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Tema 1. La Formación Del Lenguaje Figurativo Cristiano.

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EL CRISTIANISMO.

LA RUPTURA CON LA PLÁSTICA DE LA ANTIGÜEDAD


La formación del lenguaje figurativo cristiano

No existe un arte propiamente cristiano hasta bien entrado el siglo IV d.C., cuando
mediante el Edicto de Milán Promulgado por Constantino en el año 313, se reconoce la libertad
de culto, en el imperio. En el año 380 se impondrá como religión de estado gracias al Edicto de
Tesalónica, promulgado por Teodosio.
El cristianismo empezó a difundirse a partir de Galilea, Israel, hacia las grandes
metrópolis, Roma, Alejandría... En sus inicios era una religión practicada por las clases más pobres
de la sociedad, gente que no tenía mucho que desperdiciar y basaba sus esperanzas en el Más
Allá. Con el paso del tiempo fue introduciéndose en clases más elevadas apoyado por la propia
evangelización.
El cristianismo era una religión más dentro de las practicadas en el Imperio Romano.
Normalmente junto a un culto oficial, cada familia tenía sus propias divinidades privadas. El
problema surgió cuando esa religión particular chocaba con intereses de personas que tenían
obligaciones por su cargo de adorar y venerar al Emperador. Esto no era admitido por los
cristianos. Fue entonces, y entre otras causas, cuando comenzaron las primeras persecuciones
que no cesarán, con tramos de paz, hasta tener lugar en el año 303 la más cruenta de todas ellas
durante el reinado de Diocleciano.

Hasta el reconocimiento oficial de su religión cristianismo los cristianos se reunían en


casas particulares, villae o en el último piso de alguna de las insulae - bloques de casas -. Un
ejemplo de estos lugares de reunión es la casa cristiana de DURA EUROPOS, (ca. 230 d.C.) Siria,
único ejemplo conocido. Es una casa de patio central, la típica romana, en la que procedieron a
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La formación del lenguaje figurativo cristiano

tirar un tabique de unión entre la habitación y el patio, situando en ésta un estrado para que
pudiese presidir la reunión el obispo. Podían participar los bautizados, miembros de pleno
derecho, e incluso en determinadas ceremonias los Catecúmenos (catecúmeno es aquel que
desea recibir el bautismo y por lo tanto ingresar en la religión cristiana que se hace instruir con
este designio). Frente a esta dependencia: el baptisterio; especie de pila cubierta con un arcosolio
-arco formando una especie de nicho-.
El culto de estos cristianos va a pasar desapercibido en sus primeros momentos, se puede
hablar de pinturas de catacumbas, figurillas o relieves de sarcófagos, pero en estilo no se
distinguieron para nada del habitual tipo de arte “consumido” por las clases medias y bajas de
aquel entonces en el mundo occidental. La diferencia radica en el asunto tratado. Temática en
este caso, doctrinaria, continuadora de ciertas formas iconográficas ya configuradas en el arte
anterior, pero se les buscarán simbologías y paralelismos con la religión. Temas que se
perpetuarán a lo largo de todo el Arte Medieval.
Los artistas contratados por los cristianos tratarán de basarse en temas ya representados
anteriormente, iniciando una iconografía que participa, en un principio, de un lenguaje pagano
Donde aparecen desde temas mitológicos, como por ejemplo Orfeo (Cristo Buen Pastor) 1 ,
determinados símbolos como el nimbo, símbolo del poder de los Emperadores, posteriormente
valdrá para los santos y personajes sagrados. Otras veces, en lugar de temas figurados hay
elementos ornamentales, es el caso de los pájaros, amorcillos... derivaciones de las
representaciones del arte funerario pagano que ahora serán alusiones al Nuevo Paraíso Cristiano.
Es decir, son formas iconográficas del mundo clásico con una simbología cristiana.
El primer arte cristiano pues, no supuso una ruptura drástica en cuanto a estilo, con el
arte anterior: un relieve de un sarcófago o una pintura de una catacumba puede parecer de muy
baja calidad, pero hay que tener en cuenta que busca la expresividad y el simbolismo frente a la
Belleza formal, siguiendo una corriente popular del arte romano
El rasgo más sobresaliente de la Pintura Romana es una relación de las figuras entre sí,
alejadas del espectador. En este caso, del arte postclásico, las figuras se realizan para ser
observadas y para transmitir al espectador “algo”. Se destaca el rostro y los ojos, fijos en el
espectador. Las figuras sin embargo, están aisladas del resto de los personajes. Poco paisaje y

1
Los Padres de la Iglesia –en especial Clemente de Alejandría y Eusebio de Cesarea20–, que están en el
origen de esta aproximación entre la palabra de Orfeo y la Palabra de Dios, se servirán precisamente de
la figura de Orfeo cantor, poeta y músico para explicar a los griegos quién es Dios y cómo se ejerce la
actividad de su Palabra. Para hacer eso no dudarán en comparar, incluso si es para oponerlos, el poder
de acción de la palabra de Orfeo con el de la Palabra de Dios, para mostrar la infinita superioridad de
Éste sobre aquél
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La formación del lenguaje figurativo cristiano

