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SALA ELECTORAL y de COMP.

ORIGINARIA -
TRIBUNAL SUPERIOR
Protocolo de Autos
Nº Resolución: 49
Año: 2021 Tomo: 2 Folio: 516-521

EXPEDIENTE: 6513191 - - ISLYMA Y OTROS C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA Y OTRO

- AMPARO (LEY 4915)

AUTO NUMERO: 49. CORDOBA, 08/04/2021.

Y VISTOS:

Estos autos, caratulados “ISLYMA Y OTROS C/SUPERIOR GOBIERNO DE LA

PROVINCIA DE CÓRDOBA Y OTRO – AMPARO” (expte. n.º 6513191), con motivo de

la medida cautelar solicitada por los actores.

DE LOS QUE RESULTA:

1. Por medio de la presentación de un escrito (fs. 1079/1099) y en el marco de la apelación en

trámite ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), los actores denunciaron un supuesto hecho

nuevo y solicitaron el dictado de una medida cautelar. Esto, con el fin de que se suspenda la

audiencia pública digital convocada -según esgrimen- por la Secretaría de Ambiente de la

Provincia de Córdoba (codemandada en la causa) para el día 9 de abril de 2021 y para que se

ordene la realización de un Estudio de Impacto Ambiental Acumulativo (EIAA) de las obras

que han dado motivo a la acción de amparo en curso.

Los demandantes sostienen que se habría producido “una modificación de la situación de

hecho” (f. 1079vta.), a partir de la producción del nuevo “Estudio de Impacto Ambiental

[EIA] y Social referido al proyecto ‘Alternativa Ruta n.o 38 – tramo Variante Costa Azul/La

Cumbre’” (expte. n.o 0517-025819/2021), que sería puesto a consideración durante la referida

audiencia pública digital. De acuerdo con los accionantes, el referido EIA no cumpliría con

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las previsiones de la Ley n. o 10208 (Política Ambiental de Córdoba) y, por no ser

acumulativo, tampoco con las disposiciones de la Ley n.o 26331 (art. 24), de Presupuestos

Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.

Los actores fundaron su pretensión cautelar en las presuntas deficiencias e irregularidades del

procedimiento administrativo (cfr. la f. 1082vta.). Por una parte, estas estarían vinculadas con

el EIA. Esto, desde que -según afirmaron-, como el proyecto “atravesará zonas ‘rojas’ de

bosque nativo” (f. 1082vta.), el estudio no cumple con los requisitos de la Ley n.o 26331

(art. 24) en cuanto a la descripción del proyecto, manejo sostenible de los bosques nativos,

operaciones de desmonte, prognosis, análisis de alternativas, evaluación de los posibles

impactos, entre otros (cfr. las fs. 1082vta./1083vta.). Además, el EIA no haría referencia al

proceso de consulta previa a los pueblos originarios (cfr. las fs. 1083vta./1088vta.).

Asimismo, según expresaron, tampoco contaría con toda la información requerida (se

mencionarían anexos que no figuran, remitiría abiertamente a valoraciones de futuros estudios

técnicos, la cuestión hidrológica estaría tratada solo de forma descriptiva, entre otros). Todo

esto -manifestaron- vulnera cuestiones metodológicas clave que impiden que el EIA objetado

pueda ser considerado un instrumento reflexivo serio, científico y participativo como para ser

sometido a una audiencia pública (cfr. la f. 1091).

