Manual para
Pa d r e s D is c ip u la d o r e s
“Discipulando a nuestros hijos en la misión”
Manual para
Pa d r e s D is c ip u la d o r e s
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Manual para padres discipuladores
CRÉDITOS
Dirección:
Enzo Chávez Idrogo
Fari Choque Ortega
David Echevarría Miranda
Dirección Editorial:
Heyssen J. Cordero Maraví – Evangelista UPS
Yudy Villa de Romero – Ministerio del Niño UPS
Diseño de tapa: Ludwing Esqueche
Diseño Pág. interiores: Raúl Bermúdez
Autora:
Lic. Zonalí Güimac de Tula – Ministerio del Niño MPCS
Editado e impreso por la Universidad Peruana Unión, en su Centro de Aplicación
Editorial Unión km19 Carretera Central, Ñaña, Lima - Perú. Teléfonos: 618-6300 -
618-6301 Fax: (01) 618-6339 - 618-6354
R.U.C. 20138122256
JOB 26181-20 UNIÓN
E-mail:
[email protected]Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° 2020-03240
Impreso en el Perú
Printed in Peru
Marzo 2020
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“Discipulando a nuestros hijos en la misión”
ÍNDICE
EVANGELISMO KIDS ................................................................................... 4
EL FUTURO DE LA IGLESIA ESTÁ EN LOS NIÑOS ...................................... 6
1. DISCIPULADO, NUESTRA MAYOR PRIORIDAD..................................... 11
2. DISCIPULADO POR MEDIO DEL EJEMPLO .......................................... 14
3. SÉ EJEMPLO COMO LÍDER ................................................................... 17
COMUNIÓN:
4. SÉ EJEMPLO EN EL ESTUDIO DE LA PALABRA .................................. 20
5. SÉ EJEMPLO EN LA ORACIÓN .............................................................. 22
RELACIÓN:
6. SÉ EJEMPLO EN TU HOGAR ................................................................. 24
7. SÉ EJEMPLO EN TU GRUPO PEQUEÑO ............................................... 27
8. SÉ EJEMPLO EN TU IGLESIA ................................................................ 30
MISIÓN:
9. SÉ EJEMPLO EN LA TESTIFICACIÓN Y EL USO DE TUS
DONES PARA EL SEÑOR ...................................................................... 33
10. SÉ EJEMPLO EN LA LABOR MISIONAL DE DOS EN DOS .................. 36
ENCUESTA ANTES Y DESPUÉS DEL PLAN DE DISCIPULADO ................ 38
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS .......................................................................... 39
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Manual para padres discipuladores
EVANGELISMO KIDS
“La comisión evangélica es la magna carta misionera
del reino de Cristo”. (Elena G. de White)
La gran comisión de Cristo es una orden, un mandato que se nos
ha dado a todos aquellos que decimos llamarnos discípulos, de
ahí el título de esta lectura: ¡Hagan discípulos! Puede que no se
lea tan bien en español, pero Mateo 28:19 “Por tanto id y haced
discípulos” debe ser leída tal como estamos proponiendo. Elena
G. de White dice al respecto: “El mandato dado a los discípulos
nos es dado también a nosotros. […] Una misión sagrada nos ha
sido confiada. Esta es la orden que nos ha sido dada: ‘Por tanto, id,
y haced discípulos a todos los gentiles...’”.1 Es Dios quien nos ha
dado esta misión.
La misión tiene origen en Dios, y esta no es opcional, es urgente. Es
un imperativo. Y también es para los niños. ¡Sí, los niños! Aquellos
que desbordan de alegría y ocurrencias, aquellos que, en palabras
de Jesús: son poseedores del reino de los cielos (Mateo 19:14).
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en los últimos años está po-
niendo mucho énfasis, y con razón, en las NUEVAS GENERACIO-
NES, y alabamos a Dios por ello, y en ese contexto el programa que
tienes que tus manos, desea que las nuevas generaciones sean
generaciones misioneras. Y es que los últimos datos estadísticos
son preocupantes. Solo el 7% de adventistas están involucrados en
el cumplimiento de la misión. Imagina una iglesia de cien miem-
bros, ¿ya lo hiciste? Pues bien, de esos cien miembros de todas
las edades, solo siete de ellos dan testimonio de su fe, enseñan la
Biblia, están cumpliendo la misión, esto, según los datos al cierre
del 2019.2 ¿Qué te parece? ¿Te parece un dato alentador?