ninguna perspectiva. Las pinturas son muy narrativas, prescindiendo de la calidad formal de los
rasgos. Es una característica de la época. Tanto de las sinagogas como del arte cristiano, es decir,
toda la pintura contemporánea pagana.
El principal problema de las comunidades cristianas era que se consideraban enemigas
del arte y de toda representación iconográfica. Esta religión se preocupaba de lo espiritual,
solamente. Para ellos la adoración de las estatuas, de las pinturas no era posible, decían que la
esencia de la divinidad es imposible de reflejar.
En un principio, el cristianismo está influido por la religión judaica éstos tenían prohibidas
las representaciones de Dios. Por tanto, en las primeras pinturas se narran hechos, solamente se
aceptan imágenes alusivas, pero tomadas de la vida cotidiana.
En un segundo momento, con el concilio de Nicea y el desarrollo de la teología se produce
un cambio iconográfico ya que la Iglesia asume la necesidad de hacer accesible a la mayoría un
código moral que es necesario que tenga una fácil comprensión. Se produce un cambio sin que la
idea de la imagen desaparezca, la imagen se hace mucho más clarificadora en sus planteamientos.
A partir del siglo IV comienzan a aceptarse las representaciones de Cristo, en la vida
terrena. Poco a poco se fue transigiendo para responder a las necesidades de los fieles cada vez
numerosos que estaban acostumbrados por sus anteriores religiones a las representaciones de
sus Dioses. También por un motivo catequizador. Todo el arte medieval se caracteriza por ser un
arte didáctico hecho para enseñar, para catequizar, la estética será secundaria, aunque a medida
que pase el tiempo y aumente el poder de la Iglesia se caerá en ella.

PINTURA DE LAS CATACUMBAS

Se tratará primero la pintura, dado su papel importantísimo, sobre todo desde el punto
de vista iconográfico, puesto que se produce primero en el tiempo.
La catacumba es un lugar de enterramiento que está influenciado por el Próximo Oriente
(Siria), debido a las comunidades judaicas, sobre todo. En la Roma del siglo III y IV, lo corriente era
incinerar a los muertos y era en los columbarios donde se metían las cenizas. Solamente la gente
de una alta posición social se enterraba en Mausoleos.
Los cristianos al no aceptar la incineración -creían en la resurrección de la carne-, se
encontraron con el problema de adquisición de los terrenos puesto que eran muy caros. En el
Imperio Romano no era frecuente ni usual este tipo de enterramiento. Cada familia cristiana no se
podía permitir el lujo de un sepulcro individual, surgiendo las catacumbas como solución a este
problema, son más abundantes en Nápoles, Siracusa- Roma debido a la porosidad del terreno,
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que facilita las excavaciones. Las comunidades cristianas no podían conseguir terrenos al aire
libre, dado su alto precio, este es otro motivo de esta solución. Se decidió el uso de las
catacumbas para la comunidad.
En estos terrenos, se excavaban las galerías, variables según el tipo del mismo, en los
muros se abren nichos en donde se entierran a los difuntos, son los llamados loculi estos pasillos
podían desembocar en cámaras cuadradas o semicirculares- cubiculum, en el fondo podían
albergar un arcosolium, especie de nicho compuesto por el sepulcro más un arco que funciona a
modo de bóveda, para el sepulcro allí expuesto. Tanto el cubiculum como el arcosolium; son
lugares ideales para la realización de pinturas, a las galerías se les llama ambulacri.
Las pinturas son realizadas con la técnica del fresco, sobre una capa de yeso “fresco” se
da una pigmentación que va penetrando en el estuco y garantizan así su conservación. Estas,
pasado el tiempo, incluso se pueden arrancar y conservar independientemente.
La temática:
• Escenas de dobles significado: en algunas pinturas temáticamente son muy próximas a las
paganas del momento: niños vendimiado, héroes... El pez es un acrónimo, que se
convierte en el emblema de Cristo. Es el anagrama de Jesús Salvador, hijo de Dios, sus
iniciales en griego forman la palabra pez, también posee valor eucarístico en relación con
la idea de la salvación a través del bautismo que se logra con el agua 2. Pintura con
representaciones de “putti” amorcillos, flores, entre pámpanos, tomados del lenguaje
pagano del momento. Sin embargo, tampoco se han de olvidar las escenas
veterotestamentarias (vinculadas al Antiguo Testamento) como Jonás, Daniel, Job ….
• Escenas de marcado contenido cristiano. Representación como al Buen Pastor. Escenas
neotestamentarias (sobre todo las de carácter taumatúrgico…)

ETAPAS DE LA PINTURA DE LAS CATACUMBAS

Primer período (Preconstantiniano) (s. III)

2
El ichtus o ichthys (en griego ΙΧΘΥΣ ijcís "pez") es un símbolo que consiste en dos arcos que se
intersecan de forma que parece el perfil de un pez a modo de una vesica piscis o mandorla horizontal, y
que fue empleado por los primeros cristianos como un símbolo secreto. El acrónimo significa Ἰησοῦς
Χριστὸς Θεοῦ Υἱὸς Σωτήρ "Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador". Iesus Chritvs theos Vios Soter. El uso del
ichtus como símbolo secreto pudo haber sido el siguiente: una persona dibujaba unas líneas rectas y
curvas en la arena de forma aparentemente aleatoria, de las que una de ellas era un arco circular (medio
ichtus). Si otra persona dibujaba más líneas en el suelo y completaba la figura, los dos sabrían que
ambos eran cristianos.
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Imágenes-signo. Escenas del Antiguo Testamento (Veterotestamentarias).