En segundo lugar, los accionantes denunciaron que las irregularidades afectarían el derecho a

la participación ciudadana. Esto, desde que se habría convocado a una audiencia pública de

forma digital y no en virtud de la actual situación de pandemia, sino en cumplimiento de la

Ley de Simplificación y Modernización de la Administración (n. o 10608). Con tal fin,

señalaron que, supuestamente para restringir la participación y no obstante la cantidad de

personas que había asistido en forma presencial a la celebrada en el año 2017, se exigiría que

los interesados se inscribieran previamente en la plataforma digital del Gobierno (Ciudadano

Digital, CIDI) en la categoría 2 del nivel de accesibilidad. Recalcaron que esto constituye un

retroceso (respecto del principio de progresividad que impera en la materia) desde que no se

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advierte que, principalmente las áreas rurales del Valle de Punilla, carecen de los recursos

necesarios para tal fin. En ese sentido, aseveraron que la Secretaría de Ambiente “no ha

arbitrado hasta la fecha la puesta a disposición de la ciudadanía de los medios tecnológicos

y de conectividad en las zonas próximas al proyecto” (f. 1092vta.). Añadieron que, como

consecuencia, el agravamiento de las condiciones para el acceso digital (CIDI, nivel 2) se

torna irreversiblemente lesivo desde que la participación ciudadana se ha limitado

exclusivamente a lo virtual. Agregaron que, justamente, en el propio EIA se reconoce que “

deberán generarse los espacios de participación social donde se dé a conocer el proyecto en

etapa de anteproyecto, con la mayor claridad posible, dirigido a todos los públicos,

generando los canales de recepción de consultas” (f. 1094vta.).

Finalmente, también consideraron como irregularidad del procedimiento la circunstancia de

que, pese a la implementación digital dispuesta e invocada, no se asegura el principio de

transparencia. Ello, desde que se advertirían errores inconcebibles, como por ejemplo que la

convocatoria aparezca como “activa y cancelada a la vez, por lo que cualquier ciudadano que

ingresara a la web tendría la duda sobre la realización de dicho acto” (f. 1096), además de “

lo engorroso del acceso a la poca información que se pone a disposición de los interesados”

(f. 1096). En esa dirección, apuntaron que hay enlaces que no brindan mayores datos o lo que

se suministran son poco relevantes, al tiempo que no se habrían publicado los 14 anexos del

EIA (cfr. la f. 1096). En definitiva, según conjeturaron, no se trataría de simples

irregularidades, sino de “una meditada estrategia para que esta información -que es base del

Estudio de Impacto Ambiental- no esté disponible y accesible para toda la comunidad”

(f. 1096), con lo que se contraviene el principio de máxima divulgación ambiental (cfr. la

f. 1096vta.).

2. Atento a que en la misma causa se encuentra a estudio el recurso de apelación formulado

por los actores contra el Auto n.o 109/2019 (fs. 1007/1027vta.), de la Cámara Contencioso

Administrativa de Segunda Nominación de la ciudad de Córdoba, el nuevo pedido de los

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accionantes fue puesto para su consideración y resolución.

Y CONSIDERANDO:

I. LAS OBJECIONES CONTRA UN PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO-

AMBIENTAL EN CURSO NO SE PUEDEN CANALIZAR DIRECTAMENTE ANTE

EL TSJ PORQUE ESO SUPONDRÍA AMPLIAR SU COMPETENCIA ORIGINARIA

Teniendo en cuenta que las medidas cautelares se tramitan inaudita parte -esto es, sin que se

corra vista del pedido a la parte contraria-, hay que circunscribirse a la información que

brindan los actores. De acuerdo con esta, se trataría de un nuevo EIA, referido a una variante

alternativa para la construcción de la autovía en el tramo Costa Azul-La Cumbre. Esto se

desprende de las propias palabras de los accionantes, según los cuales se habría producido “

una modificación de la situación de hecho” (f. 1089vta.). Esta interpretación se ve respaldada,

además, por el tenor de las objeciones que están dirigidas contra el EIA como tal y contra el

procedimiento administrativo en curso y del que este habría sido fruto. Dichos

cuestionamientos son de tal magnitud que su debido tratamiento y resolución trascienden el

marco restrictivo de una medida cautelar. Con más razón cuando se trata de cuestiones

sumamente técnicas y complejas que requieren un minucioso examen e información, y más

aún cuando los reproches van dirigidos contra actos que, por su carácter, gozan de presunción

de legalidad y de legitimidad.