1 Elena G. de White, Servicio cristiano (Buenos Aires: ACES, 2005), 20.
2 Véase en Adventist Church Management System (ACMS), sistema computarizado de secretaría de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día en la División Sudamericana.
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“Discipulando a nuestros hijos en la misión”
Es por eso que como Unión Peruana del Sur creemos que debemos
trabajar desde la niñez, porque la Biblia dice: “Dale buena educación
al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandonará” (Proverbios
22:6 - DHH). Si les enseñamos hoy a tener pasión por la misión, de
adultos serán misioneros y evangelistas en donde estén.
El manual que tienes en tus manos fue escrito por la Lic. Zonalí
Güimac, y en base a sus estudios y experiencia como madre y líder
de la iglesia ha plasmado consejos y recomendaciones que tienen
como objetivo llevar a nuestros niños, con la ayuda de sus padres
y maestras o maestros, al cumplimiento de la misión a través de
los estudios bíblicos.
Hemos estado orando para que esto suceda así. Y creemos que
Dios obrará de manera maravillosa. ¿Estás listo?
Dios te bendiga.
Con aprecio,
Yudy de Romero Heyssen J. Cordero
Ministerio del Niño MiPES y Evangelismo
UNIÓN PERUANA DEL SUR UNIÓN PERUANA DEL SUR
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Manual para padres discipuladores
EL FUTURO DE LA IGLESIA
ESTÁ EN LOS NIÑOS…
Dicen que las estadísticas son como la balanza, simplemente nos
mostrarán cuánto es nuestro peso. Y aunque en algunas oca-
siones calculamos cuánto pesamos, no sabremos exactamente
sino hasta subirnos a la balanza. A algunos no les gusta saber su
realidad y por ello prefieren no pesarse.
Hace algunos meses hice un estudio muy sencillo que me reveló
algunas cosas que intuía como pastor, o que se decía siempre,
pero que jamás pensé que serían así.
Encuestamos a 836 personas de 21 iglesias representativas del
sur del Perú, entre las varias preguntas, yo quería saber en el fon-
do una sola cosa: ¿por qué los adventistas no dan estudios bíbli-
cos para llevar personas a los pies de Jesús?
Las respuestas de este pequeño estudio sinceramente tocaron
mi corazón. No podía creer lo que estaba viendo en los números:
■ El 34% de los encuestados decía que NO SABÍA dar estudios
bíblicos.
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“Discipulando a nuestros hijos en la misión”
■ El 27% de los encuestados decía que NO ERA SU DON dar
estudios bíblicos.
■ El 18% de los encuestados decía que NO TENÍA MATERIALES
para dar estudios bíblicos.
Habían otras razones más, por supuesto, pero estas tres me reve-
lan que estaba haciendo mal las cosas. En mis pocos años como
pastor y como miembro de la iglesia, siempre creí que las per-
sonas darían más estudios bíblicos si tenían más materiales, si
habrían más cursos variados… ¡No! Esta simple encuesta me dice
que esa no es la causa mayor. La mayoría de hermanos no da
estudios bíblicos porque NO SABEN.
¡Un momento! ¿Cómo no van a saber dar estudios bíblicos? Se
supone que somos “el pueblo de la Biblia”, y por lo tanto, de
seguro todos los adventistas saben compartir su fe abriendo la
Biblia. ¡Es imposible que un adventista no sepa enseñar su fe!
Pues aunque no lo crean, tenemos una feligresía mayoritaria de
nuevos en la fe adventista. Pero eso no es problema, el problema
es que como son nuevos en la fe, muchos de ellos pasan los años
sin ser enseñados tampoco.
NECESITAMOS NUEVAS GENERACIONES MISIONERAS
En alguna ocasión, mi hijo Ariel Heyssen me invitó a jugar fut-
bol. Al regresar a la casa me dijo: “Papá, de grande quiero ser un
goleador como tú”. Eso causó mucha gracia en mí, y le respondí:
“No hijo. Jamás. Tú sí jugarás bien al futbol”. Quizás no entien-
das bien lo que quiero decirte porque no me conoces en esas
facetas. Yo no juego bien al futbol. Y es que aprendí a jugar en la
adolescencia.