Frescos de Dura Europos. Catacumbas: de Domitila, San Calixto y Priscilla

Segundo período (Constantiniano) (313-m. s. IV)


Imágenes-signo. Escenas del Antiguo y Nuevo Testamento (taumatúrgicas). Crismón. Ciclo
gubernamental.
Cementerium Maius. Catacumba de los Santos Pedro y Marcelino

Tercer período (Postconstantiniano) (m. s. IV- s. V)


Desarrollo de la iconografía.
Catacumba de Via Latina

Etapa preconstantiniana. Anterior a la tolerancia del cristianismo. Finales del siglo II y


siglo III:

Las catacumbas, no eran lugares de reunión. Caen en desuso a partir de fines del
siglo V, posteriormente encima de las catacumbas se construyeron basílicas funerarias,
por un lado para conmemorar al difunto, o para la celebración litúrgica. Solo
excepcionalmente se construyó un altar para venerar a las personas allí enterradas de
cierta relevancia. Es el caso de la tumba de los Papas - dentro de las de San Calixto, donde
se observa la presencia de un arcosolium con columnas de tradición clásica, fustes
helicoidales y capiteles corintios, pero como se ha mencionado esto es excepcional.

Catacumbas de San Calixto:

Buena datación, debido al conocimiento del comprador de los terrenos, recibe su nombre
del diácono (más tarde, papa) San Calixto, designado a principios del siglo III por el Papa Ceferino
como administrador del cementerio. De ese modo, las catacumbas de San Calixto se convirtieron
en el cementerio oficial de la Iglesia de Roma. Las pinturas se datan alrededor del 230, por tanto,
la cronología es similar a Dura Europos. Las pinturas pertenecientes al primer período de pintura
se caracterizan por tener una temática ambivalente. En cuanto a la técnica: frescos; sobre fondos
lisos, sin decoración, salvo raras excepciones.
El buen pastor: retoma el crióforo del arte griego. Simboliza a Cristo como guardián de la
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iglesia llevando a la oveja descarriada.


Panes y peces eucarísticos: el pez es un acrónimo, que se convierte en el emblema de Cristo. Es el
anagrama de Jesús Salvador, hijo de Dios, sus iniciales en griego forman la palabra pez. La
ambivalencia, por tanto, ya que esto para los no iniciados carecería de sentido. La importancia de
estas pinturas es su aspecto iconográfico.

Catacumba de Priscilla.

Cámara de la “velatio”: Siglo III, imágenes susceptibles de una doble interpretación:


como el arcosolio donde se encuentra la Donna velata. La orante de este cubiculum, es un modelo
tradicional a lo largo de la iconografía de toda la edad media. Los brazos y la mirada en gesto de
éxtasis hacia el cielo. Es la representación de una oración intensa con Dios. Este gesto se repetirá
en otras figuras, procedentes del Antiguo Testamento y que para los hebreos cristianos fueron
prototipos de la salvación. Simbolización del alma del fiel y en estos orantes, en la iconografía de
sepulcros, se verá un intento de retrato del difunto.
Los tres hebreos en el horno: Remite a un pasaje veterotestamentario en el que se narra
cómo bajo el dominio de Nabucodonosor estos 3 judíos se niegan a dar culto al Rey, episodio
narrado en el libro de Daniel (cf. Dn 3) ). Se someten a un tormento en un horno 3 días y 3 noches.
El tema hace asimismo referencia a una oración, de raíces hebraicas, la commendatio animae, que
los cristianos seguirán manteniendo. Se observa una importante simplificación de rasgos, el horno
queda, representado o aludido mediante una línea marcada qué forma el límite superior de la
bóveda tipo de representación habitual en el medievo. Con el semicírculo se delimitan espacios in
proporciones, sin perspectiva, el ave con la rama de olivo en el pico es la presentación del ángel
en seres volátiles, de Dios que los “guarda”. En las catacumbas de Priscilla se sigue un canon más
o menos clásico, las figuras aún están algo proporcionadas, aunque los rasgos son ya muy
elementales, a pinceladas. Comunica sin embargo lo que pretende al espectador, se relaciona con
él. Así, el traje de los hebreos es el típico persa de los sacerdotes de Mitra, con el gorro frigio y los
pantalones anaxyrides, que luego pasará a las representaciones de los magos de Oriente en los
cortejos de la Epifanía de Cristo.

Catacumba de Domitila.

“Fractio panis” de la capela greca: fracción del pan, banquete eucarístico desarrollado de
una manera narrativa. Reunión para comer en confraternización, mesa semicircular con figuras
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dispuestas alrededor. La escena representada es una pintura de siete personas en la mesa, seis
hombres y una mujer. Parece claro que seis de ellos están reclinados como se recostaban los
antiguos en sus comidas. Pero el séptimo personaje se sienta un poco aparte en el extremo de la
mesa en una actitud que es muy significativa. Tiene la cabeza echada hacia atrás, tiene una
pequeña rebanada o pastel en las manos, y sus brazos extendidos frente a él muestran que lo está
partiendo. Sobre la mesa, inmediatamente frente a él, hay una taza con dos asas. Más adelante
en la mesa hay dos platos grandes, uno con dos peces, y el otro, cinco panes. En cada extremo de
la pintura a cada lado vemos cestas llenas de panes ---cuatro canastas en un extremo, tres en el
otro. Muy poca reflexión bastará para probar que el significado de la escena es la Eucaristía, "la
fracción del pan" (griego, klasis tou artou ---fractio panis)

Etapa constantiniana. El acercamiento hacia la tolerancia:

En esta etapa se dejan los temas ambiguos y se concretan en temas cristianos con
herencias romanas y judías contemporáneas, escenas veterotestamentarias, pero también
escenas neotestamentarias de carácter taumatúrgico, sobre todo.
Si el siglo III se observaba una tendencia a la ornamentación, a lo largo del siglo IV se
tiende a la simplificación. En esta segunda etapa aparecen algunos temas nuevos dentro de los
cuales algunos hacía mención a la vida Cristo, como persona salvadora, que hace milagros. Surgen
escenas cristológicas, junto con las figuras ya conocidas: orantes, buen pastor... comienzan a
aparecer las primeras representaciones de Cristo a las cuales los Padres de la iglesia en principio
se habían negado, desde el siglo III. Estas aparecen, ya bien entra do el siglo IV, es el comienzo la
una “particular retratístico”. En las catacumbas se adopta un tipo de Cristo siríaco, es un Cristo
maduro, barbado, con cabello largo. En escultura, se nos representa un Cristo adolescente, bello,
es el Cristo helenístico, nos remite a un modelo apolíneo, está relacionado con la doctrina
neoplatónica que supone que lo bello es bueno y viceversa. En pintura, el Cristo siríaco, es un más
austero, más maduro, que de remitirnos a algún dios griego.

Cementerium Maius

Orante: está representada en un arcosolium, es similar a la orante anterior pero en este


caso se representa con un niño pequeño en el pecho. Puede ser la representación de María
intercesora como orante ante los hombres, también aparece acompañando a esta representación
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el signo del Crismón lábaro emblema de Cristo que se repetirá en todo el medievo.
El crismón es el primer signo de elaboración propiamente cristiana. Crismón es la
denominación de la más usual de las representaciones del cristograma o monograma de
Cristo: XP. Se convierte e un momento dado en sinómino de lábaro, el estandarte de los
emperadores romanos, que a partir de Constantino I el Grande o incorporaba. Consiste en las
letras griegas Χ (chi) y Ρ (rho), las dos primeras del nombre de Cristo en griego: Χριστός
(Khristós -"el ungido"-). En otras versiones, la Ρ se sustituye por la Τ (tau) haciendo así una
pequeña cruz latina. El crismón aparece a veces acompañado de otros elementos, como las
letras α (alfa) y ω (omega), la primera y la última del alfabeto griego, que representan a Cristo
como principio y fin de todas las cosas

Catacumbas de santos Pedro y Marcelino.

Adán y Eva: (siglo IV) son las únicas figuras que se representan desnudas, Adán y Eva
antes de pecar, después cuando se produce su expulsión del paraíso ya van vestidos. También se
representa desnudo Daniel como orante y entre los leones o Jonás. El desnudo es excepcional,
rarísimo, también se representan desnudos los que van al infierno, los pecadores, gesticulantes y
desnudos. Los “buenos”, van vestidos con túnicas blancas hay también en este momento
representaciones de “niños asexuados” desnudos.
Cristo entre san Pedro y san Pablo: es este un Cristo siríaco, nos representa una escena de
valor dogmático para la iglesia. Es una escena que deriva de la más pura tradición civil romana,
inaugurando el ciclo gubernamental, donde no hay referencias en las Escrituras sino que
comienza a vincularse a Cristo con la idea de poder más que de difusión de su mensaje. Nace, al
mismo tiempo una “pseudo retratística” que quedará codificada hasta nuestros días.
En esta escena se representa a Cristo como señor, entronizado, flanqueado por los dos principales
apóstoles: san Pedro y san Pablo, sus iconografías permanecerán inalterables a lo largo de toda la
Edad Media. Los dos personajes son maduros: san Pedro suele ser representado como un
hombre de cara redondeada y barba rizada y corta, generalmente se nos representa con más pelo
que Pablo. San Pablo, suele presentar un rostro más afilado más alargado, con nariz aguileña,
barba puntiaguda, con menos pelo, entradas, algo calvo. Esta caracterización iconográfica no la
veremos en los restantes apóstoles, excepto con Juan evangelista ya que aparece más joven e
imberbe que el resto. El tema representado es el de la traditio legis, es decir la entrega de la ley,
aludida por el pergamino que se entrega, es el prototipo de la escultura funeraria de época post-
constantiniana. Cristo rodeado de sus dos lugartenientes se completa la escena con el registro
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interior, dos planos, pero que no están adecuados a las leyes de la perspectiva ni de la
composición, los santos aparecen en la parte inferior, es un cortejo de mártires, loando al
cordero, conforme a la visión del Apocalipsis (remite al libro de la revelación atribuido a san Juan
evangelista, es un libro de visiones centrado en el más allá, pertenece al nuevo testamento).
El tratamiento del color: se visten “las almas” con túnicas blancas; color de la pureza,
todos los colores corresponden a una determinada simbología. El blanco es el color de los justos,
Cristo va vestido de color púrpura, color que simboliza la dignidad imperial, este color era de muy
difícil obtención, ya que se extraía de un molusco, de ahí su valor. La Virgen, lleva un manto de
color azul frente a las vestiduras blancas de los apóstoles, están inspiradas en las togas romanas,
de los magistrados, que a su vez lo estaban de las túnicas de los filósofos griegos. Se usará este
tipo de representación durante todo el arte medieval, los santos posteriores irán adquiriendo las
vestimentas de las diferentes épocas.
Perspectiva jerárquica: según la dignidad del personaje así será su tamaño y en el lugar
más alto, sin importar por tanto el plano real en el que se encuentran. Se le llama también
perspectiva inversa, las figuras crecen cuanto más arriba así Cristo es el más alto y el de mayor
tamaño, a su lado san Pedro y san Pablo, que a su vez son mayores que la corte de mártires
situados en el plano inferior. La composición queda delimitada por franjas de colores, imitando un
abovedamiento. Decoración: los detalles de ornamentación podrían derivar del “suelo-barrido”,
típico del arte helenístico. Eran suelos de mosaicos con decoraciones dispersas, que más bien
parecían los restos de algún banquete, colocados al azar, desorganizados: trozos de pan jarros,
vasos... también podría relacionarse la decoración con elementos vegetales similares a la
decoración de mosaicos de color neutro, que sirven para completar fondos de la escena. Las
figuras tienen un cierto “estilo” clásico, pero se utiliza aquí un canon más alargado, están pintadas
de una manera muy simple: toques de color, marcando el modelado sin ningún estudio de la
gama cromática.
El bautismo de Cristo: Cristo adolescente, aparece también la mano de san Juan bautista,
aunque muy deteriorada la imagen. Un ave sobrevolando, representa el Espíritu Santo que envía
la luz divina y espiritual a Cristo, también podría interpretarse como el agua que caía sobre Cristo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en esta época es un bautismo por inmersión que se
mantendrá durante toda la edad media, se bautizaban los nuevos fieles ya adultos, en aguas
corrientes, en el Jordán, posteriormente la Iglesia permitirá bautizar en aguas estancadas o
recipientes apropiados: cubas bautismales... surgiendo entonces el baptisterio.
La resurrección de Lázaro: aparece Cristo representado junto a un edificio que recuerda a
los templetes griegos, en su interior se representa el cuerpo enfajado de Lázaro. Es un Cristo
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joven, en el acto de tocar con su mano al difunto, es una escena de tipo taumatúrgica. Lo que
importa es el contenido de la escena por eso hay una simplificación en las formas el interior se
representa también de una forma muy elemental, edificio inspirado en un templete griego clásico,
totalmente simplificado también. Se le representa de él, sólo la silueta y en este caso el sepulcro.
Cristo lleva en su mano una varita, la llamada vara taumatúrgica, de curación.