En varias ocasiones, el TSJ ha destacado que la Ley n.o 10208 recepta un doble estándar. Así,

por una parte, se muestra elástica a la hora de regular las “garantías ambientales” (como la

acción de amparo) que aseguren el más efectivo acceso a la justicia. Por la otra, se presenta

como “sumamente detallista en la reglamentación de los requisitos, fases e instancias que se

deben cumplir rigurosamente para obtener la licencia correspondiente de manera de poder

llevar adelante una iniciativa, obra o emprendimiento (productivo, fabril, forestal, minero,

etc.) que pudiera tener impacto negativo en el ambiente” (TSJ, Secretaría Electoral y de

Competencia Originaria, Auto n.o 70 [6/10/2020], “Pierantonelli). Esto último supone el

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principio de “‘máxima fiscalización’ administrativa previa de cualquier actividad que

pudiera proyectarse sobre el ambiente” (TSJ, “Pierantonelli”, ídem).

Ahora bien, la referida y exigente fase de fiscalización previa quedaría trunca y se produciría

un peligroso salto a la judicialización prematura y automática si, antes de acudir a las

herramientas que garantiza dicha etapa, los interesados optaran directamente por la vía

jurisdiccional, como acontece con este pedido cautelar. Esto no quiere decir que los

mecanismos judiciales, llegado el caso y la oportunidad adecuados, no deban “controlar si se

hubiera cumplido con todos los procedimientos previstos para el otorgamiento de una

licencia ambiental” (TSJ, “Pierantonelli”, ídem).

Conviene insistir en lo anterior. A lo largo de toda la secuencia de actos prevista por la Ley n.
o 10208 para la concesión de una licencia ambiental el control y la participación ciudadana

resultan clave. Esto, hasta el punto de que, a partir de la publicación que ordena el art. 27 de

dicha norma (del dictamen de la Comisión Técnica Interdisciplinaria para la Evaluación del

Impacto Ambiental sobre el EIA), “los particulares podrán consultar y tomar conocimiento

de las actuaciones administrativas relativas al proyecto”. Se entiende que para poder actuar

en consecuencia. Esto implica que, como ya lo ha remarcado el TSJ, “si se pretendiera atacar

un acto de los que conforman los diferentes procedimientos que incluye el proceso

administrativo-ambiental en los términos de la Ley n.o 10208, deberá procederse como ante

cualquier acto administrativo impugnado: en instancia administrativa primero y luego en

sede contencioso-administrativa” (TSJ, “Pierantonelli”, ídem). Esto no se advierte en el

requerimiento bajo análisis, en virtud del cual las objeciones referidas a las supuestas

falencias del EIA relacionado con la nueva traza pretenden ser canalizadas directamente en la

órbita jurisdiccional; más aún, ante el TSJ, lo que además significaría pretender ampliar la

competencia originaria del tribunal más allá de lo que lo ordena en forma excepcional la

Constitución de la Provincia (CP, art. 165, inc. 1).

Por otra parte, por medio de la orden provisoria solicitada, los actores aspiran a que también

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se disponga un EIAA global; esto es, acumulativo del presente tramo proyectado y del

anterior, denominado “Variante Costa Azul-Puente sobre el Lago San Roque”. Así, en forma

elíptica y por otra vía, los actores buscan reeditar e insisten con el mismo pedido sustantivo

que es objeto del recurso de apelación, actualmente en estudio y pendiente de resolución por

parte del TSJ. Esta superposición temática y lo anteriormente desarrollado ponen de

manifiesto lo implausible que resulta (material y procesal) la medida requerida.