Los mejores futbolistas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo no
empezaron a jugar de adolescentes, sino de niños. Si aprendes de
grande, lo intentarás, harás tu mejor esfuerzo y quizás lo logres,
pero las probabilidades de que juegues muy bien son pocas.
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Manual para padres discipuladores
¿Qué le estamos enseñando a los niños?
Si haces un análisis de qué cosas les estamos enseñando a los
niños en la iglesia te vas a dar cuenta que les estamos enseñando
muchas cosas buenas, buenas y necesarias. Les estamos ense-
ñando a orar, estudiar su Biblia, compartir alimentos, ayudar al
prójimo, ir a campamentos, retiros, paseos, etc. ¡Alabado sea Dios
por eso!
Pero, ¿en qué momento les enseñamos a predicar, a hablar con
sus amigos, vecinos y familiares del amor de Dios a través de
la Biblia? ¿A qué edad les pedimos que deben predicar y abrir la
Biblia a sus amigos? ¿A qué edad les empezamos a pedir cuen-
tas de estudiantes de la Biblia? Sí. Tienes toda la razón. Recién
les hablamos de ese tema, les hablamos de misión cuando son
grandes, jóvenes y, en algunos casos, ya adultos.
Es por eso que vamos a tener resistencia cuando hablamos de
misión en no pocos. En la iglesia, la gran mayoría siempre va a
preferir campamentos y conciertos a una campaña de evange-
lismo o a dar estudios bíblicos. ¿Saben por qué? Porque no tene-
mos cultura misional en las nuevas generaciones.
Nuevas generaciones…
Es bien sabido que los mayores donantes fieles en la iglesia es la
feligresía compuesta por mayores de sesenta años. Y si hacemos
un análisis cuidadoso de quiénes son los que están involucrados
en la misión, caeremos en cuentas que es ese mismo grupo de
hermanos en la fe. Los que en unos veinte o treinta años des-
cansarán de sus obras. ¿Y después? ¿Qué generaciones les su-
cederán? Las generaciones que hoy están en las clases de cuna,
infantes, primarios, intermediarios, juveniles; los jóvenes, aventu-
reros y conquistadores. Si queremos generaciones fuertes, debe-
mos empezar a entrenarlas hoy.
La Biblia dice: “Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere
viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6). La importancia de la
educación en la edad temprana. Elena G. de White es categórica
cuando se refiere a los niños como misioneros y evangelistas:
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“Discipulando a nuestros hijos en la misión”
“Aun en sus tempranos años pueden ser misioneros para
Dios”.3
“Por precepto y por ejemplo, los padres, han de enseñar a
sus hijos a trabajar por los inconversos. Los niños han de
ser educados de tal manera que simpaticen con los an-
cianos y los afligidos y traten de aliviar los sufrimientos
de los pobres y los desgraciados. Ha de enseñárseles a
ser diligentes en la obra misionera: y desde sus primeros
años, ha de inculcárseles la abnegación y el sacrificio, por
el bien de otros y para el adelanto de la causa de Cris-
to, a fin de que puedan ser colaboradores juntamente con
Dios”.4
“Cuando se desarrollen las escenas finales de la historia
del mundo, muchos… niños y jóvenes [que hayan recibido
una verdadera educación cristiana] asombrarán a la gente
mediante el testimonio que den de la verdad con sencillez,
aunque con vigor y poder… En un futuro cercanos muchos
niños serán dotados del Espíritu de Dios; y efectuarán la
obra de proclamar la verdad al mundo…”.5
“Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Es-
píritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hi-
jas profetizarán. Vuestros jóvenes verán visiones…”. Las
señales que se añaden a la mensaje confirman que está
por cumplirse en su plenitud inmediatamente “antes que
venga el día del Señor” (Hechos 2:17-20) Los niños son
impulsados por el Espíritu para ir y declarar el mensaje de
cielo”.6
3 Elena G. de White, Servicio Cristiano, 40.
4 Elena G. de White, Servicio Cristiano, 255.
5 Elena G. de White, Promesas de Dios, 25.
6 Elena G. de White, El Evangelismo, 508.
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Manual para padres discipuladores
Estamos a tiempo. Podemos tener generaciones apasionadas de
niños y adolescentes evangelistas, generaciones diferentes. Pero
está en nosotros como iglesia que, a través de los padres y maes-
tros, como líderes eduquemos a nuestros hijos y nuevas genera-
ciones con ese celo y pasión por el cumplimiento de la misión.
