1.
Epífisis Proximal
La epífisis proximal es el extremo superior de un hueso largo, situado más
cerca del centro del cuerpo. Esta región se encuentra recubierta por cartílago
articular y se conecta con otros huesos para formar una articulación. La
epífisis proximal suele estar constituida principalmente por hueso esponjoso,
lo que le confiere una estructura ligera pero fuerte. En los huesos largos, como
el fémur o el húmero, la epífisis proximal es crucial para el movimiento y
soporte del cuerpo, ya que forma parte de las articulaciones más importantes.
2. Diáfisis
La diáfisis es la parte media y alargada de un hueso largo, situada entre las
epífisis proximal y distal. Se caracteriza por ser la sección más larga del hueso
y está compuesta principalmente por hueso compacto, lo que le proporciona
una gran resistencia y capacidad de soporte. En el interior de la diáfisis se
encuentra la cavidad medular, la cual está llena de médula ósea, que puede ser
roja o amarilla. La diáfisis juega un papel fundamental en la distribución de la
carga a lo largo del hueso y en la protección de la médula ósea.
3. Epífisis Distal
La epífisis distal es el extremo inferior de un hueso largo, ubicado más lejos
del centro del cuerpo. Similar a la epífisis proximal, esta área también está
recubierta por cartílago articular y contiene hueso esponjoso. La epífisis distal
es importante para la formación de articulaciones y permite el movimiento
articulado del hueso con otras estructuras esqueléticas. Por ejemplo, en el
fémur, la epífisis distal se articula con la tibia y la rótula para formar la
articulación de la rodilla.
4. Cartílago Articular
El cartílago articular es una capa de tejido conectivo especializado que recubre
las superficies articulares de las epífisis de los huesos largos. Está compuesto
principalmente de colágeno y proteoglicanos, lo que le confiere una superficie
lisa y deslizante, permitiendo que las articulaciones se muevan con poca
fricción. El cartílago articular también absorbe los impactos y distribuye la
presión en las articulaciones, protegiendo los huesos subyacentes de daños.
Debido a su estructura avascular (sin vasos sanguíneos), el cartílago articular
tiene una capacidad limitada para repararse a sí mismo.
5. Hueso Esponjoso
El hueso esponjoso, también conocido como hueso trabecular o tejido óseo
esponjoso, se encuentra principalmente en las epífisis de los huesos largos y
en el interior de otros huesos como las vértebras. Está compuesto por una red
de trabéculas óseas (delgadas láminas de hueso) que forman un entramado
tridimensional, dejando espacios llenos de médula ósea. Este tipo de hueso es
menos denso que el hueso compacto, lo que le permite amortiguar los golpes y
reducir el peso total del esqueleto, sin sacrificar la fuerza estructural. El hueso
esponjoso es especialmente importante para la producción de células
sanguíneas (hematopoyesis) en la médula ósea roja.
6. Cavidad Medular
La cavidad medular es el espacio hueco central dentro de la diáfisis de los
huesos largos. Está llena de médula ósea, que puede ser roja o amarilla. En los
animales jóvenes, la médula roja predomina en la cavidad medular y es
responsable de la producción de células sanguíneas. A medida que el
individuo envejece, gran parte de la médula roja se transforma en médula
amarilla, que está compuesta principalmente de grasa y tiene una función
menor en la hematopoyesis.
7. Periostio
El periostio es una membrana fibrosa densa que recubre la superficie exterior
de los huesos, excepto en las áreas cubiertas por cartílago articular. Este tejido
está compuesto por dos capas: una capa externa fibrosa, rica en fibras de
colágeno, y una capa interna celular, que contiene células osteoprogenitoras
capaces de diferenciarse en osteoblastos (células formadoras de hueso). El
periostio desempeña un papel crucial en el crecimiento óseo, la reparación de
fracturas, y proporciona un punto de anclaje para los músculos y tendones
Además, está bien vascularizado e inervado, lo que lo convierte en una
estructura sensible y esencial para la nutrición y el metabolismo óseo.
8. Hueso Compacto
El hueso compacto, también conocido como hueso cortical, es la capa externa
densa y sólida que rodea el hueso esponjoso en los huesos largos y forma la
mayor parte de la diáfisis. Está compuesto por unidades estructurales llamadas
osteonas o sistemas de Havers, que consisten en láminas concéntricas de
matriz ósea que rodean un canal central, donde se encuentran los vasos
sanguíneos y nervios. El hueso compacto proporciona resistencia y soporte,
protegiendo el contenido interior del hueso y facilitando la carga y
distribución de las fuerzas mecánicas a lo largo del hueso. Aunque es más
denso que el hueso esponjoso, el hueso compacto también tiene pequeños
canales llamados canalículos que permiten la comunicación y el transporte de
nutrientes entre las células óseas.