II. LAS AUDIENCIAS PÚBLICAS DIGITALES PUEDEN SER UNA VALIOSA

HERRAMIENTA SI EN FORMA PREVIA SE GARANTIZAN, DIFUNDEN Y

ASEGURAN LAS CONDICIONES QUE POSIBILITEN LA MÁXIMA

CONECTIVIDAD O PARTICIPACIÓN, ASÍ COMO EL ACCESO FÁCIL, DIRECTO

E INMEDIATO A LA INFORMACIÓN COMPLETA DEL ESTUDIO DE IMPACTO

AMBIENTAL QUE SE VA A DISCUTIR

La circunstancia de que no concurran los requisitos -ni la oportunidad procesal- para el

dictado de una orden cautelar como la peticionada no implica que el Estado provincial no

deba velar por una robusta y amplia participación ciudadana en toda la secuencia de actos y

fases administrativos que preceden al otorgamiento de la licencia ambiental. Esto, desde que

uno de los fines salientes de la Ley n.o 10208 es facilitar la “participación ciudadana en los

distintos procesos de gestión” (art. 2) en la materia. De la misma forma que, entendido lo

ambiental como política de estado en Córdoba, la misma norma ordena que se brinde y

facilite las vías de acceso a la información ambiental -libre, útil, idónea y de calidad, se

entiende- “exigiendo su obligatoriedad en los procesos administrativos de gestión ambiental

” (art. 3, inc. d, lo destacado con negritas nos pertenece).

Bajo ningún punto de vista la participación ciudadana puede ser entendida como un mero

requisito o prurito formal. Esto, desde que la Ley n.o 10208 la considera como un principio

fundamental, sustantivo y como uno de los presupuestos de la convivencia ambiental, hasta el

punto de que le dispensa un capítulo (el n.o 12) y la menciona en 28 ocasiones. Al mismo

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tiempo, desde que la audiencia pública, exigible obligatoriamente para proyectos como los

que son objetados en esta causa, es un mecanismo de participación, debe ser celebrada de tal

forma que asegure la concurrencia efectiva del mayor número de personas, con independencia

de que se concrete de forma presencial o virtual (art. 13).

La celebración de audiencias en formato digital puede constituir una valiosa herramienta.

Ello, para poder superar las dificultades que generaban las distancias geográficas; estas, en

ocasiones, obligaban a complicados desplazamientos, lo que -sin dudas- se agravaría en el

actual contexto de pandemia provocado por el COVID-19, como es de público conocimiento.

Pero esta oportunidad no debe hacer perder de vista que este mecanismo -y más aún cuando

se lo proyectara como exclusivo, en reemplazo de cualquier variante o modalidad presencial-

tiene que ser acompañado por todas las medidas previas que aseguren meticulosamente las

mayores condiciones de conectividad posible. Estas garantías deben ser más intensas cuando

el EIA por discutir -como acontece en este expediente- versa sobre una obra que atraviesa

grandes zonas rurales y serranas; esto es, poblaciones a las que puede resultarles sumamente

difícil el contacto con las tecnologías necesarias para poder concurrir o participar en un foro

digital. Solo si de antemano se hubieran brindado las alternativas que posibilitaran el máximo

acceso digital el día del encuentro podrá darse por cumplido -por analogía- el art. 67 de la Ley

n.o 10208, que es terminante: “Se debe realizar [la audiencia]en la zona de influencia del

proyecto y de participación abierta. La convocatoria debe ser publicada en un periódico de

circulación provincial y medios de comunicación locales indicando días y horarios de la

misma” (lo destacado con negritas nos pertenece).