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
Ministerio Personal y Evangelismo
UNIÓN PERUANA DEL SUR
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“Discipulando a nuestros hijos en la misión”
TEMA
Discipulado, nuestra
mayor prioridad
“Poderosa en la tierra será su descendencia; la generación de los
rectos será bendita”. Sal 112:2
¿Qué padre, no anda buscando que su descendencia sea bendecida?
Si esta es la promesa, entonces podemos tomarla; porque somos
importantes para Dios y nuestros hijos también lo son. La Palabra
dice que Dios tiene grandes sueños para ellos y promete que
tus hijos serán bendecidos si realmente demuestras primero ser
fiel a Dios; esto involucra cumplir fielmente el deber sagrado de
inculcarlos en el temor a Dios. “Ama al Señor tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Dt 6:5), tal
como lo indica la Shemá; plan instructivo de parte de Dios para que
los padres cumplieran el deber hacia sus hijos; enseñándoles de la
ley de Dios. Siendo el objetivo de preservar las normas divinas a
las futuras generaciones.
Este modelo de enseñanza de padre a hijo; o maestro a alumno es
el mismo modelo que fue tomado en el Edén; cuando Dios mismo
era el maestro y Adán y Eva los alumnos de su creador.
Esta forma de relación hoy en día es conocido como discipulado;
y esto debería ser nuestra mayor prioridad para las nuevas
generaciones.
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Manual para padres discipuladores
¿Por qué discipulado? Porque, necesitamos nuevamente ser
semejantes a nuestro Dios y en este proceso de restauración, el
discipulado es la única experiencia transformadora que nos llevará
de vuelta a gozar la semejanza al Padre. El discipulado es “el único
método que producirá cristianos maduros y capaz de revertir el
deterioro físico y espiritual”. (1)
Hoy en día, sabemos que la familia es el núcleo social más importante
y de mayor impacto en la sociedad y donde se forma el carácter de
las mujeres y los hombres del mañana. “Del corazón mana la vida”;
y el hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia y de la nación”.
(2) Por eso es que como padres debemos entender que somos los
responsables únicos e irremplazables de la formación del carácter
de nuestros hijos. “Él nos confió a vuestro cuidado, a fin de que los
eduquemos para el cielo”. De esto: “Tendréis que darle cuenta de
la manera en que cumpláis vuestro encargo sagrado... Hasta que
gozosamente puedan presentarse a Dios diciendo: “He aquí, yo y
los hijos que me dio Jehová”. (3)
Entonces, “es necesario que a cada niño se lo cuide desde su más
tierna infancia hasta la adolescencia y la madurez… Si no se hace
esto, Satanás gustosamente tomará a su cargo la obra de los
padres, y educará al niño como a él le place; y ¡oh, ¡cuánto de esta
obra se deja librado al enemigo! Cumplan los padres su deber para
con aquellos que dependen de ellos, y amolden su carácter según
el divino Modelo”. (4) Es por ello, que se requiere de un plan que
consolide el discipulado. Para ello tomaremos el primer modelo
que Dios utilizó en el Edén: Dios como Padre Discipulador, Adán y
Eva como hijos discípulos.
También considerando el modelo de vida que vivió el Discipula-
dor por excelencia, Jesús (Mc 3:13, 14). Para ello, utilizaremos
en este plan tres elementos bien definidos del discipulado, los
mismos que son enfatizados en la División Sudamericana de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comunión, Relacionamiento y
Misión”. (5)
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“Discipulando a nuestros hijos en la misión”
Sin embargo, es posible que muchos nos sintamos abrumados por
la tarea. Nos preguntamos: ¡¿Cómo?! ¿Por dónde empiezo? ¿Qué
debo hacer? Esta tarea la vamos a empezar en oración y con la
ayuda de este programa: “Padres discipuladores, discipulando a
los hijos en la misión”.
COMPROMISO:
Yo ________________________________ me comprometo como
padre de _____________________________, a cumplir con mi deber
encomendado por el Señor de educar y llevar a mi hijo a los pies
del Señor a través de un discipulado pleno y vivencial.
………………………………………….
FIRMA
RETO DIARIO:
Responda con total sinceridad:
¿Qué espera Dios de ti como madre o padre discipulador?
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…………………………………………………………………..........................................…
¿Cómo define la responsabilidad de formar el carácter de
nuestros hijos?
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