Etapa postconstantiniana. El desarrollo del cristianismo.

Retorno a un clasicismo de formas: Constantino ya ha muerto, la iglesia es ya una iglesia


oficial. A partir de Juliano “el apóstata”, se volverá a los principios clásicos que habían inspirado el
arte anterior a Constantino.
En las catacumbas de la vía latina, es en donde se encontrará lo más representativo de
este momento. Albergan un riquísimo conjunto de frescos, todavía es un interrogante en la
actualidad si se trataba de enterramientos paganos o cristianos, posiblemente son ambas cosas a
la vez. La temática es ambigua y variada, aparecen temas alusivos a las hazañas de Hércules, junto
a ellos otros inspirados en episodios del antiguo y nuevo testamento. La calidad de algunas
pinturas, sobre todo las dedicadas a Hércules, nos hace pensar en propietarios paganos. A los
cristianos, en principio, les estaba totalmente prohibido enterrarse con paganos, de ahí la gran
incógnita de estas catacumbas. Existe también la explicación de pueda tratarse de una familia
cristiana con una fuerte cultura clásica, de la que no hubieran querido prescindir.
Clase de anatomía: por un médico quizás que quiso reseñar aquí el aspecto físico de la
muerte, aunque según A. Grabar es un tema oscuro para nosotros o una iconografía muy concreta
que se nos escapa, también ha sido interpretado como Aristóteles, acompañado de sus discípulos.
Lo importante es ver como a través de las vestiduras se identifican imágenes que son reconocibles
desde época clásica por la utilización de la exómide
Hércules enfrentado a la hidra de Hermes: es uno de los doce trabajos que se le atribuyen
a Hércules, que recuerdan a los trabajos que Cristo hizo por la humanidad: el máximo héroe de la
mitología griega, quien solía aparecer al mismo nivel que los dioses. Uno de esos trabajos fue la
liberación de la población de Lerna de la famosa Hidra, monstruo de nueve cabezas con capacidad
de reproducción. Es normal que los cristianos utilizaran la figura de este héroe para simbolizar a
Aquél que liberó la humanidad de la “hidra infernal”. Plegaria figurada Otro de sus trabajos será el
de descender a los infiernos para ir a recuperar a la reina Alcestis, al igual que había hecho Orfeo
yendo a buscar a su mujer al reino de los muertos. Alcestis había accedido a morir en lugar de su
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marido. Hércules, en este caso, está caracterizado por una piel de león está acompañado del dios
Hermes (mensajero de los dioses) es un viejo que acompaña a todos los muertos en su último
viaje, se le relaciona también con el dios Tot de los egipcios, así como con el arcángel san Gabriel
de los cristianos. Sometiendo al mismo tiempo al cancebero Animal fabuloso con figura de perro
de tres cabezas que guardaba la puerta de los infiernos, según la mitología clásica. Animal
fabuloso con figura de perro de tres cabezas que guardaba la puerta de los infiernos, según la
mitología clásica. En estas pinturas se observa el retorno al clasicismo en los ropajes, en el
desnudo, proporciones humanas, aunque sigue siendo muy pobre la gama cromática, se trata de
dar volumen a las figuras, están inspiradas en el mundo clásico.