Corresponde insistir en la misma cuestión. La Ley n.o 10208, por definición, ordena que la

audiencia tenga lugar “en la zona de influencia del proyecto”, que sea de “participación

abierta” y que esto haya sido debidamente difundido en forma local. Como consecuencia,

para que el reemplazo de la variante presencial por la digital sea legítima es fundamental un

trabajo previo de información y de asesoramiento integral en dicho sector geográfico -por

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parte del órgano estatal que convoca y que tiene a su cargo el encuentro-, para que los

habitantes del Valle de Punilla, en este caso, sepan cómo inscribirse y cuáles otros requisitos

tecnológicos deberían disponer para poder presenciar o participar de la audiencia. Es decir, no

se puede partir de la premisa de que todos los pobladores son nativos digitales y que, por

ende, están dotados de los conocimientos y de los medios necesarios, como para dar por

sentadas, de forma automática, las condiciones para la “participación abierta”, como exige

terminantemente la Ley n.o 10208 (art. 67), principio que hay que resguardar sobre todo.

Como la suerte y la legitimidad de este formato de audiencia dependerá de que se garantice la

“participación abierta” -en esta oportunidad en clave digital-, el Estado deberá acreditar que

ha hecho todo lo posible por allanar la conectividad y por haber brindado información previa

que aliente la mayor presencia de personas posibles en el encuentro. Solo mediante esta

inversión de la carga argumental y probatoria podrá tenerse por equiparada la nueva variante

al fácil acceso presencial presupuesto por la Ley n.o 10208. Al mismo tiempo, por esta vía

podrán conjurarse los temores de que se hubiera erigido deliberadamente lo que la doctrina

denomina una categoría que resulta sospechosa a la luz del principio constitucional de

igualdad; es decir, la conformada por aquellos pobladores del Valle de Punilla que, por falta

de conocimientos o de medios tecnológicos, no se encontrarían en las mismas condiciones

que otros para tomar parte de una audiencia circunscripta estrictamente a la modalidad virtual

y que -por ende- quedarían marginados. Esto, que resultaría inaceptable, es lo que hay que

evitar.

En ese sentido, resulta clave la adaptación del art. 36 de la Ley n.o 10208 a la modalidad

virtual, en la medida en que dicha norma, por ejemplo, establece que “[p]ara presenciar la

audiencia pública solo será necesaria la inscripción en los registros que a tal efecto

habilitará la Autoridad Convocante” (inc. b). Como consecuencia, el empadronamiento

digital no puede suponer -bajo ningún concepto- el agravamiento de las posibilidades de

acceso que fija la Ley n.o 10208 (para la variante presencial), porque eso supondría introducir

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un sesgo de exclusión intolerable. Otra vez, he allí la importancia de que la Secretaría de

Ambiente ponga a disposición toda la infraestructura necesaria para, por ejemplo, asesorar a

quienes tuvieran dudas acerca de cómo pueden inscribirse en la plataforma CIDI (nivel 2).

Teniendo en cuenta la relevancia que la Ley n.o 10208 otorga a las audiencias públicas, la

celebración bajo este tipo de formato constituye también un nuevo desafío para actualizar -en

clave virtual, electrónica o digital- el mandato del preámbulo de la CP que propende al

definitivo establecimiento, por parte del Estado cordobés, de “una democracia pluralista y

participativa”. Esto también debe alcanzar, por supuesto, la obligación de que los

responsables acrediten que, en la página web oficial o que con tal fin se habilitara, han

cargado (con precisión de la fecha en que se lo hizo) toda la documentación vinculada con el

proyecto en cuestión: EIA, anexos y cualquier otra información que pudiera ser de utilidad, en

lo posible en un lenguaje que resultara accesible para quienes no dispusieran de

conocimientos técnicos como para poder interpretarla.

Si la modalidad predominante pasa a ser la digital, entonces, no puede haber lugar a

opacidades, a sitios web paralelos, a vínculos o links superpuestos o que conduzcan a otros

que no contengan los datos que se anticipa que están publicados. Los motores de búsqueda

que se habiliten también deberán ser los adecuados para que el acceso sea directo, fácil,

sencillo, inmediato, sin solapamientos. Esto también hace a la participación ciudadana y en la

acreditación de estos requisitos -por parte del Estado provincial, como consecuencia de la

inversión argumental y probatoria a la que ya se ha hecho referencia- también se juega la

legitimidad de la audiencia pública convocada, precisamente, para evitar la posibilidad de

impugnaciones administrativas posteriores.

