Tema 6. Al Ándalus: reinos de taifas.
Historia de España 2º Bachillerato
Rocío Pérez Martínez
Tema 6. Al Ándalus: reinos de taifas.
En rápida sucesión pasan por el trono catorce califas desde que muere Hixam II hasta el
año 1031. Desde entonces, en las distintas regiones de AI-Ándalus, van surgiendo pequeños
reinos rebeldes que configuran la división en taifas (pequeños reinos o estados
independientes) que durará hasta 1090.
Estos taifas están condicionados por el modo en que se repartieron las tierras los
distintos grupos étnicos:
Taifas beréberes, fundamentalmente en el sur y las serranías interiores andaluzas
Taifas eslavos, en el Levante peninsular
Taifas andalusíes, la población de la zona sur de AI-Ándalus, o hispanoárabes que fueron
los más importantes política y culturalmente y ocupaban las zonas fronterizas.
Algunos de ellos gozaron de cierta prosperidad económica y cultural. Sevilla y
Zaragoza construyeron grandes palacios como el de la Aljaferia en Zaragoza y
promovieron las letras y las ciencias.
Pero la mayoría fueron desapareciendo al ser conquistados por otros más fuertes o por los
reinos cristianos. A finales del s. XI todos los taifas eslavos, (salvo.Baleares), beréberes,
excepto Granada, han desaparecido. Los andalusíes y Sevilla son los más
sólidos.
La debilidad política y militar de todos y su rivalidad les llevó a someterse a los
reinos cristianos a los que solicitaban como árbitros de sus querellas y a los que pagaban los
"parias" (impuesto de un príncipe a otro) como reconocimiento de su superioridad y único
medio de garantizar su supervivencia. El pago de estos tributos produjo un flujo de riqueza
continuo hacia el norte y, al mismo tiempo, una fuerte subida de impuestos con el
consiguiente malestar de la población. Por todo esto, durante el siglo XI será cuando más
ampliamente avance la Reconquista cristiana. En 1085 Alfonso VI el Bravo de Castilla conquista
Toledo (capital del distrito fronterizo medio), llevando la línea de Reconquista hasta el Tajo. En
tales circunstancias, los reyes de Sevilla y el Algarve, temerosos, llamaron en su auxilio al
poderoso reino almorávide del norte de África.
Los almorávides
Tras la caída de Toledo, el reyezuelo de Sevilla al-Mutamid pide
ayuda a los beréberes que habían' unificado el norte de África y eran seguidores de las
doctrinas de unos eremitas muy rigoristas en la observancia de la ley coránica
(almorávides).
Llegan por primera vez a la Península en 1086 al mando de Yusuf ben Tashufin,
derrotando a Alfonso VI en Zalaca (Badajoz). A partir del 1090 ocupan Granada (1090),
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Córdoba y Sevilla (1094), Valencia (1102) y Zaragoza (1110). Sólo las Baleares se mantuvieron
independientes. La rapidez de la conquista almorávide fue debida a la debilidad de los reinos
taifas, al descontento popular contra sus gobernantes y, por
último, al arraigado sentido de Guerra Santa que tenían los almorávides.
Su prosperidad duró hasta 1144 gracias a sus continuas victorias sobre los cristianos y al
control de la ruta del oro del Sudán que les permitió sanear la economía. Pero su inicial
austeridad y empuje militar se vieron debilitados al acomodarse al refinamiento de las cortes
hispanomusulmanas. Su ortodoxia se relajó y la corrupción imperó a sus anchas. Esto, junto a
la exitosa aparición en escena de los beréberes del Atlas (almohades), que pronto controlaron
la ruta del oro, y al revés militar que suponen las pérdidas de Zaragoza en 1118 a manos de
Alfonso I el Batallador de Aragón junto a otras localidades con Alfonso VII, el emperador de
Castilla, fueron el principio de su fin. Estos reyes conquistadores capturaron al campesino
mozárabe y les emplearon en la repoblación del norte.
Reyezuelos independientes (segundos reinos taifas) se hacen de nuevo con el poder y
se enfrentan a los almorávides. Sin embargo, estos segundos reinos taifas sólo durarán los
veinte años que lo permitan los almohades.
Los almohades
Su primera intervención es en 1172 con la toma de Murcia. Desde
entonces obtienen éxitos contra los cristianos como en Alarcos pero sin frenar su avance
reconquistador. Instalan su capital en Sevilla. Aún más rigoristas que sus antecesores, no
consiguieron la identificación con la población hispanomusulmana, siendo los judíos y
mozárabes obligados a convertirse. Hubo revueltas como la del "Rey lobo" en Murcia.
Su declive definitivo es consecuencia de la aparición en el norte de África de un nuevo
poder (benimerines) que les quita el control sobre la ruta del Sudán; del alza de la presión
fiscal; de la falta de soldados y; de varias derrotas cosechadas frente a los cristianos
como la de las Navas de Tolosa en 1212.
Surgen los terceros reinos de taifas (1223-1248) con Valencia, Murcia, Jaén y
Granada como principales exponentes. Pero Fernando III el Santo de Castilla y Jaime I el
Conquistador de Aragón los fueron conquistando (Córdoba en 1236 y Sevilla en 1248) a
excepción del de Granada.
El reino nazarí o nazarita se mantendrá hasta 1492 gracias a que su territorio se
constituye en una muralla natural; a la cohesión de una población totalmente musulmana
y; por último, a la crisis interna que vivieron los reinos cristianos durante la Baja Edad
Media que les llevó a preferir la demora de la reconquista por el cobro de los parias.
El reino Nazarí o reino de Granada
Tras la derrota almohade en 1212 en la Batalla de las Navas de Tolosa, comenzó a tomar
importancia en el sureste de al-Ándalus la dinastía nazarí, linaje de origen árabe cuyo fundador
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fue Alhamar (el Rojo), quien se proclamó sultán en 1232, siendo reconocido como tal por las
oligarquías de Guadix, Baza, Jaén, Málaga y Almería. Se sucedieron las disputas dinásticas
hasta que en 1492, durante el gobierno de Boabdil el Chico, los Reyes Católicos pusieron fin al
reino sitiando la capital y haciendo que el rey nazarí capitulase ante los soberanos cristianos
ese mismo año.
Fue el último reino musulmán de Al- Ándalus, gobernado por la dinastía Nazarí. Era un reino
densamente poblado, con una vigorosa economía: agricultura intensiva, industria de la seda y
un activo comercio con el norte de África, además de una floreciente vida artística y cultural.
Castilla que controlaba el Estrecho desde el siglo XIV (Alfonso XI), en gran parte demoró su
conquista hasta un siglo después, gracias a los valiosos tributos obtenidos de los reyes
granadinos. Finalmente fue conquistado por los Reyes Católicos en enero de 1492.