LA ESCULTURA CRISTIANA

El arte de esta época retoma con el arte romano, que a su vez se dividía en arte
metropolitano y arte de provincias o arte plebeyo. Según nos alejemos de la ciudad el arte se
vuelve cada vez de menor calidad, en las provincias se da un tipo de representaciones mucho
menos trabajadas más burdas. Esta diferenciación entre arte metropolitano y arte plebeyo, se
va a mantener hasta el siglo IV. El papel predominante lo constituyen los sarcófagos pero ello
dentro de la escultura se distinguirá tan sólo de manera anecdótica la escultura es de bulto
redondo. Que no es tanto concebida como imagen de culto sino como imagen devocional de
pequeñas dimensiones y para uso doméstico
Es el caso de representaciones de Cristo, con formas heredades del arte clásico como
por ejemplo: El buen pastor del Louvre (fines s. III): vemos aquí un plegado de líneas paralelas:
elementos característicos de la técnica que retoma con el arte clásico, poco a poco se tenderá
a una mayor simplificación del trabajo técnico. Utilización del trepano, talando surcos
profundos, ya se aprecia en esta figura, aunque es de concepción clásica todavía, esto será
característico del arte anterior. Los pliegues, la túnica, tienen poco del estilo de Fidias aunque
sin su finura, pliegues más o menos paralelos y entre cruzados, pliegues en vertical.. Cuando se
viste la figura la anatomía queda oculta, tras ella, a diferencia de lo visto anteriormente en el
período del arte griego. Hay oscilaciones del canon corporal, no hay ninguna norma sobre la
estructura corpórea.
El cristo doctor (ca. 350-360): Iconografía procedente de los filósofos clásicos, es una
representación imperial, a veces el Cristo será mostrado como emperador, hasta Bizancio, y en
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la edad media como soberano... Pantocrátor. En esta estatua Cristo se nos presenta bello y
sereno: (bondad y 'belleza). Es un Cristo de tradición helenística, por tanto, obra dé tradición
clásica, el cabello se talla con la técnica del trépano. Es una obra discreta, los pliegues sin
embargo son peores que los anteriores, por estar un poco más modelados.

Han llegado a nosotros gran cantidad de sepulcros de esta etapa, tanto de producción
local -Roma- como importados. Se pueden distinguir tres períodos, claramente diferenciados,
en torno a la figura de Constantino y que ya han sido mencionados a la hora de tratar la
pintura

Primera etapa: Preconstantiniana: s. III.

Las imágenes que se representan son ambiguas motivos que si ven para los paganos
como para los cristianos. Sarcófagos de friso continuo, tallado por tres caras, ya que la cuarta
se adosaba a la pared. El frente es el que contiene la mayor parte de la decoración. En este
momento los motivos se yuxtaponen sobre un fondo liso, sin ninguna cesión que separe una
escena de otra, hay que ir leyendo a lo largo del friso corrido, como si de un libro se tratara.
Presentan motivos ambiguos
Sarcófago de Brignoles: el centro se reserva al retrato del difunto. El plegado del traje
es similar a lo visto en escultura exenta, derivaciones del arte clásico, pero sin los niveles de
calidad de éste: lo que importa es el contenido no la forma. Hay una representación de Cristo:
como pescador de almas, tampoco debe olvidarse que el pez es también símbolo de Cristo.
Sarcófago de santa María la antigua (Roma): representación de un filósofo leyendo y
una orante. Las caras están casi sin tratar - menos aún la orante - es un sarcófago sin acabar,
en función del rostro del difunto, persona en definitiva compradora del sarcófago, en otro
detalle vemos a Jonás expulsado por la ballena (Jon. 2, 3) se representa ésta, como un
monstruo parece un dragón con cuerpo de serpiente, en el momento de arrojar a Jonás en una
playa, desvanecido... Esta figura de Jonás, la forma de su representación, desnudo, con una
pierna plegada, apoyándose en el brazo, es típica del arte clásico.
Sarcófago de los cónyuges: dentro de esta primera fase hay unos sarcófagos con
escenas ambiguas y alusivas, pero este sarcófago de los cónyuges ya estilo diferente.
Pertenece al grupo de sarcófagos con estrígiles. La decoración suele enmarcar el retrato del
difunto se suele colocar en un disco (clípeo), o venera, si tiene forma de concha, también
puede situarse el retrato sobre uña forma cuadrada: tabula ansata -tabla angulata- con putis o
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La formación del lenguaje figurativo cristiano

amorcillos alrededor. Este tipo de trabajos son producciones a gran escala, finalmente, cuando
se sabía para quien estaba dedicado, se retocan los gestos y las facciones del rostro. Existen
tipos de sarcófagos individuales, pero en este caso y en otros muchos estaba dedicado a dos
personas. La forma de representar a los cónyuges: el difunto aparece vestido como un patricio
romano, sosteniendo un rollo. La mujer colocada en un segundo plano, en actitud cariñosa,
hacia el marido. Los estrígiles, están acanaladas en forma de media caña, con movimiento
haciendo claro-oscuros. En la parte inferior, escenas pastoriles: pastor jugando con un perro.
En el abaco, o parte superior, además de la típica inscripción funeraria aparece la
representación de Jonás, desnudo, con la cabeza inclinada, cuerpo atlético, el pelo tallado con
trépano. En la parte derecha se representa un banquete eucarístico y la multiplicación de los
panes y los peces -nuevo testamento-. Imágenes ambiguas, rasgo fundamental de la etapa
preconstantiniana. Se colocan mascarones, en los ángulos, figuras con una clara raíz helenística
que hacen las funcione de las acróteras, figuras en ángulo, también se representan elementos
arquitectónicos. Los mascarones son trabajados de perfil, la unión de los dos perfiles forma la
figura, son para ver así ya que vistos de frente resultan muy desfigurados. Presenta una
iconografía relacionada con el mundo pagano como es la presentación de los esposos, el
vendimiador o en la parte superior la representación de Endimión y el ágape, pero la lectura
iconológica de los mismos es cristiana, así el vendimiador es identificado con Dios, Endimión
con Jonás salido de la ballena o el convite que remite a la Eucaristía.