En definitiva, las posibilidades que brinda lo virtual deben ser aprovechadas mediante un

diseño y organización adecuados que potencien la transparencia de la información ambiental.

De lo contrario se corre el riesgo de que, por acción o por omisión, lo digital se transforme en

una emboscada que dificulte -en vez de facilitar- la participación. En ese sentido y en tanto el

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canal electrónico se transforma en la modalidad para dar voz a la ciudadanía (en el caso de las

audiencias públicas), todo lo concerniente a ello -como la facilitación y la calidad de los datos

que se aportan- pasa a integrar el plexo de las garantías que hacen al debido proceso

ambiental en clave digital. El cumplimiento de esto es responsabilidad excluyente del Estado

provincial. Ahora puede dimensionarse lo oportuna que resultan las disposiciones de la Ley n.
o 10208 (el capítulo XI, por ejemplo) en la medida en que reconocen el derecho a la

información ambiental (art. 56), así como a su libre acceso (art. 3, inc. g).

Finalmente, a lo anterior habría que sumar que el recurso de apelación articulado por los

actores contra el Auto n.o 109 (2019; cfr. las fs. 1007/1027vta.), de la Cámara Contencioso

Administrativa de Segunda Nominación de la ciudad de Córdoba, actualmente a estudio del

TSJ, ha sido concedido con efecto devolutivo; esto es, no suspensivo de lo resuelto (cfr. el

Auto n.o 270/2019, del mismo tribunal, fs. 1042/1043vta.). Como consecuencia, resultan

plenamente aplicables y exigibles las consideraciones coincidentes efectuadas por dicha

Cámara (también en el voto emitido en minoría) sobre esta cuestión en concreto. Esto, en el

sentido de que, “atento al valor estratégico que para la política pública ambiental inviste la

materia sobre la que se relaciona el proyecto de obra” (f. 1013vta.) cuestionado por los

actores, “las autoridades de la Provincia de Córdoba deberán brindar la máxima

información para asegurar el modo más amplio posible los presupuestos de participación

ciudadana, en el marco de la normativa aplicable” (f. 1013vta.; lo destacado con negritas

nos pertenece).

Por los motivos y argumentos expuestos, este Tribunal Superior de Justicia,

RESUELVE:

I. Rechazar la medida cautelar solicitada por los actores.

II. Exhortar al Gobierno de la Provincia de Córdoba, parte codemandada en estos autos, a que

tenga en cuenta lo desarrollado en el punto 3 a la hora de organizar, convocar y celebrar la

audiencia pública (ordenada por la Ley n.o 10208) en forma digital. Esto, con el fin de

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facilitar la mayor participación y concurrencia posible, en condiciones de igualdad, de los

habitantes del Valle de Punilla, así como el acceso electrónico fácil, directo, sencillo e

inmediato a toda información relevante vinculada con el EIA que será discutido durante la

referida audiencia.

Notifíquese y hágase saber.

Texto Firmado digitalmente por:


LOPEZ PEÑA Sebastian Cruz
VOCAL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Fecha: 2021.04.08

SESIN Domingo Juan


VOCAL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Fecha: 2021.04.08

TARDITTI Aida Lucia Teresa


VOCAL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Fecha: 2021.04.08

BLANC GERZICICH María De Las

Mercedes
VOCAL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Fecha: 2021.04.08

CACERES Maria Marta


VOCAL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Fecha: 2021.04.08

ANGULO MARTIN Luis Eugenio


VOCAL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Fecha: 2021.04.08

Expediente Nro. 6513191 - 11 / 12


LÓPEZ SOLER Francisco Ricardo
SECRETARIO/A T.S.J.

Fecha: 2021.04.08

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