite que demarcara con claridad lo humano de lo no humano.
Se pensaba en términos de umbral, punto crítico, salto como si hubiera que franquear una
puerta para que sobreviniera la humanidad, casi como si fuera un soplo divino oficiando un
rito de pasaje. Ya al comenzar los estudios sobre los orígenes humanos, esos criterios de
demarcación se elaboraron en base a los rasgos anatómicos y culturales del hombre
moderno; estos se proyectaban hacia atrás en el tiempo para reconocerlos entre los hombres
más antiguos. Fueron tomados en cuenta como criterios rasgos anatómicos, culturales,
conductuales y todo tipo de relacionarse entre sí y con el medio natural. Se pretendía
sustituir el esquema simple de evolución lineal (umbral) por uno más complejo.
En las primeras décadas del siglo XX las publicaciones científicas muestran
coexistencia en torno de los orígenes del hombre: para algunos el animal pasaba a ser
hombre a partir de la existencia de un cerebro más grande, para otros comenzaba con la
marcha bípeda. En la actualidad se prefiere estudiar estos inicios de la vida humana en
términos de comportamiento, concepto que involucra aspectos de carácter biológico y
cultural intervinculados.
Otra característica importante para el proceso de hominización es la creación de
artefactos. Cuando pasan a ser una estrategia adaptativa necesaria para aprovechar un
recurso alimenticio disponible en el hábitat cuyo consumo se vuelve imprescindible dada la
alta competencia por los recursos vegetales con otros homínidos y con otros animales
herbívoros.