Segunda etapa: Constantiniana: 313 al 350.

Sarcófago de Aurelio: (Catacumba de San Lorenzo Fuori le Mura, Roma, siglo IV,
mármol, en museo del Vaticano) en el ábaco representación del difunto, más una tabula en
donde se colocaba la inscripción, más representación de Jonás y los pescadores: en la parte
inferior, la Virgen con el Niño, Daniel entre los leones, Adán y Eva, el milagro de la curación del
ciego. Daniel aparece desnudo y con el gesto de un orante, después se le representará
barbado y vestido, siendo ésta la iconografía que se mantendrá. El retrato del difunto aparece
en una especia de paño, cogido por dos amorcillos, especie de ángeles, que nos remiten a las
victorias aladas del arte clásico. Cristo y la curación del ciego, aparece siempre éste arrodillado
y de menor tamaño. Alusión a la ascensión del alma, mediante el paño que se sostiene. Aún
no hay una jerarquización de la figura de la Virgen, por lo que se deduce que es una imagen
anterior al Concilio de Éfeso que la declara Theotokos: Madre de Dios. La actitud corporal es la
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misma para los tres Magos, que no se diferencian uno del otro. Por el contrario, parecería que
deliberadamente se intenta enfatizar su unicidad. Su vestimenta los identifica como orientales.

Sarcófago de Catiliscar: (ca.315) Zaragoza. Representación de milagros de Cristo: la


Resurrección de Lázaro, curación de la hemorroisa, las bodas de Canaán, aparece con la vara
taumatúrgica. No existe proporción entre los objetos, éstos son solo atributos. Es un Cristo
joven. La Epifanía, los reyes magos, vestidos al estilo oriental, con casaca, pantalones, están
entregando las ofrendas con las manos veladas cubiertas por parte de la túnica que les cae
sobre los hombros, nunca las cogerán con las manos: gesto de respeto del donante, gesto
sagrado de no contaminar el objeto con su cuerpo. Aunque en principio se realizaron estos
sarcófagos para un uso inmediato hubo reutilizaciones, se volvían a tallar ciertas partes para
volver a ser utilizados por otro muerto, algunos sirvieron de última morada a reyes, del siglo XI,
XII, XIII... la decoración hará reactivar la escultura románica y con una vuelta al clasicismo.
Nunca dejaron de tener utilidad.

Sarcófagos de la familia imperial: Se conservan los sarcófagos de Constantina y el de su


madre santa Elena, sin embargo, no se encontró el perteneciente a Constantino. Hechos en
pórfido, material de las canteras de Egipto, uso de este por una determinada ideología de
poder y prestigio, color púrpura, hace alusión al color de los reyes. Este sarcófago está
decorado con amorcillos vendimiadores, iconografía ambigua, pagana. Aparecen también
carátulas de Baco, que ocupan cada uno de los frentes, en el centro y con guirnaldas. En la
parte inferior hay animales que hacen alusión a la inmortalidad como el pavo real. El
sarcófago de santa Elena está decorado con escenas figuradas y con leones.

Tercera etapa: Postconstantiniana: Años centrales y finales del siglo IV.

Sarcófago de Junio Basso 3, que fue prefecto de la ciudad de Roma. Está tallado en un
solo bloque de mármol de Carrara; tiene un largo de 234 cm y una altura de 142 cm. Beckwith
lo data hacia el año 340 o en la década de 350 y Bisconti afirma que se remonta al año 359.
Sirve de exponente de los talleres metropolitanos. Sintetiza varias tradiciones, en la
iconografía hay mezcla del antiguo y del nuevo testamento, pero todos los temas son
conocidos. El sarcófago de Junio Basso se encuentra organizado en dos registros diferentes con

3
Este sarcófago puede completarse con el siguiente texto: Leal Lobón, Manuel: “El primer arte cristiano
El sarcófago de Junio Basso” en Isidorianum, Nº. 40, 2011, págs. 517-552. Disponible “on line”
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cinco escenas en cada uno de ellos. Las tallas están realizadas en altorrelieve y se enmarcan en
estructuras arquitectónicas. Cada uno de los nichos de la zona superior presenta una
estructura adintelada mientras que en el registro inferior se alternan nichos de frontones
triangulares con otros de arcos rebajados. En las columnas se pone de manifiesto la
minuciosidad de las formas, los capiteles y fustes están tallados con elementos vegetales y
geométricos.
No son temas elegidos al azar, sino que forman parte de un complejo programa
iconológico: las escenas de la parte central de ambos registro aluden al triunfo de Cristo sobre
la muerte y su aspecto divino. Hay referencias continuas al tema de la muerte, pero también a
un único juicio tras ésta. El tema de los milagros pone de manifiesto la divinización de
Jesucristo, pero también su condición de salvador de la humanidad
Antiguo testamento: Daniel en el foso de los leones. Adán y Eva con el árbol del bien y
del mal. El sacrificio de Isaac. Nuevo testamento: Escena del lavatorio. Existe una escena
nueva: alusiva de una manera muy gráfica, del poder espiritual de Cristo, se localiza en las
partes centrales, es nueva debido a la utilización del nuevo testamento en la iconografía:
entrada de Cristo en Jerusalén, Zaqueo en la higuera, otro personaje echa el manto para que
pase el burro que lleva a Cristo es la representación de una entrada triunfal, prefiguración
también de lo que va a ser el auténtico poder de Cristo, como señor del universo,
representado en la parte superior. Se representa a Cristo como cosmocrator, se recurre para
ello al Cristo laico, en un trono entre los dos apóstoles, en los pies hay otra alusión, como
señor del cielo, eleva un manto sobre su cabeza, lugar donde Cristo pondrá sus pies, por tanto,
Cristo por encima del cielo y de la tierra, iconografía de poder. Esto deriva del arco de
Constantino -año 315- es el mismo tipo de representación, también retoma otras
representaciones como la medalla de Constantino entre sus hijos. Así pues, presenta
antecedentes del mundo pagano. La escena deriva también de las representaciones de
filósofos rodeados de condiscípulos y de mujeres, como en el sarcófago pagano del año 270
donde está la representación del filósofo neoplatónico Plotino, desplegando un rollo. Está
forma de representar a Cristo, entronizado, continuará en todo el arte del siglo IV así como del
V, pasando más tarde a Bizancio. En este mismo sarcófago, aparecen escenas de
prendimientos, inicios de lo que sería la pasión: escenas del lavatorio de manos de Pilatos
haciendo contraposición con la del prendimiento de Pedro. En la parte inferior arresto de
Pedro y Pablo, en la parte, también inferior, escenas de un hombre pobre, con figuras que
están llorando, escena de santo Job. La novedad es la presencia de escenas separadas por
órdenes columnarios, apoyándose en ellas arcos, frontones, entablamentos ... las columnas
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son de estilo corintio, que son las más utilizadas, las hojas del capitel son de acanto. Más
tarde, de este derivarían muchísimas formas tanto en Bizancio como en occidente, en forma o
incluso representaciones humanas. En cuanto al estilo: el espacio es que en la época
constantiniana separación entre las figuras, ya no se aprecia tanto amontonamiento.
Renacimiento del mundo clásico, las figuras aparecen un poco más trabajadas, incluso las del
primer plano sugieren el bulto redondo, hay otros planos de representación. La forma de labra
también es más meticulosa.
Sarcófago con escenas de la pasión: Ninguna huella de dolor en la iconografía cristiana
de la huella de la angustia de la muerte. No se ha encontrado ninguna representación de la
Pasión de Cristo antes del 350, con anterioridad a esa fecha, igualmente la mayor parte de la
vida del Salvador son ilustraciones de su vida pública, de los milagros realizados, pero aún son
raras en el siglo III en el que siguen predominando las alusiones al antiguo testamento. La cruz
no hace aproximadamente su aparición 320-330. Los ciclos ilustrados son inexistentes hasta
casi el final del siglo IV. Este sarcófago presenta una iconografía unitaria, alusiva al mismo
tema, los motivos centrales, con escenas de la pasión. En el centro una cruz vacía, sin Cristo
crucificado. La representación de Cristo en la cruz será más tardía, las primeras. Surgen a
partir del siglo V y de una forma esporádica, y aún en este momento no presenta ningún
síntoma de dolor; se presentará triunfante, aunque esté desnudo. El arte cristiano tardará en
aceptar este tipo de representación, por considerarla humillante, ya que en esta sociedad era
el tipo de castigo más penoso que podía sufrir una persona. Los obispos recriminaron en
repetidas ocasiones esta actitud, pero fue un asunto difícil de superar ya que los romanos del
siglo IV y V todavía tenían muy recientes los dioses triunfantes del Olimpo: bellos, triunfantes,
espléndidos.... En el siglo IV las representaciones más frecuentes de la cruz, es en la que
aparece coronada con el emblema de la victoria: el lábaro, que nos remonta a Constantino, es
la representación de una ji y una ro griegas, que significa el emblema de Cristo, rodeada con
una corona de laurel. En este sarcófago aparecen también dos aves, una a cada lado de la cruz
y dos soldados al pie de esta. La cruz está vacía: alusiva a la resurrección. Esta resurrección se
desglosa en otras escenas, como la de Pedro, a la izquierda que está siendo conducido por los
soldados. A la derecha Pablo, asimismo, es conducido ante el pretor. No hay columnas, pero el
efecto de los árboles es el mismo, supone la separación de escenas, sirviendo de fondo a las
mismas.
Sarcófago de San Ambrosio de Milán -Estilicón-: de finales del siglo IV. Pertenece al
grupo de sarcófagos de puertas de ciudad debido a la decoración arquitectónica del fondo, que
sirve para dar a su vez un fondo a las figuras. Presenta como novedad una escena unitaria, ya
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no están reforzadas por columnas, ni por árboles, pero sin embargo tampoco son
composiciones de friso continuo como en la etapa preconstantiniana. Ahora no hay
separaciones porque se trata de una misma escena. El Cristo del centro, es un Cristo victorioso
en medio de los dos apóstoles. La representación inferior es la de un hombre y una mujer
arrodillados. Estos aluden a los personajes que encargaron el sarcófago: Estilicón y su mujer,
figuras ocultando las manos, como donantes de obras de arte, se representan con las manos
ocultas por un paño, seguirán esta iconografía durante toda la edad media. En la otra cara del
sarcófago se representa la ascensión de Elías en el carro de fuego. Es un sarcófago
monumental de 300 x 170 cms. de alto. Es domatomorfo, imita la forma de un templo.

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